24PROVINCIA
LA TRIBUNA DE CIUDAD REAL DOMINGO 22 DE ENERO DE 2012
SACERUELA | PATRIMONIO NIEVES SÁNCHEZ / CIUDAD REAL
C
orría el verano de 1938. Rafael Alberti llegaba a un pequeño pueblo rodeado por montes al oeste de la provincia de Ciudad Real para participar en la representación de una de sus obras. El escenario donde actuaría la compañía esa noche, quizás con El hombre deshabitado (1930), no es un anfiteatro ni un improvisado tablado en la plaza del municipio. El trabajo del gaditano se pondría en escena en el campo de aviación de Saceruela, ante los soldados republicanos destinados en este inhóspito lugar, a dos kilómetros de la localidad. Hoy, los restos de aquella infraestructura aérea son el símbolo de la situación estratégica del municipio en la Guerra Civil Española, en plena retaguardia republicana, y la prueba de que este municipio fletó y fue sobrevolado por los aviones más modernos de la época: el primer caza monoplano I-16, conocido como ‘mosca’; o los Polikarpov I-15, que los soviéticos suministraron al gobierno de la república, conocidos popularmente como ‘chatos’; ‘curtiss’ si se les preguntara al bando nacional. Más que la admiración por las aeronaves, los testigos de la época recuerdan a las «chicas tan guapas» que actuaron esa noche estival del 38 en el campo de aviación. Ahora, casi 74 años después, el Ayuntamiento de Saceruela ha decidido airear su historia, abrir una ventana al pasado para relatar a las nuevas generaciones su posición en la contienda y explicar su papel en el episodio más negro de la historia moderna española. El campo de aviación, testigo del ruido de motores que enfrentó a familias en una guerra sin sentido, se convertirá en museo. El Consistorio levantará un centro de interpretación de estos aeródromos en la provincia. El de Saceruela perteneció al primer sector de la V Región Aérea de la Fuerza Republicana, fue el más importante de Ciudad Real por su actividad y el primero que abrirá sus entrañas al público. Desde noviembre, ocho jóvenes trabajan, a través de un taller de empleo, en las labores de limpieza y de rehabilitación de los edificios que se conservan del aeródromo, bajo las directrices de un equipo dirigido por la arqueóloga Eloísa García Verdejo, con la participación de David Ramírez, de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y la Asociación Hispania de Detección. «Nuestro objetivo es musealizar la infraestructura para explicar nuestra historia más reciente y que el visitante y los propios vecinos dispongan de información sobre la posición de nuestra provincia en la Guerra Civil», declara a este medio Germán Díaz, alcalde del Partido Popular. Su intención es invertir en un proyecto singular para potenciar el turismo rural a través de un centro de interpretación, en el que se explique la función y el
Los ‘chatos’
que sobrevolaron Saceruela Junto a los ‘moscas’ fueron los cazas más modernos que cruzaron el cielo de la provincia durante la Guerra Civil • Sus réplicas y su función se podrán ver en el centro de interpretación que construye el Consistorio sobre el campo de aviación republicano que conserva desde el 37 y que los fletó
Estampas de una guerra
Imágenes como las cedidas a este periódico por el investigador Bruno Barragán nutrirán el futuro centro de interpretación que se levantará en Saceruela. Estampas de una guerra que ponen rostro a los integrantes de la cuarta escuadrilla del grupo 30 de Natachas (arriba), que estuvieron en Saceruela en el verano de 1938, o a Francisco Viñals Guarro (imagen de la izquierda) preparando una misión en el aeródromo saceruelense con otros miembros de la Segunda Escuadrilla. La fotografía aérea es del campo de aviación obtenida por la Legión Cóndor el 15-03-39 (AHEA) y la cuarta, la de pilotos republicanos posando delante de un ‘chato’.
día a día dentro del campo. Una infraestructura que dé trabajo y riqueza a una población que levantó con sus propias manos el aeródromo hace más de medio siglo. El investigador Bruno Barragán, autor junto a Carlos Sánchez de Los campos de aviación de la provincia de Ciudad Real en la Guerra Civil Española (1936-1939) explica a este periódico que el de Saceruela fue clave para el bando republicano. «Aunque esta provincia estuvo en la retaguardia durante la guerra, tuvo una gran importancia militar y la aviación ocupó un lugar preponderante, hasta el punto de experimentar un vuelco en la historia de la participación bélica de la provincia». Destacó el lugar estratégico del campo de Saceruela, como «apoyo y cobertura» al Ejército Republicano en el teatro de operaciones de Extremadura. El deseo del alcalde es que el centro de interpretación esté en «unos dos años» pero la previsión a pie de obra de la directora del proyecto de seguimiento arqueológico es sine die. «Sabemos cuándo hemos empezado las obras, pero no podemos saber cuándo las vamos a terminar». El proyecto se ha divido en tres fases y su conclusión depende de muchos factores, entre ellos el meteorológico. «La buena voluntad existe y el compromiso por parte de instituciones y del alcalde, que es el verdadero impulsor de la iniciativa; lo demás depende de que lleguen las subvenciones», explicó la experta. EL CAMPO. Los restos del campo se pueden apreciar hoy en día a dos kilómetros desde el pueblo en dirección al Puente de Retama. Empezó a levantarse a principios del año 1937 por vecinos de Saceruela que trabajaron en su construcción y fue inhabilitado en 1940. Cobraban 18 reales el jornal, que percibían de la caja pagadora del Estado Mayor de la Fuerza Aérea. Es el caso de los hermanos Julio y Juan Francisco Sanz - ya fallecidos-, quienes aportaron una valiosa información a la investigación iniciada por Barragán y al futuro contenido de las salas del centro de interpretación. Ellos, junto a otros ciudadanos, realizaron la limpieza del campo de piedras, para después apisonarlo con rulos y de esta forma hacer del terreno agrícola una pista de aterrizaje y despegue practicable. El aeródromo se levantó sobre una superficie irregular con una longitud de 1.170 metros por un ancho de 1.031 metros en unos terrenos que se expropiaron al inicio de la guerra en el año 1936 y que fueron devueltos al Ayuntamiento una vez finalizada la contienda, en el 40. «Fue un campo muy importante como defensa del frente de Extremadura y fue durante el verano de 1938 cuando más actividad concentró con motivo de la ofensiva de Queipo de Llano en el Valle