6 minute read

CEMENTERIO de PRAGA

República Checa

Nilda

Advertisement

Situado en el barrio judío, este famoso y antiguo cementerio nos sorprenderá. Se estima que hay más de 100.000 cuerpos enterrados.

El Antiguo Cementerio Judío de Praga es uno de los más interesantes del mundo. Se encuentra ubicado en el barrio judío de esta ciudad, Josefov, un tranquilo barrio que alberga las principales sinagogas. No vamos a encontrar en él grandes monumentos, ni jardines, ni panteones o bóvedas impresionantes, hallaremos sólo lápidas, algunas inclinadas o caídas, vetustas, con tumbas superpuestas. Sin embargo, en él reinan la paz, la Historia y el arte.

Durante más de trescientos años fue el único lugar de Praga donde los judíos podían enterrar a sus muertos. Se instaló a mediados del Siglo XV, según lo confirma la lápida más antigua que pertenece al poeta y autor de poesía litúrgica Avigdor Kara. Y, desde entonces, se enterraron en él unas 100.000 personas, en un predio que no es muy grande. Cuando se ocupaba toda la superficie del cementerio se comenzaba a tapar las tumbas y a enterrar sobre ellas en otro nivel, apilados unos encima de otros.

En algunos casos hay hasta doce niveles, debido a la falta de espacio en el gueto y lo irregular del terreno. En estos cementerios, los cuerpos tienen que estar separados por 60 centímetros de tierra como mínimo y así se hizo.

La tradición judía presta especial atención a los sitios donde los restos de sus ancestros son depositados, por eso existen múltiples reglas sobre el entierro y el funeral. Los hebreos denominan a los cementerios como lugar de los sepulcros, casa de la vida o casa de la eternidad, lo cual nos dice mucho sobre la creencia de este pueblo. En concordancia con sus leyes, estos lugares deben asegurar la inviolabilidad de las tumbas, dada su creencia en la inmortalidad del alma y en la resurrección.

La lápida recién es colocada a la cabecera de la tumba un año después de que la persona ha sido enterrada. La misma se coloca para proteger y marcar el lugar en el cual el difunto fue depositado. Estos epitafios constituyen una fuente muy importante para estudiar la Historia de los Judíos, ya que en ellas se detallan hechos de la vida de esa persona, su nombre, la familia a la cual pertenece y hasta el oficio. Todo ello en hebreo y hasta con signos, símbolos y figuras que se repiten en distintas lápidas pues tienen un significado concreto que se reitera a lo largo de los siglos.

Entre los ritos funerarios es indispensable mencionar la Jevrá Kadishá, creada en 1564, la cual se encargaba de cuidar a las viudas, a los huérfanos, a las novias sin dote, a los enfermos y también de acompañar a las personas a la hora de la muerte. Era un honor pertenecer a esta sociedad fúnebre y no cualquiera era admitido. Su existencia se basa en que los principios judíos marcan que no se debe lucrar con la muerte. Miembros de la sociedad se ocupan de acarrear el cuerpo hasta la casa de la purificación (ubicada cerca del cementerio), se limpia el cuerpo y se lo cubre con un sudario blanco según las costumbres de los judíos asquenazi (Europa del Este y Centro). El fallecido debe ser enterrado dentro de las 48 horas, con una ceremonia sencilla que no haga diferencias entre ricos y pobres. El entierro se hace sin ataúd, o con una simple y sencilla caja.

Como se dijo más arriba, en este cementerio no vamos a encontrar flores, pero sí pequeñas piedras sobre las lápidas o las tumbas. Hay distintas explicaciones sobre el origen de esta costumbre. Algunos afirman que se hacía para alejar a los animales carroñeros, pero a mí me gusta más la explicación que da la Rabina Delphine Horvilleur la cual sostiene que, antiguamente, cuando los muertos se enterraban a los costados de los caminos, había que señalar la presencia de una sepultura a quienes viajaban por esos parajes, y sobre todo a un sector de la población, los sacerdotes o cohén, que tenían prohibido acercarse a los cadáveres. Con la aparición de los cementerios cercados, esta tradición no se extinguió, ya que perduró aunque se interpreta la costumbre de otra forma. Hoy significa que nos incorporamos a la herencia del difunto, que al dejar un guijarro allí, proclamamos filiación, nos unimos a los ancestros.

En este Cementerio se encuentras los restos de célebres personajes, tales como:

 David Oppenheim: famoso rabino de la ciudad de Praga que vivió durante el siglo XVIII.

 David Gans: Historiador y astrónomo judío. En su lápida se utilizó por primera vez la Estrella de David como emblema de la comunidad judía.

