Noir, Revista Cultural. Número 10, Noviembre 2015

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Loca Eva Bailón

M

e llamo Lola y estoy aquí porque dicen que estoy loca. Hace ya mucho tiempo que dejé de preguntarme si ellos tienen razón o no, porque verdaderamente ya no controlo lo que sucede en mi mente, ella ha tomado las riendas de mi vida, sepultándome hasta lo más hondo y oscuro de mí, atrapada entre pensamientos repetitivos y dolorosos por alguien a quien amé desesperadamente. Los doctores que me atienden desde hace años dicen que tengo un trastorno obsesivo compulsivo severo, pero me ocultan algo más, lo sé, porque la medicación que tomo no es suficiente para mantener a raya lo que estoy sintiendo, y las voces que escucho no paran de discutir entre ellas. Mi mente es una agrupación de personajes que nunca se ponen de acuerdo, mientras que mi corazón usa una única voz que la mayoría de las veces no tiene nada que ver con los personajes que viven en mi cabeza. Aquí no se está nada mal, no tengo que preocuparme por las cuentas, no tengo que salir a la calle, donde la gente me parece cada día más hostil e

incomprensiva, ni tengo que ir a trabajar; de hecho, esto se ha convertido para mí en un refugio del cual no deseo salir, aunque a veces me pregunto cómo sería regresar ahí afuera y volver a tener una vida normal. Normal, sí, eso que está bajo el paradigma de las normas establecidas, eso que yo no aceptaba y rechazaba con uñas y dientes. Siempre fui una inconformista, todo me parecía poco, nada era suficiente, pero carecía del valor para luchar por lo que quería y siempre me acababa dando por vencida. Así que después me sentía frustrada y me torturaba por haber desistido en mi empeño por cambiar las cosas. Toda mi vida ha sido siempre una contradicción emocional, un deseo que se oponía a otro deseo subyacente, y que intentaba emerger para ser observado y tomado en cuenta. Los llamados “sanos”, no entendieron nunca mi mundo, y mi familia siempre me trató como si fuera un caso aparte, ya sabes, la oveja negra, a la que nadie escuchaba porque no tenía nada importante que decir, o nada que a ellos les interesara, y


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