Orígenes

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Escrito por Jorge Alvarado

a decir. A las ocho de la noche, me despedí de Alfonso en la puerta de mi hotel. Observé como se alejaba, con la seguridad de que el tiempo borraría de su mente la historia fantástica que había vivido con la mulata. Al perderlo de vista, prendí un cigarro y salí por el costado sur del hotel, hacia las murallas. Me acosté en la arena, cerca de una pequeña montaña de rocas en las que el mar golpeaba con fuerza, luchando con la brisa que insistía en tragarse mi cigarrillo. Cerré los ojos por unos minutos, hasta que el ruido de unas piedras golpeando las rocas me alertaron de que no estaba solo. Abrí los ojos y vi el cielo estrellado de enero. Me incorporé removiendo con mis manos la arena húmeda que se había adherido en mi guayabera blanca. La silueta de una mujer sentada en las rocas me cubría la vista del rancherío. Arrojaba al mar unas piedrecitas que sacaba de una mochila que colgaba de su falda. Sus piernas morenas se movían invitándome a explorar dentro. Miré alrededor para confirmar que no era un sueño. Era esa extraña mulata, que me había seguido entre la noche y el mar que robaba la arena de la playa.

SEPTIEMBRE 2011 NABUART 25


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