Portafolio

Page 1




Portafolio


Aquí encontrarás los trabajos que he realizado en mi corta vida univeristaria, lo que no significa que sean trabajos, si no más bien, cosas que hice en éste período. No quiero que pienses que soy el mejor de los mejores, ni tampoco que soy la peor, pero sí que te des a la oportunidad de pensar que traigo cosas nuevas, con una historia base distinta a la tuya y distinta de cómo ver éste mundo.


Cuentos


Los cuentos han salido de la corta experiencia que he juntado de lo que he visto, vivido, escuchado, consumido, o imaginado. Es s贸lo un gran compliado, bien redactado, con amor e imaginaci贸n que te puede llevar a ser una persona distinta por pocos minutos.


Natalia Briones Mujer Bonita David hermano de Diana, salía todos los días a predicar y con sus parábolas enseñaba al mundo, a ella, le molestaba su hu mildad y lo mucho que su padre lo quería. Ella sería diferente, orgullosa, el mundo la respetaría y nadie ja más la traicionaría. Dios observaba a Diana, veía cómo su hija trataba mal a la mujer que la criaba como su hija. Dios ya tenía planes para ella, cómo ta mbién los tenía para su hijo. A medida que crecían, a mbos hijos de Dios, tenían sus seguidores; David por uno y Diana por otro. Los de ella, a maban sus piernas, su seductora figura, su insinuadora mirada, cómo si siempre tuviera una mejor oferta. Usaba tacones altos, y con cada paso se llevaba la devoción de los hombres. A medida que crecían, a mbos hijos de Dios, tenían sus seguidores; David por uno y Diana por otro. Los de ella, a maban sus piernas, su seductora figura, su insinuadora mirada, cómo si siempre tuviera una mejor oferta. Usaba tacones altos, y con cada paso se llevaba la devoción de los hombres.

Su padre, le había dado belleza y a su hermano una cruz. A ella el pecado y a él la gloria. Pero Diana no se daría por vencida, ella era hermosa y sabía que podía más que la imagen de un desvalido. La envidia le ganó y enojada con su padre, hizo que castigaran a su hermano, en su austero regalo. Dios enojado cómo nunca antes, se reveló ante sus propias reglas, y castigó a Diana. La hizo más bella, convirtiéndola en un objeto. Así fue como Diana era atormentada por sus admiradores, que no le demostraban más que a mor superficial. Dios pensó que había subyugado a su hija y que había aprendido la lección por los siglos de los siglos. Ella, supo usar todo a su favor, y la manipulación fue su mejor arma, dio consejos al oído del hombre. Dedicaron sus plegarias al a mor de Diana olvidándose de Dios.


Natalia Briones Un asesino espontaneo Estaba cocinando junto a quién pensaba a mar. Pelaba papas, cuando los pulmones se infla man y colapsan, le duele demasiado. Siente cómo se detiene a su alrededor. Ya no puede respirar. Todo el pecho de vuelve duro como una roca. Cae al suelo. Con un dolor tan intenso, que es imposible siquiera sacar un grito. La mujer toma un cuchillo de la cocina y se lo entierra en el pecho. La presión se va y el dolor ta mbién. Siente cómo todo en él se libera. Le han salvado la vida del horrible neu motórax espontaneo.


Natalia Briones Luca Cuento

Su cuerpo temblaba. El frío era matador y el vaho era derrochar calor. Su padre, un obrero a migo de la botella lo esperaba en el interior de la casa, con ganas de darle un abrazo. Lo saludó con fuerza, cómo un hombre debía hacerlo, las palmadas tu mbaron por su espalda y el intentó hacer reciproco el recibimiento. Luca se sintió agradado por el tibio calor de la casa. Hace mucho que no los veía. Era bueno regresar al hogar. Su madre siempre cariñosa y sutil lo saludó tiernamente, después de que él se fuera sin despedirse de ella hace varios años atrás. Después de la cena, y una incómoda conversación de la vida personal del hijo prodigo, el padre lo invitó a una sorpresa. Feliz, Luca accedió. Lo llevó a una gran casa, bonita y con bullicios hechos susurros. Intrigado entró al lugar. Su padre lo impulsó sin que alcanzara a preguntar a qué venían. -Tomate este trago conmigo- le extendió un vaso. Luca lo toma al seco. Pio, el padre sonríe a mplia mente y pide otro. Varios vasos más, no bastaban para llenar de felicidad del rostro del padre, hablaban del éxito del chico y lo bien que le iba en el trabajo, de lo bien que le había ido siempre en todo lo que se proponía. Una mujer se acerca por el hombro de Luca, y antes de que éste logre responder producto de su ebriedad, el padre hace un ademan para dar permiso y que se lo lleve del lugar.

