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LUNA ROJA
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en objeto de duras· criticas. La menstrua ción pasó así de 'conside rarse santa y sagrada a convertirse en sucia y contaminante,:. y se:fo mentó la creencia de que la mujer durante esos dfas era: fúenté de energía destructiva andanten;·en base a que tras sU feminidad es condía un tremendo poder mágico. Se llegó a la conclusión de que la única forma de contener tal poder era alejar a la mujer de la co munidad y la tierra, pues se pensaba que esta magia desenfrenada no sólo afectaba a todo aquello que estaba en con ta cto con la propi a mujer, sino que era especialmente peiigrosa para los hombres y su modo de vida, sus pertenencias y su ganado. Apartarla del resto de la comunidad en cuanto aparecían las pri
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jer es lo suficienttmente sagrad�Q.m.Qc.R.�atOJllªl:..Q��'i�
la religión.
·--Tenemos que damos cuenta de que una parte de nuestra actitud respecto de la menstruación ha sido creada por la historia de la so ciedad; una vez que lo hagamos podremos deshacemos de ese con dicionamiento social y tendremos la oportunidad de volver a anali zar el ciclo menstrual con el fin de descubrir lo que significa para cada una de nosotras individualmente, al margen la opinión de cualquier otra persona o grupo.
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que compartían las demás mujeres de la tribu, lejo s de los demás in tegrantes del poblado. De esta forma, como todo aquell�-�¡¿
Las energ ías menstruales
�i_e�e__!�!�c to con ella se «contamin�Q9-.2?-..Y-tendria_q.u.e_d.e,s_
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En este libro el término «menstrual» hace referencia a los temas
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pertinentes a la totalidad del ciclo que tiene lugar todos los meses,
en lugar de limitarse sólo al flujo de sangre. Las energías creativas
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vinculadas al ciclo menstrual tienen d iferen tes orientaciones y as
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pectos. y está n en íntima relación con el ciclo uterino: si el óvulo
que se libera durante la ovulación se fertiliza, dichas energías se ex
en otras palabras, se le
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primitivas o del pasado, pues incluso en nuestros días muchas reli-
que se vuelvan destructivas; por el contrario, deben aceptarse como un flujo que tiene su propio modo de expresión y contra el que no
resultado suele ser la agresión, la ira y la frustración; razón sufi
ciente por la que debemos permitir que las energías menstruales en
mera menstruación de una jovencita, de manera que las restriccio
algunos casos la encerraban en una jaula, prohibiéndole caminar por las tierras de la comunidad o ver el sol. El tabú menstrual no se limita únicamente a las sociedades
Las energías del ciclo menstrual no deben restringirse ni contra·
larse, puesto que el hecho de bloquearlas o coartarlas puede hacer
opone resistencia está negando su propia naturaleza, por lo que el
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nes para con ella solían ser más extremas que las destinadas a las mujeres adultas: el confinamiento podía durar hasta siete años y en
ción, se plasman en la vida de la mujer de cualquier otro modo.
nos daño tanto física como mentalmente. No en vano, la mujer que
tural eza y provocaba una alteración en el orden natural.de las cosas. El momento más «p�li· �;-;Ó;,· -�-;;_-h co��;.;i· -d ad.er; el de la- ri�
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presan mediante la creación de una nueva vida; si no hay fecunda
de bemos luchar. De este modo evitamos correr el riesgo de hacer
CO!l�ük�batanimpura que-.ofendía..a.la.nar
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u'-ITRODUCCJÚN
giones restri n g en ·fisica y mentalmente a la mújer durante su perí odo. Por ejemplo; en la cultura isl ámica una mujer q ue está mens truando tien� p roh i bí d�n a meiqui_ta, norma cuya t ransgre sión estaba·penad muert'e:·: .Por su parte;:la inenstÍ·u"ación representa para algunas culturas cristi ana s el pecado priginal :de Eva:. con él nacen ·todas } as mujeres cristia nas, 'quienes se vén obligadas ·a expiarlo contimiarnente si q ui eren ir al cielo. De lo que se dedu ce en ambos cas os , que ningyna m u
primeras sociedades patriarcales empezaron a considerar este poder como un. peligro para ellos,·:con lo qUe ·aquellas prácticas-que· las mujeres habían establecido para tratar con las enérgfas creativas in herentes a este· proceso ··natural de sus organismos se convirtieron
meras manchas de sangre se convirtió en algo imprescindible, lo que en m u chas culturas suponía su confinamiento en una choza
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cuentren su expresión en los múltiples aspectos de la naturaleza
creativa femenina. '--El hecho de aislarse de la comunidad mientras duraba el flujo de sangre era una forma natural de expresar las energías de la aje, y el menstruación: aquel era un periodo de enseñanza y aprendiz que mujeres las todas de as colectiv s momento de utilizar las energía