13 Educación La formación y la educación… Un proceso donde la familia y la sociedad quieren hacerse a un lado Montería, 18 de Octubre de 2013, Circulación semanal.
Por: Samuel González Arismendi
sarismendiarache@yahoo.es
Lo que sucede en la cotidianidad sobre los procesos educativos del sujetoen las instituciones educativas no puede estar de espaldas a la familia y a la sociedad, con la intención de conocer, aportar y orientar las dinámicas de sostenimientos que se dan en estos contextos, debido a que ellos son los que surten a lasinstituciones educativas, incluyendo a la Universidad. Hay que quitarse la idea de que la familia sólo sirve es para recibir boletines y queja en la escuela. Ahora, la actitud de la mayor parte de los padres tampoco es la más adecuada ante los problemas que presenta la educación en su complejidad, donde poco participan, o para el caso de la universidad, es posible que su apatía obedezca a la exclusión que históricamente se le ha hecho desde los claustros universitarios. Nunca se le ha visto a la familia acercarse a la Universidad para dialogar con los estamentos universitarios y poder conocer de cerca la verdadera problemática histórica de la cual escuchan por los medios masivos de comunicación. Habría que preguntarse de quien es la falla. ¿Quién tiene que acercarse al otro para dirimir sobre el problema? ¿De quién es la principal competencia? Miren ustedes que se observa claramente que los padres no han entendido el proceso educativo de sus hijos, donde quieren dejárselo a la escuela, al colegio y por consiguiente, a la Universidad, porque los niños que hoy llegan a ésta, sólo lo son en la casa, en la calle, en los sitios donde frecuentan… pero cuando ingresan de quince años a la Universidad dejan de ser niños para todos… pues, NO. Lasinstituciones educativas, y aún más, la Universidad deben buscar los mecanismos para dirimir la comprensión del mundo con los educandos y la sociedad, para que en ellos aparezca la dignidad y poder convivir en paz como productos de la conviven-
cia pacífica,entre los que aman la vida, con la pretensión de lograr entender al otro tal como es, situación que se refleja por transmisibilidad cultural enlos conflictos académicos, en la que éstos se solucionan con la acción y colaboración de todas las personas que intervienen en el proceso, y no sólo en los misteriosos y tediosos consejos que se elaboran, en muchas ocasiones,fugazmente por fuera de la misma institucionalidad, aún sin citar a los que no estarían de acuerdo con lo que van a aprobar. Estos mismos principios, se retoman en la ley general de educación, la cual postula en sus fines y objetivos la formación de la personalidad del estudiante para que asuma, por convicción, responsabilidad y autonomía, sus derechos y deberes. De igual manera se promueve, que sea respetuoso de los Derechos Humanos, aprenda y practique los valores personales y social de la participación y organización ciudadana. Además, establece en el artículo 14, la obligatoriedad de la educación para la justicia, la paz, la democracia, la solidaridad, la confraternidad, el cooperativismo y, en general, la formación en los valores humanos. En consecuencia, la axiología como teoría de los valores ha construido una fundamentación desde la perspectiva ética y es-
tética para la formación integral del hombre y de la mujer, lo que significa que educar en valores, es educar en autonomía en la formación y educación en todas las instituciones que han sido y son actualmente avasalladas por la injuria, la calumnia, la mentira, la zancadilla, la antidemocracia, la violación de su autonomía y los derechos humanos, el matoneo, el bulling y lo antiambiental, lo que ratifica, que es tener como punto de partida la mejor posibilidad para la recuperación del sentido que tiene la condición humano y el respeto por la otredad. Hay que recordarlesclaramente, a la familia, a la sociedad y a las instituciones educativas en todos sus niveles, que la formación y la educación del ser humano, independientemente de las tendencias que utilice cada uno en particular para darle cumplimiento a los procesos transversales en la estructuración del sujeto, que deben proceder colectivamente para poder jalonar el desarrollo biosicosocioantropoeducativo de todos los implicados en la escuela, en los colegios y en las universidades, en donde el gran ganador es el país, la región, el departamento, el municipio, el barrio, la familia, y la sociedad. La familia y la sociedad no pueden seguir pensando que su función en está supeditada a la citación que hace la escuela para
recibir boletines y quejas de las travesuras de sus hijos, o de llevar un plato de comida cuando se le pide colaboración para un bazar. Ella, tiene que pensar que su función también es académica, social, cultural, educativa y formativa. La formación y la educación entra aquí a desarrollar su acción formando en el sujeto los elementos que éste necesita para su formación y el desarrollo de la personalidad, necesario entonces, para iniciar el proceso educativo durante la infancia que se da en todas las potencialidades del niño. Indudablemente se puede observar que la educación que impartimos u orientamos sujeta a las condiciones que nos brinda el entorno, es un proceso largo con respecto a todo lo que observamos, una educación que sirva para evitar la corrupción y la violencia que vivimos diariamente donde los niños la absorben a manera de esponja. Estos llegan al aula de clase para librarse de los quehaceres de sus casas, pero no encuentran ni en la escuela, ni en los padres, ni en la sociedad un futuro por construir, consiguiendo el libertinaje y la vida fácil. Para esto los invito a que analicen lo que planteaLuhan, M. (1980): “El niño actual crece absurdo porque vive en dos mundos y ninguno de los dos le ayuda a crecer”.