Ubicado al noroccidente de Quito, con casi 5 000 habitantes, es un barrio de extracción popular cuyo proceso de urbanización ha ido consolidándose de a poco entre la formalidad y la informalidad de su ocupación. Se caracteriza por estar separado de Quito por la avenida Occidental y por estar junto a la quebrada Rumipamba, una de las más extensas con edificación en su borde.