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Recuerdan la vida larga y bien vivida de Julián Nava
Por la familia Nava https://www.juliannava.com/
Julián Nava (1927–2022) nació en Los Ángeles en 1927; sus padres habían emigrado de Zacatecas durante la época de la Revolución Mexicana. Con sus siete hermanos, creció en Boyle Heights, donde todos asistieron a la escuela pública, practicaban deportes en los parques públicos y participaban en actividades para jóvenes en la iglesia, junto con jóvenes de varias etnias diferentes.
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Pese a los retos económicos de la época de la Gran Depresión y a la discriminación contra los mexicoamericanos, Nava y todos sus hermanos lograron graduarse de la preparatoria. Los tres hijos varones de los Nava se inscribieron en las fuerzas armadas de Estados Unidos; Nava entró a las Fuerzas Navales a los 17 años.
Nava se graduó del College del Este de Los Ángeles, Pomona College y la Universidad de Harvard, donde hizo su doctorado en historia de América Latina. Trabajó en la educación superior en Puerto Rico, España y Colombia, antes de llegar al Colegio Estatal del Valle de San Fernando (la Universidad de California en Northridge a partir de 1972) como un miembro pionero de la docencia en la Facultad Historia.
Ahí, además de enseñar clases de Historia de América Latina, Nava ayudó a desarrollar lo que más tarde se convertiría en el programa de Estudios Chicanos. Nava escribió bastante sobre la historia latinoamericana y estadounidense, enfocándose en la importancia de la experiencia mexicoamericana en Estados Unidos. También fue el autor de varios libros de texto y de material para capacitar a profesores.
En 1967, Nava fue elegido para formar parte de la Mesa Directiva del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, el primer mexicoamericano elegido para esta mesa a nivel de ciudad (y el primer mexicano electo para un puesto a nivel ciudad desde Edward Roybal, quien llegó al Cabildo de la Ciudad de Los Ángeles en 1949). Nava tra- bajó para mejorar el acceso a la educación para todos y luchó a favor de la educación bilingüe y multilingüe.
Su servicio en la mesa comenzó en un momento dinámico de las protestas de alumnos de preparatoria en el Este de Los Ángeles en 1968, seguidas por la orden de la Corte Superior de Los Ángeles de eliminar la segregación en las escuelas públicas de la ciudad en 1970. A Nava lo eligieron a tres gestiones y él fungió como el presidente de la mesa en dos ocasiones. En 1980, el presidente Jimmy Carter nombró a Nava como el Embajador de Estados Unidos en México.
Siempre con oficio de profesor, Nava también buscó llevar su mensaje a un público diverso. En 1970, colaboró con Sal Castro, un líder en las protestas de estudiantes en 1968, para crear un programa de televisión sobre la experiencia histórica y cultural de la comunidad mexicoamericana desde una perspectiva chicana. Chicano: La Serie de la herencia cultural mexicoamericana I y II se estrenó en NBC TV en Los Ángeles en julio de 1971.
Ya jubilado, Nava escribió y produjo varios filmes documentales, entre estos Cantar de los Vascos (1995) y Voces de Cuba (1996).
Nava y su esposa Patricia criaron a sus tres hijos en Los Ángeles y después, se jubilaron en San Diego. Como jubilado, él siguió disfrutando de la fotografía, la pintura, la jardinería y la carpintería. Su pasión por aprender mediante los viajes lo llevó a visitar más de 20 países en cuatro continentes.
Nava trabajó como voluntario con organizaciones comunitarias durante el último año de su vida, pero más que nada disfrutó pasar tiempo con su familia—sobre todos sus seis nietos.
“Perdimos a una figura destacada en la educación y la política latinas con el deceso de Julián Nava a los 95 años”, dice Kirk Whisler, el presidente del consejo de Empowering Latino Futures. Whisler lo recuerda bien con las siguientes palabras.
“Conocí a Julián de fondo a mediados de la década de 1970, cuando servimos juntos en la Comisión de las Californias. Durante las dos siguientes décadas, trabajamos juntos en un par de proyectos mediáticos y en un esfuerzo político. Hace casi 20 años, Julián aceptó ser un miembro del consejo de lo que hoy es Empowering Latino Futures, donde pronto se convirtió en nuestro primer vicepresidente de Educación. Durante los últimos 20 años, tuve la bendición de trabajar con él en varios campañas comunitarias y mediáticas, y hasta en un par de esfuerzos políticos.
A lo largo de su carrera Julián fue un pionero en muchos rubros—uno de los primeros mexicoamericanos nacidos en Estados Unidos en hacer un doctorado en Harvard; el primer latino en servir en la Mesa Directiva del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles en 1967; y el primer mexicoamericano en fungir como Embajador de Estados Unidos en México, en 1980. Mediante su compromiso educativo y político, Julián sin duda impactó a miles de personas a lo largo de las décadas.
Tomamos juntos varios viajes largos, donde me encantaba escuchar de su carrera y empaparme de detalles sobre la fundación crítica del Community Services Organization, de problemas en los sistemas políticos y educativos y de mucho más. Julián siempre anhelaba aprender más y siempre deseaba compartir su gran conocimiento basado en sus décadas de experiencia, conocimiento que expresaba siempre con un humor sagaz. Es lo que más extrañaré de él.”