Este programa tiene fines enfocados al análisis crítico y contextualización histórica de un fenómeno de la cultura visual, ajeno a cualquier dspreciable intento de generar apologías o “resignificaciones” sinuosas a narrativas y/o procesos de discriminación, borramiento y genocidio; queda prohibido su uso descontextualizado para malitepretar los puntos aquí expresados y con ello causar agravio a nuestras personas. Bno no está prohibido pero por favor no lo hagan compas.
Y ahora sí, sin mayor preámbulo…
Chequense la fantasía sadomasoquista derivada del diseño de la vestimenta nacional socialista: Nazi… hot or not?
Pimero, una anécdota:
Touko Valio Laaksonen llegó a esta tierra el día 08 del mes 05 de 1920,en el pequeño territorio de Kaarina, Finlandia. Más adelante, dada la complejidad de su apellido natural y la enorme popularidad de su arte en el continente Norteamericano, pasaría a ser conocido llanamente como Tom of Finland, quien agració a esta tierra con mucho que decir respecto al sexo, la guerra; el sexo y la guerra; el sexo en la guerra; el sexo alrededor de la guerra, pero sobre todo en la pos-guerra…
Se trata de una persona que alguna vez sólo existió como un chico gay en uniforme militar, moldeado por la obligación de asistir a su país en la Segunda Guerra Mundial y marcado para siempre por las muertes y desapariciones de los aviadores alemanes con quienes solía compartir unos besotes en lo oscurito.
Bajo el yugo de una perspectiva contemporánea ustedes podrán decir ¿Ewe, qué? ¿Por qué chuchas voy a leerme un texto sobre este nazi-lover viejón que murió hace añales? Esta primera impresión no es irracional, ni mucho
menos injustificada. Tom pensaría lo mismo, y de hecho jamás ocultó su desprecio por la filosofía Nacional Socialista, la cual lo obligó a ponerse los trapos militares y abandonar su hogar bucólico en primer lugar.
Irónicamente, fue el uniforme lo que cambió todo. Aquello que inició siendo un mandato castrense, símbolo de la dominación, aniquilación y violencia, significó para nuestro artista una suerte de revelación,
Pensemos en el término kink menos como una fijación cochina y más como una cosmovisión entera que formó no sólo su vida e intimidad, sino su manera de procesar los horrores de la guerra. Un estilo de afecto entre tanta destrucción, una manera de aproximarse a su propio cuerpo y el de otros hombres; lo que eventualmente desembocaía en todo un lenguaje artístico y visual, así como una estampa histórica para el arte gay a nivel global… Y ni modo, todo aquello se inspiró, en un inicio, con la iconografía nazi.
Aquí algunas de las frases célebres recuperadas del libro “Tom of Finland. The Official life and Work of a Gay Hero.” de F. Valentine Hooven (2012) para que se den una idea.
- “Naturalmente, el diseñador de los uniformes Nazis fue un hombre gay.”
(Un hombre gay empleado por Hugo Boss)
- “Desde siempre, los alemanes fueron muy conscientes sobre LA apariencia”
- “Inclusive ante su inminente caída, sus uniformes se seguían viendo impecables.”
Sí sí, pero y ¿Todo esto a qué viene? ¿Qué implica tanta polémica calentura?
Tomando en cuenta el sentido de esto diseños, ¿Como es posible reutilizar un símbolo de opresión y violencia como una herramienta de expresión sexual?
Más urgente aún, ¿Con qué intenciones se puede rescatar elementos del uniforme militar del Estado Nazi en la escena disidente de la posguerra?
Para comenzar a desmenuzar tal grado de cuestionamiento guajiro, sería bueno irnos un paso atrás y preguntarnos, ¿Qué es un uniforme? ¿Qué puede llegar a representar? ¿Por qué nos parecen atractivos? ¿Cómo se hicieron parte de la cultura visual del BDSM?
