Mujeres que transforman, experiencias que inspiran (algunas páginas)

5 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

INDICE

8

46

Agradecimiento

CAPITULO II Mujeres al frente de la organización popular

12

48

Prólogos

El feminismo: una revolución del pensamiento Danila Suárez Tomé

16

Escriben

50 Todo comenzó en La Pampa

17

María Higonet

Equipo

54

#NiUnaMenos Ingrid Beck

18

CAPITULO I El cambio que está ocurriendo, aquí y ahora

20

Mujeres que no fueron tapa, o ¿de dónde venimos y hacia donde vamos?

Lala Pasquinelli

26 "MestruAcción": Sobre los elementos de

Gestión Menstrual, la discriminación hacia las mujeres y la capacidad de organización colectiva.

Agostina Mileo

30

Cuidado con el DIU de cobre!

Florencia Kot Hansen

34

El Grito Julieta Saulo

58

Artículo de interés. Paro de Mujeres.

Nota para Página 12- Las 12 Luciana Peker

62

CAPITULO III Ser quien quieras ser. Identidad de Género

64

Lohana Berkins, una vida por el derecho a la diversidad Jimena Granados

68

El TRANSitar: Travestis, Transexuales y transgenero en la Ciudad de Salta 2016 Vicky Liendro

38

"Diario de una mujer vital" de María Gabriela Hoch Clara López Cattaneo

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74

CAPITULO IV Mejor hablar de ciertas cosas

76

Los derechos sexuales y los derechos reproductivos son Derechos Humanos Pamela Martín Garcia

80

ESI: nos sobran los motivos Carina Nolasco

84

Artículo de interés, El bache imperdonable.

Nota pagína 12 de autora.

Sobre el rol del estado nacional y la anticoncepción gratuita Luciana Peker

86

¿Por qué es importante el fallo F.A.L? Soledad Deza

92

La maternidad como elección, mi historia sobre el aborto María Florencia Freijo

100

CAPITULO V Trata de personas con fines de explotación sexual

102 La Trata de personas con fines de

explotación Sexual.La compleja trama social Fernanda Gil Lozano

106

Artículo de interés. Dos Veces Víctima.

Nota para Página 12 - Las 12 Luciana Peker

112

CAPITULO VI Interculturalidad

114

Niñas y Mujeres indígenas: ¿relativismo cultural o Derechos Humanos?

Carola Naranjo

118

"Que me entienda, que me escuche" que me salve. Atravesando cuerpos y silencios Alejandra Cebrelli

122

#JusticiaPorJuana, prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra TODAS las mujeres Mónica Menini

130

CAPITULO VII Los medios de comunicación y las violencias contra las mujeres

132

Amor: los medios de comunicacion, lo cotidiano y el machismo que no se ve Maru Rocha Alfaro

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INDICE

136

Sobre el femicidio de su madre, la historia de una hija.

Mara Avila

140

La historia de tres mujeres: tres femicidios Liliana Caruso

144

CAPITULO VIII Los roles que nos asignan, las brechas que persisten

170

CAPITULO IX Hacer visible lo invisible. El trabajo no reconocido de las mujeres

172

Capacitatción y educación como herramienta de transformación Magalí Brosio y Violeta Guitart

176 Tareas del hogar: el trabajo invisibilizado de las mujeres. sobre cuidados Lucia Martelotte y Victoria Gallo

146

180Seguridad social y género

150

184

Mirtha Sisnero: un paso fundamental hacia la igualdad en el acceso al trabajo Jimena Granados Los estereotipos de género en el ámbito de la seguridad María Ester Isoardi

156

El género del trabajo Nair Castillo

158

La historia de Ricarda, mi madre. Mujer y migrante Nidia Zarza

160

Pamela Eleonora Ares

CAPITULO X Mujeres que nos inspiran, redes que nos construyen

186

Tejedoras de Historias Marian Jimenez

190

Las voces que están cambiando el mundo Mariana Massaccesi

194 Mujeres que inspiran

Economia social Perla Torales

Lala Paquinelli

164

Capacitatción y educación como herramienta de transformación Belén Murphy

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198

228

Carmen y Florentina. Dos Mujeres. Dos Amigas Susana Medina

CAPITULO XI Mujeres, politica y poder

200

Paridad reflexiones en torno a la paridad Mariela Belsky

204El poder de las mujeres y el Proyecto Una y

Uno de paridad en las listas Cistina Alvarez Rodriguez

232

CAPITULO XIII Fundación Contemporánea

234Fundacion Contemporanea

208La Famiia. Historia Personal: roles,

maternidad, cuidado, vocación politica Micaela Ferraro

Pamela Elonora Ares

236Transformarme para transformar Soledad Sartor

212

240Mi participación en el programa

214

244 Testimonios de dos mujeres que

La Famiia. Historia Personal: roles, maternidad, cuidado, vocación politica Rosana Bertone Mujer, Política y educación universitaria Josefia Mendoza

218

Violencia Política, un tema pendiente en las agendas de género en Latinoamérica Claudia Martinez

Juana Azurduy.

María Gabriela Arancibia

participaron del Programa Juana Azurduy Amalia Sosa y María Emilia Quinteros

248 Bios

222

CAPITULO XII Techo de Cristal

224

Rompamos el techo de cristal Mercedes D'Alessandro

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AGRADECIMIENTOS

Este proyecto puede ser una realidad gracias a la confianza de todas

y cada de las mujeres que escriben en él, quienes generosamente se desprendieron de sus historias, sus escritos, sus pensamientos, para compartirlos en este libro.

Gracias a Luciana Peker con quien empecé a soñar en este proyecto, a Ingrid Beck referente de enorme empuje y generosidad.

A las maravillosas mujeres que conocí gracias al programa de mentoreo en Voces Vitales en el año 2016, Belén Murphy, Carola Naranjo, Nidia Zarza y Mariana Jiménez. Mujeres laburantes del territorio, que transforman la vida de otras mujeres con su hacer cotidiano.

A Mara Ávila a quien conocí gracias a las amigas de Fundación Avon, Flor y Ana Inés en el Instituto de Violencia que hicimos en Tucumán en el año 2016. Contar la historia del femicidio de tu propia madre, convertirse en feminista y hacer del dolor un proyecto hermoso. A Liliana Caruso, que no dudo un segundo en decir que sí y transmitió su buena onda desde el principio.

A mis amigas y socias de la vida como dice la gran Marcela Lagarde, que escriben en el libro María Gabriela Arancibia, Maru Rocha Alfaro, Perla Torales, Soledad Sartor, y a Yani Salim, que no escribe pero está acompañando este proyecto desde el comienzo. Con ellas, compartimos trabajo y vocación en Fundación Contemporánea, pero fundamentalmente nuestros sueños, desvelos y anhelos.

A María Emilia Quinteros y Amalia Sosa por demostrarme y demostrarnos que el trabajo con las mujeres en el territorio no sólo tiene frutos visibles, sino que es muy necesario e importante para empoderar a otras y empoderarnos entre todas.

A compañeras como Mónica Menini y Soledad Deza por su militancia y energía incansable. A Susana Medina por su humildad y porque con juezas como ella, podemos tener fé en la justicia. A Vicky Liendro, por despertar debate y reflexión en cada baldosa que pisa.

A María Ester Isoardi, “La Titi”, que fue mi profesora en la universidad y

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con ella un 8 de marzo de 2003, hice la primera actividad para mujeres en mi ciudad natal, Macachín, La Pampa.

Mujeres brillantes, que desde la academia abren paso para que miles podemos entender la realidad que nos rodea y muchas veces nos acecha, como Victoria Gallo, Violeta Guilart, Agostina Mileo, Lucia Martelotte, Magalí Brosio y Danila Suarez Tomé.

A Nair Castillo. Porque su transformación espeja la mía. A Pamela Martín García, por su generosidad, optimismo y militancia. A Josefina Mendoza, primera mujer presidenta de la FUA, cuando comenzamos el proyecto, hoy diputada nacional.

A Jime Granados, que siempre dice un “si” al compromiso con sus congéneres en Salta. A Clara López Cattaneo, por ser una gran compañera de camino. A María Gabriela Hoch, por abrir tantas puertas y ventanas para tantas mujeres en el mundo corporativo.

A Alejandra Cebrelli, por tener siempre la palabra justa, poner al servicio su formación académica y ser amiga en tiempos difíciles. A Julieta Saulo, por haber sido mi tribu en mi puerperio, por tu lucha colectiva por le parto respetado, por el ida y vuelta que construye.

A Micaela Ferraro y María Higonet, dos mujeres de la política que son luchadoras de la vida y me demostraron que otra forma de hacer política es posible.

A Claudia Martínez, porque gracias a ella conocí sobre violencia política e hice consciente de lo que implica esto para nosotras en los ámbitos públicos y políticos.

A Rosana Bertone, gobernadora, mujer y peronista, ¡valla reto! a quien luego de saber algo de su historia personal admiro profundamente.

A Cristina Álvarez Rodríguez y Fernanda Gil Lozano porque comprometerse con las causas de las mujeres adentro de la política.

A Mariela Belski, quien confirmó que mi admiración profesional, tiene correlato con su humanidad, algo que no pasa muy seguido.

A la querida Flor Freijo, a quien vi crece como pocas en estos últimos

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meses y pude conocer su alma y entender su lucha en ese café a las corridas que nos tomamos antes de mi avión de regreso a Salta.

A Mariana Massaccessi, por ser motor y nexo de las causas justas, por tu amistad y calidez. De voz baja y calma y de energía arrolladora, este proyecto no sería lo mismo sin vos.

A Mercedes D’Alessandro, por abrir caminos, ser la guía, por tener la visión y valor de ir un poco más allá. Por estar al pie del cañón, aunque vivas del otro lado del continente.

A Lala Pasquinelli, por su generosidad, profundidad y cadencia.

Porque este proyecto no sería lo mismo sin su arte y tus mujeres que no fueron tapa. Porque hacer tapa a las que nunca fueron tapa es un proyecto de vida que abrazaste y en él te agrazo a vos.

A Florencia Kot Hansen y Jimena Patricia López, a quienes conocí por la red enorme de Economía Femini(s)ta, con quienes editamos este hermoso proyecto y compartí los últimos meses. A Agurtzane Urrutia, por ser siempre amiga de los proyectos solidarios, por ser tan genial en el diseño digital.

Y si a diseño nos referimos, un GRACIAS enorme a Mirian Camisar, que atravesando un duro momento de salud, nos diseño todo este libro.

Al intercambio honesto y productivo con mujeres hermosas y muy valiosas que en sus diferentes etapas hicieron crecer con su energía este proyecto, hasta volverse mariposa: Mariana Russak, Gabriela Terminielli, Valentina Moisés, Mariel Vítori y Cande Durruty.

Un gracias especial a las prologueras, mujeres de basta trayectoria y huella trazada en el feminismo y en este camino de abrir camino para otras colegas y mujeres. Porque su participación enaltece este proyecto: (Diana Maffia, Mabel Bianco, Fabiana Tuñez, María Luisa Storani, Estela Díaz, Dora Barrancos, Virginia Garcia Beaudeoux y Flavia Tello. ) A Indie libros, por sumarse a esta causa y a Tamara por su calidez y aportes invalorables.

A los sponors que hacen y harán posible la impresión de este libro

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en soporte papel. Que ven en este proyecto magia, transformación e inspiración.

Quiero agradecer a mi abuela Marta, a quien le dedico mi participación como escritora en este libro, porque con 60 años de edad (de aquel momento), me enseñó que nunca es tarde para volver a empezar y para elegir una vida libre de violencia.

A mi mama, Laura por darme la vida y todo el amor. Por apoyarme aun a la distancia en el cuidado de mis hijos para que pueda seguir desarrollándome como profesional. A mi papa Pepe, por confiar siempre en mi. Y ambos porque gracias a ellos construí la primera versión feminista de mi misma.

A mi compañero Gonzalo, amor y cómplice. Dueño de basta escucha y una paciencia capaz de sostener mil idas y vueltas en este proyecto y en todos. Juntos (de)construimos nuestros patriarcados y sanamos nuestras historias.

A Juan Cruz, mi primer hijo, por enseñarme a ser mamá. Gracias a él elaboré un feminismo más profundo, menos intelectual y más a flor de piel. Un feminismo de tribu, de cercanía y sororo.

A María Paz, que con apenas tres meses de vida me lleno de ganas de redoblar esfuerzos para seguir transformándome primero a mi para transformar así el mundo que nos rodea.

Este no es un libro más es un proyecto colectivo, circular, de todas nosotras. De quienes lo escriben, quienes lo producen y también de quienes lo leen. Llevar la voz, contar historias, valorar otras mujeres, y pensar y re pensar en nuestras mujeres que Lala nos sugiere, muchas no fueron tapa, pero vaya si protagonizaron en nuestras vidas.

GRACIAS!!!

Pamela Eleonora Ares

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PROLOGOS

urante los últimos años, gracias a la labor de consultoría realizada para organisD mos internacionales como IDEA Internacional, OEA, NIMD, ONU Mujeres y

PNUD, tuve la fortuna de poder conocer y asesorar a más de un millar de mujeres de los más diversos ámbitos: políticas, candidatas, lideresas sociales y comunitarias, empresarias, emprendedoras, magistradas, ministras, secretarias de Estado. Trabajando con todas ellas aprendí que las mujeres, aunque juguemos en los mismos escenarios, lo hacemos con otras reglas, con condiciones más desfavorables y con la cancha inclinada en contra. No importa cuál sea nuestra área de actividad ni el trabajo que realicemos, las mujeres enfrentamos grados adicionales de dificultad.

Al igual que Ginger Rogers cuando bailaba con Fred Astaire, bailamos hacia atrás con tacos altos.

Somos la mitad de la población del planeta y nos encontramos muy lejos de ocupar la mitad de las posiciones de decisión, liderazgo, poder e influencia política y económica. Enfrentamos todo tipo de obstáculos tales como los estereotipos de género, los techos, paredes, laberintos y precipicios de cristal en las organizaciones; los techos de cemento que nos auto-imponemos después de tantos años de mandatos aprendidos acerca de lo que significa ser una “buena mujer-madre-esposa-amiga-compañera”, y los suelos pegajosos que nos adhieren a las tareas de cuidado.

Se trata de problemas sociales, políticos, colectivos. Los problemas colectivos no se combaten con acciones individuales, requieren soluciones colectivas. Necesitamos crear iguales condiciones de partida para las mujeres y los hombres en la política.

Necesitamos que los partidos políticos se involucren. Necesitamos que impulsen las agendas de género no solo las legisladoras sino también los legisladores, para erradicar la idea de que los asuntos de género son “cosa de mujeres”. Necesitamos trabajar para concientizar a los medios de comunicación acerca de la importancia de realizar coberturas igualitarias y sin sesgos de género. Necesitamos impulsar mentorías y programas para que mujeres con más experiencia apoyen a las que recién están comenzando. Necesitamos políticas públicas que aliente la co-responsabilidad doméstica. Y, sobre todo, necesitamos educar para derribar los estereotipos y concepciones actuales de masculinidad y feminidad, para que ningún ser humano, sin importar su género, tenga que pedir perdón o permiso para perseguir sus sueños. Tenemos mucho por hacer. ¡Manos a la obra!

Dra. Virginia García Beaudoux.

Investigadora CONICET e IIGG. Consultora de IDEA Internacional, OEA, NIMD, PNUD y ParlAméricas. Profesora en programas de Máster y Doctorado en la Universidad Autónoma y la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona; y de la Universidad Complutense y el Instituto Universitario Ortega y Gasset en Madrid. Profesora en la Universidad de Buenos Aires. Co-Directora del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano. Autora de 11 libros y creadora del blog #LiderarConTacones

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PROLOGOS

no de los legados más importantes que nos ha dejado el feminismo ilustrado U es el amplio ‘conocimiento’ en relación al alcance de las desigualdades de género

y los derechos de las mujeres. Ahora, en esta era impregnada de relacionamientos telemáticos, asistimos a una revolución feminista que interpela la ética global desde el ‘reconocimiento’ de esas desigualdades en todas y cada una de nosotras. Nos reconocemos en situaciones de acoso, opresión, discriminación, violencia, pero también en la lucha y la supervivencia...

Puede que sea éste el valor más sustancial de la vindicación feminista contemporánea. El de reconocernos y visibilizar las historias de vida de cualquiera de nosotras: mi madre, tu hermana, su vecina, la amiga de tu amiga, nuestra compañera. Sin duda son historias reveladoras, experiencias que inspiran, que nos emplaza como mujeres a reconocernos en la diversidad, pero a la vez en una identidad común, llamadas a ampliar las alianzas y transformar cada espacio a favor de la igualdad.

que escriben en este libro son todas ellas feministas y luchadoras que "conLassusmujeres luchas y aportes diariamente están transformando el mundo.

Pero esta no es tarea fácil porque la desigualdad entre mujeres y hombres es una realidad y eliminarla es un objetivo de muchas personas, no solo mujeres pero no de todas las sociedades y menos aun de quienes detentan el poder.

Las mujeres participan en muchos campos de la vida pero no logran hacerlo plenamente, y la política es uno de los más resistentes. Porque es allí donde tenemos que lograr alcanzar una participación igualitaria para realmente lograr cambios que se traduzcan en igualdad para todas las mujeres.

En Argentina hemos logrado una ley de paridad para empezar a aplicarse en el 2019.

Bolivia ya la tiene y está avanzando, pero las leyes solas no alcanzan si no logramos que estas aspiraciones sean compartidas por toda la sociedad; por eso todavía es necesario este trabajo de muchas transformando el mundo desde los distintos lugares que ocupamos. ¡Este libro abre caminos y es en ese sentido que tenemos que ampliar el surco y que muchas y sobre todo las jóvenes se sumen, así seremos la marea de la igualdad!! "

Flavia Tello Sánchez Responsable de la Unidad de Género Unión Iberoamericana de Municipalistas

Mabel Bianco Médica, Coordinadora de la Campaña Internacional Las Mujeres No Esperamos.

Acabemos la Violencia y el VIH. YA! y del Grupo Internacional de Mujeres y el Sida –IAWC-.

Es miembro electa del Grupo Asesor Regional de la Sociedad Civil de ONU Mujeres. Presidenta de la Coalición Mundial Mujeres y Sida.

Fundadora y Pta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer –FEIM-.

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ESCRIBEN: Compilación: Pamela Eleonora Ares

• Lala Pasquinelli • Florencia Kot Hansen • Julieta Saulo • Clara López Cattaneo • María Gabriela Hoch • Danila Suárez Tomé • María Higonet • Ingrid Beck • Luciana Peker • Jimena Granados • Vicky Liendro • Pamela Martín Garcia • Carina Nolasco • Soledad Deza • María Florencia Freijo • Fernanda Gil Lozano • Mónica Menini • Alejandra Cebrelli • Carola Naranjo • Maru Rocha Alfaro • Liliana Caruso • Mara Avila • María Ester Isoardi

• Nair Castillo • Nidia Zarza • Perla Torales • Belén Murphy • Magalí Brosio • Violeta Guitart • Lucia Martelotte • Victoria Gallo • Pamela Eleonora Ares • Mariana Jimenez • Mariana Massaccesi • Mariela Belsky • Cistina Alvarez Rodriguez • Micaela Ferraro • Rosana Bertone • Josefina Mendoza • Claudia Martinez • Mercedes D'Alessandro • Susana Medina • Soledad Sartor • María Gabriela Arancibia • Amalia Sosa • María Emilia Quinteros

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EQUIPO

›Jimena Patricia López Edición › Florencia Kot Hansen Producción y Comunicación › Mariel Vítori Producción y Comunicación › Mirian Camisar, Diseño Gráfico › Argurtzane Urrutia Diseño Digital › Lala Pasquinelli Arte › Pamela Eleonora Ares Dirección Ejecutiva

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"Las que desplegaron sus alas" Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO I

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El cambio que está ocurriendo, aquí y ahora

Autoras Lala Pasquinelli Mujeres que no fueron tapa, o ¿de dónde venimos y hacia donde vamos?

Agostina Mileo "MestruAcción": Sobre los elementos de Gestión Menstrual, la discriminación hacia las mujeres y la capacidad de organización colectiva.

Florencia Kot Hansen Cuidado con el Diu de cobre

Julieta Saulo El Grito

Clara López Cattaneo "Diario de una mujer vital" de María Gabriela Hoch

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CAPÍTULO I El cambio que está ocurriendo, aquí y ahora

Mujeres que no fueron tapa Lala Pasquinelli | Relato personal

H ace casi dos años estaba en mi taller, buscando en una

coia. En cambio, en esa misma revista, en los pocos casos pila de revistas, imágenes de producciones de moda. Quería en que aparecían mujeres, era muy homogénea la imagen, hacer colaje con eso, mostrando desde la literalidad, el mayormente mujeres jóvenes, parecidas físicamente, paremensaje que pasa la moda, la industria de la moda y las cidas sus posturas y sus gestos, y parecidos sus intereses, editoriales acerca de las mujeres. Un mensaje que habla de actrices, modelos, cantantes, la esposa de algún político, apatía, de delgadez extrema, de tristeza, de debilidad, y de alguna exmodelo. Casi siempre eso, porque en general esas otras cosas por el estilo. mujeres estaban ahí por su apariencia.

En ese momento, buscaba estas imágeMe impactó. Así que seguí investigannes en una pila de revistas del diario La do. ¿Qué pasaba con las otras revistas?

Así que empecé a Nación, uno de los diarios de mayor tiramirar mirando bien, Hay todo un grupo de revistas, son las da de la Argentina, que llegaba azarosaconocidas revistas “de sociales” “de chiempecé a buscar mente a mi casa los domingos. Pasando mentos” más o menos amarillistas, pero tapas, y a estar y pasando páginas, me di cuenat de algo muy parecidas en el contenido, están en que era una constante, las tapas estaban todos los países de occidente. En esas reatenta a las ocupadas en su mayoría por hombres. vistas las, mujeres aparecemos siempre en nuevas ediciones Primero dudé, pensé que quizás era una la tapa. Ahí si hay espacio para las mujede esa revista. coincidencia, justo yo tenía en mi casa res. ¿Pero cuales? todas las revistas en las que aparecían hombres en la tapa.

Lo que descubrí en esas revistas, o mejor dicho en la acuAsí que empecé a mirar mirando bien, empecé a buscar mulación de esas revistas me shockeó, por varios motivos, tapas, y a estar atenta a las nuevas ediciones de esa revista. el primero, es que yo me consideraba advertida de todo Y no, no era coincidencia, no las tenía todas yo, era así, esto, pero recién en la acumulacion pude descubrir la canlas mujeres casi no salíamos en la tapa de esa revista, la tidad de mensajes que encierra ese tipo de contenido. Tamrelación era y sigue siendo siete a tres, o sea, de cada diez bién me golpeó lo poderoso del mensaje, por la forma en revistas en siete aparecen hombres en la tapa. Había otra que permea, por su reiteración constante a lo largo de los cosa bastante interesante que se daba, los hombres que apaaños, silenciosa y continua, que nos atraviesa sin que nos recían en las tapas de estas revistas, eran hombres diversos, demos cuenta, y sobre todo por la metáfora que representa. es decir, había jóvenes, viejos, altos bajos, gordos, flacos, con pelo y pelados, muy variado todo, pero la diversidad En esas revistas, las mujeres casi siempre somos tapa. no era solo visual, también eran variados los intereses que Pero ¿qué mujeres? tenían, aparecían escritores, médicos, músicos, actores, coMujeres jóvenes, un promedio de edad que no supera los cineros, deportistas. Los hombres estaban ahí por lo que treinta años, los cuerpos de las mujeres están dispuestos hacían por sus trabajos, proyctos, roles; no por su apariencomo en bandejas, como objetos para ser consumidos.

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Mujeres que no fueron tapa | Lala Pasquinelli

Hay más revistas claro, están las revistas «serias» importantes, las que hablan de política, economía, negocios, donde casi tampoco aparecemos de la misma manera que no ocupamos esos espacios de una forma igualitaria hasta hoy.

Esos cuerpos aparecen torneados por el photoshop y el bisturí a extremos imposibles, donde la piel ya no tiene poros, ni líneas, ni marcas, ni manchas, y las axilas son blancas.