Luca en una ca ma y una mujer le desabrocha la ca misa, la otra lo besa y una mira desde del rincón. No podía reaccionar y su cuerpo estaba pesado incluso para hacer fuerza. La cortesana ya había tomado posición y todo a su alrededor se movía, cómo si la ca ma girara en 180. Luca en su ebriedad, sintió miedo, pero pudo más lo poco protocolar del momento. Quién lo besaba rompió en carcajada y la mujer de la pared ta mbién se reía y daba vuelta la cabeza en el muro como si estuviera recostada en una almohada, justo al lado de Luca. Al otro día, el ca mino a casa fue silencioso. Luca arreglaba sus cosas para regresar a la ciudad. Cuando fue el momento de despedirse, su madre lo besó en la frente silenciosa mente y con una pobre sonrisa que reflejaba su pena, su padre lo miraba cómo nunca antes, sonriendo con los ojos lleno de brilloAdiós, hijo mío, me has hecho el padre más feliz de todos. Luca sintió cierto alivio que le quitó el asco que cargaba, por fin había hecho feliz a su padre. Abrazó a a mbos con fuerza, no los volvería a ver nunca más. Él ya tenía una fa milia que lo esperaba en casa, y aunque fuera un secreto, era un buen hombre.


Natalia Briones El último día Los soldados se pusieron en marcha. Los cinco hombres mimetizados se fueron en fila murmurando las órdenes de los superiores. Paul estaba nervioso y en su timidez poco podía expresar, era el único que no lanzaba gritos de vitoreo. Era demasiado grandioso para ser verdad. Él tendría el honor. Montaría su bestial animal en unas horas. Enola estaba cargada de victoria y venganza. Salieron de Tinian. Una vez sobre el mar, veía la grandeza de éste. Unos compañeros bromeaban, era obvio, estaban nerviosos. Pero Paul mantenía firme sus manos en el control y miraba de reojo el radar. Faltaba poco. Se veía cómo el mar atravesaba una ciudad por un canal que se dividía en dos. Era impresionante. De arriba se veía cómo pequeños puntos miraban hacía arriba y se detenían de sus habituales quehaceres. Preguntándose que es ese estruendoso ruido. Unos lanzaban chistes internos y otros daban indicaciones de posición. Pero nadie guardaba silencio ni ocultaba los nervios. Serían grandiosos. Una gran misión en las manos. El general pedía disciplina desde tierra, pero demasiada adrenalina junta, era incontrolable incluso para un hombre temeroso y sin escrúpulos. enojado.

Lanzó la última advertencia y lo consiguió, con muchas disculpas en la cola. –Contrólense que no sólo los alerones necesitan de su atención- dijo muy enojado. Sobrevolaron el lugar por fuera de las costas, una vez y Paul recordó el mapa grabado en su cabeza, pareciera que ya hubiera estado ahí. Se había nublado su cabeza por un segundo y no había escuchado la última orden del general. Un compañero dijo angustiado por radio- ¿está seguro, general?- todos guardaban silencio esperando respuesta. Leslie Grove, no se hizo esperar para dar respuesta- ¿está usted colocando en duda una orden, soldado?- dijo con tono seco y lenta mente cargando cada palabra-No, señor. Respondió seca mente el soldado. -¡AHORA!- mandó el general Leslie. Paul el último de la formación, estaba esperando que los demás ejecutaran, pero hubieron segundos de vacilación. Paul, sin demora e infalible, apretó el botón. No miró abajo, au mentó de altura, y dio la vuelta. Hubo un viento fuerte e invisible que desequilibró su B-29.Una explosión ensordecedora, luego un hongo gigante que cubrió toda la ciudad y la hizo desaparecer. Se sintió orgulloso. Ahora era un héroe, para él y su país.


Natalia Briones Pasa en una iglesia Microcuento

-Creo en ti, creaste el cielo y la tierra, creo en tu hijo. Me casé contigo, te entregué mis votos-….- dicen que el silencio apremia, se respondió ella misma. -Entonces no eres tú, soy yo.-Dijo dejando el rosario junto el velo del habito, en la banca.


Natalia Briones 3 am Microcuento

Miró de reojo el reloj que estaba sobre el velador. Le habían dado ganas de ir al baño. Encendió la lámpara para levantarse. Al apoyar los pies en el suelo, sintió que pisó algo que enseguida se movió bajo su pie. Lanzó un grito instintivo y miró hacia el suelo, entonces vio que una mano arrugada terminaba de meterse bajo la ca ma. Para entonces ya no era necesario ir al baño.


Natalia Briones El monstruo del ropero Microcuentomultimedia


Rubiman


z

y

x

x

y

t

t

u

w

v

G u f

D

c

e

f

B

e

G

B

k

p L s

Q r

r

s

v


j L

k

h

n

j

j

o

j

L

k

h

h

h i

i

i

a

i

o

a

o o

p

o c

c

p

m

m

Q

n

m

m

n

n n D D a a

Q


z

y

x

x

y

t

t

u

w

v

G

f

D

c

e

f

B

e

G

w B

k

p L s

s

r

u

Q r

v


Creaci贸n de Marcas


Esta es una marca de vino, con la base en vino blanco y aplicaci贸n de etiqueta, en vino tinto.


oustache









Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.