El monumento de los locos

Page 1


QOSQO

“Calles, monumentos y relatos de la ciudad imperial más antigua de América”

3 4 6 7

Cusco de Dia

Cusco de Noche

El Monumento de los Locos

La Plaza de Armas del Cusco

Cusco: Calles y Lenguas

Son tantos los encantos de Cusco, como sus calles, plazas, iglesias, restos arqueológicos, sus restaurantes y mercados, que la impresión que deja en sus visitantes es que se trata de una ciudad mágica. El viajero planea su visita pensando en la majestuosidad del Valle Sagrado de los Incas y Sacsayhuamán y, por supuesto, en las leyendas y misterios del impresionante Machu Picchu, pero también se lleva inolvidables recuerdos de sus calles empedradas, flanqueadas por edificios coloniales levantados sobre bases indígenas de piedra, sus iglesias y plazas, y el encanto de su gente.

La antigua capital del imperio inca fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983 y es uno de los destinos turísticos más visitados en Perú. La ciudad tiene todo, desde sus elegantes edificios con balcones coloniales y sus amplias plazas con decoradas fuentes, hasta sus iglesias de altares y púlpitos con ricas tallas en madera y museos y ruinas en cada rincón.

La ciudad, reconocida en la Constitución Peruana como la “capital histórica del país”, se encuentra en el sureste peruano, en la parte oriental de la Cordillera de los Andes. Antiguamente fue la capital del Imperio Inca y una de las ciudades más importantes del Virreinato del Perú.

Director

Joel Cahua

Editor: Autor

Redactores: Autor

Fotografos: Jorge Polo, Renato Zamalloa y Fernanda Salizar.

Diagramador: Autor

Colaboradores: Jorge Polo, Renato Zamalloa y Fernanda Salizar.

Cusco fue la capital y sede del gobierno imperial y la ciudad más relevante de los Andes y de América del Sur, convirtiéndose en el principal centro cultural y eje del culto religioso.

Además de sus edificios, la influencia de los nativos quechuas y los conquistadores se refleja por toda la ciudad a través de diferentes proyectos arquitectónicos que buscan recuperar la identidad de la capital del imperio.

Pero más allá del asombro y la admiración por los monumentos, la ciudad de Cusco deslumbra al visitante con su mezcla de culturas, la belleza de sus calles y el calor de su gente. n

Amanece

En ciudades emblemáticas como Cusco, la historia incaica se fusiona con la modernidad, creando un entorno único donde el pasado cobra vida en cada rincón. Desde la majestuosidad de sus templos ancestrales hasta la elegancia de sus edificios coloniales, Cusco cautiva a sus visitantes con un aura de misticismo y grandeza. Contemplar el amanecer desde la Plaza Mayor es una experiencia inolvidable, donde los colores del cielo se entrelazan con la arquitectura centenaria, narrando la historia de un pueblo que desafió el tiempo.

Más allá de su riqueza arquitectónica, Cusco es un crisol de culturas y tradiciones que se entrelazan en su vida cotidiana. Sus calles empedradas son testigos de encuentros entre quechuas, criollos, viajeros del mundo y artistas locales que dan vida a sus plazas con música y danzas folclóricas. Cada esquina respira diversidad y tolerancia, donde las diferencias se celebran y se convierten en parte del encanto de la ciudad.

El despertar en Cusco es una experiencia única, cuando la ciudad se sumerge en la magia de la penumbra dorada que anuncia la llegada del sol. Desde cada esquina, sea una plaza en la oscuridad o los miradores que rodean el centro, se puede apreciar el resplandor final de la jornada.

Pero es al caer la noche cuando el corazón de Cusco late con más intensidad. Las majestuosas iglesias que custodian la ciudad cobran vida bajo las luces nocturnas, mientras turistas y lugareños se congregan para disfrutar, celebrar y explorar los encantos que esta tierra ofrece.

La noche cusqueña invita al festejo, la camaradería y la alegría. A pesar del frío, Cusco se siente vibrante y cada noche es una oportunidad para disfrutar de melodías exóticas o tradicionales que han perdurado a lo largo del tiempo.

La música, el idioma y la cultura cusqueña han trascendido generaciones, tocando los corazones de personas de todas las edades. Cusco es un lugar que todos deberían visitar, conocer y disfrutar, pues más que un centro de vitalidad y pasión, es un refugio encantador que invita a quedarse y formar parte de su historia y su encanto eterno.

La belleza natural que rodea a Cusco es asombrosa. El Valle Sagrado de los Incas y las montañas que protegen la ciudad ofrecen paisajes espectaculares que invitan a explorar la esencia ancestral de esta tierra y conectarse con su naturaleza única. n

En cada rincón de Cusco se siente la huella del pasado, desde las ruinas incas en las afueras de la ciudad hasta las historias místicas que se cuentan sobre la magia de la ciudad durante las noches estrelladas.

