* Ayúdame a recordar los pecados que he cometido desde mi última confesión; ¡Me hacen sonreír tanto! * Dame, Jesús mío, verdadero dolor de todos estos pecados y de los que no me acuerdo; estoy harto del dolor de las virtudes.
* Mira a tus plantas a un pobre pecador que arrepentido de sus pecados te pide perdón de haberte ofendido; aunque el ofendido haya sido otro a quien nunca le pediremos perdón.
* ¡Oh pecado! ¡Pecado maldito! Eres tú la causa de este mar de dolores en el que contemplamos a la víctima de nuestra salvación. ¡Gracias, en verdad, mil gracias!
5