Hay que situarnos en el paisaje estético que generó la Segunda Guerra Mundial.
Entre la mecanización de la muerte, la sistematización del dominio territorial y la fantasía megalómana de un mundo unido bajo la bandera del Nazismo, también se formó una manera condensada de visualizar esta ideología y señalizar sus intenciones hegemonizantes a través de la vestimenta Sin embargo, no fueron speedos con swásticas bordadas lo que se implementó como la moda de la dominación, sino algo mucho más sutil. Una noción limpia y monocromática de la moda que, al día de hoy, no hemos podido descifrar como el vestigio de la hegemonía fascista que en realidad es, pues el chiste era que no sólo los soldados vestían de forma serializada, sino también la ciudadanía.
En colaboración con Chanel, entre varias otras casas de costura de altísimo impacto, se logró solidificar al minimalismo como tendencia a lo largo y ancho de Europa occidente, a la mano del proyecto expansionista de las ideologías de ultra derecha. Tansy Hoskins menciona en su libro “The Anti-Capitalist Book of Fashion” cómo es que el derechismo de Chanel dejó una marca en en sus diseños. Defendió el minimialismo y la austeridad como marca de elegancia, muy a la white European.
Hora qué se implica, ¿Que el minimalismo fue una tendencia fascista? ¡Pues dos dos, banda!
La moda no sucede en un vacío, y a donde llegó el minimalismo, se fue toda una herencia textil folklórica. Así comenzó la estandarización de la moda como forma de hegemonía, de imposición de símbolos e incluso discursos. Fascismo, pues.
Tenemos por acá el borramiento que sucedió en contra de la propia diversidad blanca Europea Sí, leyeron bien, diversidad en lo blanco. Lástima que nadie retoma estos diseños como inspiración para sus colecciones de alta costura o incluso de moda “alternativa” actual. ¿Para qué arremeter contra la tan bonita y bien instaurada tradición de apripiarse de culturas ajenas?
¿Para qué lxs diseñadorxs blancos indagarían sobre sus propias genealogías textiles si ahí está la estética chola, tan clásicamente usurpable? No parecemos poder voltear hacia el viejo continente como fuente de inspiración puesto a que todo sentido de identidad propia ya fue tocado por la homogeneización total de la blanquitud, la industrialización, las gabardinas secas e insípidas del hombre moderno.
¿Qué tanto sabemos del folklore Europeo que
existió antes de todo esto? Cuando decimos “blanco” como adjetivo racial, nos referimos al pollo sin sazón, la pasta sin salsa, habitos bien raros a la Michel Franco - pero es difícil imaginarse que en realidad hay toda una riqueza cultural, textil y simbólica sin fondo que le fue arrebatada a muchos países, y con la cual ya poca gente se identifica.
Lo que diría su tía Coco, o deberíamos referirnos a ella por el código de agente que le asignó la inteligencia nazi – Abwher, F-7124?
EN FIN ¿Que tiene que ver la estética nazi en particular con todo esto?
Retomando los aspectos minimalistas que caracterizan al vestuario castrense, podemos entender la estandarización de la blanquitud Europea, y por consiguiente de la conformación de la vestimenta, cuyos elementos están organizados para expresar ideas de fuerza, control y autoridad.
a.k.a glosario visual, ¿Cómo viste el exterminador?
Para todo hay forma y fondo. La forma siendo cosas como, las cinturas amoldadas, los estilos rígidos, guantes, botones hasta el cuello, cinturones apretados, las botas de combate; el cuero.
“Its giving p00r!”
Y el fondo, que contiene aquellos sentidos simbólicos a los que nos remite la forma - las ideas comunicadas por el estilo:
● Control
● Dominación - Autoritarismo
● Sexyyyy
● Miedo
● Punk
● Violencia
● Oscuridad
Dado que el advenimiento del fascismo durante la primera mitad del siglo XX se expresó a través de esta corriente estética, debemos retomar la cuestion respecto a cómo o por qué fue que estos mismos estilos fueron retomados y reinterpretados por la escena under sexodisidente de los años siguientes a la SGM ¿Cómo le hace uno para apropiarse los signos del fascismo sin también arrastrar con su ideología implícita, pues?
