Cabeza de Negrx

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“ [...] este poema es cuchillos bombas pistolas sangre fuego ardiendo por libertad sĂ­, este poema es un tambor [...]â€?



Vimos una y otra vez todos y cada uno de los fotogramas del video. La cabeza de George Floyd está siendo apretada contra el suelo. La cabeza de George Floyd estuvo entre la rodilla de un policía y el pavimento más tiempo del que tarda usted en leer esto. El peso que soportó en el cuello hizo el agujero. La imagen de su cabeza fue todas las cabezas a la vez: la de la guerrera emboscada y la del desdichado forastero. La de la insomne esclavizada que comerciaron en los puertos. La del aguerrido palenquero y todas las cabezas empaladas en las plazas. Todas las que coleccionan ustedes en museos y en sus casas. Las cabezas de negros desde la heráldica medieval hasta el arte moderno. La cabeza de Patrice Lumumba siendo capturado antes de ser asesinado: una representación del arresto de nuestra humanidad en manos de los agentes del Estado. Los mercenarios que pretenden clausurarnos los futuros. Incluso los contenidos en todos nuestros pasados.


¿Han visto sus ojos? La cabeza de George Floyd es como las cabezas de negro con instrumentos de castigo dibujadas por Richard Bridgens en las Indias Occidentales. Como las del catálogo del esclavista Jean Barbot. Como las esculturas frenológicas en cera de los sublevados del Amistad. Es el cráneo de Domingo Bocú que está en el Museo de Antropología de la Universidad. El último sentenciado a muerte en Cuba, el brujo. Una cabeza de negra como la de Hena Rodríguez. Unas cabezas de negro como las de Narváez. Las cabezas-adornos que hizo de las palenqueras Ana Mercedes Hoyos. La de Senobia Lucumí. Es como la cabeza del Prometeo de la libertad hecha por Rodrigo Arenas Betancourt. Todas herederas de las cabezas de moro que cortó con su espada San Jorge en Alcoráz. Las decapitaciones que quedaron grabadas en la bula de plomo del escudo Aragonés. Las mismas de la bandera de Córcega y la de Cerdeña. Las testa di moro de la cerámica siciliana.


Las tête de nègre de la repostería francesa. El moretto veneciano prendedor de la Duquesa de Kent frente a Megan Markhle. La cabeza de negro escondida en Derbyshire. La cabeza de George Floyd es una cabeza-mito. Bajo la rodilla del policía asesino vimos al ícono, justo antes de serlo. Vimos la mueca convertirse en gesto. Vimos a la condenada padeciendo. Al mártir en su agonía. Al mortal que muriendo llama a su madre. Escuchamos los alabaos en la lejanía. Ahí estaban los rostros de todos los santos. Los ojos de los antiguos. Sus cabezas hacia el sol. Abajo todos nuestros muertos desdibujados sobre el asfalto. Memento mori en anamorfosis . Las sombras de Anderson, Jair, Josmar, Leider, Luis y Álvaro. De todos los masacrados por los vigilantes que con su vigilia protegen a los que quieren dormir el sueño de los justos. Los tipos del bolillazo seco y los tiros de gracia.


Los que desaparecen cuerpos en las zanjas. Allí donde es ancho el vacío de imágenes de las violencias ejercidas sobre nuestro pueblo: los socavones de la invisibilización histórica con la que pretenden negarnos las presencias, reducirnos a un solo cuerpo: un cuerpo negro acéfalo. Es tiempo de reclamar las cabezas de negrx como íconos nuestros. Apropiar estas imágenes para que sean amuletos. Faros del peregrinaje venidero. Abrecaminos para desandar los antiguos senderos. Sonar de nuevos agujeros.