Es un lugar donde el tiempo parece detenerse para que sus visitantes se sumerjan en una experiencia única, donde lo antiguo y lo moderno coexisten en perfecta armonía. n

Anochece

Cusco al anochecer. Fuente: Shutterstock
Cusco al amanecer. Fuente: Shutterstock

El Monumento de los Locos

En las tierras ancestrales de Chocco, donde convergen los pueblos de Primero de Enero y Ttioabamba, se alza majestuoso un monumento que rinde homenaje al inca Pachacutec, una figura icónica en la historia del antiguo imperio incaico. Este imponente monumento, cuyo esplendor se eleva desde la ladera del cerro Muyu Orqo, forma parte integral de un complejo arquitectónico cuyas raíces se entrelazan con las leyendas y la mística que envuelve a la región.

Con una altura imponente de dieciséis metros, este monumento se yergue como un guardián silencioso que observa el horizonte de la ciudad de Cusco día tras día. Su presencia es tan imponente que no pasa desapercibida para quienes tienen el privilegio de contemplarlo por primera vez, despertando en ellos una serie de interrogantes que se entrelazan con la fascinación y la admiración por esta obra de arte en piedra.

EL SUEÑO

La historia detrás de este monumento es tan cautivadora como su propia presencia. Se remonta a las gestas del médico y exalcalde Raúl Salizar Sayco, un personaje excéntrico cuya pasión por la historia y la cultura incaica lo llevó a emprender un hito monumental: inmortalizar al inca Pachacutec a través de un monumento que perdurará en el tiempo como testimonio de su legado.

Los primeros cimientos de este gran proyecto visionario fueron establecidos en la juventud de Salizar Sayco, cuando se embarcó en una odisea por los cuatro puntos cardinales del Cusco en busca del lugar perfecto para erigir tan monumental obra.

Fue así como encontró en la majestuosidad del cerro Muyu Orqo, frente a la fortaleza de Sacsayhuamán, el escenario ideal para plasmar su visión.

A medida que avanzaba en la construcción de este monumento, Salizar Sayco fue ganándose el

apelativo de “el loco”, un título que, lejos de ofenderlo, enorgullecía al médico por el fervor y la dedicación que ponía en su obra. Su enorme obsesión por difundir la importancia histórica de Pachacutec lo llevó a invertir recursos personales en tiempos de crisis, comprando materiales de construcción y haciendo frente a los desafíos que surgían en el camino.

Sin embargo, su compromiso de honestidad e integridad nunca flaqueó. Durante su mandato como alcalde de la provincia de Cusco entre 1996 y 1998, Salizar Sayco se negó a utilizar fondos públicos para terminar el monumento, demostrando así su rectitud y su deseo de que el legado de Pachacutec no estuviera asociado con el dinero del pueblo.

LA CONFRONTACIÓN

La historia de este monumento está marcada por momentos de conflicto. En los años noventa, el entonces alcalde Daniel Estrada Pérez contempló la idea de demoler la estructura, alimentado por rivalidades políticas. Sin embargo, la comunidad y los defensores del monumento se unieron en una muestra de resistencia que impidió su destrucción.

A medida que los años pasaban, el fervor juvenil de Salizar Sayco fue menguando. A pesar de haber terminado la construcción del monumento, el complejo arquitectónico quedó incompleto, dejando a la obra en un estado de limbo sin acabados. Las campañas electorales prometieron la culminación del proyecto, pero las limitaciones legales y financieras hicieron que estas promesas fueran difíciles de cumplir. Aunque el Estado no puede intervenir directamente debido a su carácter de propiedad privada, se han sugerido donaciones a las instituciones culturales para completar y promover el monumento. Salizar rechaza estas ofertas, prefiriendo finalizar la obra antes de evaluar otras opciones.

En los últimos casi 30 años, se han realizado esfuerzos significativos para mantener, reparar y mejorar el monumento, que es un símbolo importante del patrimonio histórico del Cusco. En 2013, se emprendió una intensa campaña de limpieza y restauración que implicó la eliminación de desechos acumulados durante años y la renovación de las estructuras para garantizar su seguridad y preservación. Estos esfuerzos fueron liderados por la comunidad local y voluntarios comprometidos con la preservación y cuidado del patrimonio histórico de la región.

Además de todas las labores de restauración, también se han implementado diversas iniciativas libres para hacer del monumento un punto de atracción turística sostenible y enriquecedora culturalmente. En 2015, se instaló un servicio de luz que ilumina el monumento durante las noches, resaltando

su magnífica belleza arquitectónica y atrayendo a varios visitantes interesados en la historia y la cultura del Cusco. También se creó un espacio dedicado a exposiciones de arte local, con obras de destacados artistas como Guido Mamani, ofreciendo a los varios visitantes, locales y extranjeros, una exclusiva experiencia cultural enriquecedora nativa y educativa.

Dato:

Pachacutec rediseñó la ciudad de Cusco, dándole la forma de un puma, que es un animal sagrado para los incas.

