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CÓMO RECIBIR EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU

RTIM ENLOW ecibir el bautismo en el Espíritu Santo es en realidad muy fácil. Jesús quiere bautizar a cada cristiano en su Espíritu, y nosotros queremos su voluntad para nuestra vida.

La única calificación necesaria para experimentar el bautismo en el Espíritu es que usted sea salvo. No necesita nada más antes de pedirle a Jesús que lo llene con su Espíritu. Si está luchando con algún pecado, arrepiéntase, pida perdón a Jesús y busque al Salvador. Él no le negará el poder de su Espíritu.

El paso más importante para recibir el bautismo es acercarse lo más posible a Jesús, el Bautizador.

¿Siente más libertad cuando ora en compañía de otros? Entonces llame a algunos amigos para que oren con usted. ¿Le parece que orar a solas le permite tener menos distracciones y estar menos cohibido? Entonces ore a solas. De cualquier manera, Jesús tendrá un encuentro con usted. Las tres fases para recibir el bautismo en el Espíritu son vulnerabilidad, conciencia y cooperación.

Vulnerabilidad

Hay un principio subyacente cuando recibimos algo de Dios: la vulnerabilidad. La vulnerabilidad ante Dios implica humillarnos cuando queremos recibir de Él. ¿Cómo experimentamos la salvación? Primero nos dimos cuenta de que no podíamos resolver nuestro propio problema con el pecado y entonces le pedimos a Jesús que nos salvara. Nos humillamos y oramos. Si ha recibido una sanidad física o emocional en el pasado, ¿qué hizo para recibir este milagro? Muy probablemente oró. La Biblia dice: «Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad» (Hebreos 11:6, NTV). Lo que recibimos de Dios generalmente es a través de la oración. Si quiere ser bautizado en el Espíritu Santo, necesita acercarse en oración. La oración es una condición de vulnerabilidad. La oración declara: «yo no puedo satisfacer esta necesidad en mi vida, pero creo que Dios sí puede». Como explica la Escritura anterior, nos acercamos a Dios porque creemos que Él existe y responde a nuestra búsqueda.

Nuestra tarea al recibir de Dios es ser cada vez más vulnerables ante Él. Ore en voz alta, levante sus manos, exprese su amor por Él y no se detenga. Haga su mayor esfuerzo para desligarse de las barreras que le impiden rendirse más y más a Él. Eleve su voz y levante las manos un poco más. Es posible que necesite hacer oraciones vulnerables, y expresar cuánto necesita a Dios. Hágalo durante unos minutos antes de sentir que entra a la siguiente fase.

Conciencia

Después de un tiempo de oración audible en que se presente vulnerable ante Dios, se dará cuenta de que la presencia del Espíritu Santo cae sobre usted y lo mueve profundamente. Jesús responderá mientras clama a Él en una condición de vulnerabilidad.

Su presencia no lo amedrentará. No lo descontrolará. Reconocerá su presencia porque ya la ha sentido antes. Lo más probable es que su nueva conciencia de la presencia de Dios sea más poderosa que lo que antes ha percibido.

Puede que sienta que Él viene sobre usted, y luego que su presencia se levanta. Esto no se debe a que haya cometido un error; es una experiencia común. Descubrirá que si decide acercarse de nuevo con toda vulnerabilidad, su presencia vendrá nuevamente sobre usted.

El Espíritu Santo lo rodeará con su presencia para que tenga valor suficiente y para que sepa que Él está con usted cuando entre en la fase final.

Cooperaci N

Ahora que el Espíritu Santo está siendo derramado sobre usted, debe aprender a cooperar con su tierna dirección. Él no lo forzará a hablar con palabras desconocidas que llamamos «lenguas»; usted debe aprender a seguir sus indicaciones. Él lo guiará y le dará suficiente fe para intentar hablar en voz alta en la nueva lengua, pero es usted quien debe elegir cooperar con Él. El objetivo que usted debe tener es dejar que Él use su capacidad física del habla. Mientras hable y diga oraciones que comprenda en español o cualquier otro idioma que conoce, estará hablando con su propia inteligencia. Su objetivo es intentar hablar con su espíritu de la manera que Él lo está dirigiendo.

A menudo, en este punto, las personas comienzan a experimentar diversas indicaciones del Espíritu Santo. Típicamente, recibirán una indicación de emitir algunos sonidos o sílabas desconocidas. Es entonces cuando deben empezar a hablar. Si esto ocurre, hable esos sonidos en voz alta. Su cerebro intentará disuadirlo, pero confíe en la dirección del Espíritu Santo cuando esté sobre usted. A veces las personas sienten un impulso físico de hablar, pero no están muy seguras de qué decir. Coopere con este impulso físico; dé un paso de fe al experimentar este impulso interior e intente emitir ese sonido puro y desconocido. Posiblemente será solo un murmullo o un balbuceo por unos instantes, pero relájese y descubrirá que empiezan a surgir nuevas sílabas. Permita que esas nuevas palabras fluyan a través suyo.

Notará que cuando empiece a hablar en este lenguaje nuevo y desconocido, su mente puede pensar, e incluso puede intentar racionalizar lo que está ocurriendo. Esto es normal. El apóstol Pablo lo explicó de esta manera: «Pues, si oro en lenguas, mi espíritu ora, pero yo no entiendo lo que digo» (1 Corintios 14:14, NTV).

Usted no entenderá las palabras sobrenaturales que está pronunciando. Es normal tener una mezcla de preguntas intelectuales y una sensación espiritual. Su cerebro no reconocerá la nueva lengua y es probable que dude de su autenticidad; sin embargo, su espíritu se liberará de una forma nueva y es probable que sienta una fuerza interior.

A partir de este día, usted podría empezar y dejar de hablar en lenguas tan fácilmente como elegir ceder o no al Espíritu. No es necesario que grite o llore; a veces nuestras emociones se conectan y a veces no. Las emociones (o la falta de ellas) no validan la señal concreta que Él le ha dado.

Siempre que ore en el Espíritu, estará practicando ceder su voz a la dirección del Espíritu Santo. Como consecuencia, le resultará más natural seguirlo en los días venideros.

Si Tiene Dificultades

A veces puede resultar difícil recibir algo de Dios debido a nuestros malentendidos o a nuestra abrumadora sensación de indignidad. Si siente que está luchando o que hay un millón de razones que le impiden experimentar este don, no se preocupe. Jesús quiere darle poder a través de su Espíritu. Él lo ayudará y lo llenará. Mientras continúe buscándolo, Él sorteará cualquier barrera que levante o cualquier obstáculo que tenga, siempre y cuando continúe orando y recibiendo el don que no siente merecer. Y nunca deje de buscar la plenitud del Espíritu.

Tim Enlow sirve como representante evangelista nacional de las AD. Este es un extracto modificado del libro de 2018, Goodbye Chicken, Hello Dove [Adiós gallina, Bienvenida paloma] (E.M. Publications).

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