Brigantium17

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BRIGANTIUM VOLUME 17 2005

CERÁMICA POPULAR DE GALICIA: ETNOLOGÍA y ETNOARQUEOLOGÍA

José Manuel Vázquez Varela Universidade de Santiago

MUSEO ARQUEOLÓXICO E HISTÓRICO CASTELO DE SAN ANTÓN A CORUÑA


Ayuntamiento de La Coruña

Museo Arqueolóxico e Histórico Castelo de San Antón

Concello de A Coruña

BRIGANTIUM Volume: 17 Ano: 2005 Dirección: Begoña Bas López, José Mª Bello Diéguez, Comité Científico: Fernando Acuña Castroviejo, Felipe Arias Vilas, Juan Luis Arsuaga Ferreras, Rodrigo de Balbín Behrmann, José María Bermúdez de Castro, Miguel Ángel de Bias Cortina, Primitiva Bueno Ramírez, Luis Xulio Carballo Arceo, Raquel Casal García, Germán Delibes de Castro, Carlos Fernández Rodríguez, César Llana Rodríguez, Ignacio Montero Ruiz, Antonio de la Peña Santos, José Manuel Vázquez Varela. Correspondencia, orixinais e intercambios: Brigantium Museo Arqueolóxico e Histórico Castelo de San Antón E-15001 A Coruña'(España)

Tel.-Fax: 981 18 98 50 E-Mail: brigantium@brigantium.org URL: http:/www.brigantium.org Deseño das cubertas: Barro, Salgado, Santana [Grupo Revisión Deseño] Edición: Vía Láctea, S.L. Tel. 981 63 91 91 E-Mail: viaeditorial@terra.es

ISSN: 0211-318X Dep. Legal: C- 308 - 1980

Este volume edítase coa colaboración de

• FUNDACION • • (9 CAIXAGAllCIA


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PRÓLOGO

La mayor parte de la maqueta de este libro fue elaborada a golpe de portátil durante unas cortas vacaciones de verano en Bretaña. Espoleada la curiosidad por su lectura, busqué documentación sobre cerámica popular bretona en el centro público que tenía más a mano, la Mediateca de Quéven, Morbihan (http://www:queven.com). Tal vez porque la potente loza de Quimper monopoliza el interés por la alfarería bretona, nada encontré salvo el libro La ceramique bretonne, de Joseph Labour (Ed. C. Bonneton, 1980). En las recapitulaciones finales, el autor presentaba el panorama desolador que se ofrecía, en la segunda mitad del siglo pasado, a quien desease estudiar las producciones populares, principalmente de carácter utilitario, elaboradas en diversos enclaves especializados (el pueblo de Saint-Jean-La-Poterie no es más que uno de ellos) por y para la sociedad campesina tradicional de Bretaña. Los alfares bretones habían cesado su actividad y sobre ellos no había documentación, no había estudios, no había fotografías, casi no había restos, y ni tan siquiera se conservaba ya la memoria de quienes en su niñez los habían visto en funcionamiento. Un estudio de la cerámica popular bretona se tornaba así objetivo casi imposible.

En Galicia hemos sido más afortunados. En 1970, cuando los cambios económicos comenzaban a provocar un declive de la alfarería popular que se anunciaba ya con nitidez, un joven licenciado desbrozó un terreno casi virgen desarrollando su trabajo de campo en diversos alfares de Galicia, todavía vivos en su mayor parte, con una sistemática recogida de material para la elaboración de su tesis doctoral. Pasados treinta y cinco años, ese joven licenciado se ha convertido en catedrático de Prehistoria de la Universidad de Santiago y es una referencia obligada para cualquiera que se adentre en el estudio de la prehistoria o la etnografía de Galicia. Pero su tesis doctoral, que fue el primer estudio profundo sobre la cerámica popular de Galicia, permanecía inédita. Hoy nos enorgullece poder colaborar en su conversión en papel impreso a disposición de la sociedad desde las páginas de Brigantium. Es de justicia preguntarse si tiene sentido la publicación de un libro que ha pasado más de treinta años en hibernación. Aunque el tango nos diga que veinte años no es nada, todos sabemos que el tango no dice la verdad. Y no sólo porque las nieves del tiempo hayan plateado


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las sienes de quienes todavía conservan algo que platear, sino porque las disciplinas académicas en general, y más todavía si cabe en el caso de la antropología desarrollada en Galicia en particular, han modificado profundamente sus planteamientos teóricos, sus objetivos, sus métodos y sus análisis. El libro, necesariamente, ha envejecido. Ha envejecido tanto que, de hecho, habla de una realidad que ya no existe. Yeso es, precisamente, lo que hace que la publicación de este libro no sólo sea oportuna, sino que resulte imprescindible. Tras la presentación de la tesis doctoral de José Manuel Vázquez Varela, a quien seguro no molestará que lo cite como el Coco pues así es conocido y nombrado cariñosamente por todos, las producciones cerámicas populares vieron acelerarse una decadencia que provocó, bien la desaparición de los alfares, bien la transformación de las técnicas, los objetos y las orientaciones de los más afortunados que continúan abiertos. Abiertos, sí, pero de otra forma muy distinta a la que tenían cuando la producción de sus útiles cerámicos ocupaba un lugar central e imprescindible en la vida campesina. Hoy sería de todo punto imposible realizar un estudio como el que se presenta en este libro. En él se contiene una descripción viva, una instantánea, de todo el complejo mundo de gestos técnicos, de aspectos comerciales, de relaciones sociales que giraba en torno a la alfarería tradicional; y no sólo a través de la descripción escrita, sino con el aporte de un impresionante aparato gráfico que, a través de la fotografía, nos aproxima de forma sensible y directa a esa realidad desaparecida. Por supuesto, tanto la disciplina como el pensamiento del autor se han enriquecido con el paso del tiempo. Sería ingenuo publicar este libro sin más explicación, como si hubiese sido redactado hoy. N o es el caso. Pero tampoco se trata de una reelaboración, de una reescritura

del mismo. Precisamente por ese carácter de documento veraz, de acta notarial de una realidad en su momento a punto de desaparecer y hoy desaparecida, el autor ha optado, lo que aplaudimos, por dejar el texto original en toda su pureza, tal como fue escrito y presentado en su momento. Sin embargo, ese texto original se revisita y se convierte en objeto de reflexión en la segunda parte del libro, en la que, partiendo de él, se presentan nuevos planteamientos, nuevas técnicas, nuevas hipótesis y nuevas perspectivas, singularmente, aunque no sólo, en el campo de la etnoarqueología. N os brinda así el autor dos libros en uno, un valioso documento de primera mano y un conjunto de planteamientos reflexivos que lo conectan, trascendiéndolo, con la dinámica de la investigación actual. Dos por el precio de uno. ¿Quién da más? Gracias, Coco. N os has regalado un clásico. N o quiero abrir puertas a la nostalgia. Pero no puedo negar que durante el trabajo editorial con este libro me he visto más de una vez, en viaje mental retrospectivo, con el Coco en A Lanzada, en A Pena Grande y O Carrizo de Vilalba, en Meirás, en los megalitos del Barbanza, en Cambados, o en tantas y tantas conversaciones de paseo, de casa o de despacho como a lo largo de estos años han sido. Ni puedo negar tampoco, ni quiero, que en todo momento estuvo también presente la figura, tan admirada, tan querida, de Carlos Alonso del Real, Don Carlos, el Maestro con mayúscula. A él Y no a mí correspondía firmar este prólogo. Con todo cariño y con toda añoranza usurpo su papel y termino como él hubiera terminado:

ftnis libri sed non ftnis laborandi J

José M a Bello Diéguez Diciembre 2005


CERÁMICA POPULAR DE GALICIA: ETNOLOGÍA y ETNOARQUEOLOGÍA. José Manuel Vázquez Varela Umversidade de Santiago



Cerámica popular de Calicia: Etnología y Etnoarqueología

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AGRADECIMIENTO

"Mi agradecimiento sincero y profundo a todas las personas e instituciones que de algún modo tiene que ver con la publicación de esta monografia."

to" y de los Departamentos de Prehistoria, Arqueología y Arte de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Santiago de Compostela.

Esta frase de apariencia protocolaria pretende no dejar fuera de mi deuda de gratitud a todos aquellos que han hecho posible este trabajo, el cual a causa de su complejidad ha requerido la colaboración de gran cantidad de personas e instituciones que lo han hecho posible.

Nieves de Hoyos, conservadora del Museo del Pueblo Español en Madrid.

El número tan elevado de ayudas que he recibido hacen casi imposible no dejar involuntariamente a alguien fuera, ya que abarca desde mi difunto maestro C. Alonso del Real y todos los alfareros del Noroeste de la Península Ibérica, en los años 1969-1973, hasta los encargados de distribuir el libro. Por ello mi agradecimiento y dedicatoria a:

José Pérez Vidal del Instituto de Dialectología y Tradiciones Populares del C.S.LC. Mi familia, en especial mi esposa, compañera del trabajo de campo y de gabinete, sin cuya ayuda no hubiese podido llevar a cabo este trabajo. Instituto Arqueológico Alemán de Madrid. Párroco de Buño (La Coruña) Personal de los Museos Provinciales de Galicia y norte de Portugal por las facilidades que me han dado para el manejo de sus fondos.

Todos los alfareros de Galicia, Portugal al norte del Duero, y el oeste de las provincias de León, Zamora y Salamanca, en activo o retirados del oficio que me regalaron su sabiduría.

Los hermanos Alfredo y Luciano GarcíaAlén.

Mi maestro y director de la tesis, el genial e irrepetible profesor Carlos Alonso del Real. Mis compañeros, por aquellos años, del Instituto de Estudios Gallegos "Padre Sarmien-

El arqueólogo, amigo y compañero de tareas de restauración y rehabilitación del patrimonio etnográfico de Galicia, Francisco Doval Galán.


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JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

Los autores y gestores del plan 2000 de la Diputación de la Coruña de restauración y rehabilitación del patrimonio cultural de la provincia, que hicieron posible recuperar una parte de la tradición alfarera de Buño. J. M a. Bello Diéguez y Begoña Bás López, di-

rector y bibliotecaria respectivamente, del Museo Arqueolóxico e Histórico de La Coruña, quienes corrigieron y maquetaron el libro. Los ciudadanos de La Coruña, quienes representados por su Ayuntamiento han publicado esta obra.

Los operarios de la imprenta que con su pericia profesional han resuelto los problemas de la edición. Todos aquellos que de un modo u otro han hecho posible esta realidad. A todos muchas gracias.

José Manuel Vázquez Varela




Cerámica popular de Galicia: Etnología y Etnoarqueología

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SUMARIO

PRÓLOGO

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AGRADECIMIENTO

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INTRODUCCIÓN

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Economía Organización laboral. Vinculaciones religiosas y supersticiosas en torno a la alfarería Cambios ocurridos en los últimos 40 años Literatura popular. Gentilicios

58 60 61 62 63

PRIMERA PARTE: ALGUNOS ASPECTOS DE LA CERÁMICA

NIÑODAGUIA

(Tesis Doctoral presentada en la Universidad de Santiago, 1973)

Lugar El barro Preparación del barro Elaboración de las piezas Secado y vidriado La cocción Tipos cerámicos Economía Organización laboral.. Cambios ocurridos en los últimos 40 años Literatura popular. Gentilicios

POPULAR DE GALICIA

1.- Cuestiones previas:

21 23 25 25 26 26

Objeto Interés del tema Fuentes Método Guía para los capítulos descriptivos de los centros alfareros

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2. Descripción etnográfica:

29 BONXE

BUÑo

Lugar El barro Preparación del barro Elaboración de las piezas Secado y vidriado La cocción Tipos cerámicos

31 31 31 34 35 43 44 54

Lugar El barro Preparación del barro Elaboración de las piezas Secado y vidriado La cocción Tipos cerámicos Economía

65 65 65 66 67 68 68 72 74 75 76 77 79 79 79 80 80 80 81 83 87


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Organización laboral. Cambios ocurridos en los últimos 40 años Literatura popular. Gentilicios MONDOÑEDO

Lugar El barro Preparación del barro Elaboración de las piezas Secado y vidriado La cocción Tipos cerámicos Economía Organización laboraL Cambios ocurridos en los últimos 40 años LOÑoÁ DAS OLAS

Lugar El barro Preparación del barro Elaboración de las piezas Secado y vidriado La cocción Tipos cerámicos Economía Organización laboral Cambios ocurridos en los últimos 40 años Literatura popular. Gentilicios RUBIÁ

Lugar El barro Preparación del barro Elaboración de las piezas Secado y vidriado La cocción Tipos cerámicos Economía Organización laboral Cambios ocurridos en los últimos 40 años

JosÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

88 88 88 91 91 91 92 93 93 94 95 99 99

117 Lugar 117 El barro 117 Preparación del barro 118 Elaboración de las piezas 118 Secado y vidriado 119 La cocción 119 Tipos cerámicos 120 Economía 121 Organización laboral 122 Vinculaciones religiosas y supersticiosas en torno a la alfarería ..........122 Cambios ocurridos en los últimos 40 años 122 Literatura popular. Gentilicios 123 TIOlRA

l 00

BAMIO

103 103 l03 l 03 l 04 l 04 l 04 l05 108 l 08

Lugar El barro Preparación del barro Elaboración de las piezas Secado y vidriado La cocción Tipos cerámicos Economía Organización laboral Cambios ocurridos en los últimos 40 años

l 08 108 lll 111 111 111 112 112 112 113 115 115 .115

GUNDIVÓS

Lugar El barro Preparación del barro Elaboración de las piezas Secado y vidriado La cocción Tipos cerámicos Economía Organización laboral Cambios ocurridos en los últimos 40 años O SEIXO y Lugar

PORTOMOURISCO

125 125 125 125 125 125 125 l26 126 126 126 129 129 129 130 .130 134 134 136 140 140 141 .143 143


Cerámica popular de Calicia: Etnología y Etnoarqueología

15

3. Interpretación:

163

El barro Preparación del barro Elaboración de las piezas Secado y vidriado L a cocclon ., Tipos cerámicos Economía Organización laboral Cambios ocurridos en los últimos 40 años

143 144 144 145 145 146 147 148

SANTO TOMÉ DAS OLAS

151 151 151 152 152 153 153 154 154 155

Lugar El barro Preparación del barro Elaboración de las piezas Secado y vidriado La cocción T'lpOS ceraffilcos 'o E conOffila ' Organización laboral Cambios ocurridos en los últimos 40 años Literatura popular. Gentilicios LOVIOS

Lugar El barro Preparación del barro Elaboración de las piezas Secado y vidriado La cocción Tipos cerámicos Economía Organización laboral Cambios ocurridos en los últimos 40 años Literatura popular. Gentilicios

148

155 155 157 157 157 158 158 158 158 159 159 160 160 160

BASES FÍSICAS Y QUÍMICAS DEL PROCESO CERÁMICO

Proceso de oxidación-reducción Vidriado Principios físicos del funcionamiento del torno

165 .166 166 166

COMPARACIÓN DE LAS CERÁMICAS POPULARES DE GALlCIA, EL RESTO DE LA PENÍNSULA IBÉRICA y DE EUROPA

.167

Extracción y preparación del barro Calicia Península Ibérica Europa

167 167 168 169

La elaboración de las vasijas Calicia Península Ibérica Europa

.169 169 171 172

Vidriado Calicia Península Ibérica Europa

l 75 175

l 75 176

Los tipos de horno Calicia Península Ibérica Europa

176 177 178 178

La técnica de cocción Calicia Península Ibérica Europa

l 79 180 181 181

Tipos cerámicos Calicia Península Ibérica Europa

182 182 183 184


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JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

Decoración Calicia Península Ibérica Europa

185 185 187 187

Economía Calicia Península Ibérica Europa

188 188 189 189

La cerámica y la unidad cultural europea

222

Problemática laboral de la cerámica popular gallega

223

Conclusiones generales

224

SEGUNDA PARTE:

227

Organización laboral Calicia Península Ibérica Europa

190 190 191 191

APLICACIONES ETNOARQUEOLÓGICAS

1.- Principios generales del estudio de la cerámica

229

Edad de los alfareros Calicia Península Ibérica Europa

192 192 193 194

11.- Áreas culturales y áreas arqueológicas

229

División sexual del trabajo Calicia Península Ibérica Europa

195 19 5 196 196

111.- La construcción de un área cultural

233

IV.- Las formas de la cerámica: continuidad y cambio

240

V.- Cerámica y cambio cultural..

242

VI.- Cerámica, género y complejidad social

243

VII.- Forma y función de las cerámicas arqueológicas

248

Vinculaciones religiosas y supersticiosas en torno a la alfarería Calicia Península Ibérica Europa

198 198 199 200

Literatura popular. Gentilicios

202

VIII.- Cerámica y formas de vida ......... 251

Cambios sufridos por la cerámica popular en los últimos cuarenta años Calicia Península Ibérica Europa

205 205 211 215

Crisis de la cerámica popular

216

IX.- El futuro de la investigación

251

BIBLIOGRAFÍA

253




Cerámica popular de Calicia: Etnología y Etnoarqueología. Introducción

19

INTRODUCCIÓN

Uno de los tipos de estudios etnoarqueológicos más abundantes son los relativos a las cerámicas actuales de muy diferente procedencia geográfica y cultural (Arnold, 1984, 1997; Fernández, 1994; David & I<tamer, 2001; Vázquez, 2000, 2003, 2004), que abarcan desde las sociedades llamadas étnicas hasta las industriales, quizás gracias a la facilidad de su observación, y a su utilidad, ya que desde el Neolítico la cerámica es un elemento omnipresente en la mayoría de los yacimientos arqueológicos.

Santa Teresa le contesta que rece en la cocina pues Dios está entre los pucheros.

Desde la consolidación de la Etnoarqueología como estrategia de investigación se han producido muchos trabajos sobre aspectos diversos de la cerámica que van desde los que se limitan al proceso técnico de la producción, quizás los más numerosos, hasta los que analizan su valor como indicador de actividades ideológicas y religiosas.

Independientemente de que la respuesta sea un reflejo de la teología paulina o de que simplemente se trate de una argucia para tener quien cocine a gusto para el resto de la comunidad, nos ha parecido siempre una fuente de inspiración para el estudio de los restos de la cultura material del pasado. Su espíritu se podría formular de un modo sencillo y quizás un tanto tautológico, pero expresivo: las personas se hacen presentes en sus obras. A partir de esta idea, obtener la información del pasado por medio de sus restos materiales, hemos desarrollado una línea de investigación sobre la etnoarqueología de la cerámica. En este libro se presentan los desarrollos realizados en este campo a partir del estudio de la cerámica popular del Noroeste de la Península Ibérica.

En una anécdota de la vida de Santa Teresa de Jesús se refiere que la monja encargada de la cocina del convento en el que la Santa era superiora en aquel momento le dice que a causa de estar todo el día cocinando no tenía tiempo para dedicarse a sus rezos. A lo que

Entre los años 1970 y 1972 hicimos trabajo de campo sobre los alfareros del Noroeste de la Península Ibérica, en el sentido amplio del término, Galicia, Portugal al norte del Duero y el Oeste de Zamora, para preparar una tesis de doctorado sobre la cerámica popular de Gali-


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JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

cia titulada ''Algunos aspectos de la cerámica popular de Galicia" con la [malidad ulterior de elaborar a partir de ella modelos etnoarqueológicos para aplicar al pasado del mismo territorio (Vázquez, 1973 a y b; 1974 a y b). En este libro sobre la etnoarqueología de la cerámica se publica la tesis doctoral calificada en la Universidade de Santiago de Compostela con "sobresaliente cum laude" en junio de 1973, hasta ahora inédita, aunque ha sido utilizada por diferentes autores quienes la citan en la bibliografía de sus trabajos, con la información que contenía en el momento de su lectura en primavera de 1973 referente a la etapa que va desde el comienzo de los años cuarenta del siglo :xx hasta la citada fecha, período lo suficientemente conocido como para permitir elaborar modelos etnoarqueológicos. Hemos respetado el contenido del primitivo trabajo por su interés, por cuanto desde entonces la cerámica popular ha sufrido más transformaciones y han desaparecido o cambiado muchos aspectos propios de aquel momento que aquí se dan a conocer, y ha sido adaptado lo mínimamente imprescindible para adecuarlo a la normativa actual sobre la toponimia y el léxico en gallego. Por ello cuando se habla desde el presente, ya es pasado, pues se trata del año 1973 en que se le dió la redacción [mal al texto. En la primera parte del libro se reproduce de un modo casi literal el texto de la tesis, salvo los dibujos por razón de límites, pues a pesar del tiempo transcurrido, más de treinta años, no sólo conserva su valor etnográfico e interpretativo y de fuente de sugerencias, sino que

también se ha convertido en un documento de cómo se investigaba en el país en la citada época, pues posiblemente es la primera tesis doctoral sobre Etnología leida en Galicia y fue pionera en el enfoque etnoarqueológico. Si bien con posterioridad a su lectura se han publicado diversos trabajos etnográficos de tipo local o general, una lista detallada de los cuales puede verse en publicaciones recientes (Varios Autores, 1997 a, b, c, d; García, 1997), de los cuales el más amplio es el de García Alén y Vilasó (1984) en casi todos ellos se hace hincapié en la descripción etnográfica, que es más o menos coincidente con la del autor, y falta el estudio comparativo téorico de conjunto de la cerámica popular de Galicia y de su situación en el contexto de la Península Ibérica y de Europa, que constituye una parte muy importante de la citada tesis, y que es la que establece la relación entre los diferentes factores que intervienen en la interpretación de la cerámica como un elemento más de la cultura dentro de su contexto y que permite establecer conclusiones de tipo etnoarqueológtco. Aprovechando esta parte teórica de la tesis se han publicado algunos trabajos etnoarqueológicos que van más alla de la alfarería (Vázquez, 2000, 2003, 2004), que aquí se presentan mucho más desarrollados, y un nuevo conjunto de aplicaciones de la obra citada que da lugar a nuevos conocimientos por adición o contraste con los ya existentes en este campo. Lo que sigue a continuación en primer lugar es el texto de la tesis titulada ''Algunos aspectos de la cerámica popular gallega".


PRIMERA PARTE:

Algunos aspectos de la cerátnica popular gallega Tesis Doctoral presentada en la Universidad de Santiago, 1973 José Manuel Vázquez Varela Universidade de Santiago



Algunos aspectos de la cerรกmica popular gallega

1

Cuestiones previas



Algunos aspectos de la cerámica populargallega: Cuestiones previas OBJETO

El propósito del presente trabajo es el estudio de la cerámica popular gallega en sus principales aspectos desde un punto de vista principalmente sincrónico. Consideramos cerámica popular gallega la producción alfarera artesana realizada en pequeños talleres en Galicia con técnica preindustrial, en gran parte destinada al uso en las comunidades rurales. N o sólo estudiamos los centros alfareros hoy en activo, sino también aquéllos que han cesado de trabajar en los últimos cuarenta años, fecha a partir de la cual los datos son muy escasos y poco precisos. Escogemos como límite territorial Galicia, por ser ésta un área cultural claramente perceptible con vigorosa personalidad (Lisón Tolosana, C. 1971). INTERÉS DEL TEMA:

El estudio de la ceraffilca popular gallega ofrece notable interés considerado desde diversos puntos de vista: A) La cerámica es un elemento cultural que forma parte de un complejo más amplio; del estudio de la misma podemos obtener valiosas precisiones sobre la cultura a la cual pertenece y de la que es una manifestación, en este caso la cultura rural gallega. B) La rápida y progresiva desaparición de los talleres alfareros obliga a una urgente recogida del material, teniendo en cuenta que en un futuro próximo no sería posible hacerlo y que tampoco podría llevarse a cabo un estudio adecuado sobre el tema, dadas las escasísimas páginas escritas sobre él.

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C) Los aspectos socioeconómicos, técnicos y religiosos de la elaboración de la cerámica proporcionan un modelo útil para la interpretación de procesos análogos en otras épocas, y es especialmente aprovechable para el arqueólogo y el historiador. D) La alfarería popular gallega está sufriendo una crisis al igual que el mundo rural en que se realiza; si logramos establecer una relación entre ambos fenómenos, tendremos un interesante modelo de cómo en un elemento de la cultura material, se reflejan cambios que abarcan a otros ámbitos del mismo complejo cultural. E) El caso que nos ocupa nos presenta la acción concreta, en un campo determinado, de las relaciones entre la industria y la artesanía tradicional, que permite analizar los numerosos factores en juego en la dinámica de este hecho contemporáneo. F) Desde el punto de vista artístico, nos encontramos en un terreno poco estudiado dentro del arte popular, por lo cual toda aportación es interesante.

G) Aparte del carácter teórico del estudio y de los datos que se obtengan del mismo, éste puede servir para elaborar unas líneas de acción por parte de los organismos interesados para proteger la artesanía tradicional. A partir de los datos socioeconómicos, técnicos y demográficos sobre la situación actual de la alfarería en Galicia, se puede plantear una acción concreta para revitalizar los alfares. Creemos que ésta es la primera aportación para el conocimiento real de los problemas de la artesanía en Galicia y de sus posibles soluciones.


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

FUENTES:

Tenemos tres tipos de fuentes para la realización del estudio propuesto: A) BIBLIOGRAFÍA.- La bibliografía útil sobre la cerámica popular gallega es muy escasa; está reducida tan sólo a dos artículos descriptivos, uno sobre Niñodaguia publicado en 1929 (Fernández, E. y A. Daca!. 1929) y el otro sobre generalidades, pero en gran parte basado en el anterior (Lorenzo Fernández, 1962). La laguna bibliográfica es tan amplia que ni siquiera se citan todos los alfares existentes en Galicia. Para compensar la abrumadora escasez de esta fuente nos hemos centrado en las dos siguientes, especialmente en la tercera, que ha sido la base fundamental y casi exclusiva de nuestro trabajo. B) FONDOS CERÁMICOS RECOGIDOS EN MUSEOS.- En los museos provinciales de Lugo, Ourense y Pontevedra, en el Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento de Santiago, y en el Museo del Pueblo Español de Madrid, existen colecciones de cerámica más o menos amplias, procedentes de Galicia, pero en la mayor parte de los casos se ignora su origen concreto, el nombre, la función y otros detalles de interés de las vasijas. Debido a la falta de datos mencionada las piezas han sido de poca utilidad para nuestro trabajo. Después de haber hecho el trabajo de campo, hemos logrado averiguar los datos que faltaban en algunas colecciones, así como que algunas piezas recogidas en Galicia, están hechas en alfares leoneses y castellanos. Como trabajo complementario de la tesis, hemos procedido a la catalogación de las

colecciones existentes en algunos Museos, utilizando los datos procedentes de nuestro trabajo de campo. C) TRABAJO DE CAMPO.- Ha sido la base fundamental de nuestro estudio, debido a la escasez de las otras fuentes. De los alfares estudiados sólo cuatro trabajan en la actualidad habiendo cerrado sus puertas los otros durante los últimos cuarenta años. D) ARCHIVOS.- Aunque el propósito del trabajo es realizar un estudio sincrónico, para obtener algunos datos de interés, en ocasiones hemos investigado en los archivos del Reino de Galicia (La Coruña) y los Provinciales de Ourense y León, así como en el Archivo Histórico de la Universidad de Santiago. MÉTODO:

Hemos procedido en dos fases para la realización de este estudio: 1°. Recogida de datos de las fuentes citadas. 2°. Análisis del material recogido con auxilio de la bibliografía. 1 RECOGIDA DE DATOS.- Revisada la bibliografía y vistos los Museos anteriormente citados, procedimos a localizar, mediante encuestas y conversaciones con eruditos, los lugares donde se hace cerámica, o se hizo, durante los últimos cuarenta años. Una vez localizados, utilizando un cuestionario que transcribimos en las páginas siguientes, con el auxilio de magnetófono y máquinas fotográficas, realizamos visitas de larga duración (en algÚn caso de hasta 20 días en un solo lugar) a los diversos talleres esparcidos por todo el territorio gallego, situados, a veces, en lugares de acceso poco cómodo. El trabajo se ha realizado según el siguiente calendario, utilizando con prefe0.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega: Cuestiones previas

rencia los períodos de vacación académica y los fines de semana: 1970 Buño. 1971 Todos los alfares gallegos. 1972 Segunda visita a todos los alfares gallegos para revisar y aumentar los datos, así como probar la validez de las hipótesis de trabajo formuladas durante la labor de seminario. Visita a los centros cerámicos de la comarca de Barcelos y Pinela de Bragan<;a en Minho y Tras-as-Montes (portugal) respectivamente. 1973 Estudio de los alfares de Moveros, Pereruela y Muelas del Pan, en Zamora. Malhada Sorda en Beira Alta y segunda visita a Pinela de Bragan<;a en Tras-as-Montes (portugal). La dispersión de los centros alfareros, nos ha obligado a realizar numerosos desplazamientos, teniendo que recorrer varios miles de kilómetros para recoger el material.

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- Instituto de AntropologÍa "Mendes Correia" en la Facultad de Ciencias de Porto - Museo de la Sociedad "Martins Sarmento" de Guimaraes (portugal). Hemos recibido orientación y material bibliográfico de R. Vossen, del Museo Etnológico de Hamburgo, Jorge Dias, del Instituto de Alta Cultura de Lisboa y del doctor Axel Stensberg de Copenhague. La bibliografía presenta dificultades debido a la escasez de trabajos sobre cerámica en algunos países; así, en revistas como Archives Suisses des Traditions Populaires y Revue d'Ethnologie Franfaise, después de examinar sus centenares de números, no hemos encontrado un solo artículo sobre el tema que nos interesa. Por otra parte la mayoría de los trabajos publicados sobre el tema se limitan a describir las técnicas y los tipos cerámicos, haciendo vagas referencias a otras facetas de interés. Todo esto nos ha causado limitaciones a la hora de . .. preClsar comparaclones ngurosas. GUÍA PARA LOS CAPÍTULOS DESCRIPTIVOS DE LOS CENTROS ALFAREROS:

2°. ANÁLISIS DE LOS DATOS RECOGIDOS.- Para efectuar el análisis del material, hemos utilizado copiosa bibliografía acudiendo para ello a las siguientes instituciones: - Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Santiago - Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Santiago) - Departamento de DialectolOgÍa y Tradiciones Populares del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid - Museo del Pueblo Español (Madrid) - Instituto Arqueológico Alemán, sito en la capital de España

A) Lugar, parroquia, ayuntamiento, provincia. Situación de la alfarería o fecha de desaparición. B) El barro, yacimiento y propiedades de sus diversas clases. Técnica de extracción y transporte, propiedad del barro. C) Preparación del barro. El taller. Tipos de mezclas y sus propiedades. Instrumentos. D) Elaboración de las piezas. El torno y los instrumentos auxiliares. Técnica de elaboración.


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] OSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

E) Secado y vidriado. Secado. Lugar, técnica y duración. Vidriado. Técnica, lugar y materiales. F) Cocción. El horno: forma, emplazamiento, dimensiones, propiedad. Técnica de cocción: duración, operarios, control.

G) Tipos cerámicos. H) Economia. Almacenaje, sistemas y áreas de venta.

1) Organización laboral. Composición de los talleres, pirámide de edad, aprendizaje, y división sexual del trabajo.

J) Vinculaciones religiosas y mágicas en torno a la alfarería. K.) Cambios ocurridos en los últimos 40 años. L) Literatura popular. Gentilicios.


Algunos aspectos de la cerรกmica popular gallega

2 Descripciรณn etnogrรกfica



Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnográfica. BU110

31

BUÑO

Os Barreiros. Vista general

EXTRACCIÓN y TRANSPORTE

situado a dos kilómetros del pueblo. Éstos acuden en grupos con picos, palas y azadas para abrir pozos que en ocasiones pueden llegar hasta 6 m de profundidad, de cuyo fondo salen galerías laterales siguiendo las vetas de barro elegido. Con ayuda de una cuerda y de una roldana, se sube el material en cubos o cestos hasta la superficie donde se deja durante varios días, revolviéndolo de vez en cuando para que se seque. Una vez seco se transporta en tractor hasta los talleres.

Se extrae durante los meses de verano del lugar de Os Barreiros, terreno de propiedad municipal, arrendado a los alfareros de Buño,

Hoy en día, en ocasiones, se encargan de la extracción unos asalariados, quienes excavan en superficie o hasta poca profundidad, sin

LUGAR

En el año 1972 en la parroquia de San Esteban de Buño, ayuntamiento de Malpica, en la zona occidental de la provincia de La Coruña había 984 habitantes, de los que 16 eran alfareros. EL

BARRO


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JOSÉ NLANUEL V ÁZQUEZ VARELA

Detalle de Os Barreiros

tener necesidad de abrir pozos. Hasta hace pocos años en la época de recoger el barro, se concentraban en Os Barreiros gran parte de las familias de los alfareros, interviniendo en las faenas hombres y mujeres, fmalmente se transportaban en carros de bueyes alquilados a los labradores, pues los ceramistas por razón de su oficio no disponen de este medio de transporte específico de los agricultores. Existen numerosas variedades de barros, variando de unos a otros su densidad, color y plasticidad, por esto los alfareros han elaborado una complicada clasificación de aquéllos en función de sus propiedades. La clasificación más amplia es la basada en la plasticidad (ligha) y abarca dos categorías:

- Vertude, barro caracterizado por ser muy plástico (barro de ligha). - Zorra) barro muy poco plástico (sin ligha). Dentro de estos tipos se comprenden diversas variantes:

- Vertude fina (color blanco) - Vertude escamenta (oscuro) - Pino (algo amarillento) - Caitano (diversas variedades) - Fieital (amarillo) A Zorra corresponden:

- Zorra do Salgueiro - Zorra da Tarriña - Zorra da Sarasa


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnográfica. Buño

No existe entre los alfareros una nomenclatura única de los barros y hay discordancia en la manera de llamar a algunas clases. N o hay una clara conciencia del origen de los nombres; algunos hacen alusión al terreno donde se extraen y en otros casos recuerdan a la persona que extrajo un determinado tipo de

Amasando en el cofre

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barro por primera vez, por ejemplo: Caitano. Para su empleo en la cerámica es necesario mezclar las distintas variedades en una proporción adecuada, que varía mucho de alfarero a alfarero, pero como norma general, podemos indicar que la mezcla debe realizarse a partes iguales de zorra y vertude.


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] osÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

Pía de piedra

PREPARACIÓN DEL BARRO

Una vez en el taller, se deposita el barro en un almacén (celeiro), o bien al aire libre, hasta que es necesario para el trabajo, momento en el que se transporta en carretilla a una máquina trituradora (machacadora o pisadora) donde se introducen las dos clases de barro que son trituradas y cribadas. La máquina impulsada por energía eléctrica, es propiedad de un particular, el cual cobra un tanto por unidad de volumen. De vuelta al taller se procede a cribar el barro en un tamiz fillO de piel de oveja perforada y se amasa con agua en un recipiente de madera en forma de tronco de pirámide (o cofre), instalado en el tablero (tabuleiro). Concluida esta faena, el barro ya preparado se deposita en un montón (a pelota), encima del tabuleiro y al alcance de la mano del alfarero que se sienta en el torno.

Hasta hace 20 años, el barro se preparaba a mano, colocándolo en una pila de granito (pía) donde era machacado con un mazo de madera (pisón) por hombres y mujeres.


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnográfica. BUlto ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

EL TORNO Y LOS INSTRUMENTOS AUXILIARES

El taller suele estar instalado en la cocina o en alguna habitación próxima, en él se encuentra el tablero (tabuleiro) con los tornos, el cofre de amasar el barro y una cierta cantidad de este material. El torno (a roda), instrumento fundamental para la elaboración de las vasijas, está formado por dos ruedas paralelas de desigual tamaño, unidas por un eje. La rueda inferior (campo da roda) tiene un diámetro de 85 cm y descansa en una punta de acero (veo) que gira sobre una placa del mismo material (a cuncheira); el eje de 60 cm, de longitud, remata en la parte superior en una pequeña rueda de 30 cm de diámetro, que es de metal o de madera (a forma); unos centímetros por debajo de ésta, el eje (eixo) atraviesa una pieza en forma de yugo (xugo) ,

De

a a f, elaboración de una tarteira

3S

cuya función es mantenerlo firme, en posición vertical, y al tiempo, permitir que pueda girar libremente; para reducir el rozamiento en este punto, el eje va envu~1to en un trozo de estera de paja, o esparto, o bien colocado en un rodamiento a bolas. Entre los instrumentos auxiliares están:

A cana: Fragmento de caña de escoba empleado para adelgazar y alisar las paredes de la vasija.

A espita: Lámina rectangular de hierro o madera con la misma función que la anterior.

o pano: Trozo de badana usado para pulir la superficie de los productos cerámicos. o alambre: Pedazo de alambre para cortar las piezas por su parte inferior a [m de separarlas del barro sin trabajar. En sus extremos lleva


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JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

enrollados trozos de tela para poder manejarlo con mayor comodidad.

o casco: Trozo de madera o de vasija de barro, empleado para modelar y alisar el fondo de algunas piezas grandes. Su uso es poco frecuente.

A medida: Varilla de madera con varias entalla-

De a a

f, elaboración de una

tarteira

duras que sirve para medir el tamaño de las vasijas durante su elaboración, siendo poco frecuente su uso.

o cacho da roda: Recipiente de barro que se coloca cerca del torno con agua para que el alfarero pueda mantener las manos constantemente húmedas.


AlgUl10S aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etl1ográfica. BtOlo TÉCNICA DE ELABORACIÓN

Este proceso se desarrolla por lo general en las siguientes fases: 1a._ El alfarero sentado en la sedeira, humedece sus manos en el cacho, toma una pella de barro (pelouro) del montón grande (pelota) situado en el obrador (tabuleiro) y la amasa fuertemente (gramar opelouro) en la parte del tabuleiro situado a la derecha del torno (o arroladoiro). 2a ._ Centrar o barro: una vez amasado el pelouro, se coloca con fuerza en el centro de la forma con ambas manos. 3a ._ Espremer o pelouro: (subir el barro). Se impulsa la rueda inferior (o campo da roda) mediante golpes regulares del pie izquierdo (jalar/le a roda) en el sentido contrario al de las agujas del reloj. Con ambas manos se com-

De

g a j,

elaboración de una tarteirña o huevo al plato

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JosÉ MANUEL V ÁZQUEZ V ARELA

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De g a

j,

elaboración de una tarteírña o huevo al plato. De

k a q, elaboración de una cunea


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. Buño

De

k a q, elaboración de una cunea

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De

JOSÉ MANUEL

k a q. elaboración de una cunea

V ÁZQUEZ VARELA


Algunos aspectos de la cer谩mica popular gallega. Descripci贸n etnogr!ifica. BtI170

De

k a q, elaboraci贸n de una cunea

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De

JOSl~ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

k

a

q,

elaboración de una

cunea

prime el pelouro y se sube lentamente con los dedos apretados unos contra otros; de esta manera la pella de barro toma una forma más delgada y cónica, que en la fase anterior. a

4 ._ Abrir o barro: Con ambas manos apoyadas en el barro, se colocan en el centro del extremo superior de éste ambos pulgares y se introducen lentamente calcando hacia abajo; de esta forma se abre un hueco en la pella y se esbozan las paredes de la vasija.

sa._ Subir a via: una vez abierto el hueco,

con ambas manos se impulsa el barro hacia arriba y mediante la presión y postura de los dedos se logra adelgazar y dar forma a las paredes de la vasija; esta operación se repite varias veces, en un principio sólo con las manos, más tarde con el auxilio de a cana.

6a ._ Alisar. Cuando las paredes adquieren la forma conveniente se comienzan a alisar empleando a cana. 7a ._ Pasar opano: Una vez alisadas las paredes, se pulen pasándoles opano.

sa._

Cortar: concluida la pieza, para separarla de la parte del pelouro que quedó sin trabajar, ya que de una pella salen varias piezas, con un alambre, se corta el fondo de la vasija. Este es el proceso general que sufren todas las piezas elaboradas en el torno, pero dentro de él existen variantes propias de algunos tipos cerámicos, tales como la tarttira, cuyo fondo se realiza con la ayuda de un molde, o el botixo o perrón de rosca, cuyas paredes han de prepararse aisladamente y después ensamblarse.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnogreifica. Buño

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En la serie de fotografías de a a f, se recogen varios aspectos del modelado de una tarteira, mostrándonos la última de ellas, la técnica de adelgazar con a cana el fondo de la misma, a fm de rebajar su grosor.

Algunas piezas tales como los botixos o las roscas, no tienen tarea, variando mucho su cantidad, según la destreza de los alfareros.

En las fotografías g a j se muestra el proceso de la fabricación de una tarteiriña o huevo al plato.

Las piezas, a medida que van siendo retiradas del torno, se depositan en grandes tablas de madera (tablas do baraxo) las cuales están colocadas a la sombra, al aire libre, o bien en el secadero ifumeiro) , que suele estar situado en una habitación encima de la cocina, o en alguna dependencia bien ventilada, a fm de que el aire contribuya a secar las piezas. Lo tradicional ha sido colocarlas en el techo de la cocina, o en la habitación inmediatamente superior con el piso agujereado y encender el fuego con leña verde en la cocina baja (lareira).

En la serie de fotografías de k a q podemos observar las fases (3 a a sa) de elaboración de una cunea. TAREA

Se llama así el número de piezas que ha de hacer un alfarero en pleno conocimiento de su arte, en el plazo de un día para justificar su jornal. La cantidad a realizar varía grandemente según el tamaño y forma de las mismas, pues cada una tiene su técnica peculiar. Damos a continuación una serie de tareas en las diversas piezas. 1a) 16 docenas de cuneas.

SECADO y VIDRIADO

Una vez secas, cuando se almacenan alrededor del horno para introducirlas en él, se procede a darles un baño en una disolución acuosa de sulfuro de plomo y sílice (arcol de oleiros) a partes iguales. El primero de estos productos, procede de Linares, de donde se trae el polvo, pero hasta 1930 venía en grano, por lo cual se machacaba con una barra de hierro (marra de

2a) 16 docenas de escudillas. Ambas piezas tienen un tamaño similar. 3a) 6 docenas de potas de cunea. 4a) 5 docenas de potas de cuartillera.

sa) 4 docenas de potas de realete. 6a) 3 docenas de potas de xinete. Disminuye el número de piezas por tarea, segÚn aumente el tamaño de las mismas, teniendo las freideras, tarteiras catalanas y tarteiras delpaís, las mismas piezas que las potas arriba mencionadas.

Vidriando las piezas antes de introducirlas en el horno


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JOSI~ MANUEL VAZQUEZ VARELA

ferro) y se trituraba en un molino manual (moa do arco~. La sílice viene de Laxe, pero hasta hace pocos años, procedía del cercano lugar de Pernes, siendo por aquella época necesario molturar la sílice en la misma muela que el arco!. El baño se da sumergiendo la pieza totalmente o sólo en parte, tarea propia de hombres o mujeres indistintamente. Para los productos de tipo artístico emplean distintos compuestos que adquieren en almacenes de droguería. LA COCCIÓN EL

Moa do arco!

Vidriando las piezas antes de introducirlas en el horno

HORNO

El tipo tradicional y aún hoy mayoritario, es de forma cilíndrica, abierto por su parte superior y fabricado en piedra, con una capa de ladrillo en su pared interior; lleva una parrilla sostenida por cuatro arcos paralelos de este último


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnográfica. BlJño

Vistas delantera y trasera de un horno

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JOSÉ MANUEL V à ZQUEZ VARELA

Transporte al horno de las piezas y el combustible previamente almacenado en un alpendre


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnográfica. Buño

material y suelen construirse aprovechando terrenos en desnivel, de manera que la estructura del horno quede rodeada por el terreno, menos por un lado que es donde lleva la boca de fuego. Esto es el tipo de horno tradicional, pero desde hace unos diez años, varios alfareros han hecho nuevos modelos basados en este tipo común pero con la peculiaridad de estar construidos con ladrillo y cemento, instalados en un taller a cubierto y en algunos casos, con una abertura lateral para introducir la loza, e incluso con chimenea para mejorar el tiro.

TÉCNICA DE COLOCACIÓN DE LAS PIEZAS.

Antes de cocer las piezas, se colocan en el horno, operación delicada (enfornar) que requiere la presencia de un especialista (enfornador) en esta clase de trabajos. En un primer momento, el enfornador de pie sobre la parrilla del horno (grade), coloca en la parte inferior, sobre los agujeros por donde penetra la llama (agullas), piezas viejas ya cocidas que quedan de una hornada para otra, con una doble finalidad:

Algunos hornos son de propiedad y uso exclusivo de un sólo alfarero, mientras que otros pueden estar arrendados por un solo dueño a varios ceramistas, por ejemplo el del barrio de "A Costd', o también pueden ser propiedad de varios, repartiéndose su uso por piezas (pezas) que en algunos casos son hasta de un cuarto de día. Como, en el caso anterior, la fracción de tiempo que se puede usar el horno es insuficiente para realizar una cocción, los que han de cocer, se ponen de acuerdo intercambiando las piezas que les han tocado. Veamos como ej. el reparto correspondiente al horno situado en el barrio de "Os Mourons": Lunes: A- 3/4 ; B- 1/4 . Martes: C-l Miércoles: D-l Jueves: B-

1/4 ;

F-Vz ; A-

1/4

Viernes: E-l Sábado: E-l Domingo: G-l. Nadie cuece este día salvo extrema necesidad, como es el caso del que habiendo dispuesto la hornada el sábado, no pudiese cocer por mal tiempo.

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Colocando las piezas en el horno


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JOSÉ "NIANUEL VÁZQUEZ VARELA

Colocando las piezas en el horno

1) Servir de soporte al resto, pues las vasijas que están sin cocer no pueden aguantar con mucho peso encima. 2) Evitar que las nuevas reciban directamente el fuego, pues lleva partículas incandescentes (o foghón) que podrían afearlas. Sobre éstas, se va colocando el resto de la hornada hasta que alcanza el límite de la boca del horno; en ese momento el erifornador sale del

mismo y con ayuda del raño va colocando las piezas que ocuparán el lugar donde él estuvo realizando las primeras operaciones. Sobre la misma boca del horno (o ane~ se coloca una hilera circular de vasijas viejas para que sirvan de soporte a una nueva serie de círculos concéntricos que se van levantando hasta alcanzar por término medio 1 '70 m de altura sobre su nivel.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnogr4fica. Buño

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Colocando las piezas en el horno

La parte que sobresale fuera de ésta se llama cúbulo y para mantener en ella una temperatura adecuada, se rodea de un muro de ladrillos unidos con barro, tapándose el conjunto con trozos de vasijas (cachos).

INSTRUMENTOS AUXILIARES DE LA COCCIÓN

Para colocar en el horno las piezas, en puntos poco accesibles tales como el centro, una vez el enfornador ha salido del mismo, se emplea


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JOSÉ MAN UEL V ÁZQUEZ VARELA

un instrumento llamado raño consistente en un largo mango de madera en uno de cuyos extremos va un apéndice metálico de forma arqueada, rematado en una pequeña esfera. Con este aparato se cogen las piezas que quedan colgando por el borde y son colocadas en los lugares convenientes. Cuando se alimenta el fuego, para introducir el tojo en el hogar del horno, se emplean unos palos largos, que en uno de sus extremos llevan un par de dientes de hierro iforquitas). A fm de manejarlos con mayor facilidad, se apoyan en unos caballetes de madera, situados delante de la boca del horno.

Alimentando el horno con combustible durante la cocción

LA CoccrÓN

Cuando se comienza a levantar el cúbulo, es necesario empezar el calentamiento del horno, para que así, al endurecerse el barro, las vasijas de la parte inferior puedan sostener el resto; esta operación ifacer fumes), la realizan varias mujeres, quienes introducen por la boca de fuego pequeñas cantidades de tojo; siempre bajo la dirección del enfornador, quien da las órdenes oportunas. Concluido el levantamiento del cúbulo, se procede a incrementar la viveza del fuego, lo cual


Algunos aspectos de la cer谩mica populargallega. Descripci贸n etnogr谩fica. Bti110

Alimentando el horno con combustible durante la cocci贸n

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JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

Cocción (arriba) y recogida de las piezas del horno (abajo)


Algtt1JOJ a.pectoJ de la cerámica popular gallega. DeJcripción etnográfica. Buño

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Recogiendo las piezas del horno tras finalizar la cocción

se hace con tojos, procurando producir un fuego vivo durante unas 3 ó 4 horas, hasta que se dé por terminada la faena. Se determina el grado de cocción de las piezas, viendo el brillo que éstas ofrecen a la luz de un tojo metido en el horno, si hay un color rojo brillante, es señal de que la cocción está en su punto y se abandona hasta el día siguiente, en el que se retirarán las piezas del horno (desenfornar). Al acabar esto, los que han tomado parte en la cocción, celebran una comida en común (carroa) ofrecida por el que cuece; durante las faenas han tomado en algunos momentos pan, sardinas y aguardiente como tentempié. En cada cocción intervienen 4 ó 5 hombres y 4 ó 5 mujeres, cobrando unos jornales de 250

pesetas, los primeros, y 185 pesetas, las segundas; ellos se dedican a colocar las piezas en el horno, a mantener vivo el fuego, en la segunda fase de la cocción y a vidriar las vasijas inmediatamente antes de colocarlas; mientras ellas se afanan en el acarreo de piezas desde el almacén al quinteiro do forno, en facer fumes y suministrar los haces de tojo a los hombres, quienes los van echando a las llamas con un ritmo regular, para que el aumento de la temperatura sea [trme y progresivo, pues en caso contrario podría deshacerse la hornada. En cuanto a la capacidad del horno varía, pues aunque su volumen es fijo hasta la boca o anillo, el cúbulo, puede hacerse más o menos ancho o alto, variando así el volumen absoluto; además depende del tamaño de las piezas y de su modo de colocación pues unas piezas pueden ir colocadas en el interior de otras.


JosÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

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Damos como ejemplo una hornada cocida en septiembre de 1972:

Huevos alplato, Platos de angula, Tarteira de realete, Tarteira de Xinete, Potas de cuartillera, Potas de cunea, Potas de realete, Xarras, Zocas, Tarteiras de cuartillera Tarteiras de cuncaJ Xarras pequenas Xarras de vasos Tazas, Chiquitas,

J

J

J

50 docenas 16 docenas 5 docenas 3 docenas 5 docenas 4 docenas 18 piezas 12 piezas 150 pares 18 docenas 6 docenas 11 docenas 10 docenas 20 docenas 10 docenas

Durante cada hornada se vienen a gastar cinco carros de tojo, por término medio. TIPOS CERÁMICOS

Besuguera.- De forma paralelepipédica. Los lados menores son ligeramente curvos. Vidriada en su interior, se emplea para preparar asados, especialmente de besugo. Queimada.- Vasija de forma semiesférica con tres patas, se emplea para quemar aguardiente azucarado y preparar la bebida llamada "queimada"; de ahí el nombre. Se comenzó a fabricar hace 8 años y se encuentra este modelo en un momento de gran venta. Bebedeiro.- Se emplea como bebedero de animales. Se/la.- De forma troncocónica. Vidriada por ambas caras. Se hace pequeño tamaño con De izquierda a derecha y de arriba abajo: Besuguera, queimada, bebedeiro, sella, fante, xarra, fante, huevo al plato o tarteiriña de merluza, botixo o perrón, maceta.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnogr4fica. Bulio

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fmes decorativos, pero hasta hace pocos años se hacía de grandes dimensiones y se usaba para transportar y almacenar agua.

Fonte.- Vidriada por dentro y por fuera, de forma circular, se emplea para servir alimentos en la mesa. Xarra.- Empleada para serVir el vino y vidriada por ambas caras. Huevo alplato o tarteiriña de merluza.- Vidriada en su cara interior, es de forma cilíndrica y se emplea para servir huevos al plato y merluza en bares y restaurantes. Se comenzó a fabricar hace 25 años. Botixo o perrón.- Vidriado en su cara externa, se emplea para conservar el agua fresca y beber. Maceta.- Vidriada en la cara externa, tiene forma de tronco de cono invertido. Se utiliza para plantas decorativas. Tarteira.- Hay diversos tipos, la llamada Catalana, que se comenzó a elaborar en Buño hace 20 años, destinada a los asados y vidriada en su cara interna, y la tarteira, llamada sencillamente así, modelo tradicional, vidriada en el interior y dedicada igualmente a los asados. Cqfetera.- De creación reciente, va vidriada por ambas caras. Pote.- Recipiente de tres patas, en la actualidad se fabrica en pequeño tamaño con fmes decorativos. Hasta hace algunos años se empleaba para cocinar en las cocinas bajas (lareiras); al ser sustituidas éstas por otros tipos, el pote perdió su función.

De izquierda a derecha y de arriba abajo: Tarteira catalana, cafetera, pote, can, pota, cacheleira, peto, escudilla, cunea, tarteira.


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JOSÉ MANUEL VAZQUEZ VARELi\

Un botixo de galo y dos botixos ou perróns de rosca

Can.- Vidriado interiormente; y en el borde externo tiene dos asas verticales diametralmente opuestas. Se emplea para cocinar y almacenar grasas en el medio rural. Actualmente a menudo se vidria por ambas caras con diversos colores para decoración, utilizándose también sin asas y sin vidriar, con un agujero en el fondo para utilizarlo como maceta.

Escudilla.- Vidriada por ambas caras, se emplea para comer, generalmente el caldo, y para beber vino y tiene forma de tronco de cono invertido. Cunca.- Vidriada por su cara interna, es de forma parecida a la escudilla y con la misma función.

Pota.- Vidriada en su interior y en el borde, se emplea para cocinar y lleva dos asas oblicuas pegadas al borde. Cacheleira.- Empleada para escurrir el agua de las patatas hervidas (cachelos), tiene el fondo agujereado y va vidriada en su parte interna y en el borde. Peto.- De forma esférica, rematando en un botón, es hueco con una ranura en la parte superior de la panza; se emplea para guardar dinero.

Cazo y choco/ateira


Algunos aspectos de la cerámicrz popular gallega. Descrzpción etnográfica. Buño

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Cazo/a, o/a, cántaro e choco/ateira

Botixo O perrón de rosca.- Botijo en forma de rosca, de tipo decorativo, a veces está formado por varias roscas concéntricas. Botixo de Galo.- Vidriado en su cara externa, tiene el perfll de este animal y se hace con fmes decorativos. Cazo.- De forma cilíndrica, va vidriado en su interior, con un mango, empleándose para cocinar. Chocolatez"ra.- Con un mango y vidriada en su interior, se emplea para preparar chocolate.

la panza. Se emplea para transportar y almacenar agua.