Porque claro, la piel de esas mujeres es clara y siempre hay mucha, muchísma piel expuesta porque las mujeres aparecen desnudas o semidesnudas, casi disfrazadas, usando ropa que no usamos para ir a trabajar, andar por la calle o estar en nuestras casas, sus gestos están sexualizados al extremo, siempre. No solo son iguales y modelados los cuerpos, también es igual el cabello, largo, lacio mucho cabello rubio, a veces castaño; y lo que también es siempre igual es la gestualidad, las pose, la sexualización de los gestos, mujeres deseantes. Pero lo homogéneo no termina ahí, porque también estas mujeres muestran homogeneidad y uniformidad en los intereses, en estas revistas solo hablan de tres cosas; en primer lugar, el amor, que siempre, siempre y siempre es heterosexual, el amor de un hombre que las completa que las hace felices, lo otro es la maternidad, siempre aparece seguido de “haber encontrado por fin el amor” la declaración acerca del deseo de ser madre. Estoy con un hombre entonces voy a desear tener hijos/as, se habla de la búsqueda de un/a hijo/a, o de otro/a hijo/a, la pérdida de un embarazo, se muestra el embarazo, y al/ a la niño/a que ha nacido en una secuencia que se repite una y otra vez. Finalmente, el cuerpo, el tercer tema es el cuerpo, o mejor dicho de lo que se trata es de cómo vencer el paso del tiempo, como darle batalla a la naturaleza para que el aspecto físico de estas mujeres sea siempre de juventud, y encaje en la misma norma de belleza inalcanzable que proponen. Una carrera ridícula. Y eso es todo, no hay otra cosa en el mundo de las mujeres más que amor de hombre, maternidad y apariencia física, como si ahí concluyeran

nuestros intereses.

Mirando esto, buscando estas tapas y estas revistas entendí mucho de lo que me pasaba a mi como mujer, la sensación de no encajar nunca, porque mi deseo trascendía los límites de ese corralito diminuto.

Hay más revistas claro, están las revistas «serias» importantes, las que hablan de política, economía, negocios, donde casi tampoco aparecemos de la misma manera que no ocupamos esos espacios de una forma igualitaria hasta hoy. ¿Cómo no me di cuenta antes de este mensaje?

Esa fue la pregunta que con más insistencia me hice en esos momentos, fue lo que más me sorprendió. No es que no venía pensando y trabajando estos temas, la desigualdad, la forma en que nos muestran y tratan los medios, tenía la idea que estas revistas muestran a las mujeres como objetos, pero hasta ahí llegaba mi análisis, no me había dado cuenta de la tremenda homogeneidad de esos cuerpos, de que ese estereotipo que proponen es el que se repite en miles de imágenes todo el tiempo en todos los medios, todo el día.

La respuesta a la pregunta acerca de ¿cómo no me di cuenta antes? también estaba ahí adelante mio. No me había dado cuenta porque es un goteo, porque las revistas son una metáfora, una muestra, el botón de muestra, un indicador, de lo que sucede con la imagen de la mujer en los medios en general, con las mujeres en los espacios sociales también en general. Vemos cientas de imágenes similares a esas por día, en todos lados, todo el tiempo. O se nos muestra como en estas revistas o no estamos. No hay otras mujeres, otros cuerpos, otros deseos u otros intereses. Al mismo tiempo que no aparecemos en las revistas que hablan de política, economía, negocios, tampoco tenemos espacios significa-

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CAPÍTULO I El cambio que está ocurriendo, aquí y ahora

“...Y es así donde el molde, ese molde único para todas, nos mutila, nos corta en pedazos todo lo que no entra ahí; nos hace sentir el agujero profundo de todo lo que falta.

tivos en esos entornos. Las revistas son el muestreo de eso. ¿Qué nos pasa a las mujeres con esto? ¿Qué me pasa a mí con esto? Siento que, en un punto, en algún lugar, con más intensidad o con menos, lo creemos, o lo creímos sin darnos cuenta, lo absorbemos desde el nacimiento, está en los enunciados de los problemas de matemáticas en el colegio, en las imágenes de los libros de lectura, pero también en el cine y en la literatura, en las series, en la publicidad de internet y en la via pública, es la imagen de una publicidad en las paradas de colectivo.

Todos eso, desde siempre. En todos lados está esto que nos muestran las revistas. Es lo normal, lo natural.

Y entonces también parece «normal y natural» que nos pasemos horas dedicadas a encajar en una norma de belleza irreal, en un modelo que es único para todas, que destinemos, tiempo, esfuerzo, dinero, creatividad a eso. Mucha de nuestra energía vital se vale en ese trabajo de encajar. Se va tratando de ser «normales».

Eso por un lado, por otro lado, esto nos hace sentir que tampoco encajamos emocionalmente, también estamos falladas cuando tenemos otros intereses, cuando dejamos de pensar que la felicidad viene del amor de un hombre, de la maternidad o de la preservación de una juventud eterna que se nos escabulle como agua entre los dedos, que no somos “mujeres” si no nos interesa parecer siempre jóvenes o la moda o los tips de belleza..

Las mujeres que no tenemos esos intereses nos sentimos raras. Muchas incluso pensamos que hay algo que está mal en nosotras, que esto que nos sucede es patológico.

A la vez estos estereotipos no solo nos afectan a nosotras, sino también a los hombres, si las mujeres son «así» como

las muestran las revistas y los medios, ¿Qué sucede cuando no nos compartamos como «deberíamos» de acuerdo con el estereotipo? ¿Qué mensaje construye esto en los niños varones? ¿Y las otras? ¿Dónde están?

Esa fue la segunda pregunta que me hice. Las otras somos nosotras, muchísimas mujeres que no encajamos en ese estereotipo, en ese molde, ni queremos encajar. Las otras son todas esas mujeres que, conectadas con su singularidad, con su esencia, con su propia forma de habitar el mundo y habitarse a sí mismas, están abriendo caminos para todas.

No vemos a las mujeres interesantes y diversas, las que no se parecen a las de las revistas pero quizás si se nos parecen a nosotras, no están y eso también hace que nos sintamos raras.

Porque lo que se oculta es el valor de lo singular. La propuesta es que seamos todas iguales, homogéneas idénticas, porque detrás de esto también existe una industria que nos desea alienadas en la apariencia, consumiendo todas lo mismo para ser iguales porque producir cosas idénticas tiene costos más bajos e implica mayores ganancias para quienes venden.

Y es así donde el molde, ese molde único para todas, nos mutila, nos corta en pedazos todo lo que no entra ahí; nos hace sentir el agujero profundo de todo lo que falta. Para este modelo, nuestra singularidad, ser distintas de eso, es un pecado a expiar, no hay valor ni potencia en lo diverso.

Ese es el mensaje que se repite al infinito y que mutila lo diverso, singular y humano, que nos habita, lo vuelve problemático y patológico, “está mal” ser diferente al modelo.

Al mismo tiempo, la invisibilización de estas estas mujeres diversas que están haciendo cosas extraordinarias también

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Mujeres que no fueron tapa | Lala Pasquinelli

nos afecta en términos de igualdad de oportunidades, en un contexto donde experimentar desde lo humano, las términos de empoderamiento, porque ver a otras personas emociones contrarias a las que nos generan estos mensahaciendo lo que vos querés hacer, vuelve el camino mucho jes. Proponiendo una experiencia en la que las personas más fácil. Crecemos sin referentes mujeres visibles en todos primero visibilizaran esto que los medios nos dicen y los ámbitos, en la ciencia, arte, oficios, deportes, tecnoloacto seguido transformaran eso en algo que les permitiegía, economía, política. No son visibles. A diferencia de ra expresarse desde si mismas. lo que les sucede a los hombres que crecen viendo a otros Otra de las ideas centrales en mi trabajo es la de acerhombres ocupar todos los espacios de lo car el arte en el sentido de experienposible. Una de las consecuencias es que cia expresiva, a todas las personas. El Esa es la rama de hay menos mujeres en todos los espacios arte formaba parte de la vida de todos este proyecto que donde se toman las decisiones que nos los seres humanos en tanto expresión, tiene por objetivo afectan a todos. en el sentido de hacer desde cada uno desnaturalizar esta y dejar un registro de ese hacer en el Estas son las ideas que atraviesan la obra, nacidas de mis propias vivencias manera de mostrar mundo. Eso dejó de ser así a partir de como mujer, y como mujer artista en la la industrialización, el arte es expropiaa las mujeres que búsqueda de mis referentes. Estas ideas do de la vida de las personas comunes, tienen los medios, se materializan en mi trabajo concibienpero eso no fue sin un costo porque al y desnaturalizar do al arte como una herramienta de comismo tiempo que eso sucedia, empemunicación y de transformación social, zaban a crecer las ramas de la medicina también los como una forma posible para desnaturaque se dedican a la patologización de mensajes que nos lizar, desestereotipar, sensibilizar y translas emociones. Somos seres humanos, siembran. formar. El arte como bomba semilla. necesitamos expresar el malestar que nos provoca habitar un mundo violento y desigual.

Hackearlo todo...

Por eso diseñé experiencias artísiticas intuitivas donde A partir de estas ideas nacen ejes poéticos y vías de achackear esos mensajes. Llevamos esas experiencias a esción, tomando el arte como herramienta, la experiencia cuelas, empresas, ONGs, reparticiones públicas, plazas artística como posibilidad de conección o reconección de pueblo, asentamientos, museos, centros culturales. con lo humano profundo que nos habita.

Trabajamos con adolescentes, adultos, y personas de la A partir de ahí empecé a trabajar en la idea de hackear tercera edad, de contextos absolutamente diversos y si esos mensajes que los medios, la publicidad y la culembargo la información que iban revelando estas expetura nos van sembrando. ¿Cómo se hackea un mensaje riencias era siempre muy similar, el disfrute, la conexión tan fuerte y que tenemos tan incorporado? Generando emocional, el deseo de compartir con otros.

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CAPÍTULO I El cambio que está ocurriendo, aquí y ahora

Cuidado con el DIU de cobre!

Florencia Kot Hansen | Relato personal sobre el autocuidado, la anticoncepción y la resiliencia

En enero de 2012 empecé con un cuadro de mucha angus-

tia y ansiedad que realmente no entendía porque no tenía ningún motivo objetivo para estar mal: estaba de vacaciones, mis hijos estaban sanos y creciendo bien, con mi pareja habíamos llegado a un momento de estabilidad óptima y mi trabajo me gustaba. Sin embargo, pasaban las semanas y el cuadro no mejoraba así que decidí consultar con un psiquiatra que me recetó un antidepresivo.

Pero el cuadro no desapareció y lo que me llamaba la atención era que se agudizaba con los síntomas premenstruales.

Entonces decidí hacer lo que todos desaconsejan: buscar respuestas en Internet. Quería saber si existía alguna relación entre los dolores menstruales, el uso del Dispositivo Intrauterino (DIU), la ansiedad y la angustia. En mi primera búsqueda en español, solo aparecieron vínculos relacionados con el DIU hormonal y yo tenía el NO hormonal. Repetí la búsqueda pero esta vez en inglés. Fue como abrir la caja de Pandora. Primero encontré cientos de historias como la mía: mujeres que sin saber por qué de repente empezaban con cuadros de depresión, ansiedad, pánico, etc. Y luego descubrí que el DIU NO hormonal tiene cobre y que son los iones de cobre los que producen el efecto anticonceptivo. Según la FDA (Food and Drug Administration office 1) la efectividad del Paragard (versión del DIU de cobre que Bayer comercializa en EE. UU.) se ve incrementada porque libera constantemente cobre en el útero y el cobre interfiere en el desplazamiento de los espermas, en fertilización del óvulo y también en la implantación del óvulo en la pared del útero.

Pero hay algo que no te dice ningún prospecto del DIU ni ninguna agencia reguladora: en algunos casos el cobre puede ser tóxico. El cobre es un mineral que está presente en todos los cuerpos humanos. En cantidades normales, es un

elemento clave para la salud. Sin embargo, cuando se está expuesto a fuentes externas de cobre como lo son las cañerías, las amalgamas dentales o los DIU de cobre, esto aumenta significativamente el riesgo de sufrir una intoxicación por cobre. Según el doctor Wilson (entre otros muchos/as profesionales cuya información incluyo al final de este trabajo) el aumento de la cantidad de cobre en el organismo hace que las glándulas adrenales empiecen a trabajar de más para producir suficiente ceruloplasmina, que es la proteína que se encarga de transportar al cobre en el cuerpo. Y, en algunos casos, no da abasto por lo que queda una cantidad de cobre que circula libre por el cuerpo y tiende a acumularse en el hígado y en el cerebro principalmente. En estos casos, la portadora del DIU puede tener los siguientes síntomas: depresión, ataques de pánico, insomnio, angustia, cambios de humor, neblina mental, caída de cabello, dolores articulares, migrañas, convulsiones, etc 2. Tuve todos estos síntomas. Ninguno de los/as profesionales que consulté admitieron la relación de estos con el DIU. De hecho, muchos afirmaron que era imposible que esto suceda, argumentando que la cantidad de cobre que libera el DIU es muy baja.

Elegí creer en lo que me estaba diciendo el cuerpo y, por suerte, gracias a que sabía inglés, pude encontrar sustento teórico para lo que me pasaba. Pero esto no estaba al alcance de la población de habla hispana por lo que decidí traducir toda la información que encontré en inglés al español y armé un blog (https://cuidadoconeldiudecobre.wordpress.com/) que hoy por hoy tiene más de 300visitas diarias. Allí recibo comentarios y correos electrónicos todos los días, en los que mujeres de todo el mundo me escriben agradeciéndome por poner la información a su alcance. Muchas me dicen que leen las historias y reviven su propia historia. Otras me dicen

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Cuidado con el DIU de cobre! | Florencia Kot Hansen

para tantas mujeres. Sin embargo, creo que todas tenemos que les salvé la vida. Después armé un grupo Yahoo en inderecho a tomar una decisión informada, todas debemos glés, que hoy tiene más de 1400 mujeres que pasaron por la saber qué riesgos estamos asumiendo a la hora de optar por misma situación, la misma historia una y otra vez un anticonceptivo y evaluar si realmente vale la pena. Esto (https://groups.yahoo.com/neo/groups/copperiuddetox/ está reflejado en el punto 9 de la declaración de derechos info). Este grupo me ayudó a no sentirme tan sola. Escuchar sexuales y reproductivos de 1997: todos tenemos derechos el relato de mujeres que estaban pasando por lo mismo, me a la información basada en el conocimiento científico hacía sentir acompañada. Juntas buscamos respuestas a lo 5 que nos había pasado y a lo que vivimos .En el caso del DIU de cobre, sucede una vez que nos sacamos el dispositivo algo peor que una falta de información: Los juicios a los porque ahí recién empieza el camino para te dicen algo que es incorrecto. Muchas anticonceptivos se volver a la normalidad. Según los expermujeres recurren a este método porque multiplican por el tos, lleva un tiempo volver a la normalidad no quieren experimentar el desarreglo que mundo. porque el cuerpo debe eliminar el exceso generan los anticonceptivos hormonales y de cobre en el organismo y, en el proceso, terminan viviendo cuadros muy similares Miles de vidas se pueden revivir síntomas que tuviste con porque el DIU de cobre impacta en la dañadas, algunas el DIU. Según Rick Fischer, recuperar el producción hormonal. para siempre, por equilibrio puede tardar entre 6 meses y Poner en cuestionamiento los métodos no querer quedar unos años 3. anticonceptivos no implica negar su valor Recomienda también hacerse un anápráctico sino que deja espacio para que los embarazadas. Yo lisis de pelo que es donde se puede ver cuerpos hablen y nos cuenten qué les está estuve ahí. Como el impacto del cobre en el organismo y pasando. madre de dos, con gracias a ello se arma un programa de Los juicios a los anticonceptivos se uno de ellos recién suplementos para suplir las deficiencias multiplican por el mundo 6. Miles de vide nutrientes y ayudar al cuerpo a desdas dañadas, algunas para siempre, por no nacido, lo último intoxicarse 4. Muchas mujeres optan por que quería era tener querer quedar embarazadas. Yo estuve ahí. este camino, otras, cansadas del bombarComo madre de dos, con uno de ellos reotro hijo. deo con cosas externas, deciden no hacer cién nacido, lo último que quería era tener más nada y esperar a que de a poco, todo vuelva a la normaotro hijo. Busqué información sobre métodos anticonceptilidad. Te recomiendan yoga, enemas de café, dieta rica en vos, pero no encontré toda la verdad. Mi deseo es que esto cinc, saunas con rayos infra rojos, etc. no le suceda a otra mujer.

Como mujer y como feminista, me resulta doloroso «emY para que esto no suceda hay mucho trabajo por hacer. barrarle la cancha» a un método anticonceptivo tan eficaz Por un lado, hay que profundizar el seguimiento de los anti-

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Irene Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO II

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Mujeres al frente de la organización popular

Autoras Danila Suárez Tomé El feminismo: una revolución del pensamiento

María Higonet Todo comenzó en La Pampa

Ingrid Beck #NiUnaMenos

Luciana Peker Artículo de interés. Paro de Mujeres. Nota para Página 12- Las 12

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CAPÍTULO II Mujeres al frente de la organización popular

El feminismo: una revolución del pensamiento Danila SuáreTomé | Integrante de Economía Femini(s)ta

El feminismo es uno de los movimientos políticos más

Muchas mujeres que padecemos la opresión sexista pafuertes del mundo y tiene, como sabemos, muchas formas triarcal, por lo general nos vemos obligadas a aprender a trade manifestarse. Abordar el feminismo desde la perspectiva vés del dolor y la violencia. Desde los micromachismos hasta del conocimiento es un foco de análisis central, así como, a los casos extremos de violencia de género como los femicila inversa, analizar el conocimiento desde el feminismo nos dios, aprendemos que la sociedad es desigual literalmente a permite revisar la historia de la producción del conocimienfuerza de insultos, golpes, abusos, violaciones o muertes. No to de modo crítico. Como dice Diana Maffía, para ser fenecesitamos que ningún texto nos enseñe lo que vivimos a ministas sólo tenemos que poder percibir que las mujeres se diario. Nos volvemos feministas por la fuerza de defender encuentran en desventaja sea cual fuere la el derecho de ser consideradas personas. Y variable de análisis que tomemos, consiallí comienza un aprendizaje duro, sí, pero Ser feminista te derar que eso es injusto y actuar en consetambién muy enriquecedor. permite aprender a El movimiento feminista es uno de los cuencia para poder revertir esa injusticia.

Percibir esta desigualdad es, sin dudas, ya escuchar y nutrirte espacios que más se prestan al descentraalgo bastante complejo. de las subjetividades y a la consde las experiencias miento Nuestra sociedad está construida en trucción de una comunidad en la que y saberes con base al punto de vista del varón hegemódebemos aprender de las experiencias y salos que jamás nico e incluso las herramientas concepberes de las otras para poder comprender tuales que tuvimos para analizarla han cabalmente qué es lo que nos está pasando pensaste que respondido, tradicionalmente, a una depodemos hacer para solucionarlo. Si podías tener algún yelqué cisión de perpetuar este punto de vista. sistema patriarcal está estructurado de tipo de relación.

El mundo y su representación son andromodo en que no todos logremos ver los céntricos y sexistas desde su origen y todo privilegios de algunas personas frente a la confluye a ayudar a ocultarlo. Por lo tanto, la percepción discriminación de otras, el feminismo nos invita a abrir los de esta desigualdad, el primer paso para poder empezar a ojos a todo lo que se oculta. El feminismo no es un movipensar de modo feminista, implica algo viejo que tenemos miento homogéneo, ni en sus creencias ni en su composique desaprender, la mirada tradicional, y algo nuevo que ción: es un espacio de intersección. El feminismo nos abre la tenemos que aprender, la mirada feminista. Esta mirada es posibilidad de aprender de las experiencias de todos los otros feminista y no femenina: no es la idea del feminismo invertir grupos de personas que, de haber seguido en nuestra decalos términos del sexismo patriarcal, según los cuales todo lo dente esfera personal, no hubiéramos tenido noticia. masculino es superior a lo femenino. El feminismo no es Ser feminista te permite aprender a escuchar y nutrirte de sexismo al revés. Muy por el contrario, el feminismo busca las experiencias y saberes con los que jamás pensaste que podesarticular por completo la dinámica sexista de la sociedad. días tener algún tipo de relación. Aprendés que tenés que es-

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El feminismo: una revolución del pensamiento | Danila SuáreTomé

El feminismo, además de un poderoso movimiento político, es un poderoso espacio de (re)educación. Cuando reeducamos el ojo para que desaprenda aquello que fue aprendido desde la mirada masculina hegemónica, logramos ver que las mujeres históricamente no hemos sido consideradas capaces de producir conocimiento, que se nos ha expulsado de la esfera del pensar. cuchar respetuosamente las experiencias de todas esas personas que viven en su cuerpo cosas que vos no. Aprendés que muchas veces hay que correrse del centro y acompañar.

Aprendés de respeto y empatía, cualidades muy foráneas a las instituciones que nos forman desde chicas. Aprendés qué significa pedir en concreto, y no en abstracto, equidad y justicia.

El feminismo también es un espacio de obtención de conocimiento: aprendés de agricultura, de economía, de política, de sociología, de historia, de educación, de lo que se te ocurra. Cuando empezás a formar redes y tejer lazos con otras feministas y te interiorizás en lo que producen, escuchás lo que dicen, participás de los espacios que abren, el conocimiento empieza a circular de una manera comunitaria, fluida y fructífera. Es una puerta a otras lecturas, a otros universos. Entre feministas nos leemos, nos escuchamos, aprendemos de las otras para poder entender los contextos y experiencias de cada una de nosotras, que luchamos por lo mismo pero somos ricamente distintas.

El feminismo, además de un poderoso movimiento político, es un poderoso espacio de (re)educación. Cuando reeducamos el ojo para que desaprenda aquello que fue aprendido desde la mirada masculina hegemónica, logramos ver que las mujeres históricamente no hemos sido consideradas capaces de producir conocimiento, que se nos ha expulsado de la esfera del pensar. Captar la profunda injusticia que significa esta discriminación, nos impulsa a tomar el pensamiento por las riendas y reinventarlo. El feminismo nos invita a reinventar nuestras prácticas de producción de conocimiento y de aprendizaje, además de nuestras prácticas políticas y éticas. Esto abre un campo enorme de posibilidades jamás pensadas cuando se creyó, erróneamente, que llegado el siglo

XXI ya estaba todo dicho. El feminismo nos viene a mostrar que a muchas personas no nos fue permitido ni pensar ni decir, que no nos fue permitido entrar en ningún corpus ni reflejar nuestras preocupaciones y experiencias en los grandes temas de la humanidad y, gracias a eso, el feminismo nos viene a enseñar que tenemos la posibilidad de transformar la manera en que concebimos el conocimiento, su producción y su circulación para que nos incluya a todas y a todos y no solo a unos pocos.

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CAPÍTULO II Mujeres al frente de la organización popular

Paro de Mujeres Nota para

Las 12 Luciana Peker | Artículo de interés

No nos para nadie

Por lo menos el 40 por ciento de las familias argentinas están a cargo de una jefa de hogar. Pero las mujeres ganan, al menos, 22 mil pesos menos al año por ser mujeres. También es más alta la subocupación e informalidad laboral (mayor a la masculina) si tienen trabajo. La desocupación femenina en menores de 29 años llega al 25 por ciento en el Gran Buenos Aires. Las jóvenes conurbanas son las más golpeadas por la economía, con una abismal diferencia con varones adultos y aun con mujeres más grandes, pero ninguna tiene sindicalistas que pidan por su derecho al trabajo digno e igualitario.