¿Cómo separamos la forma del fondo para darle un uso nuevo y completamente contrario a lo primero, mientras nos deshacemos de lo segundo?
El filósofo esloveno Slavoj Zizek habló de este fenómeno, usando de ejemplo a la banda Rammstein. Mucho se le ha criticado a esta agrupación por coquetear con componentes
visuales que podrían remitir al nazismo (ver glosario visual), sin embargo Zizek argumenta que es posible alejar estos elementos del horizonte de significado nazi, e incluso reemplazar aquellas implicaciones por conceptos lúdicos relacionados al placer. De esta manera, argumenta, se está constibuyendo a demeritar la ideología fascista.
Lo mismo sucede con Tom of Finland, quien es el ejemplo del cual partimos y el buen hombre a cargo de conferirle una propuesta visual y palabras concretas al proceso que desembocó en la formación de una escena homosexual, sadomasoquista y BDSMera en su tiempo.
Lo más notable de dicho proceso fue, nuevamente, el cómo es que la banda queer de aquel momento decidió retomar la estética de la guerra, la dominación de los soldados y policías, como un campo de liberación sexual, al mismo tiempo que se deshacía de sus intenciones opresoras.
Otra frase célebre del Tom, “A veces la atracción por el uniforme es tan poderosa que siento que le hago el amor a la ropa, y el hombre que la usa es meramente una conveniencia para sostenerla, algo como un maniquí animado.”
Aún así, cabe preguntarse por qué alguien se sentiría atraída por figuras que son bien conocidas por generar dolor, miedo, brutalidad o injusticia en alguna medida ¿Cómo es que la expresión sexual positiva del BDSM juega con el miedo y el trauma?
Por un lado es del movimiento del plano hacia el contraplano; de la hegemonía a la disidencia, revocar el significado tradicional detrás de un suceso u objeto en particular para reutilizarlo exclusivamente como herramienta de deleite.
Por ejemplo, sabemos que la vestimenta militar amplifica elementos de la aptitud física. A su
vez, el estado físico se ejerce como medio de dominación. Fuerza, salud y destreza como formas de ejercer violencia sobre otros cuerpos. Sin embargo, en la escena del degenere sexual, el estado de un cuerpo sólo importa en tanto le permite experimentar placer, goce y satisfacción - lo contrario a la aniquilación que exige la guerra.
Cosa similar, aunque, en muchos sentidos, diametralmente opuesta, fue el surgimiento y la popularización del Stalag
Este es el nombre que se le da a todo un género literario de nazi-explotación pornográfica, el cual inspiró novellas, comics e incluso filmes enteros en las décadas de los 50’s 60’s y 70’s. Fue particularmente popular entre un demográfico de morrillos Israelís en plena transición puberta, puesto a qué, según lo relatan algunos estudiosos
del tema como, el director Ari Libsker, era ésta la única fuente histórica del Holocausto al cual los jóvenes tenían aceso - todo esto previo a que iniciaran los juicios de Eichmann, cuando no parecía haber una discusión pública de este proceso y se trataba, más bien, de una suerte de secreto a voces, algo que a su vez ayudó a potenciar la intrgia taboo del tema. Más allá del clásico esquema fantasioso sobre una guardia tetona de la SS que esclaviza al desdichado soldado aliado, este material surgió de un microcontexto en donde la educación histórica escaseaba, y el morbo explícito, además de la muy prevalente fantasía de violación, tortura y asesinato de estas mismas guardias nazis como forma vicaria de retribución histórica, parecían ser los únicos vestigios narrativos que había sobre los horrores del holocausto. De ahí que esta sea un subgénero al cual hay mucha cola que pisarle. A pesar de que este ejemplo sirve para denotar la fetichización y explotación sexual del nazismo y su universo simbólico en un medio “mainstream”1, al final del día, está planteado desde una óptica
1 Pa título de tesis apoko no
sumergida hasta lo más profundo y violento de una clásica misoginia y deshumanización, en la cual el cuerpo femenino es utilizado como desfogue de los impulsos más torcidos de la banda. Veredicto: Not Ok. Conclusión: the gays did it better.