Buxinas.- Bocinas de forma de tronco de cono, sin vidriar, se utilizaban mucho durante las fiestas de Carnaval y para animar a los equipos en los partidos de balompié. Xarro de trampa.- Es un tipo de Jarro que, a la altura del cuello, tiene unos agujeros por los

Cazola.- Vidriada en su cara interna, se emplea para cocinar. Tiene dos asas verticales y equidistantes de ambas, un mango corto. Ola) papeiro o mono.- Se emplea para cocinar; tiene dos asas y va vidriada en su cara interna. Cántaro.- Vidriado en su cara interna, con un asa vertical, está decorado con una banda de barro blanco colocada ligeramente encima de

Xarros de trampa


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JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

que se escapa el líquido, al inclinar el recipiente para servirlo. A pesar de estos agujeros, existe una técnica de beber sin que se derrame el contenido: El asa está hueca y comunica con el fondo del recipiente; a lo largo de la boca del jarro va un tubo ftno oculto que remata en el pico. Para beber sin mojarse, se tapa con un dedo el agujero existente en la parte inferior del lugar donde el asa toca el borde de la vasija, y se succiona. Por efecto de la presión atmosférica, el líquido sube por el conducto sin tener que pasar por el cuello de la vasija, donde están los agujeros, por los que se perdería. Este modelo suele utilizarse para gastar bromas. ECONOMÍA

En este apartado tratamos de calcular los ingresos medios mensuales de un alfarero dedicado exclusivamente a su profesión. Dado que los alfareros no llevan un control demasiado preciso de sus operaciones económicas y que sobre éstas guardan ciertas reservas, no es fácil presentar una descripción completa de los ingresos netos obtenidos. Por todo ello, utilizaremos tres criterios que apróximadamente nos indicarán la situación económica: 10. Cálculo del rendimiento económico de una alfarería.

- 1.925 pesetas. Los jornales a los que han colaborado en la hornada, hombres y mujeres. - 900 pesetas. El coste de la extracción, transporte y trituración del barro empleado. - 125 pesetas. De la carroa y tentempié. Total 6.200 pesetas. De esto resulta al mes (cuatro semanas) un beneficio neto equivalente a 7.800 pesetas. Esta fuente de información sobre los gastos y los ingresos es bastante incompleta ya que varía el precio de las hornadas según la cantidad y calidad de las piezas, así como el número de hornadas realizadas al año de unos alfareros a otros. Por esto examinaremos otros indicadores y podremos obtener del estudio comparado de todos una idea más precisa.

2°. Ingresos de los alfareros dedicados a otras profesiones. Varios alfareros han abandonado el oficio para trabajar en el sector de la construcción, en la cual obtienen unos ingresos netos de 7.000 a 8.000 pesetas más las ventajas derivadas de la seguridad social, de lo que se deduce que la alfarería no les proporciona estos beneficios económicos.

3°Expectativas económicas. Hemos recogido estos datos de un alfar en el cual trabaja una sola persona dedicada plenamente a su oficio y que preferiblemente fabrica loza funcional. Por término medio realiza una hornada valorada a la venta en 16.000 pesetas cada cinco semanas. De esta cantidad hay que deducir gastos que son los siguientes: - 2.000 pesetas. El sulfuro de plomo empleado en el vidriado de las piezas. -1.250 pesetas. El tojo empleado como combustible.

En las entrevistas que hemos realizado en los alfares, hemos oído frecuentemente que los ceramistas que han abandonado su trabajo por otras profesiones estarían dispuestos a regresar a su primitivo oficio en cualquier fábrica o taller donde percibiesen un salario de 8.000 pesetas mensuales más las ventajas de la seguridad social. Confrontando estos tres índices utilizados, vemos que convergen en marcarnos un tope


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. Bulto

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Venta de cacharros de Buño en la feria de Carballo

maX1ffio de los ingresos de este oficio; este tope viene a ser de unas 7.000 pesetas, por debajo de las cuales está el salario real que normalmente no pasará de las 6.000 pesetas. La comercialización de los productos alfareros se realiza por varios procedimientos que trataremos a continuación separadamente.

ellos o sus mujeres. Las ferias que se VIsltan son fundamentalmente las de Baio, Paiosaco, Carballo, Ponteceso, Ponte do Porto, Traba, Baiñas, todas ellas en la comarca de Bergantiños y alrededores. C) Encargos hechos por las personas que van a utilizar las piezas, por ejemplo jarras y vasos para bares, macetas para viveros forestales.

Venta directa del a!farero a los consumidores: Comercialización porparte de revendedores: A) Algunos alfareros venden las piezas en el mismo taller a los visitantes que, esporádicamente, pueden acudir a comprar en él. Esto es frecuente por parte de turistas, en especial durante el verano. B) Otros acuden con su mercancía a las ferias importantes próximas a Buño, vendiendo

A) En el mismo Buño existen dos almacenistas que compran la loza al pie del horno y posteriormente se encargan de revenderla; el margen de beneficio de los que se dedican a este menester oscila desde el 25 0/0 al 1000/0. También vecinas de cierta edad se dedican a revender en ferias próximas.


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

B) Frecuentemente compran la mercancía os xalleiros, vendedores ambulantes procedentes de la comarca de Xallas, que se encargan de difundirla por una amplia zona de la provincia de La Coruña.

crisis cesó esta actividad en gran parte, pero algu~as personas siguieron practicándola, no por necesidad, sino por obtener un mayor beneficio, hasta hace aproximadamente veinte años.

C) Revendedores de zonas alejadas, acuden a cargar camiones con destinos bastante lejanos, que expanden la cerámica de Buño por todo el N oroeste peninsular.

ORGANIZACIÓN LABORAL

Hasta aquí hemos descrito los procedimientos ordinarios de venta. Pasemos a describir algunas modalidades hoy día desaparecidas, pero existentes dentro del margen cronológico que nos hemos propuesto en el trabajo. De la comarca de Xallas acudían los xalleiros con reatas de mulas a comprar cerámica con destino a la reventa por toda la provincia de La Coruña. Algunas mujeres escardadeiras se dedicaban a comprar loza con defectos (loza escardada), a bajo precio, y trataban las piezas, bien para reparar o disimular las faltas, con barro, pintura o laca (tapar as escachas) y posteriormente proceder a su venta.

El ejercicio de la alfarería es la principal base de ingresos para aquéllos que se dedican a ella, pero para complementarlos, suelen cultivar en pequeñas huertas algunos productos destinados al consumo de la casa. Es raro que tengan alguna vaca. La producción está organizada en pequeños talleres de tradición familiar de forma que intervienen todos los miembros de la familia en las distintas fases de la elaboración de la cerámica, salvo el trabajo propio del torno, al cual sólo se dedica el especialista. Actualmente no hay aprendices ni asalariados, ambas cosas frecuentes por los años 30, en los que en cada taller, aparte del cabeza de familia, estaba algún hijo o yerno, varios aprendices adolescentes y algunos jornaleros. La crisis económica que atravesó la alfarería ha cambiado este estado de cosas y prácticamente todos los talleres pasaron a ser centros de trabajo individual.

Procedimiento muy frecuente en el pasado, era el de ir los alfareros a vender sus propios productos por amplias zonas, llegando hasta La Coruña, Betanzos y N aya, con las piezas en carros de bueyes o caballos e incluso con cargas a la cabeza.

A continuación damos una lista de los alfareros con indicación de la edad. Los representamos agrupados por barrios y con el nombre por el que son conocidos en Buño.

Por los años 1942 a 1946, los alfareros atravesaron malos momentos debido a las crisis económicas y agrícolas. Al disminuir el comercio los ceramistas no lograban vender las piezas y entonces sus mujeres se dedicaron al trueque de la cerámica por productos agrícolas en las aldeas próximas a Buño. Pasada la

Al lado de -estos alfares dedicados más o menos de lleno a su ocupación, existen cinco o seis mujeres que trabajan en las labores auxiliares, tomando siempre parte activa y muy importante en todas las tareas relacionadas con la alfarería, a excepción del trabajo del torno, pues la extracción del barro, el mode-


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descrzpción etnogrrifica. Buño

BARRIO: Os Mouróns Jancho 62 M. Langueirón 38 Indalecio 68 Marinero (hijo) 34 J. deBolica 65 Turriño 72

A Perlreira

A Costa

Santa Lucía

Aparicio 24

Castrita 67 Maximino 60 Pedro de Neto 74 M. Bolica (hijo) 28, Lelo 56 Castnta (hijo) 28

Cauta 62

lado de figuras, el vidriado, la cocclon y la venta de cerámica por las aldeas próximas ha pasado en muchas ocasiones por sus manos, jugando actualmente un papel importante en todo este tipo de actividades. También hay un número limitado de personas que perciben algún ingreso procedente de la alfarería, tales como los asalariados que extraen el barro, los que cortan y transportan hasta el horno el tojo (toxo) necesario para la cocción y las viejas revendedoras del pueblo.

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los alfareros, a pesar de que es ta idea tuvo cierta fuerza en torno al año 1933, fecha en la que se empezó a hablar de Santa Justa como patrona celestial de la alfarería y hasta se realizó una peregrinación a la Iglesia de esta Santa, en Maraña (pontevedra), en aquel momento foco importante de culto debido a los sucesos ocurridos en el mismo en 1931.

SAS EN TORNO A LA ALFARERÍA

El santuario de Maraña, de gran devoción popular, conservaba la tradición de una fuente milagrosa enterrada en él. En 1931, una persona dice haber tenido una inspiración especial por la cual sabe donde está oculta la fuente milagrosa, se realizan unas excavaciones y es redescubierta la fuente el 8 de septiembre de ese año. Debido a este hecho, interpretado como sobrenatural, se difunde con gran fuerza por el medio rural el culto a la Santa; el eco de este movimiento llega hasta Buño, donde al saber los alfareros que esta Santa había ejercido el mismo oficio, realizan una peregrinación al Santuario, con un estandarte en el año 1933. Parece ser que después de este efímero rasgo de devoción, se pierde la idea del patronazgo de Justa y siguen siendo los Santos de mayor devoción de los alfareros, los mismos que los del resto de la parroquia, San Esteban, San Antonio y Santa Filomena.

En Buño no existe conciencia clara de que algún santo sea el patrono de la profesión de

Actualmente la Obra Sindical de Artesanía ha creado un gremio sindical artesano de alfare-

La edad media de los alfareros es de 51 años, lo cual es realmente grave para el porvenir de la profesión en Buño, pues si comparamos con la edad teórica, 33 años, que debían de tener los oleiros del pueblo hacia 1930, vemos que el envejecimiento y el descenso paulatino en su número ha sido muy elevado: frente a los 120 que debían de existir hacia 1930-40 hay actualmente 16. Todo esto nos indica una regresión muy marcada en la composición de los talleres y plantea la posibilidad de que de mantenerse la tendencia actual haya una rápida desaparición de la artesanía del barro. VINCULACIONES RELIGIOSAS Y SUPERSTICIO-


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JOSÉ IvIANUEL VÁZQUEZ VARELA

ros cuyo patrono es San José Artesano, pero aún no ha comenzado a imponerse esta idea en forma defmitiva. En relación con otras manifestaciones a este respecto, normalmente no se cuece la cerámica en domingo, salvo en casos de extrema necesidad: el que se ve obligado a utilizar el horno, paga el aceite que consuma la lámpara que alumbra el Santísimo ese día. Durante la cocción se pueden producir diversos graves desperfectos en la cerámica debido a varias causas, tales como un fuerte golpe de viento, lluvia repentina, mal control de la operación del ritmo del fuego, defectuosa colocación de las piezas en el interior del horno y otros imponderables; estos accidentes son interpretados por algunas personas, especialmente mujeres, como ocasionados por un mal de 0110 o envidia, provocados por un vecino malintencionado. Para evitar esto, cuando la cocción muestra algÚn fallo, a veces, las mujeres arrojan al horno ajos yagua bendita. Esta práctica nos ha sido contada por quienes la han realizado no hace mucho, pero hoy día su empleo es poco frecuente y parece caminar hacia su desaparición. Otra creencia atribuida a la generación nacida a fmes del siglo XIX es la siguiente: Los hornos deben de tener la boca del hogar orientada hacia el norte, pues ésta es la dirección de Roma donde está el Padre Santo. CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS 40

AÑos

Comparando la situación actual de la alfarería en Buño, con la de hace cuarenta años, observamos una serie de cambios importantes que vamos a referir de un modo breve, ya que en un capítulo posterior, haremos un análisis

detallado de conjunto de los cambios que ha sufrido la cerámica en Galicia desde 1930. Las principales transformaciones ocurridas en Buño han sido las siguientes:

1) Disminución del número de a!fareros. En el pasado reciente había muchos más que los 16 actuales. 2) Elevación de la edad media de los mismos: De 28 a 30 años en 1930 a 51 años en 1972. 3) Cambios técnicos en las diversas fases del proceso de elaboración de las vasijas: A) Extracción: Se realiza en superficie. Los pozos tradicionales se abandonaron hace cuatro años. El transporte del barro se hace en tractores en vez del carro de vacas. B) Preparación del barro: Uso de máquinas para triturar el barro, habiendo abandonando el tradicional sistema de mazos de madera y pilas de piedra. C) Elaboración de vasijas: Empleo frecuente de moldes para hacer piezas de poco tamaño de función lúdica o decorativa. D) Secado: Se realiza en algunas dependencias de la casa, habiendo dejado de utilizarse el techo de la cocina, en gran parte. E) Vidriado: Abandono de los molinos manuales para la galena, ya que este producto viene en polvo. Se utilizan cada vez con mayor frecuencia una serie de nuevos tipos de vidriado y colorantes en las piezas concebidas con una fmalidad lúdica o decorativa. F) Cocción: Algunos alfareros han introdu-

cido algunas reformas en sus hornos particu-


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descrzpción etnográfica. Burlo

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7) Recesión en la fabricación y venta de algunos

lares, pero éstas carecen de importancia técnica especiaL

productos: chocolateras.

G) Taller: En esto hubo escasos cambios, trabajando la mayoría en la cocina o habitaciones próximas como es tradicionaL

8) Elevación del nivel de vida en los alfareros, fundamentalmente en los últimos cuatro o cinco años.

4) Cambio en los sistemas de comercialización. Trabajando cada vez más por encargo y vendiendo al por mayor. Se ha abandonado en parte la venta por las ferias, aumentando la venta al por menor a los turistas que visitan al pueblo. Ha desaparecido totalmente el sistema del trueque.

S) Aparición de nuevos modelos ceramzcos, tales como queimada) tarteira catalana) huevos al plato) besuguera, bebederos para animales, macetas especialmente dedicadas al cultivo de fresa, cerdito para asar los chorizos y una larga serie de productos hechos en parte por encargo, en parte por copia de revistas, destinados a la venta como objetos "artísticos". Cada día es mayor la producción y venta de artículos de esa clase. 6) Cambio de función de varios modelos tradicionales: La sella de barro ha perdido su función de almacenar y transportar agua para convertirse en un objeto decorativo. El can sentado ha dejado de utilizarse como pieza de cocina se fabrica sin asas o con un par de anillos y con el fondo agujereado destinada a servir de maceta o para decorar intenares. Otros cambios de función son los que han sufrido objetos tales como la buxina, la ola, papeiro o mono y el cántaro.

LITERATURA POPULAR. GENTILICIOS

Toca miña pandereta coa man e máis co puño non me caso miña nai cos oleiriños de Buño. Vale máis a miña roda co seu eixo de nogal cá xusticia de Carballo con todo seu tribunaL Non te cases cos de Buño que os hai na miña terra os de Buño son de barro e de barro fainos calquera. Inda que somos de Buño non somos todos oleiros tamén na terra de N oia non todos son zapateiros. Os de Malpica son pescos os de Buño son oleiros os de N oia zapateiros e os da Coruña larpeiros. Non quero ir a Buño non quero irfacer nas olas quero ir a Barizo que é a terra das cebolas.



Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. Nifiodaguia

6S

NIÑODAGUIA

Maseira

LUGAR

Parroquia de Niñodaguia. Ayuntamiento de Xunqueira de Espadañedo. Provincia de Ourense. 426 habitantes. Trabajan 22 alfareros. EL BARRO

Se extrae de las barreras (barreiras) del próximo lugar de Veiga Cha, de la misma parroquia y propiedad comunal de ésta. Actualmente se utilizan medios mecánicos para la

extracción y transporte del barro, pero hasta hace pocos años, se procedía con picos y palas a abrir un pozo de un par de metros de profundidad, a partir de cuyo fondo salían galerías laterales siguiendo las vetas del barro. Extraído éste, se transportaba en carros de bueyes hasta los talleres. De estas barreiras, se obtienen dos clases de barro, uno de color gris muy oscuro de gran plasticidad (de moita lez) y otro de color blanco, arenoso y poco plástico. Procedente de Ourense, de un lugar en las cercanías del puente viejo de esta ciudad, se traen


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JOSÉ .tvIAl'lUEL VÁZQUEZ VARELA

Torno

Pellas de barro a secar en la pared

camiones de barro rojo, poco plástico (de pouca Jez). Combinando en diversas proporciones estos barros, se preparan las mezclas adecuadas. Por lo general se mezclan tres partes de barro rojo por tres del gris oscuro y para algunas piezas que dan en contacto directo con el fuego, se usan cuatro partes de barro arenoso por tres del gris oscuro o negro; este último es conocido también con el nombre de amareJo (amarillo) por alcanzar este color al cocerse.

Tanques de purificación del barro

PREPARACIÓN DEL BARRO

Para esto, se mezclan las distintas variantes en la proporción exigida por el producto al que se destina y se tritura en una máquina amasadora, movida por electricidad, habiendo, por lo general, una en cada taller. Antes de la introducción en esta máquina, el barro se depositaba en una pila de madera (maseira) donde se machacaba con mazos del mismo material. Los talleres tradicionales, estaban situados en la cocina o encima de ésta, para que con su calor se secasen las piezas. Actualmente están algo alejados de las casas de los alfareros (algunos hasta 2 I<tn) Y cerca del lugar de extracción del barro; varía su forma, pero por lo general están formados por una gran nave de ladrillo tabicada en diversas dependencias: la

sala de los tornos, la habitación de la amasadora y un recinto amplio donde están el horno con inyector de aire y los secaderos. Alrededor de ésta se dispone el almacén de las vasijas. Hace aproximadamente 35 años se introdujo el sistema de dos coladores o tanques para purificar el barro; en el primero, se deposita el barro mezclado en la proporción adecuada y se llena de agua, removiendo la mezcla con una tabla de madera de vez en cuando, para que las impurezas y las partículas más gruesas sedimenten en el fondo, y las más [mas queden en suspensión en el agua; abriendo el paso de un tanque a otro, sale el agua con las partículas de barro más [mo, el cual se depositará en el fondo del pilón al cabo de cierto tiempo; se deja escapar el agua y el barro resultante se emplea en la fabricación de los cacharros. Esa


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. Niñodaguia

técnica prácticamente no se usa hoy en día por emplearse las amasadoras anteriormente citadas. Pasadas estas fases, se amasa fuertemente a mano el material, disponiéndolo en pequeños bollos para su manejo en el torno. En algún taller, antes de llevar el bollo al torno, lo pegan contra una pared de yeso durante cierto tiempo, para que pierda parte del agua adquirida durante el amasado y esté a punto para ser trabajado en el torno. ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

EL TORNO

Es de madera, análogo al descrito en Buño. Entre el eje y el yugo de hierro, llevaba un rodete de paja tejida, o de esparto, extraído de un serón, a fm de disminuir el rozamiento de

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las piezas. Actualmente esta parte va engrasada y el eje descansa en unos rodamientos a bolas en todos los talleres, en uno de los cuales se impulsaba la rueda con un motor eléctrico regulando el ritmo del mismo con un pedal. INSTRUMENTOS AUXILIARES

Son los siguientes:

- A liña de cortar as pezas: Es un alambre de 50 cm para cortar las piezas por el fondo y separarlas del torno cuando están concluidas. - Podoiro: Es un trozo de goma o badana para alisar y pulir la vasija en las fases fmales del modelado. - A Medida: Trozo de vara empleado para medir la altura de las piezas. - O Louceiro: Recipiente con agua que se coloca alIado de la cabeza del torno para que el artesano pueda tener húmedas las manos. - O Canivete: Pieza de madera o metal de forma rectangular empleada para modelar y alisar las piezas. A veces se emplea para lo mismo un trozo pequeño de caña de escoba. TÉCNICA DE ELABORACIÓN

El procedimiento para modelar las vasijas es similar al empleado en Buño.

Torno

En algunos casos se emplean moldes para hacer el fondo de las piezas o el total de las mismas. Para las tarteiras (véase la tipología), se emplean moldes de escayola en los que se hace el fondo, después se lleva el conjunto al torno y se modela la pieza. Se ha intentando hacer totalmente a molde estas vasijas pero


68

JOSI~ 1tÚ\NUEL VÁZQUEZ VARELA

SECADO y VIDRIADO

Las piezas, al salir del torno, se depositan en tablas iformas) que se colocan en unos travesaños de madera instalados en el centro de la nave donde se encuentra el taller. El procedimiento tradicional era colocar las vasijas en el techo de la cocina para que el humo ayudase a secarlas. En cuanto al vidriado, se emplea una suspensión en agua, de minio con sílice para dar el baño, en una proporción de tres partes del primero por una del segundo, a las piezas. COCCIÓN

Tarteiras catalanas a secar con sus moldes.

han fracasado los ensayos. Las besugueras se hacen con molde, sobre el que se va extendiendo el barro uniformemente por todos los lados.

EL HüRNü

Se encuentra instalado en el interior de la nave grande del taller, es de forma circular, construido con ladrillos, de un diámetro de 3'40 m con un muro de 40 cm de alto por 40 cm de ancho sobre el nivel del suelo; en aquél se apo-


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnogrijica. Niñodaguia

yan cuatro pilares de ladrillo regularmente espaciados de O'25 por O'25 de tamaño por 1 '70 de altura, que sostienen una gran campana en forma de cono, de cuyo vértice, que se encuentra a la altura del techo, sale la chimenea. La parrilla del horno está formada por ladrillos colocados verticalmente, de forma que la llama atraviesa los agujeros de éstos, siendo algo más elevado en el centro que en los bordes. La boca de fuego se encuentra por debajo del nivel del suelo y para alimentarla de viruta se utiliza una pequeña rampa de acceso. Con ayuda de un ventilador eléctrico, se inyecta una fuerte corriente de aire en el horno a fin de regular la combustión. Este modelo data de hace 15 años y está inspirado en una fábrica próxima de ladrillos.

Horno "moderno" y detalle de la parrilla

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JOSÉ :tVlANUEL V ÁZQUEZ VARELA

Vista parcial de un horno moderno y detalle de la parrilla


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descrzpáón etnogr4fica. Nir70daguia

Antes de esta fecha, se empleaban hornos al aire libre, circulares, de piedra, abiertos en su parte superior y con una parrilla análoga a los actuales. Este modelo, desplazado por el anteriormente descrito, conserva la forma esencial de otro aún más viejo, similar al usado en el vecino centro de Tioira.

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LA coccróN Las piezas se colocan en el horno, unas encima de otras, formando círculos concéntricos, con la boca hacia abajo. La de poco tamaño, suelen ir en el interior de otras. Cuando los cacharros llegan a la altura del muro del horno, se comienza a hacer fuego lentamente quemando viruta y controlando las llamas con un ventilador eléctrico, que es manejado por el alfarero. Sobre el muro del horno se levanta otro provisional, formado por ladrillos y cacharros viejos, para aumentar la capacidad de la hornada. Al cabo de cierto tiempo, se aviva el fuego, arrojando viruta al hogar y haciendo funcionar el ventilador de un modo constante hasta que, guiándose por el color de las piezas, se da por terminada la cocción.

Boca y vista general de hornos tradicionales al aire libre


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JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

Fila superior: quentador, o/a, xerra de dous bicos, barril o porrón Fila del medio: tat1eira, peto, xerro, cunea Fila inferior: pota, caz%, tonte

En algunos talleres, las piezas que van a ser vidriadas se cuecen dos veces; primero el bizcocho y después, la pieza cubierta con el baño que dará el vidriado a la pieza bajo la acción del calor. En los modelos anteriores de horno se quemaban uces y en la fase fmal de la cocción se arrojaba con palas ceniza y brasas sobre la parte superior de ellos.

Ola.- Vidriada en su interior y en la mitad superior de la cara externa. Se emplea para guardar agua, vino, leche y hacer mantequilla. Xerra de dous bicos.- Con dos picos y dos asas verticales. Vidriada en su interior. Se usa para serV1t Villa.

TIPOS CERÁMICOS

Barril o porrón.- Vidriado en la cara superior externa. Su función es mantener en su interior el agua fresca.

Quentador.- De forma cilíndrica, remata en un cuello corto y estrecho. Vidriado en la cara externa. Lleno de agua hirviendo, se emplea para calentar la cama.

Tarteira.- Para asar carne. Vidriada en su cara interna. Hace 40 años que comenzó a elaborarse este modelo.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. Niñodaguia

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De izquierda a derecha y de arriba a abajo: xerro de dous bicos, ola, barreñón, ca feteira, quentador, botixo de rosca, xerro de trampa, xerro de dous bicos.

Peto.- Sin vidriar. Remata en un botón. Usado para guardar los ahorros de los niños.

Fonte.- Vidriada en ambas caras. Se utiliza para servir alimentos.

Xerro.- Vidriado por ambas caras. Tiene un pico y un asa vertical. La misma función que la xerra.

Barreñón.- Forma semiesférica con cuatro asas verticales que arrancan del borde. En él se prepara la masa de los chorizos.

Cunca.- Semiesférica. Vidriada en el interior. Se usa para tomar vino.

Xerro de trampa.- De forma y función semejante a los xarros de trampa de Buño.

Pota.- Vidriada en el interior. Tiene dos asas verticales de poco tamaño y el fondo carenado. Empleada en la cocción de alimentos y en el asado de castañas. En la actualidad se hace poco este modelo. Cazolo.- Vidriado en ambas caras, se usa para guardar grasa de cerdo. Sólo se fabrica por encargo. Froreiro.- También conocido como testo. Recipiente para flores.

Froreiros ou testas


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JOSÉ IvIANUEL VÁZQUEZ VARELA

Chiculateira.- Vidriada en su cara interna. Tiene un mango largo y delgado. Se usa para preparar chocolate. Hace cerca de diez años que no se fabrica este modelo. Tarteiriña.- Vidriada en su interior. Tiene forma semejante a la tarteira. Es de pequeño tamaño y se utiliza en bares y restaurantes para servir tapas y huevos al plato. Se empezó a fabricar hace cinco años. Testo da bica.- En forma de campana, con un asa en la parte superior. En él se preparaban bollos de harina de maíz (bica). Es similar en forma y función a la pieza del mismo nombre en los alfares de Lañoa y Tioira. Hacia 1950 se hicieron los últimos ejemplares de este modelo. Botixo de Rosca.- Semejante al tipo de este nombre en Buño. Plato.- Vidriado por ambas caras. Se usa para comer. Almifla.- Parecido al cazolo, pero de menor tamaño. Sirve para cocer alimentos. En la actualidad se fabrica poco. Xarrón.- Recipiente para flores. Queimada.- De forma semiesférica, con tres patas. Se utiliza para preparar la bebida de este nombre. Comenzó a hacerse en 1969. Besuguera.- De forma elíptica, sirve para preparar asados, especialmente de besugo. Es también una novedad. Varios.- Recientemente, debido a la demanda turística y de los comercios han comenzado a elaborarse una serie de modelos destinados a la decoración de interiores.

ECONOMÍA

Es difícil calcular de un modo exacto la operaciones económicas de cada taller, pues varían mucho de unos a otros y en uno mismo, en las distintas épocas del año, aparte de la falta de un control riguroso de las operaciones comerciales por parte de los alfareros. Para dar una idea aproximada de los gastos y de los ingresos, y por tanto, de las ganancias hemos de basarnos en algunos datos parciales obtenidos en dos talleres, que nos permiten generalizar unas cifras aproximadas, como índice probable de todos los alfares de Niñodaguia. La estructura de los talleres es de tipo familiar en su mayoría, aunque en otros haya asalariados, bien en calidad de socios o como obreros eventuales que cobran por jornada de trabajo, sin percibir los beneficios de la seguridad social; estos últimos perciben un salario de 275 a 300 pesetas, según el taller donde presten sus servicios, no percibiendo paga los días festivos. Otro dato que interesa considerar antes del estudio económico, es que, desde hace cinco años, los alfares están trabajando a un ritmo intenso, ya que la demanda de productos cerámicos, es, en bastantes ocasiones superior a las posibilidades actuales de producción del centro. Un taller por término medio realiza a lo largo del año de 12 a 14 hornadas, cuyo valor de venta varía bastante según la capacidad del horno y la clase de género fabricado, así como de la calidad final del mismo; como dato aproximado diremos que una hornada, vale de un mínimo de 12.000 a 15.000 pesetas, a un máximo de 30.000 pesetas.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descrzpción etnogr4ftca. Niñodaguia

Los gastos medios por hornada son: 50 I<g. de minio a 35 pesetas el kilo ...........1.750 pts. vidriado 1 camión de viruta o corteza de pino ...........1.000 pts. cocción Barro empleado ......330 pts. elaboración (teniendo en cuenta que una extracción con pala mecánica suficiente para un año de trabajo vale 4000 pesetats) 20 días de trabajo a 300 pts. diarias ...6.000 pts. elaboración (para elaborar el material para una hornada es necesario que trabajen dos hombres durante 20 días, uno, el dueño, el otro el asalariado).

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que acuden a lo alfares con ca1TI1ones para transportar la mercancía. Menor importancia tiene la venta a particulares, de pequeñas cantidades de productos cerámicos, por lo general de tipo artístico que suelen adquirir los turistas. Hasta hace pocos años, el alfarero acudía a las ferias llevando las vasijas en carros tirados por caballerías o cargadas en caballos, empleando varios días en ir y venir del taller al mercado, con la consiguiente pérdida de dinero. Los puntos más importantes de venta eran: Ourense, Maceda, Doade, Soutelo de Montes, A Cañiza, Ribadavia, Carballiño, Cea, A Gousa, Xinzo, Al1ariz, Vilar de Barrio, Luintra, Parada do Sil, Laza, O Castro de Caldelas, Montederramo, Xunqueira de Ambía, A Peroxa, Verín, Celanova y Bande.

El total es 9.080 pts. de gasto Si valoramos la hornada en unas 20.000 pts. por término medio, queda un beneficio para el dueño del taller de unas 10.000 pts., lo cual viene a suponer unos ingresos mensuales de unas 13.000 pts. aproximadamente. La principal actividad económica de los alfares es el taller, al revés de lo que ocurre o ha ocurrido en otros centros ya pesar de que, en ocasiones, las faenas del barro están supeditadas a los trabajos agrarios en pequeñas huertas o prados donde pueden tener alguna vaca; los productos obtenidos de todo ello son destinados casi exclusivamente al autoconsumo familiar. Actualmente muy pocos alfareros acuden a vender sus productos por las ferias próximas a sus talleres, ya que la mayoría trabajan por encargo, para almacenistas o revendedores

Las piezas que salían del horno con algún defecto fácilmente reparable u ocultable, después del oportuno tratamiento, se trocaban por castañas, en la comarca conocida por los alfares como A Terra das Castañas: Parada do Sil, Laza, O Castro de Caldelas y Monte do Ramo. El área de venta actual, comprende toda Galicia, pues desde que salen las piezas de Niñodaguia con destino a Vigo, Ourense y Coruña, atraviesan una red de almacenistas e intermediarios que triplicarán o cuadriplicarán el precio de venta inicial en los talleres. ORGANIZACIÓN LABORAL

Los talleres en su mayoría están compuestos por familiares y suelen completar su fuerza laboral contratando a otros alfareros, eventualmente, con un salario de 275 a 300 pesetas


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

por jornada de trabajo; no pagando las cuotas de la seguridad social. En otros casos el taller está formado por varios socios que van a partes iguales en las operaciones económicas. Los trabajadores se reparten por talleres y edades de acuerdo con el siguiente cuadro.

TALLER

':Aquilino Daniel Fidel Dorrego Ismael Benito Alvaro Hermesindo

N° DE ALFAREROS y EDADES 55, 46,27, '23 57,42 62 62,62,52,19 48,45,37 45,37 49,48,36 48,40, 11

En total, ocho talleres con 22 alfareros, uno de los cuales está aprendiendo el oficio; la edad media, 43 años, podemos considerarla bastante elevada si tenemos en cuenta que hace 40 años, cuando la alfarería estaba en su apogeo, por cada adulto que trabajaba en el oficio, había un aprendiz de 12 a 14 años, lo cual nos da para esa época una edad media aproximada de 28 años. Esta comparación de los 43 años actuales a los 28 de la época 1930 a 1940, nos muestra una elevación considerable, debido a la falta casi total de aprendices, que es uno de los factores que hacen temer por el futuro de esta profesión. Por estar los talleres retirados de las casas y dedicarse los hombres exclusivamente al manejo del torno, la mujer, en la actualidad, no tiene participación en las faenas de la alfarería; sin embargo en tiempos próximos, la mujer auxiliaba en algunas tareas, tales como, la extracción del barro y vidriado de las piezas.

Hacia el año 1936, de los 120 vecinos de la parroquia, trabajaban en la alfarería casi unos 100, pero debido a la crisis económica que atravesó ésta fue disminuyendo constantemente el número de artesanos, hasta hace como cinco años, en que comenzó a experimentar una mejoría económica el oficio y se estabilizó el número de los que siguen en el trabajo del barro, de un modo habitual. CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS

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AÑos Si comparamos la situación actual con la de hace cuarenta años, apoyándonos en la información oral y en el trabajo de X. Fernández y A. Dacal, publicado en 1929, podemos observar una serie de cambios que vamos a referir sucintamente: 1) Disminución del número de alfareros, de 100 en 1936 a 22 en 1973. 2) Elevación de la edad media de los mismos, de unos teóricos 28 años hacia 1930-40, a los 43 actuales. 3) Cambios técnicos en las diversas fases del proceso de elaboración. Innovaciones: A) Extracción.- con palas mecánicas. B) Preparación del barro.- Machacadora, tanques. C) Elaboración de piezas.- Empleo parcial de moldes y torno eléctrico. D) Secado.- En las naves, abandonando las cocIDas.


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descnpción etnográfica. Niñodaguia

E) Vidriado.- El minio viene en polvo. Se abandona el molino. F) Cocción- Nuevo tipo de horno.

G) Tal1er- En naves independientes de la casa. 4) Cambio en los sistemas de comercialización con un aumento de las ventas al por mayor. 5) Aparición de nuevos modelos cerámicos: queimada, tarteira, huevos al plato. 6) Pérdida de función de varios modelos cerámicos tradicionales: barreñón, pota. 7) Desaparición de varios modelos y recesión notoria de la fabricación y venta de otros: Desaparición de testo da bica, chiculateira, etc. Recesión de almofías, xarro de trampa, etc.

LrrnRATIJRA PUPUIAR. GENTILICIOS

Cacharreiros non os quero que sólo de barro gozan y por mucho que trabqjen no salen de la loza. A la entrada de Niñodaguia oprimeiro que se ve as taciñas a secar e osforniños a cocer. Todos los de Niñodaguia llevan en elpantalón una manchita de barro que nos roba el corazón. Non te cases cun ferreiro que cho queiman as chispiñas cásate cun cacharreiro que che fae muitas taciñas. Si te tienes que casar cásate con un cacharrero siempre manchado de barro pero manga dinero.

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Algunos aspectos de la cerámica populargallega: Descripción etnográfica. BOl1xe

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BONXE

Alfarero en su taller

LUGAR

Parroquia de Bonxe. Ayuntamiento de Outeiro de Rei. Provincia de Lugo. 280 habitantes. Hay un solo alfarero de avanzada edad. EL

BARRO

Se emplean dos tipos distintos de barro, para la elaboración de las vasijas. Uno de ellos, de color rojo, muy plástico, llamado freba, se extrae de los cercanos lugares

de As 1/é~as y A Mate/a. El otro, de escasa plasticidad, llamado rejo, blanco o, en ocasiones, azulado, procede de San Lorenzo. Durante los meses de verano se hacen pozos (barreiras) en el terreno arcilloso con picos y palas para extraer el barro, que posteriormente será llevado en carros de bueyes hasta los talleres. Para pintar en las vasijas algunos temas decorativos, se emplea un barro blanco procedente de los cercanos lugares de Ramil y Moimenta.


so

JOSÉ MANUEL VAZQUEZ VARELA

Machacando el barro

Detalle parcial de un horno

En los lugares de extracción del barro, se dan dos tipos de propiedades, unos como A Matela son comunales y otros propios de cada alfarero.

mientras la derecha descansa apoyada en un travesaño (o tranqueiro).

PREPARACIÓN DEL BARRO

A Canaveira: Trozo de madera de boj (buxo) usada para alisar la pieza.

El taller se encuentra instalado en alguna habitación de la casa, a veces la cocina, o bien en un alpendre anejo a la vivienda. Los hornos por lo general se construyen al aire libre, cerca de donde se fabrican los cacharros. El barro se coloca en un montón (barreiro) sobre una piedra plana (a pedra do barro) y se machaca con mazos de madera (macicos) , posteriormente se amasa a mano y se fracciona en partes pequeñas para ir al torno, de modo que de cada uno salga una pieza. ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

EL TORNO

Y

Como instrumentos auxiliares se emplean:

o pano: Es un pedazo de cuero para pulir. Un alambre: para cortar las piezas por el fondo y levantarlas del torno. TÉCNICA DE ELABORACIÓN El proceso de elaboración es idéntico al usado en Buño. SECADO y VIDRIADO

Las piezas, a medida que se van retirando del torno, se depositan en tablas (vare/as), que se colocan al aire libre a la sombra o en las paredes del taller para que sequen.

LOS INSTRUMENTOS AUXILIARES

El torno (a roda) es análogo al empleado en Buño y Niñodaguia y, al igual que aquéllos, se impulsa con el pie izquierdo (jalar/le a roda),

VIDRIADO: Antes de llevar las vasijas al horno, se procede a vidriarlas, dándoles un baño en una disolución de sulfuro de plomo (alcoz) en agua. Algunas piezas se sumergen casi total-


Algunos aspectos de la cerámica populargallega: Descnpción etnogrrifica. Bonxe

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mente pero la mayoría sólo son vidriadas interiormente. Actualmente la galena se adquiere en polvo, pero hasta hace 30 años venía en grano, por lo cual se hacía preciso molerla con una piedra lisa por una de sus caras (coio de moé-lo alcoz), sobre otra piedra plana.

LA

COCCIÓN

EL HORNO

Situado por lo general al aire libre, de propiedad privada y cerca de las casas, están construidos con piedra pizarrosa; en forma de herradura, abiertos por la parte superior, lleva en su pared menor, la boca de alimentación del hogar. Detalles de un horno

Tiene una parrilla (a mesa) sostenida por dos arcos, que apoya sus extremos en la cara interior de la pared frontal y en dos muretes de piedra que forman tres canales (carreiras) por donde circula el fuego.

LA coccrÓN Las piezas se disponen a lo largo del horno y en el centro, colocándose una boca arriba y


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

que se monta un muro provisional que se deshace al acabar la cocción. Ésta se realiza en dos fases: 1a fase: Resecar as olas: Se queman haces de tojo lentamente para que la temperatura suba poco a poco, durante dos horas.

Detalles de un horno

otra boca abajo. Cuando la hornada supera la capacidad del horno, se siguen colocando piezas hasta una altura de un metro, por encima de las paredes de éste, sobre las que se montan unas placas de barro cuadradas o rectanguIares y trozos de cacharros viejos, de forma

2a fase: Tizar. Para obtener una temperatura elevada, se aumenta el tojo en gran cantidad, introduciéndolo en el hogar con una horquilla de hierro. Cuando se considera por la experiencia que la hornada debe de estar en su punto, se introduce entre los cacharros un palo y a la llama de éste, se examinan las piezas. Si el color es rojo muy claro, se da por terminada la cocción que ha durado en total 10 horas.


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega: Descripción etnográfica. Bonxe

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Detalle de un horno

La operación de colocar y sacar las piezas, así como la de dirigir la hornada es realizada por un especialista en estos menesteres, auxiliado por un par de hombres.

lavar, está vidriado en su cara interior, llevando un cordón de barro alrededor del culo (en su base) y una banda de color blanco a la altura de la panza.

TIPOS CERÁMICOS

Perrón.- Se emplea para conservar fresca el

Barreñón.- Utilizado para preparar la masa de relleno de los chorizos (zorza) y también para

Barreñón

agua. Vidriado en la mitad superior, tiene a la altura de la panza una banda de color blanco.

Perrón, xarra


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JOSÉ MANUEL VAZQUEZ VARELA

Perrón, pota, nateira, xarras, pichete, plato, peto, tapa de nateira, fontes

Botixo de rosca.- Botijo en forma de rosca, va vidriado y decorado con barro blanco. Pota.- Para cocinar; lleva vidriado el interior y una banda blanca pintada con barro en la panza, teniendo el fondo un diámetro similar a la boca. Xarra.- Vidriado por dentro o en su totalidad, lleva una cinta blanca alrededor de la panza, utilizándose para el agua o el vino. Nateira.- Con tapa de barro, se usa para hacer mantequilla de la leche; con una cinta blanca en la panza, va vidriada por dentro y en la parte superior de la cara externa. Xarro de trampa.- Semejante en forma y función a los de Buño de igual nombre. Pichete.- Es una variante de la jarra. Plato.- Hondo, vidriado por ambas caras. Peto.- Vidriado o sin vidriar, liso o con decoración de línea ondulante, lo utilizan por lo generallos niños para guardar el dinero.

Botixo de rosca


AlgzmoJ aJjJectoJ de la cerámica populargallega: DeJcnpción etnográfica. Bonxe

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Chocolateira

decorada con bandas y temas vegetales estilizados en blanco. Ola

Fonte.- Para servir alimentos, va vidriada por ambas caras.

Pucheíro.- Decorado con cintas blancas, tiene un asa; va vidriado en el interior y se utiliza como recipiente de líquidos.

5ella.- Usadas para el transporte y almacenaje de agua, vidriada por dentro y por fuera, va

Cazola.- Lleva un asa y el fondo tiene la mitad de diámetro de su boca; se usa para cocer y

Sella, pucheiro, cazola, sopeira, plato, pucheiro, cazola, pucheiro, tarro de flores, chocolateira


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JOS.É MANUEL VAZQUEZ VARELA

Pichete, xarras, pota, choco/ateira, o/a

guardar la grasa de cerdo. Está vidriada en el interior y decorada con cintas blancas.

Tarro de flores.- Sirve para colocar plantas de adorno o flores.

Sopera.- En la actualidad ya no se fabrica; las había de tres pies.

Xoguetes.- Son reproducciones en pequeña escala de modelos utilitarios, o bien creaciones peculiares, imitando en barro objetos hechos con otros materiales, como por ejemplo pequeños cestos.

Chocolateira.- Para hacer chocolate, vidriada sólo por dentro, lleva una cinta en la panza de color blanco. El mismo modelo con tres pies dejó de fabricarse hace 10 años. Queimada.- Hace 4 años aproximadamente que se comenzó a construir por encargo este tipo, destinado a la realización de queimadas; consta del recipiente para quemar, de la botella del aguardiente y de las tazas. Su vidriado es interior en su totalidad y sólo en la parte superior, por fuera.

Ola.- Empleada para transportar y almacenar agua, tiene dos asas verticales y una línea blanca en la panza; va vidriada por fuera, sólo en el cuello y por dentro en su totalidad. Queixeira.- Destinada a la fabricación de queso (queixo), va vidriada por dentro. Tazas.- Vidriadas interiormente, son semejantes a las de Buño.


A{gU110S aspectos de la cerámica populargallega: Descripció11 etnogrrifica. B011xe

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Queimada

Pote.- Empleado para cocinar, se apoya sobre tres patas. Gorrete.- De forma semejante a la del jarro, pero sin pico y más pequeño, tiene un asa vertical y va vidriado por fuera; se usa para guardar miel. Amboas.- Son cántaras de gran tamaño, reforzadas con cordones blancos de barro. Forno de pan.- Redondo, de poco menos de 1 m de diámetro, por una altura de 0,5 m tiene una puerta pequeña y se usa para cocer el pan. Trompeta.- Bocinas empleadas durante Carnaval. Muñecos y caretas.- Se hacían para los niños en Carnaval. ECONOMÍA

Los alfareros solían acudir a vender personalmente sus productos a las ferias, siendo los

puntos más concurridos: Meira, Castroverde, Cádabo, Becerreá, Tricastela, Castrocán, Rubián, Friol, Monterroso, As Cruces, Vilalba, Parga, Curtis, Feira do Monte en Cospeito, Castro de Rei, Rábade y Poboa de San Xulián. Algunos de ellos, por acudir con regularidad a todas las ferias de un determinado punto, tienen en éstas unos lugares de depósito permanente de sus mercancías, que van renovando según las ventas. En el mismo Bonxe, había tratantes de cerámica que revendían el material por zonas más lejanas. De la vecina parroquia de Donalbay, llegaban revendedores que recorrían gran parte de la provincia de Lugo, y algo de la de La Coruña, llegando hasta Puebla de Navia de Suarna, Melide, Arzúa, Sarria, Monforte, Chantada, Lousadela, Lousado y Aranga. En la actualidad, el dedicarse a la alfarería es un negocio rentable, pues el número de pedidos es grande y el precio de las piezas elevado, pudiendo el alfarero establecer libremente el


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

precio, en especial en los objetos artísticos, con la seguridad de que serán vendidos. A pesar de ello, la alfarería se alterna con la práctica de la agricultura.

Al lado de éstos existen diversos ceramistas que se dedican a otra profesiones; damos a continuación la lista de edades y oficios de los que abandonaron el torno:

ORGANIZACIÓN LABORAL

EDAD Los talleres son de tipo familiar, trasmitiéndose el oficio de padres a hijos, auxiliando los componentes de la familia al que maneja el torno. Hace 30 años, en la época en que los alfareros eran numerosos, algunos trabajaban en el taller de los otros en calidad de asalariados, dándose el frecuente caso de que ceramistas de otros centros gallegos como por ejemplo Buño, han trabajado en estos talleres. El ejercicio de la alfarería se desarrolló en los diversos barrios de las parroquias de Bonxe, Silvarrey y Tirimol, para quedar hoy en día reducido a dos personas en el primero de estos lugares, pues en Silvarrey el oficio cesó hace 5 o 6 años yen Tirimol, entre 15 y 20 años. En los distintos barrios de Bonxe, hacia el año 1936, trabajaban en el torno 36 cacharreiros, pero este número, fue decreciendo debido a la competencia en los mercados de los objetos de plástico, cristal y metal, de función similar a la de los cerámicos; al tiempo que las traidas de agua, las nuevas cocinas de hierro y gas, así como los cambios alimenticios, hicieron innecesarios gran cantidad de tipos cerámicos. En la actualidad sólo hay dos alfareros, cuyas edades son de 47 Y66 años, que trabajaban en el oficio, y sólo como complemento económico.

OFICIO

66,·58, 65, 58, 54 años

Labradores

37 años

Obrero

42 años

Empleado de Renfe

58 años

Barbero y carpintero

CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS 40

AÑos

Los cambios principales han sido los siguientes: 1) Disminución de modelos cerámicos por pérdida de la función de los mismos. 2) Disminución muy importante del número de alfareros. 3) Aparición de nuevos modelos de tipo artístico o lúdico. 4) Aumento del valor comercial de la alfarería. 5) Cambio de función de varios tipos cerámicos. LrfERATURA POPUlAR. GENTII100S

Casa conmigo Rosiña mira que son cmharreiro durmirás en boa cama e sempre terás diñeiro




Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnográfica. Mond011edo

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MONDOÑEDO

Torno

LUGAR

Mondoñedo, Lugo. Trabaja un alfarero de edad avanzada en el barrio del Carmen. EL

BARRO

En San Cosme de Barreiros, a 19 I<tn, situado en la Marina lucense, se extrae barro poco plástico de color gris azulado. Del monte Arneiro, en el término municipal de Cospeito, se trae barro de color marrón (mouro) de elevada plasticidad.

EXTRACCIÓN y TRANSPORTE

Por no existir en los alrededores de Mondoñedo barro de la calidad adecuada para fabricar cerámica, es necesario traerlo desde lugares más o menos distantes:

Por obtenerse ambas clases de barro en terrenos de propiedad particular, para el caso del primero, y del común de vecinos de Cospeito, en el segundo, ha de abonarse una tasa a sus propietarios, así como a los obreros emplea-


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

dos en las faenas de la extracción, aparte de los gastos que ocasiona el transporte en camiones hasta el taller. PREPARACIÓN DEL BARRO

El taller del alfarero suele estar colocado en el piso bajo de la casa o bien en una edificación independiente próxima. En la misma habitación se encuentran el horno, el torno y los depósitos del barro. El barro se almacena en unas pilas de cemento (barreiros), de unas dimensiones de 1 m por 1 m por 0'5 m donde se moja y se remueve con palas, mezclando las dos clases de arcilla antes descritas, en una proporción de una parte de blanco por 1 'S de mouro. Para lograr una mezcla homogénea, se procede al pisado del barro; con tal fm es esparcida por el suelo de piedra del taller una pequeña cantidad de tierra fma o de arena, para evitar que la arcilla se pegue al suelo. El alfarero prepara un montón de barro de forma cilíndrica, con unas dimensiones aproximadas de un metro de altura por uno de diámetro y procede a pisarlo apoyándose en el pie izquierdo y calcando con el derecho hacia atrás y de lado.

Aspectos del torno

Vista parcial de piezas a secar


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. Mondoñedo

Se vuelve a formar la pila de vez en cuando y se pisa nuevamente, repitiéndose la operación durante cuatro o cinco horas. La masa así tratada, da para elaborar vasijas que ocuparán aproximadamente la cuarta parte de la capacidad total del horno, siendo fraccionada en trozos (gramados o bolos) para trabajar en el torno. Hasta hace 40 años, cuando el barro estaba depositado en los barreiros, en vez de removerlo con palas, se lnachacaba con mazos de madera (macicos).

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Diferentes tipos de vasijas a secar

Como instrumentos auxiliares se emplean: un trozo de cuero para pulir (a badana), un alambre para cortar, y para alisar, un trozo de madera de nogal, de forma semicircular. TÉCNICA DE ELABORACIÓN

La técnica del modelado es semejante a la empleada en Buño, variando los nombres de las fases: a) Centrar o barro; b) Subir o barro; c) Furar o barro; d) Dar//e as subidas. SECADO y VIDRIADO

ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS EL TORNO Y LOS INSTRUMENTOS AUXILIARES

El, torno es análogo al empleado en Buño y Niñodaguia.

Las piezas, al ser retiradas del torno, se depositan en tablas (tab/úros) y el conjunto se dispone sobre unos travesaños de madera (as vare/as) en el interior del taller.


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JOSÉ MANUEL

V ÁZQUEZ

VARELA

LA COCCIÓN

EL

Piezas secando

Una vez secas, antes de proceder a la cocción, son vidriadas sumergiéndolas en una disolución de alcoi (o alcohol de ho/a) en agua. Hasta hace 30 años aproximadamente, la galena venía en grano por lo cual se hacía preciso moleda en unos molinos manuales parecidos a los de Buño. En ocasiones y debido a la falta de galena, se empleó el minio.

HORNO

Construidos de piedra y ladrillo en el interior de los talleres, de forma cilíndrica, se rematan en la parte superior en cúpula, de la cual sale una chimenea. Tiene dos bocas superpuestas, la inferior para la alimentación del fuego y la superior para la carga de los cacharros. El hogar está separado de la cámara donde se colocan las piezas por una parrilla (lastre) apoyada en cuatro arcos de ladrillo paralelos. Este es el tipo de horno actual, pero alIado de él, se conservan otros modelos viejos, cilíndricos e instalados al aire libre, hoy en día fuera de servicio, en los que las piezas se introducían por la parte superior, que era abierta y se tapaba durante la cocción con trozos de vasijas Viejas.


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnogrcijica. Mondoñedo

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Aspecto parcial del secadero

Otro estilo de horno, que estuvo en uso hasta hace 40 años, se encuentra instalado en A casa da Fábrica. Por referencia documental sabemos que las partes esenciales de este horno fueron construidas en la segunda mitad del siglo XVIII. TÉCNICA DE COCCIÓN

Se colocan las vasijas en el horno superponiéndolas y formando círculos concéntricos, de modo que las más grandes vayan en el fondo, y a los laterales, acostadas en contacto con la pared. El fuego durante las primeras horas (resecar) es suave (lume das vellas) , avivándose posteriormente para lograr una llama intensa. En el transcurso de la hornada, que dura seis horas, se alimenta el fuego con tojo, ayudándose a es-

te objeto, de una horquilla de hierro (colmeiro), empalmada a una vara muy larga. Para saber si las piezas están cocidas, se introduce entre ellas un tojo ardiendo; si el color de éstas es rojo brillante, se considera que llegó el punto fmal de la cocción. Entonces las vasijas se retiran del horno y se almacenan hasta el momento de la venta, en cualquier rincón del taller. TIPOS CERÁMICOS

Tarteira de tres pés.- Destinada a preparar asados en la cocina baja (lareira), va directamente sobre el fuego, apoyada en tres pies. Vidriada en el interior, ha dejado de fabricarse por su pérdida de función, ya que hoyes un hecho generalizado la sustitución de las lareiras por cocinas de hierro a las cuales no se pueden adaptar los


JosÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

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Tarteira, (ante, tarteira do caldo

e chacalateira

diversos tipos cerámicos, que por estar diseñados para las cocinas bajas, llevan tres patas.

Forno do pan.- En forma de campana, con una abertura en la parte inferior de la pared lateral para introducir los bollos de harina, se emplea para cocer el pan familiar en la lareira. Sus dimensiones aproximadas son O'50 m de altura por 0'60 m de diámetro. Dejó de fabricarse, debido a la desaparición de las cocinas bajas y a la tendencia a abandonar el autoabastecimiento de pan para integrarse en los circuitos comerciales del mismo. Cacheleira.- Recipiente en forma de tronco de cono invertido, totalmente vidriado y con varios agujeros en el fondo, se emplea para preparar patatas cocidas (cachelos); para ello se colocan las patatas en el recipiente y el conjunto debe disponerse sobre la boca de una pota o caldero con agua hirviendo, cuando los cachelos están en su punto, se retira la cacheleira, quedando éstos ya escurridos y dispuestos para ser servidos. Queixeira.- Vasija de forma troncocónica invertida, tiene agujeros en su parte inferior y

en la pared lateral. Se emplea en la fabricación de quesos (queixos) y está vidriada por ambas caras.

Tarteira.- Para asar, está vidriada por dentro y por la parte superior de la cara externa. Es un modelo introducido hace menos de 20 años. Fonte.- Para servir la comida, está decorada con círculos pintados con barro blanco, recubiertos después por el vidriado. Tarteira do caldo.- Se usa para tomar el caldo y suele ir vidriada por dentro; lleva dos asas. Chocolateira.- Vidriada interiormente, tiene el mango largo y se emplea para preparar el chocolate. Tarro.- Exteriormente vidriado, va decorado con una banda blanca a media altura, utilizándose para colocar plantas de adorno. Pota.- Vidriada por dentro, lleva dos asas opuestas verticales y una banda blanca ligeramente encima de la panza. Se emplea para cocmar.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnogréifica. Mondoñedo

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Ta~o,pom,pucheifo,xa~o,pe~ón

Pucheiro.- Vidriado en su interior, tiene un asa vertical, usándose para guardar leche o grasa.

Cazolo.- Vidriado por dentro, con un asa vertical, se emplea para tomar la sopa.

Xarro.- Con un pico y un asa vertical, lleva una banda blanca en la panza. Vidriado en el interior así como en la parte superior externa, se utiliza para el vino y el agua.

Plato copo das papas.- Para comer papas a base de harina de maíz, tiene forma de tronco de cono, siendo la boca ligeramente mayor que el fondo. Va vidriada en su interior.

Perrón.- Tiene como función conservar fresca el agua y va vidriado en la parte superior externa.

Peto.- Lleva una ranura para introducir monedas y está vidriada en su parte superior, usándose para guardar el dinero de los niños, rematando en un botón.

Sella.- De forma troncocónica y vidriada por dentro y por fuera, posee dos pequeñas asas planas. Su misión es transportar agua.

Piezas puestas a secar en una tabla

Taza.- Vidriada en su interior, se emplea para tomar el vino.


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JOSÉ MANUEL VAZQUEZ VARELA

Peto, pota, pucheiro, pota, perrón, caz%, peto, taza, plato copo das papas

Cubilete.- De forma y función semejante al cazolo, se diferencia en que la altura es algo menor. Barreñón.- Similar a los de Niñodaguia, se vende en invierno con destino a la preparación de la masa de chorizos. Queimada.- Hace seis o siete años que esta pieza se comenzó a fabricar. El juego consta de

Pota, xarro, pota, caz%s

una vasija de tres patas, en la cual se quema aguardiente y de varias tazas semejantes al recipiente principal, pero de un tamaño menor, llevando vidriado por dentro.

Xarra.- Con un pico y un asa vertical opuesta, va vidriada en el interior, siendo en su forma parecida al xarro, pero en proporción, la altura es menor.


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnogrijica. Mondoñedo

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Pom, bebedeifo, caneco

Queimada

ECONOMÍA

culina ni aprendices, por lo cual es muy probable que, cuando deje de trabajar, desaparezca la alfarería en Mondoñedo, pues a pesar de haber varias personas que conocen este oficio, se dedican a otras actividades que consideran más rentables.

Los productos cerámicos son vendidos en las ferias de Meira, Vilalba, Ferreira do Valadouro, Vilanova de Lourenzá y en la zona costera de la provincia de Lugo (A Mariña), especialmente en Foz, Ribadeo y Viveiro. A estas ferias se acude en camiones o autobuses desde hace 30 años, pero hasta entonces, los cacharros eran transportados en carros de bueyes. En ocasiones, acuden a comprar el taller del alfarero, revendedores que distribuyen la mercancía por la zona norte de las provincias de La Coruña y Lugo. ORGANIZACIÓN LABORAL

Los talleres son de tipo familiar, en los cuales trabaja el cabeza de familia y algunos de sus hijos, pues el oficio se transmite por herencia, comenzando el aprendizaje a los diez años. Las mujeres ayudan en alguna faena secundaria, como por ejemplo, el vidriado de las piezas. En la actualidad sólo trabaja un alfarero de 66 años de edad, que no tiene descendencia mas-

Hacia el año 1936, trabajaban 15 hombres en el barro, pero a causa de la crisis económica por la que atravesó el oficio, y debido a la competencia con los productos industriales, fueron abandonándolo. A continuación damos una lista de la edad y ocupación actual de las personas que conocen la técnica de la alfarería sin ejercerla:

EDAD

OFICIO

37,42,48,.56 años

Obreros

56,·47 años

Labradores

47 años

Conserje

52 años

Industrial Profesor de cerámica en una Escuela de Artes y Oficios de Moritevideo


100

JOSÉ

MA

CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS

DEL VÁZQUEZ VARELA

40

AÑos Los principales han sido los siguientes: A) Introducción de nuevas técnicas: nuevo tipo de horno y remoción con palas del barro en los barreiros. Pérdida de alguna antigua: se abandona el sistema de machacar el barro con los maticos.

B) Desaparición de algunos tipos cerámicos tales como la llamada tarteira de tres pés y oforno do pan, junto a la aparición de algún nuevo modelo como a queimada y tendencia a realizar formas artísticas no utilitarias. C) Disminución del número de alfareros y aumento de su edad media.




A{gz,t11os aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnogreifica. Lm:ioá das Olas

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LOÑOÁ DAS OLAS

Algunos tipos cerámicos característicos de Loñoá das Olas

LUGAR

Parroquia de Cavas. Ayuntamiento de Pereiro de Aguiar. Provincia de Ourense. El lugar, donde se hizo cerámica hasta 1960, tiene 178 habitantes. EL BARRO

galerías laterales, siguiendo las vetas del barro. Una vez extraído, es transportado por medio de carros hacia los talleres de los alfareros. El barro empleado por los alfareros de Loñoá es de dos tipos: Uno llamado farola de color blanco y poca plasticidad y otro de idéntico color, pero mucho más plástico.

EXTRACCIÓN y TRANSPORTE

PREPARACIÓN DEL BARRO

El barro se extrae de unos terrenos cercanos a la aldea, propiedad de la parroquia, durante los meses de verano con ayuda de picos y azadas. Hombres y mujeres abren pozos (minas) con

Como taller se emplea una habitación de la planta baja de la casa, bien la cocina, bien la bodega.


104

JOSÉ J'vIANUEL VAZQUEZ VARELt\

Se deposita el material en una pila de madera o piedra (maseiro) , donde mezclado con agua es pisado por los alfareros, procediéndose en esta labor a mezclar las dos variedades existentes, en una proporción de tres partes del más plástico por una de farola. A continuación se deposita la masa en una piedra de superficie lisa (a pedra de pitar o barro) donde se golpea con una barra cilíndrica de hierro ifouce) de 50 cm de longitud, para deshacer la arena y los grumos que pueda contener. Seguidamente se fabrican unos bollos que se amasan frecuentemente antes de pasarlos al torno. ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

EL TORNO Y LOS INSTRUMENTOS AUXILIARES

Es idéntico al usado en Buño y se maneja del mismo modo, a impulsos de la pierna izquierda (tanguer a roda), mientras la derecha descansa, girando el conjunto sobre una piedra dura (coio). Como instrumentos auxiliares se emplean husos de hilar ifusos), para alisar las vasijas y un trapo para pulirlas. También hay un recipiente con agua para que el alfarero humedezca sus manos (cacho da agua). TÉCNICA DE ELABORACIÓN

El proceso de modelado de las vasijas, es análogo al usado en Buño, salvo algunas pequeñas variantes que a continuación describimos: Antes de centrar la pella de barro, se deposita sobre la cabeza del torno una flla capa de ceniza, al objeto de poder levantar las piezas una vez finalizadas, sin necesidad de emplear el alambre como se hace en otros centros alfareros.

La técnica de modelar las cántaras, dadas sus grandes dimensiones (que a veces llegan a tener hasta 100 litros de capacidad), ofrece algunas variantes en relación con las vasijas más reducidas. En un primer momento, se modela al torno la parte inferior de la cántara (aproximadamente un tercio del tamaño total), y se deja secar durante un dia, para que el barro pierda parte de su plasticidad y pueda aguantar un mayor peso, sin deformarse. Al dia siguiente, se modela sobre el trozo ya construido, otra porción de vasija, alcanzando el conjunto unas dimensiones de 2/3 del tamaño total y se repite la operación anterior hasta colocarle la boca en la última etapa. SECADO y VIDRIADO

Tan pronto como se van retirando las piezas del torno, se colocan en unas tablas para secarlas a la sombra o en el techo de la cocina ifumeiro). En este centro alfarero, nunca se empleó el vidriado.

LA

COCCIÓN

EL HORNO

Debido a su total destrucción, hemos tenido que reconstruirlos hipotéticamente, basándonos en información oral y unos bocetos realizados en plastilina por los antiguos alfareros. De este modo podemos tener una idea aproximada del tamaño y forma de los mismos. El horno, construido de piedra en su parte inferior y en lo restante de ladrillo, posee una planta más o menos circular apuntando ligeramente a elíptica, cubierta por una bóveda de ladrillo que tiende a formar una cúpula. Mide de 3 a 4 m de diámetro por dos de altura en su


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnogrijica. Loñoá das Olas

parte más elevada. Tiene dos aberturas diametralmente opuestas: Una es la boca de fuego de 50 cm de alto, otra, más grande, es la de carga, por donde el alfarero agachado introduce las vasijas en el horno. Detrás de la boca de fuego, en el interior, hay un pequeño arco de ladrillo que sirve para apoyo de algunas piezas. El piso del horno tiene una ligera inclinación, estando la parte más alta del lado de la boca de carga. Las piezas se disponen para su cocción, colocándolas en el suelo, de modo que formen tres canales para la circulación de las llamas. Los cacharros se encabalgan unos sobre otros, montando puentes y apoyándose parte de ellos en el murete de ladrillo del que hablamos antes. Los hornos son de propiedad particular y los usuarios deben de pagar a sus dueños en piezas, un determinado número por hornada. PROCESO DE coccrÓN

En cada hornada se cuecen una serie de piezas de distintos tamaños, equivalentes a unas cien ollas por su volumen. La cocción se realiza en dos fases continuas: 1a fase: (Quentar). Con ayuda de una horquilla de hierro iforquita) , se alimenta el horno con tojos, lentamente, a fm de mantener un ritmo de combustión suave y uniforme. 2a fase: (Atizar). Se mantiene un fuego violento, consiguiendo así una temperatura lo más elevada posible.

lOS

Se determina el fmal de la cocción, cuando examinando las vasijas, toman un color rojo vivo, considerándose que el proceso está en su punto óptimo yen ese momento, se alimenta el horno con gran cantidad de tojo verde a fm de ahumar las piezas. Dejando que el fuego se extinga, se da por terminado el largo proceso de cocción de las vasijas que ha durado en sus dos fases, un total aproximado de diez horas. TIPOS CERÁMICOS

Fueron observados en Loñoá y en la colección de cerámica popular del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento. Debido a los procesos de cocción, las piezas de Loñoá son frecuentemente de un color gris oscuro, aunque también hay tonalidades daras. La mayoría de las vasijas son de paredes muy delgadas y de poco peso, por lo cualllevan por su cara externa cordones de barro aplicados, que sirven de refuerzo y decoración al mismo tiempo. Estos cordones son paralelos entre sí y al diámetro mayor de la pieza, pudiendo en ocasiones estar cruzados por otros, en sentido perpendicular a los primeros, formándose de este modo una serie de cuadrículas regulares, características de los productos de este lugar. Los tipos de piezas más frecuentes en Loñoá son los siguientes:

Ola.- El modelo más frecuente. Tiene una capacidad de 14 litros y se utiliza para almacenar agua, vino y leche. Hay dos tipos, uno de ellos, decorado con cordones, lo llaman la ola de bordón; el otro sin decoración recibe por ello el nombre de ola lisa.


106

JOSÉ JVIANUEL VAZQUEZ VARELA

Olas lisas y de bordón

En ocasiones se utilizan para hacer mantequilla, en cuyo caso reciben el nombre de ola do lBite, poniéndoles para ello una tapa y un batidor de madera.

Todos los tipos de ollas (olas), se emplean mucho debido a que las fuentes están lejos del pueblo y se necesitan para acarrear el agua.

Barreñón.- Se usa para preparar la zarza de los chorizos en la época de la matanza del cerdo y también para lavar la ropa. Como nota peculiar, están reforzados con las tiras de barro, teniendo una forma sensiblemente semejante a los fabricados en otros centros de la alfarería gallega.

Cazoleta.- Tiene dos asas verticales, diametralmente opuestas. Por ser una pieza destinada para cocinar, es bastante consistente. Xarra.- Es un tipo de jarra con pico (bico) que lleva un asa vertical. Decorada con algún cordón, se emplea para el vino. Xarro.- De forma parecida a la de la ola, con un asa vertical, se emplea para servir el vino. Su capacidad puede llegar hasta ocho litros. Ola do leite


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográjica. Loñoá das Olas

107

Cazoleta y xarra

Cántara.- De forma esférica, con cordones que se cortan formando cuadrículas, lleva en su parte inferior un pitorro corto (tifo) para extraer el liquido. Su capacidad oscila entre los 20 y los 100 litros. Se emplea para la reserva del vino.

Cántara

Testo de bica.- Campaniforme, con una pequeña asa en su parte superior se usa a modo de horno del pan y se destina para cocer bollos de harina de maíz sin fermentar (bica); se colocan al calor del hogar y se cubren con esta pieza, tapándose el conjunto con brasa. Sus dimensiones son de 12 cm de altura por 25 cm de diámetro de la base. Botixo de quentar os pes.- Idéntico en su forma y función a los fabricados en los cercanos alfares de Niñodaguia y Tioira.

Xarro

Testo da bica


lOS

JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

ECONOMÍA

Retiradas las piezas del horno, se almacenan en la bodega hasta que comienza la venta. Los alfareros suelen acudir a vender sus productos a las ferias y aldeas próximas.

El trabajo se desarrollaba en talleres familiares, alternando con las faenas agrícolas. Hacia 1936, se dedicaban a la alfarería 15 hombres, cerrando el taller del último alfarero en 1960. CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS 40

AÑos

Las piezas se agrupan en montones de doce, de modo que la boca de las unas, encierre el fondo de las otras; el conjunto ifeixe) se rodea con paja y cuerdas, formando una red y se carga a cuestas, procurando que gran parte del peso descargue sobre la cabeza. El área de venta comprende los lugares de A Peroxa, Pinto, Luintra, Ourense, Orbán, Melias, Rabeda, Calvelle, Moreiras y Velle. La alfarería en Loñoá, tuvo un carácter de actividad económica complementaria de la agricultura, siendo ésta la ocupación fundamental. ORGANIZACIÓN LABORAL

De todos los lugares de la parroquia de Covas, solamente se trabajaba en la alfarería en Loñoá. El oficio era ejercido por hombres, ayudando las mujeres de sus familias en las tareas auxiliares.

Desde 1936, la decadencia del oficio fue constante, hasta que en 1960, a la edad de 35 años, abandonó el último alfarero. Desde entonces, se han destruido los hornos y quedan escasos vestigios de la actividad alfarera. LITERATURA POPULAR. GENTILICIOS

Loñoá, es conocida como Loñoá das Olas, recogiéndose este gentilicio en las canciones populares de la zona. Viva Loña) viva Loña viva Loñoá das Olas vivan os de Santa Marta que é aflor das mozas todas Viva Velle) viva Ve/le e viva Loñoá das Olas viva Ve/le) vivaVélle que é aflor das mozas todas




Algunos aspectos de la cerámzú¡ popular gallega. Descripción etnogr4ftca. Rubiá

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RUBIÁ

Cacharros característicos de Rubiá

LUGAR

Parroquia y Ayuntamiento del mismo nombre. Provincia de Ourense. 1.379 habitantes. El único alfarero dejó de trabajar en 1965.

su preparación. Se emplean dos clases de barro, uno llamado potente o fuerte de gran plasticidad y el otro mucho menos plástico que recibe por esto el nombre de flqjo. PREPARACIÓN DEL BARRO

EL BARRO EXTRACCIÓN y TRANSPORTE

De unos terrenos arcillosos situados en ellugar de A Seara, próximo a Rubiá, se obtiene el barro haciendo pozos con galerías laterales, siguiendo las vetas de mejor calidad. Después de arrancarlo con palas y azadones, se transporta en carros hasta el taller, donde es almacenado al aire libre hasta que es necesaria

El barro se deposita en una pila con agua y se remueve de vez en cuando, y se mezclan las dos variedades citadas en una proporción de tres partes de flqjo por una de fuerte. Cuando la masa resultante adquiere cierta homogeneidad, se saca de la pila y se amasa a mano sobre una mesa de madera para quitarle impurezas y fraccionarlo en pellas dispuestas para ser trabajadas en el torno.


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ V¡\RELA

ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

EL TORNO Y LOS INSTRUMENTOS AUXILIARES

El taller está situado en una bodega, en la planta baja de la casa del alfarero. Por lo general el torno se coloca en una esquina. Tanto el torno como la técnica de modelado son semejantes a los empleados en los alfares de Buño, Niñodaguia, Tioira y otros centros gallegos. El eje gira sobre un rodamiento a bolas; la rueda es golpeada con el pie izquierdo, mientras el derecho descansa apoyado en una piedra. Los nombres del torno, así como de todas las labores cerámicas, son castellanos debido al lugar de procedencia del alfarero cuyo taller estudiamos. A pesar de los cuarenta años que ha vivido en territorio gallego, conserva el vocabulario técnico aprendido en los alfares de Jimenez de Jamuz, comarca de la Bañeza, León.

Horno

LA

COCCIÓN

SECADO y VIDRIADO

EL HORNO

Al ser retiradas las piezas del torno se colocan en tablas de madera que se disponen a la sombra en verano o en el interior en invierno, a [m de que sequen. Poco antes de la cocción, cuando ya están secas, son bañadas en una suspensión de galena en agua y adquieren una tonalidad gris oscura. Durante la cocción esta capa de galena se vitrificará, tomando las vasijas un color marrón casi crema, muy brillante. Actualmente la galena se compra en polvo, pero hasta hace treinta años venía en grano, que era necesario moler antes de preparar la suspensión. A este [m se empleaban unos molinos manuales de piedra, análogos a los descritos al tratar de Buño.

Construido con piedra, ladrillo y barro, de sección cuadrada, cerrado por una bóveda de medio punto, lleva una parrilla de ladrillo, atravesada por catorce agujeros y sostenida por tres arcos. Tiene dos aberturas, de las cuales una es la boca del fuego y la otra la destinada a meter y sacar los cacharros del horno. Sobre los agujeros de la parrilla, se colocan unas tuberías de barro, igualmente agujereadas de trecho en trecho, por donde se reparte regularmente el fuego, a través de todas las vasijas. En la parte alta del horno, hay cuatro huecos que sirven de tiro de aire. Se introduce el alfarero en la cámara del horno y los ayudantes le van pasando los cacha-


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnogréifica. Rubiá

rros para que los coloque apilados, unos encima de otros, desde el fondo hasta la puerta. Una vez colocadas las 250 piezas de todos los tamaños, pues tal es la capacidad del horno, se cierra la puerta con adobes y barro.

LA

COCCIÓN

Al comienzo de la cocción, se va quemando poco a poco combustible a base de matorrales (uces y carqueixas), para aumentar la temperatura gradualmente; en un segundo momento se aviva el fuego, hasta una duración total de 9 horas entre ambas fases. Para saber cuando la cocción está a punto, se introduce por uno de los tiros del techo un trozo de madera; a la luz de la llama producida, se ven las piezas y si éstas tienen un color rojo brillante, es señal de que la vitrificación de la galena se ha producido y debe darse por [malizada la operación, dejando enfriar el horno para retirar las vasijas. TIPOS CERÁMICOS

Por haber [malizado la actividad de este centro alfarero hace seis años, sólo hemos podido observar algunos de los tipos cerámicos aún hoy en día existentes, en Rubiá y en la colección de cerámica popular gallega del Museo Arqueolóxico de Ourense.

Cántaro.- Con una forma idéntica a los hechos en los alfares de Jiménez de Jamuz, tiene el cuello corto y delgado y también una especie de asa vertical, empleándose para el transporte y almacenaje del agua y del vino. Barreñón.- De forma troncocónica, es la boca mayor que el fondo. Se usa para lavar y preparar la masa de los chorizos en la época de la matanza del cerdo. Vidriado en su interior, es

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de tipo análogo a las vasijas gallegas del mismo nombre.

Jarro.- Tiene un pico y un asa vertical opuestos. Se emplea para servir el vino. Jarro de trampa.- Es un tipo de jarro no funcional, sino de carácter lúdico, semejante a los modelos conocidos en Buño y Niñodaguia como xarros de trampa. Botijo.- De forma igual a los descritos en los restantes alfares gallegos. Botijo de rosca.- Análogo a la pieza de este nombre en Niñodaguia y Bonxe. Botijo de Gallo.- Semejante en función y demás a los así conocidos en Buño. Tiesto.- Tiene forma troncocónica, siendo la boca de mayor diámetro que el fondo. Se emplea para colocar plantas.


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JOSÉ .lVIANUEL VAZQUEZ Vi\RELA

Florero, calentador, cazuelas y platos

Calentador.- De forma parecida a una botella, está vidriado por fuera y llenándolo previamente de agua caliente, se emplea para calentar la cama en invierno. Caiflela.- Se emplea para preparar asados. Platos.- Se utilizan para servir la comida, igual que los de Buño y Niñodaguia. Taza.- Son para beber, vidriadas por dentro y fuera, parejas a las cuncas de Buño. Otro aspecto de la producción cerámica de Rubiá, era la juguetería, consistente en reproducciones a tamaño reducido de los cacharros domésticos de uso cotidiano. En ocasiones se fabaricaron figuras decorativas vidriadas. La presente en la foto adjunta, fue hecha como remate de una fuente y es parecida a las que se realizan hoy en día en Jiménez de Jamuz. Esta pieza se encuentra en la colección de cerámica popular del Instituto de Estudios Gallegos "Padre Sarmiento".


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnográjica. Rubiá ECONOMÍA

Los cacharros hechos en e! alfar de Rubiá se vendian por toda la comarca de Valdeorras, especialmente en A Rua, O Barco, Portomourisco, Sigüenza, Lentellais y Oencia. Los vecinos de Portomourisco compraban hasta hace pocos años loza de Rubiá y la revendian en la zona montañosa de O Caure! (véase e! capítulo sobre O Seixo- Portomourisco).

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mente en este pueblo dedicándose exclusivamente a la alfarería. ORGANIZACIÓN LABORAL

Es de tipo familiar, por lo que intervienen las mujeres de la casa en algunas labores secundarias, tales como e! vidriado de las piezas. Al cumplir la edad de 75 años cerró e! taller, por no tener e! alfarero descendencia masculina que pudiese continuar su profesión. CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS

40

AÑos

El excesivo número de alfareros en Jiménez de Jamuz provocó la emigración de algunos hacia lugares donde su profesión fuese rentable. El alfarero de Rubiá abandonó su lugar natal a los 25 años y se estableció deflllitiva-

Durante los casi cincuenta años de actividad de este alfar, no se registró ningún cambio en e! mismo hasta su cierre ocurrido hace nueve años.



Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. Tioira

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TIOlRA

Vista posterior de un horno cerámico

LUGAR

Parroquia de Tioira. Ayuntamiento de Maceda. Provincia de Ourense. 585 habitantes. El último alfarero dejó de trabajar en el oficio en 1968.

pozo de dos metros de diámetro por cuatro de profundidad, de cuyo fondo arrancan galerías con pequeñas ramificaciones laterales (celgas).

EXTRACCIÓN y TRA SPORTE

Los hombres excavan con azadas, picos y palas, mientras las mujeres recogen el barro en cestos y lo transportan hasta la superficie, donde lo amontonan al aire libre para que seque hasta que llegue el momento de llevarlo a los talleres.

Se extrae durante los meses de verano, agosto y septiembre, de unos terrenos próximos (os barreiros), de propiedad particular, cavando un

De estas minas se obtienen dos clases distintas de barro que, mezclándolos en la proporción debida, se utilizarán para confeccionar las piezas.

EL BARRO


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JOSÉ MANUEL VAZQUEZ VARELA

Vista frontal de un horno cerámico

PREPARACIÓN DEL BARRO

ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

El taller suele estar instalado en la cocina de la casa o en algún rincón de la cuadra, siendo lo más frecuente lo primero.

EL TORNO Y LOS INSTRUMENTOS AUXILIARES

El barro se deposita en una pila de madera de castaño (maseira) , donde lo machacan con un mazo del mismo material (pisón), hasta que se deshace en granos fmos. Posteriormente se procede a cribados en un cribo hecho de piel de oveja. El barro fmo ya sin impurezas, se amasa con agua caliente (bregar), sobre un tablero (bregadoiro). Durante la operación del machaqueo se procede a mezclar las dos variedades de barro existentes, en una proporción de 3 partes del barro llamado bo, de color negro, por dos de malo, que es arenoso y de color rojo.

El torno, semejante al empleado en Buño, se impulsa con ambas piernas alternativamente. Las operaciones de modelado, son análogas a las efectuadas en Niñodaguia, con la única diferencia de que las olas son realizadas en dos tiempos: Primero se hace la mitad superior, después la inferior y se unen por la panza alisándolas para que no se note el ensamblaje. Como instrumentos auxiliares se emplean: - O Canivete: Fragmento de madera de manzano, sauce o cerezo, de forma trapezoidal que se emplea para alisar las vasijas.

- Pelico: Trozo de badana o piel extraída por lo general de algún sombrero viejo que se utiliza para pulir.


Algullos aspectos de la cerámica popt/lar ga/lega. Descripción etnográfica. Tioira

Para cortar las piezas, se usa un hilo de coser grueso. SECADO y VIDRIADO

Las piezas se ponen a secar en un armazón situado en el techo de la cocina ifumeiro). El vidriado, a base de galena (o chumbo), se emplea en raras ocasiones y sólo para piezas de poco tamaño.

LA

COCCIÓN

EL HüRNü

De propiedad comunal, es idéntico al modelo más viejo de Niñodaguia. Construido en piedra, abierto por su parte superior, cilíndrico, tiene un pilar (o pión) central, del cual salen diversos travesaños de piedra (aguiias) a las paredes. La parte superior del horno es ligeramente más ancha que la inferior donde va la boca del hogar.

Xarro y quentadores

119

Para colocar las piezas en el horno (enfornar) se introduce en él un especialista en estas faenas que va colocándolas en círculos concéntricos, de modo que las que van a los lados, estén acostadas contra el fondo de la pared, yendo las del medio, boca abajo y metidas algunas dentro de las otras. El horno se enciende con tojos y uces, cuando está mediada la carga, procurando mantener un fuego suave hasta que se remata la colocación de todas las piezas y se recubre con trozos de vasijas viejas. Después de esto se procede a avivar el fuego y tratar de mantenerlo así durante dos horas. En el transcurso de la cocción, se arrojan sobre la parte superior del horno brasas y cenizas, hasta que se estima que las piezas están en su punto, momento en el que se introduce una gran cantidad de leña verde en el hogar, a [m de que se produzca gran cantidad de humo para oscurecerlas.


120

JOSÉ MANUEL VAZQUEZ VARELA

Barril

Ola

TIPOS CERÁMICOS

Quentador.- Con la misma forma y función que la pieza de este nombre en el alfar de Niñodagma.

Cazolo.- Con un asa vertical. Empleado para guardar la grasa de cerdo. Tubo.- De forma cilindrica. Utilizado para encañar las fuentes.

Cazola, xerra, ola

Testo da bica.- En forma de campana, con un asa en la parte superior. Se emplea para preparar pequeños bollos de harina de maíz (bica).


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. Tioira

Barril.- Empleado para conservar el agua fresca, especialmente en las faenas agrícolas del verano. Se hace en dos tiempos. Decorado con incisiones en la panza. Chocolateira.- Con dos asas verticales. Se usa para preparar chocolate. Ola.- Se utiliza para almacenar agua y vino. En algunas zonas, la ola de 10 litros, llamada galleta y la de 20 litros, sirven de medida para el vino. Se fabrican en dos tiempos. Algunas van decoradas con cordones de barro paralelos al diámetro de la vasija y otros perpendiculares a éstos. Xerra.- Con un pico y un asa vertical. Se usa para servir el vino. Xerro.- Parecido a la xerra. Sin pico. Empleado para el ordeño de las vacas. Xoguetes.- son los tipos cerámicos habituales realizados a pequeño tamaño, cuyo destino son los niños. Se venden especialmente con motivo de la fiesta del cercano santuario de los Milagros de Maceda.

Peto

Barreñón

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Peto.- De igual forma y función que las piezas del mismo nombre en Niñodaguia. Barreñón.- Se emplea para preparar la masa, zorza, de los chorizos. Tiesto.- Semejante al tiesto en Niñodaguia. Taza.- Usada para comer caldo o papas de maíz. Perrón.- Sirven para conservar el agua fresca. De forma similar a la pieza de este nombre en Niñodaguia. Se hace en dos tiempos del mismo modo que el barril y la ola. ECONOMÍA

Para la venta de los productos cerámicos existían diversos sistemas: 1a Venta ambulante: Recorrían con una carga, equivalente a 30 ollas, sobre una caballería las aldeas cercanas durante dos días, plazo suficiente para vender todas las piezas.


122

JOSÉ MANUEL VAZQUEZ VARELA

2° Ferias: Acudían a las ferias cercanas, llevando la cerámica en caballerías; las más concurridas eran las de Xinzo da Limia, Maceda, Luintra, Bande, Celanova, Caldelas, Monte do Ramo, Sixtín, Trives, Ourense, Seixalbo, Parada do Sil y Entrimo. 3° Trueque: En la época de la cosecha del maíz y de la patata, se hacían viajes para realizar el cambio de las vasijas por frutos; esto se llevaba a cabo en dos áreas fundamentales: En la comarca conocida como A terra do millo integrada por Grau, A Xainza y Reiriz de Veiga, se hacía el trueque de cerámica por maíz. En la zona de Verín, Xinzo y A Limia, el cambio se hacía por patatas. En Escuadro, Pías, Santizo y Barxelas el producto adquirido eran castañas. Estos intercambios se hacían sobre la base de entregar buena cerámica, de modo distinto a como lo hacían los alfares de Niñodaguia, que dedicaban a esta actividad sólo los productos cerámicos algo defectuosos. La alfarería tenía carácter de actividad complementaria de la agricultura, sostén básico de la zona. ORGANIZACIÓN LABORAL

La organización de los talleres era de tipo familiar, transmitiéndose el oficio de padres a hijos, pues nadie venía de fuera de la comarca para aprender este oficio, aunque algunos labradores enviaban a sus chicos a la edad de 10 años, a los talleres para que aprendiesen el oficio. En ocasiones, alguna persona que no sabía manejar el torno, contrataba a varios alfareros

para que trabajasen en su casa, pagando un tanto determinado por pieza, teniendo el barro ya dispuesto para ser trabajado y encargándose de la cocción y comercialización del producto. El trabajo en la rueda, era exclusivamente masculino, pero en las restantes tareas, la mujer aportaba una valiosa colaboración. Hacia 1936, de los 13 vecinos del lugar de Santa Marta, cuatro se sentaban al torno y el resto los auxiliaba, dedicándose al barro en toda la parroquia, unas 50 personas, en mayor o menor grado. Hacia 1960-62, había en la parroquia, unos diez alfareros, pero el último dejó de trabajar en el pueblo en 1968. Actualmente dos oleiros de la parroquia, de una edad aproximada a 45 y 49 años respectivamente, enseñan la técnica de la cerámica en la Ciudad de los Muchachos de Ourense. VINCULACIONES RELIGIOSAS Y MÁGICAS EN TORNO A LA ALFARERÍA

Uno de los lugares de mayor venta era Maceda, durante la fiesta del Santuario de los Milagros, a donde acudían romeros de zonas muy lejanas que aprovechaban para llevar cerámica de Tioira, caso análogo al de Gundivós (Lugo) al que ya nos referiremos, donde uno de los principales puntos de venta era el Santuario de Aguas Santas, en Pantón, durante la fiesta. CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS 40

AÑos Han sido los siguientes: 1) Disminución del número de alfareros hasta su total extinción en 1968.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. Tioira

2) Desaparición de algunos modelos cerámicos y aparición de otros. LITERATURA POPULAR. GENTILICIOS

Todos los de Tioira llevan en elpantalón una manchita de barro que nos roba el corazón.

Hemos recogido algunas coplas referentes a la actividad alfarera de Tioira.

Santa Marta no tiene tren ni tiene tranvía si nonJora polas olas Santa Marta morrería.

Esta parroquia es conocida por las comarcas próximas e incluso lejanas (por ejemplo en Saber- Lugo), como A Terra das Olas.

Tioira e Cimadevila onde se jan as olas viva Sevilla.

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Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográjica. Bamio

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BAMIO

LUGAR

ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

Parroquia de Bamio. Ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa. Provincia de Pontevedra. 1.241 habitantes. Hubo talleres de cerámica hasta 1950.

EL TORNO Y LOS INSTRUMENTOS AUXILIARES

El torno, semejante al que se emplea en Buño, se maneja con ambas piernas, descansando alternativamente una y otra en el estribo de madera.

EL BARRO EXTRACCIÓN y TRANSPORTE

El barro, plástico y de gran calidad, procede de Villalonga-Dena, desde donde se transporta en lanchones de madera. PREPARACIÓN DEL BARRO

El taller está instalado en la cocina o en un alpendre próximo a la casa, mientras que el horno queda al aire libre. La arcilla se deposita en una pila de piedra durante un día procurando que se empape de agua; a continuación, sobre una losa (laxe) se machaca con mazos y se pisa hasta lograr una masa de determinada consistencia.

Con instrumentos auxiliares se utilizan: La caña, análoga a la de Buño en forma y función; un trozo de correa para pulir y un hilo de coser grueso para cortar las piezas. La técnica de modelado es idéntica a la de Buño. SECADO y VIDRIADO

Las piezas se colocan a secar en tablas, al aire libre en verano y en el techo de la cocina ifumeiro) durante el invierno. El vidriado se emplea para algunas piezas, sumergiéndolas en una disolución de galena con agua. Si este producto viene en grano, se pulveriza por medio de unos molinos manuales (moas), idénticas a las utilizadas en la molturación del maíz.

LA

COCCIÓN

EL HORNO

Antes de pasar al torno, es necesario amasarlo en pequeñas proporciones, quitándole a mano todas las impurezas que pueda tener.

Tiene forma cilíndrica y está abierto en su parte superior, posee una parrilla de ladrillo


126

JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

sostenida por dos arcos de medio punto cruzados, que en ocasiones se apoyan en un pie central que arranca de la base del hogar.

LA

COCCIÓN

Un especialista coloca las piezas en el interior del horno (enfornar) auxiliado por hombres y mujeres; cuando está a media carga, se enciende un fuego suave y se continúa colocando las vasijas, hasta alcanzar la parte superior; allí una capa de fragmentos cerámicos las recubre y concluida la carga, se aviva el fuego, quemando tojo y ramas de pino. Las piezas que se vidrian, son cocidas dos veces, primero, sin haber sido bañadas con galena y después se les da el baño y se vuelven a meter al horno. TIPOS CERÁMICOS

A pesar de repetidas visitas a Bamio, no hemos logrado ver ninguna de las piezas allí fabricadas, pues el plástico y los productos metálicos han invadido todo el terreno del antiguo mercado de la cerámica. Del examen de las escasas vasijas que hay en el Museo de Pontevedra, Museo del Pueblo Español de Madrid y en la colección de cerámica popular gallega del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento, hemos podido comprobar su parecido con la del resto de los alfares gallegos, especialmente Buño. Los productos elaborados en Bamio eran, fundamentalmente: barreños, chocolateiras, perróns, olas, tarteiras, cazolas, pucheiros, y macetas, semejantes a las piezas que con idénticos nombres se fabrican en otros sitios.

ECONOMÍA

Transportando las vasijas en tren o camión, se vendían en la zona de Villagarcía, Caldas de Reis, Padrón, Santiago, Santa Uxía de Ribeira, Cambados, Pontevedra, Redondela, Cangas y Noia. Del pueblo de Taragoña acudían revendedores que las comercializaban en un área similar. La alfarería era un importante complemento económico de la agricultura, ocupación básica de Bamio. ORGANIZACIÓN LABORAL

Los talleres solían ser de tipo familiar, sin asalariados, en los que ayudaban las mujeres en labores secundarias. El oficio se transmitía por vía familiar, de padres a hijos. En 1930-36, había alrededor de unos 50 alfareros (louseiros) trabajando, pero poco a poco dejaron el oficio hasta que el último taller cerró aproximadamente hace unos 20 años. Aún hoy día viven 5 personas que trabajaron en el barro pero ahora son jubilados de otras profesiones, en su mayoría navegantes. CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS

40

AÑos

El oficio ha desaparecido hace 20 años, debido a la competencia con los productos industriales, dureza del trabajo y poca rentabilidad económica.




Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnogr4fica. Gtmdivós

129

GUNDIVÓS

El alfarero retira la vasija del torno y la coloca en la tabla para secar.

LUGAR

Parroquia de Gundivós. Ayuntamiento de Saber. Provincia de Lugo. 715 habitantes. El último taller alfarero cerró en 1968. Trabajan en el torno hombres y mujeres.

A Vezga de Liñares, A Vézga do Bolo, A Vezga do Carracedo, A Vezga de Lovios, pagando un canon en metálico al dueño del terreno. Con picos y azadas se excavan pozos de hasta dos metros de profundidad, después se transporta en carros de bueyes hasta las casas de los alfareros.

EL BARRO EXTRACCIÓN y TRA SPORTE

Se extrae, por lo general, en verano, de terrenos de propiedad particular en los lugares de

Existen dos clases de barro, uno de color blanco muy plástico (barro de corpo ou de correa) y otro menos plástico que el primero, de coloración similar.


130

JOSÉ

J\!L\ DEL VÁZQUEZ VARELA

Taller al aire libre. En el centro del torno se aprecia la base de la futura vasija.

PREPARACIÓN DEL BARRO

Por ser el torno móvil, no existe taller, utilizándose para preparar el barro cualquier alpendre próximo a la casa. Se deposita el barro sobre un suelo formado por piedras lisas (barreiro) , donde se arrojan cubos de agua para mantenerlo blando; de aquí se saca en montones, que colocados sobre una losa (pedra do barro), son golpeados con palos y posteriormente con un mazo de madera (mallo), amasándolo fmalmente con la mano, para quitarle las impurezas. ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

EL TORNO Y LOS INSTRUMENTOS AUXILIARES

El torno (a roda) es un disco unido por su cara inferior mediante cuatro palos, a una cruz

de brazos iguales, con un agujero circular en el medio, por el cual atraviesa un eje que apoya en una base paralepipédica. Todo el conjunto está construido en madera de cerezo (cerdeira). El citado disco lleva otro encajado en su centro, de madera más dura para evitar el desgaste, que levanta un par de centímetros sobre el primero para facilitar la retirada de las piezas, una vez acabadas. Sobre el disco menor ifondeira), se realizan las piezas, mientras que el otro sirve para ser impulsado con las manos y poner en movimiento el conjunto. En la parte inferior de la fondeira va encajada una placa paralelepipédica de madera dura donde se apoya el eje; esta pieza llamada catalina es del mismo material que la otra placa (a buxa), colocada en el centro de la cruz y ambas tienen la misión de resistir el desgaste por ser los puntos de fricción del torno.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descrzpción etnográfica. Gundivós

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Preparación y colocación del primer rollo (cerillote).

Como instrumentos auxiliares del modelado se emplean un trozo de madera (a pite/a), para dar forma y alisar las paredes de la vasija y un trozo de cuero para pulirlas. Al lado del torno siempre está un pequeño recipiente conteniendo agua para que el alfarero pueda mantener las manos húmedas en todo momento (o cacho da agua). TÉCNICA DE ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

Se moja el disco superior (a fondeira) , y poniendo el torno en marcha a poca velocidad, se deposita un pequeño trozo de barro sobre el mismo. Golpeándolo con el canto de la ma-

no derecha y ayudándose de la pitela, se va extendiendo hasta que adopta forma circular Con pellas de barro, a las que se va dando forma con las palmas de las manos, se hacen rollos cilíndricos (cerillotes) de una longitud variable según el diámetro de la vasija que se construye. Obtenido el rollo se procede a pegarlo a los bordes del fondo, de esta forma se va levantando la pared de la vasija. Una vez que sobre el fondo se ha formado este anillo de barro' se procede a realizar nuevamente la operación, pegando otro rollo sobre el anterior; de este modo, colocando rollos (enrolar as olas) indeflllidamente, van creciendo las piezas.


132

JOSÉ Mi

UEL V ÁZQUEZ Vi\RELA

Colocación del segundo rollo y fases siguientes.

Cuando los anillos superpuestos alcanzan cierta altura, se pone en marcha a mayor velocidad el torno y se va dando forma a las vasi-

jas con ambas manos. Con la pitela se dan unos pasos para estirar el barro y así adelgazar las paredes (subir as cavas, análogo al subir as vias en


Algunos a.pectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnográfica. Gtmdivós

133

Rematando la vasija con el empleo de la pite/a.

los alfares donde se usa el torno alto unpulsado con el pie). Se da un primer pase desde el fondo hasta el medio, después desde lo alto hasta el medio y filialmente de abajo arriba. Cuando éstas se han alisado, se procede a pulirlas frotándolas con un trapo; todas las operaciones se realizan impulsando el torno a cortos u1tervalos de forma que cada vez se vaya adquiriendo mayor velocidad, que en las primeras fases (hacer el fondo, colocar los rollos).

Se muestran en las fotografías la serie de operaciones para la elaboración de una jarra de pequeñas dimensiones. Por no tener barro, el alfarero la realizó en plastilina de varios colores, de forma que se puede apreciar la estructura anular de las paredes.

Una vez acabada la pieza, se resuelve el colocarle las asas y decorarla o reforzarla con la aplicación de cordones de barro, o realizando punteados y lineas incisas en el barro fresco, usando la pitela para tales detalles.

En el caso de la construcción de piezas de gran talnaño, tales como ámboas y barreños, se procede a realizar la pared en varias fases, haciendo en una primera hasta 1/3 del total; cuando esta parte seca, se procede a colocar la

Se puede observar en las fotos que hay franjas de distintos colores en las paredes de la jarra, correspondientes a los distintos anillos empleados en su elaboración.


134

JOS]~ lvIANUEL VÁZQUEZ VARELA

Retirada de la pieza del torno.

siguiente. También se suelen hacer unos apoyos de barro, colocándolos en la parte inferior de la vasija para darle mayor resistencia mientras no seca el barro. Para estos tipos, se necesitan dos operarios, uno va colocando los rollos y otro impulsa la rueda. SECADO y VIDRIADO

Al sacar las piezas del torno, se colocan en tabIas de madera que se ponen al sol en invierno y a la sombra en verano (v. foto pág. XX), Y también en el techo (canizo) de la cocina (lareira), para que el calor de la misma ayude a secar. N o existe el conocimiento de vidriado, salvo la operación de echar por la parte superior del horno cuando está concluyendo la hornada, un par de platos de sal, a fm de que las piezas quedasen más rojizas; si al echar la sal salían llamas azules, se daba por buena la operación.

LA

COCCIÓN

EL.HORNO

De piedra, es de forma casi cilíndrica, abierto y orientado en cualquier dirección; en su interior es algo más ancho en su parte alta. La pared frontal donde se encuentra la boca del hogar (bufareira) , es recta. Carece este horno de parrilla, las piezas inferiores de la hornada están en contacto directo con el fuego. Son de propiedad privada o de una familia por herencia, estando instalados cerca de las casas y del alpendre donde se guarda la leña de la cocción. Para colocar las piezas en el horno, se procede a poner las viejas con el fondo contra la pared, acostadas todo alrededor y, en el centro dos o tres boca abajo, procurando dejar huecos para que en ellos se produzca la combustión del to-


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. GUl1divós

135

Horno.

jo y otras plantas con las que se realiza la cocción. Sobre estas piezas de la parte inferior, se disponen las restantes, de forma que las que van en contacto con la pared, lo hagan con sus fondos, descargando así el peso de las piezas, parte en las otras y parte en las paredes; por eso el horno anchea, según aumenta la altura.

manojos de tojo poco a poco, hasta [matizar la colocación de las piezas. Entonces se procede a avivar el fuego con el concurso de dos hombres, uno arrojando el combustible al hogar y el otro acarreándolo. Ellos introducen tojo y uces secos con una horquilla y un palo de roble de 4 o S metros de longitud.

Cuando debido al número de piezas, caso frecuente, éstas sobresalen de la boca del horno, se construye un pequeño muro alrededor, empleando piedras y vasijas viejas o rotas, cubriéndose todo el conjunto con trozos de otras piezas. La colocación de la hornada la realizan especialistas, pues esta función requiere cierta práctica.

Durante la cocción, hombres y mujeres echan sobre la parte superior del horno leña verde, hojas, estiércol y desperdicios. Durante el verano se mojaba el material destinado a ser colocado sobre la cima del horno. El punto de cocción se sabe en el momento en que las piezas toman un color rojo o blanco muy VlVO.

TÉCNICA DE COCCIÓN

Cuando ya está lleno medio horno, se procede a encender un fuego muy suave, quemando

Esta operación dura unas 7 horas aproximadamente' de las cuales 3 eran para templar (temperar as olas), y las restantes para calentar


136

JOSÉ Mi\NUEL VAZQUEZ VARELi\

Xarros

(quentar as olas). En algunas ocasiones, para que las piezas saliesen más rojizas se arrojaban sobre ellas, durante la cocción, dos platos de sal; si casi todo estaba en su punto, al hacer esto salían llamas azules, lo cual se interpretaba como señal de que todo iba bien y el resultado sería favorable. La ceniza resultante se emplea para abono de los campos.

Xarro decorado con un perro en la parte superior del asa.

TIPOS CERÁMICOS

Xarros.- Usados para servir el vino, tiene un asa y un pico y van decorados con un cordón que cae desde la parte trasera del pico hasta la panza, a ambos lados del mismo y con una línea de puntos incisos a lo largo de la panza. Los hay de diversas capacidades, desde 1 a 12 litros; por lo general está cubierta la pared interior de pez.


AlgunoJ aJjJectoJ de la cerámica popular gallega. DeJcripción etnográfica. GzmdivóJ

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Olas

Peto.- De forma esférica rematado en un botón, es hueco y lleva una ranura, empleándose para guardar ahorros. Generalmente la usan

Cazola.- Se emplea para cocinar y es de superficie lisa, con dos pequeñas asas en la panza.

siones les dan los familiares y padrinos.

Ola.- Empleada para ahnacenar agua y como medida de vino, tiene las paredes lisas y su capacidad es de 8, 14 Y16 litros.

Escorrecubas o barca/.- Destinado a recoger el vino que gotea de la espita de las cubas.

Cántara.- Se emplea para transportar y almacenar agua y vino. Tiene el cuello vertical y va

los niños para ahorrar el dinero que en oca-

Escorrecubas o barcal y cazola


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JOSÉ "MANUEL VAZQUEZ Vi\RELA

Maceta

Barreñón

Asador

Barreña

Botixo

Barreña usada como maceta


AlgulZOS aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción ettlogr4fica. Gtmdivós

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Testo

Ámboa

decorada con cordones, uno horizontal en la panza siguiendo el diámetro máximo, y dos o tres perpendiculares a éste, que arrancan del cuello de la vasija.

Asador.- De forma casi elíptica, se emplea para asar.

Fonte

Pucheiro.- Usado para recoger la leche durante el ordeño de las vacas.

Barreña.- Se emplea para lavar, y en ocasiones para preparar la zarza.

Botixo.- Recipiente para las grasas y la miel, va decorado con incisiones.

Amboa.- De grandes dimensiones, lleva las paredes reforzadas con cordones de barro paralelos entre sí. Recubierta interiormente de pez, tiene en la parte inferior una espita para quitar el líquido. Se emplea para almacenar el vino.

Maceta.- Decorada con incisiones y líneas onduladas, se utiliza para flores y plantas. Barreñón.- De forma de tronco de cono invertido, se emplea para preparar la masa (zorza) con la que se rellenan los chorizos. Los cordones de barro que recorren la cara externa, sirven de refuerzo y decoración al tiempo.

Testo.- Recipiente para el agua, se usa para transportarla y almacenarla. Fonte.- Empleada para servir la comida, guarda también la manteca.


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

Chocolateira.- Empleada en la preparación del chocolate, es de forma semejante a los pucheiros. Tazas.- Análogas a la cunca de Buño y Niñodaguia. Boleiros.- De forma y función análoga a los fornos de pan de Mondoñedo y a los testas da bica de Loñoá. Pote.- Vasija que descansa sobre tres patas y se utiliza para cocer alimentos, tiene forma similar a las vasijas de hierro de igual nombre. En la época de Navidad se fabricaban barreñas y barreñones con destino a la matanza; en mayo, olas para el sulfato que hay que dar a las viñas para preservarlas de algunas plagas. Cántaros y jarros (xarros) se vendían especialmente en la fiesta de Aguas Santas. También se hacían piezas de gran tamaño similares a las descritas en Bonxe y con idéntico nombre (ámboas). ECONOMÍA

El alfarero o su familia vendían las piezas en las ferias próximas de los lugares de Monforte, Saber, Ferreira de Pantón, Chantada, Escairón, Caldelas y Parada do Sil.

Chantada, cántaros de medida del vino con capacidad para 18 litros. Fué un trabajo complementario de la agricultura, que se realizaba a lo largo del año con distinta intensidad, variando la producción y la venta de los productos según la época del año; así en mayo, como ya dijimos, se hacían ollas para el sulfato de las vides, con 14 o 16 litros de capacidad y en torno a Navidad, barreñones para la matanza. El trabajo de un día dedicado sólo al barro, era de 30 ollas. Una hornada podía llevar más o menos 110 ollas de tamaño medio. Hacia 1968, trabajando un solo alfarero plenamente durante una semana, era capaz de realizar una hornada que cargase un carro de loza, valorado de 4.000 a 5.000 pesetas, lo cual a pesar de la pérdida de tiempo que supone extraer el barro, acarrear tojo, enfornar, cocer, desenfornar y vender, resulta un salario realmente muy alto dentro de los normales en el medio rural. Damos a continuación, una referencia sucinta del precio de venta de algunas piezas: - Barreñones, 500 pts. - Jarro pequeño (xarro pequeno) 15 a 20 pts. - Cántaro, de 40 a 50 pts. por vasija. ORGANIZACIÓN LABORAL

Las llevaban en montones de ocho piezas a la cabeza, o al hombro y también en carros. Asimismo las comercializaban los revendedores (recatós ou revendós) que las distribuían por zonas más lejanas: Sarria, Pobra, San Clodio. Casi la totalidad de los alfares acudían a vender al Santuario de Aguas Santas, en Pantón, el día de la fiesta, llegando a juntarse hasta 40 carros de barro. Alli vendían para la gente de

El oficio era propio de hombres y mujeres, aunque proporcionalmente era mayor el número de los primeros. En toda la parroquia de Gundivós se trabajaba en la alfarería, especialmente en los lugares de Campoverde y Gundivós o Vello (donde había alfareras), Matovelle, Vilanova, Pena Carboeiro y Seoane. Eloficio se aprendía por tradición familiar, pasando de padres a hijos, no viniendo gente de fuera.


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descnpción etllográjica. Gundivós.

Cuando es el hombre el que ejerce la alfarería, se encarga de todo, desde la extracción del barro hasta la venta de los productos, auxiliándale la mujer sólo en el abastecimiento de combustible para la cocción. Si es mujer, elabora los cacharros, pero en la cocción y la venta actúa el hombre y auxilia la mujer. Es una empresa familiar sin asalariados.

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edad. Desde entonces los hornos se han arruinado y no es posible, o al menos probable, que vuelva a reactivarse esta tradicional actividad artesana. A pesar de que en fechas recientes, el oficio daba dinero, el cambio de valores en la juventud ha hecho que se rechace esta profesión.

CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS CUARENTA AÑos

También su decadencia fue debida a los pro-

Hacia 1962, había seis alfareros, pero el último de ellos dejó el oficio en 1968 a los 41 años de

ductos de plástico y metálicos ya las traídas de agua, lo que hizo que los cacharros perdieran su funcionalidad.



Algunos aspectos de /0 cerámica popt/largallega. Descripción etllogreifica. O Seíxo-Portomot/risco.

o

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SEIXO

PORTOMOURISCO

Torno completo con una vasija.

LUGAR

Presentamos conjuntamente estos dos centros alfareros de alfarería femenina debido a la semejanza existente entre los mismos y su proximidad geográfica.

tivamente. Ayuntamiento de Petín. Provincia de Ourense. Hace aproximadamente 30 años que cesó la alfarería. EL BARRO EXTRACCIÓN y TRANSPORTE

o

Parroquia del mismo nombre en el Ayuntamiento del Bolo. Provincia de Ourense.155 habitantes. SEIXO.

Parroquia del mismo nombre, comprende los lugares de Portela y Portomourisco, con 248 y 437 habitantes, respec-

PORTOMOURISCO.

Lo extraen hombres y mujeres durante los meses de verano, de unos terrenos arcillosos (as barreiras), próximos a los pueblos de Freixido y Portela y en ocasiones de Larouco. Con azadas, se abren hoyos (minas), de donde se saca el barro que se carga en cestos y es trans-


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JOSÉ MANUEL VAZQUEZ VARELA

Partes inferiores del torno, desmontadas.

Partes inferiores del torno, montadas.

portado a lomos de caballo hasta los domicilios de las alfareras.

cara inferior, mediante cuatro palos de 30 cm de longitud cada uno, a una cruz de brazos iguales de 56 cm de largo; en el centro de la cruz hay un agujero a través del cual atraviesa un eje (rodicio ou viu) de 24 cm de altura, que descansa sobre un pie de madera de unas dimensiones aproximadas de 40 cm por 30 cm por 4 cm De esta forma el conjunto superior Oa rueda y la cruz ) queda apoyada y gira en torno al eje. En el centro de la rueda va encajada una placa rectangular de madera, también, donde se coloca el barro para hacer el fondo de las vasijas. Todo este conjunto suele ser de castaño (castiñeiro).