El único 10 es para el desempleo El desempleo promedio en la Argentina llegó al 9,3 por ciento. Pero los promedios siempre son engañosos. El enorme problema son las desigualdades. Y las desigualdades de género son notorias. El desempleo femenino escaló al 10,5 por ciento en el (nada bienvenido ni acogedor) segundo semestre. Mientras que la tasa de desocupación de los varones es de 8,5 por ciento, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares, del segundo trimestre del 2016, difundidos por el Indec. La CGT discutía el año pasado el impuesto a las ganancias y ahora un bono de fin de año. Pero la falta de trabajo no se arregla con un empujón para la sidra o para raspar la mitad de unas zapatillas o unos zapatitos para chancletear en Reyes. Los representantes sindicales nunca tuvieron en cuenta las demandas para mejorar la cantidad de mujeres en el mercado laboral ni la calidad de sus trabajos. Ese agujero, ahora que el desempleo femenino creció, se convirtió en un desaire que deja sin defensa a las trabajadoras o a quienes quieren serlo.

A la subocupación femenina hay que prepararle la fiesta de 15 La brecha de género también quita sueldo, horas y sueño ya que la tasa de subocupación está en un promedio de 11,2 por ciento, según el INDEC. En la mescolanza se disimula que las mujeres no trabajan todo lo que quieren, necesitan o pueden. Los muchachos sufren una subocupación de 9,2 por ciento y, en cambio, las doñas que no solo no llegan a fin de mes (tampoco a principio) son el 13,9 entre las trabajadoras que malabarean con sueldos insuficientes. El índice de subocupación femenino (quienes trabajan menos de 35 horas involuntariamente y están dispuestas a trabajar más) debería ser un problema. En 1999, los peores registros del menemismo, el promedio fue de 13,7 y se toma como una mancha histórica. Ahora, en cambio, la falta de empleo suficiente no aparece en la agenda política, ni sindical.

Jefas de hogar con menos derechos y menos sueldo En el 40,1 por ciento de las familias las mujeres son jefas de hogar. En realidad esta cifra es engañosa porque, en las encuestas, si hay una pareja el varón suele contestar que es el jefe aunque ella cobre más o él esté desempleado o si los dos contribuyen a pagar la cuentas. Por eso, las que declaran ser jefas de hogar son las que están solas, separadas o a cargo de tutti lo que hay que desembolsar, hacer, limpiar y mantener con solo dos manos. La cifra es alta si, además, se cruza con que las jefas de hogar son las que más sufren el desempleo, la informalidad y la brecha salarial.

Esto es un asalto: 22 mil pesos menos por ser mujeres El promedio de la brecha de género en la Argentina es de 27,2 por ciento y es una de las tajadas más altas de Latinoa-

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Paro de mujeres | Luciana Pecker

En la Argentina la discriminación sexual se cobra un impuesto que no se reclama pero que ajusta los bolsillos –o las carteras– de las damas. La diferencia de género es un asalto: las mujeres ganan –por lo menos– 21.264 pesos menos que los varones por ser mujeres.

mérica. Del peaje de género que le cobra un impuesto invisible a las trabajadoras por ser mujeres –sin que casi nadie reclame por ese cobro a las no ganancias femeninas– no se salva ninguna.

En la Argentina la discriminación sexual se cobra un impuesto que no se reclama pero que ajusta los bolsillos –o las carteras– de las damas. La diferencia de género es un asalto: las mujeres ganan –por lo menos– 21.264 pesos menos que los varones por ser mujeres. El salario promedio (tanto de empleados/as formales e informales) era de 7.425 pesos en el segundo trimestre del 2015. Pero en los bolsillos de los caballeros entra mucho más que en la cartera de las damas (y no es porque sean caras o lleven muchas cosas). Ya que los varones reciben un promedio de 8.200 pesos y las mujeres de 6.428 pesos. La diferencia era, el año pasado, de 1772 pesos (mucho más alta, en realidad, con un fuerte impacto de la inflación) por mes y de 21.264 pesos anuales.

Ellas limpian, pero no están blanqueadas A mayor desempleo, mayor informalidad. Por lo que las últimas estadísticas, seguramente, se ven aumentadas. Pero, hasta el 2014, entre las mujeres la informalidad alcanzaba al 36,4 por ciento de las trabajadoras, mientras que entre los varones afectaba al 32,9 por ciento de los asalariados. La mayor razón de la informalidad femenina es la clandestinidad del empleo de trabajadoras del hogar, que tienen más derechos, pero que no se cumplen, sin reclamos sindicales para que se hagan campañas para blanquear a las empleadas domésticas. La tasa de informalidad en trabajo doméstico alcanza al 80 por ciento de las 1.100.000 trabajadoras, 99 por ciento por ciento mujeres.

El 25 por ciento de las jóvenes bonaerenses está desocupada Joven argentina: si tienes entre 14 y 29 años y vivís en el Gran Buenos Aires sufrís un 25 por ciento de desempleo y tenés cinco veces menos posibilidades de cobrar un sueldo que si sos varón y tenés entre 30 y 64 años. Las conurbanas son, claramente, las más perjudicadas por la actual coyuntura económica según el informe “Mercado de trabajo, indicadores socieconómicos”, del segundo trimestre del 2016, difundido por el Indec el 18 de octubre del 2016, con datos de la Encuesta Permanente de Hogares.

El desempleo juvenil promedio es de 18,9 por ciento. Pero la falta de trabajo de las chicas menores de 30 años llega al 22,3 por ciento de la población con picos de 25 en el Gran Buenos Aires, de 22,7 en la zona pampeana y de 23,7 en los mayores conglomerados urbanos como Gran Rosario, Gran Mendoza o Gran Tucumán. Los varones jóvenes también sufren más el desempleo que los mayores. Pero el desempleo juvenil masculino es de 16,6 por ciento y el femenino de 22,3. La diferencia de seis puntos entre chicos y chicas marca una brecha de género enorme entre pibas y pibes que buscan trabajo y no logran ganarse su pan o su celular. El Indec difundió esas cifras el 23 de agosto pasado. Después de pedidos de Economía Feminista y Las/12 y, un día antes del paro de mujeres, se dio a conocer el talón de aquiles de la economía argentina: las pibas bonaerenses. La falta de posibilidades afecta muy fuertemente a las mujeres más jóvenes y muestra una disparidad enorme en momentos donde se discute la paridad política pero la paridad laboral retrocede muchas fichas.

La falta de lianas para avanzar a un mejor futuro es una enorme deuda pendiente. En el 2013 el desempleo promedio era del 6,4 por ciento (ahora de 9,3) y, sin embargo, el desempleo

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CAPÍTULO II Mujeres al frente de la organización popular

juvenil femenino llegaba al 16,2 por ciento como señalaba la nota “El género del dinero”, publicada en Las/12, el 25 de abril del 2014, con datos de la Encuesta Permanente de Hogares publicados por el Ministerio de Trabajo. No es un problema nuevo la falta de horizontes. Pero, ahora, se acentuó a niveles muy preocupantes: la falta de trabajo para las jóvenes pasó del 16,2 al 22,3 por ciento. El aumento de 6 puntos de desempleo entre las pibas más vulnerables tiene que ser una alarma que no deje de sonar hasta que se encuentren soluciones.

Las mujeres pierden por la falta de representación sindical La diferencia entre varones y mujeres es alta, pero se agrava por una representación sindical con bajísima participación de mujeres y, por lo tanto, que no reclama políticas laborales con perspectiva de género para frenar la falta de trabajo, el disciplinamiento que genera la necesidad laboral, el acoso sexual, la desigualdad salarial entre varones y mujeres y la falta de licencias parentales.

Los sindicatos tendrían que pedir políticas públicas y negociar, en cada paritaria, mejores condiciones laborales para conciliar la vida laboral y familiar. No lo hicieron. No lo hacen. No está en sus planes hacerlo. Eso no solo implica un fracaso en lo que no se da, sino en lo que ni siquiera se pide.

“En la Argentina llama la atención que en el marco de paritarias el cuidado no sea relevante. No toma ni tres minutos al final de una negociación, a pesar de que la cobertura de las negociaciones colectivas equivale al cuarenta por ciento de asalariadas/ os y treinta por ciento de la fuerza laboral, según la investigación “Trabajo decente y corresponsabilidad en los cuidados en Argentina”, de Carina Lupica.

“En la Argentina llama la atención que en el marco de paritarias el cuidado no sea relevante. No toma ni tres minutos al final de una negociación, a pesar de que la cobertura de las negociaciones colectivas equivale al cuarenta por ciento de asalariadas/os y treinta por ciento de la fuerza laboral, según la investigación “Trabajo decente y corresponsabilidad en los cuidados en Argentina”, de Carina Lupica.

“Sorprende que teniendo ese instrumento tan poderoso de negociación colectiva esta parte del mundo laboral no demande, por ejemplo, que la licencia deje de ser subsidio y cuente para la previsión social, licencias extendidas (y no la excedencia no remunerada que además deja a la trabajadora en una negociación desigual) y que no planteen de manera más beligerante las salas cuna y la atención de cuidados cuando terminan las licencias. En muchas de las centrales sindicales hay pedidos, pero no dejan de ser voces marginales preocupadas por problemas que afectan a las mujeres”, resalta el desaprovechamiento de las paritarias Juliana Martínez Franzoni, doctora en Sociología e integrante del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica en una investigación sobre políticas de conciliación entre vida familiar y laboral en Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y Costa Rica.

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pítulo a c e t s e e r s sob Reflexione

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Yolanda Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO III

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Ser quien quieras ser.

Identidad de Género

Autoras Jimena Granados Lohana Berkins, una vida por el derecho a la diversidad

Vicky Liendro El TRANSitar: Travestis, Transexuales y transgenero en la Ciudad de Salta 2016

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CAPÍTULO III Ser quien quieras ser. Identidad de Género

Lohana Berkins, una vida por el derecho a la diversidad Jimena Granados | Historia en tercera persona

" Muchos son los triunfos que obtuvimos en estos años. Aho-

ra es tiempo de resistir, de luchar por su continuidad. El tiempo de la revolución es ahora, porque a la cárcel no volvemos nunca más. Estoy convencida de que el motor de cambio es el amor. El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo. Todos los golpes y el desprecio que sufrí, no se comparan con el amor infinito que me rodea en estos momentos. Furia Travesti Siempre. Un abrazo».

Con estas palabras Lohana Berkins dio por terminada una lucha personal por el derecho a la identidad de género que había comenzado a los 13 años, cuando su papá la echó de su casa y le pidió que volviera cuando fuera «bien hombre». Así finalizaba la carta de despedida que redactó en una habitación del Hospital Italiano de Buenos Aires el cuatro de febrero de 2016, un día antes de morir.

Lohana Berkins nació en 1965 en la localidad de Pocitos, al norte de Salta, pero vivió la mayor parte de su vida en Buenos Aires, donde se convirtió en una pionera en la pelea contra la discriminación y a favor de la igualdad.

En 2010 formó un frente nacional de organizaciones sociales que impulsó un proyecto para garantizar el respeto a la identidad de género. La iniciativa finalmente se convirtió en la ley 26.743, aprobada en mayo de 2012 en el Congreso de la Nación.

La norma permitió cambiar de nombre y DNI por cuestiones de identidad de género con solo manifestar la voluntad de hacerlo y marcó un momento fundamental en la historia de la lucha por los derechos humanos en el país.

Expulsada de Salta por la discriminación, Lohana había logrado, sin embargo, reconciliarse con la provincia y con sus orígenes. Incluso había conseguido recuperar la relación con su padre sin renunciar a su identidad de género.

Fue hija de un trabajador petrolero de Mosconi que a veces hasta cuestionaba su forma de jugar porque no era la que esperaba de un varón, y una madre que validaba los cuestionamientos de su esposo con el silencio.

Después de que le prohibieran vestirse como mujer, Lohana decidió irse, pensando en que sus padres la iban a buscar. «Sigo esperando hasta el día de hoy», dijo, cuando ya era conocida por sus logros en lo nacional.

Su necesidad de encontrar respeto a la diversidad había comenzado en sus primeros años, en una provincia conservadora que seguramente logró fortalecer su resistencia.

En un breve documental sobre su vida que realizó el canal Encuentro ella explicaba que cuando era chica sentía que había existido «un error de la genética» y que en algún momento, de alguna, forma se tenía que corregir.

Lohana se mudó a Salta capital a los 13 años y antes de los 18 años se radicó en Buenos Aires, donde trabajó en un cabaré y fue encontrando amigas y coprovincianas. «La lucha comienza cuando una es chica y todos en la escuela y en la sociedad intentan reconducirte. Ahí empezó todo. Después vino la lucha colectiva, o política, en mi caso», declaró en una entrevista que transmitió en marzo de 2013 el canal Encuentro.

«No soy varón ni mujer. Soy travesti. Soy salteña, negra, periférica y de origen boliviano... El concepto de travestismo es revolucionario porque rompe con la linealidad de varón/mujer o sexo/género…», agregó.

En ese programa, que hablaba de inclusión, ella volvió a aprovechar para explicar que ser mujer no tiene que ver con la genitalidad sino con una construcción mucho más amplia de la identidad, una idea que se preocupaba por transmitir siempre.

«Soñaba con volver a Salta, pese a que había hecho su vida en Buenos Aires. Venía cada vez que podía. Aprovechaba cuando

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Lohana Berkins, una vida por el derecho a la diversidad | Jimena Granados

la invitaban a jornadas o seminarios para visitarnos. La última vez que vino fue en agosto de 2015. Siempre viajaba en esa época para estar en la fiesta de la Virgen de Urkupiña, de la que era muy devota», cuenta Ana Cruz, sobrina de Lohana y una de las personas que la cuidó en la última etapa de la enfermedad que sufría.

mujeres trans en el evento nacional: un logro que sin dudas también tenía mucho que ver con ella.

Lo que para Lohana comenzó como una reivindicación personal, no tardó en convertirse en una lucha colectiva por la igualdad y por los derechos humanos en general.

En 1994 fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti, institución desde la cual abriría su camino contra la Empezar a decidir discriminación. Ese fue uno de los pasos A partir de la ley de identidad de género, más importantes para gran parte de lo que «No soy varón ni las personas que quieren modificar sus después. mujer. Soy travesti. vendría documentos por su identidad de género «Nunca la escuchamos quejarse por su Soy salteña, negra, enfermedad. Hasta poco antes de irse estapueden hacerlo con un trámite sencillo en periférica y de un registro civil y ya no necesitan iniciar el ba trabajando, tan enérgica como siempre complejo proceso judicial que se requería y de muy buen humor», recuerda su sobriorigen boliviano... antes en estos casos. na.

El concepto de Pero además, la ley implicó que se respetaAna cree que la familia terminó de ditravestismo es ra la identidad y el nombre elegido por las mensionar lo que había significado el trarevolucionario mujeres travestis en las instituciones públibajo de Lohana para el país cuando falleció. cas donde estudien, trabajen o se acerquen porque rompe con Las expresiones de agradecimiento, tristeza a hacer un trámite o tratamiento de salud. y compromiso por continuar con su tarea la linealidad de Con frecuencia, Lohana mencionaba que siguen llegando cuando ya pasó casi un año varón/mujer o sexo/ desde su muerte la ley de identidad de género de Argentina género…», agregó. era «la mejor» que existía. Sin embargo, le «Pese a todo lo que ella había sufrido, en preocupaba la aplicación integral de la norsu vida no dejaba espacio para sentir renma en los diferentes puntos del país. cor. Siempre nos hablaba de la importancia En 2014, en el Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó del amor. Era muy alegre y optimista», asegura Ana. en Salta, reclamó que se respete el artículo 11 de la ley 26.743, que garantiza el acceso gratuito a tratamientos hormonales y La base de la igualdad quirúrgicos para adaptar el cuerpo a la identidad de género La preocupación por el acceso al empleo digno fue uno de los autopercibida. «Hoy las principales demandas son educación, motores de Lohana. En 2008 creó una cooperativa textil para salud, trabajo y vivienda», dijo, en uno de los primeros tallecapacitar y dar una salida a mujeres trans excluidas del mercares organizados específicamente para tratar problemas de las do laboral en Buenos Aires.

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CAPÍTULO I El cambio que está ocurriendo, aquí y ahora

Ejerciendo posiciones en liderazgo no se puede ignorar la diferencia de géneros en nuestra economía actual y la falta de valorización de nuestras virtudes y sensibilidades como mujeres», sentencia.

las mujeres trabajadoras nunca hayan tenido los derechos, oportunidades y beneficios que los hombres, tradicionalmente, han tenido.

De hecho, lo plantea en su libro en tono conciliador y actitud amigable. Pensarlo así genera una enorme empatía.

Según explica, como el logro de una efectiva igualdad de oportunidades y equiparación de papeles no es una tarea excluyente de las mujeres, necesitamos incorporar a los hombres en el proceso. Y además, debemos contar con mujeres que faciliten el acceso de otras mujeres al poder, mujeres que puedan generar cambios, actuando como agentes de cambio, generando políticas más equitativas, justas, empresas familiarmente responsables, pues también se debe mencionar que cuanto más participación de la mujer hay en la vida pública, más participación del hombre en la vida privada.

El camino que había emprendido hacia un liderazgo transformador y consciente, la revelación de la influencia del feminismo en su vida y en la de todas las mujeres del mundo, impulsó a María Gabriela a escribir su libro. «No solo para empoderarnos e instar al auto empoderamiento, sino para contarles sobre un movimiento al que le debemos todo nuestro respeto», resume.

Y es que, en opinión de María Gabriela, al feminismo se le debe tener el mayor respeto que se pueda tener sobre un movimiento social que está defendiendo justamente nuestros derechos.

Y, a los hombres, los exhorta a sumarse, «porque mientras mayor es la participación de la mujer en los espacios públicos, mayor es la participación del hombre en el espacio privado. Cuanto más mujeres conscientes, más hombres conscientes y apoyando proactivamente».

Habiendo meditado sobre estas cuestiones, María Ga-

briela continúa en su libro (y en su vida) el camino que había emprendido para convertir su liderazgo femenino en uno transformador y consciente. Ahora debía sumar compromiso.

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pĂ­tulo a c e t s e e r s sob Reflexione

Irene Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO II

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Mujeres al frente de la organización popular

Autoras Danila Suárez Tomé El feminismo: una revolución del pensamiento

María Higonet Todo comenzó en La Pampa

Ingrid Beck #NiUnaMenos

Luciana Peker Artículo de interés. Paro de Mujeres. Nota para Página 12- Las 12

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CAPÍTULO II Mujeres al frente de la organización popular

El feminismo: una revolución del pensamiento Danila SuáreTomé | Integrante de Economía Femini(s)ta

El feminismo es uno de los movimientos políticos más

Muchas mujeres que padecemos la opresión sexista pafuertes del mundo y tiene, como sabemos, muchas formas triarcal, por lo general nos vemos obligadas a aprender a trade manifestarse. Abordar el feminismo desde la perspectiva vés del dolor y la violencia. Desde los micromachismos hasta del conocimiento es un foco de análisis central, así como, a los casos extremos de violencia de género como los femicila inversa, analizar el conocimiento desde el feminismo nos dios, aprendemos que la sociedad es desigual literalmente a permite revisar la historia de la producción del conocimienfuerza de insultos, golpes, abusos, violaciones o muertes. No to de modo crítico. Como dice Diana Maffía, para ser fenecesitamos que ningún texto nos enseñe lo que vivimos a ministas sólo tenemos que poder percibir que las mujeres se diario. Nos volvemos feministas por la fuerza de defender encuentran en desventaja sea cual fuere la el derecho de ser consideradas personas. Y variable de análisis que tomemos, consiallí comienza un aprendizaje duro, sí, pero Ser feminista te derar que eso es injusto y actuar en consetambién muy enriquecedor. permite aprender a El movimiento feminista es uno de los cuencia para poder revertir esa injusticia.

Percibir esta desigualdad es, sin dudas, ya escuchar y nutrirte espacios que más se prestan al descentraalgo bastante complejo. de las subjetividades y a la consde las experiencias miento Nuestra sociedad está construida en trucción de una comunidad en la que y saberes con base al punto de vista del varón hegemódebemos aprender de las experiencias y salos que jamás nico e incluso las herramientas concepberes de las otras para poder comprender tuales que tuvimos para analizarla han cabalmente qué es lo que nos está pasando pensaste que respondido, tradicionalmente, a una depodemos hacer para solucionarlo. Si podías tener algún yelqué cisión de perpetuar este punto de vista. sistema patriarcal está estructurado de tipo de relación.

El mundo y su representación son andromodo en que no todos logremos ver los céntricos y sexistas desde su origen y todo privilegios de algunas personas frente a la confluye a ayudar a ocultarlo. Por lo tanto, la percepción discriminación de otras, el feminismo nos invita a abrir los de esta desigualdad, el primer paso para poder empezar a ojos a todo lo que se oculta. El feminismo no es un movipensar de modo feminista, implica algo viejo que tenemos miento homogéneo, ni en sus creencias ni en su composique desaprender, la mirada tradicional, y algo nuevo que ción: es un espacio de intersección. El feminismo nos abre la tenemos que aprender, la mirada feminista. Esta mirada es posibilidad de aprender de las experiencias de todos los otros feminista y no femenina: no es la idea del feminismo invertir grupos de personas que, de haber seguido en nuestra decalos términos del sexismo patriarcal, según los cuales todo lo dente esfera personal, no hubiéramos tenido noticia. masculino es superior a lo femenino. El feminismo no es Ser feminista te permite aprender a escuchar y nutrirte de sexismo al revés. Muy por el contrario, el feminismo busca las experiencias y saberes con los que jamás pensaste que podesarticular por completo la dinámica sexista de la sociedad. días tener algún tipo de relación. Aprendés que tenés que es-

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El feminismo: una revolución del pensamiento | Danila SuáreTomé

El feminismo, además de un poderoso movimiento político, es un poderoso espacio de (re)educación. Cuando reeducamos el ojo para que desaprenda aquello que fue aprendido desde la mirada masculina hegemónica, logramos ver que las mujeres históricamente no hemos sido consideradas capaces de producir conocimiento, que se nos ha expulsado de la esfera del pensar. cuchar respetuosamente las experiencias de todas esas personas que viven en su cuerpo cosas que vos no. Aprendés que muchas veces hay que correrse del centro y acompañar.

Aprendés de respeto y empatía, cualidades muy foráneas a las instituciones que nos forman desde chicas. Aprendés qué significa pedir en concreto, y no en abstracto, equidad y justicia.

El feminismo también es un espacio de obtención de conocimiento: aprendés de agricultura, de economía, de política, de sociología, de historia, de educación, de lo que se te ocurra. Cuando empezás a formar redes y tejer lazos con otras feministas y te interiorizás en lo que producen, escuchás lo que dicen, participás de los espacios que abren, el conocimiento empieza a circular de una manera comunitaria, fluida y fructífera. Es una puerta a otras lecturas, a otros universos. Entre feministas nos leemos, nos escuchamos, aprendemos de las otras para poder entender los contextos y experiencias de cada una de nosotras, que luchamos por lo mismo pero somos ricamente distintas.

El feminismo, además de un poderoso movimiento político, es un poderoso espacio de (re)educación. Cuando reeducamos el ojo para que desaprenda aquello que fue aprendido desde la mirada masculina hegemónica, logramos ver que las mujeres históricamente no hemos sido consideradas capaces de producir conocimiento, que se nos ha expulsado de la esfera del pensar. Captar la profunda injusticia que significa esta discriminación, nos impulsa a tomar el pensamiento por las riendas y reinventarlo. El feminismo nos invita a reinventar nuestras prácticas de producción de conocimiento y de aprendizaje, además de nuestras prácticas políticas y éticas. Esto abre un campo enorme de posibilidades jamás pensadas cuando se creyó, erróneamente, que llegado el siglo

XXI ya estaba todo dicho. El feminismo nos viene a mostrar que a muchas personas no nos fue permitido ni pensar ni decir, que no nos fue permitido entrar en ningún corpus ni reflejar nuestras preocupaciones y experiencias en los grandes temas de la humanidad y, gracias a eso, el feminismo nos viene a enseñar que tenemos la posibilidad de transformar la manera en que concebimos el conocimiento, su producción y su circulación para que nos incluya a todas y a todos y no solo a unos pocos.

