DTP-Acompañamiento

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La Incorporación de las TIC a los Procesos Formativos

Desde una perspectiva constructivista de orientación sociocultural, en las últimas décadas se ha propuesto que la capacidad de las TIC para transformar y mejorar las prácticas pedagógicas, está estrechamente relacionada con la manera como estas tecnologías son realmente utilizadas por los profesores y los estudiantes en las situaciones particulares de enseñanza y aprendizaje, y la manera como se insertan en el desarrollo de la actividad conjunta, que despliegan profesores y estudiantes en estas situaciones. Esta nueva mirada, exige un enfoque teórico que relacione dichos usos con las dimensiones esenciales de las prácticas pedagógicas, es decir, con las relaciones que se establecen entre los tres elementos básicos de los procesos formales de enseñanza y aprendizaje: el alumno que aprende, el contenido que es objeto de enseñanza y aprendizaje, y el profesor que ayuda y orienta al alumno en su apropiación de ese contenido.


Del Diseño Tecno-Pedagógico a las prácticas de uso. En primer lugar, los usos que los participantes hagan efectivamente de las TIC dependerán, en buena medida, de la naturaleza y características del equipamiento y de los recursos tecnológicos puestos a su disposición. En este primer nivel, el del diseño tecnológico del proceso formativo, lo que cuenta son las posibilidades y limitaciones que ofrecen esos recursos para representar, procesar, transmitir y compartir información. Las aplicaciones de software informático y telemático varían enormemente en cuanto a esas posibilidades y limitaciones. Y esta variación, a su vez, establece restricciones distintas en cuanto a las actividades y tareas que, mediante el uso de dichas aplicaciones, van a poder desarrollar profesores y estudiantes; es decir, en cuanto a las posibilidades y limitaciones que ofrecen a profesores y alumnos para organizar su actividad conjunta en torno a los contenidos y tareas de aprendizaje: la forma de plantearlas y abordarlas, sus exigencias, su duración, las modalidades de participación, las responsabilidades de los participantes, las fuentes y formas de ayuda y andamiaje que van a poder recibir los estudiantes durante su desarrollo, el seguimiento que va a poder hacer el profesor del progreso y de las dificultades de los estudiantes, el seguimiento que van a poder hacer de su


propio proceso de aprendizaje, las características de los resultados o productos esperados, los criterios y procedimientos de evaluación. En segundo lugar, cuando nos aproximamos al estudio de un proceso formativo concreto que incorpora las TIC, su diseño tecnológico resulta prácticamente indisociable de su diseño pedagógico o instruccional. Por lo general, las herramientas tecnológicas van acompañadas de una propuesta explícita, global y precisa según los casos, sobre la forma de utilizarlas para la puesta en marcha y el desarrollo de actividades de enseñanza y aprendizaje. Lo que los estudiantes suelen encontrar, de hecho, son propuestas que integran tanto los aspectos tecnológicos como los pedagógicos o instruccionales y que adoptan la forma de un Diseño Tecno-Pedagógico (DTP), el cual consta de los siguientes elementos: un conjunto de contenidos, objetivos, actividades de enseñanza y aprendizaje, una oferta de herramientas tecnológicas, así como orientaciones y sugerencias en el desarrollo de las actividades. Por tanto el diseño tecno- pedagógico debe obedecer a una necesidad curricular en cuanto al desarrollo de contenidos, pero además requiere una actividad conjunta mediada con TIC, en la cual se debe hacer explícito cuatro (4) aspectos: Indagación de saberes previos: Es tener en cuenta los conocimientos (conceptuales, actitudinales y procedimentales) y cómo éstos van a interactuar con la nueva información que recibirán los alumnos mediante los materiales de aprendizaje o por las explicaciones del docente. Andamiaje: Hace referencia al apoyo o estrategia brindada por el maestro que permite desarrollar las actividades correspondientes y que se puede ir retirando medida que se avanza en el proceso.


La analogía para explicar ese aspecto entre la construcción del aprendizaje con la de un edificio, es considerar que al igual que en una edificación, para lograr el conocimiento se debe colocar un andamio un poco más abajo de lo ya construido, de manera que con su apoyo se pueda llegar al siguiente nivel. Conforme el estudiante se vuelve más diestro, el profesor va retirando el andamiaje para que se desenvuelva independientemente. Actividad Conjunta: La actividad conjunta hace referencia al hecho de que profesor y alumnos actúan el uno para el otro y entre sí, de manera que las actuaciones de cada participante sólo se entienden y cobran significado en el marco de, y en referencia a, las actuaciones del resto de participantes. Es el resultado de un proceso de negociación en el que tiene lugar el proceso de construcción de conocimiento de los estudiantes y el marco que hace posible que los agentes educativos –el profesor en primera instancia, pero también los compañeros– puedan proporcionar una ayuda sistemática y ajustada a este proceso de construcción. Ayuda Ajustada: Debe entenderse, al igual que la propia construcción que realiza el aprendiz, como un proceso, que permita la adaptación dinámica, contextual entre el contenido a aprender y lo que el alumno puede aportar y aporta a ese aprendizaje en cada momento.

En este sentido, el diseño tecno-pedagógico, que obedece a toda la planeación o plan curricular de enseñanza mediado por las tecnologías de la información y la comunicación, requiere ser mostrado o ejecutado en una estructura organizada y que cumpla con las expectativas planteadas; para ello existen las Ayudas Visuales Dinámicas.


Del Diseño Tecno-Pedagógico a las Ayudas Visuales Dinámicas. Una Ayuda Visual Dinámica (AVD) es un instrumento de tipo pedagógico, como el mapa conceptual, el mentefacto o el diagrama de Gowin; que llevados al formato digital, permite la interacción del estudiante con un contenido previamente organizado y que corresponden a una intencionalidad del docente (DTP). Mapa Conceptual: Es una representación gráfica de un determinado tema o conocimiento. Permite establecer relaciones entre diferentes conceptos, por lo que éstos (conceptos y relaciones), de manera jerarquizada sintetizan organizan, interrelacionan y fijan el conocimiento del contenido estudiado. para comprenderla en el momento de estudiar. Eventualmente, es posible comprender, captar o aprender la información más fácilmente a través de mapas conceptuales. Mentefacto: Es una forma gráfica o esquema conceptual que permite representar diferentes modalidades de pensamiento. El mentefacto posee un género próximo o clase mayor que contiene el concepto (supraordinada); las características esenciales del concepto analizado (isoordinada); las clases menores o subclases contenidas en el concepto (infraordinadas); y lo que lo diferencia del concepto o no pertenece a el (excluidas). Diagarama de Gowin: Es un diagrama en forma de V, en el que se representa de manera visual la estructura del conocimiento. Como instrumento de enseñanza el diagrama V propicia un gran avance en el conocimiento: El lado derecho de la “V” incorpora información de la investigación inmediata, este conocimiento es construido dentro del estudio. El lado izquierdo incorpora el cocimiento que se trae al estudio. Este conocimiento se ha desarrollado con el tiempo. Todas estas representaciones visuales del conocimiento son usadas para realizar AVD, las cuales permiten organizar los contenidos a estudiar y enriquecerlos mediante vínculos que conectan a simulaciones, animaciones, videos y juegos instruccionales; permitiendo hacer uso efectivo de la tecnología en las prácticas pedagógicas.



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