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Con la Leoncino 125, Benelli ofrece una naked de estilo scrambler que destaca por un diseño inconfundiblemente italiano y unos acabados muy cuidados. A todo ello hay que sumar un eficiente y moderno propulsor y una dinámica y solvente parte ciclo para conseguir un modelo de referencia en su segmento.

Benelli ya lleva varios años cosechando un más que notable éxito con su familia de naked scrambler denominada Leoncino. Hace poco, probábamos la última en llegar y modelo más potente de la especie con la Leoncino 800. Para nuestra grata sorpresa, hemos podido comprobar como el nivel de calidad y atención a los detalles no ha variado pese a estar hablando de un modelo situado en otra dimensión en precio y potencia. La Leoncino 125 ha superado todas y cada una de nuestras expectativas para posicionarse como uno de los modelos más equilibrados de la familia Leoncino en la que recordemos también hay versiones de 250cc y 500cc. Esta es la Leoncino que trae mejores noticias para su potencial comprador ya que es asequible de comprar y de manter y porque monta un reputado propulsor que moderno, eficiente y refrigerado por agua (el de la Keeway RKF 125).

Diseño evolucionado

Aprovechando la buena base de diseño con la que las Leoncino debutaron en el mercado europeo hace ya bastantes años, los ingenieros de Benelli han sabido evolucionar sus formas para no perder la esencia y, a su vez, no quedarse anticuado. El modelo del octavo de litro ofrece una estética muy trabajada con elementos tan bonitos y cuidados como la óptica delantera (que nos parece una preciosidad), una parte trasera muy limpia y afilada que le queda de maravilla o su bonito y efectivo chasis tubular visto. También vale la pena destacar que el resto de colores en venta, son tan o más bonitos que este verde Pésaro tan característico de la marca. El cuadro de instrumentos viene equipado con una pantalla digital LCD que está bastante bien aunque, en comparación a algunas de sus alternativas, echaríamos en falta una con tecnología TFT más moderna y vistosa. Sobre todo, teniendo en cuenta el joven público al que esta Leoncino 125 va dirigida y su gusto por los gadgets tecnológicos.

En plena forma

El contrastado monocilíndrico refrigerado por agua no es el más potente de su categoría. No obstante, sus buenos 13 CV se muestran más que suficientes teniendo en cuenta la ligereza de todo el conjunto que deja la báscula en unos comedidos 135 kg en orden de marcha. Nos han sorprendido las prestaciones que ofrece para ser una 125 y aunque sabemos que en este segmento no hay ningún cohete, nos pareció que esta Leoncino se mueve con sobrada soltura para enfrentarse a la jungla urbana o a una carreterita de curvas. La pequeña de las Leoncino se mueve tan bien porque va acompañada de una excelente parte ciclo en la que destaca su horquilla invertida en el eje delantero y su chasis tubular.

La moto frena bien, pero sin florituras. Creemos que tratándose de una moto que aspira a ser algo más que una simple motocicleta para desplazarse en el día a día, habría estado bien que llevara de serie un siempre bienvenido sistema ABS o como mínimo dar la opción de adquirirlo. Por el contrario, nos topamos con un sistema de frenada combinada CBS que, si bien realiza un correcto trabajo, nunca será ni tan efectivo ni tan seguro como un sistema antibloqueo. Y esto cobra especial fuerza si la Leoncino va a ser usada en entornos urbanos en los que más tarde que pronto acabarás realizando alguna frenada de emergencia.

Juvenil y recomendable

Esta es una moto muy bien enfocada para un público joven que no sea de gran enver-

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