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CAPÍTULO II Mujeres al frente de la organización popular

Todo comenzó en La Pampa María Higonet | Historia de Lucy de Cornelis: Movimiento de mujeres Agropecuarias

La cita es a las 17 h, pero no hay un té

servido sino un buen mate amargo. El mate de calabaza, de las largas charlas, de los amaneceres en el campo, aquel que nos espera cuando ya comienza a entrar el sol y se suelta el recuento del día. Ese que tan amablemente me extiende Lucy comenzando a lo que las dos sabemos va a ser una larga charla de momentos buenos y otros no tantos, de anécdotas y ejemplos. Yo estoy ávida de escucharlos.

La cita, es con Lucy de Cornelis, una mujer de estatura diminuta pero que se agiganta a medida que uno más conoce la historia de su vida y descubre que fue ella la presidenta del Movimiento de Mujeres Agropecuarias en Lucha, un grupo de mujeres que marcó un hito en la historia de nuestra pampa.

Sentada en su comedor luce muy bien sus 70 años; arreglada y elegante con su blusa floreada su mirada es firme, pero transmite la paz que sienten los que saben que su vida no ha pasado en vano. Desde el ventanal grande se pueden ver sus plantas. Hay muchas de ellas y no puedo dejar de pensar que son sus manos las que siguen necesitando sentir ese contacto con la tierra. Puedo imaginármela más de una tarde perdida entre sus macetas recordando el trabajo en aquella que supo ser su chacra y que dio origen a esta historia

Eran tiempos difíciles para el campo y el clima tampoco acompañaba mucho. El agua, que siempre es poca y ansiada en esta provincia, hacía sentir su falta. La necesidad y las esperanzas siempre latentes de una buena cosecha llevaron a Lucy y su marido a acercarse al banco de la provincia a solicitar un crédito que le permitiera sembrar y recolectar la cosecha del dorado trigo y también poder comprar el tractor necesario.

Corrían los años 90 y la familia Cornelis compuesta por Emilio, Lucy y sus cuatros hijos, vivían en Winifreda, una localidad de pocos menos de 3000 habitantes situada a solo 50 km al norte de la capital de la provincia de La Pampa, sin lujos y con la humildad que otorga el compromiso con el trabajo.

Eran tiempos difíciles para el campo y el clima tampoco acompañaba mucho.

El agua, que siempre es poca y ansiada en esta provincia, hacía sentir su falta. La necesidad y las esperanzas siempre latentes de una buena cosecha llevaron a Lucy y su marido a acercarse al banco de la provincia a solicitar un crédito que le permitiera sembrar y recolectar la cosecha del dorado trigo y también poder comprar el tractor necesario.

Como ya mencioné eran momentos económicos complicados para quienes vivían de pocas hectáreas, los insumos subían y los precios de la cosecha bajaban estrepitosamente, haciendo imposible cumplir con las obligaciones contraídas con los bancos. Fue así que a pocos años con los intereses, los recálcalos y las refinanciaciones ya debían más de diez veces lo que habían sacado y el equivalente a diez tractores.

En mayo de 1995 llego la tan temida noticia, la bandera de remate rozaría su

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Todo comenzó en La Pampa | María Higonet

Me cuenta que la pregunta clave fue ¿Qué hacemos?, la respuesta le fue inesperada: «hagamos una asamblea». «Yo no tenía idea que era una asamblea pero le pedí a una de mis hijas que me alcance una bandera y el himno nacional».

cara, les venían a informar que les embargaban todo.

El mate se vuelve más amargo y Lucy recuerda la mirada opacada de Emilio, la tristeza que lo embargaba. «Esa noche no podía dormir» recuerda Lucy y agrega «Cómo entender que de un momento a otro podías deber tanto. ¡Cómo podían ser esos números! Lo primero que abrace fueron los cuadros de mis hijos, ellos estaban estudiando, me sentía sola, pero algo me dijo “vos podes, tenés que poder”».

A la mañana siguiente sintió el impulso de ir a la radio de la localidad y contar lo que le estaba pasando. Lucy sabía que todos los que iban a escucharla la conocían, «Winifreda es un pueblo chico todo se comenta pero no me importo» recordaba ella mientras terminaba otro mate. Ella no podía quedarse de brazos cruzados; el «vos podes» le seguía retumbando en su interior.

Al otro día fue la radio de una localidad vecina a la que le intereso que cuente su realidad y luego a la radio del campo como la llamaban.

Casi sin pensarlo las llamadas de mujeres comenzaron a irrumpir en el silencio del hogar de los Cornelis. Y las historias se repetían. Mujeres de distintos lugares sentían que tampoco iban a cruzarse de brazos y querían juntarse; necesitaban hacerlo. «No es lo mismo cuando ya no estás sola» afirma Lucy.

Me cuenta que la pregunta clave fue ¿Qué hacemos?, la respuesta le fue inesperada: «hagamos una asamblea». «Yo no tenía idea que era una asamblea pero le pedí a una de mis hijas que me alcance una bandera y el himno nacional».

Fue así que el 3 de junio de 1995 se juntaron en Winifreda 300 mujeres de distintos rincones de la provincia unidas por la misma angustia, pero sintiendo las mismas ganas de enfrentar el problema y buscando alguna solución. Nacía en La

Pampa el Movimiento de Mujeres Agropecuarias en Lucha.

«Decidimos que a partir de ese momento no íbamos a dejar que a ninguno se le sacara un pedazo de tierra más ni ninguna herramienta», narra. De esa reunión surgió un primer petitorio de ocho puntos que le alcanzaron al entonces gobernador de la provincia doctor Rubén H. Marín.

Muchos de los hombres todavía las miraban sin entender.

Sus reclamos y sus luchas trascendieron las fronteras provinciales. Comenzaron a llamar y a querer sumarse mujeres de otras provincias, de otros puntos cardinales del país con distintas producciones, distintas realidades y paisajes pero con el mismo problema: la angustia de ver que iban a perder lo único que tenían, su presente y su futuro.

Para muchas también significaba perder la historia de su vida porque eran las tierras que heredaron de sus padres, eran las tierras y toda la riqueza que soñaban dejarles a sus hijos, era su misma vida en cada grano.

Como ellas decían: «somos simples mujeres que apostamos nuestra existencia y nuestro amor al campo». Mirando a sus maridos que más allá del peso que sentían seguían trabajando la tierra con la misma esperanza se atrevieron a pensar: «Si la tierra produce ese amor en los hombres cómo en nosotras no va a surgir las fuerzas para encontrar la forma de salir adelante».

Ya en la primavera de 1995 unas mil mujeres hicieron la primera asamblea nacional y realizaron un petitorio con más puntos que el primero. Un petitorio más representativo de las dificultades de las distintas regiones. «Ese sí que fue un gran despertar, íbamos a todos lados, veíamos a todos los políticos, tocábamos todas las puertas y hasta hablábamos de hacer una marcha», me cuenta.

Aquellas mujeres encontraron una forma original de hacer

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CAPÍTULO II Mujeres al frente de la organización popular

frente a los remates y hasta los medios ya hablaban de ellas Kirchner, quien muy pronto las llamo a una reunión con en todo el país. Era difícil no sentir su presencia. Alguna la presidenta del Banco Nación. De aquella reunión surcantaban el himno y otras rezaban, con la mirada firme y gió la tan anhelada propuesta: poder pagar todas las hitomadas de la mano enfrentaban cada remate cubiertas con potecas con bajos interese y con plazos muy prudenciales. la misma bandera argentina de su primera asamblea.

No puedo dejar de sonreírme ante el comentario de Lucy: Y llego el día del remate de las propiedades de la fami«Se nos terminó el trabajo». lia Cornelis. Cientos de mujeres decidieron encontrarse, Lucy recuerda que ya su marido estaba muy enfermo y se abrazaron y entonaron el himno con falleció en el 2004. Ya había perdido tanta fuerza que nada de lo que gritaba casi todo: su casa, las herramientas y los Ya no queda el martillero se podía escuchar. Al exanimales, pero sin embargo, no puede agua en la pava, presar «tengo que cumplir con el acto de reconocer todo lo ganado: «Ese pasaron las horas, dejar procesal» una de las mujeres presentes le espacio de mujeres pasó las fronteras del pero no me di respondió: «la tierra se labra arando no país, fue una causa regional» y no deja martillando». El eco de aquella voz aún cuenta. La historia de emocionarse al recordar sus granresuena en nuestra pampa inmensa. des amigas y compañeras de ruta como te llena el alma.

Finalmente, el remate no se pudo reaJoaquina. Reconoce también el apoyo Mujeres en lucha. lizar. A ese como a tantos pudieron derecibido por los medios y por un sin nútenerlo, pero también me recuerda cuantos otros tuvieron mero de mujeres que sin tener una hipoteca que pagar se que presenciar con el dolor de no poder evitarlos. sumaron a la lucha del Movimiento e hicieron propia su Otro lugar emblemático de cita para el Movimiento de causa.

Mujeres fue la Plaza de Mayo. En la continuidad de sus Detiene sus recuerdos y vuelve a decir: «Valió la pena, si reclamos más de 2500 mujeres se encontraron allí con sus tuviera que hacerlo lo haría de nuevo». tractores y al reclamo de la refinanciación de sus deudas se Ya no queda agua en la pava, pasaron las horas, pero no animaron a acercarle al entonces señor presidente Carlos me di cuenta. La historia te llena el alma. Mujeres en lucha.

Menem una serie de propuestas que habían elaborado y Todo empezó en La Pampa, Lucy una simple chacarera. discutido con mucha profundidad desde cada rincón del Ella y cuantas más que lucharon por sus tierras, por el país. Entre ellas, la posibilidad de crear un banco rural, futuro de sus hijos/as, por su hogar. Mujeres que tejieron que identificara sus dificultades. un pedazo más de la historia de nuestra patria. Que pinDe esta manera, incansable y continua el Movimiento taron un pedazo de tierra más de celeste y blanco y nos de Mujeres Agropecuarias logró la suspensión de más de dejaron un legado. Mujeres simples, mujeres argentinas 200 remates. que, como dice Lucy, si tuvieran que hacerlo lo volverían Llego el 2003 y con él la presidencia de Néstor Carlos a hacer.

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CAPÍTULO II Mujeres al frente de la organización popular

#NiUnaMenos Ingrid Beck | Movimiento de Mujeres en Argentina contra la Violencia Machista

Ni Una Menos es un movimiento contra la violencia ma-

de negro. Esta vez, como reacción frente al femicidio de una chista. Lo que ocurrió el 3 de junio de 2015 no fue una reacadolescente en Mar del Plata, violada y torturada por tres ción impotente frente a los femicidios. Fue una movilización hombres. federal y transversal que sirvió para explicar que el femicidio Tres movilizaciones masivas, transversales y federales en es el punto más trágico, visible e irreparable de una cadena, a menos de dos años en defensa de los derechos de las mujeres. veces, invisible de violencias. Fue la expresión de un reclamo Todas las mujeres tuvieron miedo alguna vez solo por camasivo hacia los poderes del Estado para minar por la calle. Esa frase, breve, dicha que las más de 280 muertes violentas de en primera persona, habla de uno de los Todas las mujeres niñas, mujeres y adolescentes que se conprimeros eslabones de la cadena invisible tuvieron miedo taban hasta 2015, no quedaran impunes. de machismos cotidianos. El femicidio, alguna vez solo Un año después, el 3 de junio de 2016, decíamos, es la expresión más visible y la convocatoria en las plazas de todo el fatal de muchas de estas otras formas de por caminar por país volvió a ser masiva. Y el número de violencia más sutiles, con las que niñas y la calle. Esa frase, femicidios no se modificó: en la Argenmujeres conviven diariamente. Y resultan breve, dicha en tina sigue muriendo una mujer cada 30 tan cotidianas que muchas veces no son primera persona, horas solo por ser mujer. percibidas como violencia por las mismas Estas grandes movilizaciones —que mujeres, o son naturalizadas como algo habla de uno recogieron la cosecha de muchos años de «habitual» o «normal» en las relaciones de de los primeros lucha del movimiento de mujeres en la pareja, en los noviazgos o en el trato con eslabones de la Argentina— generaron debates, pregunvarones en distintos ámbitos. Por eso, salir cadena invisible tas, cuestionamientos. Trascendieron las a la calle cada 3 de junio no es suficiente. exigencias sobre las imprescindibles políPara prevenir los femicidios y las formas de machismos ticas públicas para prevenir la violencia y más extremas de violencia machista es imcotidianos. proteger a las víctimas y provocaron que prescindible trabajar en la transformación muchas mujeres necesitaran explicar qué es el machismo. de esta cultura que naturaliza la discriminación, la estigLos 3 de junio de 2015 y 2016 funcionaron, en muchos matización y la subordinación de las mujeres. Dice Natalia sentidos, como acompañamiento a quienes aún no se atreGherardi, de ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y vían a denunciar una situación de violencia, a quienes se Género): «Está la conciencia general acerca de lo inaceptable sentían solas frente a las violencias más trágicas y, también, de la violencia contra las mujeres, pero en general la que se a las que sufren cotidianamente. Igual que el último 19 de rechaza es la más brutal, cuando la mata y la acuchilla. Pero octubre con la masiva convocatoria a un paro de mujeres hay formas de violencia que no son brutales, que son naturacon movilización y la consigna de que todas fueran vestidas lizadas, y que van llevando a esto. Nadie empieza por matar.

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#NiUnaMenos | Ingrid Beck

La primera manifestación de violencia hacia las mujeres en cuales están tipificadas en la ley correspondiente, instituciolas relaciones interpersonales difícilmente sea la muerte. Annes y funcionarios incumplen por omisión las obligaciones a tes que eso hubo otras formas de violencia que denunció o las que se han comprometido. Porque nos tomamos en serio no denunció y que su círculo íntimo consideró inaceptables los derechos humanos y estamos convencidas de ser parte o no: aislarla, degradarla, no permitirle ser económicamente de su universalidad. No banalicemos los conceptos. Esto no independiente, insultarla, humillarla, agredirla sexual, física es una avanzada de las mujeres sobre los varones, sino sobre o verbalmente. Esto va minando la autoel patriarcado como un sistema cruel que estima de la mujer y se va consolidando también los oprime aunque parece darles Generar conciencia, privilegios. Es imposible construir igualun estado de las cosas que parece no esdesnaturalizar, pantar a algunas personas». dad en un sistema que naturaliza sobre las También lo explica la filósofa Diana diferencias sexuales la desigualdad política prevenir, explicar.

Maffia: «La violencia de género se define y de derechos».

Las mujeres por las relaciones desiguales de poder que Generar conciencia, desnaturalizar, prenaturalizan subordinan a las mujeres, y las relaciones venir, explicar. Las mujeres naturalizan situaciones de patriarcales que hacen de las mujeres (y situaciones de violencia machista porque los hijos e hijas) propiedad de los varones violencia machista en la sociedad persiste la idea de la suprey responsables del cuidado y los trabajos macía de lo masculino sobre lo femenino, porque en la domésticos. Cuando una mujer se rebela a la concepción patriarcal, la idea de las musociedad persiste ese lugar, la respuesta es la amenaza, la viojeres como propiedad de los hombres. Y la idea de la lencia y la muerte. El concepto de “femisi las mujeres naturalizan la violencia macidio” es el tenebroso final de esa escalada chista, no la pueden contar, no la verbalisupremacía de lo de violencia. No se trata de un conflicto masculino sobre lo zan, no se defienden. Por eso, es necesario privado entre dos personas, ni tampoco de pensar en herramientas que permitan una femenino, un crimen pasional (como todavía se insistoma de conciencia sobre lo inaceptable te en caracterizarlo). Aunque ocurra en el seno de una pareja de la violencia machista tanto para las mujeres como para o expareja, está basado en una desigualdad sistemática en la los varones. Los hombres violentos o los que naturalizan la que el Estado tiene responsabilidades. Por eso le reclamamos violencia machista tienen que cambiar. Porque este enorme al Estado su intervención, no solo para penalizar al femicida, cambio cultural sobre las relaciones entre hombres y mujeres sino fundamentalmente para evitar los femicidios». no depende solo de las mujeres, sino de todas las personas.

«Hablamos de femicidios», continúa Maffia, «porque saTodo esto es imposible sin políticas públicas. Y las polítibemos que en el largo camino que recorremos las mujeres cas públicas son imposibles sin información. Y, en la Argentropezando con múltiples formas de violencia, muchas de las tina, se desconoce la verdadera dimensión del problema de

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CAPÍTULO II Mujeres al frente de la organización popular

Dice la feminista mexicana Marta Lamas: «Para enfrentar la violencia hay que desnaturalizarla, quitarle la condición de natural y separar lo que es biológico de lo que es histórico, de las identidades construidas socialmente y que desembocan en el racismo, el sexismo y la homofobia».

la violencia machista.

No hay diseño posible de políticas públicas que garanticen el acceso a la justicia, la protección de las víctimas, el ejercicio efectivo del derecho nacional e internacional a vivir una vida libre de violencia, sin la información necesaria sobre la naturaleza del problema, su incidencia en los distintos grupos sociales (teniendo en cuenta variables como la edad, el nivel socioeducativo, el nivel de ingresos, el lugar de residencia), sobre los problemas que enfrentan quienes deciden denunciar y sobre las respuestas del Estado a las víctimas.

Por eso en 2016 iniciamos el ambicioso camino de elaborar un instrumento que funcionara, a la vez, como herramienta de desnaturalización de las violencias contra las mujeres (social, física, psicológica, obstétrica, simbólica, económica, sexual, reproductiva, contra los/as hijos/as) y como indicador de la situación en la que se encuentra la Argentina en relación con estas violencias.

Primero, nos preguntamos: ¿Puede medirse la violencia? ¿Cómo? ¿Cuántas mujeres viven situaciones de violencia machista a lo largo de sus vidas? ¿Cuántas situaciones de violencia machista viven las mujeres a lo largo de sus vidas? ¿Cuántas de esas mujeres buscan ayuda? ¿Cómo funciona la respuesta estatal frente a estos pedidos de ayuda?

A partir de estas preguntas, construimos un cuestionario de 186 preguntas que abarca todos los tipos de violencia machista que viven las mujeres a lo largo de sus vidas.

Diseñamos una campaña en redes sociales que contó con la colaboración completamente desinteresada de cientos de replicadores (artistas, líderes de opinión, y periodistas), recorrimos el país con el título «Argentina Cuenta La Violencia Machista» y convocamos a las mujeres argentinas a completar una encuesta en línea en la página www.contalavio-

lenciamachista.com. Lo planteamos como un cuestionario estructurado, autoadministrado, categorizado con respuestas predeterminadas y completamente anónimo.

El proyecto Argentina Cuenta La Violencia Machista se planteó como herramienta de sensibilización y difusión del problema de la violencia machista en la Argentina.

La campaña Argentina Cuenta La Violencia Machista fue desarrollada sin financiamiento. Solo con la suma de voluntades y la colaboración desinteresada de especialistas, periodistas y voluntarios. La decisión de no depender de ninguna institución, empresa u organismo oficial tiene que ver con garantizar la disponibilidad y la transparencia de la información. Las movilizaciones con la consigna Ni Una Menos fueron un avance de la sociedad civil, esta herramienta también fue concebida en ese sentido.

Por eso, los datos estuvieron disponibles en una base abierta a partir del 25 de noviembre de 2016, Día Internacional de la No Violencia contra la mujer. Es entonces, otro logro de la sociedad civil, que impulsa el monitoreo, la evaluación y la demanda de las obligaciones del Estado.

Dice la feminista mexicana Marta Lamas: «Para enfrentar la violencia hay que desnaturalizarla, quitarle la condición de natural y separar lo que es biológico de lo que es histórico, de las identidades construidas socialmente y que desembocan en el racismo, el sexismo y la homofobia». «Esto es posible», sostiene Lamas, «a través del enfoque de género: combatir desigualdades arcaicas, tomar conciencia de la violencia simbólica, proponer acciones afirmativas que permitan nivelar la situación de hombres y mujeres en los espacios públicos y privados».

Hoy ya no hace falta explicar qué es ni qué significa Ni Una Menos. Falta muchísimo.

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Paro de Mujeres Nota para

Las 12 Luciana Peker | Artículo de interés

No nos para nadie

Por lo menos el 40 por ciento de las familias argentinas están a cargo de una jefa de hogar. Pero las mujeres ganan, al menos, 22 mil pesos menos al año por ser mujeres. También es más alta la subocupación e informalidad laboral (mayor a la masculina) si tienen trabajo. La desocupación femenina en menores de 29 años llega al 25 por ciento en el Gran Buenos Aires. Las jóvenes conurbanas son las más golpeadas por la economía, con una abismal diferencia con varones adultos y aun con mujeres más grandes, pero ninguna tiene sindicalistas que pidan por su derecho al trabajo digno e igualitario.

El único 10 es para el desempleo El desempleo promedio en la Argentina llegó al 9,3 por ciento. Pero los promedios siempre son engañosos. El enorme problema son las desigualdades. Y las desigualdades de género son notorias. El desempleo femenino escaló al 10,5 por ciento en el (nada bienvenido ni acogedor) segundo semestre. Mientras que la tasa de desocupación de los varones es de 8,5 por ciento, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares, del segundo trimestre del 2016, difundidos por el Indec. La CGT discutía el año pasado el impuesto a las ganancias y ahora un bono de fin de año. Pero la falta de trabajo no se arregla con un empujón para la sidra o para raspar la mitad de unas zapatillas o unos zapatitos para chancletear en Reyes. Los representantes sindicales nunca tuvieron en cuenta las demandas para mejorar la cantidad de mujeres en el mercado laboral ni la calidad de sus trabajos. Ese agujero, ahora que el desempleo femenino creció, se convirtió en un desaire que deja sin defensa a las trabajadoras o a quienes quieren serlo.

A la subocupación femenina hay que prepararle la fiesta de 15 La brecha de género también quita sueldo, horas y sueño ya que la tasa de subocupación está en un promedio de 11,2 por ciento, según el INDEC. En la mescolanza se disimula que las mujeres no trabajan todo lo que quieren, necesitan o pueden. Los muchachos sufren una subocupación de 9,2 por ciento y, en cambio, las doñas que no solo no llegan a fin de mes (tampoco a principio) son el 13,9 entre las trabajadoras que malabarean con sueldos insuficientes. El índice de subocupación femenino (quienes trabajan menos de 35 horas involuntariamente y están dispuestas a trabajar más) debería ser un problema. En 1999, los peores registros del menemismo, el promedio fue de 13,7 y se toma como una mancha histórica. Ahora, en cambio, la falta de empleo suficiente no aparece en la agenda política, ni sindical.

Jefas de hogar con menos derechos y menos sueldo En el 40,1 por ciento de las familias las mujeres son jefas de hogar. En realidad esta cifra es engañosa porque, en las encuestas, si hay una pareja el varón suele contestar que es el jefe aunque ella cobre más o él esté desempleado o si los dos contribuyen a pagar la cuentas. Por eso, las que declaran ser jefas de hogar son las que están solas, separadas o a cargo de tutti lo que hay que desembolsar, hacer, limpiar y mantener con solo dos manos. La cifra es alta si, además, se cruza con que las jefas de hogar son las que más sufren el desempleo, la informalidad y la brecha salarial.

Esto es un asalto: 22 mil pesos menos por ser mujeres El promedio de la brecha de género en la Argentina es de 27,2 por ciento y es una de las tajadas más altas de Latinoa-

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Paro de mujeres | Luciana Pecker

En la Argentina la discriminación sexual se cobra un impuesto que no se reclama pero que ajusta los bolsillos –o las carteras– de las damas. La diferencia de género es un asalto: las mujeres ganan –por lo menos– 21.264 pesos menos que los varones por ser mujeres.

mérica. Del peaje de género que le cobra un impuesto invisible a las trabajadoras por ser mujeres –sin que casi nadie reclame por ese cobro a las no ganancias femeninas– no se salva ninguna.

En la Argentina la discriminación sexual se cobra un impuesto que no se reclama pero que ajusta los bolsillos –o las carteras– de las damas. La diferencia de género es un asalto: las mujeres ganan –por lo menos– 21.264 pesos menos que los varones por ser mujeres. El salario promedio (tanto de empleados/as formales e informales) era de 7.425 pesos en el segundo trimestre del 2015. Pero en los bolsillos de los caballeros entra mucho más que en la cartera de las damas (y no es porque sean caras o lleven muchas cosas). Ya que los varones reciben un promedio de 8.200 pesos y las mujeres de 6.428 pesos. La diferencia era, el año pasado, de 1772 pesos (mucho más alta, en realidad, con un fuerte impacto de la inflación) por mes y de 21.264 pesos anuales.

