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Crisis en la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración: Un Desafío sin Solución Inmediata

La crisis en USCIS no solo refleja una falla en el sistema de inmigración, sino también un problema más amplio de falta de recursos y políticas que han dejado a millones de personas en espera, esperando una resolución que parece cada vez más distante.

Redacción - New/Nueva Opinión

Battle Creek, MI- La Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración de Estados Unidos (USCIS) se encuentra en una crisis que parece no tener solución a la vista. A pesar de haber procesado un número récord de solicitudes en los últimos meses, la agencia sigue enfrentando un atasco histórico con más de 9.2 millones de casos pendientes a fecha del 30 de junio de 2024. Este estancamiento se debe a una combinación de factores, entre ellos la falta de fondos, la escasez de personal, y las repercusiones de políticas restrictivas implementadas durante el gobierno de Donald Trump. Todo esto ha dejado a millones de inmigrantes atrapados en un limbo burocrático, enfrentando tiempos de espera de años para resolver sus solicitudes.

Un Problema que no Cesó con el Cambio de Gobierno

Cuando en febrero de este año la USCIS reportó haber procesado más de 10.9 millones de solicitudes en el año fiscal 2023, muchos esperaban una mejora en la situación de la acumulación de casos, que se ha agudizado durante los últimos años. Sin embargo, la realidad fue otra: mientras la agencia lograba procesar un número récord de formularios, también recibió 10.9 millones de nuevas solicitudes, lo que mantiene el número de casos pendientes prácticamente igual.

El atasco en la USCIS tiene sus raíces en las políticas implementadas durante el mandato de Donald Trump. Durante su administración, la agencia sufrió una significativa reducción de su c apacidad operativa, con la reasignación de recursos y personal hacia labores de control y aplicación de la ley de inmigración, en lugar de procesar beneficios migratorios. Además, el endurecimiento de los requisitos para solicitudes de asilo, la eliminación de programas humanitarios como el Estatus de Protección Temporal (TPS), y la revisión de más de 350,000 casos de naturalización en busca de fraude contribuyeron a la acumulación de casos.

Con la llegada de Joe Biden al poder en enero de 2021, se inició un proceso de reversión de muchas de estas políticas. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, y la falta de recursos y personal, sumada al incremento masivo de solicitudes, ha dificultado los esfuerzos por modernizar y agilizar el sistema.

Un Sistema Burocrático al Límite

A fecha del 30 de junio de 2024, la USCIS informó que había recibido 9.592,636 nuevas solicitudes, de las cuales solo 8.269,670 fueron adjudicadas, mientras que 928,739 solicitudes fueron denegadas. Esto deja un total de 9.248,571 casos aún pendientes de resolución, lo que incluye desde peticiones de asilo hasta solicitudes de ajuste de estatus, permisos de trabajo y solicitudes de ciudadanía por naturalización.

Entre los formularios más afectados por las demoras se encuentran:

  • 1,940,814 peticiones familiares de ajuste I-130.

  • 1,260,915 peticiones de asilo afirmativo I-589.

  • 1,032,289 solicitudes de ajuste de estatus para residencia permanente I-485.

  • 763,229 solicitudes de autorización de empleo I-765.

  • 470,561 solicitudes de ciudadanía por naturalización N-400.

Estas cifras reflejan el tamaño del desafío que enfrenta USCIS y las consecuencias para las personas que dependen del sistema de inmigración estadounidense. Miles de solicitantes permanecen en un estado de incertidumbre, enfrentando demoras que pueden durar años, lo que afecta tanto a sus vidas personales como a su seguridad.

Los Solicitantes de Asilo, Entre los Más Afectados

Uno de los grupos más gravemente afectados por la acumulación de casos son los solicitantes de asilo. Según el abogado de inmigración Alex Gálvez, que ejerce en Los Ángeles, California, hay casos de solicitudes de asilo afirmativo que llevan esperando hasta cinco años para obtener una entrevista de miedo creíble, el primer paso en el proceso de asilo. Esto contrasta con los tiempos de espera previos, que eran de entre tres y seis meses.