PREPARACIÓN DEL BARRO

Existen dos variedades, un barro de gran plasticidad, que recibe el nombre de Jlqjo o estoupón y otro menos plástico, que recibe por eso el nombre de forte. Se ahnacena en montones (barreiros), en la casa o en alguna dependencia aneja a la mislna; alli se le echa agua y se revuelve, mezclando las dos variedades mencionadas en una proporción que varía según la experiencia de cada alfarero. Cuando se considera el barro bien mezclado, se procede a amasado a mano y se deposita encima de una piedra lisa, a [m de quitarle con las manos las impurezas que lo puedan acompañar. Después de esas fases queda el barro preparado para ser modelado en el torno. ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

EL TORNO Y LOS INSTRUMENTOS AUXILIARES

Conocido como a roda, consiste en una rueda de madera de 50 cm de diámetro unida, por su

El torno, debido a su poco peso se lleva de una parte a otra y no necesita de un lugar especial para su colocación, por lo cual se instala en cualquier parte, en verano a la puerta de la casa y en invierno en la cocina. Para elaborar las piezas, auxiliando la labor del torno se emplean dos instrumentos: uno de madera de forma irregular, pero aproximada a la de un rectángulo ifanadoiro) , utilizada para conformar, alisar y pulir las vasijas y para hacer, a veces, las incisiones con las que van decoradas. El otro instrumento es el cuero: un trozo de cuero o de badana extraída de un sombrero viejo vale para alisar y pulir las ollas.


Algunos a.pectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. O Seixo-Portomourisco.

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Parte superior del torno, invertida.

Torno completo montado, con un xarro.

Durante el modelado de las piezas, las manos del artesano han de mantenerse húmedas constantemente para que el barro tenga cierta consistencia mínima, pero sin perder la plasticidad necesaria para poder ser modelado; a este [ID, al lado de la rueda hay siempre un pequeño recipiente con agua donde moja sus manos el alfarero. La técnica es la del urdido, igual a la descrita para Gundivós.

canales (caniteiros), por los que circula el fuego. La operación de colocar las piezas en el horno, es tarea masculina, propia de un especialista en esta labor, quien las coloca unas sobre otras, formando círculos concéntricos. Si la altura del montón de piezas es superior a la del horno (caso frecuente), se hace alrededor de las que sobresalen un muro provisional, utilizando piedras, cacharros viejos, recubriéndose el conjunto con fragmentos cerátn1cos.

SECADO y VIDRIADO

Las piezas según van saliendo del horno, se colocan en unas tablas a secar, en verano al aire libre y en invierno, en el techo de la cocina. No se empleó nunca el vidriado en este centro alfarero.

LA

COCCIÓN

TÉCNICA DE COCCIÓN

La cocción se realiza en dos fases: 1a._ Temperar. Consiste en encender el horno e ir quemando pequeños manojos de combustible (retamas y tojos) con objeto de aumentar la temperatura de un modo lento y gradual.

EL HORNO

Situado al aire libre, es de piedra, de forma cilíndrica y abierto en su parte superior, de unas dimensiones aproximadas de 1,70 m de diámetro por 1,80 m de alto. En su parte inferior lleva una boca para introducir el combustible. Tiene una parrilla formada por tres muretes de piedra paralelos, lo que da origen a cuatro

2a ._ Atizar. En ella se alimenta constantemente el horno al objeto de mantener un fuego lo más vivo posible, arrojando para ello grandes haces de combustible con ayuda de ganchos de gran tamaño lforquita de ferro). Este proceso dura 3 ó 4 horas y durante el mismo se arrojan 4 veces las cenizas (borrallo) y brasas ardientes sobre la parte superior del horno.


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

TIPOS CERÁMICOS

Barreñón.- Empleado para lavar y preparar la zarza de los chorizos. Está reforzado y decorado con cordones de barro. Perigüela.- En forma de tronco de cono invertido. Se utiliza para asar. Cántaros. - Reforzados con cordones de barro, se utilizan para guardar aceite o vino, en este último caso se embadurnan de pez interiormente. En la parte inferior llevan una espita para dar salida al liquido que contienen. Barri/.- Panza esférica con cuello estrecho y corto con un asa. Se emplea para mantener fresca el agua.

Barreñones

La tarea [maliza cuando las piezas están bien cocidas; para determinar este momento, se espera hasta que adquieren un color rojizo (rubias), y entonces se arrojan contra ellas algunas piedrecillas; si el sonido del choque es claro y metálico (tintinear), es que llegó el momento de suspender la alimentación del horno.

Cántaro


Algt/llOJ a.rpectoJ de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. O Seixo-Portomourisco.

Barrila.- Semejante a la anterior, pero con dos asas en vez de una.

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Huchas.- Para guardar el dinero de los runos, de forma semejante a las de Buño y NiñodagUla.

Pucheiro.- Para almacenar agua o grasa de cerdo. Cazolas.- Con dos asas, se utilizan para cocinar y guardar grasa de cerdo. Xarro.- Con un pico, tiene un asa vertical diametrahnente opuesta. Se emplea para servir el VillO.

ECONOMÍA

La cerámica es una actividad económica casera complementaria de la agricultura. El área de venta de Portomourisco coincide en parte con la de O Seixo, siendo los lugares de venta más importantes para el primero: Cibreiro, Oulego, Santo Tirso, Arnadelo, Melernas, Calfernas, Os Corrales, Mosteiró, Pena Caila, Ferramolin, Manzaneda, A Gudiña, A Barril

Pucheiro

Xarro


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

Mezquita y varios puntos de la comarca del Bierzo hasta llegar a las proximidades de Villafranca, todos ellos situados en las comarcas gallegas y leonesas, de habla gallega, próximas al citado centro alfarero. Los productos de O Seixo se vendían en Sigüenza, Baña, Viana do Bolo, A Gudiña, Verín, Flor de Rey, Vilardevós, O Castro de Caldelas yel área del Bierzo más próxima a Galicia.

La venta era realizada por hombres o mujeres en las ferias o recorriendo los pueblos, con caballerías o bien cargando las piezas al hombro en montones envueltos en una especie de red, de forma que el peso descargase en parte sobre la espalda y en parte sobre la cabeza. En alguna zonas se realizaba el trueque de las piezas por productos agrícolas, fundamentalmente maíz y centeno. ORGANIZACIÓN LABORAL

A comienzos del presente siglo, había gran cantidad de mujeres dedicadas a la alfarería; prácticamente cada ama de casa, aparte de sus labores hogareñas, trabajaba en la cerámica, oficio que se transmitía de madres a hijas al llegar a los 14 años, y aún cuando no todas las mujeres sabían manejar el torno, todas ayudaban en los trabajos auxiliares, tales como extracción del barro, transporte y amasado del

mismo. Los hombres estaban exclusivamente especializados en las faenas propias del horno y de la venta a largas distancias, con ayuda de caballerías, pudiendo auxiliar en la extracción y transporte de la materia prima. CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS 40

AÑos

Hace aproximadamente 30 años, paró la alfarería. La causa inmediata, según las antiguas profesionales, fue que debido a ser un oficio duro, sucio y pobre, las hijas se negaron a aprender éste de manos de la anterior generación, por lo cual fue decayendo con el retiro de las alfareras al envejecer. Los pocos cacharros que aún hoy se guardan, han adquirido gran valor, debido a la gran demanda de que son objeto por parte de anticuarios o de coleccionistas procedentes de la burguesía urbana. Los hornos han sido totalmente demolidos, por lo cual su reconstrucción se basa en informes orales, pero aún hemos alcanzado a ver un torno y su funcionamiento. En numerosas casas de la comarca de Valdeorras se encuentran piezas que sirven como adorno o como florero; pero en todo caso, su pérdida de función ha sido casi total, pues solamente se utilizan para la matanza, en pocas casas, los antiguos barreños para la preparación de chicharrones y chorizos.




Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnográfica. Santo Tomé das Olas

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SANTO TOMÉ DAS OLAS

Tres olas de Santo Tomé en el Museo Provincial de Ourense

LUGAR

EL BARRO

En varias aldeas pertenecientes a Santo Tomé das Olas y a Macendo se realizó cerámica hasta hace 27 años; debido a la selnejanza de las técnicas y a la proximidad geográfica, citamos solamente a la primera de las parroquias. Parroquia de Santo Tomé. Ayuntamiento de Cartelle. Provincia de Ourense. 245 habitantes.

EXTRACCIÓN y TRANSPORTE

Las n1ujeres alfareras extraen el barro excavando con azadas, en unos terrenos de propiedad particular, próximos al pueblo, por cuya utilización hay que pagar una cantidad convenida con sus dueños. Posteriormente se


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JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VAllliLA

Piedra para machacar el barro

transporta hasta las casas en carros de bueyes. Se emplean dos clases distintas de barro, una llamada barro blanco o magro, procedente de los lugares de Pereiros y Reigoso, situados en el camino de Ramirás a Cartelle; la otra de una calidad más plástica que la primera se llama barro gordo o de liga y se obtiene cerca de O Cumial.

Se combinan los barros y se amasan a mano con fuerza hasta lograr una pasta homogénea. Cuando se alcanza este punto, se preparan pequeños bollos de barro para ir al torno. N o existe propiamente taller, debido a que el torno es móvil. La piedra de machacar el barro' se encuentra a la puerta de la casa.

PREPARACIÓN DEL BARRO ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

Mientras no se necesita el material, se deja secar al sol para que adquiera cierta consistencia. Para su empleo pasa por varias fases, de las cuales la primera consiste en machacarlo sobre una piedra plana (pedra de pitar o barro) con una barra de hierro de sección cilíndrica (jouce do barro). Esta operación está destinada a eliminar las impurezas y a mezclar los dos tipos de barro anteriormente descritos, en una proporción de una parte de magro por una y media de liga.

EL TORNO Y LOS INSTRUMENTOS AUXILIARES

El torno, llamado roda, está formado por una rueda de madera de un diámetro aproximado de 50 cm unida por cuatro palos (veos), a una cruz de brazos iguales, atravesada en su centro por un eje (veo do medio), que se apoya en una base de madera. Entre el eje y la parte inferior de la rueda va colocado un trozo de suela para disminuir el rozamiento del torno durante


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnogr4fica. Santo Tomé das Olas

sus giros. Se maneja con ambas manos especialmente la izquierda, dándole un sentido de giro contrario al de las agujas del reloj. Este tipo de torno es análogo al empleado en Gundivós y O Seixo-Portomourisco. Como elementos auxiliares se emplean un trozo de madera de forma rectangular (acha), para alisar las paredes y un trapo para el pulido.

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Durante todas estas fases, las manos de la alfarera deben estar mojadas para lo cual se usa una vasija con agua (cacho). El ritmo de producción es de unas 20 ollas por jornada dedicadas íntegramente a la alfarería. Pero habitualmente esta cifra es menor ya que este trabajo ha de simultanearse con las labores domésticas y agrícolas propias de la mujer aldeana de la zona.

TÉCNICA DE ELABORACIÓN SECADO y VIDRIADO

Se moja el centro de la rueda y se deposita una pequeña cantidad de barro que se extiende golpeándola con el canto de la mano derecha, haciendo girar despacio el torno, para que tome forma circular; de esta manera queda hecho el fondo de la futura vasija. A continuación con ambas manos, se cogen pellas de barro que se frotan entre las palmas, dándole forma de rollo de sección circular delgado y de unos 30 cm de longitud. Hechos varios de estos rollos (rolos) se van pegando sucesivamente unos sobre otros, a partir del primero que se coloca sobre los bordes del fondo de la pIeza.

Las vasijas al ser retiradas del torno se colocan a secar en tablas puestas a la sombra o en la cocina de la casa. Una vez que las piezas están secas, se pulen frotándolas con un canto rodado (coio) en su totalidad o bien sólo en la parte superior, siendo esto último lo más frecuente. En este núcleo alfarero no se empleó nunca el vidriado. LA COCCIÓN

EL HORNO

Una vez colocados los rollos, queda el esqueleto de la pieza formado por una serie de anillos concéntricos de barro. Puesta en marcha la rueda, mediante sucesivos tirones de la mano izquierda (tanguer a roda), utilizando ambas manos, una por la cara interna y otra por la cara externa, se van uniendo los anillos y de esta manera comienza a adquirir fIrmeza la pared de la vasija. A fm de dejar las paredes uniformes y regulares se frotan con un trozo de madera de forma rectangular (acha), recorriéndolas varias veces de arriba a abajo y viceversa (subir e baixar o barro), y a continuación se pulen con un trapo.

Reconstruido hipotéticamente segÚn información oral, es de forma cilíndrica, abierto por su parte superior, con una parrilla formada por una serie de arcadas de piedra (ghateiros), que van desde la pared hasta un pilar de piedra situado en el centro del horno. En la parte inferior hay una pequeña abertura destinada a la alimentación del fuego a base de retamas y ramas de árboles. Las dimensiones aproximadas del horno son 3,5 m de diámetro por 2,5 m de altura. TÉCNICA DE COCCIÓN

La cocción se desarrolla en dos fases:


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JosÉ M

UEL

V ÁZQUEZ VARELA

1a: La denominada esquentar, consiste en mantener una temperatura regular y suave, quemando poco combustible. 2a : La llamada cocer, pretende conseguir una temperatura elevada, alimentando el fuego intensamente. Cuando las piezas muestran colores que la experiencia indica que son los propios del momento óptimo de la cocción, se procede a cubrir la parte superior del horno con leña verde y corteza de pino, sobre la que se arroja ceniza y brasas. Se tapa la boca del horno y se deja el conjunto hasta que se acaba totalmente la cocción. Una vez apagado, se procede a recoger las piezas que ya están dispuestas para su comercialización. TIPOS CERÁMICOS

Debido al tiempo transcurrido desde la desaparición de estos alfares hasta el momento de realizar nuestro estudio, unos 25 años aproximadamente, ha sido difícil localizar cerámica elaborada en esta zona. Por esta razón sólo podemos ofrecer una corta lista de materiales. En el Museo Provincial de Ourense, existen algunas piezas de procedencia desconocida, alguna de ellas con inscripción de 1889, que por su técnica y forma creemos que pertenecen a los alfares que aquí describimos:

Ola.- Olla de color negro, superficie pulida, sin decorar. Las piezas existentes en el Museo, son de este tipo y presentan una decoración hecha a base de estampillas, así como nombres propios y la fecha 1889 antes mencionada.

O/a

Son utilizadas para el agua y como medida de vino en la comarca de O Ribeiro. Su equivalencia es: una ola igual a 16,5 l.; la capacidad de una ola mediana es 8,25 1. Xarra.- Jarra para el vino y el agua; color negro, superficie externa pulida. Carece de pico y tiene una asa vertical. Según informes orales, parece ser que los tipos cerámicos eran análogos a los fabricados en centros alfareros con igual nivel técnico, tales como O Seixo y Portomourisco. ECONOMÍA

La venta que era ambulante, la hacían mujeres quienes por medio de redes de cuerda cargaban a la espalda hasta doce piezas. El área de venta comprendía los lugares de Quintela de Leirado, Ribadavia, Cartelle, Gomesende, Leiro, Lamas de Outeiro, Sabucedo y demás limítrofes con los anteriormente citados. Frecuentemente realizaban el trueque de la mercancía por granos


AlgU110S

aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnogr4fica. Santo Tomé das Olas

en algunos de estos pueblos, especiahnente en los momentos de crisis económica. La alfarería fue una actividad económica complementaria de la agricultura, que es la principal fuente de producción. ORGANIZACIÓN LABORAL

Todas las faenas propias del oficio eran realizadas por las mujeres, desde la extracción del barro hasta la venta por los lugares próximos, salvo en las operaciones relativas a la cocción, en que intervenían los hombres. Existe el recuerdo de que la alfarería iniciada primero en un lugar concreto se fue extendiendo paulatinamente por los lugares de la parroquia, hasta abarcar a varios de ellos. Tal vez por ser el oficio femenino, su transmisión sea debida a los matrimonios entre gentes de aldeas próximas, hecho muy frecuente en el

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campo gallego, dado que en esta zona la residencia del matrimonio suele ser la casa del varón; la mujer al cambiar de pueblo llevaba consigo su técnica y así el oficio se fue propagando en un área más o menos amplia, por tradición familiar, ya que pasa de madres a hijas, quienes lo aprendían en la adolescencia. El oficio se abandonó hace 26 años. CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS

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AÑos Hace 26 años aproximadamente, desapareció la alfarería. Hoy quedan en el lugar personas que conocen el oficio pero no lo ejercen, de una edad de alrededor de 50 años. LITERATURA POPULAR. GENTILICIOS

Debido a la dedicación alfarera que tuvo esta comarca, es conocida por el gentilicio das olas, Santo Tomé das Olas.



Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Descripción etnogrijica. Lovios

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LOVIOS

Ámboas en el Museo Provincial de Ourense

LUGAR

Parroquia y Ayuntamiento del mismo nombre. Provincia de Ourense. 711 habitantes. Hace 40 años murió el último alfarero. EL BARRO EXTRACCIÓN y TRANSPORTE

El barro se extrae de unas barreras (barreiras) situadas en las proximidades de Río Caldo.

Empleando azadas (aixadas), y palas, se hacen pozos en el terreno arcilloso hasta dar con una capa de barro apropiada a las necesidades de los alfareros. El material obtenido, generalmente es oscuro y sale acompañado de algunas impurezas; una vez sacado de los pozos (minas), se transporta en cestos cargados en la cabeza y a la espalda (ás costas), hasta el domicilio de los alfareros.


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

PREPARACIÓN DEL BARRO

En este centro alfarero, no existe taller, pudiendo colocarse el torno, por ser móvil, en distintos sitios; en invierno en la cocina y en verano al aire libre. Se extiende a secar el barro, al aire libre, en las cercanías de las casas, hasta que se necesite para su empleo. En este momento se amontona en una pila circular de madera (pía de madeira) , donde se golpea (pitar o barro) con un mazo (mallo) del mismo material, hasta lograr reducirlo a polvo fIDO. Después se tamiza a través de un cribo (peneira), a fID de eliminar las impurezas y gránulos demasiado gruesos que suelen acompañar al barro en sus yacimientos. Una vez cribado, se amasa con agua sobre una piedra lisa hasta obtener una masa homogénea y elástica, momento en el que se reparte ésta en pequeños bollos (novelos) para su empleo inmediato en el torno. ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

Sobre la ceniza, se coloca un puñado de barro (noveliño) y se procede a abrirlo con el puño, adelgazando las paredes con la mano, haciéndose las vasijas con la técnica del modelado (análoga a la empleada con el torno impulsado por el pie, abriendo y estirando una sola proporción de barro), frente a la del urdido, usada en otros centros alfareros, donde se emplea el torno manual, consistente en aumentar poco a poco el tamaño de la pieza, superponiendo anillos de barro. Para darle forma a la pieza y alisarla, se utiliza un trozo de peine o fragmento de aro de un cedazo de madera llamado cavaquiño. A fID de efectuar el pulido de las vasijas, se emplea un pequeño trozo de cualquier tela. Durante todas estas operaciones, las manos del alfarero deben estar húmedas y con este fID, alIado de la rueda, hay un recipiente de barro con agua, llamado tixela. La técnica descrita se utiliza solamente para piezas de pequeño tamaño, ya que para hacer las grandes se recurre al urdido.

EL TORNO Y LOS INSTRUMENTOS AUXILIARES

SECADO y VIDRIADO

El torno (a roda) es análogo a los ya descritos en los alfares de Gundivós, O Seixo y Portomourisco. Su manejo es labor exclusiva de los hombres, quienes utilizan las rodillas y la mano izquierda para moverlo. Con la mano se impulsa la rueda por su parte superior y con las rodillas se empujan los extremos de la cruz.

Retiradas las piezas del torno, se colocan en unas tablas (táboas) dispuestas en la cocina de la casa, generalmente en el techo, a fm de que sequen antes de pasar a la cocción. No se hace uso del vidriado. COCCIÓN

TÉCNICA DE ELABORACIÓN

Se moja la rueda y se coloca en el centro de la misma ceniza pulverizada para impedir que el barro se pegue a la superficie de madera y de este modo evitar posibles deformaciones al retirar las piezas concluidas.

Empleando leña y matorrales (uces) procedentes del monte bajo, se prepara una pira de base circular de 1,50 m de diámetro por 0,50 m de altura aproximadamente. Encima se colocan las piezas apiladas unas sobre las otras hasta llegar a una altura de un metro sobre el


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Descripción etnográfica. Lovios

nivel de la leña. Las vasijas se cubren con arbustos verdes y se enciende el conjunto. Al finalizar la cocción se retiran las piezas con el auxilio de un palo largo llamado lareiro. TIPOS CERÁMICOS

A pesar de haber buscado por el pueblo y sus alrededores cacharros fabricados en Lovios, no hemos encontrado uno solo, pues los pocos de barro que aún se conservan hoy proceden de Niñodaguia, en cOlnpetencia con recipientes hechos de metal o de plástico.

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Cántara.- En el Museo orensano, existen dos grandes cántaras de color negro reforzadas con cordones aplicados de barro, procedentes de Lobeira, lugar donde habitualmente se vendían los productos de Lovios. Sobre este tipo de vasija, no hemos logrado información en el centro alfarero, pero dada su semejanza con las de otros lugares donde se emplea el mismo tipo de torno, es posible que hayan sido realizadas aquí. La función de las cántaras es la de guardar aceite y vino, productos ambos propios de la agricultura de la zona. ECONOMÍA

Damos la descripción de algunas piezas, basándonos en la información oral y el material existente en el Museo de Ourense procedente de Lobeira, lugar próximo a Lovios. Las piezas por lo general, son de color negro y no acostumbran a tener decoración, a excepción de las cántaras.

Olas.- De forma semejante a las ollas de otros centros alfareros orensanos, se utilizan para el agua, la leche y la mantequilla. Xerras.- Jarra con un pico y un asa situada en el extremo opuesto. Se emplean para el vino Barreñón.- Sirve para cuajar la leche y hacer quesos, así como para preparar la masa de los chorizos. Asador.- Es una vasija que tiene el fondo agujereado, destinada al asado de las castañas. Botixo.- Tiene la panza ancha, el fondo redondo, un cuello estrecho y un asa. Es semejante a la pieza llamada barrila que hemos visto en otros centros alfareros (O Seixo, Portomourisco).

La venta la realizaban las mujeres, llevando a la espalda las piezas en grupos de seis ti ocho, liadas con cuerdas, procurando que el fondo de unas vasijas fuese metido en la boca de otras, para disminuir el volumen del bulto. El área donde habitualmente se comercializaban las piezas, se extendía a los pueblos próximos de Parada, Ventosa, Xermeade, Prado, Requiás, Gontomil, Muiños, Caldas, Maus de Salas y Lobeira. A menudo se producía el cambio de esa mercancía por productos agrícolas, especialmente maíz y centeno, llevándose a cabo este trueque en las zonas más pobres. En ocasiones, los vendedores de Lovios, iban a comprar cerámica portuguesa a la localidad de Arcos de Valdevez (portugaD, para revenderla por el sur de la provincia de Ourense. La alfarería en Lovios tenía carácter de actividad complementaria de la agricultura, que era la ocupación básica de la zona. Por ello, la producción de cerámica nunca fue muy elevada, haciendo que su expansión haya sido muy reducida.


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JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

ORGANIZACIÓN LABORAL

LITERATURA POPULAR

El trabajo alfarero era de tipo familiar, manejando el hombre la rueda y auxiliando la mujer en otras tareas, entre ellas, la preparación del barro y la venta de los productos.

La localidad de Lovios, debido a su dedicación a la alfarería, era conocida como Lovios das Olas y sus habitantes como os das olas, por parte de los pueblos próximos.

CAMBIOS OCURRIDOS EN LOS ÚLTIMOS

40

AÑos

El último alfarero dejó de trabajar hace 42 años, debido a su fallecimiento.

Inda que somos de Lovios somos xente lucida anque andamos cos asados éche para ganar a vida.




Algunos aspectos de la cer谩mica popular gallega

3

Interpretaci贸n



Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Interpretación

BASES FÍSICAS Y QUÍMICAS DEL PROCESO CERÁMICO En este apartado describimos los principales procesos de tipo físico y químico que se operan en las distintas fases de la elaboración de la cerámica. En varios lugares hacemos alusión a las prácticas técnicas realizadas en los diversos alfares en función de los principios aquí estudiados: La materia básica del proceso cerámico es la arcilla, cOlnpuesta mayoritariamente por caolinita, silicato alumínico hidratado, que procede de la descomposición del feldespato, y suele presentarse en la naturaleza acompañado de diversas impurezas que hacen variar en mayor o menor grado sus propiedades fundamentales. La propiedad básica de la arcilla es la de volverse muy plástica cuando contiene cierta cantidad de agua y que cuando ésta se calienta, a partir de cierta temperatura, sufre unos procesos físico-químicos irreversibles que hacen que pierda la plasticidad y conserve una forma rígida con cierto grado de resistencia mecánica. La plasticidad de la arcilla húmeda se debe a su peculiar estructura cristalina, laminar o foliácea, formada por cristales laminares de un tamaño diminuto, que se mantiene unidos entre sí por un enlace de naturaleza gravitacional y eléctrica. Cuando se humedece la arcilla, se forman capas de agua entre los cristales, actuando como lubricante, de modo que éstos se puedan mover en el sentido plano de los mismos, sin perder la cohesión, con lo cual aquélla se torna plástica y fácilmente manejable. Dado que las partículas de arcilla, por ser muy fmas, pueden permanecer en suspensión en el

165

agua, en ocasiones se aprovecha esta propiedad para eliminar las impurezas que pueden acompañarla, pues si se introduce el barro en agua, las partículas impuras que lo acompañan precipitan al fondo, en esto se basa el empleo de pilones, coladeros y tanques para purificarlo, tales como los descritos para Niñodaguia. Cuando la arcilla una vez moldeada, se pone a secar, va perdiendo el agua que le permitió adquirir el grado necesario de plasticidad para ser manejada en el proceso de modelado y, al evaporarse, los cristales se pegan estrechamente por lo cual el volumen total de la pieza sufre una contracción; por esto, el proceso de secado ha de realizarse lentamente, evitando colocar las vasijas al sol en verano o llevarlas al horno sin secar. Como la plasticidad de las arcillas depende de las impurezas y de la cantidad de agua que se les añade, en ocasiones se mezclan distintos barros con partículas de distintos tamaños para que la mezcla resultante no sea muy plástica y se seque más lentamente, evitando una excesiva contracción de las vasijas, que provocaría su ruptura. Una vez colocadas las piezas en el horno, comienza una serie de cambios continuos en las estructuras de la arcilla de acuerdo con la elevación de la temperatura: en un primer momento la arcilla desprende el agua que se le adicionó para hacerla plástica, contrayéndose el volumen; en la fase siguiente se elimina el agua existente en las moleculas de la caolinita y se van realizando una serie de transformaciones físicoquímicas del barro que dependen de la temperatura y la duración del proceso. Por esto en los hornos alfareros se procura mantener una temperatura suave en las primeras fases, para evitar que una elevación repentina de la misma, provoque una contracción excesiva de la vasija que pueda ocasionarle desperfectos.


166

JOSÉ :NLANUEL VÁZQUEZ VARELA

PROCESO DE OXIDACIÓN-REDUCCIÓN

La arcilla suele aparecer a menudo combinada con diversas sustancias de entre las que destaca por su abundancia la presencia de óxidos de hierro, producto importante por su papel en la coloración defmitiva de las vasijas. Si la cocción de la pieza se lleva a cabo en un medio rico en oxígeno, se desprenderá como producto de la combustión de la materia orgánica empleada como combustible, dióxido de carbono e0 2 , que no afecta a la coloración de las vasijas. Pero si la combustión se lleva a cabo en un medio pobre en oxígeno, se desprenderá eo, monóxido de carbono, compuesto muy reductor que reducirá a los óxidos de hierro presentes en la capa superficial de las paredes de las vasijas de acuerdo con la siguiente reacción:

o bien

zarlas y evitar la adherencia en los poros del barro de las distintas sustancias que han de contener. La aplicación del vidriado deja a las piezas con la superficie brillante y suave. Por lo general para recubrir las vasijas con vidriado se emplea sílice Si0 2 y algunos compuestos de plomo, tales como la galena o sulfuro de plomo SPb, o minio, óxido plumbosoplúmbico Pb 3 4' sustancias que se aplican en suspensión acuosa.

°

Al calentarse la vasija en el horno las sustancias vitrificantes se reblandecen y se derraman por los poros de la misma, combinándose químicamente con la superficie de aquélla. A veces se emplea para el vidriado cloruro sódico o sal común elNa, echándola en el horno por su parte superior cuando se acerca la fase fmal de la cocción. El cloruro sódico se volatiliza a 800 e y vitrifica en contacto con la arcilla a temperaturas cercanas a 1150 e. El cloro el se combina con el vapor de agua y forma el H mientras que el sodio N a lo hace con el Si0 2 y con el Al 03 Yforma silicatos de aluminio y sodio que constituyen el vidriado. 0

0

El óxido férrico Fe 20 3, de color rojo, se transforma en óxido ferroso o ferroso-férrico, FeO, Fe 3 4' ambos de color negro, por lo

°

cual las piezas adquieren un color negro o gris oscuro. Para lograr una atmósfera reductora, los alfareros, cuando la cocción está fmalizando, meten combustible en abundancia en el horno y cierran todas las aberturas de éste para disminuir el suministro de aire y por consiguiente de oxígeno, con lo cual se desprende el eo que reducirá a los oxidas férricos. Este proceso suele realizarse cuando la cocción está a punto de concluir. VIDRIADO

A menudo las vasijas llevan un recubrimiento interior y exterior destinado a impermeabili-

PRINCIPIOS FÍSICOS DEL FUNCIONAMIENTO DEL TORNO

Para hacer objetos de barro se utilizan distintos procedimientos que van desde el simple empleo de las manos, sin auxilio de ningún tipo de instrumental, hasta el uso de moldes, pasando por la utilización del torno en sus distintas variedades. Para realizar cualquier tipo de vasija es necesario un apoyo para colocar el barro incluso en el caso de que no se empleen instrumentos en el modelado del mismo, a veces se emplea el suelo o una mesa, puntos de apoyo inmóviles, pero esto resulta poco práctico para el alfarero ya que ha de desplazar sus


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

brazos o todo su cuerpo a lo largo de las paredes del recipiente para formarlas, o hacer un gran esfuerzo físico en postura incómoda para mover el barro. Por ello lo más frecuente es el empleo de una base de apoyo giratoria, una placa de piedra delgada, un cesto, etc, de forma que con las manos se puede girar el objeto en construcción y hacerlo más cómodamente sin tener que desplazarse en torno del mismo. Incluso en los niveles en los que la alfarería se realiza con técnicas muy rudimentarias se emplean estas bases móviles, por ser muy cómodas para facilitar la construcción de las vasijas. El torno es una máquina cuyo fundamento es el de una plataforma circular que gira sobre un eje, lo que permite aprovechar de un modo regular la rotación, no sólo para tener acceso más cómodamente a las paredes de la vasija, sino para darles una forma circular y regular mucho más precisa que en la técnica manual, al tiempo que también se puede aplicar con facilidad una decoración regular a lo largo de las paredes de las piezas.

167

por la alta velocidad de rotación. Ésta es proporcional al cuadrado de la velocidad y adquiere mayor importancia cuando el torno gira muy rápido y tiende a mantener abiertas las paredes de la vasija, por lo cual éstas se pueden hacer simétricas y regulares, al tiempo que más delgadas que con los sistemas anteriores, y con mucha mayor rapidez. Debido a las cualidades citadas un artesano hábil manejando el torno de giro rápido producirá de un 30 a 40% más de piezas por unidad de tiempo que si utiliza el torno lento impulsado a mano.

COMPARACIÓN DE LAS CERÁMICAS POPULARES DE GALICIA, EL RESTO DE LA PENÍNSULA IBÉRICA Y DE EUROPA EXTRACCIÓN y PREPARACIÓN DEL BARRO

En general las operaciones de extracción y preparación del barro son muy semejantes en los diversos alfares; pero, de todas formas, un estudio comparativo puede descubrirnos algunos rasgos culturales importantes.

Estas son las funciones de los tipos más primitivos de tornos que son impulsados a mano y giran a poca velocidad, por lo cual hay un escaso aprovechamiento, prácticamente nulo, de la fuerza centrífuga engendrada por la rotación del torno. Al girar despacio, la fuerza centrífuga no se utiliza por ser muy leve y, así, este tipo de máquina lo único que tiene de ventaja sobre las placas de piedra delgadas o los cestos, es el aprovechar la rotación para acceder con mayor facilidad a las distintas partes de la vasija y lograr unas paredes regulares y circulares así como aplicar una decoración regular y simétrica.

Extracción: El barro suele extraerse de determinados lugares en los cuales se ha realizado esta labor durante numerosas generaciones. Los terrenos en ocasiones son de propiedad privada, de algún alfarero o agricultor pero, por lo general, son de propiedad comunal de los ceramistas como ocurre en Buño y Niñodaguia. Los yacimientos del barro suelen estar cercanos a los talleres de trabajo, salvo en el caso de Mondoñedo, que distan cerca de 30 kilómetros.

Cuando se emplean tornos de giro rápido, se aprovechan todos los efectos anteriormente citados más la fuerza centrífuga engendrada

La técnica de extracción ha sido la de realizar pozos con galerías laterales siguiendo las vetas de barro con ayuda de picos, palas, azadas y

GALleIA


168

JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

azadones. Por lo general, los hombres picaban el barro y las mujeres lo transportaban hasta la superficie donde era colocado en carros de bueyes para su traslado a los talleres. Actualmente en Niñodaguia se emplea una pala excavadora mecánica en esta tarea. Estos trabajos suelen realizarse durante el verano. Preparación: Durante la preparación del barro se eliminan sus impurezas y se reduce a una masa homogénea, para lo cual se emplean diversos procedimientos que varían de unos alfares a otros. Se machaca con mazos en el suelo en Bonxe, en pilas de piedra o de madera en Tioira, encima de una piedra con una barra metálica en Loñoá y Santo Tomé das Olas. En algunos casos después de machacado el barro se criba (Buño) o se deposita en pilones con agua para que las partículas más gruesas y las impurezas vayan al fondo de los mismos (Niñodaguia). En la actualidad en Buño y Niñodaguia el proceso de preparación del barro está mecanizado, utilizándose unas máquinas trituradoras que al tiempo que reducen la arcilla a polvo, la van cribando. Técnicas de preparación del barro en los distintos alfares. Rubiá Machacar con mazos en una pila. Bonxe Machacar con mazos en el suelo de piedra. Tioira Machacar con mazos en una pila de madera. Loñoá Machacar con mazos en una pila de madera. Bamio Machacar con mazos en una pila de madera.

Buño Mecanizado. Antes igual que Tioira. Niñodaguia Mecanizado. Antes igual que Tioira. Mondoñedo Pisar el barro. Lovios Machacar con mazos en una pila. Seixo Machacar con mazos y pisar Portomoun'sco Machacar con mazos y pisar. Santo Tomé Machacar con una barra de hierro encima de una piedra. Gundivós Machacar el barro con mazos sobre piedra PENÍNSULA IBÉRICA

En la península Ibérica los sistemas de extracción y preparación del barro son semejantes a los utilizados en Galicia, variando sólo algunos detalles técnicos de unos talleres a otros, así como el grado de mecanización. Así, en algunos lugares se pisa (Magallón), o se prepara en grandes tanques (Salamanca, Zamora, Totana), o se machaca con palos, (pereruela). En otras zonas para machacar la arcilla se emplean molinos movidos por caballerías, (Salamanca, Arroyo de la luz), o es pisada por caballos (priego). En Andalucía y sur de Portugal se emplean tanques para purificar la arcilla. En el norte de Portugal se machaca el barro con mazos de madera en pilas del mismo material.


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Interpretación

El proceso de mecanización de estas faenas está muy desarrollado en toda la costa mediterránea de la Península.

169

La mecanización de estas tareas, por el momento, es exclusiva del nivel IIl.

LAs

TÉCNICAS DE ELABORACIÓN DE VASIJAS

EUROPA GALlCIA

En Europa existen diversas variantes del proceso de elaboración sobre una base de coincidencia común, siendo prácticamente igual para todos los lugares el proceso de extracción. En algunos lugares del Mediterráneo, de la Europa Central y Nórdica se pisa el barro y se amasa con los pies; en otros lugares se emplean tanques y mazos con igual función. En los Balcanes y ciertas zonas de Grecia al preparar el barro se le añade sangre de animales, ceniza, grasa, pelo de vaca y lana de cabra. EXTRACCIÓN y

PREPARACIÓN DEL BARRO.

CONCLUSIONES.

A) Por ser procesos sencillos condicionados por la naturaleza del barro, la extracción y preparación del mismo, ofrece gran similitud en toda Europa. Dentro de esta uniformidad existen algunas peculiaridades de determinadas regiones que interesa destacar. B) En el Noroeste peninsular no se emplean caballerías para la preparación del barro, frente a lo que ocurre en otras zonas de la península, en especial en Castilla. C) En la Península Ibérica no parece que se utilice, al menos en la actualidad, la técnica de añadir al barro durante su preparación, sangre, grasa o pelos de animales como se hace en Grecia y en los Balcanes. D) En los alfares de mayor vitalidad y rendimiento económico, los dos trabajos a los que nos referimos están mecanizados, en mayor grado en los de un nivel económico más alto.

Los alfares gallegos pueden ser divididos en dos grupos, de características distintas de acuerdo con el tipo de torno y la técnica empleada en la elaboración de las vasijas. A) En el grupo del torno bajo, impulsado a mano, están comprendidos los centros alfareros de O Seixo- Portomourisco, Santo Tomé, Lovios y Gundivós, en los cuales se emplea con preferencia la técnica del urdido sobre la del modelado. La elaboración de las piezas está a cargo de mujeres en los tres primeros, en Lovios a cargo de hombres y en Gundivós las trabajan ambos sexos. Este tipo de industria no tiene un lugar fijo como taller y emplea hornos sencillos, salvo en Lovios, donde la cocción se realiza en una hoguera al aire libre. B) El otro grupo está integrado por los talleres donde se emplea el torno alto impulsado por el pie, con uso exclusivo de la técnica del modelado. Pertenecen a éste los alfares de Niñodaguia, Tioira, Loñoá, Bamio, Buño, Bonxe, Mondoñedo y Rubiá. En estos lugares, la elaboración de las piezas está a cargo de hombres, interviniendo las mujeres como auxiliares en algunas tareas, en talleres instalados en dependencias de la casa (Mondoñedo, Bonxe, Buño) o fuera de la misma (Niñodaguia). La mayoría de los hornos empleados en estos centros tienen parrilla, con lo cual se evita la acción directa de las llamas sobre las piezas durante el proceso de cocción y por tanto alcanzan un nivel técnico más elevado que el anterior.


170

JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

Existen, entre los lugares que emplean un torno u otro, una serie de diferencias no sólo técnicas, sino también sociales y económicas que serán tratadas conjuntamente en un análisis a realizar en otro apartado.

eléctrico controlado por un pedal para impulsar el torno. Del examen del cuadro se deduce que la crisis de la cerámica afectó antes a los alfares que usan el torno bajo, que a los que emplean el torno alto, pues mientras que los primeros comienzan a desaparecer en 1930, a los segundos sólo les alcanza el fenómeno de la recesión a partir de 1952. Por otra parte, el hecho de que los cuatro únicos lugares donde sobrevive la alfarería popular en Galicia utilicen el torno alto, indica que el proceso de recesión de centros cerámicos ha sido más intenso para los alfares donde se emplea el torno bajo que para los otros.

Ésta es la situación que presentaba la alfarería hace 40 años aproximadamente; desde entonces, una serie de cambios ha afectado a ambos grupos, ocasionando la total extinción de los alfares que empleaban el torno bajo y haciendo disminuir el número de los que emplean el alto, e introduciendo en éstos varios cambios técnicos, tales como la sustitución del antiguo sistema de giro por rodamientos a bolas e, incluso, en Niñodaguia, instalando un motor

Urdido

Modelado Sexo Horno Fecha desaparición

·.0 Seixo,. Portomou risco

x

Fe

A.P.

1930

Santo Tomé

X

F

A.P

1946

Gundivós

X

M.F

A.S.P.

1968

Lovios

X

X

M

H

1932

Samio

X

M.

A.P.

1952

Sonxe

X

M.

A.P.

Suño

X

M.

A.P.

Loñoá

X

M.

e.s.p.

Mondoñedo

X

M.

C.P.

Niñodaguia

X

M.

A.P.

Rubiá

X

M.

C.P.

1964

Tioira

X

M.

A.P.

1967

1962

Sexo del que elabora las vasijas: F, Femenino. M, Masculino. Tipos de horno: A.P. Abierto por la parte superior con parrilla. ASP. Abierto por la parte superior sin parrilla. Cerrado.C.P: Horno cerrado con parrilla. C.S.P: Horno cerrado sin parrilla. H. Cocción en hoguera al aire libre.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

171

El área de concentración de los lugares que usan el torno bajo o lento en Galicia es el sur de la provincia de Lugo y toda la de Ourense. Esta es la zona económicamente menos desarrollada de la región gallega y se halla incluida en la gran área de depresión económica conocida como "Lusitania interior". Véase el apartado correspondiente al análisis de la técnica de elaboración de vasijas.

binados, las mujeres, y excepcionalmente algÚn hombre, realizan diversos tipos cerámicos apoyando el barro en el suelo o en una mesa (Llorens Artigas, 1970), (Diego Cuscoy, L. 1971), (pérez Vidal, J. 1968).

PENÍNSULA IBÉRICA

En los últimos años la actividad de estos alfares ha sufrido una gran recesión de sus actividades, pudiendo predecirse que desaparecerán en un plazo más o menos breve.

En España y Portugal los alfares muestran diversos modos de elaborar la cerámica, que podemos clasificar en los siguientes niveles: Nivel 1: Elaboración manual sin empleo del torno. Dentro de este grupo podemos considerar dos tipos de núcleos distintos: A) Lugares donde se realizan vasijas de pequeñas dimensiones que igualmente podrían hacerse en el torno impulsado por la mano o por el pie. B) Alfares donde se elaboran piezas de grandes dimensiones que no pueden ser realizados con auxilio del torno. El primer grupo lo tenemos en Zaragoza en los lugares de Jarque, Illueca y Séstrica donde se empleó esta técnica hasta hace 10 años (Vossen, R. 1972) Yen Calanda (Llorens Artigas, 1970) donde aún se hacía cerámica, aunque de un modo irregular, en 1971. El trabajo es realizado por hombres, quienes apoyando el barro sobre un soporte cilíndrico y empleando la técnica del urdido fabrican jarros, macetas, bebederos de gallinas, así como ollas y otros productos de tipo tradicional. En Canarias empleando el modelado y el urdido com-

En todos los lugares mencionados se emplean hornos aunque en el caso de Canarias sean rudimentarios, de llama directa.

En el segundo grupo se emplea la técnica manual del urdido para construir grandes tinajas destinadas para servir como depósitos de vino y aceite, especialmente, en los alfares de: Colmenar de Oreja y Villarrobledo, en Castilla la Nueva (Vossen, R. 1972), (García Fernández, 1948), (Llorens Artigas, 1970) y Campo Maior y Beringel en el Alto y Bajo Alentejo, respectivamente (parvaux, S. 1968) (Marinho Macedo, 1968). Este trabajo es realizado por hombres mediante la técnica de unir sucesivamente anillos de barro, empleando en la cocción hornos cerrados en cúpula. Esta actividad ha sufrido un duro golpe debido a la competencia con productos industriales tales como los depósitos de cemento para el vino, y a la disminución de algunos cultivos, en especial la vid. En ocasiones, las piezas hechas en Castilla la Nueva han llegado a tener una capacidad de 5000 a 6000 litros, siendo probablemente los recipientes cerámicos de mayor capacidad del mundo (Vossen, R. 1972). Nivel JI. Elaboración de la cerámica empleando el torno impulsado a mano. Utilizando tornos bajos semejantes a los descritos en los alfares de O Seixo-Portomouris-


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] OSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

ca, Santo Tomé, Lovios y Gundivós, en diversos lugares de la Península: Faro (Asturias) (pérez Vidal, 1968), Mota del Cuervo (Cuenca) (Seseña, N. 1967; Llorens Artigas, 1970), Pereruela, Muelas del Pan, Moveros (Zamora) (Cortés Vázquez, 1954, 1958), Malhada Sorda, Vila Seca, Baiao, Bragan<;a, Castro Daire, Resende y Vila Real (N arte de Portugal) (Ribeiro, N. 1962; Selles Paes, 1949; Giese, W 1958; Dias, J. 1965). Se hace o se ha hecho hasta hace poco, cerámica con la técnica del urdido o del modelado, empleando en ocasiones una combinación de ambas. Esta actividad fundamentalmente es realizada por mujeres y presentan diversos tipos de hornos que van desde las rudimentarias "soengas" (hoyos excavados en tierra) hasta modelos similares a los empleados en el nivel III, que describiremos seguidamente. Esta artesanía ha sufrido un grave retroceso en sus actividades en los últimos años. Nivel JJI. Elaboración de la cerámica empleando el torno impulsado por el pie.

EUROPA

Se dan o se han dado hasta hace pocos años, diversas técnicas de elaboración de vasijas, análogas a las descritas al tratar de la Península Ibérica. Para clasificarlas seguimos los mismos criterios que en el apartado anterior. Nivel J: Comprende todos los alfares donde se elabora la cerámica sin emplear el torno, dentro de ellos podemos distinguir dos grupos distintos: A) Se elaboran vasijas, que por su tamaño pueden ser realizadas igualmente en los niveles II y III, empleando la técnica del urdido con preferencia sobre la de modelado, apoyando el barro en una piedra, en una mesa o columna y también en el suelo. Este tipo de alfarería por lo general es realizado por mujeres, quienes suelen emplear para la cocción de las vasijas hornos de llama directa o bien hogueras al aire libre.

Similar al usado en Buño y otros alfares gallegos, se emplea este torno en toda el área peninsular, estando su uso a cargo de hombres exclusivamente, quienes utilizan por lo general la técnica del modelado, salvo en Benisabet y Quart (Vossen, R. 1972), donde se combina el uso de este tipo de torno con la técnica del urdido.

El área de extensión de este grupo a principio del presente siglo era la siguiente: Dinamarca, Escocia, Bulgaria, Albania, Yugoslavia, Hungría, Checoslovaquia, Rusia, Italia y Norte de Grecia. Esta técnica ha desaparecido en gran parte y probablemente sobrevive en la actualidad en pocos lugares (Bernatzik, H. 1957; Steensberg, A. 1960; Dias, J. 1965; Jürgen Hansen, H. 1970).

Este nivel que emplea hornos de diversos tipos, ha resistido mejor que los anteriores la competencia ocasionada por la industria e incluso ha sufrido algunas modernizaciones tales como el empleo de motores eléctricos para impulsar los tornos (Llorens Artigas, 1970) (Giese, W 1957) o el cambio del sistema tradicional de giro, por el rodamiento a bolas.

B) En estos lugares se hacen vasijas de grandes dimensiones que no pueden ser hechas a torno debido a su gran tamaño. Suelen trabajar en la elaboración de estas piezas hombres, utilizando la técnica del urdido y forman las paredes por la adición de anillos de barro. En algún caso se usa el torno ba-


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Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

jo pero no como máquina sino como simple apoyo del fondo de las piezas. Su área de extensión a principios de siglo comprendía: Chipre, Grecia Continental, Creta (donde se fabrican piezas de 250 a 1000 litros de capacidad), Bretaña, Macizo central, Saintonge en Francia, así como Checoslovaquia y alguna zona de Italia. (Hampe/Winter, 1962, 1965; Jürgen Hansen, H. 1970; Bretagne, 1951). Nivel JJ. Comprende varios tipos de torno impulsados a mano directamente o bien a través de un palo, caso peculiar este último de algÚn centro en Bretaña (Francia) (Bretagne, 1951; Scott Lindsay, 1967). Suele emplearse la técnica del urdido con preferencia sobre la del modelado en las piezas de pequeño tamaño, en las grandes exclusivamente el primer procedimiento descrito. Este tipo de artesanía es realizado por hombres y mujeres aunque es más frecuente lo segundo que lo primero. El área de extensión de este nivel a principio de siglo comprendía: Bretaña y una zona del Pirineo en Francia, Rusia Blanca, Albania, Yugoslavia, Creta y el norte de Italia. Desde entonces ha sufrido un gran retroceso el área de difusión quedando reducida a Creta y algunos puntos de los Balcanes. Los centros alfareros de esta técnica suelen utilizar hornos que varían desde simples agujeros en el suelo hasta otros análogos a los usados en el nivel IIl. (Steensberg, A. 1960; Dias, J. 1965; Bernatzik, H. 1957). Nivel JJJ. Se caracteriza por el empleo del torno alto impulsado por el pie, manejado exclusivamente por hombres que hacen vasijas de tamaño pequeño y mediano. Se emplea mayoritariamente la técnica del modelado, salvo algún caso en que se usa el urdido, tal como ocurre en algunas zonas del occidente de Ru-

sia, donde primero se realizan las paredes de la vasija, colocando anillos de barro superpuestos, y después se concluye utilizando el torno; sistema análogo al de Benisanet y Quart (Bernatzik, H. 1957). El área que cubre esta técnica es precisamente toda Europa y ha resistido mejor que los niveles anteriores la competencia de la industria. (Hampe/Winter, 1962, 1965; Jürgen Hansen, H. 1970; Vossen, R. 1972; Bretagne, 1951). Los niveles descritos en los alfares de la Península se corresponden perfectamente con los europeos, y en parte con los gallegos, pues en éstos sólo registramos lo que hemos definido como niveles Il y III para la Península y Europa, por faltar en Galicia el nivel I en cualquiera de sus manifestaciones A y B.

"

Península Ibérica

Europa,

A

X

X

B

X

X

Galicia

Nivel I

Nivel 11

X

X

X

Nivel 111

X

X

X

El complejo alfarero gallego con sus cuatro núcleos fundamentales del nivel Il, está enclavado en una zona donde se encuentran todos los centros de este grupo de la Península, con la única excepción de Mota del Cuervo en Cuenca. En el cuadrante Noroeste se concentran los alfares de Faro y Cangas de Onís (Asturias), los cuatro gallegos en las provincias de Ourense y Lugo, los tres zamoranos y los siete portugueses donde se emplea el torno bajo


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

impulsado a mano, coincidiendo con un área cultural de recia personalidad, con unas características ecológicas y culturales muy peculiares. El hecho de que este tipo de técnica haya pervivido y aun perviva en parte en esta zona, es una nota más del arcaísmo cultural y fuerte tradición conservadora de la misma, como han señalado Caro Baraja (1946), I(rüger (1932), Cortés Vázquez (1953) y Pérez Vidal, J. (1968). Coincide también en esta región el empleo de los sistemas de cocción más primitivos, tales como hogueras al aire libre en Lovios y el empleo de hoyos excavados en el suelo, de llama directa (soengas) en el norte de Portugal (Ribeiro, M. 1962; Giese, W 1958), Zamora (Cortés Vázquez, 1954), y occidente de Asturias (I(rüger, F. 1932), así como hornos cilíndricos de llama directa, sin parrilla, (Gundivós), o de llama indirecta con parrilla poco desarrollada (O Seixo- Portomourisco). Tomando la "renta per capita" como indicador económico se señalan en España cuatro bolsas de pobreza (Informe, 1970): 1° Región extremeña.- Constituida por la casi totalidad de las provincias de Cáceres y Badajoz y parte de Salamanca y Huelva.

2° Ca/icia Interior.- Constituida por la provincia de Ourense, casi toda la de Lugo y regiones interiores de La Coruña y Pontevedra. 3° Sudeste.- Integrada por la provincia de Almería y gran parte de las provincias de Jaén, Granada, Murcia y Albacete. 4° Macizo Ibérico.- Integrado por gran parte de las provincias de Cuenca, Guadalajara y Teruel con participación más limitada de las provincias de Soria, Zaragoza y Valencia. (Informe, 1970).

Según el informe Foessa (Informe, 1970) en la Península Ibérica se delimita claramente una amplia zona de economía deprimida llamada "Lusitania interior", que comprende las provincias españolas y los distritos portugueses a lo largo de la línea fronteriza. Abarca las provincias de Ourense, Zamora, Cáceres, Salamanca, Badajoz, Huelva, y los distritos portugueses de Vila Real, Bragan<;a, Viseu, Guarda, Castelo Branco, Portalegre, Evora, Beja y Faro con una superficie total de 138.457 I(m2. caracterizada por la baja renta per capita, la fuerte emigración y las elevadas tasas de analfabetismo y mortalidad infantil. (Informe, 1970). Examinando la distribución actual de los centras del nivel 1 A y II observaremos que coinciden con exactitud con las áreas deprimidas económicamente, pues los alfares II se encuentran todos menos uno en la zona norte de la "Lusitania Interior" (éste pertenece a la bolsa de pobreza n° 4 llamada Macizo Ibérico, en la cual también se encuentra el centro de nivel I A, Calanda en Teruel). Este hecho permite aftrmar que las estructuras económicas poco desarrolladas permiten la existencia de técnicas de tipo arcaico. Si pasamos a examinar la distribución de los niveles IA y II en Europa vemos que coinciden con áreas de escaso nivel económico en general y que incluso, cuando se dan en un país de cierta riqueza, están marginadas en las zonas más pobres de éste, pues como dice Axel Steensberg: "las técnicas cerámicas de tipo arcaico se encuentran en zonas de estructuras agrícolas deficientes y escasamente desarrolladas" (Steensberg, A. 1960). Existe una clara relación entre el tipo de torno y horno empleado en cada centro alfarero; así, en todos los del nivel II, son inferiores técnicamente a los empleados en el nivel III. A un tipo de torno más perfecto le corresponde asímismo un horno más desarrollado, de mejores


Algunos aspectos de la cerámica populargallega: Interpretación

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características técnicas. (Véase cuadro comparativo de los niveles alfareros).

en el suelo, rasgo éste que tiene varios paralelos en el norte de Africa. (Giese, W 1964).

Los alfares del nivel III de Galicia, Península Ibérica y Europa han sufrido menos que los otros niveles, en la competencia con los productos industriales debido a que en ellos, el tipo de torno empleado permite una mayor productividad, resistiendo de esta forma mejor la crisis provocada por la aparición de la gran industria cerámica.