 Judah Loew: Filósofo y rabino, al que se atribuye la invención de la famosa leyenda del Golem de Praga. La leyenda cuenta que este rabino creó al Golem con barro y arcilla y con la chispa de Dios para proteger a los habitantes del gueto judío de los ataques antisemitas que padecían. El mismo funcionaba si escribías una orden o tarea en un papel y se lo introducías en la boca. Su tumba es lugar de peregrinaje de muchos judíos del mundo que concurren, sobre todo el día del aniversario de su deceso. Los visitantes suelen poner papelitos entre las lápidas de la tumba del sabio, con mensajes y deseos, pues se considera que el rabino posee un poder mágico.

 Mordecai Maisel: Construyó una de las sinagogas de la ciudad que además lleva su nombre. Siglo XVI.

Es de destacar que este Antiguo Cementerio Judío se encuentra relacionado con los famosos Protocolos de los Sabios de Sión. En 1902 el zar Nicolás II de Rusia y su servicio policial publicaron un documento apócrifo, en el que acusaban a los ancianos de Sion de reunirse en el cementerio judío de Praga para conspirar y planear la dominación mundial. Luego se demostró su falsedad, pero mucha gente sigue creyendo en ellos.

En el año 2010 esta historia resurge tras la publicación de la novela de Umberto Eco, El cementerio de Praga, que se basa en esta conspiración e, inclusive, menciona la leyenda del Golem. Eco era un apasionado de la investigación de estas falsas creaciones que con el tiempo se tienen por ciertas, pero son fabulaciones.

Muchas lápidas llevan símbolos o motivos decorativos, esculpidos en la piedra, tales como floreros, ornamentos florales, festones de frutas, racimos de uvas que indican fertilidad y riqueza; pájaros, peces, gansos, la estrella de David o Magen David que se usa por vez primera en 1529; figuras humanas, manos, urnas, leones, osos, entre otros. Todo tiene un significado, nada es casual; la interpretación de los mismos nos lleva a un deseo de la familia, o a la profesión del difunto o al nombre o apellido de la familia. Por ejemplo, un pescado revela que la persona se llamaba Karpeles o Fischman o que se trataba de un pescador ya que el gueto se encontraba cerca del río y muchos judíos se dedicaban a esta profesión. Las manos en gesto de bendición pertenecen a los Cohen o Cohanim, descendientes de los sacerdotes que antiguamente servían en el Templo de Jerusalén y que aparece por primera vez en 1585, y el cántaro simboliza a los miembros de la Levíte Tribe o Leví (1581). También un lobo indica a la familia Wolf, un ratón a los Maisel, o un ganso para los Gans, una paloma denota el nombre Jonah y también el de una mujer, Taubele. No debemos olvidar que la paloma nos remite al arca de Noé y, a veces, es representada con la ramita de olivo.

Otros símbolos describen el oficio de la persona: unas tijeras marcan la tumba de un sastre, las pinzas a un médico, un arpa recuerda a un maestro de música, así como la estrella de David indicaría la idea de la unificación de la nación judía.

También se ve el emblema oficial del estado de Israel, la menorá, en algunas tumbas. Es uno de los más conocidos símbolos judíos. La Torá cuenta que en el monte Sinaí, Dios mismo le dio a Moshé las instrucciones para construir este sagrado candelabro de siete brazos.

Las dos manos de la bendición sacerdotal, se encuentra a veces en las tumbas de los judíos que pertenecían al clan de los cohanim, los sacerdotes, descendientes de Aharón, el hermano de Moshé, quienes sirvieron en el antiguo Templo en Jerusalén. Este símbolo judío refleja la especial posición de las manos que los cohanim en la antigüedad y también hoy en día, utilizan cuando recitan bendiciones al pueblo judío.

En otras vemos el león de Iehudá, una de las doce tribus de Israel. El logo de la ciudad de Jerusalén que aparece en su escudo oficial.

En hebreo jai significa "vida". Esta palabra a menudo se encuentra en joyas y otros objetos judaicos, así como en las lápidas, afirmando uno de los valores más importantes en la religión judía: preservar y celebrar la vida. Una forma habitual de brindar en ocasiones festivas es decir Lejaim, lo que significa "por la vida". Y antes de salir de este bellísimo cementerio no podemos menor que repetir esa palabra como parte de un rito al cual en ese momento sentimos pertenecer.

Bibliograf A

 Antiguo Cementerio Judío de Praga: un lugar mágico que inspira https://espanol.radio.cz/antiguocementerio-judio-de-praga-un-lugar-magico-que-inspira-8555465

 Yvette Alt Miller https://aishlatino.com/9-simbolos-judios/

 Delphine Horilleur. Vivir con nuestros muertos Pequeño tratado de Consuelo Libros de Asteroide S.L.U. Primera Edición en Argentina 2022.

 PragueJewishCemeteries. Text by Arno Parik and others. Published by the Jewish Museum in Prague 2008.

This article is from: