En la obra de Pat Andrea, pero en especial en estos trabajos, se puede ver el resultado de esa carrera que culmina del otro lado del espejo. Es allí, en ese extraño universo que se produce el encuentro entre Lewis Carroll, un encuentro signado por el extrañamiento frente a un mundo lógico que revela de modo repentino las posibilidades del caos, del humor, del absurdo, de las ramificaciones
del erotismo, de la inocencia sin ingenuidad, de las matemáticas y las probabilidades, de las paradojas e invenciones, de la nítida realidad de los sueños.
Las obras de esta muestra no responden al concepto de ilustración, puesto que Andrea parte del texto de Carroll, pero para interrogarlo y someterlo a interpretaciones
y relecturas, convirtiéndose él mismo en personaje a la búsqueda de respuestas.