VIDRIADO

Frente a la zona Noroeste de la Península, de extremado arcaismo en su técnica cerálnica, existe otra mucho más progresiva en el Sur y Levante, caracterizada por el empleo del torno alto, en numerosos lugares impulsado por motor eléctrico, y hornos con parrilla cerrados con dos o tres cámaras, que son del tipo más desarrollado técnicamente en el ámbito peninsular.

Damos a continuación un cuadro detallado del tipo de vidriado que se emplea en cada lugar o bien indicando la ausencia del mismo.

Dentro de este área conviene destacar que en algunos puntos de Andalucía, el torno alto está instalado en un foso, sentándose el alfarero

La presencia o ausencia de vidriado en los cacharros, así como la técnica de vidriar son rasgos de cierto interés técnico y cultural que interesa tratar con cierto detalle. GALICIA

En los lugares donde se emplea el vidriado, éste no se aplica a todas las vasijas sino a las que lo requieren por su función. PENÍNSULA IBÉRICA

En la Península se emplea para vidriar, por lo general, la galena o sulfuro de plomo que recibe diversos nombres según las regiones; en

Se empleaminio~b30¿p óxido plumboso - plúmbico. Se utiliza galen?, S Pb, sulfuro de plomo. Se utiliza galena, S Pb,' sulfuró de plomo Se utiliza galena, SPb, sulfuro de plomo. Se utiliza galena,S'Pb, sulfuro de plomo. Se utiliza.galena, S Pb, sulfuro de p'lomo. .Se empleÓgal~na muy raramente. Nose empl~ó vidriado .. f\jo seer1!pleó vidriado.


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

menor cuantía, se usan algunos compuestos de hierro. En los talleres de Levante se combina el uso de diversos compuestos químicos, con destino a los productos que se dedican a la venta al turismo y a la exportación. En lineas generales podemos aflrmar que el uso de compuestos para vidriar los cacharros es propio de los centros alfareros del nivel lII, no utilizándose, o sólo de un modo muy limitado para algún cacharro concreto, en los alfares del grupo 1 y II. Así, de los centros cerámicos del grupo lI, sólo se emplea la galena para vidriar un solo tipo de cacharro en Pereruela (Zamora). Esto coincide con la distribución del vidriado por centros alfareros que hemos visto en Galicia. EUROPA

En Europa nos encontramos con el mismo fenómeno anteriormente descrito de que el vidriado, a base de galena y , en algún caso, de Fe S 0 4, se utiliza casi exclusivamente en los alfares del nivel IlI, no empleándose en los del grupo 1 y II. En algún lugar del área de los Balcanes se emplea sulfato ferroso para el vidriado, concretamente en Montenegro. En Grecia y en el sur de Italia, no se usa demasiado y en algunos lugares, su empleo es reciente. En varios puntos de la costa de Grecia y de Italia fabrican en los mismos talleres artesanos los productos que se emplearán para el vidriado, a base de conchas, cuarzo, cenizas de plomo y restos de operaciones anteriores. A) El vidriado se emplea en la mayoría de los alfares del nivel IlI, empleando compuestos

de plomo tales como la galena S Pb y el minio Pb 3 0 4• B) N o se usa el vidriado en los centros del nivel II. C) La ausencia del vidriado en los alfares del nivel II tal vez pueda ser explicada por el ambiente de pobreza y arcaísmo en que se desenvuelve este tipo de artesanía. Sobre este punto véase el apartado donde se realiza un estudio comparativo entre los alfares del nivel II y lII. TIPOS DE HORNO Y TÉCNICAS DE COCCIÓN

El horno es un elemento de gran importancia en el proceso cerámico, pues permite controlar en mayor o menor grado según sus peculiaridades técnicas, la temperatura y el tipo de fuego oxidante o reductor al que son sometidas las vasijas, al tiempo que facilita un mayor rendimiento térmico de los materiales empleados en la combustión. Por el contrario la ausencia del horno, vinculada a bajos niveles de las técnicas de elaboración de cerámica, no permite controlar ni la temperatura, por lo general más baja que en el horno, ni el tipo de fuego, y obtiene un menor rendimiento del combustible. En esencia, el horno consta de una cámara donde se realiza la combustión, separada por una parrilla de otro recinto donde se colocan las vasijas que van a ser cocidas, llevando a veces dos de estos recintos superpuestos con la cerámica. En algunos casos, en una misma cámara, sin ningÚn tipo de separación, van colocadas las piezas y el combustible, de modo que las llamas dan directamente sobre las mismas, cosa que ocurre en los modelos anteriormente citados.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

Para clasificar los hornos, hacemos una tipología basada en la ausencia o presencia de la parrilla y, dentro de estos dos grupos, distinguiremos los que son cerrados en su parte superior de los abiertos en la misma. De acuerdo con estos criterios y con el del empleo o falta de hornos en la cocción, diferenciaremos los siguientes grupos, a efectos de realizar comparaciones entre los modos de cocción en Galicia, Península Ibérica y Europa. A) Sin cocción previa a su uso. Las piezas se van cociendo al tiempo que se utilizan para preparar algunos alimentos. B) Cocción directa en hogueras al aire libre, sin empleo de horno. C) Cocción con empleo de hornos que podemos clasificar en los siguientes grupos: - SIN PARRILLA

Cl.- Abiertos por la parte superior por donde se introducen las piezas. C2.- Cerrados por la parte superior existiendo una abertura lateral para colocar las cargas. - CON PARRILLA

C3.- Abiertos por la parte superior por donde se introducen las piezas. C4.- Cerrados por la parte superior, existiendo una abertura lateral para introducir las vasijas. De acuerdo con esta clasificación, catalogamos y comparamos diversos tipos de hornos existentes en los centros alfareros gallegos, peninsulares y europeos: GALleIA

A) N o se conoce esta técnica en Galicia en el período de tiempo que nos ocupa.

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B) Cocción al aire libre en una hoguera en Lovios,Ourense. Cl) GUNDIVÓS: Cilíndrico abierto por su parte superior. C2) LAÑOA DAS OLAS: Forma de casquete es-

férico, con dos bocas diametralmente opuestas.

C3) - O SEIXO-PORTOMOURISCO: Cilíndrico, abierto por su parte superior, con una parrilla poco desarrollada que consta de tres muretes paralelos sobre los que descansan las piezas. - SANTO TOMÉ-TIOlRA-NIÑODAGUIA (modelo de 1930). Cilíndrico, abierto por su parte superior, con la parrilla formada por radios sostenidos por un pilar central. - BUÑo-BAMIO-MoNDOÑEDO (Modelo de 1930) -NIÑODAGUIA (Modelo actual): Cilíndrico, con la parrilla sostenida por cuatro arcos de ladrillo. En Niñodaguia la parrilla se sostiene sin el apoyo de los arcos en virtud de su peculiar estructura. Véase apartado sobre hornos en Niñodaguia. - BONXE: En forma de herradura, abierto por la parte superior, con la parrilla apoyada sobre dos arcos y dos muretes. C4) - RUBIA: De sección cuadrada, cerrado por su parte superior, si chimenea, con una puerta lateral para cargar las vasijas. Tiene una parrilla sostenida por arcos de ladrillo. - MONDOÑEDO: El modelo actual es cerrado, rematando en su parte superior en una chimenea. Tiene una puerta para introducir las vasijas encima de la boca de alimentación del hogar.

De acuerdo con la distribución de los distintos tipos de hornos en Galicia podemos ver que coinciden los sistemas de cocción más arcaicos (hoguera al aire libre en el caso de Lovios,


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JOSÉ 1tlANUEL

y los hornos más deficientes, sin parrilla o con una parrilla poco eficaz como es el caso de Gundivós y O Seixo-Portomourisco respectivamente), con los alfares del nivel II. Este hecho constituye una evidencia del arcaísmo técnico de estos centros alfareros. PENÍNSULA IBÉRICA

A) N o se conoce esta técnica en el período de tiempo que nos ocupa. B) La cocción en hogueras al aire libre se practicó en algunos lugares de Canarias y del Norte de Portugal a principios del presente siglo (Giese, W 1958). Cl) El sistema más utilizado ha sido el de hoyos excavados en el suelo, conocidos como "soengas" en el norte de Portugal. Se usan en Pereruela (Zamora) (Cortés Vázquez, 1954), Amarante, Baiao, Castro Daire, Resende y Bisalhaes, en la zona norte de Portugal (Ribeiro, M. 1962) (Giese, W 1958). En 1930 estaban en funcionamiento en el oeste de Asturias (I<rüger, F. 1932). C2) En Canarias se cuecen las piezas en hornos cilíndricos y en cuevas (Llorens Artigas. 1970). C3) Se usan en Pereruela (Cortés Vázquez, 1954) y Moveros (Cortés Vázquez, 1958) (Zamora), en varios puntos de la provincia de Salamanca (Cortés Vázquez, 1953), Cuenca, Fuentes del Ebro y Naval (Vossen, R. 1972), Llamas de Mauro (Asturias) (Llorens Artigas, 1970), Barcelos (Minho) (Macedo Correia, 1968), Malhada Sorda (Beira Alta) (Ribeiro, M. 1962) YViana do Alentejo (parvaux, S. 1968) en Portugal. C4) Utilizados en: León (Llorens Artigas, 1970), Salamanca (Cortés Vázquez, 1953),

VÁZQUEZ

VARELi\

Madrid (Seseña, N. 1966), Prado (Minho) (Rocha Peixoto, 1900), Pinela (Bragan<;a) (Ribeiro, M. 1962), Andalucía (Átlas Lingüístico y Etnográfico de Andalucía, 1965), Mota del Cuervo (Cuenca) (Seseña, N. 1967), Colmenar de Oreja (García Fernández, 1948), Alto y Bajo Alentejo (parvaux, S. 1968; Marinho Macedo, 1968), Mallorca (Giese, W 1957) y en general en todo el Levante (Vossen, R. 1972). Los tipos de horno menos evolucionados técnicamente se concentran en el Noroeste de la Península en clara relación con los alfares donde se utiliza el torno bajo o lento. Ello muestra el arcaísmo técnico de este nivel que se da en zonas muy conservadoras de la cultura tradicional, caracterizadas por el escaso desarrollo de sus estructuras económicas. En las zonas de Levante y Sur de la península, en especial en la primera, se encuentran los tipos más perfectos de horno, vinculados a centros alfareros del nivel III, coincidiendo con un área más desarrollada económicamente y sometida a gran número de corrientes culturales a lo largo de la Historia. Los hornos de Levante son similares a los que podemos encontrar en toda la orilla norte del Mediterráneo. Los hornos son un elemento cultural más que nos viene a indicar el marcado contraste entre el Noroeste y la costa mediterránea, dos áreas culturales de recia personalidad. EUROPA

A) En el área de los Balcanes, los hornos del pan no se cuecen después de haber sido modelados, sino que se van cociendo según se usan para preparar este alimento (Steensberg, A. 1960).


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

B) La cocción en hogueras al aire libre se ha usado en el primer tercio del s. :xx y en parte aún se emplea en: Las islas Hébridas (Escocia), Jutlandia (Dinamarca) (Steensberg, A. 1960), Ordizan (Dornheim, A. 1952) en Hautes Pyrenees (Francia), Casola di Ravarano (Italia) (Dornheim, A. 1952), Georgia (URSS) (Steensberg, A. 1960), así como en varios puntos de los Balcanes (Steensberg, A. 1960). Cl) Hoyos excavados en el suelo en los que las piezas van en contacto directo con el fuego: Hungría (Steensberg, A. 1960; Jürgen Hasen, H.1970). C2) Hornos cerrados sm parrilla: Hungría (Steensberg, A. 1960), Chipre (Hampe/Winter, 1962). C3) Horno cilíndrico con parrilla que podemos dividir en dos subtipos: A) Parrilla sostenida por arcos: Rumanía (Arte Populara,1963), Polonia (Bernatzik, H. 1957), Rusia, Hungría, Italia (Hampe/Winter, 1965), Grecia (Hampe/Winter,1962), Chipre. B) Parrilla sostenida por un pie central: Bretaña, (Bretagne, 1951), Creta (Hampe/Winter, 1962), Italia (Halnpe/Winter, 1965). C4) Horno cerrado, con dos subtipos: A) Forma cilíndrica: Italia (Hampe/Winter, 1965), Creta (Hampe Winter, 1962), Bretaña (Bretagne, 1951) (con chimenea). B) En forma de túnel: Austria (LeroiGourhan, 1971), Bretaña (Bretagne, 1951). La vinculación entre el torno bajo y el uso de los sistemas más arcaicos de cocción de la cerámica que señalábamos para la Península Ibérica puede hacerse extensiva al resto de

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Europa. Los tipos de cocción menos eficaces se dan en los niveles 1 y II, en las zonas que han conservado unas estructuras culturales poco evolucionadas. De acuerdo con estos hechos podemos delimitar dos áreas diferenciadas por los tipos de torno y horno empleados: Los Balcanes, que conserva unos elementos técnicos primitivos, y la orilla norte del Mediterráneo, caracterizada por el uso exclusivo del torno alto y de hornos de dos o tres cámaras muy evolucionados.

LA TÉCNICA

DE COCCIÓN

La técnica de cocción, por estar regida por factores físicos o químicos constantes, es similar en todos los centros alfareros en los aspectos fundamentales, aunque algunos detalles secundarios varían de un centro a otro. En todos los alfares gallegos, peninsulares y europeos, en los que se utilizan hornos, la cocción atraviesa dos fases sucesivas, en las que varía la temperatura alcanzada por las piezas: En la primera, de corta duración, la temperatura se va elevando de un modo lento y gradual, para en la segunda alcanzar un grado intenso de una duración suficiente para la cocción de las vasijas y la vitrificación de las mismas, en el caso de que se les haya dado alguna capa de los compuestos que habitualmente se usan para el vidriado. La adopción de estas técnicas se debe a que las vasijas en este período, debido a los procesos físicos y químicos del mismo, sufren una disminución del volumen, y si la temperatura fuese elevada en exceso, las piezas se agrietarían debido a la viveza de la contracción de las mismas. Sólo cuando las vasijas han reducido en cierto grado su volumen, se puede realizar una elevación del ritmo del fuego para completar las transformaciones físico-químicas de la coc-


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JOSÉ MAl UEL VAZQUEZ VARELA

ción, que convertirán el barro en un material duro y totalmente falto de plasticidad, de tal modo que si una vasija ya cocida es triturada y se pretende utilizar el material para hacer otras, esto es imposible, ya que aquél ha perdido de un modo defmitivo su plasticidad, debido a las transformaciones químicas sufridas a lo largo de este proceso. (Ver capítulo sobre las bases físico-químicas del proceso cerámico). El fuego en el horno puede ser de dos tipos, oxidante o reductor, según que la llama se produzca en un ambiente rico en oxígeno o pobre en el mismo; esta peculiaridad operará sobre la superficie de las vasijas, haciendo que éstas adquieran un color rojo, en el primer caso, u oscuro en el segundo. La función del fuego oxidante o reductor se regula mediante una serie de maniobras destinadas a enriquecer o empobrecer en oxígeno la atmósfera del hogar del horno; en el primer caso, se dejan varios tiros abiertos para que circule el aire libremente por éste, en el segundo, cuando las piezas ya están más o menos cocidas, se cierran todas las aberturas del horno y se introduce combustible, generalmente leña verde, en el hogar, para que se produzca una atmósfera reductora. El control de la temperatura de cocción, por parte de los alfareros, ha sido siempre muy deficiente por haber recurrido a diversos procedimientos empíricos que les proporcionan una idea aproximada de cuando las piezas están en su punto. El procedimiento se basa por lo general en la observación del color de las vasijas, de las llamas del horno o bien del sonido de las piezas al ser golpeadas suavemente con piedrecitas. Este control basado en la experiencia de largos años de oficio, es suficiente para diagnosticar los 'resultados de la cocción y de no ser éstos satisfactorios, prolongar aquélla algo más, a fm de corregir los posibles fallos

(aunque una prolongación larga también afecta negativamente a la calidad del producto). A pesar de las múltiples precauciones adoptadas por los ceramistas, el momento más crítico del proceso alfarero, es éste al que nos referimos, pues las hornadas siempre arrojan un saldo de 10% de piezas defectuosas que no pueden ser puestas en venta, salvo que se recurra a la picaresca para disimular los defectos o se arreglen éstos de un modo superficial, comercializándose las vasijas por sistemas de venta secundarios, tal como es el trueque de loza defectuosa por productos agrícolas en los alfares de Niñodaguia, efectuado hasta hace pocos años. EL SISTEMA DE CONTROL DE LA COCCIÓN

En Galicia y en la Península el sistema usado para saber cuando las piezas están suficientemente cocidas, consiste en examinar el color de las llamas que salen del horno o el de las piezas colocadas en el interior del mismo, o bien extraer una muestra y observar si el vidriado se ha fundido. En este sentido, son uniformes los datos que poseemos sobre las distintas regiones de España y Portugal: Zamora, Salamanca, Castilla la Nueva, Levante, Andalucía, Alentejo y norte de Portugal. La técnica más extendida relativa al tipo de fuego empleado, es la de cocer con fuego oxidante, presentándose la más restringida, o de fuego reductor, en los siguientes lugares: GALlerA

Dentro de éstos, en Galicia, tenemos Santo Tomé, Portomourisco-O Seixo y Lovios (centras donde se emplea el torno manual), mientras que en los restantes alfares gallegos se emplea habitualmente el fuego oxidante, aunque


AlgU110S

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aspectos de la cerámica popular gallega. lntelpretación

en ocasiones por defectos de la hornada, o efectos especiales, en algunas zonas del horno puedan salir algunas piezas de color oscuro, que por lo general son difíciles de vender en los lugares donde están acostumbrados a las piezas de colores claros. PENÍNSULA IBÉRICA

En la Península Ibérica tenemos el empleo del fuego reductor de un modo sistemático, en los centros que emplean el torno bajo en el norte de Portugal y que en su mayoría utilizan la soenga para cocer, de acuerdo con la técnica de cubrir totalmente las piezas con leña y tierra, cuando se acerca el fInal de la cocción. En Llamas de Mauro (Asturias), donde se utiliza un horno de tipo pozo semejante a los de Buño, cuando las piezas están en una fase avanzada de la cocción se cubren con terrones y se cierran todas las aberturas del horno, dejando el conjunto sin alimentarlo durante varios días. Este sistema o similares, según los fondos cerámicos del Museo del Pueblo Español de Madrid, se han utilizado en un número restringido de alfares españoles, principalmente en: Soria, Quart, La Bisbal y Verdú (Cataluña).

negra, no por primitivismo técnico, sino por ser más vendida este tipo de producción ya que es grande la demanda de este producto. La utilización de fuego reductor en la cocción de vasijas en toda Europa coincide en general con los niveles cerámicos de técnica menos desarrollada. Es muy frecuente la cerámica negra en los niveles 1 y n, y rara en el In, donde a veces se hace solamente como una búsqueda intencionada de calidad estética en las vasijas. En el mapa de Europa se observa la concentración de este sistema en los Balcanes y el área adyacente y la casi total ausencia del mismo en la orilla norte del Mediterráneo, zonas que se diferencian por los niveles técnicos de sus cerámicas. En la Península Ibérica la concentración más importante de cerámica negra coincide con el N oroeste, manifestando así esta área una vez más su personalidad y su arcaísmo. El empleo del fuego reductor en Cataluña se debe a una búsqueda de calidad estética en las piezas a base del color negro o de los tonos oscuros. TEMPERATURA DE COCCIÓN

EUROPA

En Europa, la cerámica negra se ha hecho o se hace con procedimientos similares en una serie de lugares de Francia, Polonia, Rusia, Hungría, Rumanía, (ver mapa) y en algunos escasos puntos de Italia y Grecia, así como en Dinamarca, Escocia y Yugoslavia. En general el fuego reductor se encuentra vinculado a los niveles técnicos basados en el torno 1 y II Y mucho más escasamente en el nivel nI, aunque hay zonas de Hungría donde en el nivel In, se hace gran cantidad de cerámica

La temperatura de cocción de los alfares gallegos que emplean hornos, en el momento de mayor intensidad, oscila en torno a los 800900 C, según el tipo de horno empleado. 0

Es difícil indicar la temperatura aproximada que alcanzaba la cocción al aire libre, en hoguera (Lovios), pues en esta técnica, las temperaturas varían considerablemente. Así en Dinamarca, tan sólo llegaba a 400 C, cifra realmente muy baja (Steensberg, A. 0


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JOSÉ Mi\J'lUEL VAZQUEZ Vi\RELA

1960). En algunos lugares de África, donde se utiliza hoy el mismo procedimiento, por término medio la cocción se realiza a 700 0 C (Scott Lindsay. 1967). En los alfares europeos, las temperaturas son semejantes a las registradas en Galicia, siendo en algunas zonas del Mediterráneo, un poco más elevadas. (Hampe/Winter. 1965). TIPOS CERÁMICOS

GALlCIA

Comparando entre sí los tipos cerámicos de los distintos alfares gallegos, podemos observar alguna peculiaridad de cada centro, pero la mayoría de los modelos son muy semejantes, siendo pequeñas variantes de un prototipo común a todos ellos. Esto en lo que se refiere a los productos de tipo tradicional y a los, en gran parte, de nueva creación, pues desde hace algunos años, al haber gran demanda de tipos cerámicos decorativos por parte de la burguesía y el turismo, en Buño y Niñodaguia han aparecido nuevos modelos, pero a pesar de ser creaciones recientes, tienen una cierta semejanza entre sí. Dentro del grupo de los productos tradicionales, podemos observar algunas diferencias entre los elaborados en torno alto impulsado por el pie por hombres, y los hechos en torno bajo impulsados con la mano por mujeres. Aunque las formas son las mismas, notamos algunas peculiaridades técnicas, debido al especial proceso de elaboración de cada uno de ellos. Por lo general las piezas hechas en el torno bajo son de paredes algo más gruesas que las

otras y de un aspecto algo más achaparrado, notándose a veces en su superficie externa o interna, los sucesivos anillos de barro que fueron empleados en su construcción, mediante el sistema del urdido. A pesar de estas diferencias, debido a las técnicas empleadas, podemos decir que lC?s tipos son esencialmente los mismos. Los tipos reciben el nombre, según la forma o función a que van destinados, pero en general dentro de ciertas limitaciones impuestas por la forma y el tamaño, un mismo cacharro puede servir para distintos usos. Un barreño servirá para lavar loza o ropa, o para preparar la masa de los chorizos (zorza) y embutidos. Una chocolatera puede emplearse para hacer chocolate, café, calentar leche o servir como recipiente de diversas sustancias. A veces a un mismo cacharro se le dan distintos usos según el lugar donde éste se utilice. Así por ejemplo una chocoJateira hecha en Buño y vendida en Carballo servirá para hacer chocolate, pero en Santa Comba será utilizada como recipiente para la miel. De esta manera ocurre con muchos modelos, que a pesar de su nombre o de su forma específica, que teóricamente lo ajustan a una sola función, son de usos vanos. Al lado de estas piezas polifuncionales hay otras que sólo tienen una misión específica; tal es el caso de los JiJos o piezas de juguetería y de las btgi'nas o trompetas hechas en Buño. Algunos tipos cerámicos se hacen en todos los alfares gallegos, pero otros sólo en algunos por estar vinculados con ciertos cultivos; así las grandes cántaras se fabrican en los centros que están ubicados en las zonas vinícolas; éste es el caso de Loñoá, O Seixo-Portomourisco, Gundivós y Santo Tomé.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

En algunos lugares donde la peculiar ecología permite el cultivo del olivo también se han destinado las cántaras de grandes dimensiones para guardar el aceite. Otros tipos cerámicos están condicionados por las pautas culturales de las zonas concretas donde se venden; así, hace cuarenta años era general el consumo de pan de maíz en todo el medio rural gallego y sólo en algunos centros cerámicos se fabricaban os testos da bica y os fornos do pan con destino a la preparación del mismo, pues en otras zonas, aunque se consumía este producto, se preparaba sin utilizar ningún tipo de instrumento cerámico. La fabricación de diversas vasijas está vinculada al calendario agrícola; en verano son vendidos gran cantidad de botijos con destino a los trabajadores del campo, quienes los utilizan durante las faenas propias del estío, tales como la siega, la malla, etc. En invierno se hacen grandes cantidades de barreños, para ser utilizados en la preparación de productos de cerdo, coincidiendo con la época de la matanza de este animal. Varios modelos de cacharros están relacionados con ciertas prácticas sociales; así por ejemplo, en Galicia es muy frecuente la realización de trabajos recíprocos colectivos agrarios: cada vecino ayuda a los demás gratuitamente durante la siega o la malla, por turno; aquél para quien se trabaja en un día, debe de alimentar a los que ayudan. Por ser éstos muy numerosos ha de disponer de una considerable cantidad de tazas o escudillas para servirles los alimentos. De aqtú la gran demanda de estos productos durante la época de la realización de estos trabajos en el campo.

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PENÍNSULA IBÉRICA

La comparación del material gallego con el del resto de la Península, nos ofrece grandes semejanzas entre uno y otro, así como algunas peculiaridades. Todos los alfares peninsulares coinciden en tener unos tipos comunes abundantes, y algunos, en menor cantidad, específicos de cada lugar, siendo variantes de prototipos generales. Así la diferencia entre jarras, cántaros, lebrillos y botijos de las diversas regiones, estriba en el color, peso, porosidad, debida a las distintas clases de barro empleadas, diferentes técnicas de vidriado y cocción y distintas proporciones entre el alto y ancho de las piezas, y en la relación de los diámetros de las bocas con los de las panzas y fondos, o también la forma de colocar un asa, o alguna pequeña característica de la decoración, pero siempre sobre unos prototipos comunes en toda la Península. Por ejemplo, las jarras hechas en Llamas de Mauro son de color distinto a las de Galicia, y dentro de la forma, su proporción entre la altura y la anchura, es mayor que en las gallegas. Los pucheros de Castilla tienen un cuello cilíndrico más desarrollado, pero salvo estos detalles insignificantes, las formas son prácticamente las mismas. Esta coincidencia con relación a unos prototipos comunes, no sólo ocurre en cacharros de las formas más abundantes, sino que también se da en algunos tipos cerámicos de uso minoritario y que requiere una técnica muy especializada de fabricación. Así tenemos el caso de los botijos en forma de gallo que existen en algunos alfares gallegos y que encontramos en localidades tan distantes como Tamarit de la Litera, Sorbas, Guadix y Fregenal de la Sierra. El botijo en forma de rosca o anillo, de esmerada y difícil elaboración, que se hace en Gali-


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

cia, se fabrica, asímismo en Agost, Bisalhaes y Beringel. El jarro de sorpresa, aparte de en los alfares gallegos, también se hace en Cogolludo, Salvatierra, Tamames de la Sierra y Bisalhaes (portugaD.

sos talleres franceses, italianos, rumanos, etc. La similitud de modelos se extiende también a aquellos tipos cerámicos difíciles de inventar y que requieren una elaboración cuidadosa y altamente especializada de los mismos.

A continuación damos a título de ejemplo una lista de distintos tipos cerámicos gallegos y sus semejantes en la península.

Estos modelos tienen especial importancia ya que el paralelismo entre los otros, en toda Europa, podría ser el empleo de las mismas técnicas y la adaptación a idénticas funciones, sin que esto implicase fuertes contactos culturales; sin embargo, estos tipos peculiares nos hablan de una difusión y una existencia de relaciones culturales fuertes entre los distintos pueblos de Europa.

Amboa: Pereruela (Zamora), Arou<;a (portugal), Chaves (portugal). Cazolo: Mazcuerras (Santander), Jadraque (Guadalajara), Lumbier (Navarra). Barril o Barrilla: Alicante, Logroño, Salamanca, Palencia, Cataluña, Zamora, Cuenca.

El botijo en forma de rosca o anillo, lo encontramos en Cerdeña, Sicilia, Calabria, Rumanía y Austria.

Buxina o trompeta de barro: Villafranca de los caballeros (Extremadura), Jiménez de Jamuz (León).

El botijo en forma de gallo aparece en Cerdeña, Italia, Rumanía y Austria.

Hornos del pan: Amarante y Bisalhaes ( Norte de Portugal), Pereruela (Zamora).

El jarro de trampa, de complicada elaboración, aparece en Francia o Italia.

EUROPA

Comparando el material gallego con el europeo sacamos unas conclusiones análogas a las descritas para la comparación de lo gallego con lo español.

A continuación damos una breve lista, a título de ejemplo, de los tipos de alfarería más comunes y su distribución: Piezas que descansan sobre tres pies: Dinamarca, Rumanía. Queseras: Dinamarca, Italia, Francia y Rumanía.

Los tipos cerámicos europeos ofrecen en los distintos talleres una serie de pequeñas variantes básicas comunes, habiendo en cada taller algunas pocas formas peculiares de los mismos, pero aun estas características dependen de un prototipo común minoritario de menor extensión que otros.

Hornos de pan: Italia, Yugoslavia, Checoslovaqma.

Los cacharros más abundantes en los alfares gallegos tienen su exacta réplica en los diver-

Pota: Italia, Dinamarca, Francia, Checoslovaquia, Yugoslavia, y Rumanía.

Barrila: Italia, Alemania, Bulgaria, Cerdeña, Polonia, Grecia, Hungría, Rumanía, Creta.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

Hucha: Gran Bretaña, Inglaterra. Tartera Catalana: Grecia e Italia. Trompeta de barro: Italia. Cántaro con asa lateral superior: Italia, Polonia, Dinamarca, Francia, Rumanía, Albania, Yugoslavia, Grecia. Cántaro con dos asas laterales supenores: Francia, Italia, Grecia. A título de ejemplo son suficientes los materiales descritos para darnos idea de la comunidad de tipos cerámicos en toda Europa, no sólo debida a una tradición técnica, sino formal y cultural.

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Una vez cocidas, como consecuenCla del vidriado, los dibujos pintados con barro blanco aparecen de color amarillo sobre fondo rojo o marrón y los que fueron pintados con barro oscuro aparecen de color marrón sobre fondo amarillo. En las piezas sin vidriar, se pinta una línea de color blanco paralela al diámetro máximo de la vasija, línea que a veces, como en el caso de las huchas, se rellena con una incisión. Los objetos sin vidriar exteriormente, suelen llevar un par de líneas incisas paralelas a la altura de la panza. Los temas decorativos son sencillos, de fácil y mecánica ejecución, sobre todo geométricos, círculos, líneas paralelas y punteados. En algunos casos se pinta algún animal como el gallo o peces muy estilizados.

DECORACIÓN

En las formas de tipo tradicional normalmente el alfarero busca la funcionalidad acorde con las demandas de su clientela, por lo cual sus preocupaciones artísticas no han sido demasiado amplias y se han limitado a realizar, bien mediante el dibujo o la incisión, una serie de tomas en los que abundan los motivos geométricos reiteradamente. Por razones de método, vamos a estudiar primero la decoración de las formas tradicionales y después la de los nuevos modelos. GALICIA

CENTROS AU'YiREROS DEL NIVEL

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Buño.- Las vasijas hechas con barro oscuro se pintan con barro claro y viceversa, empleando un pincel o palito o pluma de gallina. Los temas son muy sencillos, vegetales estilizados y geométricos.

Escasas piezas llevan figuras hechas a molde, aplicadas como decoración siendo generalmente motivos vegetales. En el centro de los botijos de rosca suele colocarse un gallo o una espiga de maíz.

Niñodaguia.- En este centro escasea la decoración quedando las piezas después de la cocción de un color amarillo suave debido al tipo de barro y vidriado que se emplea en este alfar. Bonxe.- En la superficie exterior de las piezas no vidriadas se pinta una banda de barro blanco paralela al diámetro máximo que va siguiendo el contorno de la vasija. A veces se realizan pequeñas incisiones decorativas. En los cacharros vidriados, la técnica y los motivos son similares a los descritos en Buño. En los barreños se suele aplicar un cordón de barro paralelo al diámetro mayor de la vasija al que cortan varios cordones cortos perpendicularmente, llevando éstos impresas uñadas.


186

JOSÉ MANUEL VAZQUEZ VARELA

Mondoñedo.- Parco en decoración, parecido a Bonxe, se pinta una línea blanca en la panza de la vasija. Cuando en las vasijas que van a ser vidriadas se realiza algún tema, se limita a un círculo sobre el fondo de las mismas, semejante a los descritos para Buño. Rubiá.- En este alfar la decoración se reduce a cortos cordones que arrancan de la parte inferior del borde de la vasija, con imprecisión de uñadas. Loñoá.- En este lugar no se empleó el vidriado ni la pintura de las vasijas. Las paredes de algunos recipientes están surcadas por cordones de barro paralelos al diámetro mayor, cortados por otros perpendiculares, formando una composición similar al aparejo de sillería. Tioira.- Tampoco aquí se empleó el vidriado. La decoración es a base de motivos geométricos, series de puntos y de líneas incisas a lo largo de la panza de las vasijas. Otro tema decorativo es la línea ondulada, entre dos línea paralelas al diámetro máximo de la pieza. CENTROS ALFAREROS DEL NIVEL

JI.

En los centros alfareros del nivel Il, no se empleó ni el vidriado ni la pintura con barro. Las técnicas fundamentales de decoración han sido la aplicación de cordones de barro y las incisiones realizadas con un palo o caña. Gundivós.- La decoración se realiza a base de aplicar cordones de barro con la impresión de uñadas. En los jarros el cordón cae desde el arranque del pico hasta media altura de la panza. Las ámboas de grandes dimensiones y los barreños llevan cordones con la impresión de uñadas a lo largo de las paredes. Las cántaras tienen los cordones paralelos al diámetro má-

ximo, cruzados por otros que los cortan perpendicularmente.

o Seixo-Portomourisco.- En estos alfares la técnica y los motivos de decoración son similares a los empleados en Gundivós. Lovios.- Las dos piezas que hemos podido ver de este alfar presentan el mismo sistema de cordones de barro, con impresión de uñadas paralelas al diámetro de la vasija. Ambas son de color negro por haber sido cocidas con fuego reductor. Santo Tomé das Olas.- El tema decorativo consiste en líneas paralelas incisas y marcas hechas con una estampilla circular, distribuidas regularmente a lo largo de la pieza. La parte superior de la pared externa de las vasijas está pulida por fricción con un canto de río. En algunos de estos alfares se hacían incisiones en las asas de los cacharros, que servían como marcas de propiedad, ya que por ser los hornos comunales, en ocasiones cocían varias alfareras al mismo tiempo y por ello era necesario distinguir las fabricadas por cada una de ellas. Cada ceramista tenía una marca propia. Comparando los niveles Il y IIl, vemos que en el primero se emplea de un modo abundante la pintura, con una serie de temas comunes, técnica y motivos que no existen en el grupo del torno bajo, en el cual se desarrolla más una decoración a base de cordones aplicados de barro, con huellas de uñadas, destinados a un tiempo a reforzar las paredes de las piezas y a decoradas; de todas formas hay algunos temas de decoración comunes (líneas onduladas, líneas paralelas y bandas de puntos), pero a pesar de esto, hay diferencias entre los dos grupos que también se manifiestan en el uso exclusivo del color negro en las piezas del nivel Il.


Algunos aspectos de fa cerámica popularga//ega. Interpretación PENÍNSULA IBÉRICA

Si comparamos con la Península Ibérica, observaremos que en los centros de torno bajo, la decoración es muy sencilla, reduciéndose a incisiones, líneas onduladas, rectas, y a la aplicación, funcional y decorativa a un tiempo, de cordones de barro con huellas de uñadas en las piezas. Se diferencia de esto algo el centro de Bisalhaes en las cercanías de Villa Real de Tras-Os-Montes (portugal), donde por estar orientada hacia el turismo, gran parte de la producción se realiza a base de incisiones y estampillados en la cerámica, con mayor abundancia y esmero que en los restantes centros alfareros del mismo nivel, utilizándose aquí la técnica de pulir algunas partes de la pieza con un canto de río, procedimiento similar al usado en Santo Tomé y en otros centros peninsulares, de torno alto, tales como Salvatierra de los Barros en Extremadura. La coloración negra o gris oscura es más frecuente en las piezas de estos alfares que en los del nivel siguiente. En los centros alfareros de la Península donde se emplea el torno impulsado por el pie, se realizan incisiones o dibujos de temas geométricos sencillos, lo que más predomina es la pintura de blanco sobre rojo o marrón sobre blanco y el vidriado encima. Este sistema es el más ampliamente utilizado en los alfares de la Península; citamos a título de ejemplo: Consuegra, Villafranca de los Caballeros, Ubeda, Trigueros, Cartagena, Mula, Larca, Totana, Aleda, Chinchilla, Alcora, Val de Uxó, Vilatorta, Esparraguera, Miravet, Alba de Tormes, Tamames de la Sierra, Jimenez de Jamuz, Olivenza, Fragenal de la Sierra, Barcelos (Minho), Beringel y Flor da Rosa (Alentejo). La cerámica negra del nivel II se hace habitualmente en Llamas de Mauro, y se hizo en

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Quart, Verdú (Cataluña) y Quintana Redonda (Soria). Los temas pintados son muy sencillos y similares a los usados en Galicia. Así, el tema del gallo pintado en el fondo de la vasija, lo encontramos en Barcelos (Minho) y en Ubeda (Andalucía). Los nuevos tipos cerámicos se caracterizan por una búsqueda intencionada de la calidad estética, sin tener una base sólida de las técnicas y conceptos artísticos, y ha de adaptarse a la demanda, por lo cual se producirán tanteos y vacilaciones que darán a veces resultados que Llorens, con su categoría de gran ceramista, califica de nefastos, aunque al lado de éstos haya logros interesantes. Este cambio de la producción y la búsqueda intencionada de lo artístico, lleva a un cambio cualitativo en la Cerámica Popular; el paso de arte del pueblo a arte popular, según Hauser, o de la vieja a la nueva artesanía de Tucci, un cambio radical en la orientación con una búsqueda de temas artísticos acorde con la nueva demanda que tratamos con más detalle en el capítulo sobre la crisis de la cerámica estudiada. EUROPA

La situación de la alfarería europea es similar a la descrita para Galicia y la Península. En los alfares del nivel II, no se emplea el vidriado y las técnicas de decoración más frecuentes son las incisiones y la aplicación de cordones de barro, con la doble misión de ornamentar y reforzar las paredes de las vasijas. En los centros de torno alto, se utiliza la pintura y el vidriado, dibujándose temas muy sencillos, motivos geométricos tales como círculos, líneas onduladas y en algunos casos, el tema de las flores y del gallo. La técnica de di-


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JOSÉ MAN UEL V ÁZQUEZ VARELA

bujos amarillos sobre fondo rojo, es la que está más ampliamente extendida. En el sur de Italia, Sicilia y parte de Grecia, la decoración es bastante pobre, basándose casi exclusivamente en temas geométricos. Dentro pe Europa, en varias zonas, tales como Francia, Polonia, Rusia, Hungría, Austria, Rumanía, Yugoslavia, se han hecho hasta hace pocos años, y aún hoy día se hace, cerámica de color negro, que en algunas zonas como Hungría, tiene mayor venta que la vidriada por razones de tipo estético, ya que el público la prefiere así. Las técnicas y temas de la decoración son muy semejantes en toda Europa, aunque dentro de ellas destaquen algunas áreas por sus peculiaridades temáticas o por el empleo de alguna técnica especial. Existe una clara diferencia entre la decoración de los alfares del nivel n y los del nivel In. En el primero no se emplea ni la pintura ni el vidriado, siendo lo más frecuente el uso de incisiones y la aplicación de cordones de barro con uñadas; por el contrario en los centros donde se utiliza el torno alto es normal el empleo de la pintura con barro de varios colores y el vidriado, así como la menor frecuencia en la aplicación de cordones de barro y de incisiones. Estas diferencias entre ambos niveles muestran una vez más el arcaísmo del nivel n. Sobre esto, véase el apartado donde se establece el estudio comparativo entre los niveles n y In.

sólidas comparaciones de este tipo y tenemos que limitarnos a unas apreciaciones generales sobre el nivel de vida de los alfareros, utilizando fuentes de tipo cualitativo y no cuantitativo, como exige el caso. De todas formas, con los datos de diversa índale expuestos hasta aquí, podemos tener una idea aproximada sobre la situación económica de este grupo artesano. GALICIA

Para Galicia tenemos los datos de Buño y Niñodaguia pues en Mondoñedo y Bonxe, por trabajar un solo alfarero en cada lugar y ser de cierta edad, no podemos sacar de su situación laboral concreta y anormal, datos de una validez más amplia. En el apartado sobre Buño, calculamos que en el caso de un taller donde trabaja un solo artesano muy diestro y muy rápido en su oficio, sus ingresos son de ocho mil pesetas mensuales aproximadamente. Como esta cifra es relativa, hemos procedido a contrarrestarla con otras informaciones complementarias. Varios alfareros han abandonado su profesión para dedicarse a otras actividades laborales, que les producen unos ingresos netos de alrededor de ocho mil pesetas. En conversaciones sostenidas con ceramistas, éstos manifestaron sus deseos de trabajar en cualquier taller de cerámica una jornada de ocho horas, a cambio de ocho mil pesetas y del disfrute de los beneficios de la Seguridad Social.

ECONOMÍA

Debido a que la mayoría de los .trabajos sobre cerámica sólo traen alusiones imprecisas sobre su aspecto económico, no podemos realizar

La convergencia de las tres fuentes en torno a la misma cifra, nos viene a confumar la cantidad de ocho mil pesetas como tope máximo de ingresos de los alfareros.


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Interpretación

Los trabajadores eventuales masculinos cobran un jornal de 250 pesetas diarias, sin tener derecho a percibir haberes los días festivos, ni los beneficios de la Seguridad Social. En Niñodaguia, según cálculos basados en la producción de un taller, los ingresos mensuales para el dueño del mismo serían de unas trece mil pesetas; el salario que se paga a los eventuales de trescientas pesetas, sin derecho a la percepción de los beneficios de la Seguridad Social. El mayor grado de mecanización, la existencia de hornos de mejor calidad en los talleres, junto con el hecho de que la mayoría de los alfareros tengan automóvil propio, nos confirman la idea de que éstos tienen un nivel de vida más elevado que los de Buño. Para valorar correctamente la importancia de los ingresos procedentes de la alfarería, hay que tomar en cuenta que casi todos los ceramistas tienen una pequeña huerta para su autoabastecimiento de productos agrícolas y son dueños de las casas que habitan, hecho éste frecuente dentro del ambiente rural gallego. El sistema tradicional de venta de la cerámica por las ferias, hecha por los alfareros, prácticamente ha desaparecido, realizándose ahora ésta, al por mayor, por encargo, o al detalle a los numerosos turistas y viajeros que visitan los talleres. PENÍNSULA IBÉRICA

Son escasos los datos que conocemos sobre los aspectos económicos de la cerámica de la Península Ibérica y de los pocos que tenemos, algunos no son homologables, pues proceden de alfares del Sur de Portugal, del año 1962.

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Los de tipo más reciente, provienen del trabajo de Vossen, realizado en Levante y Cataluña. Según éste, el sueldo de un oficial en Cataluña, es de diez y seis mil pesetas mensuales y en Valencia de ocho mil. Estos salarios corresponden a los talleres artesanos de una zona de gran producción cerámica destinada a la exportación y a la venta al turismo. Tienen un nivel económico más elevado que los demás ceramistas de la Península, lo cual se confirma, por otra parte, por el hecho de que éstos para sobrevivir han de simultanear esta actividad con las faenas agrícolas. A causa de la crisis de la artesanía, por la falta de rendimiento económico, numerosos talleres han cerrado sus puertas, mientras que otros, por razón de alguna coyuntura más favorable, han elevado el nivel de vida al especializarse en los productos que exige la demanda actual. Los sistemas habituales de comercialización en la Península Ibérica, han sido los de acudir a los alfareros directamente a vender sus productos a ferias y romerías. En la actualidad, en varios centros, las ventas están orientadas hacia el turismo, la exportación y al por mayor. EUROPA

Los datos de orden económico que poseemos de Grecia e Italia, nos indican el abandono de la profesión alfarera por su escasa rentabilidad, en numerosos lugares. Muchos alfareros cambian su trabajo por la albañilería. Esto nos da un índice económico silnilar al de la zona noroeste de la Península Ibérica. Parece que el avance de la industrialización, ha afectado negativamente la evolución económica de los alfares artesanos y que en la actualidad hay dos modelos de situación:


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JOSÉ :MANUEL VAZQUEZ VARELA

1) Los que no se han adaptado a las nuevas circunstancias de la alfarería y siguen con el sistema tradicional; estos centros están en franca regresión. 2) Los que se han adaptado a la nueva demanda y han logrado obtener unos ingresos superiores a lo habitual, y paulatinamente van mejorando su economía. Estos centros siguen con el problema de la falta de aprendices, provocada por la crisis sufrida hasta hace pocos años, antes de que la nueva demanda de la burguesía y el turismo hubiesen reavivado la actividad laboral de los alfareros. ORGANIZACIÓN LABORAL

Los alfareros para dedicarse a su tarea íntegramente, o simultanear en mayor o menor grado ésta con la agricultura y otros oficios, se organizan en tres tipos básicos de talleres: 1°._ Familiar: Compuesto por el cabeza de familia y otros miembros de la misma, trabajando en el torno los adultos y ayudando los restantes en algunas tareas secundarias. 2° - Semifamiliar: Formado por varios miembros de la misma familia, más algunos asalariados permanentes que trabajan en el torno. 3°._ Empresarial: Consistente en un patrono que dirige el trabajo de una serie de jornaleros fijos sin intervención de la familia. De acuerdo con estos tipos, clasificamos los talleres cerámicos de Galicia, Península Ibérica y Europa. GALlCIA

1. - Familiar La mayor parte de los alfareros gallegos pertenecen a este tipo. El cabeza de familia y algún hijo trabajan en el torno, mientras que las mu-

jeres y los menores auxilian en tareas secundarias, tales como preparación del barro, decoración, transporte y venta de las piezas. En los casos en que las mujeres manejan el torno, nivel II, los restantes miembros de la familia ayudan en otras tareas complementarias, así en ocasiones serán los maridos los que se encarguen de la cocción y venta de las vasijas. A veces, cuando es grande el apuro de trabajo, se puede contratar a algÚn alfarero para realizar una labor durante unos días o a personal especializado en la extracción del barro, corte y transporte del tojo, así como de la cocción. En Tioira existió hasta hace 1S años aproximadamente la costumbre de que, en ocasiones, una persona desconocedora de la técnica alfarera, contrataba a varios ceramistas para que le hiciesen un número determinado de piezas, las cuales, una vez elaboradas eran pagadas a los alfareros, se cocían y se destinaban a la venta por aquél que las había encargado. Éste debía disponer del barro preparado para ser trabajado en la rueda de modo que los alfareros sólo interviniesen en la elaboración y cocción de las piezas.

2. - Semifamiliar El segundo caso, sólo se da en dos ocasiones en Niñodaguia, en que los miembros del taller son socios del mismo, aunque también intervengan personas de la familia de alguno de ellos. 3. - Empresarial Del grupo 3 no tenemos en Galicia, ya que debido a la crisis sufrida por la alfarería gallega, gran parte de los talleres están formados por una sola persona. AlIado de esto, alfarería y agricultura se complementan, variando el peso de una de estas actividades de unos lugares a otros.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

En Niñodaguia y Buño, la cerámica es la actividad económica y laboral de mayor importancia, aunque los alfareros, en algunos casos, cultiven pequeños huertos cuyos productos se destinen al autoconsumo. Por el contrario en el resto de los talleres, a excepción del desaparecido en Rubiá, la agricultura es de vital importancia, estando la alfarería supeditada a los ritmos laborales de la agricultura. En los centros del nivel II, la cerámica estaba prácticamente reducida a una actividad doméstica dependiente de las faenas agrícolas y de las tareas caseras de las mujeres. El oficio de alfarero se trasmitía por vía hereditaria comenzando los aprendices a trabajar en las faenas auxiliares y a practicar algo en el torno, a partir de los 12 o 14 años. En algunas ocasiones venían a los talleres para aprender el oficio hijos de campesinos, pero lo habitual ha sido la tradición familiar. Hoy en día, en toda Galicia, sólo existe un aprendiz de 13 años que trabaja en el taller paterno en Niñodaguia (Ourense). PENÍNSULA IBÉRICA

En la Península Ibérica coexisten varios sistemas de organización laboral en la alfarería, que se reparte de modo distinto por las diversas regiones y según los niveles técnicos del torno empleado. Así, en los lugares donde se usa la técnica manual para vasijas de pequeño tamaño parece que los talleres han sido y son todavía de tipo individual y de tradición familiar, como por ejemplo Calanda (Teruel) y Cananas. En el nivel II, los talleres son de tipo familiar y en ellos el oficio se trasmite por vía heredi-

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taria. En los lugares donde las mujeres manejan la rueda, los hombres intervienen en otras tareas, tales como extracción del barro, cocción y venta de las vasijas. En los alfares del nivel III donde sólo los hombres manejan el torno y en el cual la mujer realiza faenas auxiliares, se dan tres tipos de organización laboral: 1~ - Organización familiar. Sólo trabajan en el taller los miembros de la familia nuclear por lo general, o algún pariente próximo. Encontramos este tipo en Asturias, ambas Castillas, Andalucía, Levante, Norte de Portugal y Alto Alentejo. En algunas de estas zonas predomina este tipo de taller, pero en otras alterna con las dos formas que vamos a describir a continuación. 2~ - Organización semifamiliar. Talleres en los cuales trabajan miembros de una familia juntamente con algunos jornaleros eventuales o fijos. Zonas de Levante y Andalucía. 3~-

Organización empresarial.' Consiste en un patrón al frente de varios obreros fijos o eventuales, sin la presencia de familiares en los talleres. Encontramos este tipo de organización laboral en: Alto Alentejo y Levante español. Este nivel parece menos frecuente que los anteriormente citados. EUROPA

En Europa se presentan los mismos tipos de organización laboral que en la península, siendo más frecuentes los dos primeros que el tercero. La organización familiar aparece como propia de los centros alfareros de los niveles I y II


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

según el torno, siendo la cerámica labor complementaria de la agricultura. En el nivel III encontramos en Chipre, Creta y Grecia Continental, alfareros que simultanean la práctica de su profesión con la de la agricultura, agrupados en talleres familiares en los que esporádicamente pueden contratar algún jornalero eventual para realizar tareas secundarias, tales como extracción y preparación del barro. En el Sur de Italia y Sicilia hay ceramistas dedicados exclusivamente a su oficio, en talleres familiares en su mayoría, y en algunos casos con personas de la familia y algunos asalariados; pero no llegan a formar organizaciones de tipo empresarial. De acuerdo con lo expuesto, podemos establecer las siguientes conclusiones: A) En el nivel II, la organización laboral es de tipo familiar, siendo por lo general la alfarería actividad complementaria de la agricultura. B) En el nivel III, nos encontramos con varias posibilidades: 1°._ Organización de tipo familiar. 2°._ Organización de tipo semifamiliar. 3°._ Organización de tipo empresarial. El primero de estos casos, es el más frecuente en el nororeste peninsular, seguido del segundo, como ocurre en amplias zonas del resto de la Península Ibérica y Europa. La organización de tipo empresarial, no se da en Galicia, y en la Península parece propia de alfares técnicamente muy desarrollados (caso de algunos de Levante español), que por sus características no encajan bien en lo que aquí hemos entendido como cerámica popular.

Dentro de este mismo nivel, la alfarería puede ser un complemento de la agricultura, o bien de la actividad económicamente más importante, y puede verse auxiliada por el cultivo de una pequeña huerta, cuyos productos se destinan al autoconsumo. Otra posibilidad es la del alfarero dedicado íntegramente a su trabajo. Esta última forma laboral, parece propia de los centros cerámicos que han conseguido un mayor desarrollo económico. La abundancia de la organización familiar en los talleres de Galicia, acorde con la institución económica y familiar del país, la casa, contrasta con el desarrollo del sistema empresarial en el Levante, inserto en una zona económicamente más rica. EDAD DE LOS ALFAREROS

Podemos observar el escaso personal de algunos lugares tales como Bonxe y Mondoñedo próximos a su desaparición, mientras que en Buño y Niñodaguia hay un cierto número de alfareros pero de una edad media bastante elevada, debido a la casi total ausencia de aprendices. En la década de los años 30, en casi todos los alfares gallegos, por cada profesional adulto había un aprendiz menor de edad iniciándose en el oficio, lo cual se traducía en una edad media de 30 a 40 años para el conjunto de los centros cerámicos de Galicia. Si comparamos esta cifra con las edades medias actuales de Buño (50 años), y Niñodaguia (42), se hace evidente un aumento alarmante de la edad debido a la falta de aprendices. Esta evolución regresiva del sector laboral de la alfarería, cada vez se torna más negativa y de seguir al actual ritmo de envejecimiento podemos pensar que


AlgU110S

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aspectos de la cerámica populargallega. Il1terpretaciól1

en los próximos 20 años quedará reducida a un par de personas. En los últimos cuarenta años numerosos alfares han desaparecido y los que todavía sobreviven han experimentado pérdidas cuantiosas de su población activa, así como un envejecimiento demasiado elevado y rápido. Esta evolución regresiva es un fenómeno generalizado en la cerámica popular no sólo en Galicia, sino también en la Península Ibérica y Europa como vamos a ver a continuación.

CATALUÑA

Verdú 1955- 15. 1970-8. Vilatorta 1940-5. 1970-1. Piera 1920-10.1970- 3. Esparraguera 1930-11. 1970-5. ARAGÓN

Almonacid de la Sierra 1930-20. 1970-desaparición. Huesca 1960-5. 1970-1. ANDALUCÍA

Albox 1936-40. 1970-5. ASTURIAS

Faro 1846-40 . 1933-4. 1970-1. PENÍNSULA IBÉRICA ZAMORA

La situación de los alfares de la Península Ibérica es similar a la descrita en Galicia, y se caracteriza por una disminución del número de centros alfareros, y de la población laboral de los mismos, así como de su envejecimiento. Este proceso no lleva el mismo ritmo en las distintas zonas peninsulares pues en algunas la evolución regresiva es más acelerada que en otras. Los datos contenidos en el cuadro no pueden homogeneizarse, pues la velocidad de desaparición en los distintos centros alfareros varía segÚn los períodos de tiempo a los que se refieren los datos. RECESIÓN DE LA CERÁMICA POPULAR

Indicamos el número de talleres alfareros en un mismo centro en dos fechas distintas. VALENCIA

Agost 1967-25.1971-15. Petrel 1920-40. 1936-6. 1967-desaparición. Traiguera 1930-30. 1970-4. Chiva 1955-5 . 1970-4. Val de Uxó 1965-13.1970-9.