Ellas limpian, pero no están blanqueadas A mayor desempleo, mayor informalidad. Por lo que las últimas estadísticas, seguramente, se ven aumentadas. Pero, hasta el 2014, entre las mujeres la informalidad alcanzaba al 36,4 por ciento de las trabajadoras, mientras que entre los varones afectaba al 32,9 por ciento de los asalariados. La mayor razón de la informalidad femenina es la clandestinidad del empleo de trabajadoras del hogar, que tienen más derechos, pero que no se cumplen, sin reclamos sindicales para que se hagan campañas para blanquear a las empleadas domésticas. La tasa de informalidad en trabajo doméstico alcanza al 80 por ciento de las 1.100.000 trabajadoras, 99 por ciento por ciento mujeres.

El 25 por ciento de las jóvenes bonaerenses está desocupada Joven argentina: si tienes entre 14 y 29 años y vivís en el Gran Buenos Aires sufrís un 25 por ciento de desempleo y tenés cinco veces menos posibilidades de cobrar un sueldo que si sos varón y tenés entre 30 y 64 años. Las conurbanas son, claramente, las más perjudicadas por la actual coyuntura económica según el informe “Mercado de trabajo, indicadores socieconómicos”, del segundo trimestre del 2016, difundido por el Indec el 18 de octubre del 2016, con datos de la Encuesta Permanente de Hogares.

El desempleo juvenil promedio es de 18,9 por ciento. Pero la falta de trabajo de las chicas menores de 30 años llega al 22,3 por ciento de la población con picos de 25 en el Gran Buenos Aires, de 22,7 en la zona pampeana y de 23,7 en los mayores conglomerados urbanos como Gran Rosario, Gran Mendoza o Gran Tucumán. Los varones jóvenes también sufren más el desempleo que los mayores. Pero el desempleo juvenil masculino es de 16,6 por ciento y el femenino de 22,3. La diferencia de seis puntos entre chicos y chicas marca una brecha de género enorme entre pibas y pibes que buscan trabajo y no logran ganarse su pan o su celular. El Indec difundió esas cifras el 23 de agosto pasado. Después de pedidos de Economía Feminista y Las/12 y, un día antes del paro de mujeres, se dio a conocer el talón de aquiles de la economía argentina: las pibas bonaerenses. La falta de posibilidades afecta muy fuertemente a las mujeres más jóvenes y muestra una disparidad enorme en momentos donde se discute la paridad política pero la paridad laboral retrocede muchas fichas.

La falta de lianas para avanzar a un mejor futuro es una enorme deuda pendiente. En el 2013 el desempleo promedio era del 6,4 por ciento (ahora de 9,3) y, sin embargo, el desempleo

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CAPÍTULO II Mujeres al frente de la organización popular

juvenil femenino llegaba al 16,2 por ciento como señalaba la nota “El género del dinero”, publicada en Las/12, el 25 de abril del 2014, con datos de la Encuesta Permanente de Hogares publicados por el Ministerio de Trabajo. No es un problema nuevo la falta de horizontes. Pero, ahora, se acentuó a niveles muy preocupantes: la falta de trabajo para las jóvenes pasó del 16,2 al 22,3 por ciento. El aumento de 6 puntos de desempleo entre las pibas más vulnerables tiene que ser una alarma que no deje de sonar hasta que se encuentren soluciones.

Las mujeres pierden por la falta de representación sindical La diferencia entre varones y mujeres es alta, pero se agrava por una representación sindical con bajísima participación de mujeres y, por lo tanto, que no reclama políticas laborales con perspectiva de género para frenar la falta de trabajo, el disciplinamiento que genera la necesidad laboral, el acoso sexual, la desigualdad salarial entre varones y mujeres y la falta de licencias parentales.

Los sindicatos tendrían que pedir políticas públicas y negociar, en cada paritaria, mejores condiciones laborales para conciliar la vida laboral y familiar. No lo hicieron. No lo hacen. No está en sus planes hacerlo. Eso no solo implica un fracaso en lo que no se da, sino en lo que ni siquiera se pide.

“En la Argentina llama la atención que en el marco de paritarias el cuidado no sea relevante. No toma ni tres minutos al final de una negociación, a pesar de que la cobertura de las negociaciones colectivas equivale al cuarenta por ciento de asalariadas/ os y treinta por ciento de la fuerza laboral, según la investigación “Trabajo decente y corresponsabilidad en los cuidados en Argentina”, de Carina Lupica.

“En la Argentina llama la atención que en el marco de paritarias el cuidado no sea relevante. No toma ni tres minutos al final de una negociación, a pesar de que la cobertura de las negociaciones colectivas equivale al cuarenta por ciento de asalariadas/os y treinta por ciento de la fuerza laboral, según la investigación “Trabajo decente y corresponsabilidad en los cuidados en Argentina”, de Carina Lupica.

“Sorprende que teniendo ese instrumento tan poderoso de negociación colectiva esta parte del mundo laboral no demande, por ejemplo, que la licencia deje de ser subsidio y cuente para la previsión social, licencias extendidas (y no la excedencia no remunerada que además deja a la trabajadora en una negociación desigual) y que no planteen de manera más beligerante las salas cuna y la atención de cuidados cuando terminan las licencias. En muchas de las centrales sindicales hay pedidos, pero no dejan de ser voces marginales preocupadas por problemas que afectan a las mujeres”, resalta el desaprovechamiento de las paritarias Juliana Martínez Franzoni, doctora en Sociología e integrante del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica en una investigación sobre políticas de conciliación entre vida familiar y laboral en Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y Costa Rica.

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pítulo a c e t s e e r s sob Reflexione

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Yolanda Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO III

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Ser quien quieras ser.

Identidad de Género

Autoras Jimena Granados Lohana Berkins, una vida por el derecho a la diversidad

Vicky Liendro El TRANSitar: Travestis, Transexuales y transgenero en la Ciudad de Salta 2016

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CAPÍTULO III Ser quien quieras ser. Identidad de Género

Lohana Berkins, una vida por el derecho a la diversidad Jimena Granados | Historia en tercera persona

" Muchos son los triunfos que obtuvimos en estos años. Aho-

ra es tiempo de resistir, de luchar por su continuidad. El tiempo de la revolución es ahora, porque a la cárcel no volvemos nunca más. Estoy convencida de que el motor de cambio es el amor. El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo. Todos los golpes y el desprecio que sufrí, no se comparan con el amor infinito que me rodea en estos momentos. Furia Travesti Siempre. Un abrazo».

Con estas palabras Lohana Berkins dio por terminada una lucha personal por el derecho a la identidad de género que había comenzado a los 13 años, cuando su papá la echó de su casa y le pidió que volviera cuando fuera «bien hombre». Así finalizaba la carta de despedida que redactó en una habitación del Hospital Italiano de Buenos Aires el cuatro de febrero de 2016, un día antes de morir.

Lohana Berkins nació en 1965 en la localidad de Pocitos, al norte de Salta, pero vivió la mayor parte de su vida en Buenos Aires, donde se convirtió en una pionera en la pelea contra la discriminación y a favor de la igualdad.

En 2010 formó un frente nacional de organizaciones sociales que impulsó un proyecto para garantizar el respeto a la identidad de género. La iniciativa finalmente se convirtió en la ley 26.743, aprobada en mayo de 2012 en el Congreso de la Nación.

La norma permitió cambiar de nombre y DNI por cuestiones de identidad de género con solo manifestar la voluntad de hacerlo y marcó un momento fundamental en la historia de la lucha por los derechos humanos en el país.

Expulsada de Salta por la discriminación, Lohana había logrado, sin embargo, reconciliarse con la provincia y con sus orígenes. Incluso había conseguido recuperar la relación con su padre sin renunciar a su identidad de género.

Fue hija de un trabajador petrolero de Mosconi que a veces hasta cuestionaba su forma de jugar porque no era la que esperaba de un varón, y una madre que validaba los cuestionamientos de su esposo con el silencio.

Después de que le prohibieran vestirse como mujer, Lohana decidió irse, pensando en que sus padres la iban a buscar. «Sigo esperando hasta el día de hoy», dijo, cuando ya era conocida por sus logros en lo nacional.

Su necesidad de encontrar respeto a la diversidad había comenzado en sus primeros años, en una provincia conservadora que seguramente logró fortalecer su resistencia.

En un breve documental sobre su vida que realizó el canal Encuentro ella explicaba que cuando era chica sentía que había existido «un error de la genética» y que en algún momento, de alguna, forma se tenía que corregir.

Lohana se mudó a Salta capital a los 13 años y antes de los 18 años se radicó en Buenos Aires, donde trabajó en un cabaré y fue encontrando amigas y coprovincianas. «La lucha comienza cuando una es chica y todos en la escuela y en la sociedad intentan reconducirte. Ahí empezó todo. Después vino la lucha colectiva, o política, en mi caso», declaró en una entrevista que transmitió en marzo de 2013 el canal Encuentro.

«No soy varón ni mujer. Soy travesti. Soy salteña, negra, periférica y de origen boliviano... El concepto de travestismo es revolucionario porque rompe con la linealidad de varón/mujer o sexo/género…», agregó.

En ese programa, que hablaba de inclusión, ella volvió a aprovechar para explicar que ser mujer no tiene que ver con la genitalidad sino con una construcción mucho más amplia de la identidad, una idea que se preocupaba por transmitir siempre.

«Soñaba con volver a Salta, pese a que había hecho su vida en Buenos Aires. Venía cada vez que podía. Aprovechaba cuando

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Lohana Berkins, una vida por el derecho a la diversidad | Jimena Granados

la invitaban a jornadas o seminarios para visitarnos. La última vez que vino fue en agosto de 2015. Siempre viajaba en esa época para estar en la fiesta de la Virgen de Urkupiña, de la que era muy devota», cuenta Ana Cruz, sobrina de Lohana y una de las personas que la cuidó en la última etapa de la enfermedad que sufría.

mujeres trans en el evento nacional: un logro que sin dudas también tenía mucho que ver con ella.

Lo que para Lohana comenzó como una reivindicación personal, no tardó en convertirse en una lucha colectiva por la igualdad y por los derechos humanos en general.

En 1994 fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti, institución desde la cual abriría su camino contra la Empezar a decidir discriminación. Ese fue uno de los pasos A partir de la ley de identidad de género, más importantes para gran parte de lo que «No soy varón ni las personas que quieren modificar sus después. mujer. Soy travesti. vendría documentos por su identidad de género «Nunca la escuchamos quejarse por su Soy salteña, negra, enfermedad. Hasta poco antes de irse estapueden hacerlo con un trámite sencillo en periférica y de un registro civil y ya no necesitan iniciar el ba trabajando, tan enérgica como siempre complejo proceso judicial que se requería y de muy buen humor», recuerda su sobriorigen boliviano... antes en estos casos. na.

El concepto de Pero además, la ley implicó que se respetaAna cree que la familia terminó de ditravestismo es ra la identidad y el nombre elegido por las mensionar lo que había significado el trarevolucionario mujeres travestis en las instituciones públibajo de Lohana para el país cuando falleció. cas donde estudien, trabajen o se acerquen porque rompe con Las expresiones de agradecimiento, tristeza a hacer un trámite o tratamiento de salud. y compromiso por continuar con su tarea la linealidad de Con frecuencia, Lohana mencionaba que siguen llegando cuando ya pasó casi un año varón/mujer o sexo/ desde su muerte la ley de identidad de género de Argentina género…», agregó. era «la mejor» que existía. Sin embargo, le «Pese a todo lo que ella había sufrido, en preocupaba la aplicación integral de la norsu vida no dejaba espacio para sentir renma en los diferentes puntos del país. cor. Siempre nos hablaba de la importancia En 2014, en el Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó del amor. Era muy alegre y optimista», asegura Ana. en Salta, reclamó que se respete el artículo 11 de la ley 26.743, que garantiza el acceso gratuito a tratamientos hormonales y La base de la igualdad quirúrgicos para adaptar el cuerpo a la identidad de género La preocupación por el acceso al empleo digno fue uno de los autopercibida. «Hoy las principales demandas son educación, motores de Lohana. En 2008 creó una cooperativa textil para salud, trabajo y vivienda», dijo, en uno de los primeros tallecapacitar y dar una salida a mujeres trans excluidas del mercares organizados específicamente para tratar problemas de las do laboral en Buenos Aires.

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CAPÍTULO III Ser quien quieras ser. Identidad de Género

La organización se bautizó con el nombre de Nadia Echazú vía faltaba una década para que se aprobara la ley que permitía en homenaje a una militante que también peleó por el respeto cambiar de DNI por cuestiones de género. a la diversidad de género.

En su velorio, una de sus hermanas contó que el sueño de LohaEl emprendimiento le valió a Lohana un premio por sus na era ser maestra. Quizás por eso se había preocupado por teresfuerzos a favor de la inclusión. La distinción le fue otorgada minar la escuela siendo adulta. por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.

Desde la cooperativa que fundó, trataba de facilitar el acceso a la Generar fuentes de empleo era una acción imprescindible capacitación y formación para las mujeres trans que en muchos para ella. Creía que la prostitución no pocasos habían quedado excluidas del sistema La preocupación día considerarse un trabajo y no coincidía educativo por la discriminación. con las organizaciones que demandan re«Toda la sociedad puede pensar como quiera por el acceso al glamentarla. «La prostitución es una cuesde nosotras. Lo que no pueden es negarnos empleo digno fue tión siniestra y si vamos a discutir con las el derecho a la identidad, la salud, el empleo uno de los motores o la educación», reflexionaba en una entrecompañeras sinceremos la agenda, debatade Lohana. En mos las nefastas consecuencias que provoca vista que le hizo el programa de televisión en las personas que nos hemos visto someDuro de Domar en 2011.

2008 creó una tidas a esta situación. Me parece una cuesTambién llamaba la atención sobre la baja cooperativa textil tión fundamental. Cuando rápidamente expectativa de vida de las travestis, que enpara capacitar salen a sostener que la prostitución no es tonces no superaba los 40 años, por las diy dar una salida trata, ¿para qué se las trata a las mujeres? ferentes formas de violencia a las que están Para la prostitución ¿Cómo hacemos para expuestas. A partir de 2013 Lohana se desa mujeres trans correr rápidamente a las sujetas de la siempeñó como responsable de la Oficina de excluidas del tuación?», planteaba en una entrevista con Identidad de Género y Orientación Sexual mercado laboral el diario Página 12 en marzo de 2012. Su del Observatorio de Género en la Justicia de en Buenos Aires. postura era clara, aunque la enfrentara con la Ciudad de Buenos Aires. otros sectores sociales. Estaba segura de que «la recuperación del cuerpo» era «uno de los actos más fuertes De regreso a casa de libertad».

Lohana falleció el cinco de febrero de 2016. Sus restos fueron velados en la Legislatura porteña y luego trasladados a Salta, Derecho a estudiar como ella había pedido.

En 2002 Lohana había conseguido que la anotaran en la escuela El 9 de febrero la despidieron en la casa de Salta Capital que normal de Buenos Aires con su nombre elegido, tras una prehabía sido de sus padres, en el barrio Intersindical, para luego sentación en la Defensoría del Pueblo. En ese momento, todaenterrarla en el cementerio Santa Teresita.

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Lohana Berkins, una vida por el derecho a la diversidad | Jimena Granados

Numerosas organizaciones de derechos humanos participaron de la ceremonia, que incluyó un baile de caporales. Es que a mediados de los ochenta, Lohana había participado de la formación de «Los Caballeros de la Noche», una de las comparsas más tradicionales de Salta, que está integrada por mujeres trans.

Sus huellas quedaron en numerosas distinciones y logros formales, pero persisten fundamentalmente en el reconocimiento de algunos de los sectores más vulnerados.

Fue asesora de los legisladores por la Ciudad de Buenos Aires Diana Maffía y Patricio Echegaray, además de presentarse como candidata a diputada nacional en 2001. También militó en el Partido Comunista.

El 16 de febrero de 2016, días después de su muerte se creó en Buenos Aires la organización colectiva Lohana Berkins, para sostener su lucha y marcar la postura del colectivo trans en cuestiones sociales. «En un mundo de gusanos capitalistas, hay que tener coraje para ser mariposa». Esta frase, que a Lohana le gustaba usar para definirse, quedó como lema para una comunidad que aprendió de ella a no dejar nunca de soñar con la igualdad.

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CAPÍTULO III Ser quien quieras ser. Identidad de Género

El transitar reciente de las expresiones de género disidentes del modelo heteronormativo: travestis, transexuales y transgéneros en la Ciudad de Salta, 2016 Victoria Liendro | Historia personal /conceptual

E l colectivo trans fue invisibilizado, excluido y discrimi-

y noviembre de 2016, encuesta que fue un emprendimiennado de las instituciones sociales a lo largo de los años. Hoy to entre el Observatorio de Violencia a las Mujeres «Rosana cuenta con una ley sancionada en el 2012 Alderete» y la organización Mujeres Trans que nos ampara. Sin embargo, la consArgentina de la cual he participado [1].

El rechazo verbal y trucción de nuestra identidad de género, Es preciso aclarar que la encuesta mencallejero traducido cionada, constituye la primera herramienquedó marcada por experiencias discriminatorias que determinaron y, en algunos ta fidedigna que existe y va a servir como en apodos, casos, retrasaron nuestra reconstrucción insumo para el desarrollo de políticas actisobrenombres, de género. El rechazo verbal y callejero vas de inclusión hacia la población trans, miradas cómplices lo cual deja en evidencia la exclusión y traducido en apodos, sobrenombres, miy acusatorias, la radas cómplices y acusatorias, la agresión discriminación que sufrimos por cómo se física y temores acerca de la forma de plasma un «relato» heteronormativo que agresión física y reacción del entorno, son algunos de los avala «identidades» e impugna otras. Para temores acerca efectos de la violencia que condicionaron entender el contexto de segregación del de la forma de el libre desarrollo personal, económico y cual fuimos blanco, es necesario plantear reacción del laboral de muchas mujeres trans. En alque el sistema heteronormativo es «aquel gunas sociedades con rasgos tradicionales conjunto de las relaciones de poder por entorno, son muy marcados, como lo son las provinmedio del cual la sexualidad se normaalgunos de los cias del NOA, se han visto mecanismos liza y se reglamenta en nuestra cultura y efectos de la de segregación y aislamiento de todos los las relaciones heterosexuales idealizadas se violencia que ámbitos públicos quedando en muchos institucionalizan y se equiparan con lo que casos como alternativa posible de subsissignifica ser humano» [2]. En este senticondicionaron el tencia, el ejercicio de la prostitución. A do, la heteronormatividad se impone por libre desarrollo través de historias de vida, de la propia y diversas instituciones sociales que la conpersonal, de otras mujeres trans, plantearé analizar sideran necesaria para el funcionamiento económico y las vivencias de las expresiones trans, atrade la sociedad en donde se validan solo las vesadas por los efectos de la discriminalaboral de muchas relaciones heterosexuales, y se invalidan ción y su violencia. todas aquellas relaciones que se alejen de mujeres trans.

El escrito que estoy llevando a cabo, se estas. Quienes no se ajusten o rechacen enmarca dentro de los relatos y luego sistematización que pertenecer a este sistema son invisibilizados, impugnados, obtuve mientras llevábamos a cabo la primera encuesta a la porque es el mismo sistema el que se encarga de castigar los población trans que se desarrolló entre los meses de agosto cuestionamientos. Es así que muchas personas que habitan

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El transitar reciente de las expresiones de género disidentes del modelo heteronormativo: travestis, transexuales y transgéneros en la Ciudad de Salta, 2016| Victoria Liendro

fuera de la heteronorma y la heterosexualidad, son excluidas riesgo para la integridad de las personas trans es la discripor parte de la sociedad, como ocurre específicamente con la minación y/o violencia, hacia las personas que expresamos comunidad integrada por personas trans. nuestra identidad de género trans, y que La expresión trans comúnmente engesos mecanismos violentos, están arraigaLa encuesta loba a quienes se identifican y/o expredos en la sociedad heteronormativa. realizada en la san un género distinto al asignado al A lo largo de los años, esta población momento de nacer y a quienes desafían, tuvo grandes dificultades para ser admiciudad de Salta, se con la apariencia y/o la autopercepción tida en la sociedad, sufriendo agresión y puede considerar [3], aquellas expectativas y modos, que violencia en diferentes instituciones (estacomo el primer les «colocaron» a nuestras genitalidades. blecimientos educativos, sistema de salud, paso que se Las personas trans adecuamos caracteríspolicía, etc.) en las que participan y a las ticas físicas a nuestra identidad de género, instrumenta desde que acuden para ser asistidas. Desde el entendida esta, como la vivencia interna 2012 y gracias a la ley 26.743 de identiel Estado para e individual del género tal como cada perdad de género, alrededor de 10.000 perrelevar, sistematizar sonas trans en todo el país lograron rectifisona la siente, la cual puede corresponder y disponer de o no con el sexo asignado al momento del car sus datos registrados, pudiendo de esta nacimiento, incluyendo la vivencia permanera acceder a un DNI con el nombre información sonal del cuerpo, y para ello se somete a que los y las representa. En este sentido, sociodemográfica tratamientos hormonales y procedimienes indiscutible que esta ley ha sido una que oriente la tos quirúrgicos específicos, que pueden de las más grandes conquistas del colecelaboración de incluir o no, la cirugía de reasignación tivo trans. Sin embargo, las situaciones de sexual [4]. Las identidades trans abarcan discriminación y violencia persisten, y se políticas públicas diferentes experiencias, de itinerarios, hisantidiscriminatorias manifiestan en las barreras existentes para torias de vida, identificación, expresión y acceder al ámbito educativo, y la permay de fuerte impacto nencia en él, y al mercado de trabajo. corporeización, por esa razón utilizar la social, para lograr expresión trans como síntesis de las idenLa encuesta realizada en la ciudad de tidades travestis, transexuales, transgéneSalta, se puede considerar como el primer la igualdad real de ros e intersexuales, responde a englobar a paso que se instrumenta desde el Estado la población trans. distintas estrategias de vida y política. El para relevar, sistematizar y disponer de intravestismo, la transgeneridad, la transexualidad, es decir, lo formación sociodemográfica que oriente la elaboración de que enmarca a «lo trans» no debe ser considerado ni una políticas públicas antidiscriminatorias y de fuerte impacto enfermedad ni un problema: lo que sí constituye un grave social, para lograr la igualdad real de la población trans, sin

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CAPÍTULO III Ser quien quieras ser. Identidad de Género

Nos encontramos en un cuerpo no deseado, sin apoyos emocionales que nos ayuden a superar esta situación y sin un referente que nos sirva de guía respecto a nuestra necesidad.

ninguna barrera de discriminación a los derechos humanos.

Se entiende por discriminación a la negación de derechos básicos y/u oportunidades a los miembros de ciertos grupos, basada en variables tan superficiales como la etnia, la edad, el género, la religión o la discapacidad. La discriminación es producto de un modelo social que, durante siglos, postuló una concepción de «normalidad» que ubicó a algunas personas con determinadas características (varón, blanco, de edad productiva, instruido, católico, heterosexual, sin discapacidad, entre otras) en una relación de poder subordinante sobre otras que no se correspondían con ese patrón heteronormativo [5]. En este sentido, considero las palabras de Josefina Fernández, quien sostiene «que no es posible escindir la construcción de la identidad de género de las condiciones de existencia de las trans en nuestras sociedades. Las posibilidades de estas condiciones están marcadas por la exclusión de ellas del sistema educativo formal y también del mercado laboral. En este sentido, la prostitución constituye —muchas veces—la única fuente de ingresos, la estrategia de supervivencia más extendida y uno de los escasos espacios de reconocimiento de la identidad trans como una posibilidad de ser en el mundo» [6].

