Mayo - Agosto 2017 / Nº 616
Hoja Misionera
Secretariado Diocesano de Valencia
Empujados por el Espíritu Nos gusta que cuenten con nosotros, nos hace sentirnos valiosos, sobre todo si es alguien importante: tu familia, tu jefe, una autoridad, el párroco… Es natural pues hemos sido hechos a imagen de Dios que es amor y eso implica que nos realizamos actuando, pues el amor implica actividad, ejercicio, trabajo. No moverse, la inactividad, es una tentación que va destruyendo el sentido y la alegría del hombre, lo deprime. Creo que no hay nada más grande, te reto a que lo consideres, que ser llamado por Dios a una misión. Pienso en el Papa estos días atrás en Egipto con la misión de desprestigiar el terrorismo islámico, decía: “nadie puede fundar en Dios ningún extremismo, sería una blasfemia, que no sea el de la caridad,” Fomentando el respeto entre musulmanes y cristianos y además la unidad entre cristianos católicos y ortodoxos. Además en este número: Hay vidas y vidas.
Pero ¿Tú eres consciente de que tienes una misión de parte de Dios? Claro, Dios cuenta contigo y no solo para que no seas “malo”, no solo para que no estorbes, en realidad esa opción no existe “o estás conmigo o contra mí, o recoges o desparramas” y por supuesto lo que Jesús te pide es que te impliques a construir el Reino, que es la obra de Dios, y lo más es que seas misionero, “discípulo misionero” como nos dice el Papa, que es para todo bautizado. Ahí está la gran confianza que Dios ha puesto en ti. Y son necesarios consagrados, que dejen todo, que no formen una familia y se entreguen, como Jesucristo, en exclusiva a la Misión. Y Jesús dice que eso hay que pedirlo al Padre “La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies”(Lc 10, 2). Dice el Papa en su carta con motivo de la Jornada de oración por las vocaciones: “Dios supera nuestras expectativas y nos sorprende con su generosidad, haciendo germinar los frutos de nuestro trabajo más allá de lo que se puede esperar de la eficiencia humana. Con esta confianza evangélica, nos abrimos a la acción silenciosa del Espíritu, que es el fundamento de la misión. Nunca podrá haber pastoral vocacional, ni misión cristiana, sin la oración asidua y contemplativa”. Rezar por las vocaciones y sostenerlas económicamente es tarea de todo bautizado. Con las becas para más de 75.000 seminaristas y más de 6.600 novicias y novicios de Territorios de Misión, colaboramos a que la respuesta generosa de estos jóvenes no se pierda por falta de medios económicos. En África o América los seminaristas dedican todos los días un tiempo a cultivar un trozo de huerta que les toca, o cuidar animales, es la única manera de poder comer. Y comen pocas veces al día, con apenas carne o pescado. Hay más vocaciones que becas. Dios nos gana siempre a generosidad, no defrauda; ofrece una beca, un donativo, piensa como podrías ayudar. ¡Tú tienes una misión y Dios espera mucho de ti para así Él regalarte sin medida!
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cuba: es tu momento
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BECAS - BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN 04
D. Arturo García Delegado Diocesano de Misiones