Sin embargo (aunque evidentemente en contextos y proporciones muy distintas) aún en nuestra contemporaneidad, la noción de un atractivo y magnetismo hacia la estética castrense es tan bien conocida y familiar, que incluso en nuestros tiempos es funcionalizada día con día. No tenemos que ir más lejos que a nuestras pequeñas pantallas de celular, abrir tiktok y ver a cabezas militares haciendo contenido thirstrapero. También sobran ejemplos porno respecto a cuan común es el deseo hacia diversos exponentes de lo militar.
Podemos acercarnos a la incipiente escena BDSMera con motivos nazis no como una única fetichización (aunque igual, muy importante) de
los símbolos y su forma material expresada en los cuerpos.
También tiene todo que ver con un proceso de sanación, y además, una de carácter colectivo. ¿Por qué sucede esto? Bueno, tenemos una bonita Hipótesis:
Sublimación del miedo/trauma
La necesidad de sublimación era más necesaria (y por tanto, más presente) en los años subsecuentes al fin de la guerra, cuando las memorias y las historias estaban más presentes.
Lubversión del fondo cuando se mantiene la misma forma
Un sistema castrense opera bajo lógicas de rigurosidad, disciplina, el seguimiento irrefutable de las órdenes y la burocracia; el entendimiento de una organización con lugares y funciones particulares. El bdsm tiene exactamente las mismas características en tanto súmamente normado, protocolario, e incluso teatral. Sin embargo, esta práctica resignifica para que sean esos mismos límites y órdenes explícitos las que nos mantengan a salvo y nos permitan que se abra el espacio de sanación.
Al contrario del sistema militar, los impulsos
irracionales son el mismo acto de entregarse a la brutalidad de manera consensuada. Muy diferente a la hiper racionalización de la brutalidad, cuyos ejemplos son tan bastos y dolorosos como la historia misma de lxs seres humanxs. Volveremos al inicio de nuestro choro moro: los crímenes de guerra nazis son el ejemplo más cañitas de la sistematización de actos atroces. Al contrario del sistema militar, los impulsos irracionales son el mismo acto de entregarse a la brutalidad de manera consensuada Muy diferente a un sistema de brutalidad, cuyos ejemplos son tan bastos y dolorosos como la historia misma de lxs seres humanxs.
En ese sentido se nos cuenta, “La cultura homosexual de la postguerra no tenía tabús con la fetichización del uniforme nazi; de hecho en fiestas subterráneas en Inglaterra, Alemania y Escandinavia, se utilizaba como un potenciador estimulando y atrayendo la intriga sexual” (Tom of Finland)
Encontramos, entonces, más vínculos y expresiones subversivas de las formas bélicas y castrense en una contracultura lejana a los principios materiales que ostenta: heterogénea, en constante cambio, liberada, incluyente (en el caso contra heteronormado que estamos viendo); y no hay como la libertad de ser de estar de ir de amar de hacer de hablar de amar así sin penas.
“Yet before I do so, I want to try and shed some light upon the dark world of sadomasochism. Yes, for many it’s purely a means to get your rocks off. But for others, it is more than just physical in its effect. For many it’s a psychological state of being, offering therapeutic ease and safety through pain to overcome trauma.”
Trad: “Antes de continuar, quisiera señalar algo importante sobre el mundo del sadomasoquismo: Sí, para muchas personas, éste (el sadomasoquismo) sólo significa un medio de excitación sexual. Sin embargo, para otros, significa más que sólo el efecto físico: Para muchos, es un estado mental particular, el cual ofrece calma psicológica, un lugar seguro, donde, a través del dolor, se puede superar o sanar el trauma.”