Esta violencia es consecuencia de la coacción y desvalorización social que se les aplica a las trans por atreverse a desafiar el mandato social de lo que tienen que ser y hacer. La realidad nos embarga con mayor angustia y desesperación. Nos encontramos en un cuerpo no deseado, sin apoyos emocionales que nos ayuden a superar esta situación y sin un referente que nos sirva de guía respecto a nuestra necesidad. Por esa razón muchas comenzamos a reunirnos entre nosotras, en donde la trans con más experiencia aconseja (especialmente en aspectos referidos a la transformación

del cuerpo) a quienes recién están empezando a transitar ese camino. Hasta mediados del 2015, la comunidad trans no tenía pleno acceso a los centros de salud públicos ni privados, por lo que muchas chicas recurrieron a alternativas tales como cirugías clandestinas (por ejemplo, inyección de aceite de silicona o de avión) o automedicación hormonal, que representaban un enorme riesgo para su salud. Gracias a la lucha constante de las organizaciones que nos representan, el 1.º de junio se dictó el decreto reglamentario 903/15 del art.

11 de la Ley de Identidad de Género, referido a la atención integral y de calidad en el sistema de salud. Es importante aclarar que no todas las personas trans modifican su cuerpo y que quienes lo transforman, lo hacen siguiendo sus deseos. Las personas trans a lo largo de su vida, son víctimas de numerosas situaciones de discriminación. Al estar impuesta la heteronormatividad, cualquier forma de diversidad sexual supone la marginación, la exclusión y el rechazo. Las trans no solo han recibido insultos, amenazas y hasta agresiones físicas, sino también aislamiento (en el trabajo, en la escuela, incluso dentro de su propia familia) y rechazo en su vida cotidiana tanto social como laboralmente. Debido a estas situaciones de discriminación, se produce una pérdida de la autoestima ante la falta de apoyo por parte de las instituciones.

Para reafirmar lo expuesto, a continuación expondré algunos relatos en primera persona. Los relatos de las chicas están atravesados por continuidades, con respecto a la discriminación naturalizada, es decir, como algo que iba a pasar una vez expresada su identidad de género. Es por esto por lo que algunas retrasaron su «transformación» mientras que otras expresaron su identidad entre los 13 y 17 años. Esto demuestra que en ellas también estaba incorporada la visión

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heteronormativa, por lo cual, en su niñez, ocultaban incluso sus juegos por temor a cualquier tipo de represalia de las personas adultas que vivían con ellas que, en realidad, eran lo que sus familias tenían de expectativas sobre ellas. Lorena de 35 años recuerda que «cuando era niña me ponía la ropa de mi hermana a escondidas, hasta que ella se daba cuenta y me retaba o amenazaba en contar a la mamá, cada vez que me encontraba (risas,) pero por suerte nunca le ha dicho nada a mi mami… igual yo creo que ella sabía ya… actualmente la relación con mi mamá, papá y hermanos es de una familia normal, respetuosa… Es mi historia, muy distinta a la de otras chicas seguro.»

«En mi caso, Victoria me llamo. Tengo 38 años, y también me ocultaba a la hora de vestirme con ropa femenina. En mi adolescencia, retrasé mi transformación porque tenía conocimiento del grado de discriminación que sufriría una vez expresada mi identidad travesti. Recién de grande, me animé porque antes mis referencias no eran las que yo quería: las chicas de los carnavales, pulposas, y no tenía otra referencia cercana. Comencé mi cambio en la adultez cuando ya casi había terminado mi carrera universitaria, junto a compañeras que también vivieron una experiencia similar. Nosotras fuimos

En la escuela es donde más se manifiestan las situaciones de discriminación, no solo por parte de sus compañeros/ as, sino también por parte de las autoridades educativas: todas las entrevistadas concuerdan que sufrieron burlas pero esto ocurrió especialmente en la escuela, donde sus compañeros/ as hacían chistes y las agredían físicamente, lo cual tuvo como consecuencia el posterior abandono de su escolaridad.

nuestras propias referencias. Obviamente, el “qué dirán” estuvo presente siempre, y también el desear que mi familia no me expulsara de la casa (cosa que jamás estuvo esa idea en mente de mamá, según me confesó más tarde)...»

Viviana de 55 años cuenta que comenzó su cambio «un poco tarde porque yo quería terminar la escuela, y sabía que si empezaba antes a transformarme, no iba a poder por culpa del rechazo de los otros.» Otra entrevistada, como muchas otras, manifestó que para realizar su construcción identitaria tuvo que abandonar su hogar: «en mi casa no les gustaba nada que primero yo les haya dicho que era gay, entonces cuando mi mami ha empezado a encontrar ropa de mujer en mi pieza, la situación se ha puesto insostenible, eran peleas constantes entonces no he aguantado y me he terminado yendo a la casa de una amiga trans también y con ella he empezado a trabajar en la calle» [7].

En la escuela es donde más se manifiestan las situaciones de discriminación, no solo por parte de sus compañeros/as, sino también por parte de las autoridades educativas: todas las entrevistadas concuerdan que a lo largo de su vida sufrieron burlas por parte de las personas, pero esto ocurrió especialmente en la escuela, donde sus compañeros/as hacían chistes e inclu-

71 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

CAPÍTULO III Ser quien quieras ser. Identidad de Género

so las agredían físicamente, lo cual tuvo como consecuencia el posterior abandono de su escolaridad. A pesar de esto, sus familias desconocían la situación «no le contaba nada a mi mami (de lo que pasaba en la escuela) porque tenía miedo de que encima que la pasaba mal en la escuela también me hagan problema en casa… entonces me lo guardaba todo… porque me escupían, y en los recreos me empujaban o me ponían el pie… he recibido mucho maltrato por eso he terminado dejando… porque no lo soportaba... y lo peor era que yo pensaba que estaba actuando ma»”. Nuevamente en sus relatos queda de manifiesto como la escuela, una institución que debió haber sido inclusiva, terminó por ser expulsora de la diversidad, en donde las autoridades educativas culpan y justifican la violencia que sufren las mujeres trans.

Por otro lado, reconocen como principal agente de discriminación a la institución policial que es representativa del Estado. Sus testimonios manifestaron que hasta antes de sancionada la ley de identidad de género, la policía las perseguía, encarcelaba, humillaba y violentaba amparados en el código de faltas de la provincia de Salta [8]. Según Mary “solo por el hecho de expresar su identidad de género, la policía las aislaba nos maltrataban mucho, había mucha persecución… las chicas se juntaban en la casa de una a tomar mate o comer algo porque era el único lugar donde podían estar tranquilas… aunque había veces que la policía llegaba

al lugar y te sacaban de los pelos porque vos eras “inmoral”, te cortaban el pelo, ay, un horror” [9].

Como hemos visto, el efecto de apartarse de la heteronorma es la marginación, la exclusión, el rechazo, mecanismos de impugnación violentos. Las mujeres trans, no solo hemos recibido insultos, amenazas y hasta agresiones físicas, sino también aislamiento en las instituciones y rechazo en su cotidianidad tanto social como laboralmente. El Estado, al reconocer nuestra identidad autopercibida, otorga nuevas posibilidades y abre el abanico para generar las posibilidades de tener un proyecto de vida. Sin embargo, lo vivido por cada una de las mujeres trans, implica que debe haber políticas de reparación históricas, porque más del 90 % de mujeres trans, se han «construido» en la marginalidad, en lo ilegal, potenciando su vulnerabilidad, lejos del acceso real a los derechos básicos para un proyecto de vida. Actualmente se puede vislumbrar un horizonte sin esa exclusión total aunque no se puede afirmar a ciencia cierta cómo será la situación en un futuro. Dependerá, sobre todo, de las decisiones políticas que diseñen y ejecuten los que administran el Estado y del fortalecimiento de la participación activa de las personas trans en la vida cotidiana. Promover la participación es un deber primordial para consolidar la democracia, entendiendo a la misma como sinónimo de heterogeneidad y diversidad.

[1]Primera Encuesta a la población trans de la Ciudad de Salta, Diciembre de 2016, [2]Michael Warner.

Fear of a queerplanet. 1991, 3] Ley de identidad de género N° 26743, 4]Ley de identidad de género N° 26743 [5]PLAN NACIONAL CONTRA LA DISCRIMINACIÓN Decreto 1086/2005., 6]Fernández, Josefina. (2004).

Cuerpos desobedientes. Travestismo e identidad de género. Barcelona: Ides. Edhasa.

[7] Entrevistas, [8]Código Contravencional de la provincia de Salta. Ley N° 7135.

[9]http://jornadasdesociologia2015.sociales.uba.ar/wp-content/uploads/ponencias/1711_453.pdf

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pítulo a c e t s e e r s sob Reflexione

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Robertita Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO IV

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Mejor hablar de ciertas cosas

Autoras Pamela Martín Garcia Los derechos sexuales y los derechos reproductivos son Derechos Humanos

Carina Nolasco ESI: nos sobran los motivos

Luciana Pecker Artículo de interés, El bache imperdonable. Nota pagína 12 de autora.

Sobre el rol del estado nacional y la anticoncepción gratuita

Soledad Deza ¿Por qué es importante el fallo F.A.L?

María Florencia Freijo La maternidad como elección, mi historia sobre el aborto

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CAPÍTULO IV Mejor hablar de ciertas cosas

Los derechos sexuales y los derechos reproductivos son Derechos Humanos Pamela Martín García | Conceptual

Conocer nuestros derechos humanos es fundamental, no

solo para gozar plenamente de ellos, sino para estar alertas al momento de que nos nieguen alguno y, así, exigir su cumplimiento.

Saber sobre nuestros derechos humanos genera capacidad de decisión en nosotras. Disponer qué sí, qué no, qué quizás, qué tal vez.

¿Qué involucran los derechos sexuales y los derechos reproductivos?

Los derechos sexuales son derechos humanos que están relacionados con las sexualidades, y los derechos reproductivos son derechos humanos relacionados con la reproducción y las decisiones y prácticas reproductivas de las personas.

Los derechos sexuales y los derechos reproductivos son Derechos Humanos -Los derechos sexuales son los que involucran el disfrute de una vida sexual libremente elegida, placentera, sin que medie violencia ni coerción.

-Los derechos reproductivos son los que otorgan la autonomía de decidir libremente si queremos tener o no hijos/as, cuántos, cuándo, con qué intervalo entre los nacimientos y con quién.

-Las sociedades transmiten que varones y mujeres tienen que cumplir mandatos y expectativas diferentes, lo que llamamos «los roles de género». Por nacer mujer tenés que ser una princesa, tenés que ser calma, cuidadora, reproductora, sensible, y por nacer varón tenés que ser fuerte, productivo, macho y jefe. Estos estereotipos repercuten en el acceso desigual a los derechos sexuales y derechos reproductivos por parte de mujeres y varones. A nosotras no se nos ha invitado a experimentar, a buscar, a descubrir, sino que, en la mayoría de los casos, se nos obliga a estar a la espera y cubrir las necesidades y expectativas de otras personas. Esto nos ubica en un lugar de sumisión, pero del que podemos que salir. Salir a buscar, a crear el placer como queramos, con quien queramos y con consentimiento mutuo.

Tenemos derecho: • A decidir si tener o no tener relaciones sexuales, cuándo, cómo y con quién; • A vivir nuestra propia sexualidad libre de violencia; • A que se nos respete nuestra orientación sexual e identidad de género; • A acceder a información sobre cómo cuidarnos y cuidar a los/as demás, a disfrutar de manera placentera de nuestro cuerpo y nuestra sexualidad; • Auna maternidad segura y libremente elegida; • Acontroles durante el embarazo, parto y puerperio; • Aacceder a métodos anticonceptivos seguros, efectivos, de calidad y de fácil acceso, así como a tecnologías y tratamientos reproductivos; • A acceder a los servicios de interrupción legal del embarazo -ILE- en las causales en las que está permitido: cuando corre peligro la salud o la vida de la mujer o persona con capacidad de gestación y en caso de violación.

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Los derechos sexuales y los derechos reproductivos son Derechos Humanos | Pamela Martín García

Los derechos sexuales son los que involucran el disfrute de una vida sexual libremente elegida, placentera, sin que medie violencia ni coerción.

Los derechos reproductivos son los que otorgan la autonomía de decidir libremente si queremos tener o no hijos/as, cuántos, cuándo, con qué intervalo entre los nacimientos y con quién.

#ParagüasInternacional Existe un marco de contención internacional de estos derechos, por ejemplo, de manera general, a través de la referencia del derecho a la salud de las personas. Algunos instrumentos son: Declaración Universal de los Derechos Humanos; Convención Americana sobre Derechos Humanos; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

El primer acercamiento sobre los derechos sexuales y los derechos reproductivos se concretó en 1968, en la Primera Conferencia Internacional sobre Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde se dijo: «los padres tienen el derecho humano fundamental de determinar libremente y responsablemente el número de sus hijos y los intervalos entre los nacimientos…». Sin embargo, fue en 1964 donde se acuñó el término de derechos reproductivos y se amplió al mencionar que, el número de hijos/as y el esparcimiento de estos, no solo es un derecho de las parejas, sino también de las personas. Lamentablemente tuvimos que esperar hasta 1994, durante la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, donde los grupos de mujeres y feministas pusieron sobre la mesa el tema de los derechos sexuales.

A su vez, hay otros instrumentos que reconocen específicamente los derechos de las mujeres y las niñas, de las personas LGBTI, al acceso a los derechos sexuales y derechos reproductivos, como la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.

A partir de la reforma de la Constitución Nacional en

1994, la República Argentina incorporó varios de los instrumentos mencionados sobre protección de derechos, acordados internacionalmente, asumiendo el compromiso de hacer efectivas las condiciones necesarias para el ejercicio pleno de estos a través de su legislación y políticas públicas. #ParagüasNacional El Estado tiene la obligación de sancionar leyes y elaborar programas y políticas públicas que respeten los derechos sexuales y reproductivos, conforme a los principios de igualdad y universalidad.

En Argentina, contamos con un conjunto de leyes que garantizan diversos aspectos de los derechos sexuales y los derechos reproductivos. Es esencial conocer los contenidos de estas leyes, y en especial los derechos que consagran, para poder detectar situaciones en las que ellos no son respetados y así poder exigir su cumplimiento, porque a la Argentina hace muchos años que le diagnosticaron «incumplimiento de leyes crónica». Por eso es muy importante insistir sobre esto, para exigir que se nos respeten los derechos.

La Ley Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (Ley N.° 25.673), aprobada en octubre de 2002, garantiza el pleno goce y ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, abarcando a la población en general, sin ningún tipo de discriminación. Crea, en el ámbito del Ministerio de Salud, el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. Una de las acciones más importantes de este programa consiste en garantizar el acceso de la población a la información y a los métodos necesarios para evitar embarazos no buscados y prevenir las infeccio-

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Las Invisibles Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO V

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Trata de personas con fines de explotación sexual

Autoras Fernanda Gil Lozano La Trata de personas con fines de explotación Sexual.La compleja trama social

Luciana Peker Artículo de interés. Dos Veces Víctima. Nota para Página 12 - Las 12

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CAPÍTULO V Trata de personas con fines de explotación sexual

La compleja trama social: La trata de personas con fines de explotación sexual Fernanda Gil Lozano | Conceptual

L a explotación sexual de un ser humano por otro, el so-

metimiento, la privación de la libertad, son delitos de trata personas de muy complejo abordaje en términos de prevención, sanción y asistencia a las victimas porque tienen un entramado donde se cruzan complicidades, intereses y silencios de los organismos de control que se nutren de la opresión cultural de la sociedad patriarcal.

La trata con fines de explotación sexual es un delito que crece y se fortalece día a día en el mundo y resulta sumamente rentable por qué su materia prima – el cuerpo de la mujer – es rédito puro en tanto se usa innumerables veces por día y tiene costo cero. ¿Por qué este delito crece tanto y tan deprisa? Por un lado, como hemos dicho, es muy rentable sin ninguna inversión para el proxeneta y, por otro lado, por qué está ligado a la creciente exclusión y desintegración social, a la transformación de los mercados de trabajo, a la violencia de género, a la modificación de los modelos de producción y a la transformación de mujeres y niñas en «objetos de consumo».

Miles de mujeres son arrojadas por el sistema capitalista a la marginalidad, la pobreza y la desesperación desapareciendo cada vez más el papel del estado en las esferas de protección y educación.

A pesar de esto, cualquier mujer puede caer en las redes de la trata de personas y la prostitución, ya que está atravesada por cuestiones de género, clase y racismo.

Las profundas desigualdades sociales y de género, sumadas a las formas de ciudadanía restringida, constituyen un cuadro de vulnerabilidades y violencias que posibilitan la explotación y comercialización a través de proxenetas y regentes de prostíbulos, que ven alentado su negocio por

la demanda que naturaliza el consumo de la prostitución.

La trama social es como la punta del ovillo donde se encuentran las leyes que rigen nuestro país, que son buenas en sí mismas pero cuya aplicación se ve entorpecida por la falta de controles y, en la otra punta del ovillo, por la cultura de la explotación que hace que las mismas víctimas se consideren benefactoras de la sociedad patriarcal que logra hacer del cuerpo de las mujeres una pequeña empresa.

La opresión a las mujeres encierra siempre una importante cuota de violencia, que se pone de manifiesto tanto en la esfera de la coacción física directa como en la del orden de lo simbólico.

La permeabilidad con la que nuestra sociedad tolera el sometimiento ejercido sobre las mujeres, el convertir la explotación sexual en un trabajo está firmemente vinculada con la naturalización de ciertos atributos que –se suponeconstituyen cierto “ser” esencial femenino donde la mujer debe estar al servicio del varón. Es claro que es un problema de género, que la prostitución es género mujer.

La cadena que compone la trata de personas, se compone de reclutadores/as, proxenetas y regentes de prostíbulos que desarrollan su «trabajo» al amparo de la protección de «funcionarios públicos» y de «miembros de las fuerzas de seguridad».

Los/as reclutadores/as captan chicas siempre a través del engaño, ofreciendo falsos empleos que van desde trabajar en un restaurante, cuidar bebés o ancianos/as o participar de promociones. Existen reclutadores/as que trabajan «en relación de dependencia» para los regentes de los prostíbulos y también es frecuente que la actividad de reclutamiento quede en manos de mujeres que ejercen la prostitución en determinados lugares y que son obligadas a reclutar a

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Trata de personas con fines de explotación sexual | Fernanda Gil lozano

otras bajo coacción. acciones orientadas a investigar y perseguir este delito por Otras son entregadas o secuestradas durante su adoparte de los jueces que no han terminado de entender que lescencia o antes, y una gran cantidad de ellas sufrieron la trata de personas y la explotación sexual es un delito. situaciones de violencia física, psicológica o sexual en su Tampoco sin la existencia de los clientes de la prostituinfancia dentro del ámbito familiar ción que requieren servicios sexuales de El 90 % de las personas víctimas de mujeres y que en su mayoría está conforLa cadena que trata son mujeres y niñas secuestradas mado por varones, de entre 40 y 50 años, compone la trata para ser prostituidas y en su mayoría no de nivel socioeconómico alto. También superan los 23 años de edad. Cuanto más entre ellos se encuentra una franja de de personas, se joven más comisión da el prostíbulo al clientes constituida por varones de mecompone de reclutador nores recursos que consumen frecuente reclutadores/ Los proxenetas obtienen ganancias de u ocasionalmente los servicios de niñas y as, proxenetas la explotación sexual de una o más muadolescentes. jeres que dicen son de «su propiedad» a Combatir el delito de la trata de persoy regentes de las cuales enamoran para captarlas, razón nas exige también desalentar el consumo prostíbulos que por la cual se les denomina «maridos» y de la prostitución en general y abordar desarrollan su que bajo este sistema se ha comprobado con mucha más profundidad las causas «trabajo» al que llegan a tener hasta treinta «mujey entramados que condensan el aumento res». del consumo de servicios sexuales. amparo de la Nuestro país es un país de origen, tránPor otro lado, y además, quiero deteprotección de sito y destino de mujeres y niñas víctinerme en otro actor de este entramado «funcionarios mas de la trata de personas con fines de social dirigiéndome a cierta intelectualipúblicos» y de explotación sexual comercial. La mayor dad femenina que ha dado en llamar con parte de los casos de trata se desarrollan el eufemismo de «trabajadoras sexuales» «miembros de dentro del país, desde las zonas rurales al comercio sexual. las fuerzas de a las urbanas como también se reclutan Es notable que al mismo tiempo que seguridad». mujeres que son enviadas a países limísurgen movimientos de mujeres liberatrofes y Europa. das de la trata que cuentan su experienNada de esto podría ocurrir sin actores secundarios y cia, organismos de protección de las víctimas de trata, que facilitadores de la logística como remiseros, vendedores hay una voz colectiva en el mundo que da cuenta de lo que ambulantes y vecinos que bajan al terreno como así tamocurre en los prostíbulos, se pretende instalar a través de poco sin la «connivencia policial y política» y la escasez de cierta academia que se autodefine feminista y vanguardista,

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Las que no pueden volar Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO VI

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Interculturalidad

Autoras Carola Naranjo Niñas y Mujeres indígenas: ¿relativismo cultural o Derechos Humanos?

Alejandra Cebrelli "Que me entienda, que me escuche" que me salve. Atravesando cuerpos y silencios

Mónica Menini #JusticiaPorJuana, prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra TODAS las mujeres

113 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

CAPÍTULO VI Interculturalidad

Niñas y mujeres indígenas: ¿Relativismo cultural o Derechos Humanos?

Carola Naranjo Inostroza-Igaimán | Conceptual

L a intersección entre el género (significación sociocultu-

mujeres son propiedad del hombre (ibid.). De esta forma, ral referente a la interpretación del sexo) y una serie de facla violencia de género es un fenómeno característico y muy tores, como la etnia, la pertenencia indígena, la clase social, recurrente en mujeres y niñas indígenas. Es un patrón de la edad, la ubicación urbana/rural, repercute en una serie conducta presente en la vida de muchas mujeres y niñas de situaciones que configuran escenarios desiguales, que se indígenas, y consiste en maltrato físico, sexual y psicológiprofundizan en las niñas indígenas. co que tiene su origen en los estereotipos Estos factores impactan en conjun(Ulloa, 2002: 2).

Esta preferencia to, existe mayor discriminación cuando En Chile tenemos tareas pendientes al está arraigada en ciertos grupos presentan determinadas respecto. Como nos indicaba el Comité que los niños serán de Expertas/os de la Convención sobre la características. Como se establece en la los principales literatura internacional comparada, las Eliminación de Todas las Formas de Disniñas indígenas experimentan estas descriminación contra la Mujer (CEDAW, soportes de sus igualdades en mayor proporción. sus siglas en inglés), sabemos poco y respectivas familias, por Teresa Ulloa (2002) establece una nada acerca de la situación de las mujeres por lo que reciben serie de elementos característicos de la indígenas, y mucho menos, de las niñas mayor y mejor situación de los/las niños/as indígenas. indígenas. La investigación descriptiva Por ejemplo, destaca la preferencia que nos indica que existen casos (y no pocos) apoyo en cuanto tienen estas culturas hacia los niños vade embarazo adolescente, violencia intraa cuidados y rones. Esta preferencia está arraigada en familiar y, aunque nos duela reconocerlo, alimentación, y se feminicidios. que los niños serán los principales sopordeja a las niñas en tes de sus respectivas familias, por lo que Hasta qué punto podemos legitimar reciben mayor y mejor apoyo en cuanto prácticas culturales sin caer en sesgos etuna situación de a cuidados y alimentación, y se deja a las nocéntricos es una discusión que ha exismayor descuido y tido y persiste hasta hoy. Sin embargo, niñas en una situación de mayor descuidesnutrición. do y desnutrición. Además, se las cargan algunos enfoques, con los que yo misma de tareas reproductivas, de labores doestoy de acuerdo, señalan que el tema va mésticas, dejan de asistir a la escuela e, incluso, se las oblimás allá del relativismo cultural, etnocentrismo, libertad ga a contraer matrimonio. De hecho, en algunas culturas de expresión o colonialismo. En efecto, el tema pasa por se las venden sin saber cuál será su destino (Araiza, 2006; los Derechos Humanos. En este sentido, y atendiendo a la Ulloa, 2002). Por otro lado, la dote persiste como práctica CEDAW (1979), se entiende como discriminación contra en algunas culturas indígenas y desemboca en una serie de las mujeres y niñas toda distinción, exclusión o restricción feminicidios que demuestran y refuerzan la idea de que las que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el

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Niñas y mujeres indígenas: ¿Relativismo cultural o Derechos Humanos? | Carola Naranjo Inostroza-Igaimán

reconocimiento, goce o ejercicio, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y libertades fundamentales, incluyendo a las mujeres y a las niñas indígenas, por supuesto.

