Moda FusionARTE Nº 4

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LA FOTOGRAFÍA EN LA HISTORIA ARGENTINA (1845-2005). Por Andrea Castro.

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or estos días, uno puede encontrarse en el Pabellón del Bicentenario con la muestra temporaria cuyo nombre da título a esta nota. La exhibición, que cuenta con excelentes reproducciones que van desde el primer daguerrotipo fechado en nuestro país (imagen del Gobernador de Salta Miguel Otero de 1845) hasta las últimas imágenes digitales actuales, fue curada por el fotohistoriador Abel Alexander y por el editor fotográfico del diario Clarín, Eduardo Longoni. En unas cuantas imágenes uno puede recorrer la vida social y política de nuestro país, desde la colonia hasta nuestros días. Si bien, algunas de ellas, impactan por ser parte de nuestra vida e historia, las más antiguas logran transportarnos directamente hasta aquellos momentos y quizás, por un instante, podamos reconocernos en algunos rostros del pasado. Justamente eso es lo que le pasó a Abel Alexander, cuando se reconoció en un daguerrotipo que en realidad mostraba la imagen de su tatarabuelo. Adolfo Alexander, tal el nombre del lejano pariente, había estado tomando daguerrotipos en Hamelin, su ciudad natal, desde 1847; cuando tuvo que refugiarse en Buenos Aires huyendo de una muerte que produjo en un duelo a espada, introdujo la técnica en nuestras tierras. Al tomar conocimiento de esta historia familiar, Abel, comenzó a dedicarse con alma y vida a la investigación, recuperación y preservación de fotografías antiguas. Historias como esta pudieron disfrutarse el pasado jueves 11 de febrero en el marco del ciclo Diálogos con Historia, que se desarrolla en el mencionado pabellón todas las semanas a las 19:30hs. El propio Alexander, junto a Luis Príamo, otro reconocido fotógrafo e investigador argentino, expusieron y dialogaron, con los que estuvimos allí reunidos, sobre los primeros registros fotográficos que se conservan de la Ciudad de Buenos Aires. Fue curioso enterarse, por ejemplo, que Mariquita Sánchez de Thompson ha sido una de las primeras porteñas en interesarse vivamente en el proceso del daguerrotipo, que el famoso retrato de San Martín en realidad está invertido (y que su hija lo llevó engañado a fotografiarse), que Urquiza fue uno de los próceres más fotografiados del país y que un daguerrotipo de buena calidad en 1840 costaba alrededor de 100 patacones, el sueldo de 4 meses de un empleado de tienda. Cuesta reconocer, en las vistas de ese pueblito polvoriento y casi sin gente, a nuestra caótica y superpoblada ciudad de hoy en día. Cuesta creer también que, a pesar de su delicadeza y del paso del tiempo, se conserven los originales de las mencionadas tomas: en el Museo Histórico Nacional se encuentran 9 vistas de la ciudad realizadas por Charles de Forest Fredricks hacia el año 1850. El álbum de fotografías más antiguo de Buenos Aires, hallado hasta el momento, se conserva en la Fototeca de la Biblioteca Nacional, y data del año 1864. Su autor es un fotógrafo francés llamado Esteban Gonnet que tomó 20 vistas para armar el álbum al que llamó: Recuerdos de Buenos Ayres. Mientras la noche iba cayendo sobre el Parque 3 de Febrero, después de otro agobiante día de calor, Abel cerraba la charla con otra interesante anécdota: cierto día una señora se comunicó con él porque quería saber que eran esos 6 vidrios negros que había encontrado en un rincón olvidado de su estancia llamada Los Ingleses. En el primer encuentro y, luego de una rápida inspección, Alexander, se dio cuenta de que estaba ante 6 registros fotográficos antiquísimos (datados aproximadamente en 1860) que mostraban vistas del trabajo en dicha estancia. Así fue como pudo recuperar las que posiblemente sean las primeras imágenes de un asado, de una damajuana, de una esquila y de los hombres de campo mateando en un alto de sus tareas. Lo más importante de esta historia es que esas fotografías no fueron encontradas perdidas o traspapeladas en el sótano de un museo, sino en una casa de familia Hoy, el principal fantasma de Abel es que se pierdan las imágenes que las nuevas generaciones no guardan cuando muere un pariente mayor o se mudan de la casona familiar: "¿Un consejo?", pregunta retóricamente. "Conservarlas, que hay en ellas parte de cada uno. Pero si no, no las tiren, llévenlas a la Fototeca de la Biblioteca Nacional que recibe todo tipo de donaciones”.

La muestra permanecerá en exposición hasta el 28 de Febrero, no se la pierdan es gratis y al aire libre. Pabellón del Bicentenario: Avenida del Libertador y Godoy Cruz. Parque Tres de Febrero - www.bicentenariociudad.gob.ar


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