Su aparición en las historias generales del arte argentino fue temprana, pero limitada. La primera cita fue de José María Lozano Mouján en Figuras del arte argentino de 1928, al referirse a los valores que estaban ingresando entonces en la escena artística y destacando sus cualidades decorativas. En 1938, en el Tomo II de su monumental El Arte de los Argentinos, José León Pagano, le dedicó una entrada y reprodujo dos de sus obras. Su presencia en el libro fundacional de los relatos modernos del arte argentino es un hecho importante.
Sin embargo, Pagano no aportó demasiado, y sí introdujo una serie de errores fácticos que, con losaños, se extendieron a través de otros autores. En 1958, Córdova Iturburu en Pintura argentina del siglo XX escribió un párrafo sobre las singularidades del pintor. Significativo para su valoración crítica, Burgoa fue incluido en la exposición 150 años de arte argentino, organizada en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA),en 1960.