Ahora bien, se debe entender que todos los colectivos indígenas no son iguales y presentan distinciones culturales, e incluso tienen prácticas que ponen a las mujeres en una situación desigual, injusta y, en ocasiones, hasta macabra.

Tanto en países desarrollados como en los países en desarrollo, las mujeres y las niñas pertenecientes a pueblos indígenas padecen los efectos de prácticas tradicionales perjudiciales, cuyas raíces están en supuestos culturales ancestrales o en creencias religiosas, que ocasionalmente amenazan su vida (Ulloa, 2002: 1) y que muchas veces han sido resignificadas luego del proceso de conquista y asimilación, mediante la incorporación de prácticas desiguales de la cultura dominante como propias. Lo anterior nos obliga a preguntarnos hasta qué punto respetamos la diversidad, el relativismo cultural y empezamos a adoptar medidas frente a estas inequidades de género legitimadas en un campo normativo determinado. La respuesta es hasta que sobrepasa, viola y/o transgrede los derechos humanos de las mujeres y las niñas. Ese es el punto central de la discusión.

No estoy situada en una visión etnocentrista, o desde una que esté en contra de la libertad de culto, sino desde un enfoque de derechos, que está a favor de eliminar toda forma de violencia y discriminación contra las mujeres y las niñas, sea legitimada por la cultura, religión, política, etcétera.

Algunas conclusiones que debemos considerar a la hora de discutir sobre las diferencias de género que experimentan las niñas indígenas son las siguientes: 1)Las instituciones encargadas de la socialización primaria, como la familia y la escuela, son unas de las causas más relevantes a la hora de legitimar y/o naturalizar prácticas de violencia de género en mujeres y niñas indígenas. Estas mujeres una vez fueron niñas que sufrieron violencia paternal, para luego pasar a una violencia conyugal (Ulloa, 2002).

2) El argumento que se basa en el «relativismo cultural», debe considerar y trabajar en la modificación de toda práctica ancestral, o adquirida mediante el proceso de colonización, que se imponga violentamente sobre las mujeres y niñas, y sobre todo, contra las niñas de pueblos indígenas. Más aún si son las propias mujeres y niñas las que denuncian estos problemas.

3) En este mismo sentido, y aun siendo culturas con determinadas costumbres arraigadas, existen desigualdades de género. Estas repercuten en mayor medida en las mujeres y, sobre todo, en las niñas. Por eso, es necesario trabajar, desde un enfoque de derechos, las desigualdades que estas presentan al interior

115 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

Amor romántico Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO VII

130 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

Los medios de comunicación y las violencias contra las mujeres

Autoras Maru Rocha Alfaro Amor: los medios de comunicacion, lo cotidiano y el machismo que no se ve

Mara Avila Sobre el femicidio de su madre, la historia de una hija.

Liliana Caruso La historia de tres mujeres: tres femicidios

131 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

Las que no tienen voz Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO VIII

144 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

Los roles que nos asignan, las brechas que persisten

Autoras Jimena Granados Mirtha Sisnero: un paso fundamental hacia la igualdad en el acceso al trabajo

María Ester Isoardi Los estereotipos de género en el ámbito de la seguridad

Nair Castillo El género del trabajo

Nidia Zarza La historia de Ricarda, mi madre. Mujer y migrante

Perla Torales Economia social

Belén Murphy Capacitatción y educación como herramienta de transformación

145 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

CAPÍTULO VIII Los roles que nos asignan, las brechas que persisten

Mirtha Sisnero: un paso fundamental hacia la igualdad en el acceso al trabajo Jimena Granados | Historía tercera persona

M irtha Sisnero se hizo conocida en el país a mediados

de mayo de 2014, cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación le dio la razón y consideró que las empresas de transporte estaban discriminando a las mujeres al no contratarlas como colectiveras. Los grandes medios hablaban entonces de la lucha de la salteña que quería ser chofer de ómnibus y había logrado generar un precedente clave para la igualdad de género en el acceso al trabajo. Sin embargo, su lucha había comenzado muchos años antes.

Mirtha comenzó a sentir que manejar un colectivo podía ser su medio de vida cuando se enteró por un amigo de que, en Córdoba, había un transporte público que conducían exclusivamente las mujeres: el trolebús.

Entonces decidió hacer cursos para aprender a manejar un ómnibus y sacó el carné habilitante. La primera empresa en la que se presentó a pedir trabajo fue Alto Molino, en 2007.

«Me pidieron que llevara un currículo y mi licencia.

Hice ese trámite, pero después pasaron varios meses y no me llamaban. Siempre iba a preguntar y me decían que tenía que esperar. Ahí empecé a darme cuenta de que no iba a ser tan fácil», recuerda.

Poco después resolvió intentar en otras empresas. A esa altura, trabajar en el transporte público se había convertido en un sueño. «Siempre me había preguntado por qué los mejores trabajos eran solo para los varones», explica.

A mediados de 2007 se le ocurrió compartir lo que le pasaba en una carta de lectores que se publicó el 8 de junio en el diario El Tribuno de Salta. «¿Por qué no hay mujeres conduciendo ómnibus urbanos? ¿Será por falta de confianza en las mujeres? ¿Por qué ignoran que las mujeres podemos realizar el trabajo que realizan los hombres de

igual manera o mejor? Yo tengo la ilusión de conducir un ómnibus, así que vería con agrado que se acabe esa discriminación que surge de suponer que las mujeres no podemos manejar un colectivo. En los países del primer mundo, especialmente en Europa, hay tantas mujeres como hombres conduciendo ómnibus. En última instancia, se puede constatar nuestra idoneidad o falta de ella tomándonos un examen», planteaba.

Varios medios locales se hicieron eco de su historia entonces y la defensora oficial civil Natalia Buira la contactó para ayudarla a llevar el caso ante la Justicia.

En 2008 Mirtha Sisnero presentó un recurso de amparo en conjunto con la Fundación Entre Mujeres. Denunciaba que las transportistas no la contrataban solo por ser mujer y pedía terminar con la discriminación de género.

Se trataba de una acción colectiva, que buscaba que todas las mujeres tuvieran la oportunidad de trabajar en el transporte público y no solo ella.

«Yo creo que muchas veces las mujeres sienten que no pueden. Y entonces son ellas las que tienen que soportar el maltrato. El día que todas tengan un trabajo eso va a empezar a cambiar», dice Mirtha.

En 2009 un fallo del juez Mario D’Jallad le dio la razón y ordenó que las transportistas contrataran a colectiveras cuando tuvieran vacantes hasta que el 30 %de sus planteles fuera femenino. La primera en incorporarse debía ser Mirtha Sisnero.

Sin embargo, las empresas apelaron en contra de esta decisión judicial y llevaron la causa a la Corte de Justicia de Salta, que consideró en 2010 que no estaba probado que los empresarios estuvieran discriminando a Mirtha y que no se podía obligar a las líneas a tomar a mujeres.

146 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

Mirtha Sisnero: un paso fundamental hacia la igualdad en el acceso al trabajo | Jimena Granados

La decisión del máximo Tribunal de Justicia en Salta vol2014, más de 30 mujeres fueron contratadas para conducir vía atrás y dejaba sin efecto el primer fallo favorable que colectivos en Salta Capital. Sin embargo, el puesto para había conseguido Mirtha, pero ella no se daría por vencida ella no llegó por razones que nadie le termina de explicar. y llevaría la causa hasta la Corte Suprema de Justicia de la Le tomaron varias pruebas que pasó sin inconvenientes.

Nación.

En 2009 había cumplido con un periodo de práctica en la «Esto no se soluciona solamente con subsanar la discriempresa TAEB en Tartagal para completar su formación. minación que sufrió Mirtha, sino que las En 2016 una empresa la llamó para una empresas tienen que adoptar medidas de entrevista y le asignó un recorrido, paso «Esto no se acción positiva en este sentido», señalaba previo a tomarla, pero después el puesto soluciona a los medios de comunicación en 2014 no quedó para ella. solamente con Natalia Buira, defensora de Mirta.

Más de dos años después de que el «Este caso encierra un asunto de trasmáximo Tribunal de Justicia del país orsubsanar la cendencia institucional y social, por lo discriminación que denara que terminara la discriminación que se debe instar a los poderes Legislaen el transporte público, Mirtha cree sufrió Mirtha, sino tivo y Ejecutivo de la provincia de Salta que no le dan trabajo porque se puso a la que las empresas a adoptar medidas para revertir este tipo cabeza de una lucha por la igualdad que de discriminación», reclamaba Buira. tienen que adoptar molesta a muchos. Sin embargo, no se Finalmente, el 21 de mayo de 2014 la medidas de acción arrepiente de nada de lo que hizo.

Corte Suprema de Justicia de la Nación «Siempre hay alguien que me dice, un positiva en este falló a favor de Mirtha Sisnero y consipoco en broma un poco en serio: «Es que sentido», señalaba vos sos quilombera“. Me pasó en varios deró que el solo hecho de que las líneas de colectivos no tuvieran conductoras lugares en los que fui a buscar trabajo. a los medios de contratadas era una muestra suficiente Cuando se enteran de que yo soy la que comunicación en de que estaban discriminando. impulsó este tema en la Justicia, cambien 2014 Natalia Buira, totalmente de actitud conmigo», cuenta.

«Una mujer podrá ser colectivera defensora de Mirta. Quizás cuando comenzó, Mirtha no gracias a un fallo de la Corte», titulaba Clarín. «El derecho de Mirtha a ser sabía que la batalla social sería tan ardua colectivera», publicaba Página 12. «La Justicia, a favor de como la legal. «No hay mujeres capacitadas para manejar una salteña a la que le impedían ser chofer de colectivo», un colectivo», salió a decir el titular de la UTA (Unión anunciaba La Nación.

Tranviarios Automotor), Jorge Flores, después de que la Parecía que la historia había llegado a un final feliz, pero Justicia ordenara contratar a conductoras. Parecía defena Mirtha le quedaba mucho camino por delante. Desde derse de una amenaza.

147 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

CAPÍTULO VIII Los roles que nos asignan, las brechas que persisten

Al rechazo del representante gremial, se sumó el del titular de la AMT (Autoridad Metropolitana de Transporte), Gustavo López, «Esto no es una cuestión de género... hablamos de idoneidad para conducir un colectivo», manifestó en una entrevista con una radio local. También se expresó en contra de la idea de que un cupo de los empleos de chofer fuera para las mujeres.

Raúl Ale, uno de los empresarios que maneja el negocio del transporte público en Salta también salió a pedir que se ignorara el pedido de Mirtha. «Se debe ordenar el tránsito de la ciudad… no es tiempo de que una mujer maneje colectivos. Esto es Salta turística y las mujeres deberían mostrar sus artes culinarias», sostenía.

Desde la AMT también se ocuparon de difundir que Mirtha no estaba preparada para manejar. Según comunicaron a varios medios, le ofrecieron manejar un colectivo escolar, pero después desistieron porque no tenía condiciones de hacerse cargo.

Mirtha tuvo que aclarar después que ella no aceptó porque le pedían salir a la ruta en un ómnibus de 20 años de antigüedad que no estaba en condiciones mecánicas y ni siquiera tenía la Revisión Técnica Vehicular. Muchos prefirieron no escuchar su explicación y quedarse con la idea de que no era capaz de ocupar el lugar por el que venía peleando desde hacía años.

«Las mujeres no tienen la fuerza necesaria». «No podrían cambiar una goma». «Corren el riesgo de que las asalten».

Fueron algunos de los argumentos que Mirtha tuvo que escuchar durante años. «Cuando se rompe el colectivo no lo arregla el chofer y la inseguridad es un peligro para cualquiera, no solo para nosotras», se encarga de aclarar cada vez que puede.

Tras el fallo de la Corte Suprema, sigue habiendo resistencias y recurrentemente surgen voces que se preocupan por hacer público cuando alguna colectivera roza a otro vehículo o tiene algún incidente. Sin embargo, nadie se preocupa por los cientos de infracciones y accidentes que protagonizan los varones a cargo de la mayoría de las unidades todos los días.

«Son tiempos de grandes desafíos. Ya es momento de empezar a concretar profundamente la inclusión laboral de las mujeres. El fallo de la Justicia hasta ahora no fue acatado plenamente. Saludo a los empresarios que me enseñaron que no todas las puertas se abren por la manija», dijo Mirtha en un discurso que leyó en la plazoleta IV Siglos de Salta en el acto por el Día Internacional de la Mujer en 2012.

Mirtha tiene 44 años y dos hijos de 20 y 22. Nació en Metán, al sur de la provincia, pero vive en la Salta capital desde los 17 años. En 2010 se separó de su marido y cuida a personas enfermas para sostener su casa mientras espera que se respete su derecho a tener el empleo fijo para el que se preparó invirtiendo tiempo y dinero.

Para sostener a sus hijos, a lo largo de su vida trabajó como guardia de seguridad, peluquera, costurera, almacenera y ayudante en una biblioteca. Pero nunca logró con esas ocupaciones los ingresos suficientes ni la estabilidad que necesita.

Hace tres años, desocupó una habitación de su casa del barrio La Loma, al norte de la ciudad, para armar una biblioteca popular. Su objetivo era que la organización se especializara en textos relacionados con los derechos humanos.

Con un subsidio estatal y la donación de diferentes ins-

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Mirtha Sisnero: un paso fundamental hacia la igualdad en el acceso al trabajo | Jimena Granados

tituciones, logró abrir las puertas en un espacio en el que también puso algunas computadoras para los vecinos que no tienen acceso a esta tecnología en sus casas.

A la biblioteca la bautizó «Rosa Parks», en homenaje a la luchadora estadounidense en contra del racismo que en 1955 se hizo conocida cuando la arrestaron por negarse a ceder su asiento a un hombre blanco en el colectivo, como indicaban las normas de la época.

Además, Mirtha fue una de las impulsoras de la ley provincial 7769, de bibliotecas populares. La norma, aprobada en 2013, tiende a la promoción y sostenimiento de las instituciones que promueven la lectura en los barrios.

«Hay que hacer que los chicos lean desde chicos. Hay que enseñarles a respetar a los otros. En la sociedad falta comunicación y participación y cualquier granito de arena suma», cree.

Mirtha se convirtió en invitada especial en talleres y seminarios sobre igualdad de género o equidad en el acceso al trabajo y, aunque su objetivo de manejar todavía no se haya concretado, no duda de que lo logrará.

Pese a la negativa de las empresas y la resistencia de muchos sectores, Mirtha tiene decidido seguir insistiendo y explica: «Sé que me trataron muy mal, que me preguntan todo el tiempo para qué lo hice… pero yo nunca me quedo mirando atrás».

149 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

Las que se construyen Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO IX

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Hacer visible lo invisible. El trabajo no reconocido de las mujeres

Autoras Magalí Brosio y Violeta Guitart El Trabajo doméstico no remunerado sigue siendo cosa de mujeres

Lucia Martelotte y Victoria Gallo Tareas del hogar: el trabajo invisibilizado de las mujeres. sobre cuidados

Pamela Eleonora Ares Una nueva oportunidad: Jubilación divino tesoro

171 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

CAPÍTULO IX Hacer visible lo invisible. El trabajo no reconocido de las mujeres

El trabajo doméstico no remunerado sigue siendo cosa de mujeres Magalí Brosio y Violeta Guitart | Conceptual

J uan y Clara son hermano y hermana. Cada cual está en

dar; el problema es la conformación de un sentido común su cuarto jugando: Juan es fanático de los ladrillos de juque indica que estas actividades son propias de las mujeguete y está armando un edificio con ellos. Clara, por otro res, que a ellas les resultan más fáciles y/o placenteras pues lado, está «alimentado» a su muñeca con la comida que «están en su naturaleza». Años después de guardar en la previamente le «cocinó» en su cocina de plástico rosa. Esta parte de arriba del armario las muñecas y las escobas de es una imagen que, con algunos matices, podía transcurrir juguete, estas niñas continuarán realizando estas tareas, ya hace 30 años de la misma forma en la que sucede hoy. Los no como un juego sino como un deber que se les impone: juegos y actividades recreativas a los que a algunas, por ejemplo, se les pedirá que las niñas y los niños dedican sus horas colaboren en las labores domésticas en Todas las mujeres de ocio han sufrido importantes modimayor proporción a lo que lo hacen sus en mayor o ficaciones con el correr de los tiempos, hermanos varones mientras que a otras menor medida a la par de los cambios culturales y los se les insinuará que más importante que han teatralizado avances tecnológicos. Sin embargo, hay hacer una carrera universitaria es ser bueelementos que parecen trascender al reescenas de la vida na ama de casa para así cumplir con un cambio generacional: todas las mujeres futuro marido. hogareña, ya sea en mayor o menor medida han teatraEn este contexto, no debería resulimitando a sus lizado escenas de la vida hogareña, ya tarnos sorprendente el desenlace final: madres o siguiendo hoy vivimos en una sociedad donde las sea imitando a sus madres o siguiendo a un modelo de mujer que se les presenta mujeres han hecho avances titánicos en a un modelo de como el correcto. Así, desde pasear a una incontables campos, pero aun así el tramujer que se les muñeca en cochecito hasta cocinar con bajo doméstico continúa siendo realizapresenta como el ingredientes invisibles, estos juegos casi do principalmente por ellas. Entonces, correcto exclusivamente femeninos han sido realiaquello que a primera vista se presentó zados por casi todas las mujeres en algún como una mayor libertad hoy es claro momento de sus vidas. Si bien esto a primera vista puede que no fue gratuito: el ingreso de la mujer al mercado laparecer poco relevante porque no hay nada intrínsecamenboral —o lo que es lo mismo, su independencia económite malo en ellos, lo cierto es que han contribuido a la conca— está plagada de obstáculos que en su mayoría tienen formación de un estereotipo sobre el rol de la mujer que un origen común y es el carácter fundamentalmente fela perseguirá y moldeará su comportamiento, elecciones y menino del trabajo doméstico y de cuidados no remuneposibilidades mucho después de abandonar estas actividarado. Además del cansancio que implica la «doble jornada des (al menos de manera lúdica). laboral» que la mujer debe realizar si suma a su tiempo de El problema no es (jugar a) planchar, lavar, cocinar, cuitrabajo en el mercado el tiempo trabajado en el hogar, las

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El trabajo doméstico no remunerado sigue siendo cosa de mujeres | Magalí Brosio y Violeta Guitart

dificultades que estas enfrentan son muy variadas. Desde la mujer que debe tomar empleos informales porque no tiene quien «le» cuide a los/as niños/as cuando no están en la escuela por lo que requiere un trabajo con mayor flexibilidad horaria (aunque ello implique un menor salario y puestos de peor calidad), hasta aquella que aplica a una gerencia y no la obtiene porque se especula que quedará embarazada en cualquier momento dada su edad, todas las mujeres sufren en mayor o menor medida de las consecuencias de este preconcepto de que las actividades en el hogar son exclusivamente «su problema». ¿Cómo conocemos cuánto tiempo destina cada persona al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado?

La principal herramienta metodológica para abordar el trabajo doméstico no remunerado son las encuestas de uso del tiempo, las cuales se utilizan desde la década del setenta, aunque, en general, con baja frecuencia (en relación con otros relevamientos) y no han llegado a todos los países.

Estas encuestas sirven para recopilar información sobre cómo las personas distribuyen su tiempo entre distintas actividades. En particular, se centran en la participación y el tiempo destinado a las tareas domésticas y de cuidado por parte de los/as miembros del hogar y la sociedad en general, lo cual permite la visibilización de ese trabajo (que es omitido en el resto de las estadísticas), mostrando el tiempo que se le dedica día a día; y contribuyendo con un primer paso para reconocer así el valor que posee. No solo sirven para dar cuenta de la diferencia en el uso de tiempo entre varones y mujeres, sino que también muestran cómo varía esto de acuerdo con el nivel socioeconómico, educación, etnia y edad de la población analizada.

Es en los países europeos donde las encuestas de uso de tiempo se llevan a cabo con mayor frecuencia, realizándose cada 5 años en Holanda y cada 10 en Dinamarca, Gran Bretaña y Francia. En Latinoamérica, Cuba fue el primer país en ponerlas en marcha en el año 1985, y en 1996, México tuvo su primera experiencia, constituyéndose a partir de ese momento como una referencia para estas mediciones con una gran y sostenida producción de datos y mejoras sustantivas en lo conceptual y metodológico.

En la Argentina, en el año 2005 se publicó una encuesta de uso del tiempo realizada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y recién en 2013 se llevó adelante un relevamiento nacional. A partir de ellas quedó demostrado estadísticamente que el trabajo doméstico se reparte asimétricamente: 9 de cada 10 de las mujeres participa en las tareas domésticas mientras que entre los varones la proporción cae a solo 4 de cada 10. Además, las estadísticas evidencian importantes diferencias también en el tiempo de dedicación: las mujeres destinan en promedio 3 horas más a este tipo de labores.

Lamentablemente, este relevamiento no cuenta con mediciones previas. De esta manera, si bien su realización constituye un primer paso para conocer cómo los argentinos y las argentinas usan su tiempo, si no se llevan a cabo de manera periódica no es posible conocer la evolución de ese proceso. ¿Por qué esto es importante? Porque desde el Estado deberían proponerse soluciones a esta inequitativa distribución del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, ya que, si se busca eliminar las desigualdades de género, romper con el estereotipo de que la mujer es la responsable de esas tareas es un paso necesario. En esta línea, resulta fundamental no solo realizar una mejor dis-

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Bety Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO X

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Mujeres que nos inspiran, redes que nos construyen

Autoras Mariana Jimenez Tejedoras de Historias

Mariana Massaccesi Las voces que están cambiando el mundo

Lala Paquinelli Mujeres que inspiran

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CAPÍTULO X Mujeres que nos inspiran, redes que nos construyen

Tejedoras de Historia Marian Jimenez | Sobre la Randa y la transmición de conocimientos ancestrales entre mujeres

Tejer quizás sea una de las actividades más antiguas de

la humanidad y una de las pocas que se ha sostenido con interés a través del tiempo. Tramar, hilar, ha sido y sigue siendo, a través de la historia, un medio de expresión vital para la mujer. Dicen que en cada una de nosotras habita una tejedora que hace, deshace y vuelve a hacer historias con hilos y agujas.

Tejer y relatar van de la mano, es hilar palabras, armar una trama y crear un arte que expresa lo que la palabra o el habla no puede decir.

Este es el fenómeno que se produce entre las randeras tucumanas, mujeres generadoras de riqueza cultural que trabajan con los hilos de las emociones para tejer un mapa sencillo y delicado, que atesora la memoria colectiva e historias de cada una de ellas y que utilizando un arte netamente doméstico, silencioso y artesanal cobran con destacada elocuencia una fuerte notoriedad dentro y fuera de Tucumán.

Son estas mujeres, las hacedoras de la randa, una técnica artesanal, que es patrimonio textil de la Argentina y actualmente propuesta para ser reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la particularidad de su diseño y laboriosidad.

Este arte textil bellamente trabajado, se ha constituido como parte de la cultura e identidad de mi provincia. Se desarrolla en El Cercado, su cuna, un lugar rodeado de ríos, acequias y arroyos, ubicado al norte de Ibatín, sitio donde se fundó la primera capital de Tucumán.

Para entender el valor de la técnica, es necesario contar que la actividad es producto de una herencia involuntaria de un arte de origen alemán que las damas españolas trajeron consigo durante la colonia para transmitir a las más

diestras de nuestras criollas de El Cercado, quienes en las calurosas siestas tucumanas la practicaron, la enriquecieron y la transmitieron generación tras generación durante 500 años. Lo hicieron nuestro, un arte vivo, una insignia con infinitas posibilidades de evolucionar hacia lugares impensables y perdurar en el tiempo.