La situación de los solicitantes de asilo se ve agravada por el aumento de los cruces fronterizos en busca de protección.

Los agentes de asilo de USCIS son responsables de conducir entrevistas para evaluar las solicitudes de asilo defensivo, aquellas presentadas por personas que solicitan protección en la frontera, lo que sobrecarga aún más los recursos de la agencia.

Retrasos Devastadores para los Cónyuges Indocumentados

Otro grupo severamente afectado son los cónyuges de ciudadanos estadounidenses que no tienen una admisión legal a Estados Unidos. Estos individuos, que tienen aprobada una solicitud de ajuste I-130, enfrentan demoras significativas en la aprobación de los perdones I-601A, necesarios para ajustar su estatus migratorio.

Lo que antes era un proceso que duraba entre tres y cinco meses ahora puede tomar hasta 43 meses. Durante ese tiempo, los solicitantes viven con el temor constante de ser detenidos y deportados, ya que están sujetos a la Ley del Castigo, que impone sanciones de hasta 10 años fuera del país si la presencia indocumentada supera ciertos periodos.

Consecuencias Económicas y Sociales

La crisis en USCIS no solo afecta a los inmigrantes, sino también a la economía y al estado de derecho en Estados Unidos. Según expertos como la abogada Rebeca Sánchez-Roig, quien ejerce en Miami, Florida, las demoras en el procesamiento de solicitudes fomentan la inmigración indocumentada y crean interrupciones en el sistema legal y económico del país. Al no poder acceder a permisos de trabajo, muchos inmigrantes recurren a trabajos sin autorización, lo que tiene implicaciones tanto para ellos como para sus empleadores.

Además, las empresas que patrocinan empleados también sufren las consecuencias, ya que los retrasos en las adjudicaciones impactan su capacidad para contratar a trabajadores cualificados en un tiempo razonable. Asimismo, las organizaciones sin fines de lucro y los gobiernos estatales y locales ven aumentados sus costos al tener que ofrecer servicios adicionales a inmigrantes cuyas solicitudes están en espera.

El Pedido de Fondos al Congreso y las Negociaciones

Fallidas Para hacer frente a esta crisis, la administración Biden ha solicitado al Congreso fondos suplementarios para aumentar la capacidad de USCIS. En octubre de 2023, la Casa Blanca solicitó una partida presupuestaria de emergencia de $14,000 millones para aumentar la seguridad en la frontera sur y contratar a 4,300 nuevos agentes de asilo, así como para crear 100 nuevos tribunales de inmigración con el fin de descongestionar USCIS y las Cortes de Inmigración.

Sin embargo, estos pedidos han sido rechazados repetidamente por los republicanos en el Congreso, a pesar de haber alcanzado acuerdos bipartidistas previos. La administración Biden ha acusado al expresidente Trump de boicotear estos acuerdos, argumentando que el mantenimiento de la crisis actual favorece su discurso de campaña, el cual se enfoca en la inmigración como una amenaza a la seguridad nacional.

Futuro Incierto: ¿Habrá Solución?

El futuro de la crisis en USCIS sigue siendo incierto. A medida que las solicitudes se acumulan y los recursos siguen siendo insuficientes, millones de inmigrantes continúan atrapados en un sistema que no puede ofrecer respuestas rápidas. La situación no solo afecta a las personas directamente involucradas, sino también al sistema legal y económico de Estados Unidos.

El abogado Jaime Barrón, que ejerce en Dallas, Texas, advierte que la falta de acción por parte del Congreso tiene repercusiones graves, especialmente en los tribunales de inmigración. “Las personas luchan durante años para no ser deportadas, viviendo una agonía interminable. Esto no solo afecta a las personas, sino que también socava el estado de derecho en Estados Unidos”, concluye.

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