Un universo de sueños coloridos, con los que logró inscribir la mexicanidad dentro del arte universal, se despliega en los lienzos de María Izquierdo, discípula de grandes maestros como Rufino Tamayo y Germán Gedovius.
Declarada monumento artístico por el INBA en 2OO2, fue también la primera mujer mexicana en exponer en Estados Unidos y es, junto a Frida Kahlo y Lola Álvarez Bravo, una de las mujeres más destacadas en el arte a nivel internacional.
Esta muestra propone revelar el aporte de María Izquierdo a lo que se llamó arte nuevo, mediante su estilo sencillo y directo de redescubrir lo propio, que caracterizó al arte mexicano de las décadas posrevolucionarias.