Moveros 1958-20 a 25.1968-9. Pereruela 1954-46.1968-10. SALAMANCA

Tamames Cespedosa Alba de Tormes Cantalapiedra Peralejos

1952 23 14 12 46 15

1970 5 6 5 6 3

VALLADOLID

Arrabal del Portillo 1958-40 . 1970-23. MADRID

Colmenar de Oreja 1981-15.1948-2.1970-2. Por otra parte abunda la bibliografía relativa a la desaparición de centros alfareros, en especial en Aragón, ambas Castillas, Levante, Andalucía, Baleares, Canarias, Asturias, País Vasco-Navarro, en general en toda la Península. En Portugal la situación es parecida a la descrita en España. Disminución del número de alfares, y de alfareros. NIVEL II Bisalhaes. Villa Real de Tras-as-Montes. 1945-56. 1972-8 totalmente dedicados al oficio y 4 eventualmente.


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JOSÉ JvLANUEL VÁZQUEZ VARELA

Bragan<;a. Pinela de 1961-7.1972-1. Malhada Sorda da Beira Alta 1948 1961 1963 21 12 Nivel Il 9 1 Desaparece Nivel III 2 ALTO ALENTEJO Viana Redondo Nisa Amieira Extremos Vila Vi<;osa

1899 1960 30 15 30 27 5 7 1 1 9 2 5 1

San Pedro Portel Elvas Arroveches Porto Alegre

1905 1960 30 24 3 1 5 2 1 2 2 2

FLOR DA ROSA n° hornos n° alfareros

1942 1962 27 7 60 18

VILA FRANCA DO CAMPO. A<;ores N° de talleres: 1956-16. 1968-9. Escasean los datos sobre la edad media de los alfareros, de todos modos, después de una intensa búsqueda bibliográfica y de nuestro trabajo de campo en el norte de Portugal en 1972 pOdelTIOS ofrecer los siguientes: Bisalhaes en Vila Real de Tras-os- Montes. 42 años, el más joven de 33 y el mayor de 60. Pinela de Bragan<;a 40 años. ALTO ALE TEJO. Datos con base en 1960. Flor da Rosa 50, siendo las edades extremas 36 y 70.

Viana 50, siendo las edades extremas 25 y 65 Nisa 39, siendo las edades extremas 30 y 60 Redondo, 36 siendo las edades extremas 20 y 70 San Pedro 32, siendo las edades extremas 20 y 70 De los datos anteriormente expuestos se deduce que existe una clara tendencia regresiva en la evolución demográfica de la alfarería popular en la Península Ibérica. Este fenómeno afecta de un lTIodo desigual a las distintas áreas geográficas y a los dos diferentes niveles técnicos. La recesión sufrida en los centros pertenecientes a las categorías IA, lB YIl, ha sido mucho más fuerte que la del grupo IIl. Fenómeno semejante al descrito para Galicia y que tiene su explicación en diversos factores que comentaremos al tratar el tema de los cambios sufridos en la cerámica española en los últimos cuarenta años. EUROPA En Europa nos encontramos con una situación análoga a las anteriormente descritas. Han desaparecido numerosos alfareros, especialmente de los niveles lA y 11, al tiempo que ha aumentado el índice de la edad media de los ceramistas. Un hecho normal en toda Europa es la falta de aprendices que trabajen en el barro, pues incluso parte de los profesionales que conocen bien este oficio, han abandonado el mislTIO para dedicarse a otras actividades más rentables desde el punto de vista económico. La cerámica ha sufrido una fuerte recesión en todo el continente europeo, de acuerdo con los datos procedentes del norte y centro del mismo, así como de las islas Británicas, de Francia, Italia, Grecia, y otras zonas. A continuación damos algunas estadísticas procedentes de diversas fuentes, sobre la mar-


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

cha regresiva de la artesanía del barro en algunas zonas de Europa. Saint-Jean-La-Poterie. Bretaña 1881 n° maestros alfareros 25 n° de alfareros 217

1946 desaparición desaparición

Centro alfarero del nivel n. Torno manejado por mujeres. Los maestros alfareros intervenían solamente en la cocción de las vasijas. De varios lugares situados en el sur de Italia y en Sicilia tenemos los siguientes datos: Camerota Grotola Nicastro Lucugnano San Andrés

1958 21

1962 11

7

3 7

15 27 5 (1939)-34. (1962)-2.

En el caso concreto de Italia sabemos que debido a la baja rentabilidad económica del oficio gran parte de los alfareros jóvenes se dedican a la albañilería, quedando para manejar el torno una minoría de elevada edad media, con una ausencia prácticamente total de aprendices. Hay un notable envejecimiento de la población laboral alfarera, debido a la falta de aprendices y al abandono de la profesión por parte de los jóvenes, que se dedican a otras actividades más rentables económicamente. Este abandono de la alfarería, debido a la crisis que ésta atraviesa, agrava aún más la situación actual de la misma, aunque momentáneamente la disminución de la competencia eleva el nivel de vida de los pocos que siguen trabajando en el oficio. El fenómeno del aumento de la edad media de los alfareros es progresivo y tiene caracteres alarmantes en los centros gallegos. Esto afec-

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ta a toda Europa y de momento es el mayor peligro que amenaza la pervivencia de la cerámica popular. Si las condiciones económicas de la alfarería mejoran, es posible que vuelva a inyectarse sangre joven en los talleres, pero para que esta situación se alcance, la cerámica ha de sufrir tales transformaciones que la cambiarían cualitativamente de arte del pueblo en arte popular. DIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO

Si bien lo normal es que ambos sexos trabajen en el proceso cerámico, su grado de participación en unas u otras tareas varía de acuerdo con las técnicas empleadas en los distintos centros alfareros. A continuación estudiamos el papel que tiene cada sexo en determinadas tareas importantes de la cerámica, teniendo en cuenta las diversas técnicas empleadas. GALlerA

En el caso de la alfarería gallega la participación del hombre y la mujer en la elaboración de la cerámica varía segÚn el nivel técnico de[mido por el tipo de torno empleado; así, en el nivel n la situación es la siguiente: En O Seixo- Portomourisco y Santo Tomé el trabajo del torno es realizado exclusivamente por mujeres, en Gundivós por ambos sexos y en Lovios sólo por hombres. La extracción del barro y la venta de las piezas es compartida por ambos sexos, mientras que la cocción es siempre realizada y dirigida por los hombres, aunque las mujeres intervengan en el acarreo de las piezas desde la casa hasta el horno. En los talleres donde se usa el torno de eje alto impulsado por el pie, nivel nI, el hombre realiza todas las funciones y las mujeres intervienen como auxiliares en la extracción del barro' decoración y venta de las piezas.


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

PENÍNSULA IBÉRICA

En los tres centros alfareros del nivel II que están en funcionamiento en España, dos en Zamora y uno en Cuenca, así como en los siete portugueses en la zona norte, la distribución del trabajo es análoga a la de Galicia. Preparación Cocción del barro Torno Venta Gundivós HyM HyM H H O SeixoPortomourisco HyM M HyM H Santo Tomé

HyM

M

H

HyM

Lovios

H

H

H

HyM

H

= Hombres;

M

= Mujeres

De los 10 centros citados el hombre trabaja en el torno en cinco de ellos y las mujeres en el resto, pero en todos son los varones quienes se encargan de la cocción y de la venta de las piezas, aunque las mujeres puedan auxiliar en varias faenas en mayor o menor grado. Preparación Cocción del barro Torno Pereruela M M H Moveros HyM M H Mota del C. M M H Malhada S. HyM M H Vila Seca HyM H H Saiao HyM H H Pinela M M H Ribolhos HyM H H Famazoes HyM H H Sisalhaes HyM H H

Venta H H H H H H H H H H

(M = Masculino. F = Femenino. F y M = Femenino y Masculino)

Pan (Zamora) que dejó de trabajar hace 16 años aproximadamente, era labor de mujeres el trabajo de la rueda. En el resto, de España y Portugal en todos los centros del nivel III, es el hombre quien modela las vasijas en el torno alto quedando las mujeres como auxiliares de diversas faenas tales como la decoración y la venta en algunos casos. EUROPA

En el territorio europeo, el panorama es semejante al visto en Galicia y en la Península. En los centros del nivel II, salvo en algunos lugares del Este donde los hombres han manejado el torno bajo, el empleo de éste ha sido labor de mujeres como ha sucedido en Bretaña hasta 1946 y como ocurre actualmente en Creta. En los casos citados en los que la mujer ha manejado el torno bajo, el hombre siempre ha desempeñado el ejercicio de la cocción y venta de las piezas así como en parte ha intervenido en la extracción del barro. En cuanto al nivel IA mientras que en la Península y Canarias esta labor la han efectuado hombres y mujeres, con predominio de éstas, en el resto de Europa ha sido un oficio casi exclusivamente femenino salvo algunos casos en que han intervenido hombres en este trabajo, en alguna zona concreta de los Balcanes. Sintetizando los resultados de la división sexual del trabajo según los niveles técnicos podríamos expresarlos así: Galicia Península Ibérica Europa

De otros centros peninsulares del nivel II ahora extinguidos tenemos resultados semejantes, pues en Faro (Asturias) desaparecido hace ahora unos 15 años, eran hombres los que manejaban la rueda mientras que en Muelas del

A S

Nivel II

FyM

FyM M FyM

Nivel I1I

M

M

Nivel I

FyM M FyM M


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Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

En el nivel lA para España y Europa predominio de F sobre M.

puede realizar tareas pesadas durante largos períodos de tiempo.

En el nivel II para la Península y Europa, igualados centros de F y M en el primer caso y más núcleos de F que de M en el segundo. Para Galicia predominio de F sobre M.

Las diferencias biológicas destacadas han motivado una distinta actitud de ambos sexos frente a la actividad laboral ya la actuación social. A continuación recogemos una parte de las tablas de Scheinfeld que se refieren a algunos de estos aspectos, que nos interesan concretamente en este tema:

En el nivel III para Galicia, Península y Europa total y exclusivamente propio de varones. Habiendo visto en el apartado anterior los datos comparativos sobre la división sexual del trabajo en la cerámica popular gallega, peninsular y Europea vamos a efectuar un breve análisis sobre el fundamento de los mismos. Las diferencias anatómicas y fisiológicas entre los dos sexos de la especie humana, están marcadas, entre otros, en los siguientes aspectos. Por término medio el hombre tiene un mayor desarrollo de los sistemas muscular y óseo, así como más peso, estatura y perímetro torácico que la mujer (lVIontagu, A. 1970). Los músculos proporcionan el 42% del peso total del varón y sólo el 36% de la hembra. La fuerza de la mujer medida en el dinamómetro es de 570/1000 de la del hombre y su resistencia en el ergiógrafo de 669/1000 de la del varón. Todo esto se manifiesta en una mayor capacidad del hombre en la vida laboral que le permite realizar trabajos de mayor esfuerzo que a la mujer. Este hecho ha sido recogido en la reglamentación laboral de numerosos países en la cual se estipulan trabajos que exijan menos esfuerzos físicos para las mujeres que para los hombres. Estas diferencias, en cuanto a la capacidad de ambos sexos para la realización de trabajos pesados, son aumentadas por el hecho de que la mujer es la encargada de la reproducción de la especie y debido a sus largos embarazos no

Consecuencias sociales

Diferencias biológicas

Expresión funcional de las diferencias

Los hombres tienen más estatura y más fuerza que las mujeres

Mayor capaci- Predominio de los dad para las labores pevarones sadas por parte del hombre

Las mujeres paren los hijos y los crían

Movimientos dificultados les impiden realizar ciertas tareas. La crianza las mantiene más vinculadas al hogar

Trabajo y funciones asignadas a cada sexo. Preparación distinta a cada uno de ellos. ,

Tabla de diferencias biológicas entre ambos sexos, expresión funcional de las diferencias y sus repercusiones sociales.

En un trabajo reciente de Brown (Brown,]. K.. 1970) se hace notar que, siendo la división sexual del trabajo un hecho universal, la contribución de la mujer a la subsistencia de la comunidad varía ampliamente de unos lugares a otros. El grado de participación de la mujer en las actividades laborales, depende de la compatibilidad de éstas con el cuidado de la prole. Su contribución es mucho mayor cuando en su trabajo se dan las siguientes circunstancias:


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A) Proximidad del lugar del trabajo al hogar. B) Que no requiera excesiva concentración. C) Que no sea peligroso. D) Que pueda ser interrumpido y vuelto a reanudar en cualquier momento. A la vista de estos supuestos, vamos a realizar el análisis de la distribución del trabajo por sexos de acuerdo con los niveles técnicos establecidos por el tipo de torno usado. La exclusividad en favor de los hombres en los niveles lB y III, así como el predominio de las mujeres en los centros del IA YII, son debidos parcialmente a factores biológicos. En el primero de estos casos, la dureza exigida por el trabajo hace éste apto para varones, en cambio el otro, al requerir menor esfuerzo y concentración, ser un trabajo hogareño y poder interrumpirse en cualquier momento, puede compaginarse con facilidad con las tareas domésticas y es especialmente apropiado para las funciones de la mujer. El hecho de que en algunos centros de estos niveles IA y II sean sólo de varones, o en otros casos de ambos sexos, y en la mayoría sólo de mujeres, se debe a factores socio-culturales y no biológicos. La población laboral se reparte por sexos en esos centros de acuerdo con el juego de los dos componentes del binomio naturaleza- cultura, que en cada caso condicionará las distintas funciones laborales en la alfarería. VINCULACIONES RELIGIOSAS Y SUPERSTICIOSAS EN TORNO A LA ALFARERÍA GALICIA

La alfarería gallega en su mayor parte se desarrolla en el medio rural, en el que gran parte

de las actividades laborales tienen o han tenido hasta hace poco una cierta vinculación con lo religioso, que se manifiesta en gran número de prácticas y creencias religiosas y mágicas, en tanto en cuanto pueda ser válida esta distinción. Por esto no debe sorprendernos que en torno a la cerámica hayamos descubierto una serie de actividades de este tipo, aunque los datos que hemos obtenido nos muestran unas vinculaciones mágicas y religiosas en trance de desaparición, de las que sólo queda el recuerdo. Patronazgo religioso En ninguno de los alfares gallegos existe una conciencia clara de que algún Santo sea el patrono de la actividad desarrollada en los mismos. Solamente en Buño hay una vaga idea de que en cierto momento, hacia 1933, se empezó a hablar de Santa Xusta como patrona celestial de este oficio y se realizó por parte de los alfareros de esta localidad, una peregrinación al Santuario de Santa Xusta de Maraña, en tierras pontevedresas, en aquel momento importante foco de difusión del culto a la Santa, debido a los sucesos ocurridos en el mismo, en el año 1931. El Santuario de Santa Xusta de Maraña, de gran devoción popular, conservaba la tradición de una fuente milagrosa, que se encontraba enterrada, vinculada a la Santa. En 1931 una persona dice tener una inspiración especial por la cual sabe donde está enterrada la fuente milagrosa; se inician unas excavaciones y es redescubierta el 8 de Septiembre. Debido a este hecho interpretado como milagroso, se difunde el culto a la Santa con gran fuerza en los medios rurales. El eco de esta devoción llega hasta Buño, donde los alfareros descubren que Santa Xusta es su patrona y realizan una peregrinación al Santuario en el año 1933, llevando un estandarte dedicado a la misma. Pa-


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

rece ser que después de este efímero rasgo de devoción se pierde nuevamente la conciencia de todo tipo de vinculación a la Santa por parte de los alfareros. A pesar de nuestra investigación documental en los archivos, no hemos encontrado fuera de lo relatado, ningún tipo de patronazgo religioso de la alfarería en Galicia. Tal vez pueda ser debido a que la profesión de alfarero ha representado en el Noroeste de España una actividad económica complementaria que alterna con mayor o menor frecuencia con la labor agrícola y no hay huellas de tendencia a formar gremios; por lo cual, no habría este tipo de patronazgo colectivo típico de las organizaciones gremiales. La devoción de los alfareros coincide con la de los agricultores de la misma parroquia, segÚn hemos podido observar en nuestros trabajos de campo. Hacia 1970 hubo intentos por parte de la Obra Sindical de Artesanía de formar gremios artesanos de alfareros cuyo patrono sería San José Artesano, pero éstos no lograron que llegase a cuajar esta devoción. Creencias y ritos N ormalmente no se cuece en domingo, salvo en casos de gran necesidad, en los cuales se realiza la cocción y se paga a la Iglesia Parroquial el aceite que pueda consumir durante ese día la lámpara que alumbra al Santísimo (Buño). Durante la cocción se pueden producir graves desperfectos en la cerámica debido a diversas circunstancias, tales como fuertes golpes de viento, lluvia repentina, mal control de la operación, fallos en la colocación de las piezas y otros detalles imponderables que, a veces, no puede prever el especialista encargado del horno. Algunas personas interpretan estos fallos como producidos por un maleficio provocado

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por otro alfarero envidioso del trabajo del que cuece. En Buño, al maleficio le llaman "envidia" o "mal de 0110" y lo evitan arrojando ajos yagua bendita al horno. En Gundivós, algún alfarero con motivo de destrozos en la cocción ha dicho: "fulano de tal rezó a San Antonio para que se estropeasen mis ollas y vender las de él". Por lo general las personas encargadas de contrarrestar el conjuro son mujeres, disponiendo éstas de los ajos y del agua bendita. Otra creencia recogida en Buño, según los nacidos hacia 1870, es que la boca de los hornos debe estar dirigida al norte, que es la dirección de Roma, donde está el Padre Santo. No hemos encontrado creencias sobre fechas mágicas de recogida de barro, sobre la personalidad de los cacharros o prohibiciones sobre la fabricación de vasijas por las mujeres durante períodos de menstruación, tal como existen en zonas de los Balcanes (Steensberg, A.1960). PENÍNSULA IBÉRICA

Tenemos paralelos a lo descrito en varios lugares de la Península; así en Barcelos (Minho) , al inaugurar un horno, queman hierbas mágicas para conjurar a los malos espíritus y el mal de ojo. Si fracasan las hornadas o las piezas sufren graves desperfectos durante las mismas, se acusa del hecho a brujas y males de ojo provocados por algÚn competidor (feitic;:eiras y maus olhados). Para rechazar estas acciones se emplea sal, agua bendita y algunas plantas que gozan de virtudes mágicas, en especial el torvisco (Macedo Correia, J. 1968). En Breda (Cataluña) el día de Pascua de Resurrección se bendicen los hornos con agua y sal. Cuando se introducen las piezas en el horno, se reza: "Dios quiera que lo que metemos aqtú, al salir sea suficiente". El día de las San-


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tas Justa y Rufma se celebra en Breda, aunque en otros talleres del Levante se celebra San Hipólito como patrón de los ceramistas. En algún horno de esta zona, sobre la boca de carga, se pintan cruces para proteger la hornada (Vossen, R. 1972). EUROPA

En los talleres del Sur de Italia y Grecia existen prácticas semejantes a las descritas en Galicia (Hampe/Winter,196S). En 1962 estaban bastante desarrollados los sistemas de protección contra la brujería en lo relativo a la cerámica en el Sur de Italia, y también en Grecia, aunque aquí con menos intensidad. Las técnicas para evitar los conjuros son varias, siendo los más usuales: colocar un cuerno o una cornamenta en la puerta del horno, o cruces, e incluso en ocasiones, cruces y cuernos. Todo esto para defender la hornada de las envidias o males de ojo. En algunos lugares de Italia y Grecia se coloca en la boca de carga del horno, una mascarilla apotropaica. En Chipre y Mesenia estas efigies tienen un valor de mera curiosidad, mientras que en Italia parece haber una mayor creencia en los efectos protectores de estos medios (Hampe/Winter, 1962). Las prácticas recogidas en Buño, de índole religiosa, tales como la orientación de los hornos y el pago de aceite para la lámpara del Santísimo' las analizaremos independientemente de los ritos restantes, que parecen más vinculados con lo que tradicionalmente se designa como magia. La creencia de que los hornos deben de estar orientados hacia el Norte donde está Roma con el Padre Santo, no coincide con la práctica, ya que en todos los hornos situados al aire libre en Buño y cuya antigüedad es superior a tres generaciones, la boca está orientada al NO o al Oeste, marcadamente. Esta orienta-

ción real de los hornos es debida a la peculiar situación del pueblo enclavado en la ladera orientada al NO de un monte de pequeña altura. Debido al tipo de construcción del horno, en forma de pozo excavado en la cuesta, la boca siempre queda orientada en el sentido de la ladera, es decir, la topografía impone la dirección de los hornos a pesar de la creencia antigua transmitida por información oral. Ésta refleja la idea de que para realizar mejor la cocción, es condición previa esta conexión con lo sacral; la orientación correcta hacia el lugar sagrado, en cierto modo el centro del mundo, determinará un mejor resultado técnico (Eliade, M. 1967). Esta orientación hacia lo sagrado la encontramos en numerosas religiones, siendo un hecho cuasi universal la existencia de un centro sagrado "omphalos" o "axis mundi". Esta creencia nos indica una concepción sacral del mundo y la aplicación de la misma a la alfarería. El pago del aceite de la lámpara, a cambio de la cocción tiene un carácter de compensación por el uso del día consagrado. Este tipo de "pactos" es frecuente en la religiosidad popular gallega, cumpliéndose la promesa siempre que haya cumplido la figura sagrada, Dios, Cristo, la Virgen, cualquier Santo previamente. Es un tipo de mentalidad religiosa que indica un gran sentido jurídico, en las relaciones del hombre con lo sagrado, en el seno de la cultura rural gallega. De la observación de las prácticas descritas se desprende que las mismas giran en torno al proceso de la cocción, verdadero Talón de Aquiles de la alfarería, pues mientras que en otras fases de la elaboración de la cerámica, una buena técnica hace las operaciones seguras y efectivas, durante este proceso, que es el más peligroso, en un momento puede arruinarse una hornada fruto a veces de más de un


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Interpretación

mes de trabajo, cualquier imponderable puede afectar a las operaciones, aunque éstas estén habitualmente a cargo de un especialista o "enfornador". La defensa mediante la religión y la magia se monta en torno al momento de mayor inseguridad, mientras que las otras fases no son protegidas por considerarse innecesario. La religión y la magia son empleadas como medio de controlo de seguridad en todas las culturas, siempre en torno a los momentos o puntos que más inseguridad ofrecen a la actividad humana. Un ejemplo clásico lo tenemos en la obra de Malinowski (J'v1alinowski, B. 1954) sobre los habitantes de las Islas Trobriand: Cuando éstos realizaban faenas de pesca en una pequeña laguna interior en la cual no existía peligro alguno, no se realizaba ningún rito de tipo mágico. Sin embargo, cuando estos mismos pescadores participaban en una expedición de navegación de altura, que encerraba grandes peligros, ejecutaban una gran cantidad de rituales mágicos protectores para el viaje. La centralización de las prácticas religiosas y mágicas en torno a este momento evidencia una vez más el papel protector de éstas frente a lo incontrolable por la técnica del hombre. Las pérdidas de la hornada, supuestamente causadas por un maleficio, siempre son atribuidas a alguna persona con la que existen relaciones tirantes; en este caso la magia es un indicador de las tensiones sociales que se producen en cualquier comunidad humana. En el caso que citamos, al hablar de Gundivós, se acusa del maleficio a un compañero de profesión, en este caso las tensiones sociales vienen dadas por las relaciones de producción. La competencia económica es la causa del maleficio, para desplazar al rival en el control de los mercados.

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Las prácticas religiosas y magtcas empleadas en la alfarería gallega están incluidas en el mismo conjunto de las realizadas en relación con la agricultura, siendo sus causas y manifestaciones, idénticas en ambos casos. El material que nos ha servido de base a este estudio ha sido recogido de informantes femeninos quienes en algunas ocasiones, no hace muchos años, han hecho uso de los recursos mágicos. En la alfarería, al igual que en la agricultura, la mujer es la encargada de los asuntos de tipo religioso y mágico. La actitud de los informantes era de creencia, al tiempo que de cierto escepticismo, actitud análoga a la recogida por Hampe y Winter (1965) en el Sur de Italia. De todos modos es evidente que en un pasado próximo, digamos hasta hace 30 o 40 años, estos ritos mágicos han estado muy vivos en la alfarería gallega y hoy se encuentran en crisis, pues se alude a ellos burlonalnente con cierto escepticismo, al igual que el resto de las manifestaciones vinculadas a la alfarería. Es el sistema total de la cerámica popular el que hace crisis y ésta se manifiesta por igual en todos sus elementos.

ALFARERÍA y SANTUARIOS

En cuanto a la venta de los productos alfareros, en Gundivós y Tioira, ha estado vinculada en parte a las Romerías de los Santuarios de Aguas Santas, en el primer caso, de los Milagros de Maceda en el segundo. Los romeros, cumplida su obligación religiosa, regresaban a sus hogares, a veces bastante distantes, llevando productos cerámicos adquiridos en los santuarios. Se encuentran prácticas análogas en algunos lugares de Castilla la Vieja (Cortés Vázquez, 1953, 1959) Yde Levante (Vossen, R. 1972).


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LITERATURA POPULAR. GENTILICIOS

La literatura popular gallega es muy rica en canciones alusivas a las diversas facetas de la sociedad rural, tales como unidades sociales, clases de edad, sexos y oficios entre otras. Las coplas referentes a los oficios son particularmente numerosas, en especial las dedicadas a marineros, herreros, labradores, sastres y costureras, habiendo un género de canciones satíricas para estas dos últimas profesiones. El oficio alfarero aparece escasan'lente representado en la literatura popular, hasta el punto de haber encontrado solamente seis coplas dedicadas a este tema, después de haber revisado los cancioneros populares publicados hasta la fecha. En nuestro trabajo de campo en los diversos centros cerámicos de Galicia, hemos recogido un total de dieciocho coplas, incluyendo las seis mencionadas que se detallan numeradas al filial de este apartado. Basándonos en este escaso material, vamos a realizar un estudio de las alusiones a la alfarería contenida en la literatura popular. Las unidades sociales básicas de la cultura rural gallega son la aldea o lugar, la parroquia y la comarca. Por lo general estas unidades, además de su nOlnbre en el nomenclator oficial, suelen ser conocidas en ocasiones por algunos gentilicios. Las alusiones a la actividad alfarera en una aldea, parroquia o comarca determinada se emplean para aplicarle un gentilicio por el cual son conocidas en áreas próximas. labrador

Así tenemos el lugar de Loñoá en la parroquia de Cavas, conocido como Loñoá das Olas (coplas VIII y IX) Ylas parroquias de Lovios y Santo Tomé, denominada Lovios das Olas y Santo Tomé das Olas. Igualmente se utilizan nombres alusivos a la alfarería para denominar algunas de las comarcas donde ésta se realiza. A terra das Olas designa igualmente a la comarca de Tioira-Maceda en Ourense, y Gundivós-Sober en Lugo. En otros casos el oficio de ceramista sirve para identificar a todos los vecinos de un centro alfarero, aunque no todos tengan esta profesión (coplas II-III-V-VI-X-XI-XII-XVIXVII-XVIII). Referente a los alfareros propiamente dichos, existen diversas alusiones en razón a las peculiaridades del oficio, trabajar en el barro (XI) , hacer cacharros, tazas (XIV), olas (VII), vender las piezas (X), tener manchado de barro el pantalón (XIII, X~ XVI), manejar dinero siempre (XVI), que nos presentan a éste como una figura distinta en un medio donde la profesión más abundante es la de labrador y por lo tanto, lo extraño, lo distinto, lo otro en el terreno laboral, es el alfarero. Algunos profesionales de la cerámica tienen conciencia de esto, así en una conversación con un ceramista dedicado íntegramente a su oficio nos dijo: "Este oficio es de señoritos, trabajamos a la sombra, tenemos las manos finas; cuando salinlos a pasear parecemos señoritos salvo cuando hablamos que entonces se descubre lo que somos". Alfarero

Señorito

Manos

Callosas (de manejar los aperos de labranza)

Finas (debido al contacto con el barro)

Finas (por no realizar trabajos manuales)

Tez

Curtida por el sol y el aire (debido al trabajo al aire libre)

Pálida (por trabajar siempre en interiores)

Pálida (por trabajar siempre en interiores)

Idioma

Gallego hablante

Gallego hablante

"

Castellano hablante


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En estas frases se recogen unos conceptos de alto interés sobre la división en grupos sociales según las marcas somáticas que imprime cada profesión y la lengua empleada, que podríamos expresar como figura en el cuadro.

hacen alusión al manejo de dinero por parte de los ceramistas, detalle que encontramos repetido en un proverbio de Bonxe, olas vendidas) cartos na man (cacharros vendidos, dinero en mano).

El alfarero, debido a las peculiaridades de su trabajo, tiene unas "marcas" somáticas distintas a las adquiridas por los labradores en el ejercicio de su profesión. Así la palidez de su rostro contrasta con la tez curtida por el sol y el aire, de los trabajadores del campo, notas características del grupo social al que pertenecen los señoritos, pero de los que difieren en la lengua, vehículo de distinción de ambos grupos dentro de toda Galicia.

En las conversaciones con los alfareros sobre los problemas económicos de su oficio, hemos oído varias veces, que aunque aquél no es muy rentable, les permite tener siempre a mano alguna cantidad de dinero, hecho no tan frecuente en labradores de minifundio, como son la mayoría de los gallegos.

En la literatura popular gallega aparece una serie muy numerosa de coplas satíricas contra sastres y costureras, por la diferencia que ofrece su forma de vida minoritaria con la inmensa mayoría de la población rural dedicada a faenas agrícolas y a los que se caracteriza en las coplas por las mismas marcas somáticas que los alfareros, manos finas y tez pálida. Sin embargo la figura del alfarero no es objeto de sátira, tal vez por la combinación de numerosos factores: 1. Minoría de profesionales de este oficio, con los que los campesinos no tienen contacto en la mayoría del territorio gallego. 2. Complementar esta profesión con la agricultura en algunos alfares, con lo cual la diferencia con los campesinos se amortigua considerablemente. 3. Por el hecho de que su trabajo requiera un considerable esfuerzo físico, en un medio donde son menospreciados aquellos que no lo desarrollan en sus faenas, tal como es el caso de sastres y costureras. De las diecinueve coplas, las número uno y quince procedentes de Bonxe y Niñodaguia,

La circulación monetaria parece no haber sido demasiado fluida en los medios rurales; el labrador depende habitualmente de la recolección de las cosechas o de la venta de algún animal doméstico para recaudar el dinero necesario para completar sus necesidades, que no le cubren los productos de autoconsumo. Estos momentos de obtención de dinero suelen ser una o dos veces al año, condicionados por los ritmos biológicos de las cosechas y del ganado. Frente a esta economía, condicionada por factores ecológicos, el alfarero tiene una cierta autonomía ya que su dependencia del sector primario es solamente para el autoconsumo, basado en el cultivo de pequeñas huertas y el cuidado de algÚn animal doméstico, frente al mayor número de aquéllas y de éstos por parte de los labradores; y su oficio le proporciona dinero en numerosas ocasiones a lo largo del año, ya que durante el mismo, suelen cocer en repetidas ocasiones y vender los productos en numerosas ferias. Esta venta se realiza de un modo independiente de los factores ecológicos, que sólo condicionan los tipos de cacharros que fabricarán en cada época del año, por ejemplo en el comienzo del invierno, los recipientes con destino a los productos obtenidos de la matanza del cerdo y, en verano, los destinados a


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la comida y bebida de los trabajadores del campo, mientras que independientemente de las estaciones, venderán instrumentos de barro para cocinar, lavar, etc. De aquí la alusión estudiada sobre el manejo habitual de dinero por parte de los alfareros.

1 Casa conmigo Rosiña mira que son cacharreiro durmirás en boa cama e sempre terás diñeiro.

11 Toca miña pandereta coa man e máis co puño non me caso miña nai cos oleiriños de Buño.

111 Vale máis a miña roda co seu eixo de nogal cá xusticia de Carballo con todo seu Tribunal. IV Non te cases cos de Buño que os hai na miña terra os de Buño son de barro e de barro fainos calquera.

V Inda que somos de Buño non somos todos oleiros tamén na terra de Noia non son todos zapateiros.

VIII Viva Loña) viva Loña viva Loñoá das Olas vivan os de Santa Marta que é aflor das mozas todas. IX Viva Velle) viva Velle e viva Loñoá das Olas viva Velle) viva Velle que é aflor das mozas todas.

X Inda que somos de Lovios somos xente lucida anque andamos cos asados éche pra ganar a vida. XI Cacharreiros non os quero que sólo do barro gozan y por mucho que trabqjen no salen de la loza. XII A la entrada de Niñodaguia oprimeiro que se ve as taciñas a secar e osforniños a cocer. XIII Todos los de Niñodaguia llevan en elpantalón una manchita de barro que nos roba el corazón.

VI Os de Malpica son pescos os de Buño son oleiros os de Noia zapateiros e os da Coruña larpeiros.

XIV Non te cases cun ferreiro que cho queiman as chispiñas cásate cun cacharreiro que che fae muitas taciñas.

VII Non quero ir a Buño non quero irfacer nas olas quero ir a Barizo que é a terra das cebolas.

XV Si te tienes que casar cásate con un cacharrero siempre manchado de barro pero maneja dinero.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

XVI Todos los de Tioira llevan en elpantalón una manchita de barro que nos roba el corazón.

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B) Disminución del número de alfareros: En los centros existentes el número de profesionales activos ha sufrido una grave disminución, que amenaza la continuidad de dos de estos lugares de un modo especial.

XVII Santa Marta no tiene tren ni tiene tranvía si nonJora polas olas Santa Marta morrería.

XVIII Tioira e Cimadevila onde se jan as olas viva Sevilla.

De estas cifras se deduce que la recesión del número de alfareros en los cuatro lugares citados ha sido del orden del 85%. Existen al menos otros tantos ceramistas, como los que están en activo, que se dedican a otras profesiones consideradas como más rentables. C) Elevación de la edad media de los alfareros:

CAMBIOS SUFRIDOS POR LA CERÁMICA POPULAR EN LOS ÚLTIMOS CUARENTA AÑos

Desde 1930 hasta 1972 la cerámica popular en Galicia, Península Ibérica y Europa, ha sufrido numerosas transformaciones debido a una compleja serie de factores. En este apartado presentamos los cambios más importantes ocurridos en Galicia y los factores implicados en los mismos. GALICIA

A) Disminución notable del número de centros alfareros: Han desaparecido todos los alfares del nivel II, el que emplea el torno bajo o lento impulsado a mano, el 100 % en 40 años. El nivel III, el que emplea el torno alto o rápido impulsado por el pie, ha sufrido una recesión del orden del 60% al pasar de diez centros cerámicos hacia 1936 a los cuatro existentes, de los cuales dos están muy cercanos a su desaparición, debido a su escaso personal y a la elevada edad media del mismo.

En los alfares actuales la edad media de los alfareros es la siguiente: Niñodaguia 43 años; Buño 51 años; Bonxe 64 años; Mondoñedo 64 años. Lo cual nos da una edad media teórica para todos los alfares de Galicia de 55 años, cifra realmente elevada. Con base en la información oral sobre las edades de los alfareros en los centros de hacia 1930 y en el estudio de alfares peninsulares activos y con una pirámide de edad equilibrada, podemos calcular que la edad media óptima de los talleres, es de un poco más de 30 años, la cual se mantiene siempre que por cada adulto en el oficio haya un aprendiz que se inicia en el mismo. Comparando las edades medias de los distintos alfares actuales con la media óptima calculada para 1930, podemos precisar que el aumento de la edad media de los alfareros de toda Galicia ha sido el 45% aproximadamente. Aumento realmente espectacular que, juntamente con los datos descritos en los apartados A y B, nos dan una idea clara de la marcha regresiva en la población laboral de la cerámica popular gallega.


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D) Cambios en la técnica: En el aspecto técnico los cambios sufridos han sido varios, afectando más o menos a las distintas fases del proceso de elaboración de la cerámica. Indicamos a continuación las transformaciones ocurridas en las siguientes fases: Extracción del barro: En Niñodaguia se ha mecanizado, mediante palas mecánicas y tractores, la extracción y transporte del barro. En Buño sólo el transporte, al igual que en Mondoñedo. En Bonxe no hubo ningún cambio apreciable en este terreno. Preparación del barro: Bonxe: sin cambio apreciable. Mondoñedo: sin cambio importante, se abandona la técnica de machacar el barro en los depósitos antes de pisarlo. En Niñodaguia y Buño se machaca el barro con máquinas impulsadas por energía eléctrica, habiéndose abandonado el sistema de machacar el barro con mazos de madera en pilas de piedra. Elaboración de las piezas: Los tradicionales sistemas de rodamiento de los tornos, han sido sustituidos en la mayoría de los talleres, por rodamientos a bolas, e incluso en Niñodaguia se ha instalado un torno movido por un motor eléctrico y controlado en sus rotaciones por un pedal. En Niñodaguia y Buño se emplean lll01des para hacer el fondo de las "tarteiras catalanas" y las besugueras, así como númerosas piezas decorativas de pequeño tamaño. En Bonxe y Mondoñedo no hay cambios apreciables. Secado y vidriado: En Bonxe y Mondoñedo no hay cambios. En Niñodaguia el secado se realiza en una

gran sala de la nave de trabajo, bien ventilada, habiéndose abandonado el sistema de colocar las piezas en el techo de la cocina, práctica que, aún en parte, se realiza en Buño. En estos dos últimos centros, se han abandonado los molinos manuales destinados a la pulverización del vidriado, por venir la materia prima en polvo desde hace 30 años. Cada día se utilizan más sustancias para colorear y vitrificar las piezas, en especial las destinadas a la decoración. Para usar nuevos productos, consultan algunos manuales de cerámica y, en algún caso, se hacen aconsejar por expertos de la industria. Cocción: En Bonxe no hay cambio apreciable. En Mondoñedo se sustituyó un horno cilíndrico (abierto por su parte superior, con la parrilla sostenida por arcos similar al utilizado en Buño) por el modelo actual, hace aproximadamente 40 años. Algunos hornos de Buño han sufrido modificaciones de poca importancia práctica. En Niñodaguia se han utilizado tres modelos de hornos muy parecidos, pero cada modelo ha superado al otro en calidad técnica. 1°. Tipo tradicional similar al utilizado en Tioira y Santo Tomé das Olas. Cilíndrico, abierto por su parte superior, con la parrilla formada por radios de piedra sostenidos por un pie central de esta misma materia. 2°. Hace 20 años se sustituyó la parrilla de piedra por otra de ladrillo que no necesita soporte, copiando este modelo de una fábrica de ladrillos próxima. 3°. En los últimos diez años han sufrido varias modificaciones, tales como la instalación de un ventilador eléctrico para mantener y controlar el ritmo de la combustión. Sobre los muros del horno descansan cuatro pilares que sostienen una campana de ladrillos que remata en una chimenea. Con estas


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

modificaciones se logra un mayor rendimiento técnico del combustible, así como un mayor control de la cocción. Taller: En Bonxe, Buño y Mondoñedo, el taller continúa en el interior de la casa de los alfareros, en la cocina o alguna habitación próxima. En Niñodaguia los talleres se han instalado cerca de los lugares de extracción del barro o en otros, pero siempre fuera de las casas. En una gran nave de ladrillo, hay varios departamentos separados de forma que en uno está el horno y el secadero, en otro los tornos, y en otro J'r máquina de machacar el barro así como los depósitos de éste. En algún alfar hay instalado un sistema de tanques para purificar el barro. Pero prácticamente no se emplean. Por estar el lugar de trabajo de los alfareros a cierta distancia de sus casas, en algunas hasta a dos kilómetros, las mujeres han dejado de participar en las faenas de la cerámica, como era habitual hasta hace pocos años.

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5°. Las ventas se realizan a puntos muchos más alejados que hasta hace pocos años. 6°. La venta de algunas vasijas ha disminuido considerablemente, mientras que otros tipos cerámicos de nueva creación han experimentado una gran demanda. 7°. Los productos cerámicos han experimentado una notable alza de sus precios en el plazo de tiempo que aquí estudiamos. 8°. En algunos talleres, la demanda de deterlninados artículos es sensiblemente superior a la capacidad de producción de los ffilsmos. 9°. Han desaparecido casi todos los revendedores profesionales del Xallas, "xalleiros" y la reventa está organizada, en parte, para centros muy distantes de los focos de producción. Así, algunos productos de Buño son revendidos en Madrid y Barcelona y varias localidades de la costa del Levante español.

E) Comercialización: F) Tipos cerámicos. En este aspecto han sido varios los calnbios ocurridos en los diez últimos años en Buño y Niñodaguia, algunos menos en Bonxe y Mondoñedo. 1°. Aumento de las ventas al por mayor, realizando trabajos por encargo. 2°. Aumento de la venta al por lnenor a turistas y visitantes ocasionales de los talleres. 3°. Práctica desaparición del sistema de acudir los alfareros a vender personalmente sus productos a las ferias. 4°. Desaparición del sistema de trueque de vasijas por granos diversos.

Los tipos cerámicos durante los últimos cuarenta años han sufrido una serie considerable de transformaciones, de las que interesa destacar las siguientes: 1° Los tipos cerámicos tradicionales han sufrido una disminución notable en sus ventas al ser desplazados del mercado por productos industriales con idénticas funciones. Las vasijas destinadas a la preparación y conservación de alimentos, hasta hace poco exclusivamente de barro, en la actualidad en gran parte han sido sustituidas por otras hechas de plástico, vidrio especialmente acondicionado para resistir el calor, cerámica industrial y metales no férncos.


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JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

Dentro de los mismos productos de barro, algunos modelos nuevos han desplazado a los viejos; así en Buño la "tarteira catalana" ha planteado una fuerte competencia a la tarteira típica de este lugar, igualmente la "besuguera" y los "huevos al plato" arrinconaron a otros tipos cerámicos anteriores. La difusión de nuevas técnicas, ha eliminado algunos recipientes por haber perdido éstos su función. Las traidas de aguas han hecho desaparecer el uso de los cántaros y las sellas, vasijas destinadas al transporte y almacenamiento de líquido. Las neveras han eliminado el botijo en los medios urbanos y en parte de los rurales. La demanda actual de objetos cerámicos tiene un gran interés en los objetos de tipo decorativo y lúdico, en su mayor parte de reciente aparición. De esta forma la demanda actúa sobre la producción, logrando como resultado que ésta se dirija en parte hacia las novedades y en parte a lo tradicional. Como resultado de los factores expuestos, queda clara la fuerte recesión sufrida por los modelos de la alfarería tradicional. 2° En los últimos diez años han aparecido nuevos modelos en los alfares gallegos, debido a la combinación en mayor o menor grado de diversos factores: a) Encargo: Gran parte de los nuevos tipos cerámicos han sido realizados por encargo. De entre éstos merecen destacar: La queimada, macetas especiales para el cultivo de fresas, cerditos para quemar los chorizos con alcohol, jarrones, juegos de café y bebederos de animales. El caso de la queimada es muy ilustrativo en este aspecto: hace unos cinco años, hacia

1968, una persona presentó el diseño del modelo actual a un alfarero en Mondoñedo, el cual, por encargo, realizó una serie de ejemplares. Como en esas fechas se estaba divulgando a gran velocidad la costumbre de beber aguardiente con azúcar quemado, el modelo comenzó a venderse en gran cantidad, siendo copiado por varios alfareros hasta el punto de que hoy se fabrica en los cuatro alfares gallegos, con muy buena salida al mercado. En el caso de las macetas para fresas y de los cerditos para asar los chorizos, el diseño que traía la persona que los encargó estaba tomado de alfares del Norte de Portugal, tal vez de Barcelos, en la provincia de Minho. b) Invención: Siempre hubo en los alfares, artesanos hábiles que crearon varios modelos de los cuales sólo muy pocos lograron ser aceptados por los consumidores. Debido a que la producción estaba fuertemente, o casi exclusivamente, orientada hacia productos funcionales, objeto de una demanda concreta, numerosas invenciones no cuajaron, pues no estaban en la línea de los productos de venta segura. En la actualidad el mercado cerámico es más fluido y por venderse en él, cada día, una mayor proporción de productos decorativos, cualquier diseño original puede ser aceptado y comercializado con cierta facilidad. La inmensa mayoría de las piezas originales son de tipo lúdico y decorativo, consistente por lo general en variaciones de modelos tradicionales: jarrones, floreros, macetas, azucareras, soperas no funcionales y otros temas similares. c) Copia: Es un procedimiento muy frecuente. Unos artesanos copian los objetos de más venta de otros, del mismo o distinto lugar y todos se inspiran en revistas para copiar los diseños.


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Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

Recientemente en Buño pudimos observar un botijo circular cuyas características nos parecían familiares de alguna zona del Mediterráneo, después de algunas preguntas logramos averiguar que efectivamente el modelo del cual había sido copiado procedía de Sicilia. Varios alfareros tienen algunas revistas y libros con referencias a la cerámica de diversos lugares y de distintas épocas históricas, de los cuales de vez en cuando sacan algún nuevo tema para su taller. Si éste tiene aceptación, pronto los demás compañeros de oficio, tratarán de copiarlo con mayor o menor precisión. d) Aprendizaje en otros talleres: Ha sido un hecho, relativamente frecuente hasta hace poco, el que los alfareros de un lugar hayan trabajado durante algún tiempo en otros puntos. Así, en Buño, algunos artesanos habían trabajado en Bonxe. El alfarero de Rubiá había aprendido el oficio en Jiménez de Jamuz (León). Si un alfarero marcha de un taller a otra zona, lleva consigo las técnicas y modelos que aprendió. En Niñodaguia trabaja un artesano procedente del desaparecido centro cerámico de Tioira y realiza algunas piezas en dos tiempos, tal como se hacía allí, mientras que el resto de sus compañeros de taller hacen todos los modelos en un solo tiempo. Parece que el modelo de la "tarteira catalana" fue introducido en el alfar orensano por obra de un operario que había trabajado una temporada en una fábrica de O Rosal, A Guarda (pontevedra). Las migraciones de alfareros han ayudado notablemente a la expansión de los tipos cerámicos y a que éstos presenten, dentro de una misma región, un aire de familia, a pesar de las peculiaridades de cada centro. 3° Algunas piezas al ser desplazadas de su función por otras (o por los productos industriales) han desaparecido. Pero otras han cambia-

do de función, logrando así una supervivencia más o menos completa, pues algunas se fabrican en igualo mayor cantidad cuando ocupan una función secundaria que cuando realizaban el fm para el cual habían sido pensadas. Indicamos a continuación una serie de cambios ocurridos en algunas piezas. Función

",

Objeto

Primaria

Secundaria

Sella

Transportar y almacenar agua

Decoración

Barreñón

Preparar la masa de los chorizos

Maceta

Ola

Cocinar y almacenar alimentos

Decoración

Can sentado

Cocinar y almacenar alimentos

Maceta o decoración

En general, casi todos los tipos tradicionales son usados como objeto de decoración, con más o menos frecuencia, en el medio urbano. La función secundaria más fuerte o frecuente es la de servir como objeto decorativo. 4° Algunos tipos tradicionales, al pasar a ser utilizados en una función secundaria, sufren algunas adaptaciones a su nuevo uso. Como la mayoría pasan a servir de objetos de adorno, se les añaden una serie de temas decorativos (que van desde incisiones y vidriados sencillos hasta complicadas ornamentaciones) e incluso en algunos casos, se llega a darles una capa de pintura plástica, empleando una pistola de pintar. En el can sentado, cuya transformación funcional explicamos en el apartado anterior, cuando se utiliza como maceta es necesario perforarle el fondo, así como no darle la capa de vidriado, pero, si se emplea como objeto decorativo, se suele pintar a pistola con diversas tonalidades.


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JOSÉ :Nli\NUEL VAZQUEZ Vi\RELi\

S° Por haber perdido su función debido a diversas causas, varios modelos han desaparecido en los últimos 20 años; de entre todos, vamos a estudiar a título de ejempo las causas de la pérdida de función de algunos de los más significativos.

1. Debido a la instalación de traidas de agua han perdido su función los recipientes destinados a su transporte y almacenamiento, tales como la sella y los cántaros.

n. La cocina baja, lareira, típica del medio rural gallego, está siendo desplazada por otros modelos de hogar alto hechos de hierro fundido, "bilbaínas" o de butano. Al ser desplazada la lareira, con ella desaparecen una serie de cacharros de cocina pensados para ella. Varios tipos cerámicos, que se apoyan sobre tres pies, han desaparecido por no haberse podido adaptar a los modelos de cocina actuales, ya que las patas al aumentar la distancia entre el fondo de la vasija y el foco del fuego, los hacen prácticamente inútiles para las "bilbaínas" y las cocinas de butano. Debido a esto, han desaparecido chocolateras, cazuelas y soperas de tres patas. lII. El testo da bica, hecho en Loñoá, Tioira y Niñodaguia, y elforno do pan fabricado en Bonxe y Mondoñedo, han desaparecido también por estar adaptados a la cocina baja tradicional y debido a los cambios de alimentación ocurridos en el medio rural en los últimos 20 años. El maíz, con el cual se preparaba pan en los dos tipos cerámicos citados, ha dejado de ser alimento humano empleándose en su lnayoría en la alimentación del ganado vacuno; por lo cual, los instrumentos dedicados a la elaboración del pan de maíz han desaparecido. Otro factor importante en la pérdida de función del testo da bica y del forno de pan, ha sido la tendencia existente en el medio rural a abandonar el autoabastecimiento de pan, integrándose en las redes de comercialización del mismo.

Así pues, tres factores han intervenido en la pérdida de función de los tipos cerámicos destinados a la preparación doméstica del pan. Esto nos da una idea de la complicada combinación de diversos factores en los procesos del cambio cultural, como es el caso que nos ocupa. IV En varios alfares gallegos, se fabricaban bocinas de barro "buxínas" que se empleaban para tocar como diversión durante las fiestas del Carnaval, sobre todo el martes. Pues bien, la crisis y desaparición de las fiestas carnestoléndicas, más su prohibición por parte de la autoridad en algunos lugares, han llevado a la desaparición de estos instrumentos. Es un caso en el que vemos con claridad, como la desaparición de un ritual arrastra la disolución de los elementos vinculados con el mismo. V Recientemente diversas elnpresas lecheras han comenzado a comprar gran cantidad de leche en diversas zonas del agro gallego; esto ha disminuido notablemente la fabricación quesera doméstica, pues el campesino prefiere vender la leche a guardarla para preparar queso y comercializarlo. Como consecuencia de la disminución del queso doméstico, ha bajado considerablemente la demanda de las "queixeiras", queseras de barro. En los ejemplos citados, queda patente la complejidad de los factores que intervienen en el proceso de pérdida de función de las piezas. Cambios técnicos, económicos y sociales aisladamente o en conjunto, hacen variar los diversos sistemas a los que van unidos los diferentes tipos cerámicos, haciendo que unos cambien de función y otros desaparezcan definitivamente, por no poderse adaptar a otros sistemas. G) Cambio del nivel de vida de los alfareros. Debido a la disminución de la demanda una gran parte de los alfareros abandonó el oficio


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

para siempre y disminuyó de forma considerable la cifra de aprendices, ya que al empobrecerse el nivel de vida de la artesanía nadie quería que sus hijos aprendiesen esa profesión. La pérdida de función de muchos tipos cerámicos, más la competencia cada vez más fuerte de los productos de plástico, vidrio, cerámica industrial y aleaciones metálicas, endurecieron la crisis alfarera aumentando así la deserción masiva del oficio y dejándose sentir la falta de aprendices. Por todo ello, hasta los años 60, llegó un número muy reducido de ceramistas. A partir de esta época aproximadamente, comienza a elevarse paulatinamente el nivel de vida de estos artesanos al comercializarse una serie de tipos cerámicos nuevos, sobre todo de tipo decorativo, en función de una demanda por parte de la clientela urbana, al tiempo que, por dedicarse menos alfareros al oficio, los tipos funcionales, que se siguen fabricando, permiten una mayor producción por taller, obteniendo unos ingresos mayores por alfarero. De este modo, paulatinamente se han incrementado al valor económico de la cerámica y los ingresos de los alfareros. En estos momentos, si la marcha de la población alfarera es regresiva, tal como hemos visto en los apartados anteriores, el aspecto económico se muestra altamente positivo, con una constante alza del precio de los productos cerámicos artesanos y una demanda que en algunos casos puntuales en talleres concretos es muy superior a la oferta. El problema que oscurece el porvenir de la alfarería en los próximos años, es el de la falta casi total de aprendices, uno por cada 40 adultos, es decir, el 2,5%, y la elevada edad media de los profesionales. Tal vez si aumenta el ritmo de elevación del nivel de vida en la artesanía aparezcan nuevos aprendices. Pero no de una cerámica sobre cacharros

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de tipo tradicional, sino de una alfarería de tendencias claramente artísticas que rompen el marco de lo tradicional para integrarse en una nueva categoría, que en el lenguaje de Hauser (1969) defltÚríamos como el pasar de "arte del pueblo" a "arte popular", o siguiendo a Tucci (1963) transformarse de vieja artesanía en nueva artesanía. PENÍNSULA IBÉRICA

En la Península Ibérica la cerámica popular ha sufrido una serie de profundas transformaciones a lo largo de los últimos cuarenta años. Estos cambios no han afectado por igual a todas las regÍones, existiendo algunas áreas donde éstos han sido mínimos y otras, donde han sido muy profundos, hasta tal punto que ya resulta cuestionable el hablar de cerámica popular al referirse a ciertos centros alfareros. Las principales alteraciones sufridas por la artesanía cerámica española, han sido, de un modo fundamental, las siguientes: A.- Disminución del número de centros alfareros. En amplias zonas de España han desaparecido numerosos alfareros, así, la bibliografía al respecto nos señala la recesión de los talleres en ambas Castillas, Andalucía, Levante, Aragón, País Vasco-Navarro, Canarias. B.- Disminución del número de alfareros. En los alfares existentes, por lo general, se aprecia una disminución de los operarios, bastante considerable. Sobre esto, véase el cuadro incluido en los apartados sobre Recesión de la Cerámica Popular.


