CUÍ D A T E
Relaciones familiares: aparecen conflictos en el seno de la familia, por desacuerdo en la atención e implicación de los familiares en el cuidado de la persona dependiente. En el ámbito laboral: es frecuente la sensación de estar incumpliendo tanto en el trabajo (por absentismo, falta de puntualidad etc.) como en el cuidado del familiar (por no poderle dedicar más tiempo). Dificultades económicas: estas dificultades también son frecuentes, tanto porque disminuyen los ingresos (al disminuir la dedicación laboral) como porque aumentan los gastos derivados del cuidado de la persona dependiente.
Las actividades de ocio: disminuye el número de actividades sociales y de ocio que anteriormente realizaba, lo que puede producir sentimiento de aislamiento y soledad. El elevado nivel de exigencia por parte de la persona a la que cuida, de su entorno y de sí mismo conlleva un sobreesfuerzo con resultados negativos para su salud física y psicológica. Por este motivo, es muy importante que el cuidador reconozca la situación y ponga en práctica un plan de autocuidado que se adapte a sus necesidades individuales, con el objetivo de mantenerse sano y tener la calidad de vida necesaria para cuidar en las mejores condiciones. Para llevar a cabo todo este proceso, proporcionamos de forma sencilla, algunos consejos útiles y recomendaciones para que su tarea de cuidar y atender las necesidades de la persona a la que cuidan no se olviden de las suyas propias.
“El cuidado de una persona dependiente es una experiencia prolongada y conlleva reorganizar la vida familiar, laboral y social. Es frecuente que experimenten cambios en sus relaciones, su salud, sus aspectos emocionales...”
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