Como bien se señala en este artículo al respecto del abuelito
Bob Flanagan (artistavisual dedicado a la exploración de las estéticas y semánticas del BDSM no explícitamente atado a ese nombre, pero sí a sus temas: dolor, placer, masoquismo, vitalidad en el dolor), es importante la formación y exploración del deseo, sin embargo, no se limita a esto. El bdsm nos entrega un nuevo estado de la consciencia, y, por tanto, se abren las aperturas a maneras diferentes de encontrar sosiego, re encuentro y comunión con unx mismx y su propia historia en la dificultad. Es decir, una terapia, pero make it sexyyyyyy Todo lo que te prometió la navidad católica (comunión, encuentro, felicidad) pero más divertida (y sanamente lejana a arrullar al niño jesús en nochebuena)
Flanagan nos explica el por qué de someter su cuerpo al dolor autoinfilingido de la siguiente forma:
“Why? Because it feels good. Because I’m sick. Because
I felt like I was going to die. Because it makes me feel invincible… Because it flies in the face of what is ‘normal’, whatever that is anyway…” Morbidly Beautiful, 2019
Trad: “¿Por qué? Porque se siente bien. Porque estoy enfermo. Porque sentí que iba a morir. Porque me hace sentir invencible. Porque rompe con lo que es “normal”, sea lo que eso signifique…”
Y ahora sí, sean bienvenidxs a nuestra sección 100 lectorxs de muchotexto dijeron , el lugar donde tEjEmOs reflexiones conjuntas, a través de preguntas guiadas *bossa nova suena de fondo* En este caso, tomaremos la serie “SatoMasochism” de Pater Sato (1980)
¿Cómo podemos entender el encuentro entre dolor y placer?
¿Cuál es su relación con la posible sanación del trauma?
¿Qué otros diálogos ideológicos se desprenden de las imágenes?
¿Encuentras posible la sanación a través del dolor, el ejercicio del poder y la restricción/liberación? ¿Cómo?
Todas estas preguntas podrían servirnos, también, para navegar con más sazón el revival que ha llegado a los aparadores del mundo.
pov: portas vestimenta militar de origen bdsemero sin saberlo :o Zara 2022
Keseso???? :0 SPOTED: atuendo bdsmero de tienda de fast fashion en plaza coapeña
Aki podemos ver un 30’s fashion comeback, porque usted puede creer que le estamos hablando de cosas del pasado, sin embargo,vestir cuero entallado y gorras de dudosa procedencia es una tendencia que está vivita y coleando.
Pero… ¿Por KÉEE?
¿Por qué está pasando esto de manera tan repetitiva en occidente? ¿Cuáles son los medios a través los cuales está volviendo a florecer?
- Bueno, una de esas razones es el salto al mainstream y lo que eso significa en el siglo XXI: Zara, Versace y el fast fashum aceleran la circulación de prendas y su acceso, pero, sobre todo, de tendencias Esto tiene una clara raíz en la lógica de acumulación de estas empresas, donde la rapidez es la regla. El consumo y su aceleración requieren una valorización constante de objetos y símbolos, ya sea explotando vanguardias o re visitando vestimentas de décadas pasadas (siendo esto último, lo más recurrente). Un punto interesante sobre la condición cíclica de la moda es que esta define o marca los ciclos de renovación del capitalismo. En un primer momento parece que está basado en elementos de la naturaleza (las estaciones) pero, como diría tu tío Lipovetski, esto sería ignorar la relevancia que tiene la industria de la moda (imagen personal, industria
- ostentadora del primer espacio de reproducción y realización humana: el cuerpo) en las sociedades contemporáneas, así como de su carga ideológica, aunque se disfrace de otoño y primavera; negar la profunda relevancia de lo aparentemente superficial y fútil en la construcción del ethos social contemporáneo es innegable.
