ARTE
Los enigmas y polémicas de El Bosco El cuestionamiento de la autoría de varias obras del pintor flamenco acaba por sembrar la sospecha sobre los métodos empleados para la evaluación. ISABEL FERRER 7 FEB 2016 - 00:31 CET
El llamado año Bosco, en el que se conmemora el quinto centenario del enigmático y genial pintor flamenco, ha arrancado con un sonado desencuentro, que ha avivado una polémica que parecía zanjada entre un proyecto de investigación de la obra del artista y el Museo del Prado. La (siempre) controvertida cuestión de la autoría de obras de arte ha encendido los ánimos.
El mercado del arte suele estremecerse cuando los expertos internacionales, un grupo cada vez más compacto formado por historiadores, fotógrafos —provistos de todo tipo de cámaras y escáneres—, e informáticos, atribuyen a un artista famoso una obra hasta ese momento considerada de su taller, o bien de sus seguidores. De inmediato, la cotización asciende, la pieza pasa a considerarse un tesoro, y museos y coleccionistas parecen descubrir su auténtica belleza.
En el caso de Hieronymus Bosch, El Bosco, la sacudida ha afectado a los propios estudiosos, en Holanda y en España, a pesar de su admiración común por un pintor que plasmó imágenes todavía difíciles de interpretar. El artista apenas firmó, ni fechó su producción —apenas una cincuentena de tablas y dibujos—, y un aura de misterio rodea al flamenco, por mucho que los rayos infrarrojos sean capaces de penetrar hasta las capas más profundas de su pintura.
En 2007 los muy previsores responsables del museo holandés
El artista apenas firmó, ni fechó su producción —
Noordbrabants, de Den Bosch (en español Bolduque) villa natal del