Viajero incansable, Genovese vivió largos periodos en México; allí en La Esmeralda
completó los estudios que había iniciado en nuestra provincia, adquirió conocimientos
sobre pintura, grabado y pintura al fresco, saberes que habría de perfeccionar
a lo largo de su dilatada carrera como artista.
En San Juan, conformó una generación de pintores que reforzaron la idea de
pintura y color local, junto a Santiago Paredes, Julián Tornambé y Alberto Bruzzone
entre otros. Integró la comisión de este museo a mediados de la década del 50 y
participó activamente del grupo Refugio, al que le gustaba definir como un espacio
de creación y de debate sobre las artes.
No debemos olvidar su labor como maestro de artistas, aún muy joven, tuvo
a su cargo talleres libres en la Asociación Refugio de San Juan; luego, ya instalado
en México ejercerá como docente en la Escuela Preparatoria de la Universidad
Autónoma.