- Otra razón innegable de este fenómeno es la influencia de medios masivos de comunicación, particularmente en su comunicación visual, y aún más en concreto, el cine. Con temor a despertar corajes entre nuestrxs lectorxs cinéfilxs neoplatónicos consideramos que el cine, en tanto representación, no escapa de la continua referencia a la materialidad del mundo, a lo que está pasando en él, pues. Por tanto, siempre tendrá referentes que reflejen (pero también produzcan :o) un momento concreto de la historia. Muchas veces esta idea pasa desapercibida hasta para los mismos creadores, lxs cineastas, siendo el caso a continuación, que tiene un poquito de todo: conciencia por ahí y accidente por allá, para ello, retomaré mi shockeante
✧ experiencia personal ✧:
Jamás olvidaré la primera vez que vi a Mónica Bellucci en Matrix Revolutions: apareció en pantalla en un conjunto de cuero rojo, coleta alta, una gargantilla de metal bien ajustada y zippers que en realidad no servían para abrir nada. Todo eso mientras se tomaba un martini en la zona VIP de un club donde las cadenas, el látex, los peinados relamidos, las texturas lustrosas y una banda sonora peligrosamente similar a nine inch nails sonando de fondo; exponían un lugar liberado, sexy, duro, peligroso pEro seductor
Más allá de que este solo atuendo (junto con J´en ai marre de Alizze; 2006) me haya vuelto lesbiana, esta fue una de mis primeras introducciones a las estéticas de la sensualidad y sexualidad no normativas; el BDSM ya estaba conquistado al mundo junto con la candy. Pero, al contrario de la industria del fast fashion, en Matrix, desde su origen y a pesar de ser un producto sumamente comercial, siempre estuvo pensado como una metáfora apológica a la existencia y vivencia trans,
esto de acuerdo a Lilly Wachowski co-creadora (junto con su hermana, Lana) de las películas. Un mensaje racional e intencionado por ese lado. Por otro lado, el uso de la estética BDSM desde antaño se ha utilizado en el cine para seeñalizar preseencias malignas o peligrosas. Si los malos visten de cuero, es porque se expresa la implicación de que su maldad trae consigo algún nivel de degenere sexual… Nuevamente una representación que tiende a la estigmatización Sin embargo, podríamos discrepar, en tanto que no es sólo en esta escena (donde salen los “malos”) que vemos a la gente con atuendos de esta influencia. Por lo menos en Matrix, lo vemos también en “los buenos”. El mensaje no consciente, quizás, es que tanto buenos como malos pueden tener vestimentas similares, no parecen ser alienígenas unos de otros. Juegan el mismo juego, con intenciones diferentes, pero en la misma forma. El despertar total de la conciencia siempre lleva al BDSM.
CONCLUSIONES
Al explorar las genealogías de las estéticas, podemos observar como, de un misma forma, se desprenden dos fondos contingentes
entre ellos: por un lado, el bien conocido fascismo, la homogeneización, lo sofocante y terrible de la guerra, inclusive la razón de acumulación por la sola acumulación. Y por otro lado, un espacio de experimentación sensual sexual, de liberación y sanación de los horrores de la violencia.
El que ambos se estén codificando con formas iguales, a llevado a una estigmatización histórica de aquellxs sujetxs que los portan: motociclistas, personas en situación de homosexualidad (aunque claro, en este caso la estética es una entre otras razones) y Roy Mustang. Gente que, al vestir los símbolos, es catalogada en el campo de _lo malo_.
Es fácil confundirse, pero es por ello que dar un vistazo cuidadoso puede develar no sólo otra forma de entenderlo, sino de ser activamente contrario al otro. En este caso, como el cuero, la rigidez, la dominación y la burocracia fascista, se volvieron objetos de liberación, sexualidad y mucho mucho GEi.
x su apreciable atención,
