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BUSTO DE JOSE INGENIEROS

Por María Elena Tuma Museóloga Área de Patrimonio Histórico del Cementerio de la Chacarita CABA. Argentina
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Foto propia de la autora
MemoriadeladonacióndelbustodeJoséIngenieros enlaveredadelcrematoriomunicipal
La familia del Oftalmólogo Carlos Héctor Lerner, su esposa e hijo, nuera, y hermanos, asistieron, sin saberlo, a la inauguración del busto del escritor y médico psiquiatra José Ingenieros donado por el oftalmólogo, Carlos Lerner, poco antes de morir.

Algunos meses antes Lerner había concurrido al Crematorio con el deseo de informarse cómo se realizan las cremaciones, cómo era el procedimiento que se utiliza, ya que estaba enfermo y quería optar por la cremación voluntaria. Ese mismo día, al salir de allí, vió el monumento a José Ingenieros, se interesó por ese monumento realizado en homenaje al médico psiquiatra ya que le pareció incompleto, sin un busto sobre la piedra pedestal, ubicado en el acceso al Crematorio Municipal. Empezó entonces a pensar rápidamente de qué modo se podía dotar a ese monumento de un busto para que no estuviera inconcluso, tal cómo a él le había parecido. Sin dudarlo buscó un taller de esculturas y preguntó sobre la posibilidad de realizar un busto y acerca de los materiales para que sea perdurable y resista a la intemperie.
Sin más, comenzó el proyecto que sería el último de su vida y que le daba las fuerzas necesarias para resistir hasta poder verlo terminado. Así, en una carrera contra el tiempo comenzaban los escultores a darle forma al molde, la cabeza de Ingenieros aparecía y lucía con claridad y los plazos de trabajo requerían, tiempo de secado, acabado, horas y horas de perfeccionamiento del rostro del criminólogo y escritor de obras como “El hombre mediocre”, “Las fuerzas morales”, “La simulación de la lucha por la vid”, etc. Era un tiempo que comenzaba a faltarle a Lerner ante el avance de la enfermedad y la falta de fuerzas para ver concretado su último sueño.
El día 7 de junio de 2019, a las once de la mañana finalmente se inauguró el busto de José Ingenieros en la vereda del Crematorio Municipal, emplazado sobre el pedestal de piedra que ostentaba el monumento original realizado por Troiano Troiani, escultor italiano.
El busto, realizado por los escultores Miguel Ángel y Miguel Gerónimo Villalba de Arte Villalba, del barrio de Saavedra, está construido en resina poliéster y fibra de vidrio, evitando el bronce que puede resultar una tentación para quienes no respetan las normas y el decoro.
El día anterior, el jueves 6 de junio, los escultores habían colocado el monumento a las 12 hs., en ese momento el Dr. Carlos Héctor Lerner fallecía a causa de un infarto agudo de miocardio a los 72 años de edad.
Guillermo Lerner, quien había asistido al cementerio para dar el último adiós a su hermano y sin haberlo decidido, ya que todo sucedió cuando salían de la sala del crematorio para despedir a Carlos, su hermano, participó del acto de inauguración del busto en homenaje a José Ingenieros. Conmovido por la situación, transmite el extrañamiento que le produjo la decisión del hermano de donar un busto al monumento existente del escritor en la vereda del Crematorio Municipal y que la inminencia de la muerte dejó una rara sensación frente a su pérdida, ya que se confunde con la inauguración de lo que fue cumplir con ese deseo en los últimos momentos de su vida.
Los escultores del taller Villalba cuentan que el donante pudo ver una foto del monumento terminado en el taller. Su costo fue de $210.000 y la placa en la que se refleja la donación costó $3.000. Los escultores Villalba aseguran que el trabajo que se aceptó se realizó con mucha urgencia debido a que quien lo pagaba estaba muy interesado en que sea muy rápido, ya que su estado de salud era muy grave.
Esta historia conmovedora de Carlos Lerner quien sin dudar decidió hacer una donación y aún más, quiso presenciar la realización del monumento, su terminación y colocación. Ese medio día de algún modo estuvo presente en el lugar, ese mismo día, su espíritu sobrevoló aquel acto, entre sus familiares, sin que nos diésemos cuenta se hizo presente entre nosotros. Tal vez cueste comprender la profunda entrega que nos dejó a todos y cuál fue el modo con que acompañó a su familia en esas horas en las que partía.


