OSAL #28

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Massimo Modonesi

En primer lugar, los conceptos de subalternidad, antagonismo y autonomía surgen de empresas comprensivas que suponen la centralidad de la problemática del sujeto en la historia. Esto se despliega, en la lógica marxista, en torno problemas que hemos destacado en los capítulos anteriores: el sujeto social y político, e la clase en sí y para sí, la relación entre espontaneidad y conciencia, el movimiento, el partido, la organización, etcétera. En segundo lugar, siempre conforme a los principios fundamentales del pensamiento marxista, las categorías en cuestión están forjadas en un dúplice nivel articulado de entendimiento de la realidad social: estructural y procesual. Esto, desde la óptica marxista, implica la comprensión de la naturaleza del sujeto a partir de su colocación en la estructura y su construcción como proceso de subjetivación, es decir, de un curso de configuración interna en relación con la asimilación, el procesamiento o la incorporación de experiencias dadas en el contexto de condicionamientos estructurales.223 En tercer lugar, como hemos visto, las tres categorías son forjadas, de forma más o menos explícita, para designar formas de experiencia, lo cual implica su colocación en un terreno común que responde, tal y como lo señala E. P. Thompson, a una concepción abierta de la relación entre ser social y conciencia social y entre espontaneidad y conciencia. En esta concepción se vislumbra un punto de intersección y de activación subjetiva en la “disposición a actuar” que se desprende de la asimilación de la experiencia, en la secuencia articulada entre emergencia espontánea y proyección consciente. Esta problemática se coloca en el corazón polémico de los debates marxistas y, aun sin resolver plenamente el dilema de fondo y desatar el nudo dualista que lo caracteriza, plantea claramente el desafío explicativo e ilumina el punto fundamental: la intersección entre espontaneidad y conciencia como hilo rojo de los procesos de subjetivación política. En cuarto lugar, el campo de análisis compartido se conforma a partir de dos ejes de coordenadas que aparecen permanentemente en el debate marxista contemporáneo. En efecto, es posible sintetizar el conjunto de las elaboraciones marxistas en torno al sujeto en función de dos ejes correlativos: dominación/conflicto/emancipación y poder sobre/poder contra/poder hacer. En cada uno de estos ejes triádicos, entre los elementos que los componen se establecen conjuntos de relaciones dialécticas centradas en la contradicción. 223 Esta problemática marxista empata con tratamientos sociológicos y, en particular, con la propuesta de Pierre Bourdieu centrada en los conceptos de campo y habitus, ver Bourdieu y Wacquant (op. cit., 2005).

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