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Diario del Misterio
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Periódico Digital Semanal - G R A T U I T O - Enero 2011, nº9
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Ultimos descubrimientos Neandertales (El Diario del Misterio) Nuria Álvarez (Redacción DM) Como era de esperar las noticias referentes a esta interesante y cada vez más estudiada especie, no dejan de llegar. La última, una rueda de prensa en Murcia ofrecida el 12 de Enero por el catedrático en paleoantropología de la Universidad de Washington en San Luis, Eric Trinkaus, acompañado del antropólogo inglés Michael Walker que es además el director de la excavación de la Sima de las Palomas, Murcia. En ella se ha anunciado que en el Cabezo Gordo de Torre Pacheco se han hallado restos de neandertales con rasgos que demuestran la hibridación entre esta especie y los sapiens arcaicos. Son muchos los restos de neandertal que han aparecido en la zona, por lo que se ha anunciado la próxima construcción del Museo de la Paleontología y de la Evolución Humana de la Región de Murcia, previsiblemente abierto para el 2.012. Se ha recuperado un esqueleto prácticamente completo, algo novedoso en los últimos 40 años. Pertenece a un ejemplar femenino de entre 20-25 años, y cuya pelvis es la más completa de todas las encontradas de esta especie, lo que facilitará mucha información sobre la sexualidad, gestación y parto de los neandertales. Se han encontrado una gran cantidad de dientes además, por lo que su estudio químico así como el de las estrías microscópicas, resultarán cruciales para conocer la alimentación de la especie. Sobre este asunto cada vez se tiene más información. En El Museo de la Evolución de Burgos y hasta el mes de Abril, se puede acudir a la exposición “La dieta que nos hizo humanos”. En ella se puede observar cómo los neandertales fueron los primeros en ampliar su gusto culinario. Esto demuestra que la mayor adaptabilidad del sapiens a su medio y a su variedad alimenticia, no es una explicación para demostrar la situación ventajosa de éstos con respecto a los neandertales: no es la explicación de la supervivencia de nuestros ancestros en contraposición con el conocido neandertal. En unas excavaciones en el Norte de Europa y
otras en Irak, se han encontrado en los dientes de esos individuos partículas microscópicas de dátiles y féculas de otras plantas. Y lo que es más interesante, granos de almidón de plantas y legumbres que parecen haber sido tratados con el uso del fuego para ser ingeridos. Es decir, que si bien parece que no conocían la agricultura (un paso fundamental que darían posteriormente los sapiens), sí que sabían cómo usar el fuego para cocinar su alimento, demostrando un uso de su tiempo y sus labores pero que no dio lugar a que se prolongase ni especializara. También esta cada vez más demostrado el uso del canibalismo entre neandertales, así lo deja patente últimamente la mina de oro prehistórica de El Sidrón. Ya vemos que alimentos no le faltaban necesariamente, que sabían procesarlos, cazarlos y recolectarlos. Su cerebro era muy diferente al nuestro, quizás su concepción del canibalismo era una forma de hacerse con la fuerza del difunto. Ya se especulará.
Lo que sí hemos sabido hace muy poco, era que conocían las consecuencias de la endogamia. Al ser grupos poco numerosos, debían relacionarse con otros más alejados. Gracias al prolífero yacimiento asturiano, sabemos que las jóvenes que entraban en la edad fértil eran separadas del grupo y mandadas a fecundar otros grupos, quizás a través de algún acuerdo “matrimonial de conveniencia” como ya sucediera a lo largo de nuestra propia historia humana. No es más que una forma de expandir la especie y mantenerla sana. Y una forma de conexión entre diferentes grupos de una misma especie, que quizás estaban más interrelacionados de lo que nos imaginábamos hasta hace poco. De este modo el paleontólogo Antonio Rosas y Carles Lalueza, afirman que la sociedad neandertal era de tipo patrilocalidad. Para esta información se basan en los estudios realizados a unos huesos asturianos que pertenecen a una familia que murió al mismo tiempo, y cuyos restos se hundirían en una cueva tras ser
cubiertos por algún desprendimiento del terreno. Son 12 individuos, tres de ellos hembras en edad de procrear, tres varones, tres adolescentes posiblemente masculinos todos ellos, y tres individuos infantiles entre dos y nueve años, dos de los cuales serían hijos de una de las hembras adultas, y el tercero de otra adulta. Los estudios han demostrado que los varones pertenecen genéticamente a un mismo linaje genético, mientras que cada hembra pertenece a un linaje familiar diferente. Se ha comprobado además que las hembras neandertales tenían una media de un hijo cada tres años. Lo que unido a la disgregación de las hembras ayuda a explicar la diseminación de los grupos neandertales por el territorio. Si añadimos esto último a su demostrada variada alimentación, queda demostrado que explicar el final de nuestra especie hermana no va a resultar tarea fácil. Cada respuesta que es explicada abre la puerta a nuevas preguntas. Seguiremos atentos.