La profesión de zapatero va pareja a la aparición del ser humano.
Bien es cierto que con el tiempo hubo una clara diferenciación
entre el zapatero de prima, quien hacía el zapato de principio
a fin, y el remendón, dedicado sobre todo a pequeños arreglos.
Este oficio, claramente estructurado a través de los gremios,
implicaba a toda la familia del artesano. Tras la revolución industrial,
esta profesión comienza su declive, agudizado hoy día por la
presión de la industria.