esclavos de Cuyo y libertos de Buenos Aires, no sólo fue tributarle un homenaje por su valiente acción en Maipo, sino acentuar el carácter de una empresa producto de la voluntad popular. Acentuación potenciada por la presencia de mujeres, hombres y niños vitoreando el paso de San Martín. Esta relación entre ambos episodios otorga mayor densidad al acto pictórico de ubicar luego a San Martín y Guido en los Andes, el cruce permite la posibilidad republicana de Rancagua. Otro cuadro avala la lectura de la iconografía de San Martín en acciones republicanas, me refiero a Presentación del general San Martín al soberano Congreso, obra de Reynaldo Giudici (1853-1923), un discípulo de Blanes. Esa obra ocupó gran parte del tiempo del artista a su regreso de Europa, la finalizó recién en 1899. El asunto es la sesión del 17 de mayo de 1818, en la cual San Martín recibe las felicitaciones por la victoria de Maipú y el otorgamiento del grado de Brigadier General. El boceto, en una colección privada, tiene mayor dinamismo sin la dureza retórica de la pintura de gran formato instalada en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional. Giudici optó por representar el momento en que Pueyrredón presenta a San Martín en medio de las aclamaciones. El acta de la memorable sesión es la fuente de la pintura: La carrera que media entre en la fortaleza y la casa nacional, representaba un espectáculo reunido de tropas e inmenso pueblo, todos animados de una alegría exaltada. El resonar de las músicas militares y aclamaciones del gentío, indicó la aproximación al Congreso del lucido acompañamiento de las autoridades que precedía el Director Supremo. Entrado que hubo S.E. a la sala con dicho General a su lado, expuso que tenía la honra de presentar a la augusta corporación al general victorioso de los Andes. 53 54
Reinaldo Giudici Presentación de San Martín ante el Congreso, ca. 1898 óleo sobre tabla, 18 x 31 cm Colección Mario López Olaciregui, Buenos Aires.