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JOSÉ MANUEL VAZQUEZ VJ\RELA

C.- Elevación de la edad media de los alfareros. La falta de aprendices y el envejecimiento de la población laboral, son constantes en gran parte de las regiones del país. Esta evolución regresiva del sector laboral, ofrece unas perspectivas poco favorables para la continuidad de este tipo de artesanía en un futuro no muy lejano. D.- Cambios en las técnicas. En varios puntos de la Península se han mecanizado en mayor o menor grado las tareas de extracción, transporte y preparación del barro; los tornos son impulsados por energía eléctrica y las piezas realizadas en parte con auxilio de moldes. Esto ha afectado especialmente a Levante, hasta tal punto de que en Manises, de 360 talleres, sólo 4 emplean el torno alfarero, utilizando el resto moldes y procesos mecánicos (Vossen, 1972). Para el vidriado y coloración de las vasijas, se emplea una numerosa y variada gama de productos químicos. Los hornos han experimentado diversas mejoras, apareciendo algunos eléctricos y muflas que utilizan como combustible, derivados del petróleo. En ocasiones las piezas después de cocidas, son pintadas con diversas técnicas, utilizándose en varios talleres la pintura a pistola, o también pintura plástica.

Los productos realizados en ocasiones por encargo, suelen ser comercializados a más largas distancias desde hace pocos años, habiendo hecho crisis el sistema de venta directa por el artesano en las ferias. Los tipos cerámicos modernos, casi todos decorativos, constituyen una parte muy importante del total de las ventas frente al papel cada día más reducido de los productos tradicionales. F- Tipos cerámicos. Dentro de los tipos cerámicos los principales cambios han sido: 1°._ Disminución en la venta y producción de ciertos tipos, por haber sido desplazados en el mercado por productos industriales, de plástico, vidrio especial y aleaciones metálicas. La introducción de nuevas técnicas ha paralizado, casi totalmente, la producción de ciertas vasijas, por hacerlas innecesarias; así por ejemplo, las traídas de aguas han arrinconado los cántaros y las neveras en gran parte a los botijos. La demanda actúa en la selección de los objetos cerámicos que se han de fabricar en los talleres y así éstos se dedicarán de un modo preferente a ciertos tipos cerámicos modernos que producen una mayor ganancia, dejando marginados a los de tipos tradicionales menos rentables.

E.- Comercialización.

Algunas piezas han dejado de fabricarse al desaparecer los rituales a los que estaban específicamente vinculadas.

La venta en numerosos alfares está orientada hacia la pequeña y mediana burguesía y el turismo, habiendo abandonado en parte la clientela rural.

Así, en varias zonas de Castilla, al desaparecer o disminuir el grado de intensidad de las fies-


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

tas de Carnaval, ha ocasionado el abandono de la elaboración de bocinas de barro, que se utilizaban exclusivamente durante estos días. También los cambios de alimentación han llevado consigo el cambio o desaparición de los recipientes destinados a prepararlos y conservarlos. 2°._ Aparición de nuevos modelos. En los últimos años han aparecido en distintos puntos de la Península una serie de nuevos tipos cerámicos, debido a varios factores. a) Encargo: parte de los nuevos objetos han sido realizados sobre un diseño presentado por la persona que los encargó; si una vez realizado el encargo el artesano observa que el nuevo modelo se vende bien, lo incluirá como pieza fija de su repertorio cerámico. Así Seseña, durante su trabajo de campo para la realización de su tesis doctoral sobre la cerámica de Castilla la Nueva, encargó a un alfarero de Priego (Cuenca) unas reproducciones de vasijas ibéricas y al poco tiempo pudo observar en los bazares de la capital que se vendía muy bien el modelo que ella había encargado. b) Invención: la invención de tipos cerámicos se ha llevado a cabo en numerosos centros cerámicos, pero gran cantidad de ellos se abortaron por no estar adecuados a una clientela en su mayor parte rural que exigÍa unos productos concretos con unas funciones determinadas. La demanda actual acepta bastante bien las novedades, por lo cual, éstas se van desarrollando al encontrar el ambiente adecuado. De esta forma, de año en año se van incrementando paulatinamente la variedad de tipos cerámicos producidos en cada taller. c) Copia: ya que el mercado admite novedades, en varios talleres se dedican a co-

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piar modelos de otros lugares a través de dibujos en libros y revistas e incluso observándolos directamente en bazares. 3.- Cambio de función: Numerosas vasijas, por diversas circunstancias, han perdido su primitiva función y actualmente se emplean para otros usos muy distintos. En general, recipientes que son funcionales en el medio rural, se emplean como objetos d~­ corativos en la ciudad. Así, cazuelas y pucheros pueden verse con unas flores en un interior urbano y estar utilizándose simultáneamente para preparar la comida en una aldea. Uno de los cambios de función más llamativos es el de las grandes tinajas elaboradas en Villarrobledo y Colmenar de Oreja, utilizadas tradicionalmente para almacenar vino, fueron perdiendo terreno hacia 1920, al comenzar a construirse depósitos de cemento con la misma función. Actualmente se utilizan como anuncio en bares, restaurantes "típicos". Así, a lo largo de varias carreteras de Castilla en la puerta de hoteles y restaurantes, se pueden observar numerosos recipientes de esta índole, habiendo llegado incluso hasta las afueras de Santiago de Compostela, con esta fmalidad. En algunos casos, las grandes tinajas se fabrican rotas intencionadamente para emplearlas en jardines, creando una sensación artificial de abandono. El refugio de gran parte de las piezas que han perdido su función primitiva y no desaparecieron defmitivamente ha sido el campo de la decoración. 4°._ Alteración de la forma de modelos tradicionales: Varios tipos, al cambiar de función, han sufrido diversas alteraciones de su forma tradicional a fm de adaptarse a su nuevo destino. Uno de los casos más interesantes desde el


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JOSÉ MA UEL VÁZQUEZ VARELA

punto de vista teórico es el de la aparición en varios puntos de España, distantes entre sí, de un botijo parecido al tradicional, pero achaparrado, para adaptarlo al interior de las neveras. La función del botijo tradicional es doble, por una parte, la de contener agua, propiedad en común con muchos otros recipientes; la segunda, específica, es la de mantener el agua fresca. Para esto, se procura que las paredes del mismo sean porosas y no lleven vidriado de ningún tipo. De esta forma, el agua que filtra lentamente a través de los poros, al contacto con el aire, se evapora. Debido a la evaporación, se sustrae calor a la masa de agua contenida en el botijo, por lo cual ésta mantiene una temperatura fresca constante. Al introducir el botijo en la nevera, el frío de la misma impide la evaporación, bloqueando así los principios físicos que actúan cuando el botijo está al aire libre; por lo cual, éste, en el interior de la nevera, no actúa como refrigerante del agua, sino tan sólo como recipiente de la misma. Esta pérdida de función, conservando la forma anterior, es un claro caso de esqueuomorfismo, fenómeno bastante frecuente en los tipos cerámicos. 5°._ Desaparición de varios modelos: Algunos tipos cerámicos tradicionales han desaparecido por haber perdido su función primaria y no haber encontrado refugio en otra secundarias. Todos los cambios registrados en la Península, han afectado en distinto grado a los talleres de las diversas regiones españolas. Se delimitan con claridad dos zonas: I) Caracterizada por numerosos alfares que han sufrido pocos cambios, se encuentran

fundamentalmente en el oeste de España y norte de Portugal. II) Levante: caracterizada por la abundancia de alfares que han experimentado intensas trans formaciones. El área de escasas transformaciones, coincide con la "Lusitania Interior", zona económicamente deprimida y de intensa vida rural, escasamente afectada por el turismo. La otra se caracteriza por un mayor desarrollo económico que la anterior y una vida urbana más intensa, así como por una enorme presencia del turismo, importante factor socioeconómico provocador de múltiples cambios. Dentro de una misma zona, el grado de alteración varía de un punto a otro. Así en Levante, dentro de la tónica general de amplias transformaciones, existen unos pequeños núcleos de escasos cambios. Este caso concreto se puede explicar por la coincidencia de estos alfares con la bolsa de pobreza n° 3 de la Península, el área de Almería. De acuerdo con lo expuesto parece que las transformaciones sufridas por la alfarería, están en función directa del desarrollo económico y de la afluencia de turismo a las zonas en que aquélla se realiza. En cierto modo, las alteraciones de la cerámica popular, son la garantía de pervivencia de la misma, y en las páginas anteriores hemos visto como los centros que no sufren cambios, marchan progresivamente hacia su extinción, y los que se han adaptado a las nuevas circunstancias, han mejorado económicamente, por lo cual se puede predecir una vida más larga de los mismos. Este esquema es válido por igual para todas las zonas que estamos estudiando.


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Inte/pretación

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EUROPA

D) Tipos cerámicos.

A) Disminución del número de centros alfareros

1°._ Disminución en la venta y producción de ciertos recipientes.

Sobre la desaparición de los centros alfareros en Europa tenemos numerosos testimonios: Así el de Marcel Maget sobre el continente en general y Axel Stensberg sobre la Europa Central y Nórdica. Sobre el Sur de Italia, Sicilia y Grecia, Hampe-Winter. En Francia tenemos también datos sobre la recesión de la cerámica, en especial de Bretaña, Occidente francés, Macizo Central y Córcega.

La competencia de los productos industriales, así como la divulgación de técnicas modernas, ha hecho disminuir de un modo considerable la producción de los cacharros tradicionales, hasta el punto de que gran parte de los talleres especializados exclusivamente en la elaboración de estos tipos cerámicos han desaparecido. 2°._ Aparición de nuevos modelos.

Todos ellos abundan en señalar la rápida desaparición de centros alfareros en los últimos cuarenta años. B) Disminución del número de alfareros. La disminución del número de alfareros, también es notoria como se demuestra, además de diversos testimonios cualitativos que sobre Bretaña e Italia hemos citado en el apartado sobre la recesión de la Cerámica Popular. Los autores citados, así como otros varios, nos hablan del envejecimiento progresivo de la población laboral alfarera, así como de la falta de nuevos aportes en la base y de la pirámide de edad de la misma. C) Cambios técnicos. En algunos alfares europeos se han adaptado ciertas innovaciones en varias de las fases del proceso técnico. Sobre este particular tenemos algunos datos concretos de la adopción del vidriado en algunos centros de la orilla Norte del Mediterráneo, así como la mecanización de parte de las labores cerámicas en la zona antes citada y en Francia.

A lo largo y ancho de Europa, los alfareros estimulados por una demanda de procedencia turística y de la pequeña y mediana burguesía, se han visto obligados a producir una serie de nuevos modelos, casi todos de tipo decorativo y lúdico, con destino a este nuevo mercado. Tenemos referencias de Italia y de Grecia en este sentido, de que algunos talleres, al fallarles las demandas de origen rural, se han especializado exclusivamente en los modelos destinados al turislno y decoración en las ciudades. En algunos casos en concreto deben la sobrevivencia al hecho de estar situados cerca de autopistas, estaciones o lugares de tránsito constante. En Grecia y en Italia, en varios talleres se imitan piezas de época clásica de sus respectivos países, destinados a la venta al turismo. 3°._ Cambio de función. Varios tipos tradicionales que hasta hace poco prestaban servicios en el medio rural, para preparar y almacenar alimentos, son vendidos a los medios urbanos donde son empleados


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como decoración. Este procesos de pérdida de función afecta a la mayoría de los cacharros de uso tradicional.

9°. Introducción de nuevas técnicas en los diversos procesos cerámicos. 10°. Cambios en el sistema de comercialización.

4°._ Desaparición de varios modelos. Varios tipos cerámicos al haber perdido su función primaria y no haber encontrado usos subsidiarios, han desaparecido. Así en Dinamarca, Austria, y Yugoslavia, el paso de la cocina de hogar bajo, semejante a la "lareita" gallega, a la de hogar alto, similar a la bilbaína mencionada para Galicia, ha ocasionado la desaparición de numerosos tipos cerámicos especializados en la primera de ellas. CRISIS DE LA CERÁMICA POPULAR

En los capítulos anteriores hemos visto una serie de cambios ocurridos en la cerámica popular en los últimos cuarenta años, que podemos resumir en los siguientes: 1°. Disminución del número de talleres artesanos. 2°. Desaparición de algunos centros alfareros. 3°. Disminución del número total de alfareros. 4°. Aumento de la edad media de los ceramistas y ausencia casi total de aprendices. S°. Disminución de la producción de algunos tipos cerámicos. 6°. Desaparición de algunos modelos de vasijas. 7°. Aparición de nuevos tipos cerámicos. 8°. Cambio de función de algunas piezas.

11°. Tendencia a pasar del nivel artesano al artístico. Una simple reflexión ante este conjunto de cambios, nos lleva a pensar que la cerámica está en crisis al igual que otra serie de manifestaciones artesanas. Varios investigadores, que en los últimos tiempos han realizado trabajos sobre este tema, hablan de la crisis de la cerámica popular, dando numerosos ejemplos de la desaparición de centros alfareros y de la alteración de las técnicas y objetos tradicionales de esta artesanía. La crisis de la cerámica es concebida de un modo lineal y simple, como el resultado de la confrontación en los mercados de los productos de origen industrial y los de procedencia artesana. La lnayor utilidad de los primeros, ocasionaría el desplazamiento de los productos artesanos. Esta interpretación es correcta y válida hasta cierto punto, en términos generales, pero la dinámica de esta crisis se nos presenta como algo más complicado, en la que intervienen gran cantidad de factores, no siempre fáciles de estudiar en detalle. Aquí trataremos de desvelar el papel de los factores más importantes que operan en la crisis de la alfarería tradicional. Aún admitiendo que la crisis es el resultado de la acción conjunta, a veces contradictoria, de varios factores entre sí, vamos a estudiarlos separadamente por razones de tipo metodológi-


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

217

ca y filialmente trataremos de mostrar un modelo de su interdependencia.

pientes destinados al transporte y almacenamiento de este líquido.

A) Competencia de los productos industriales: El desarrollo de las industrias cerámicas , del plástico y metálica, han popularizado unos menajes de cocina y utensilios domésticos que sustituyen a los productos de barro con ventaja, debido a su escasa fragilidad, menor peso, mejor aprovechamiento del calor y otras características técnicas. Esto ha provocado una notable recesión de la venta de productos cerámicos, en especial los destinados a cocinar y almacenar alimentos, o contener plantas. Las cacerolas de aluminio, de vidrio termorresistente, y de porcelana, han eliminado de la cocina a los pucheros de barro. Los tarros de cristal y las latas de conserva, así como recipientes de plástico, desplazan a las vasijas cerámicas dedicadas a estas funciones.

También la difusión de los electrodomésticos ha planteado una seria competencia a determinados productos cerámicos, en especial los destinados al lavado de ropa y a la refrigeración del agua. C) Cambios alimenticios: El aumento paulatino del nivel de vida y de las redes de distribución de productos alimenticios, ha hecho variar en parte la dieta tradicional en amplias zonas del campo español, eliminando algunos productos básicos de la alimentación hasta hace pocos años y por lo tanto los tipos cerámicos vinculados a la preparación o conservación de estos alimentos. D) Crisis del medio rural:

Las macetas de plástico han arrinconado definitivamente a las de barro, por su mayor resistencia y menor peso. B) Difusión de nuevas técnicas:

El campo español a partir de los años sesenta de este siglo está atravesando una grave crisis que provoca una emigración masiva hacia las ciudades o al extranjero para incorporarse a puestos de trabajo en los sectores secundario y terciario.

La difusión de nuevas técnicas ha hecho desaparecer una serie de tipos cerámicos vinculados a los sistemas tradicionales. Así el paso de la cocina de hogar bajo, situado al nivel del suelo, a las de hogar alto, de hierro, alimentadas por carbón o leña, o por butano o electricidad, han eliminado una serie de piezas diseñadas especialmente para el tipo de cocina desaparecido, salvo en algún caso especial, en que por razones de prestigio culinario se siguen empleando vasijas de barro, en particular para asados de carne y pescado, paellas, etc., y aún así no son de uso constante, sino propio de algunas festividades.

El éxodo rural provoca una recesión de los trabajos agrícolas, un envejecimiento de la población de los campos, así como una disminución notable de la misma. Los emigrantes, atraidos por unas formas de vida y unos ideales urbanos que se han difundido por los medios rurales, expanden con más fuerza éstos por el campo, provocando la crisis de los valores tradicionales de la sociedad campesina. La cerámica popular está íntimamente vinculada con el medio rural, de modo que la crisis de éste le afecta directamente.

La instalación de traidas de agua en los núcleos de población ha eliminado todos los reci-

La fuerte emigración de labradores, reduce considerablemente el mercado de las piezas


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JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

que no habían sido marginadas por los productos industriales; al disminuir las ventas, baja considerablemente el nivel de vida de los artesanos y así éstos se ven obligados a integrarse en la cadena migratoria.

exenta de intrigas o tensiones con los hermanos no mejorados. El rol de mayorazgo proporcionaba un estatus importante en el mundo rural y superior al de los demás miembros de la familia.

Por otra parte, las mislnas causas que inducen a los campesinos a abandonar su medio de vida tradicional, afectan igualmente, aparte de la crisis de las ventas, a los alfareros como miembros de la sociedad rural, y en gran parte agricultores al tiempo.

En la actualidad es muy poco apetecido el mayorazgo e incluso es muy frecuente que los elegidos renuncien al mismo, para poder vivir y trabajar en las ciudades, y así, numerosas casas gallegas se encuentran con el problema de que ninguno de los presuntos herederos está dispuesto a hacerse cargo de las mismas.

Debido a este cambio de valores de la sociedad campesina, que ha provocado en parte la emigración, y en parte es consecuencia de ésta, la expectativa de futuro de los adolescentes se centra en la vida en las ciudades, de tal forma que impide que la juventud se dedique al aprendizaje de la cerámica. Así pues, la crisis del campo afecta profundamente a los talleres cerámicos, provocando la desaparición de algunos y la disminución del número de trabajadores en otros, por incorporarse los jóvenes al torrente enugratorio. En nuestros trabajos de campo en Galicia, nos hemos encontrado con interesantes manifestaciones de los cambios de valores ocurridos en el medio rural en los últimos años. En amplias zonas del agro galaico existe la institución de la mejora, consistente en que, al llegar a determinada edad, los propietarios de una casa y de las fmcas anejas a la misma, en vez de repartir la propiedad entre los diversos hijos herederos, se la transmiten a uno de ellos, por lo general el primogénito, quedando los otros con una simple legítima en dinero, a fin de mantener la unidad de la explotación agraria. El mayorazgo, como así se designa, era hasta hace poco tiempo apetecido por todos los herederos y la posesión del mismo no estaba

En conversaciones con niños y adolescentes, acerca de su futuro laboral, una irunensa mayoría de ellos, a pesar de no haber salido nunca de sus aldeas, manifestaron el ferviente deseo de irse a trabajar y vivir a las ciudades, bien en España o en el extranjero, cuando fuesen mayores. Dada la crisis económica de la alfarería por la disminución de las ventas debido a los factores mencionados en anteriores apartados, y el cambio de valores experimentado por los adolescentes, es fácil comprender por qué no existen aprendices de este oficio y por qué los lujos de los artesanos no siguen el oficio paterno. E) La demanda de la burguesía: Los fenómenos descritos en los apartados anteriores, por sí solos hubiesen producido una recesión de enormes dimensiones en la alfarería, pero al lado de ellos se han combinado otros que en cierto modo han frenado la acción de aquellos y que, a cambio, han provocado otras transformaciones. Hace unos años ha comenzado un fenómeno de valoración de lo popular por parte de la pequeña y mediana burguesía. Esto ha ido acompañado de una tendencia mayor cada día de


A/gunoJ a.pectoJ de la cerámica populargallega. Interpretación

comprar objetos de artesanía o incluso a veces, simples instrumentos de labranza para crear un falso ambiente rural en bares, restaurantes y hoteles, como reclamo, o bien como decoración de interior en el medio urbano. Las causas de este fenómeno son numerosas y complejas, interviniendo entre otras el factor regionalista o nacionalista, romántico, comercial, estético y otros, por lo cual no vamos a entrar en detalles en esto, sino en las consecuencias que ha tenido para la alfarería popular. En un principio comienzan a adquirirse las piezas cerámicas de tipo tradicional, tal como son, para destinarlas a fmes distintos de la función para la cual habían sido empleadas tradicionalmente. Así numerosos pucheros, ollas y otras piezas de servicio de cocina se utilizan como macetas, floreros, etc. Más tarde se empieza a pedir a los artesanos que realicen modelos sobre diseños llevados de la ciudad. Si el alfarero comprueba que las novedades son aceptadas en el mercado, al ver que lo que tiene salida es lo no funcional, orientará su producción en este sentido, procurando realizar nuevas formas a base de copias, invenciones y alteraciones de los tipos tradicionales. Así se creará una gran cantidad de tipos cerámicos de tendencia decorativa. El turismo, de progresivo y extraordinario desarrollo en nuestro país durante estos últimos años, ha contribuido también a la compra masiva de las novedades cerámicas. El alfarero tradicional había realizado siempre los mismos tipos, en función de una tradición formal y técnica y de unas exigencias concretas por parte de su clientela. Al producirse una demanda por parte de un público que no busca la funcionalidad, sino cualidades más o menos estéticas en las piezas,

219

el artesano ha de enfrentarse con sus conocimientos tradicionales a la nueva demanda y realizar objetos artísticos que requieren otras condiciones distintas de las que había tenido el ceramista hasta el momento. Por esto el tránsito de lo artesano a lo artístico, es decir la búsqueda intencionada de la calidad estética en el producto frente a lo funcional que exigÍa la clientela anterior, es titubeante, con aciertos y fracasos, pues a veces pueden lograrse resultados estéticamente interesantes y en otras ocasiones aberrantes. En parte, esto es debido también al hecho de que el alfarero, en razón de su actividad tradicional, meramente reiterativa de modelos y técnicas, no tiene una personalidad creadora madura y ha de atenerse a los criterios estéticos, a veces lamentables, de los compradores. Así un artista de la cerámica, Llorens Artigas (1970), se lamenta de la falta de calidad estética de la inmensa mayoría de las nuevas creaciones cerámicas, y disculpa al alfarero ya que éste está sometido a la presión del público. En una larga conversación en un alfar gallego, nos decía el artesano, que no podía hacer los modelos que a él le gustaban, ya que el público compraba mucho más los que él calificaba como exentos de toda belleza. La mayoría de las ventas en los alfares peninsulares yen parte en los de el resto de Europa también, son producidas por modelos de tipo decorativo y funcionales que no serán utilizados para los fines para los que se habían diseñado en un principio. A cambio de estas modificaciones impuestas por la nueva demanda, la cerámica popular ha salvado la grave crisis provocada por la expansión industrial desde sus comienzos hasta nuestros días. F) La serie de alteraciones cualitativas y cuantitativas que ha sufrido la artesanía cerámica


220

JOSÉ MANUEL VAZQUEZ VARELA

en sus diversos elementos, ha provocado o está provocando en la misma, con distinta intensidad en las diferentes áreas, un cambio cualitativo de gran importancia, tal como es, en la terminología de Hauser (1969) el paso de la categoría de "arte del pueblo" a la de "arte popular", o según Giovanni Tucci (1963), de "vieja" a "nueva artesanía". Para Hauser (1969) "arte del pueblo" es la "actividad poética, musical y plástica de estratos sociales carentes de ilustración y no pertenecientes a la población industrial y urbana", donde el artesano y sus clientes están relacionados entre sí y el oficio se acomoda a las necesidades de la comunidad en la que se desarrolla. Arte popular sería la producción artística o seudo-artística que responde a las exigencias de un público predominantemente urbano, semiilustrado y tendente a la masificación. "La producción estará ajustada estrictamente a la demanda". Giovanni Tucci (1963) defme la vieja artesanía como "la producción manufacturada que ofrece utensilios necesarios a la vida del artesano y a las comunidades en que éste se desenvuelve; es artesanía doméstica caracterizada por su funcionalidad que manifiesta un patrimonio en el que permanecen los valores de la tradición". La nueva artesanía es: "la producción destinada a un mercado más amplio, usando técnicas modernas y adecuadas a las exigencias artísticas contemporáneas". Como indicamos al principio de este apartado, la crisis de la alfarería es mucho más compleja que la simple confrontación económica entre artesanía e industria, tal como hemos ido viendo a lo largo de estas páginas.

Se puede decir que todos estos cambios son consecuencia del impacto de la cultura urbano-industrial sobre el mundo rural, que sirve de plataforma a la misma. Podemos hablar de dos culturas distintas, con diferentes formas de adaptación al medio ambiente y desiguales sistemas socioeconómicos e ideológÍcos, que se ponen en contacto en un proceso de aculturación, provocando en la sociedad rural, profundas transformaciones a todos los niveles, y que se reflejan en las formas de vida y en las técnicas, y dentro de éstas, de un modo concreto en la alfarería, como hemos podido ver. El proceso de cambio apreciado en la cerámica popular, es un reflejo de las transformaciones sufridas en los últimos tiempos en la sociedad rural, debido a la expansión de la cultura urbano-industrial. Fenómeno que afecta por igual a Galicia, Península Ibérica y el resto de Europa, aunque el desarrollo no haya sido sincrónico en todos los puntos y tampoco los resultados hayan sido los mismos en todos los lugares, ya que en algunos, la cerámica ha desaparecido y en otros, se mantiene en la actualidad a un ritmo vital y progresivo. ANÁLISIS COj\tIPARATIVO DE LOS CENTROS ALFAREROS DE LOS NIVELES

Il

y

III

A lo largo de los apartados dedicados al estudio comparativo de las distintas facetas de la cerámica hemos observado una serie de diferencias entre los centros alfareros de los niveles Il y IIl. En el cuadro adjunto establecemos una comparación detallada de los diversos aspectos técnicos y socioeconómicos de ambos grupos. De acuerdo con el cuadro, los contrastes entre ambos tipos de técnica son muy fuertes, hasta el punto de poder considerarlos como dos


Algunos aspectos de la cerámica popular gallega. Interpretación

Tal vez las diferencias mencionadas entre los niveles II y III, sean debidas a factores de tipo histórico. El torno rápido o alto, III, inventado milenios más tarde que el lento o bajo, II, fue desplazando a éste en los alfares debido a la ventaja que supone su mayor facilidad de empleo y la mayor productividad, pues en el mismo período de tiempo el III produce más de un 30% de vasijas que el II. El torno lento quedó relegado a zonas de economía pobre, donde la agricultura es una actividad económica importante y la alfarería es un complemento muy secundario.

complejos cerámicos distintos, cada uno con sus facetas peculiares. Una serie de las diferencias marcadas, en especiallas relativas a la división sexual del trabajo, economía y organización laboral, han sido tratadas en los apartados correspondientes a estas lnaterias. Pero otras presentan dificultades para su explicación. Así el empleo de fuego oxidante o reductor, el uso de unas u otras formas de horno, la aplicación o no del vidriado y de una decoración u otra no tienen una explicación funcional, por lo que es difícil aclarar las causas de estas distinciones.

Faceta

221

Torno alto

Torno bajo

f-----------

Extracción y preparación del barro.

No hay diferencias importantes.

No hay diferencias importantes.

Elaboración de las piezas.

Empleo casi exclusivo del modelado. Trabajo exclusivo de hombres. Mayor ritmo de producción.

Empleo casi exclusivo del urdido. Trabajo de mujeres fundamentalmente. Menor ritmo de producción.

Vidriado.

Muy frecuente.

Muy escaso. ,

Hornos.

Tipos desarrollados.

Tipos muy arcaicos.

Técnica de cocción.

Fuego oxidante. Cerámica roja.

Fuego reductor. Cerámica negra o de tonos oscuros.

División sexual del tra- El torno sólo lo manejan los hombres. bajo. Los hombres se E;3ncargan de la cocción y venta de las piezas.

El torno frecuentemente es atendido por mujeres. Los hombres se Iencargan de la cocción y venta de las piezas.

Economía.

A menudo la alfarería es una fuente de Es casi exclusivamente una activiingresos complementaria de la agricul- dad complementaria de la agricultura que es la actividad dominante. tura. Pero en ocasiones la actividad fundamental es la cerámica llegando a ser en algunos casos ocupación exclusiva.

Organización laboral.

Talleres familiares, semifamiliares y en ocasiones empresariales.

Talleres familiares.

Decoración.

Pintura, vidriado e incisiones.

Incisiones y apliques de tiras de barro con impresión de uñadas.

"

Crisis.

La crisis de la cerámica se traduce en Grave recesión, mucho más fuerte alteraciones cuantitativas y cualitativas. que en el otro nivel.

'.


222

JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELi\

El torno rápido, por exigencias de tipo económico, ha ido incorporando los sucesivos progresos técnicos tales como, nuevos tipos de hornos, vidriado, etc., mientras que el II limitado a un proceso económico menos desarrollado, ha permanecido al margen de estas novedades técnicas y ha conservado una serie de arcaismos hasta nuestros días. En la actualidad la crisis de la cerámica afecta con mucha más fuerza al nivel II que al III, ya que éste en parte se ha adaptado a las nuevas exigencias mientras que el otro por conservar su sistema tradicional ha sufrido una fuerte recesión y de seguir sin cambios desaparecerá en pocos años.

LA CERÁMICA Y LA UNIDAD

CULTURAL EURO-

PEA

En la introducción al estudio comparativo de las diversas facetas de la alfarería popular gallega, conla del resto de la Península y de Europa, se había indicado la conveniencia de su realización, a f1t1 de hallar los elementos comunes a toda la cerámica europea y las peculiaridades de las respectivas áreas culturales, donde se ubican los talleres artesanos. Como resultado de las comparaciones parciales, han ido dibujándose claramente unas semejanzas entre el material gallego, peninsular y europeo, así como una serie de áreas culturales de gran interés. De la comparación conjunta de todas las facetas estudiadas, podemos obtener algunas conclusiones: 1°._ Existe una extraordinaria semejanza entre la cerámica popular de Galicia y el resto de la Península Ibérica y Europa, a todos los niveles, que va desde las técnicas hasta los tipos cerámicos, y de las formas de organización laboral, hasta los motivos artísticos. Esta homogeneidad nos confltma a nivel de la artesanía ce-

rámica, la existencia de una unidad cultural europea, que ha sido denominada de diversas formas por distintos autores: así para Conrad Arensberg (1963) es "Old World Culture Atea", para Rohan-Csermak (1967) "Complejo cultural europeo". La unidad cultural europea, basada en su homogeneidad geográfica, lingüística, biológica y en la existencia de un concepto de "Nos" europeo frente a otras culturas, con un pasado común y fuertes y constantes relaciones entre sus pueblos, se manifiesta a través de la cerámica popular. Pues de una parte a otra del continente encontramos técnicas similares, forma análogas y sistemas semejantes de organización social y económica en torno a la artesanía, ha sido claramente expresada por Rohan-Csermak (1967): "Nous avons essayé une fois de démontrer que tout en observant "des" formes de vie urbaines, "des" formes de vie artisanales, "des" formes de vie pastorales, etc, nous pourrions peut-étre constater l'existence d' "une seule" forme de vie homogéne paysanne-agricole européenne". 2°._ Dentro de esta gran unidad cultural, se manifiestan numerosas áreas de fuerte personalidad, que dan al conjunto folk-rural europeo, una gran riqueza y variedad de elementos. El estudio de la cerámica muestra la existencia de zonas caracterizadas por el uso de determinadas técnicas y tipos cerámicos peculiares. De entre estas áreas podemos destacar: el noroeste de la Península Ibérica, los Balcanes y la orilla N arte del mediterráneo, en cada una de las cuales predominan unas técnicas y formas concretas diferentes a las de los otros lugares. 3°._ El desarrollo de la industria ha provocado en toda Europa, grandes cambios en la sociedad rural y por consiguiente, una grave crisis en la cerámica popular.


AlgunoJ a.rpectoJ de la cerámica popular gallega. Interpretación

Al actuar un fenómeno común a toda Europa Oa industrialización), sobre una cultura rural homogénea, los cambios ocurridos en ésta, manifestados en la cerámica, son muy semejantes en todos los países europeos, variando algo, de una zona a otra, debido al distinto grado de desarrollo industrial y a la peculiar situación local, antes de la expansión del maquinismo. PROBLEMÁTICA LABORAL DE LA CERÁMICA POPULAR GALLEGA

La cerámica popular gallega en la actualidad muestra una serie de problemas que obstaculizan el presente y cuestionan su futuro. En primer lugar, de acuerdo con los estudios realizados, parece claro que los alfares para no desaparecer han de sufrir una serie de cambios que los hagan pasar de la categoría "arte del pueblo" a "arte popular" en la terminología de Hauser. Los que no den este salto cualitativo en mayor o menor grado se verán obligados a cerrar sus talleres. Si partimos de la base de que la alfarería existirá mientras sea una actividad económicamente rentable, para llegar a esta meta, han de salvarse una serie de problemas que dificultan este desarrollo y condicionan su pervivencia. Los principales problemas que afectan a la cerámica son los siguientes: 1° Deficiencias técnicas:

223

El empleo de hornos poco evolucionados técnicamente no permite al alfarero controlar la cocción con rigor lo cual ocasiona desperfectos en las piezas (se pierde un 100/0 del total en cada cocción), al tiempo que al ser tocadas por las llamas salen del horno con numerosos defectos que si bien no tiene importancia cuando las piezas son destinadas al mercado rural, si la adquieren cuando son destinadas al consumo de la burguesía que rechaza las vasijas con pequeñas faltas. Esto es especialmente grave cuando se cuecen objetos hechos con intencionalidad artística, donde cualquier defecto provoca el rechazo por parte de la clientela. En los productos de tipo artístico el esmalte tiene una peculiar importancia. Como la calidad final del producto que se esmalta depende de la temperatura de cocción, si ésta no es adecuada la pieza no adquiere el color conveniente y no puede ser comercializada. Esta falta de control de la temperatura de cocción limita extraordinariamente las posibilidades de producción de objetos artísticos. Recientemente a un alfarero de Buño se le hizo un encargo de juegos de café de doce servicios que le proporcionarían unos ingresos interesantes durante un año de trabajo. La oferta fue rechazada por la dificultad técnica de obtener las doce piezas de cada juego de la mislna tonalidad y sin faltas de ningún tipo. 2° Deficiencias económicas Los sistemas de venta descritos en el apartado dedicado a la economía no son aptos para la situación actuaL

La escasa o nula mecanización de los talleres alfareros condiciona notablemente la producción, pues el ceramista se ve obligado a emplear un elevado número de horas en actividades tales como la extracción y preparación del barro.

Los intermediarios se llevan una parte muy elevada del precio de venta de los productos, que además no son debidamente comercializados.

El tiempo que se invierte en estas duras tareas se resta al trabajo en el torno, del cual depende directamente la producción.

La escasa rentabilidad del oficio debido a los factores anteriormente citados, provoca el abandono del mismo.


224

JOSÉ

M

UEL VÁZQUEZ VARELA

3° Problemas artísticos. En una artesanía cambiante en la que se busca la elaboración de formas artísticas, es un grave problema la falta de diseños y modelos a realizar. La mayor parte de las piezas de carácter artístico son copiadas o hechas por encargo y se corre el peligro de orientar la producción hacia unos tipos de poca aceptación, por su escasa calidad estética.

Como consecuencia de la realización de las soluciones propuestas, disminuiría el trabajo pesado y aumentarían los ingresos de los alfareros con lo cual la profesión se volvería atractiva y comenzarían de nuevo a acudir aprendices a los talleres cuando la situación económica permitiese que éstos ganasen algo al iniciarse en la profesión. Conviene tomar medidas para asegurar a los aprendices una situación económica análoga o superior a la de los que comienzan a practicar otros oficios.

4° Problemas demográficos. El duro trabajo y los escasos ingresos de los alfareros hacen poco atractivo el oficio para los que tienen otras oportunidades laborales. Por otra parte, en el sistema tradicional, el aprendizaje no lleva aneja remuneración de ningún tipo (salvo el alimento) lo que no suele pasar en otros oficios, donde el aprendiz gana algo. Esto coloca a la alfarería en desventaja con relación a otros oficios, ya que, por su escasa rentabilidad actual, no puede pagar a los que se inician en esta actividad. Los problemas citados constituyen una grave dificultad para el futuro de la alfarería; por ello es urgente la aplicación de soluciones, a fm de mejorar las condiciones de vida de los ceramistas. A título provisional proponemos éstas: 10) Mejorar las técnicas tradicionales mecanizando en lo posible las tareas de extracción y preparación del barro, carga y descarga del horno. Introducción de un tipo de horno que permita un eficaz control de la cocción y evite los problemas del sistema tradicional. 2°) Organización de mercados, recurriendo a las modernas técnicas de comercialización de productos artesanos. 3°) Asesoramiento artístico sobre formas y técnicas nuevas.

Tal vez si algún organismo oficial adopta las medidas necesarias para superar los problemas indicados, la alfarería se convierta en un oficio digno y perviva largo tiempo en el seno de la sociedad industrial. CONCLUSIONES GENERALES

En los distintos capítulos de este trabajo, hemos ido redactando las conclusiones correspondientes, por ello consideramos innecesario volver a repetirlas. A continuación, damos algunas conclusiones generales que se desprenden del presente estudio. 1) La cerámica popular del Noroeste de la Península Ibérica, muestra una clara personalidad cultural, especialmente por el arcaísmo de su técnica y organización. 2) La alfarería gallega tiene claras vinculaciones con la del resto del continente, siendo un área peculiar dentro de un amplio conjunto homogéneo, que abarca toda Europa. 3) Los tipos de cerámica más primitivos, se dan en las regiones menos desarrolladas económicamente, que han conservados los


Algunos aspectos de la cerámica populargallega. Interpretación

225

modos de vida tradicional, en mayor o menor grado.

6) En la crisis de la cerámica, hay dos modelos de comportamiento distintos:

4) La cerámica popular, por estar vinculada a una sociedad rural, al desarticularse ésta debido a la crisis provocada por la industrialización' refleja los cambios de la sociedad en la que está inserta.

A) Centros donde hay pequeñas o nulas alteraciones. Tienen una marcha claramente regresiva, que los conducirá hacia su desaparición en breve.

5) La demanda de la burguesía y el turismo, juntamente con la expansión de la industria, ha provocado numerosos cambios en la Cerámica Popular, hasta el punto de que en muchos alfares, ésta ha dado un salto cualitativo, del nivel "arte del pueblo" a "arte popular", en la terminologÍa de Hauser.

B) Lugares donde se han producido numerosos cambios. La alfarería se ha adaptado a las nuevas condiciones y logran sobrevivir, e incluso evolucionan progresivamente en un medio industrial.



SEGUNDA PARTE:

Aplicaciones etnoarqueol贸gicas



Segunda parte: ApJicacz'ones etnoarqueoJógicas

A partir de la información de los capítulos anteriores, que constituyen la tesis doctoral tal como fue escrita y defendida en 1973 vamos a desarrollar en esta tercera parte del libro una serie de aplicaciones etnoarqueológicas , en las que a partir de los modelos elaborados del análisis del presente y del pasado reciente se pueden hacer aplicaciones a los materiales arqueológicos para su interpretación, entre los que se encuentran las siguientes: 1. Principios generales del estudio de la cerátnlca. II. Áreas culturales y áreas arqueológicas. III. La construcción de un área cultural. IV Las formas de la cerámica: continuidad y cambio V Cerámica y cambio cultural. VI. Cerámica, género y complejidad social. VII. Forma y función de las cerámicas arqueológicas. VIII. Cerámica y formas de vida. IX. El futuro de la investigación.

1.

PRINCIPIOS GENERALES DEL ESTUDIO DE

LA CERÁMICA

El simple principio básico del que hemos partido a la hora de realizar la tesis es que para entender un hecho cultural hay que estudiarlo de un modo global, holístico y sistémico flexible como única manera de entenderlo, porque en él se reflejan todos los aspectos de la cultura a la que pertenece. Este estudio permite entender la cerámica en el contexto de la cultura que la hace y emplea, y al tiempo arroja luz sobre ésta. En los capítulos etnográficos y etnológicos se ha visto como la alfarería se hace inteligible a la luz de los diferentes segmentos de la cultura que la produjo. Ahora, en este apartado etnoarqueológico, utilizamos este enfoque para proceder a la inversa: a partir del estudio de una cerámica

229

arqueológica se va a intentar reconstruir diferentes aspectos de la sociedad que la hizo, utilizando las analogías etnográficas derivadas de nuestro estudio y el enfoque holístico y sistémico flexible. De acuerdo con esta idea se presentan en los apartados siguientes las propuestas de diferentes aplicaciones de la parte etnológica de la tesis, algunas de las cuales han sido publicadas en una sucinta visión preliminar ázquez, 2000).

r:v

JI.

ÁREAS CULTURALES Y ÁREAS ARQUEOLÓ-

GICAS

ÁREA COMERCIAL Y ÁREA CULTURAL

A menudo se utiliza la cerámica arqueológica como elemento importante, en ocasiones exclusivo, para defmir una cultura arqueológica y un área cultural arqueológica. En las líneas que siguen se revisan estas cuestiones a la luz de lo que sugiere el modelo etnológico de Buño, aunque para este fm sirva el de cada uno de los alfares rurales citados de Galicia, el resto de la Península Ibérica y Europa o el general de la cerámica estudiada, y se distingue entre distribución geográfica de los productos, área comercial, área cultural y cultura arqueológica. La cerámica de Buño se expande por un amplio territorio que abarca distintas comarcas del occidente de las provincias de La Coruña y Pontevedra, que dentro de una tónica de generalidades comunes que todas comparten presentan un notable conjunto de diferencias entre las manifestaciones culturales, que van desde los rasgos lingüisticos de cada uno de los territorios, hasta las formas de explotación del medio, pasando por los tipos de herencia, un mosaico de identidades distintas bien diferenciadas, con diferentes centros de agregación ritual donde éstas se mantienen y robustecen, hasta diferencias en los tipos de arquitectura, de los carros, yugos, hórreos, etc.


230

JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

La uniformidad de la cerámica que se distribuye por los distintos territorios, y que serviría al arqueólogo como una pauta de gran importancia para crear una cultura arqueológica, si bien es coincidente con la distribución de otros elementos de la cultura material, tales como las características generales de las formas de las casas, los hórreos, los yugos, etc., que ayudarían a crear una cultura arqueológica sobre una base mayor de artefactos que la propia cerámica, ésta también se dispersa por una área donde hay diferencias ecológicas y culturales importantes, por lo cual el área cultural y la cultura arqueológica a la que darían pie los restos de su cultura material, que ,en ella se manifiesta, no son demasiado representativas de muchos segmentos de la cultura, tales como la lengua, la actividad económica y la identidad social de los grupos, entre otros. Bajo la apariencia de uniformidad de una área cultural y de una cultura arqueológica concreta hay un conjunto de diferencias muy notables, percibidas como tales por los miembros de dichas comunidades, que aparecen ocultas en la cultura material actual, y que por tanto permanecerían así en el registro arqueológico. En este sentido la observación realizada sobre el significado de la cultura arqueológica a partir de la geografía de la distribución de los tipos cerámicos, confirma una vez más el carácter artificial, artificioso, y escasamente representativo del registro de la cultura material, sea etnográfica, como en este caso, o arqueológica, con relación a las culturales globales del presente y del pasado respectivamente. La misma observación se puede hacer sobre la distribución de los tipos cerámicos a nivel de la Península Ibérica o de toda Europa. La coincidencia de los tipos cerámicos y de las técnicas usadas en su elaboración reflejan una

indudable semejanza, pues comparten entre sí elementos comunes desde el N arte hasta el Sur y desde el Oeste hasta el Este, que indudablemente señalan el hecho de que las diferentes culturas populares, nacionales o europeas comparten entre sí un gran número de rasgos, pero al tiempo también son un reflejo de la variabilidad que existe entre ellas en una amplia serie de aspectos. Lo anteriormente expuesto viene a confirmar la pobreza y ambigüedad informativa de la cultura material sobre diferentes dimensiones de la cultura global, y que por tanto ha de tenerse siempre en mente lo artificioso del concepto de cultura arqueológica, y los grandes límites de su valor como herramienta interpretativa, ya que a menudo, como en el caso que nos ocupa, su representatividad de las culturas del presente y del pasado es muy limitada, en especial a lo relativo a sus aspectos esenciales, pues la cerámica de Buño se encuentra en casas de campesinos, marineros, habitantes de las ciudades, trabajadores industriales, hablantes de diferentes tipos de gallego y de castellano, de diferentes niveles sociales y económicos, ideológicos, religiosos, etc. Desde esta perspectiva conviene preguntarse: ¿qué quiere decir o qué se refleja en el hecho de la dispersión geográfica de unos mismos tipos cerámicos relacionados entre sí y hechos con la misma tecnología en un mismo taller ? Para responder a esta pregunta es necesario entender previamente los mecanismos de distribución de los tipos. En el caso de Buño podemos distinguir dos modelos de distribución: el tradicional y el moderno.

1. El sistema tradicional El modelo vigente en líneas generales hasta fines de los años sesenta se caracteriza por los siguientes mecanismos de funcionamiento:


Segttnda parte: Aplicaciones etnoarqtteológicas

A. Venta en el propio centro productor a los vecinos del entorno, y a quienes la adquirían para su reventa en territorios más o menos amplios, éste era el caso de los tratantes, "xalleiros", de la comarca del Xallas, quienes con sus mulas la comercializaban por amplias zonas. También compraban in situ vendedores de algunas tiendas situadas a cierta distancia de Buño. En el siglo XVIII se documenta la expedición de cerámica por vía marítima a través del puerto de Ponteceso hasta la ciudad de Pontevedra. Dentro de las modalidades de venta citadas, a excepción de la primera, que tenía una importancia muy reducida, las restantes son las que colocaban la cerámica en los lugares más distantes geográfica, ecológica y culturalmente, hasta el punto de que muchos de los receptores no sabían con precisión o desconocían la ubicación del centro productor. B. Venta por los propios alfareros, que llevaban directamente los productos a lugares distantes del centro productor. Este sistema tenía a su vez dos mecanismos comerciales: el primero de ellos, el más habitual, consistía en que con una regularidad determinada acudían a lugares concretos bien todos los alfareros o algunos, todos al tiempo, o por turnos, pues había formas de reparto espacial y temporal de las ventas, para evitar la excesiva autocompetencia. De este modo se acudía a las ferias y mercados celebrados con regularidad, y a las fiestas y romerías. La cerámica se vendía en centros de congregación con motivo de actos comerciales y religiosos, que actuaban al tiempo como lugares de refuerzo de la identidad de los grupos humanos que acuden a ellos. Cuando la gente se retiraba de estos centros dispersaban sus productos por los lugares de origen.

231

En algunos casos y momentos, en especial en los de crisis económica, los mismos alfareros o sus familiares recorrían zonas concretas del territorio, intercambiando los cacharros por productos agrícolas, sobre todo frutos. Esta práctica fue habitual en los momentos de hambre, en especial en los años siguientes a la Guerra Civil. 2. El modelo moderno posterior a los años sesenta

Se caracteriza por el mantenimiento de algunas de las pautas anteriores y la aparición de otras. Han desaparecido los "xalleiros", la venta ambulante de los propios alfareros y en algunos casos ha ido a menos la asistencia a las ferias y mercados tradicionales, que en parte han ido decayendo, y a las romerías. Por el contrario, se acude a nuevos lugares de venta como la ferias de artesanía, turismo, ocio, etc., muy diferentes de las tradicionales. Cierto tipo de público, en especial turistas, acuden a comprar al detalle al pueblo, así como una serie de mayoristas que adquieren la mercancía para tiendas relacionadas con la artesanía, más como producto de calidad estética que de uso tradicional en las cocinas. También se envía mercancía por encarga a tiendas distantes, especializadas en la venta de artesanía popular en lugares fuera de la región. Tanto en el sistema tradicional, como en el moderno, a través de las diferentes variedades de mecanismos de venta se va creando una malla regular y sostenida de difusión de las piezas por un territorio concreto, que queda así uniformizado desde el punto de vista de los objetos. cerámicos. Esta homogeneidad cerámica, tal como hemos visto, en modo alguno presupone unidad cultural, pues se da dentro de un mosaico de geografías y subcul-


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JOSÉ lvlANUEL V ÁZQUEZ VARELA

turas distintas entre sí. Esta circunstancia se hace especialmente visible cuando las piezas han ido a parar a lugares y culturas muy lejanos, y distintos, donde tienen funciones muy diferentes a las que ostentaban en los lugares primarios más próximos al centro alfarero. A la luz de lo expuesto se podría concluir desde la perspectiva pesimista que el valor de la cerámica, como el de muchos otros elementos de la cultura material, por no decir todos, es muy limitado para crear culturas arqueológÍcas significativas que realmente nos permitan penetrar en la naturaleza de las culturas reales que las generan. Desde una óptica constructiva, en la que la crítica de los modelos usuales lo que busca es conocer sus posibilidades reales, y mejorarlas si es factible, se puede decir con Galileo "que a pesar de todo se mueve" pues de hecho la asociación reiterada y significativa de un conjunto de cacharros elaborados en un mismo taller, dentro de un área geográfica concreta, algo quiere decir. Veamos ahora las posibilidades interpretativas en términos realis·tas que se pueden derivar de ello. 1. La existencia de unas redes de difusión y de circulación de productos que implica una relación entre el taller y los usuarios del producto. Ésta, en la mayor parte de los casos, señala un cierto tipo de comunicación y de conocimientos mutuos entre el taller, los vendedores y los compradores. 2. La semejanza de los tipos cerámicos indica en términos generales una cierta similitud entre las formas de vida, producción, almacenamiento, procesado y consumo de los bienes, en este caso en su mayoría alimenticios, relacionados con la cerámica.

3. De los dos apartados anteriores se deduce una relación entre lugares más o menos próximos que comparten al menos una serie de prácticas económicas y gastronómicas, es decir una cierta relación entre comunidades cercanas que tienen en común, al menos, algunas prácticas culturales. Esta semejanza podría en algunos casos indicar que la difusión de la cerámica coincide con un área cultural, ya que son condiciones necesarias pero no suficientes para la existencia de un área cultural, la cual requiere la asociación significativa de un determinado número de elementos en un territorio concreto. Esto en gran medida va a depender de cuales son los elementos que consideramos significativos para establecer un área cultural, lo cual siempre tiene mucho de artificioso. Enunciado el problema cabe plantear su solución en la medida de lo posible, que en éste caso consiste en hallar otros argumentos contextuales que apoyen o rechacen el valor de la distribución de la cerámica en un área concreta, como posible indicadora de un área cultural precisa y bien clara en sus manifestaciones. En primer lugar vamos a eliminar aquello que no es posible, como se documenta en los ejemplos que siguen: cuando los conjuntos cerámicos se encuentran muy lejos de los focos productores, o en un ambiente en el que los restantes elementos del contexto son distintos a los de la zona de origen de las muestras, se debe desechar la posibilidad de que estemos ante un elemento significativo de un área cultural. En este sentido la distancia geográfica o cultural marca la imposibilidad anteriormente citada. La presencia de una cerámica de Buño en el salón de una casa de Alicante en calidad de recuerdo de un viaje turístico, o en las salas de la sección de Eurasia del Museo EtnológÍco de


Segunda parte: Aplicaciones etnoarqueológicas

Hamburgo, a donde fue llevada por el Dr. Vossen y su equipo tras una serie de misiones etnológicas en la Península Ibérica para estudiar la cerámica popular, evidentemente no forman parte en el sentido estricto del complejo cultural en el que se hallan. Al descartar lo que no puede ser, mediante el análisis de la relación de la pieza con el contexto, ya encontramos el camino para averiguar lo que puede ser: el estudio del contexto. En efecto ha de ser éste el que nos ayude a valorar las posibilidades, nunca las absolutas certezas, de que estemos ante un área cultural y una cultura. En este sentido la reiterada asociación de tipos cerámicos con otros elementos de la cultura material en áreas muy concretas relacionadas entre sí, al menos en lo relativo a la difusión de ideas y productos, lo que implica de algún modo los contactos personales, directos o indirectos, entre ellos, es un argumento de peso para considerar la existencia de una cultura que se manifiesta en un espacio concreto: un área cultural.

111. LA CONSTRUCCIÓN DE UN ÁREA CULTURAL La idea de área cultural encierra la de delimitación geográfica de una cultura, la cual se defme como un conjunto de elementos culturales interrelacionados de un modo coherente y significativo. Cuando se observan los objetos y estructuras de una cultura, lo que se viene entendiendo como la cultura material, se puede apreciar que algunos se extienden a lo largo de territorios muy amplios, mientras que otros sólo se manifiestan en una reducida extensión. A partir de esta observación preliminar, vamos a estudiar los mecanismos mediante los cuales se forma y mantiene esa homogeneidad del re-

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parto de los elementos de la cultura material en una zona geográfica concreta. Los principales mecanismos implicados, que se pueden dividir en dos tipos, son los siguientes:

1)

ELEMENTOS LOCALES DE HOMOGENEIZA-

CIÓN CULTURAL

La existencia de una tipologÍa arquitectónica concreta en un territorio está relacionada con las condiciones ambientales, que van desde el clima hasta las posibilidades que ofrecen las materias primas disponibles para la construcción. Pero sobre todo depende de las pautas culturales tradicionales por las que cada persona que decide construir una casa nueva, por lo general, trata de reproducir el modelo tradicional en el que ha desarrollado su vida y que es considerado el apropiado por las gentes de la comarca: el que se considera normal o deseable. La ejecución de este tipo de obras es realizada habitualmente por, o con la ayuda de, artesanos locales o de otras áreas pero que habitualmente han trabajado en este territorio, de modo que son los canteros y carpinteros los que imprimen su personalidad a la ejecución de las obras de las comarcas donde trabajan. Hemos podido comprobar en algún caso como los cruceros de piedra de alguna zona muy amplia tienen gran semejanza, debido a que han sido hechos a lo largo de casi dos siglos por canteros procedentes de una misma parroquia. Lo mismo ocurre con las casas, los hórreos, etc. ya que al actuar los artesanos en territorios muy concretos durante mucho tiempo, a veces bastantes generaciones, le imprimen un homogeneidad apreciable a sus manifestaciones arquitectónicas y escultóricas.


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JOSÉ l\!1ANUEL V ÁZQUEZ VARELt\

La existencia de herreros, fabricantes de carros, zuecos, cestos, sombreros, vestidos, etc. igualmente dotan a la comarca de una serie de elementos culturales hOlTIogéneos dentro del territorio por ellos atendido, y del cual proceden los compradores de sus productos.

