El monólogo de pleberio en la celestina

Page 1

El monólogo de Pleberio en La Celestina Dentro aún de un ámbito próximo al medieval, en el contexto literario español, una obra como La Celestina de Rojas constituye uno de los más expresivos exponentes de Literatura crítica e indicativa, sobre todo por lo que se refiere al monólogo y planto final de Pleberio. Entre las diferentes ideas que la crítica moderna ha observado en la intervención de Pleberio la más recurrente es la que se refiere a la expresión invertida, negativa, de los valores humanos. Los críticos que defienden esta interpretación se han apoyado en ella con frecuencia para justificar posibles referentes de escepticismo, desengaño y nihilismo en el monólogo de este personaje[1]. Una larga lista de imágenes y conceptualizaciones del mundo, todas ellas muy negativas —“vida de congoxas”, “río de lágrimas”, “vana esperança”, “prado lleno de serpientes”, “morada de fieras”—, confirman aquí una visión sin duda radicalmente pesimista de la vida humana, que hace pensar de nuevo en el nihilismo como único desenlace. En la tragicomedia no parece haber lugar para el futuro. En consecuencia, La Celestina no se mostraría en este sentido ni estoica, ni judía, ni cristiana, sino nihilista: “¡No queramos más bivir!”. El tema del mundo al revés era habitual en la literatura castellana desde el Libro de Buen Amor —y en la literatura medieval europea—, desde el desarrollo de la economía burguesa de mercado, y desde la temática de la literatura hebrea, concretamente la sefardí. Pleberio se lamenta de que el orden natural del mundo se ha trastocado, invertido; el mundo es un caos, un laberinto. Semejante idea es recurrente a lo largo del monólogo, y resulta ilustrada de forma diversa. No cabe en la literatura de entonces una expresión dialéctica más crítica y más negativa, en términos políticos y teológicos, frente al final del siglo XV.

En primer lugar, la muerte de Melibea ha sorprendido por completo a Pleberio, que no es capaz de explicarse la causalidad de los hechos, y que desde este momento encuentra su propia existencia carente de todo sentido[2]. ¡O mi hija y mi bien todo, crueldad sería que biva yo sobre ti! Más dignos eran mis sesenta años de la sepultura, que tus veynte. Turbóse la orden del morir con la tristeza que te aquexava” (XXI). El racionalismo que dispone la conducta de Pleberio no le permite comprender cómo un posible orden moral transcendente ha podido “autorizar” la muerte de Melibea. La lógica de la causalidad —es decir, de la Fortuna— que podría imaginar Pleberio en la suma de las adversidades sería la pérdida de su hacienda y de sus bienes económicos, mas nunca la de su hija Melibea. Pleberio interpreta tales hechos como resultado de una auténtica subversión del orden natural, que el propio viejo desearía dominar como una realidad más del mundo material. Como Calisto en su mundo, y como Celestina en su trabajo, el padre de Melibea está acostumbrado a que con dinero todo se consigue: “Dexárasme — implora a la Fortuna— aquella florida planta en quien tú poder no tenías;


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
El monólogo de pleberio en la celestina by monica8383 - Issuu