Aún hoy no es muy claro el origen y significado de la palabra randa y es que la historia cuenta que proviene de España y que allí randa se usó como sinónimo de encaje. Otra versión tiene un origen alemán, donde rant dio nombre al borde de los escudos, y luego rand, a los bordes en general. Así, tanto el significado de adorno como la de borde, se asemejan al uso que damos actualmente al término: el de un encaje realizado a mano, que adorna prendas y accesorios.

Esta disputa de significados surge en el siglo XVI, cuando Carlos V era simultáneamente rey de España y de Alemania. El gran intercambio cultural y artesanal que hubo entre estos países, hizo que la randa que había nacido en Alemania se traslade a España donde alcanzó gran difusión.

La técnica llega al continente americano con los españoles que, a mediados del 1500, entraron en nuestra región tucumana. Cuando el gobernador Mate de Luna ordenó trasladar la capital más al norte (actualmente San Miguel de Tucumán), parte de la población decidió quedarse en la zona optando por permanecer en las cercanías de El Cercado y otros pueblos del departamento de Monteros. Fue en esos húmedos bosques monterizos, donde las mujeres sostuvieron la tradición de la randa, encontrando en su laborioso refinamiento un ejercicio virtuoso, dignificante y a la larga productivo.

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Tejedoras de historia | Marian Jimenez

La randa expresa destreza, historia e identidad, es un tacto, y las promotoras de preservarlo a pesar de que haya arte lento y refinado, que requiere de paciencia para anudesaparecido en gran parte del continente americano. dar los delgados hilos y dotar de belleza a la trama, que «La randa me da vida», es lo que piensa Marcela Suelpreserva la memoria y emociones de mujeres que escriben do, reconocida randera de Monteros, y es que desde su la historia. infancia la randa tiene una presencia ineludible en su La pieza textil se elabora con hilo vida. Influenciada por la voz de su oride algodón, agujas de coser y un basgen y las manos de su tía a los ocho años La randa expresa tidor. Comienza con un hilo continuo ya sentía la necesidad de aprender esta destreza, historia que arma una base o malla, la cual puetécnica. «Mi tía al principio no quería de tejerse en planos rectos o circulares enseñarme, para ella la randa era uno e identidad, es para finalmente colocar en el bastidor y de sus tesoros más valiosos y pensaba un arte lento y bordar. Estos bastidores son de madera que solo podía ser transmitido a quien refinado, que o alambre y de tamaños muy variados. realmente apreciara el arte como ella lo requiere de Allí la randera inicia su labor con sus hacía, pero fue tanta mi insistencia que manos y aguja como una varita mágica, accedió a hacerlo», recuerda. paciencia para va diseñando y plasmando a la vez con «Tejer me relaja, me abstrae del ruianudar los diferentes puntos (arroz, cadena, anís, do del día a día. Cuando tejo me libedelgados hilos y lluvia simple o lluvia doble) los bordaro, nada me produce angustia, se activa dotar de belleza dos, que pueden ser formas naturalistas, una sensación que me hace sentir viva, figuras geométricas, tipos arabescos y un es una forma de estar en paz y muy fea la trama, sinfín de motivos con identidad tuculiz por estar aquí y ahora, no hay nada que preserva mana. Una vez terminado el bordado mejor que dejarme llevar por la magia la memoria y se lava la randa y se la almidona con del tejer», cuenta con su voz cálida y enemociones de apresto para que se endurezca el tejido. tusiasta.

Esta destreza permite crear cosas únicas, A pesar de haber transitado durante mujeres que como puntillas, cuellos, carpetas para muchos años un camino de violencia y escriben la historia. desamparo, Marcela logró con tenacimesa entre otras.

Hoy en día este artístico tejido de dad, valentía y esfuerzo, superar los obspunto entramado con agujas y delgados hilos, se encuentáculos para tener acceso a una libertad de movimiento tra arraigado a la cultura más valiosa de Monteros. Fueron para ella y sus hijos. Ahora se siente orgullosa de poder las randeras, mujeres anónimas y tantas veces ignoradas ser ella misma y capaz de hacer todo lo que se proponga, quienes lograron que este tramado artesanal sobreviva incon el sueño firme de que su pasión se transmita a más

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NiUnaMenos Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO XI

198 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

Mujeres, politica y poder

Autoras Mariela Belski Paridad reflexiones en torno a la paridad

Cistina Alvarez Rodriguez El poder de las mujeres y el Proyecto Una y Uno de paridad en las listas

Micaela Ferraro La Famiia. Historia Personal: roles, maternidad, cuidado, vocación politica

Rosana Bertone La política como vocación en el construcción del otro

Josefina Mendoza Mujer, Política y educación universitaria

Claudia Martinez Violencia Política, un tema pendiente en las agendas de género en Latinoamérica

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CAPÍTULO XI Mujeres, politica y poder

Reflexiones en torno a la paridad Mariela Belski | conceptual Directora Ejecutiva Amnistía Internacional Argentina

La igualdad en la composición de los órganos públicos es

aún una deuda pendiente que compromete los derechos humanos en nuestro país. La integración mayoritariamente masculina de los organismos gubernamentales y la histórica exclusión de las mujeres de los espacios de decisión en los tres poderes del Estado, son una expresión de los patrones de desigualdad en los que está estructurada la sociedad, perpetuando de diversas maneras la dominación de uno de los géneros con el resultado de excluir del debate público valiosas voces y perspectivas. Es la diversidad de experiencias, trayectorias y procedencias la que contribuye a enriquecer el intercambio de ideas en los lugares de decisión política.

La paridad se pone en discusión en un contexto normativo y social en el cual el ideal formal de igualdad, reconocido como pilar en nuestro texto constitucional, dejó en evidencia las raíces profundas de la cultura machista y patriarcal. Esto es, ha evidenciado que no alcanza con el reconocimiento de la igualdad formal para mitigar sus efectos ya que las mujeres continúan en una situación de desventaja estructural.

El principio de igualdad y no discriminación, reconocido en la Constitución Nacional y en los diversos instrumentos internacionales de derechos humanos que la integran, obliga al Estado a promover la paridad en la conformación de espacios de poder político. Sin embargo, la situación de las mujeres en la política es aun desigual.

En el ámbito de las Naciones Unidas, la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, firmada en 1952 y ratificada por nuestro país en 1960, fue el primer instrumento internacional que reconoce el derecho de todas las mujeres a la participación política contribuyendo a que el

derecho de las mujeres al voto fuera universalizado. A partir de la aprobación de esta Convención puede identificarse el comienzo de un sostenido compromiso por el respeto de los derechos fundamentales de las mujeres en cuanto a su participación en la vida política. En particular, en su art. 3 establece que «Las mujeres tendrán derecho a ocupar cargos públicos y a ejercer todas las funciones públicas establecidas por la legislación nacional, en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación alguna».

Por su parte, en la Convención para la Eliminación de las Formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW), ratificada por nuestro país en 1985 y con jerarquía constitucional desde 1994, los Estados se comprometieron expresamente a adoptar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra las mujeres en todas las esferas, incluida la vida política y pública, y a garantizar, en igualdad de condiciones con los hombres el derecho a «participar en la formulación de las políticas gubernamentales y en la ejecución de estas, y ocupar cargos públicos y ejercer todas las funciones públicas en todos los planos gubernamentales». (Artículo 7 b.)

Entre sus fundamentos, la CEDAW señala que: La discriminación contra la mujer viola los principios de la igualdad de derechos y del respeto de la dignidad humana, que dificulta la participación de la mujer, en las mismas condiciones que el hombre, en la vida política, social, económica y cultural de su país, que constituye un obstáculo para el aumento del bienestar de la sociedad y de la familia y que entorpece el pleno desarrollo de las posibilidades de la mujer para prestar servicio a su país y a la humanidad.

A su vez, en el ámbito interamericano, los derechos po-

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Reflexiones en torno a la paridad | Mariela Belski

líticos están consagrados en el artículo 23.1.c de la Condel 50 %. Es decir, hacer efectivo el compromiso constivención Americana de Derechos Humanos, con jerarquía tucional establecido en el artículo 37 de la Constitución constitucional desde 1994, que obliga a garantizar a todos y de esta manera promover la participación igualitaria de los ciudadanos el acceso, en condiciones generales de iguallas mujeres en la vida política, pero no a partir de un cupo dad, a las funciones públicas, derecho determinado como ha sido hasta ahora, que debe ejercerse en concordancia con sino reclamando la paridad como un En este contexto el principio de igualdad real de oportuprincipio rector y no como una medida y en el marco nidades. transitoria.

Luego de la reforma de la Ley 24.012 se La lucha por la paridad de género ha del debate por la dispuso, en el ámbito del Poder Legislatisido fuertemente cuestionada y no es llaley de la reforma vo, un cupo del 30 % para la integración mativo, en un país donde históricamenpolítica, un grupo de las listas a cargos electivos nacionales. te el desempeño de la actividad política de diputadas Sin embargo, a 25 años de su sanción, este y las reglas de juego en el ejercicio del principio es violado por prácticamente topoder han sido masculinos, cambiar la y diputados dos los partidos políticos. estructura interna de los partidos, abany un grupo El pleno cumplimiento del derecho a donando tal privilegio, tiene sus costos. de senadoras, la igualdad y no discriminación de las Una de las críticas es que la paridad apoyadas por mujeres, reconocido en la Constitucional pondera el género por sobre la idoneidad Nacional, en los tratados internacionales organizaciones de y que ello implicaría nivelar para abajo. de derechos humanos con jerarquía consPero, la igualdad no exige ni acepta la la sociedad civil, titucional y en diversos instrumentos inidea de nivelar para abajo. Para que la nipropusieron discutir velación sea genuinamente «para abajo» ternacionales, exige que se establezcan la incorporación en y, por lo tanto, problemática, no debe medidas positivas tendientes a asegurar la igualdad real de oportunidades entre producir efectos positivos de ningún dicha reforma, de varones y mujeres, y pone en cabeza del tipo. En este sentido, es difícil imaginar un cupo femenino Estado esta obligación (artículo 37 de la situaciones en las que en nombre de la del 50 %.

Constitución Nacional). igualdad estaría justificado empeorar la En este contexto y en el marco del desituación de algunos sin que ello benebate por la ley de la reforma política, un grupo de dipuficiara a nadie. tadas y diputados y un grupo de senadoras, apoyadas por Otra de las críticas frecuentes al principio de paridad es organizaciones de la sociedad civil, propusieron discutir la vulneración a la libertad y autonomía personales (por la incorporación en dicha reforma, de un cupo femenino ejemplo «quiero votar al mejor, al que yo considere el me-

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Silvia Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO XII

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Techo de cristal

Autoras Mercedes D'Alessandro Rompamos el techo de cristal

Susana Medina Carmen y Florentina. Dos Mujeres. Dos Amigas

223 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran�

CAPÍTULO XII Techo de cristal

¡Rompamos el techo de cristal!

Mercedes D’Alessandro |

Durante mucho tiempo en nuestra sociedad funcionó un

modelo de mujer ama de casa y hombre proveedor que organizaba la familia en torno a estos roles. De esta manera, conseguir un marido, casarse y tener hijos/as era la máxima aspiración de toda mujer mientras que tener una carrera, realizarse en lo profesional, ser artista, dedicarse al deporte, la ciencia o la política quedaba desplazado; en muchos casos hasta era considerado como algo que hacían mujeres incompletas, feas o amargadas. Pero el mundo ha cambiado bastante y en las últimas décadas, las mujeres avanzaron a pasos agigantados en cuanto a su participación económica: en los sesenta solo trabajaban fuera del hogar 2 de cada 10 mujeres y hoy son casi 6 de cada 10. Al mismo tiempo, hace dos generaciones que las mujeres tienen mayores niveles educativos que los varones. Estos cambios, que implicaron una mayor libertad e independencia para ellas, no se dieron de manera automática o natural; son producto de la lucha de movimientos por los derechos de las mujeres que van desde la participación política a través del voto —que en la Argentina se estrenó recién en 1951— al acceso a anticonceptivos que permitió una mejor planificación familiar y la caída en las tasas de natalidad.

Podríamos decir que las luchas feministas han dado sus frutos aunque son un camino en construcción. La violencia de género se ubicó como un tema central en la agenda pública desde la primera marcha masiva de #NiUnaMenos y hay un clima estimulante de discusiones acerca del rol de las mujeres en distintos ámbitos. Pero aún falta: el mayor acceso al mercado de trabajo no vino acompañado de una menor responsabilidad en las tareas del hogar o una estructura que permita reducir su peso en el cronograma diario, como se discutió en el capítulo anterior. En la Argentina

Economía Femini(s)ta www.economiafeminita.com las mujeres representan más del 40 por ciento de la fuerza laboral y son el 60 por ciento de las estudiantes y graduadas universitarias, sin embargo, ganan menos que los varones, hacen el 76 por ciento del trabajo doméstico no remunerado y no acceden a puestos jerárquicos en empresas, ciencia o política. Además de eso, enfrentan cotidianamente estereotipos que las degradan, machismo y violencia en distintos ámbitos de su vida. En esta oportunidad, nos detendremos sobre un fenómeno en particular que se conoce como techo de cristal, y que intenta explicar por qué las mujeres tienen obstáculos para crecer en sus ámbitos de trabajo.

Un largo camino hacia la cima El techo de cristal hace alusión a una frontera invisible que permite que las mujeres vean lo que hay arriba en su camino laboral, pero que no lo puedan traspasar. Es un límite al crecimiento; ya sea para profesionales, políticas, artistas, y se extiende a lo largo de todo el planeta. Aunque en 2016 casi la mitad de los/as trabajadores/as de las 500 empresas más importantes del planeta son mujeres, menos del 20 por ciento de ellas accede a una silla en el directorio y solo el 4 por ciento se convierte CEO2. Además, ellas ganan menos que sus pares varones. Para ilustrarlo de una manera mucho más simple, un estudio de la consultora Ernst & Young muestra que, en las primeras 1500 empresas que cotizan en Wall Street, hay más directores varones llamados John, Robert, William o James que mujeres como directoras. En Latinoamérica se suele decir que las latinas enfrentan un «techo de hierro», más denso y difícil de romper aún. Según el LatinTrade Ranking, las mujeres solo ocupan el 5,6 por ciento de las sillas de los directorios de las 100 empresas más grandes y entre las 500 empresas más grandes de la región

224 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

¡Rompamos el techo de cristal! | Mercedes D’Alessandro

solo 9 tienen una mujer en la presidencia chistas, falta de liderazgo, son algunos de En la Argentina (el 1,8 por ciento del total). Pero esto no los variados elementos que conspiran en las mujeres ocurre solo en las empresas, en la Argencontra del avance de las mujeres en sus representan más tina el 22 por ciento de los ministros del espacios de trabajo. gabinete que dirige los destinos del país del 40 por ciento de está a cargo de una mujer, aunque ellas la fuerza laboral y La necesidad de compatibilizar tareas representan la mitad de los/as trabajalaborales y familiares son el 60 por ciento Entre los factores más determinantes en dores/as del Estado. Algo similar ocurre de las estudiantes en la estructura científica: las becarias la construcción de este techo están la madel CONICET rondan el 60 por ciento, ternidad y los roles de género. Cuando las y graduadas pero la mayoría de quienes llegan a dirigir mujeres se hacen madres, en la mayoría universitarias, sin laboratorios o proyectos de investigación de los casos se interrumpe su evolución embargo, ganan son varones. En el ministerio de Ciencia laboral. Licencias cortas para ellas, casi menos que los y Técnica, por ejemplo —a octubre de inexistentes para los padres, ausencia de 2016— no hay ninguna mujer en la priespacios para la lactancia y jardines mavarones, hacen el mera fila del gabinete. Tampoco hay en ternales, trabajos con horarios muy de76 por ciento del el Ministerio de Economía, en donde se mandantes y poco flexibles, son responsatrabajo doméstico discuten, diseñan e instrumentan medibles de ello. Así es como las mamás toman no remunerado das para abordar problemas como el des(cuando pueden) horarios o empleos más empleo o la pobreza (que afectan más a flexibles para poder compatibilizar las tay no acceden a las mujeres). puestos jerárquicos reas que realizan dentro de la casa y las ¿Por qué si las mujeres tienen estudios, que tienen fuera de ella. A veces no se traen empresas, formación y experiencia no pueden crecer ta solo de lograr que alcancen las horas ciencia o política. a la par de sus compañeros? El techo de del día para ser «directora internacional cristal está constituido por elementos exmundial» y madre, el desafío es propiciar ternos e internos, hay muchos factores que condicionan el los espacios para que se pueda dar esta conciliación, y que desarrollo de las mujeres en sus ambientes de trabajo y van no sean caminos distintos. La solución, por tanto, involucra desde las estructuras laborales que penalizan la maternidad tanto la reorganización de las responsabilidades al interior —y en muchos casos las obligan a retirarse del mercado de la familia (y la cultura) como la forma en que las empremientras son madres— a estereotipos o preconceptos que sas, instituciones y organizaciones consideran estas instanse forman del rol que ellas cumplen en la sociedad. Pocas cias. Hay una gran coincidencia entre las mujeres en puesoportunidades de desarrollo, culturas empresariales matos directivos en cuanto a las ventajas de acceder a licencias

225 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

Las que resisten Obra de Lala Pasquinelli

CAPÍTULO XIII

232 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

Fundación Contemporánea

Autoras Pamela Eleonora Ares Fundación Contemporanea

Soledad Sartor Transformarme para transformar

María Gabriela Arancibia Mi participación en el programa Juana Azurduy.

Amalia Sosa y María Emilia Quinteros Testimonios de dos mujeres que participaron del Programa Juana Azurduy

233 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

CAPÍTULO XIII Fundación Contemporánea

Fundación Contemporánea Pamela Eleonora Ares | Relato Personal

La Fundación Contemporánea es un una organización no gubernamental sin fines de lucro creada en la provincia de Salta en el año 2008 por una mujer empoderada y emprendedora, María del Carmen Hinojo. A partir del año 2015 es dirigida por Pamela Eleonora Ares, quien le dió una impronta feminista y social muy fuerte, haciendo eje en la transformación de las mujeres.

Con una metodología de trabajo propia, que sintetiza herramientas de la educación popular, la sociología, la gestalt,la psicología de grupos, y desde una mirada holista e integradora de la mujer. Con una fuerte creencia que la sanación de los cuerpos de las mujeres es una posición política y de transformación social.

El equipo de trabajo es inter e intradisciplinario, con profesionales con una clara visión de género y con extensa experiencia en el trabajo de campo, Perla Torales, Yanina Salim. Maru Rocha, Soledad Sartor, María Gabriela Arancibia. El trabajo en equipo es la clave del éxito de nuestros proyectos pero fundamentalmente lo es, la circularidad con la que trabajamos y la sororidad que nos hermana.

¡Se constituye como un espacio destinado a: • Gestionar proyectos y programas que contribuyan al desarrollo sustentable e integral de la sociedad.

• Promover la perspectiva de género e inclusión de las mujeres en cada una de sus iniciativas.

• Fomentar el empoderamiento de la mujer.

• Contribuir al diseño, gestión y evaluación de proyectos.

• Desarrollar programas de formación y capacitación.

• Articular acciones de cooperación con el sector público y privado para fomentar el desarrollo local con perspectiva de género.

• Establecer estrategias comunes con otras organizaciones no gubernamentales, nacionales e internacionales.

C:0 M:100 Y:100 K:0 C:0 M:68 Y:95 K:0 C:70 M:86 Y:0 K:0

• Es una organización que trabaja con el objetivo de empoderar a sus miembros y a la sociedad en general, para fomentar una sociedad más inclusiva, más equitativa y más sustentable.

234 | “Mujeres que transforman, experiencias que inspiran”

Fundación Contemporanea

La fundación tiene tres proyectos pilares para el trabajo en campo:

•"Programa Juana Azurduy": economía social y empoderamiento de las mujeres a través de su autonomía económica, con una mirada integral y desde la educación popular. Destinado a mujeres jefas de hogar o de núcleo de sectores más vulnerables de las sociedad.

• Mamá Killa”: Tiene como objetivo la prevención del embarazo adolescente y el acompañamiento integral a la gestante adolescente, fomentando su empoderamiento y su proyecto de vida.

•" Genero Cambios": formación de liderazgos comunales, que focalizan en el empoderamiento de la mujer, constituyéndose en agentes de cambio de sus propios entornos, a través de procesos creativos y reflexivos para abordar temáticas de género y capacitarse sobre, Derechos Humanos de las mujeres, niños y niñas, estereotipos, amor romántico,

Compartimos con los/las lectoras de este libro la experiencia de Soledad y María Gabriela dos de las talleristas del Programa Juana Azurduy, así como el relato de Amalia y Emilia, dos mujeres que comenzaron un camino de transformación en el año 2015, a través de la participación en el Programa Juana Azurduy y nunca más nos dejaron.

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CAPÍTULO XIII Fundación Contemporánea

Fundación Contemporánea Pamela Eleonora Ares | Relato Personal

La Fundación Contemporánea es un una organización no gubernamental sin fines de lucro creada en la provincia de Salta en el año 2008 por una mujer empoderada y emprendedora, María del Carmen Hinojo. A partir del año 2015 es dirigida por Pamela Eleonora Ares, quien le dió una impronta feminista y social muy fuerte, haciendo eje en la transformación de las mujeres.

Con una metodología de trabajo propia, que sintetiza herramientas de la educación popular, la sociología, la gestalt,la psicología de grupos, y desde una mirada holista e integradora de la mujer. Con una fuerte creencia que la sanación de los cuerpos de las mujeres es una posición política y de transformación social.

El equipo de trabajo es inter e intradisciplinario, con profesionales con una clara visión de género y con extensa experiencia en el trabajo de campo, Perla Torales, Yanina Salim. Maru Rocha, Soledad Sartor, María Gabriela Arancibia. El trabajo en equipo es la clave del éxito de nuestros proyectos pero fundamentalmente lo es, la circularidad con la que trabajamos y la sororidad que nos hermana.

¡Se constituye como un espacio destinado a: • Gestionar proyectos y programas que contribuyan al desarrollo sustentable e integral de la sociedad.

• Promover la perspectiva de género e inclusión de las mujeres en cada una de sus iniciativas.

• Fomentar el empoderamiento de la mujer.

• Contribuir al diseño, gestión y evaluación de proyectos.

• Desarrollar programas de formación y capacitación.

• Articular acciones de cooperación con el sector público y privado para fomentar el desarrollo local con perspectiva de género.

• Establecer estrategias comunes con otras organizaciones no gubernamentales, nacionales e internacionales.

C:0 M:100 Y:100 K:0 C:0 M:68 Y:95 K:0 C:70 M:86 Y:0 K:0

• Es una organización que trabaja con el objetivo de empoderar a sus miembros y a la sociedad en general, para fomentar una sociedad más inclusiva, más equitativa y más sustentable.

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Fundación Contemporanea

La fundación tiene tres proyectos pilares para el trabajo en campo:

•"Programa Juana Azurduy": economía social y empoderamiento de las mujeres a través de su autonomía económica, con una mirada integral y desde la educación popular. Destinado a mujeres jefas de hogar o de núcleo de sectores más vulnerables de las sociedad.

• Mamá Killa”: Tiene como objetivo la prevención del embarazo adolescente y el acompañamiento integral a la gestante adolescente, fomentando su empoderamiento y su proyecto de vida.

•" Genero Cambios": formación de liderazgos comunales, que focalizan en el empoderamiento de la mujer, constituyéndose en agentes de cambio de sus propios entornos, a través de procesos creativos y reflexivos para abordar temáticas de género y capacitarse sobre, Derechos Humanos de las mujeres, niños y niñas, estereotipos, amor romántico,

Compartimos con los/las lectoras de este libro la experiencia de Soledad y María Gabriela dos de las talleristas del Programa Juana Azurduy, así como el relato de Amalia y Emilia, dos mujeres que comenzaron un camino de transformación en el año 2015, a través de la participación en el Programa Juana Azurduy y nunca más nos dejaron.

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