CINEMEDI
Fuera de plano
R e v is ta d e fe st iv a d e la Co m u n id a d Vleasledne c in e c ia n a http://www.cin emedi.es
Paco Huesca Claudia Seva CINEMEDI:¿Qué es el cine para ti? Paco Huesca: Yo tengo un concepto diferente de ver el cine. Los empresarios alicantinos siempre me han insinuado que estaba loco por pretender hacer salas pequeñas, diferenciadas, con una proyección diferente en cada una de ellas; que es lo que hice con los cines Astoria.; el 25 de mayo se cumplen 30 años de la inauguración de los cine. Son los más antiguos de Alicante. Se han cerrado, se han abierto, pero ahí están, sobreviven. Lo cierto es que siempre me han mirado de reojo por cambiar el modelo de los cines; era algo inesperado para los ciudadanos alicantinos. ¿Cómo surgió ese cambio tan importante en el modelo? Yo viajé en su momento a diferentes ciudades europeas y vi cines pequeños, de no mucho aforo, como lo son ahora los Astoria, y simplemente copié el modelo aquí. El local era de mi familia, y lo convertí en unos cines diferentes; en ese sentido innové bastante. Fueron los primeros cines que tuvieron dos salas juntas en Alicante. Antes de este modelo se nos exigía ir al cine de toda la vida, de mil butacas. Se convirtieron en gueto “con cartelitos”, que así es como llamaban al cine de autor. La “Naranja mecánica”, “Portero de noche”, “El Satiricón”, etc. marcaron un antes y un después. Eran las únicas salas de cine en Alicante que proyectaban estas películas, que estaban triunfando en toda Europa, y en la época de la transición Alicante todavía no las había podido visionar. Vaya diferencia entre las películas de Alfredo Landa y el cine de autor europeo… Traer cine de autor y en V.O.S era difícil. La cosa era traer películas que estaban en V.O.S, cine comprometido, como la escuela de cine alemán; al desaparecer la censura se abrió la mano a muchas películas prohibidas hasta el momento. Esa era la idea básicamente. Se me dijo “estás
loco, los cines pequeños son una locura”; y curiosamente tiempo después los mismos que lo decían lo hicieron. La gente no busca “el cartelito”, no busca el cine de autor. Nunca han tenido demasiado éxito los cines Astoria; creo que se debe precisamente a eso, al tipo de cine que se proyecta; pero quizá el hándicap más grande es que está en “El Barrio”, lo que continúa siendo una lacra. Ahora el “Casco Antiguo” ha cambiado mucho, pero antes se denominaba “Barrio Chino” y no tenía muy buena fama. Mucha gente me ha dicho que fui un adelantado. Yo estudié en Bilbao, y allí en el barrio antiguo es donde estaba “la marcha”, y me fijé en que era en esas zonas antiguas de las ciudades donde se encuentra el ambiente cultural y social; por eso situé en el propio Barrio los cines. ¿Cuál es su opinión del festival de cine de Alicante? El Festival de Cine de Alicante es igual a Vicente Seva. Es un buen gestor, desde luego; eso no se puede negar. Pero personalmente opino, y por lo que me ha podido demostrar, no tiene cultura cinematográfica. El siempre me ha dicho que yo era su padrino cinematográfico. Es un festival sin contenido serio, deberían centrarlo en algo concreto, un contenido específico, se debería especializar. Por otra parte la concejalía que se ocupa del festival es la de Fiesta, no la de Cultura; eso ya es un mal comienzo. No tiene una identidad propia; es un intento o copia del Festival de Alfaz. Tendría que tener más iniciativa, con retrospectivas, etc. Se debe hacer un festival serio, y menos alfombra roja, solo vienen niños de series televisivas. Las autoridades no hacen nada. A la Ciudad de la Luz le es muy cómodo. Alperi dijo hace dos años “dentro de dos años, Alicante será como Berlín”. Un estampador de camisetas a manos de un festival de cine. Se tiene que tener cultura cinematográfica para dirigir un festi-
val de cine. Antes estaba el festival pegado a las hogueras. Yo nunca haría daño a nadie, pero le hago críticas constructivas. Hace dos años se pretendía poner en marcha un museo del cine ¿Qué ha sido de ese proyecto? En esta ciudad, y más en este asunto, tengo la sensación de que se me ha utilizado. Es un proyecto que yo presenté y que el mismo alcalde Luís Díaz Alperi aprobó. Era un proyecto muy bonito, que además iba a promocionar mucho el cine en la ciudad y con la colaboración de la Ciudad de la Luz. Han pasado dos años y no han cumplido ninguna de las promesas que se hicieron. Era una oportunidad muy buena para Alicante, con el museo se iba a reactivar el interés por el séptimo arte e iba a ser un punto también de interés turístico, cultural; tendría una gran aceptación cultural, política y económica. Lamentablemente el cine sigue siendo la “Cenicienta “en Alicante. ¿Qué opina sobre la “nueva moda” de macro salas de cines en centros comerciales y desertización en el centro de la ciudad? Lo que no se puede concebir es que se pueda dar un momento, como el qué se dio, en el que no hubo salas de cine en el centro de la ciudad. Hay mucha gente que no quiere ir a los centros comerciales para ver una película; en ellos no hay cultura ni rito cinematográfico. Hemos pasado de ver el cine con zapatos a verlo con zapatillas. Ya no se hace el rito del cine, de actividad social y cultural. Pero opino que esa ebullición de salas ha tocado su tope y todo tiene que volver a su punto los pequeños cines en el centro de la ciudad hubieran dinamizado el ambiente cultural y social. Los cines dan mucha vida a una ciudad, las colas, las salidas de los cines, los bares alrededor… Es una lástima. ¿Qué opina de la filmoteca de Ali-
cante? La única filmoteca que hay, si es que se puede considerar como tal, es el cine Navas, pero considero que no es una filmoteca. No está de más tener esa sala en Alicante, porque la vida que generan los cines en el centro crea un tejido cultural increíble. Francia es un modelo de regulación perfecta. Es la única que le ha parado los pies a América, a nivel de exhibición. Las películas de Francia no caducan; claro que allí hay ayudas para las salas de exhibición. ¿Qué opinión le merece la Ciudad de la Luz? La Ciudad de la Luz es un gran misterio para mí. Es complicado que se quiera, mediante los estudios de cine Ciudad de la Luz relacionar a la ciudad de Alicante con el cine, cuando en la propia ciudad no hay nada relacionado con él. Ahora se ha perdido la magia del cine; cuando hace años venía Sara Montiel a estrenar una película a esta ciudad, había más ilusión y curiosidad por el cine que ahora; antes olía más a cine. ¿Cómo ve Alicante? Es una ciudad especial, difícil, muy sui generis. Algo falla, pero no sé lo que es. Es complicada, apática, difícil, con carácter menfotista, de playa, sol y rock‘n roll; siempre ha sido igual de pasiva. No hace falta aclarar el cariño y arraigo que yo le tengo a la ciudad levantina; pero por eso mismo deseo verla crecer y mejorar. Considero que se debería crear una identidad firme para tener después una repercusión cultural y económica favorable. Hay que dotar de contenidos para el futuro, los locales que se van a hacer, como el Auditorio, con una programación definida y cuidada. Hay que crear una organización con actividades y programación contante, diseñado por especialistas.