2)

OFICIOS AMBULANTES

La existencia de oficios ambulantes muy numerosos en el medio rural donde se podía contar con sastres o costureras, plateros, vendedores de pescado, frutos, etc, buhoneros, canteros, artesanos, cesteros, afiladores, cordeleros, capadores, quincalleros, compradores de cera, etc. (Fidalgo, 1998) supone un contacto con personas y por tanto con conoclmientos, creencias, valores y objetos externos a la comunidad. Estas gentes además de aportar sus servicios también traen objetos e ideas exteriores al grupo que los recibe, por lo que son un elemento aculturador y hom?geneizador que establece lazos de conexión uniformizadores entre distintos grupos humanos, sin cuya presencia cada uno de ellos quedaría muy cerrado sobre sí. En este sentido podríamos citar a las vendedoras de pescado, que de la costa lo llevaban al interior y de aquí bajaban productos agrícolas; aparte de este tráfico de bienes, en sus conversaciones transmitían información, noticias y rumores de mundos ajenos a los de las comarcas que visitaban. Su actividad suponía una acción uniformizadora dentro del territorio donde se desempeñaba, ya que establecía lazos de tráfico de objetos y de información. Pero al tiempo su presencia en territorios ajenos a su lugar de origen daba lugar a la afirmación de la identidad local, en tanto en cuanto, el percibir en esas personas unas características distintas por su origen, modo de hablar, vestir y comportarse, favorecía el mecanismo de creación y refuerzo de la identidad que supone el reconocimiento de lo

propio frente a lo otro. El saber de modos de vida distintos favorece el reconocimiento por contraste de lo propio.

3)

CENTROS DE INTEGRACIÓN

Existen una serie de centros de integración social, donde los que a ellos concurren establecen una serie de intercambios económicos, sociales y de información que contribuyen a la homogeneización de las zonas de donde proceden, y de los lugares donde convergen. Entre ellos por su importancia destacan: A. Las ferias y mercados

Tradicionalmente han tenido una compleja serie de funciones, de las que las económicas no son las más importantes. En ferias y mercados se hacen transacciones económicas en las que se da salida a los productos excedentes de cada casa y se adquieren los necesarios, procedentes de otras comarcas próximas y lejanas. El intercalnbio de productos también va acompañado del de conocimientos y de información comercial, que determinan las estrategias económicas de la zona. Las ferias y mercados tienen también la función de ágora pública, donde se comentan noticias viejas y nuevas, se divierte la gente, y se establecen relaciones sociales con amigos, familiares y vecinos que habituahnente no están nada próximos. Dentro de este tipo de relaciones tienen importancia las de los jóvenes, pues en ferias y mercados solían nacer y cultivarse noviazgos entre gentes de una misma comarca, lo que favorecía la endogamia a nivel de este segmento del territorio. Las actividades mercantiles eran el soporte de la intensificación de las relaciones sociales a


Segul1da parte: Aplicaciones etnoarqueológicas

nivel más amplio que el de las pequeñas aldeas en las que se distribuye la población. Por ello, por constituir lugares de encuentro con intercambios variados, han actuado como un elemento cohesionador y uniformizador del mismo territorio, incluso a nivel de la cultura material, ya que la gente que acude a la misma feria compra el mismo tipo de productos propios o ajenos, los que se venden en ella. La celebración de ferias y mercados favorecía las visitas en esos días a diversos servicios que se establecían en los lugares donde éstas tenían lugar, tales como médicos, farmaceúticos, jurídicos, etc. con lo cual se establece otro elemento uniformizador, pues los que acuden a un centro de servicios concretos reciben el mismo tipo de ayuda e información. B. Santuarios

Cada santuario tiene un territorio de gracia específico del cual acuden mayoritariamente sus devotos, que se sienten identificados con y por él. Muchos santuarios tienen un marcado carácter comarcal, en el sentido de que acuden preferentemente a él por motivos de devoción gentes de una misma comarca. También se da el caso de que gentes de una misma comarca acuden a varios santuarios. El ritual religioso establece un cierto tipo de vinculación entre las gentes que acuden al santuario y éste, y entre las personas entre sí, de modo que el santuario se convierte en un punto de referencia imprescindible en el orden religioso y social para las gentes de un territorio determinado. El compartir ideas, creencias y ritos, que es lo que lleva implícito el desarrollo de una devo-

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ción religiosa, crea vínculos entre quienes lo hacen, en especial cuando los devotos participan en los rituales públicos, que tienen mucho de representación del grupo social que interviene en ellos. A mayores del aspecto puramente religioso, también hay que destacar el valor festivo profano que rodea los mismos, que abarca desde transacciones comerciales, en especial, de objetos sagrados y de alimentos, hasta los conciertos y los bailes. Las fiestas de los santuarios y las romerías y las patronales de cada iglesia parroquial son lugares de exaltación de la identidad y la bondad de las comunidades celebrantes, y en ellas se intensifican las relaciones humanas a sus diferentes niveles, desde el punto de vista de la coherencia y la integración social. Son el lugar ideal para compartir comunicaciones y sentimientos positivos con amigos, vecinos y comarcanos, y para establecer relaciones entre jóvenes de ambos sexos, muchas de las cuales desembocaban en matrimomos. Desde este punto de vista es muy importante la función de las ferias y mercados, de los santuarios con sus romerías y las fiestas como elementos integradores en lo económico, religioso y social, de una población dispersa en pequeñas unidades sociales, pues es precisamente en las manifestaciones citadas donde se realizan los mecanismos de integración, ya que la mayor parte del año, y fuera de estos lugares, las comunidades permanecen cerradas sobre sí y se relacionan sólo con las más inmediatas, o con las gentes que acuden del exterior por diversos motivos. Estos mecanismos favorecen el intercambio de información, en el sentido amplio del término, la homogeneidad del territorio a varios niveles interdependientes, tales como son el cultural, social, lingüístico y biológico.


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JOSÉ MANUEL V ÁZQUEZ VARELA

La cultura se uniformiza por la interacción recíproca entre los miembros del grupo, que actuan unos delante de y sobre los otros, con lo cual se van uniformizando las pautas de comportamiento. En el terreno lingüístico ocurre lo mismo: el intercambio verbal por la mutua interacción tiende a uniformizar y mantener, o hacer evolucionar en el mismo sentido, el habla de la comarca. Las transacciones económicas y el trato entre personas con problemas y perspectivas de solución parecidas generan relaciones sociales que pueden desembocar en alianzas sociales, entre ellas las amistades; a la feria y a la fiesta también se va a ver a los amigos y parientes que en su máximo grado pueden conducir a las alianzas matrimoniales. Sobre este particular ya advierte la creencia popular de que "la novia no ha de buscarse ni en la feria ni en la romería, sino en la puerta de su casa con la ropa de cada día", en clara alusión de que ambas son lugares privilegiados de contacto, donde por ello es importante dar una buena imagen ante los demás. Se trata de espacios de relación y de ostentación donde se pretende informar a los demás de las expectativas propias, y de partir de la mejor posición posible en las relaciones sociales, entre ellas las alianzas matrimoniales, donde se negocian relaciones de poder entre personas y familias. La celebración de ferias, también, pero especialmente en las romerías era el momento ideal para entablar relaciones sexuales entre los jóvenes solteros, como escribe sabiamente el P. Sarmiento en el siglo XVIII en el sentido de que la noche ocultaba las consecuencias del día y el devenir de muchos días descubría las consecuencias de aquella noche. AlIado de las relaciones sexuales esporádicas en torno a las fiestas y romerías, en ellas se ini-

ciaban y mantenían muchos noviazgos que concluían en matrimonios. Éstos son por tanto de carácter endogámico a nivel de la comarca, y dentro de ella suelen serlo, a un nivel más fuerte, de endogamia parroquial. Como consecuencia de ello se intensifican las relaciones entre los habitantes de la comarca que pasan de ser de vecindad y amistad a las de parentesco, con lo cual se hace más densa y resistente la malla de las relaciones sociales. La consecuencia biológica del matrimonio endogámico entre parroquianos y comarcanos es la uniformización genética de la población y su diferenciación con relación a la de otros territorios fuera de su comarca. En este sentido los mecanismo integradores descritos actuan en el mismo sentido en los planos cultural, social, lingüístico y biológico dando lugar a una homogeneidad de sus manifestaciones en todo el territorio que contrastan con los de otros. Este contraste es el que percibe el visitante observador, que nota que por lo general, en cada comarca hay una serie de elementos culturales compartidos comunes tanto en el plano de lo material, como por ejemplo la arquitectura, la técnica de los cultivos, el vestido, los alimentos, las fiestas, etc., en el del habla, perceptible a nivel fonético, léxico y sintáctico, y a veces en cierta medida en la apariencia física, estatura, proporciones del cuerpo, tipo de pelo, color de la piel y de los ojos, etc. Como consecuencia de los mecanismos integradores, entre ellos los que hemos descrito, se establece una homogeneidad a todos los niveles en territorios concretos, de lo cual se puede deducir que hay un cierto grado de correlación entre la homogeneidad de la cultura material, el resto de la cultura, la lengua y las


Segunda parte: Aplicaciones etnoarqueológicas

características biológicas de la población humana. Si bien este principio general es evidente, su aplicación al pasado es más problemática en lo relativo al grado de significación concreta de estas relaciones, pues como veíamos en el caso de la cerámica de Buño, que hemos tomado como guía del discurso, ésta en parte funciona como elemento indicador de esta homogeneidad en un territorio muy concreto en la comarca de Bergantiños, a la que pertenece y dota de una señal de identidad, pues para mucha gente la existencia de la cerálmca de Buño es un punto importante en su información sobre el citado territorio, pero la cerámica abarca como vimos otras áreas culturales, lingüísticas y biológicas distintas. Un par de ejemplos más amplios pueden ayudar a comprender la relación entre unos y otros de los factores citados. Si observamos una amplia zona de la Iberia Húmeda, la de la alta montaña que va desde el oriente de la provincia de Lugo hasta el Pirineo Occidental, es decir la Cordillera Cantábrica en su sentido amplio, observamos que existe una gran uniformidad en cuanto a los modos de vida, que están relacionados con la adaptación a un ecosistema muy peculiar: la alta montaña. La uniformidad se aprecia en la arquitectura, el hábitat, las técnicas y útiles de la agricultura, ganadería y caza, en los sistemas económicos y sociales, como por ejemplo la familia extensa como unidad social y econólmca, en la presencia mayoritaria de la formula del mayorazgo como sistema de transmisión intergeneracional de la propiedad de la casa, en el sentido social del término, el tipo de religiosidad, creencias, etc.

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A la citada homogeneidad de comportamientos culturales y sociales, parte de los cuales se ponen de manifiesto en la cultura material, no le corresponde el mismo tipo de uniformidad lingüística por cuanto se hablan diferentes lenguas. El mayor contraste se da entre los diferentes dialectos del vasco, que no es una lengua de tipo indoeuropeo, y las diferentes hablas del resto del territorio que derivan del latin. Las hablas romances del N arte de la Península Ibérica están emparentadas entre sí, y a el que conozca alguna de ellas, las otras le resultan inteligibles en sus aspectos generales, aunque apreciará diferencias importantes. Desde el punto de vista de las unidades sociales, y en especial del de la identidad, se aprecian notables diferencias entre los diferentes grupos a distintos niveles de identidad, tanto en como se ven a sí mismos COlno "Nos", colectivo, social, en como son percibidos por los otros. Citar aquí los diferentes grupos que son distintos sería una labor inacabable y sólo haremos referencia a dos de los más conocidos desde un punto de vista tópico y científico: los vaqueiros de alzada y los pasiegos. Desde el punto de vista biológico también se aprecian en las observaciones visuales, y en los marcadores biológicos, semejanzas entre todas las poblaciones, y también peculiaridades derivadas del aislamiento genético de los grupos al casarse entre poblaciones muy limitadas demográfica y geográficamente con un alto grado de endogamia, que ha dado lugar a un cierto grado de parentesco entre los miembros de las pequeñas comunidades. El examen de estos aspectos nos lleva a apreciar como no hay una correlación estrecha entre la cultura material y los restantes aspectos


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de la cultura y de la biología. En todo caso, a menudo, una cierta semejanza de la cultura material quiere indicar una cierta proximidad entre algunos aspectos de las formas de vida, aunque haya notable divergencias en otros aspectos. Así por ejemplo se aprecian una serie de semejanzas entre la dimensión material de la cultura popular gallega y la de Chechenia, pero las diferencias a nivel cultural, social, lingüístico y biológico son importantes.

social, modelos de familia, ritos de tránsito, ideológico, religioso, etc. a pesar de las diferencias religiosas y lingüísticas entre los diferentes grupos étnicos, la dificultad de establecer sus límitites, etc. ha servido para que numerososo autores hablen de un área cultural europea, de espacio cultural europeo e ideas del mismo tipo como complejo cultural europeo y de unos conceptos y métodos propios de la etnología europea (Segalen, 2001).

Estas consecuencias obtenidas a partir del estudio etnológico de Buño y de Galicia son coincidentes en líneas generales con las ya conocidas por los antropólogos y en parte usadas por algunos arqueológos (Alcina, 1988; Renfrew y Bahn, 1993; David y I<.tamer, 2001) y aportan un modelo más próximo, conocido y concreto, que aplicar al pasado del Noroeste de la Península Ibérica.

Esta idea ha sido objeto de diversas críticas en las que se hace hincepié en la dificultad a la hora de señalar de un modo concreto y preciso que es lo especificamente europeo, cuales son sus límites terrritoriales y el significado de Europa como área cultural (Cuisinier, 1979; Segalen, 2001). Parte de las críticas son comunes e idénticas a las que se le pueden aplicar al concepto y cualquier aplicación de la idea de área cultural, elementos defmitorios de la identidad y similares, pues son criterios teóricamente fáciles de defmir y de cartografiar, pero en la práctica son difíciles de aplicar y la verdadera dimensión de su naturaleza y significado no es fácil de precisar.

A la luz del caso de Buño vamos a examinar las características anteriormente señaladas para la cerámica popular europea, entre las que se pueden citar la existencia de una gran variabilidad de unas zonas a otras, de norte a sur y de este a oeste, que se pueden observar grandes áreas con características comunes algo diferentes de las restantes, pero en general muestran un cierto grado de semejanza en todas sus manifestaciones que sirven para diferenciarlas de otras áreas como el norte de África o el oeste de Asia. La semejanza de los elementos de la cultura material de las culturas populares europeas ha sido destacada en gran número de publicaciones que se han dedicado a estudios cartográficos de dispersión de elementos de este tipo, como a título de ejemplo se puede citar la revista Ethnología Europea. La semejanza de múltiples elementos de las culturas no sólo a nivel material sino también

En Europa, como en el caso anteriormente descrito de la cerámica de Buño, no se debe confundir un área comercial de un producto cerámico con un área cultural, y también hemos visto como un mismo tipo de cultura material y de organización social en el norte de la Península Ibérica se da entre poblaciones que se perciben distintas entre sí y que hablan lenguas diferentes. Para el entendimiento del problema es conveniente estudiar cuáles son los mecanismos que crean la distribución de los elementos de la cultura material, para lo cual el modelo de Buño es válido a pequeña escala, mutatis mutandis, pero hay que encontrar mecanismos que expliquen la homogeneización, al menos


Segunda parte: Aplicaciones etnoarqueológicas

de algunos rasgos en espacios más amplios, supracomarcales e incluso supraestatales, como es el caso que nos ocupa. En el caso de Europa se puede señalar que un factor importante es la historia: el tener un largo pasado común pleno de interacciones. Desde el Paleolitico Superior en adelante es posible encontrar rasgos comunes en el territorio de la actual Europa, que lo distinguen cada vez más claramente según avanza el tiempo de otras áreas geográficas próximas. Durante la historia han actuado numerosos elementos homogeneizadores como las migraciones individuales, o de colectivos amplios estacionales o defmitivas, las guerras, el comercio, la navegación, la circulación de artistas, intelectuales, comerciantes, profesionales, soldados, peregrinos, monjes, el turismo, las relaciones comerciales, politicas y diplomáticas, los medios de comunicación, etc. que de un modo u otro y con desigual incidencia han contribuido a la difusión de personas, ideas y objetos. La acción conjunta de los mecanismos de integración comarcales y supracomarcales descritos, resulta suficiente para explicar el juego de la variabilidad y la comunidad de los elementos que integran las culturas populares que ocupan el territorio que se denomina Europa. Por tanto las semejanzas y las diferencias de las cerámicas de las distintas regiones europeas son el reflejo de las semejanzas y diferencias de sus sociedades y si bien las características apuntadas para la alfarería no marcan un área cultural, sí son algo más que una cartografía y son un elemento que marca la existencia de ese contorno real, pero difuso en sus extremos, de área cultural europea, si entendemos ésta como un conjunto de elementos culturales que afectan a todos los segmentos de la cultura, compartidos en mayor o menor grado

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por gran parte de las poblaciones de la Europa campesma y marmera. o

o

Si damos por válido el hecho anterior, no podemos darle en modo alguno a la cartografía de la cerámica popular europea el valor indicativo de un área cultural rígida en la que su homogeneidad es total y sus diferencias con el exterior muy marcadas. Esto sería un abuso del empleo de la noción de área cultural, pero contra él cabe el remedio del uso flexible, explicitando que se entiende por ella, tal como se ha expresado en el caso del noroeste y el norte de la Península Ibérica en el que se decía que si bien no había una concordancia muy estrecha entre la dispersión de los distintos elementos culturales pertenecientes a diferentes segmentos de la cultura, si había en esta zona una concentración y un modo peculiar de combinarse que en general permitía una diferenciación clara, aunque no tajante, con relación a otras áreas de la Península Ibérica y de Europa. A partir de lo expuesto se puede decir que el juego de la unidad y la variedad de la cerámica popular del territorio que denominamos Europa refleja la misma realidad de la cultura popular en la que se desarrolla aquélla, la variabilidad local y la uniformidad general, en algunos aspectos por encima de lenguas y otras características culturales distintas. Ante estos hechos resulta conveniente proseguir los estudios etnológicos e históricos con criterios objetivos y enunciando en cada momento la naturaleza de los conceptos y métodos empleados explicitando sus alcances, limitaciones y problemas, razonando de un modo correcto de forma que las conclusiones estén de acuerdo con las premisas iniciales. También resulta importante que los etnólogos de la Europa continental, cuyos modelos tra-


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dicionales se ven cada día más suplantados, que no complementados, por la antropologia social de corte anglosajón, hagan trabajo de campo en países diferentes al propio, lo que todavía no es muy frecuente, si bien hay excepciones muy importantes como los trabajos de Hampe y Wimper en el Mediterráneo Central y Oriental y los de Vossen en la Península Ibérica y el Magreb, para resolver los problemas pendientes en este campo. En todo caso es necesaria una intensificación de los estudios comparativos dentro del campo de la etnologia europea.

IV. LAs

FORMAS DE LA CERÁMICA: CONTI-

NUIDAD Y CAMBIO

Las cerámicas tradicionales están diseñadas básicamente para satisfacer necesidades primarias relacionadas con la conservación, procesado y consumo de alimentos. Por tanto sus formas han de adaptarse a cubrir esas necesidades, pero éstas pueden satisfacerse de modos distintos, por lo que aquí se plantea es conocer qué factores determinan el origen y la vida de una determinada tipologia cerámica, como la que caracteriza a cada centro alfarero. Para investigar esta cuestión empleamos aquí la situación en Buño a partir de fmes de los años sesenta de este siglo, que es coincidente en líneas generales con la de otros alfares gallegos, penínsulares y del resto de Europa. La forma viene determinada fundamentalmente por los siguientes factores:

1.

miembros de la profesión. Por tanto en el proceso de aprendizaje se tiende a conservar lo tradicional hasta ese momento, que está adecuado a las necesidades de la demanda de los clientes.

2.

Los LÍMITES DE LA INNOVACIÓN

Cuando comienza a actuar con autonomía como artesano puede si quiere hacer nuevas formas, pero aquí el factor limitante para el desarrollo de su creatividad es la aceptación de las piezas por parte de los consumidores. En este sentido las tentativas innovadoras pueden fracasar, como se aprecia en ocasiones al quedarse aquéllas en meras anécdotas para un público muy restringido, sin que la nueva pieza se ponga de moda dentro del conjunto de la comunidad.

3.

LA TÉCNICA

Factor limitante ante cualquier innovación es el aspecto técnico, ya que cualquier tipo para ser exitoso depende de las posibilidades y limitaciones de la técnica empleada. En este sentido el empleo del torno alto o bajo va a poder imprimir o va a imposibilitar ciertas características de las piezas. También el tipo de barro y de horno empleados son factores posibilitantes o limitantes en este sentido.

4.

LAS FUNCIONES

LA TRADICIÓN FORIYIAL

Cuando el alfarero inicia su oficio en un taller comienza como aprendiz realizando la tarea que le encargan, por lo cual ha de asumir la tradición tipológica de su maestro, que básicamente es coincidente con la del resto de los

El uso de las piezas condiciona su forma y tamaño. Las cerámicas dedicadas a conservar el vino o el agua han de tener unas formas, calidades del barro y dimensiones características. Por el contrario las destinadas a la cocina han de ser adecuadas a la temperatura del fuego y


Segunda parte: Aplicaciones etnoarqueoiógicas

a la forma del hogar, para aprovechar el calor de la cocción o del asado de una forma racional. En el caso contrario la vida de los objetos es efímera, tal conlO se demuestra en los cambios, que han llegado en casos hasta la desaparición, sufridos por los tipos usados para ir directamente sobre el fuego. En un principio iban sobre una cocina baja de fuego abierto, "lareira", pero al llegar las cocinas de hierro, conocidas como económicas o bilbainas, donde a menudo la pieza descansa sobre una plancha de metal y no directamente sobre la llama, perdieron gran parte de su funcionalidad a causa de su escaso aprovechamiento del calor, lo que supone un derroche de tiempo y combustible. La introducción del butano ha supuesto la eliminación de un conjunto de vasijas tradicionales por no acondicionarse a las nuevas características del fuego.

5.-

LA COCINA

Las piezas han de satisfacer las pautas culturales de preparación de consumo y de alimentos de los clientes, quienes deciden qué forma y qué barro son los más idóneos para cada uso, como lo indica la variada tipologÍa de piezas destinadas a preparar alimentos concretos, tales como tartera de asas, olla para cocer, chocolatera, viradera o pieza para darle la vuelta a la tortilla, etc. 6. LAS DIMENSIONES

Las dimensiones de los cacharros vienen determinadas por las posibilidades técnicas y la demanda. Parte de ésta viene condicionada por el hecho de que se piden piezas con tamaños normalizados para ser usadas como recipientes con varios fmes, entre los cuales se encuentra

241

el de servir de unidades de medida, que incluso se utilizan en transacciones comerciales. 7. EL ÁMBITO DE LA CREENCIA

A veces la forma y el tamaño de las piezas no viene dada por una experiencia racional sino por creencias, que no parecen o no tienen un fundamento serio, pero que los usuarios entienden que sí y por tanto el recipiente debe de ser así para que se cumpla la función que esperan del mismo.

8.

EL TRANSPORTE

En ocasiones, algunos aspectos como el tamaño y la forma vienen condicionados por la necesidad de apilar de un modo concreto las piezas, metiendo el culo de unas en la boca de otras para su transporte. Algunos tipos de bordes, como el conocido como xalleirán, son una adaptación a las necesidades de transportar el mayor número posible de piezas a lomos de mulas, para lo cual han de ser pequeñas y tener un diseño en el borde que permite encajar unas en otras y así reducir el volumen de la carga, lo cual permite aumentar el número de piezas que van en cada envío. Es lo que hemos oido denominar coloquialmente como la estética de la mula, puesto que algunas personas ignorando el dato citado opinan que ese tipo de borde es un creación no funcional dotada de valor puramente decorativo. También el tamaño y la forma de las piezas es adecuado al tamaño y la forma del horno y al modo en que han de ser colocadas, que es muy riguroso pues si por un fallo cediesen algunas de la parte inferior podría venirse abajo parte o toda la hornada.

9.

LA INFLUENCIA ENTRE CENTROS ALFAREROS

Las piezas se hacen en talleres donde hay a menudo varios alfareros, quienes las hacen


JOSl~ MAl

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unos a la vista de otros, y en todo caso, cada uno ve cotidianamente lo que hacen los otros, lo que ayuda mediante la interacción a mantener la misma tradición. En épocas no muy lejanas algunos alfareros se han desplazado a talleres fuera de su núcleo a trabajar por temporadas, lo que también lleva a un flujo de información de técnicas y formas que tienden a uniformizar los productos de la región. En ocasiones concurrían alfareros de varios nucleos distintos a una misrna feria y allí se observaban unos a otros y veían qué piezas eran las más demandadas, con lo cual este flujo de información contribuía a mantener más o menos homogeneizado el repertorio de formas.

10.

LAS VÍAS DE LA INNOVACIÓN

En ocasiones, a fmes de la etapa que nos sirve de referencia fundamental, se producían innovaciones por inspiración o copia de algún modelo foráneo, conocido en viajes o a través de revistas, o bien por encargo. En cuanto cambió la demanda tradicional y ocupó su lugar el público que buscaba lo estético e ideológico más que la utilidad primaria de las piezas, se abrió el campo para la aceptación de las innovaciones que en algún caso tuvieron una rápida difusión, como es el caso del conjunto de recipientes dedicado al consumo ritual del aguardiente quemado, queimada. La demanda de este producto, fruto de la expansión de la moda de tomar esta bebida en un alnbiente social y lúdico, con referencias folklóricas gallegas, originó su rapida difusión por todo el país. Queda claro que tanto el mantenimiento de las formas cerámicas como sus cambios no

son cuestiones al azar, autónomas o fácilmente explicables por una sóla causa, sino que por el contrario son el resultado de la interacción de varios factores. Por tanto la larga vida de algunas formas, o por el contrario las rápidas modificaciones de otras, han de ser leidas como un reflejo de los cambios en diferentes segmentos de las culturas a las que pertenecen y que en ellas se reflejan. Desde esta perspectiva holística que comprende la cerámica a la luz de sus relaciones con todos los campos de la cultura, aquélla se convierte en un valioso documento sobre ellos, ya que debidamente estudiada puede proporcionar información valiosa sobre todos los que en ella se reflejan.

v.

CERÁMICA y CAMBIO CULTURAL

A la luz de la metodología de estudio utilizada, de tipo holístico, donde cada elemento se relaciona con los que fonnan la trama y la urdimbre de su contexto, los cambios y la permanencia de las formas y los usos de la cerámica arqueológica se revelan como un preciso indicador de los cambios o la continuidad, respectivamente, de la cultura que las realizó. Para entender estos aspectos de la estabilidad o la evolución de la afarería resultan pertinentes los capítulos anteriores dedicados a los cambios ocurridos en los cuarenta años anteriores a 1973, la fecha de lectura de la tesis. El cambio de algunas de las formas o de sus usos a la luz del modelo descrito puede deberse a multitud de fenómenos de índole técnica, económica, social e ideológica. Por tanto, para entenderlo, es necesario valorar los cambios de las cerámicas en su contexto y tratar de averiguar, segmento por segmento de la cultura que las produjo, qué otras variaciones hay en ellos, y tratar de relacionarlos con el cambio


Segtmda parte: Aplicaciones etnoarqueológicas

sufrido por la cerámica. De este modo analizando el tipo de modificación sufrida por la alfarería y su posible relación con las influencias externas, moda, comercio, cambios culinarios y gastronómicos, en el sistema social, de valores, etc. se cumple la doble perspectiva de que el análisis de la modificación de la cerámica es una vía para conocer otras en diversos sectores de la cultura, a la vez que los cambios en ellos pueden ayudar a entender los motivos de su modificación. Como ejemplo se puede señalar que la aparición, en la década de los setenta del siglo veinte, en los diversos alfares de Galicia, y su rápida y exitosa aceptación, de un recipiente más o menos hemiesferoidal con cuatro patas y un conjunto de pocillos relacionados con él y un cucharón, destinado a la preparación y el consumo colectivo de aguardiente quemado, con diversos ingredientes entre los que se consideran básicos, por este orden, el azúcar y el limón, y a mayores otros variables, como frutas diversas, café, vino tinto, etc, conocida como queimada, no es un capricho. Por el contrario tanto su aparición, ya mitificada pues se habla de que fue el encargo personal de un ministro franquista, el cual habría actuado según esta versión al modo de un héroe cultural de otras culturas, donde un ser mítico es el creador de los bienes culturales, como su aceptación son un reflejo importante de los cambios sociales, ideológicos y profundos en Galicia, donde una costumbre campesina cobra funciones y significados distintos de los que tenía en un principio hasta convertirse en un símbolo de identidad de este País y referente obligado de él más allá de sus límites. Preparar la queimada es algo más que beber un líquido de cierta concentración alcohólica, pues a menudo es un rito de agregación lúdico y de af1tmación de la identidad gallega, a veces con ciertas connotaciones políticas. Por tanto la aparición y el éxito del recipiente y de

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su uso no es algo que opere en el vacío, sino que por el contrario lo hace en un ambiente de cambios económicos, sociales, ideológicos y políticos. Entre las causas que permiten entender el éxito de la queimada se encuentra la tendencia a recuperar el pasado campesino de un modo simbólico, más o menos mixtificado, con una neutralización estética de sus partes duras, motivada por la nostalgia de un mundo que desaparece y que en gran parte ya ha desaparecido, la búsqueda y la af1tmación de la identidad, el nacionalismo o el grado creciente de compromiso de los ciudadanos con los problemas del país, etc. Las normativas estatales y comunitarias sobre los productos de elaboración artesana, entre ellos la cerámica y el aguardiente, también afectan a la queimada, de modo que a través del análisis del contexto cultural de la misma podemos entender su creación y,difusión y al revés, a partir de ella se pueden ir desvelando aspectos de aquél. La aplicación de estas ideas, consistentes básicamente en relacionar las variables de la cerámica con las de la cultura a la que pertenece, permitirá ahondar más en el conocimiento de los cambios de las sociedades del pasado. Estas ideas básicas de la aplicación etnoarqueológica de la tesis que nos propusimos en 1970 y concluimos a inicios de 1973, son coincidentes en parte con los desarrollos habidos en el campo de la etnoarqueología de la cerámica desde esa época hasta nuestros días (Vázquez, 2000; David & I<ramer, 2001).

VI.

CERÁMICA, GÉNERO Y COMPLEJIDAD SO-

CIAL

En el apartado de la tesis relativo a la comparación de los centros alfareros de los niveles Il y III de alfarería, con torno lento o bajo y rá-


244

JOSÉ M1\1 UEL VAZQUEZ Vi\RELi\

pido o alto respectivamente, se puede observar la coincidencia de una serie de factores de diferente índole que se dan no sólo en Galicia, sino que también lo hacen en el resto de la Península Ibérica y de Europa. Como más importantes para el objetivo etnoarqueológico, que es proporcionar modelos para interpretar el pasado, destacan los siguientes en el torno lento como contrapuestos a las características de los alfares que emplean el torno rápido. 1. El torno lento o bajo se encuentra en su mayor parte en manos femeninas. 2. La producción es menor en cantidad y calidad. 3. El empleo del vidriado es muy escaso. 4. Se emplean tipos muy arcaicos de hornos. 5. Se emplea con más abundancia el fuego reductor. 6. Es una actividad casi exclusivamente complementaria de la agricultura. 7. Los talleres son de tipo individual o familiar. 8. Se emplean formas "decorativas" muy sencillas que a menudo tienen una clara funcionalidad. 9. Han sido los más afectados, y con mucho, en el proceso de la crisis de la cerámica popular. 10. Se encuentran o encontraban en el medio rural, en zonas económicamente muy deprimidas. A. CERÁMICA

y GÉNERO

En cuanto al género y tal como se indicó en el apartado correspondiente, relativo a la divi-

sión del trabajo por sexos, sólo cabe añadir a mayores que, de cumplir las condiciones allí señaladas y que analizabamos como un resultado de la interacción biología-cultura, cabe indicar que tanto en este nivel como en el del torno alto es el hombre el encargado de dirigir la operación de colocar las piezas en el horno, dirigir el proceso de la cocción, que es el más difícil y arriesgado del proceso cerámico, y el de venta. Estas operaciones realizadas por los varones, que son consideradas de las de más prestigio, pueden ser perfectamente realizadas por las mujeres y de hecho en varios de los talleres las mujeres ayudaban en la cocción bajo la dirección del hombre. Se trata en este caso, pues, de la apropiación por parte del varón del monopolio de una actividad de prestigio social y rentabilidad económica, que podría ser perfectamente hecha por las mujeres. Aquí en la relación biología-cultura, predomina claramente la segunda legitimando una actitud de prevalencia del varón que no tiene un fundamento biológico. Hecho documentado de sobra en numerosas culturas y que queda particularmente claro cuando una actividad tradicionalmente femenina se convierte por la demanda en una fuente importante de riqueza y entonces los varones se dedican a ella sin problemas de ningún tipo, como podemos documentar por ejeluplo en el caso de la étnia I<.ichwa de los Saraguros, en los Andes ecuatorianos' que recientemente han desplazado a las mujeres de una actividad tradicionalmente femenina, tal C01UO la recolección de hierbas medicinales para su venta al exterior cuando se ha vuelto rentable (comunicación verbal de M. Villarino, Mayo de 2003). Algo parecido ha ocurrido en la industria textil doméstica de algunas etnias mexicanas, como por ejemplo en Oaxaca, donde cuando los turistas empezaron a ejercer una demanda rentable sobre los tejidos hechos hasta enton-


Segtl1Zda parte: Aplicaciones etnoarqtleológicas

ces por las mujeres los varones comenzaron a dedicarse a la misma (Chemoux, 1994). Se trata, pues en el caso de la cerámica, de una estrategia ampliamente extendida de legitimar la prevalencia del varón sin ningún fundamento o condicionadamente en el hecho biológico, como ocurre en muchos aspectos de muy diversas culturas. En el caso particular de la cerámica como indican algunos autores (David y I<tamer, 2001) que siguen y sintetizan los trabajos de numerosos investigadores en este campo, la situación podría resumirse de la siguiente manera: si el trabajo es sucio, mal pagado, se puede hacer de un modo flexible y cerca del hogar es propio de la mujer. Si es provechoso lo hace el hombre (David y I<tamer, 2001, 309). Esta diferenciación recuerda mucho la de J. 1<. Brown (1970) sobre las características generales del trabajo femenino, citada en el texto de la tesis. B. CERÁMICA

y COMPLEJIDAD SOCIAL

Del estudio comparativo de los diferentes complejos cerámicos, se pueden obtener algunas ideas de interés para el uso de la cerámica arqueológica como indicador de aspectos sociales. De su aplicación se desprenden una serie de propuestas a investigar y contrastar con el material arqueológico. 1. La cerámica con características propias del nivel lII, entre las que se pueden detectar con relativa facilidad en el registro arqueológico, entre otras el empleo del torno rápido, una cocción más controlada y a mayor temperatura por lo general que en el nivel II y una procedencia de mayor distancia, puede ser indicativa de que en su elaboración han intervenido

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más factores de los propios del nivel III que están asociados con las características indicadas. Entre éstas pueden estar el ser un oficio masculino con un mayor grado de dedicación y especialización, y mayor diferenciación entre patronos y productores que en el nivel lI. Al tiempo esto plantea la posibilidad de que estemos ante una sociedad con una mayor produccción de excedente y de mayor complejidad social y económica, que permite la existencia de compradores y productores alejados entre sí, de posibles intermediarios y de un sistema social que permite las comunicaciones a cierta distancia. Por el contrario, la presencia de cerámicas del nivel lI, detectables en el registro arqueológico por el empleo del torno lento o equivalente, y una cocción menos controlada, por lo general a una temperatura más baja, implicaría la posibilidad de la existencia de una serie de características propias de este nivel y de una sociedad menos compleja, con menor excedente y grado de especialización, así como una menor circulación de las vasijas y de que éstas, al menos en gran parte, estuviesen hechas por manos femeninas. En todo caso se trata de hipótesis razonables que deben ser contrastadas con la totalidad del registro arqueológico del que proceden. 2. Existe relación entre el mayor grado de perfeccionamiento de la técnica cerámica, la complejidad de su sistema laboral, las rutas comerciales a larga distancia y la complejidad social. En algunas de las casas donde se compraba cerámica de Buño para las actividades más elementales de la vida cotidiana, en especial en las relacionadas con la cocina, o bien como decoración, también se encontraba y se encuentra cerámica de lujo, porcelana decorada


246

JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ VARELA

de Sargadelos o de la Cartuja de Sevilla, elaboradas en un sistema técnico, económico y social de tipo industrial, traidas de larga distancia, caras y que sólo estaban al alcance de un reducido número de personas que mediante su uso o exhibición, en especial en ocasiones ceremoniales, como en fiestas y ritos de tránsito, marcaban su estatus social elevado. La existencia de este tipo de cerámica se daba dentro del contexto de una sociedad de tipo estatal que garantizaba y garantiza el desarrollo de las condiciones técnicas, económicas y sociales para que se dé la producción y el consumo de este tipo de bienes. Por ello la presencia en el registro arqueológico de cerámicas de este tipo es indicativa de que se dan las condiciones necesarias para su existencia, lo cual, a mayores de ser una verdad de don Perogrullo, debe alertar al arqueólogo sobre este hecho para que indague la naturaleza de este tipo de sociedad y sus relaciones con otras, en el caso de que la cerámica sea importada. Su presencia en un yacimiento, si la enfocamos desde el punto de vista holístico usado a lo largo de la tesis, tiene gran interés porque su análisis minucioso puede proporcionar valiosas indicaciones sobre las sociedades del momento. Si volvemos a examinar el cuadro anteriormente citado o el resumen de la primera parte de este capítulo llegamos a la conclusión de que la cerámica hecha a torno lento está asociada a zonas deprimidas del mundo rural y ausente en las zonas ricas y de mayor complejidad social, lo cual es coincidente con la síntesis hecha a partir de varios autores, especialmente de Van der Lew por N. David y C. I<ramer (2001, 306-7), por lo cual podemos elaborar el modelo de que la presencia de la cerámica de este tipo en un yacimiento arqueo-

lógico puede ser indicativa de una actividad doméstica femenina en una cultura de un nivel de escaso desarrollo económico y complejidad social. Siempre con un criterio relativo pues no olvidemos que existe el comercio, que puede llevar los objetos muy lejos y situarlos en contextos muy distintos a donde fueron producidos, y que en los años setenta, existían los cuatros modos de hacer cerámica popular que se han descrito en el apartado correspondiente al estudio comparativo de las técnicas de elaboración de las vasijas a mayores de diferentes niveles de cerámica industrial, en un sólo país como España o Hungría, por ejemplo. En todo caso sirva como hipótesis de trabajo para constrastar con los datos arqueológicos la correlación entre sencillez técnica en la elaboración de la cerámica y el escaso desarrollo económico y la ausencia de gran complejidad social y que resulta igualmente válida la contraria: que a mayor complejidad técnica en la elaboración de la cerámica le coresponde mayor desarrollo económico y complejidad social.

C. Los

ESPECIALISTAS: DEMOGRAFÍA

y

OFICIO

Siempre tiene interés para el estudio de las sociedades prehistóricas conocer la posible existencia de especialistas, por ello se trata de encontrar algÚn elemento etnológico en el presente, que nos ayude a formular las posibles características que han de tener los indicadores arqueológicos de esta actividad. Desde la perspectiva de Buño se pueden enunciar varias características vinculadas con la existencia de los alfareros, que puedan ser utilizadas para extrapolarlas al pasado como elementos indicadores de la actividad de especialistas.


Segttnda parte: Aplicaciones etnoarqtteológicas

Dejando aparte los indicadores de carácter obvio, como la presencia de los útiles y estructuras empleados en los trabajos de especialistas, tales como herramientas, tornos, hornos, etc., hay otros quizás menos valorados que merecen una reflexión. La observación de los contrastes entre las pautas de vida de los alfareros y los agricultores con tierras suficientes, al menos para la producción dedicada al autoabastecimiento de la zona, permite considerar que las casas de los primeros son más simples y pequeñas, con menos dependencias, más agrupadas entre sí y de arquitectura más pobre. Otro elemento importante es la distribución en el terreno de las viviendas, que se reparten con una estrategia distinta a la de los campesinos, ya que su preocupación no es el acceso a las fmcas, sino a lugares donde poder instalar con facilidad sus hornos o estructuras permanentes de cierta envergadura, y a las vías de comunicación, para dar salida a sus productos, bien a las personas que vienen a comprarlos al lugar, como para facilitar la salida cuando se encargan ellos mismos de la comercialización de los cacharros. Un tercer elemento indicativo interesante es el análisis de la relación entre la disponibilidad de tierra fértil, el medio de acceso a ella y la densidad de población. En este sentido el ejemplo de Buño tiene especial interés por cuanto en el inventario fiscal del año 1708, conocido como Padrón Calle Hita, se aprecia cómo la tierra agrícola disponible está repartida de modo muy desigual. De las 126 familias censadas hay tan sólo 26 agricultores frente a S9 olleros pero el campesino más pobre tiene más tierra que el alfarero que mayor cantidad posee, y sólo los labra-

247

dores tienen animales de tiro mientras que los alfareros no. Los matrimonios suelen ser de tipo endogámico a nivel profesional: labradores con labradores y alfareros con alfareros ázquez, 1973; García, 1983).

r:v

La densidad de población de la parroquia de Buño es la más alta de la época para su entorno, 420 habitantes agrupados en el único lugar de una parroquia de algo menos de dos kilómetros cuadrados, lo que da un promedio de 247 habitantes/kilómetro cuadrado, y la tierra disponible por persona es la menor, con lo cual se entiende que la falta de este recurso se halla compensada para mantener la densidad de población, mediante una actividad especializada tal como es la cerámica. El que nacía en una comunidad alfarera difícilmente podía tener en el lugar un oficio distinto al de sus progenitores y familiares. Estos indicadores sociales son de interés, están relacionados entre sí y su presencia en el pasado es un fuerte elemento de apoyo para la posibilidad de la existencia de grupos de especialistas. Si estas posibilidades se ven acompañadas por la presencia de indicadores más clásicos, como los artefactos y estructuras de producción y la existencia de materias primas, se puede conflrmar la existencia de comunidades de especialistas, y conocer la lógica de la producción y reproducción de las mismas. Estos indicadores pueden ser extrapolables a otras actividades distintas a la cerámica pues, los estudios sobre los oficios ambulantes en Galicia apuntan a dinámicas de población y sistemas de reparto de la tierra que favorecen la aparición de este tipo de formas de vida (Fidalgo, 1998). Esta interpretación de la lógica de las condiciones de la reproducción de las comunidades


248

JOSÉ :MANUEL VAZQUEZ VARELi\

de especialistas en la cerámica, confltma los trabajos de D.E. Arnold (1985) sobre alfareros de Hispanoámerica y los de otros investigadores sobre distintas partes del mundo (David y I<ramer, 2001). Por ello la presencia de la huella de especialistas en el registro arqueológico de las sociedades productoras de alimentos puede ser tomada como indicativa de la existencia de condiciones ambientales en las que hay desajustes entre los requerimientos vitales de la población y las oportunidades que brinda el entorno natural de acuerdo con la técnica disponible o de algún sistema social que controla el acceso a la tierra de labor. Estas posibilidades pueden ser contrastadas con los datos paleoambientales y arqueológicos.

VII.

FORMA y FUNCIÓN DE LAS CERÁMICAS

ARQUEOLÓGICAS

Una de las primeras cuestiones que llama la atención del estudioso de las cerámicas del pasado es la de determinar sus funciones, para qué servían, cómo eran usadas, qué contenían y cuestiones anejas. Para determinar las posibles funciones y usos de una cerámica arqueológica existen distintos métodos, que van desde el análisis de su materia prima, que va a favorecer unos usos concretos en detrimento de otros, y así podemos hablar de piezas que pueden ir al fuego, o de otras que son para contener grano, o líquidos, etc; su tamaño que también va a condicionar su utilización, su forma que da una información interesante, las huellas de uso, hasta la determinación del contenido del interior y de las paredes de las piezas que se puede averiguar mediante análisis químicos. De un modo más detallado se pueden referir estos procedimientos:

1.

ANALOGÍA ETNOGRÁFICA

Es el más instintivo, inutitivo y elemental, y por ello, el más usado, a pesar de los riesgos que encierra su aparente simplicidad, y consiste en suponer que la vasija estudiada ha servido para los mismos filies y de la misma manera que otras de forma similar cuyos usos conoce el arqueólogo. A menudo la indagación suele quedar limitada a este punto. 2. EL ANÁLISIS CONTEXTUAL

Resulta esencial, aquí como en todo el resto de la investigación cultural, sea del presente o del pasado, analizar las relaciones entre los objetos y el contexto en el que se hayan. Este tipo de trabajo puede excluir muchas posibles funciones y dar pistas o aproximaciones precisas en otros casos. 3.

EL ANÁLISIS DEL CONTENIDO

Los análisis biológicos, físicos y químicos, a veces y en casos excepcionales la simple inspección con los sentidos humanos, pueden bastar para determinar el contenido visible o invisible de la cerámica y así conocer su función.

4.

LAS HUELLAS DE USO

Las huellas de uso de una vasija, presentes en diferentes partes de la misma, pueden ser muy ilustrativas en cuanto a las funciones a las que han podido servir a lo largo del tiempo.

5.

LAS CARACTERÍSTICAS FÍSICAS Y QUÍMICAS

El análisis de las propiedades físicas y químicas de la cerámica puede ayudarnos a excluir


Segunda parte: Aplicaa"o11es etlloarqueológicas

una serie de posibles funciones y orientarnos positivamente hacia otras. La aplicación conjunta de todos estos métodos es la solución ideal, pero como algunos no se hayan siempre disponibles y suelen ser caros, en la mayoría de los casos suele utilizarse y a menudo sin crítica el primero de los citados: la analogía etnográfica. En efecto este conjunto de caracteres permite una aproximación a veces muy precisa a las funciones y usos de las cerámicas antiguas, de cuyo manejo no hemos sido testigos y sobre el cual tampoco quedan testimonios literarios, orales ni artísticos que nos puedan orientar en ese sentido y que actuarían como fuentes complementarias, muy valiosas y a menudo decisivas, de las citadas en el párrafo anterior. Las líneas que siguen aportan una serie de observaciones y reflexiones derivadas de la tesis: las ideas fundamentales son dos, una pieza ha podido tener diferentes funciones, al tiempo o a lo largo de su vida, dentro de un mismo contexto o en contextos distintos, y dos, diferentes tipos cerámicos han desempeñado en el mismo contexto o en lugares distintos la misma función. Desde el punto de vista de nuestro trabajo de campo se pueden proporcionar una serie de observaciones que resultan interesantes para conocer el uso de las cerámicas antiguas: 1. Hay vasijas que se hacen expresamente con un único fin muy concreto para el que servirán de un modo exclusivo sin que sea posible otro uso primario de las mismas. Este es el caso por ejemplo de las huchas o petos y de las trompetas o buxinas que no son aptas para otros fmes distintos a los de guardar el dinero o tocar música, respectivamente.

249

2. Otras piezas están concebidas para su uso polivalente desde el primer momento y pueden servir para fmes muy distintos, tales como lavar la ropa o preparar la zarza de los embutidos, tal cual es el caso de los barreñones. 3. Algunas cerámicas, si bien están elaboradas con un fm preferente, ya se sabe que van a poder tener otros complementarios o secundarios. Así por ejemplo una chocolatera, si bien su destino primario es la preparación del chocolate puede ser usada para guardar o preparar otros alimentos. 4. Todas las piezas más allá de la intencionalidad primaria para la que fueron hechas pueden tener otra fmalidad secundaria funcional, tal es el caso de los barreñones citados en el segundo apartado, que si bien se elaboran para lavar la ropa o preparar la zarza, también el alfarero sabe que con cierta frecuencia él la va a usar con otro fm funcional primario, tal cual es el de vidriar las piezas en el momento anterior a su introducción en el horno. 5. Algunas piezas van a tener un uso primario muy distinto según el territorio donde se vendan, así algunas son empleadas de un modo muy distinto en la costa, en el interior de topografía suave y en la montaña de acuerdo con los recursos existentes en esas zonas. 6. En todo caso todas las piezas sin excepción pueden tener un fm de tipo no funcional. Antes de proseguir en esta línea conviene aclarar que el término "no funcional", por otra parte tan abundante en la literatura etnológica, es poco operativo pues encierra un contrasentido y en la mayor parte de las ocasiones se emplea para referirse a objetos que se usan para algo muy distinto para lo que fueron concebidos en un principio, pero que no por ello dejan de tener una función tal cual es el caso, por ejem-


250

JOSÉ NlANUEL V ÁZQUEZ VARELA

plo, de las ollas: en un principio estaban destinadas para la preparación y conservación de alimentos pudiendo ir al fuego si era necesario. En un segundo momento los alfareros, al percibir que los urbanitas las compraban fundamentalmente como macetas, procedieron a realizarlas con un agujero en su fondo para permitir la evacuación sobrante del riego de las plantas. Pero la cuestión ha ido más lejos yen muchas casas se emplean como elemento decorativo. Este carácter es el propio de una función nueva: la decoración. Por tanto se puede decir que estas piezas cuando han pasado del fogón al salón no han dejado de tener función, sino que han adquirido otra muy distinta. De acuerdo con lo expuesto parece razonable no emplear en demasía el término" no funcional", y cuando lo usemos tener en cuenta su polisemia, ya que a menudo realmente se refiere a a un objeto que tiene una función distinta a aquélla para la cual fue inicialmente concebida en sus orígenes. 7. A mayores de lo dicho se puede añadir que muchas piezas han sido utilizadas para diferentes funciones y contenidos a lo largo de su vida y han adquirido diferentes funciones y significados a lo largo del tiempo según los contextos en los que se han encontrado. 8. Como se puede observar en los apartados de los tipos de cada centro alfarero y en el estudio comparativo de todos ellos, hay una serie de factores que están relacionados con los usos, entre los que cabe destacar los siguientes: A.- Las vasijas de gran tamaño y peso, y por tanto de escasa movilidad, están relacionadas con la conservación de agua, vino, aceite o de otros alimentos. La presencia reiterada de cordones de barro en torno a las mismas sirve como refuerzo pa-

ra soportar la presión de la carga interna, independientemente de la función "decorativa" que normalmente se les atribuye. B.- Los tipos de dimensiones medianas y reducidas con una base ancha y estable, hechos con la arcilla adecuada, así como los que tienen pies, sirven para ir al fuego. C.- Piezas pequeñas de base estrecha pueden servir para beber, si bien hay algunas, como las chocolateras, que van directamente sobre el fuego.

D.- Vasijas de fondo ancho y de boca más grande de medianas dimensiones pueden servir para preparar alimentos o realizar tareas domésticas, laborales u otras. E.- Objetos cerámicos de tamaño muy reducido pueden estar vinculados con el mundo de lo lúdico. Por todo lo expuesto, si bien los datos etnográficos permiten esbozar una serie de características relacionadas con la función primaria de las piezas de acuerdo con sus formas, tamaños y tipos de materias primas y técnicas empleadas en su elaboración, éstos a la hora de aplicarlos a los estudios del pasado, tienen un carácter indicativo que ha de ser contrastado con otros medios más alla de la simple tipología o morfología como se suele hacer tradicionalmente' como ha de ser el contexto en el que se hallan, tal como su asociación con otras formas y con determinadas estructuras, entre ellas las arquitectónicas. Por todo lo expuesto conviene poner en cuarentena la aplicación exclusiva de la tipología y sobre todo el modo abusivo en que suele ser empleada, pues a menudo quienes no dispo-


Segttnda parte: Aplicaciones etnoarqtteológicas

nen de la información etnográfica amplia necesaria reconstruyen el pasado a su imagen y semejanza apelando a su experiencia inmediata, y así se suele extrapolar al pasado, sin más cuestiones, los conocimientos sobre el uso de las cerámicas industriales o populares del entorno cultural en que se desenvuelven. Por todo ello la analogía etnográfica ha de ser empleada como una simple hipótesis de trabajo, para ser contrastada con la mayor parte de los métodos anteriormente citados. Sólo de este modo, sin prejuicios previos, se puede solucionar la importante cuestión de las funciones de las cerámicas arqueológicas.

VIII.

251

cias tipológicas están marcando las pautas de comportamiento económicas y culturales de cada uno de los grupos. Así, por ejemplo, la comparación de las vasijas de Buño con las de Gundivós, marcan puntos en común propios de sociedades campesinas y diferencias, como la inexistencia del complejo juego de recipientes relacionados con el vino propios del segundo de los centros alfareros, situado en el corazón de una comarca vitivinícola donde el vino es una producción de capital importancia tanto a nivel real como simbólico, y están totalmente ausentes en el primero de ellos por hallarse en una comarca donde no tiene relevancia ninguna este producto.

CERÁMICA y FORMAS DE VIDA

Dentro de una unidad general de los tipos tanto a nivel de Galicia, como del resto de la Península Ibérica y de Europa se observan una serie de variaciones en cada alfar que a mayores de la tradición formal de cada uno de ellos, es decir el modo propio y específico de resolver un problema común, reflejan las necesidades de los clientes y por tanto la variedad de sus modos de vida, que en parte están orientados por las condiciones ambientales en que se desenvuelven. Así en las zonas donde hay producciones agrícolas especiales que requieren su almacenaje en el interior de la cerámica, tales como las del vino y el aceite, se elaboran recipientes de varios tipos que abarcan desde su preparación y almacenaje hasta su servicio. Como ejemplo se puede observar que las vasijas de las zonas vitivinícolas yaceiteras tienen una serie de tipos en común. A partir de aquí se puede afirmar que a través del estudio de las formas cerámicas se pueden conocer diferentes aspectos de los modos de vida de las comunidades que las usan, y que en líneas generales las semejanzas y las diferen-

Así los tipos cerámicos se convierten en magníficos orientadores sobre las formas de vida y el medio en que éstas se desarrollan. De hecho la unidad y variedad de formas de la cerámica popular europea es una muestra de la historia común y de la relaciones entre sus pueblos, al tiempo que la existencia de numerosas etnias adaptadas a ecosistemas variados.

IX. EL

FUTURO DE LA INVESTIGACIÓN

Los trabajos de investigación en marcha, donde estudiamos las aplicaciones de la etnoarqueología derivadas del estudio de las cerámicas tradicionales dentro y fuera de la Península Ibérica con las técnicas del etnólogo (Vázquez, 2000) y los análisis físicos y químicos propios de la arqueometría, permitirán el contraste de la información obtenida por las dos disciplinas, lo cual permitirá refinar ambas estrategias de investigación, y la propuesta, desde presupuestos más seguros, de otros modelos para reconstruir el pasado, de un modo más o menos global, a partir de la cerámica arqueológica (Vázquez, 2003).



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