Espejos



En el doblez entre el siglo XVIII y el XIX, por el mar Caribe desde Haití bajó un rumor que se hizo cierto entre los esclavizados en las plantaciones de Barbados, pasando por las Guayanas hasta las minas y haciendas de Cartagena, Antioquia y Popayán. Llegaría una Reina negra a darles libertad. Tal como hoy, la reacción ante la imagen, por parte de las fuerzas del orden, fue preventiva para anticipar la revuelta. Como la sublevación era el máximo terror de los esclavistas que vieron conspiraciones por todo lado, decidieron criminalizar la imaginación. Desde 1744, la Asamblea de Jamaica, aprobó un decreto donde se estipulaba que el hecho de que uno o varios esclavos imaginaran la muerte de una persona blanca era un crimen que debía ser juzgado como un homicidio y castigado como tal. A finales de ese siglo en Mompox, el hecho esclavo Juan Santiago advirtió a sus amos de salir de casa, cuando predijo un gran fuego mirando directo al sol. Las autoridades que lo acusaron de insurrección no pudieron erradicarla, porque las ideas que liberan son gestos anacrónicos que perforan las capas de la historia. Más de dos siglos después, una fotografía se ha convertido en el ícono portador del fuego de la libertad que la Reina negra avivo en el imaginario colectivo de


la diáspora africana al otro lado del Atlántico. Retratada en Rio de Janeiro por Alberto Henschel una mujer negra esclavizada de turbante (1870) representa hoy tanto a Luisa Mahin –lideresa de la Revolta dos Malês en Salvador de Bahía–, como a Ma Guira en la provincia de Cienfuegos, y a la mítica Casilda Cundumí Dembelé, en el Valle del Cauca. La mirada de esta mujer desafía la impostura de todos los “tipos de negro”. Son los ojos que predicen el fuego. El cuerpo al que se le da la voz de las mujeres que se resisten a ser vistas solo como alegorías de libertad. El grito de las cimarronas revolucionarias en pie de lucha. El grito de la cabeza enterrada hasta el cuello de Bárbara Chesseborough en la portada del Maggot Brain. La mirada de la colosal Medusa de Mark Bradford. Que es la mirada en los ojos de quienes vieron a Anita Hill denunciando violencia sexual en una audiencia televisada en 1991. La ferocidad en la cara Marielle Franco asesinada a tiros en 2018. Marie Michelle Bazile empuñando un machete en Cristo Rey. Francia Márquez. El coro de quienes estan siendo vistas y escuchadas por muchos que aún no lo haciamos adecuadamente. El sonido de la justicia que no se espera sino que se reclama. Las progresiones de nuestra propia cabeza de negrx.



“Querido visitante, Gracias por estar acá. Este archivo es un regalo para usted. Desde el principio [...] hemos siempre dicho que no hay un “buen” contexto para exhibir obras de arte, porque toda parte está de alguna manera colonizada por los <<commodity>> [...] Nosotros creemos en los que faltan, pensamos que ellos se pueden materializar en cualquier momento y que puede que usted sea uno de ellos. Nosotros sabemos que el extraño, el que va de pasada, va a darle sentido a nuestro trabajo, por medio de la gracia de su curiosidad y apertura, creando el espacio donde las cosas se convierten posibles. Su inteligencia política y emocional son el mundo que podemos compartir. Todo el resto es solitud. Querido visitante, este trabajo fue hecho para usted, con todo el amor para usted a quien no conocemos, es un trabajo que mantenemos haciendo para restuarar la esperanza, para refrescar nuestra memoria, para resistir el lavado de cerebros, la temporalidad acelerada, la inundación de información y el entumecimiento del corazón. [...] Todo puede ser visto como capital pero no todo <<es> capital [...] Por favor mantenga vivo el valor de uso de este trabajo en su vida, use su inteligencia, hágalo ágil, hágalo ir a lugares donde otros no van, no lo alimente solo con citas y nombres pomposos, aliméntelo con migas y cosas que usted encuentre en la calle, robe con su alma lo que otros desechan[...] [...]Siempre y cuando nos recordemos que existimos el uno para el otro hay esperanza, y esta esperanza se multiplicará. Encuentre un camino para recordarnos que usted está ahí, y [de esta manera recordarnos] que los que nos hacen falta [nuestros muertos] poblarán el mundo de nuevo. [...]” Usted no encontró este documento. Usted ha sido llamado.


CABEZA DE NEGRX

N E G RO SO B R E N E G R O

MMXX

BOGOT Á - COLOM B IA



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