La subida al gran cerro Muyu Orqo se ha convertido en un paseo memorable para los turistas y locales por igual. La carretera de tierra y polvo que lleva hasta el monumento es ahora un camino transitado por aquellos viajeros que desean contemplar la panorámica de la ciudad de Cusco desde lo alto. Los anfitriones locales reciben a los visitantes con entusiasmo, ofreciendo información sobre la historia del monumento y la importancia cultural que representa para toda la región. n

Mirador Inca Pachacutec, entre Chocco y Primero de Enero. Vista frontal del monumento y sus instalaciones. Fuente: Jorge Polo Nuñez

Plaza de Armas

Aún no se tiene certeza del nombre quechua original de la Plaza de Armas de Cusco en tiempos incas. Según algunos estudiosos como María Rostworowski, pudo haber sido llamada Aucaypata, que significa “lugar del guerrero”.

Otros como Víctor Angles sugieren Huacaypata, que traducido al castellano se conoce como “lugar del llanto”, mientras que el historiador norteamericano Ephraim George Squier menciona Huacapata, que se interpreta como “lugar sagrado”.

Angles, conocedor de la cultura inca, señala que la plaza se dividía en dos áreas: Huacaypata y Cusipata (este último nombre es comúnmente el más aceptado). Estas solas designaciones tendrían connotaciones simbólicas, ya que la primera aludiría al llanto y la segunda al regocijo, que hoy en día es la Plaza Regocijo, colindante al centro. Según

Angles, esto se relacionaría con ceremonias de la nobleza inca en la plaza. Hoy en día, se la conoce como Huacaypata.

EL CORAZÓN VIVO DE CUSCO

Aunque en el pasado era escenario de rituales cuestionables, la Plaza de Armas sigue siendo el epicentro de las festividades de Cusco, como el Santuranticuy, Semana Santa, Corpus Christi, además de eventos mucho más contemporáneos como celebraciones patrias, festividades cusqueñas, Navidad y la famosa vuelta a la plaza por Año Nuevo, entre varias manifestaciones más. También es escenario de conciertos gratuitos, marchas, y actividades políticas y culturales que reflejan su historia,

Dato: El Inca Pachacutec fue quien mandó aconstruir Machu Picchu.

sus costumbres y esa vitalidad imperial que tanto la caracteriza. Además, la Plaza de Armas es un punto de encuentro no solo para los visitantes y turistas, sino también para los habitantes locales, quienes la consideran un símbolo de identidad y comunidad. Su indiscutible valor histórico y cultural la convierte en un lugar emblemático, lleno de vida y significado para la ciudad de Cusco y todos sus pobladores, quienes están más que felices de recibir y compartir con visitantes y extranjeros todos los días del año. La importancia de la Plaza de Armas va más allá de su belleza arquitectónica; es el corazón pulsante de la vida cusqueña, donde el pasado se mezcla con el presente en una danza vibrante de cultura, tradición y experiencias que invitan a explorarla en toda su magnificencia y descubrir espacios nunca antes visitados. n

Vista aerea de la Plaza de Armas del Cusco y sus calles colindantes con Plaza Regocijo, Avenida El Sol, Calle Plateros, Calle Loreto, Calle Santa Catalina y Calle Suecia. Ruta que incluye cuatro puntos estratégicos antes de subir hacia el mirador del Inca Pachacutec. Fuente: Autor

Calles Lenguas

En las calles empedradas de Cusco, cada paso es un viaje en el tiempo. Las huellas de la grandeza incaica se entrelazan con la antigua arquitectura colonial, creando una sinfonía visual que encanta a los visitantes. Desde la majestuosa Plaza de Armas hasta los barrios tradicionales como San Blas, cada calle cuenta una historia de mestizaje cultural y legado histórico.

rincones llenos de encanto, como patios internos con fuentes y jardines, que invitan a detenerse, compartir y contemplar la belleza del lugar.

UN VIAJE EN EL TIEMPO

Durante el día, las calles bulliciosas se llenan de vida con mercados coloridos, artesanos que exhiben sus creaciones y el ir y venir de los cusqueños y turistas. Los aromas de la

Los muros de piedra antigua que rodean la fortificada ciudad del Cusco son los verdaderos testigos de siglos de historia inca. Estas imponentes estructuras de piedra, que en su momento sirvieron como defensas, hoy son admiradas por su resistencia y belleza arquitectónica. Los expertos en historia y arqueología encuentran en estos muros una fuente de conocimiento sobre la ingeniería y la vida de los antiguos incas.

Las construcciones coloniales, con sus balcones tallados y antiguas fachadas encantadoras, dan un toque único al paisaje urbano. Al caminar por las estrechas calles, se descubren secretos arquitectónicos únicos y

gastronomía local se mezclan con el olor a incienso de las tiendas artesanales, creando una experiencia sensorial única. Los visitantes pueden probar delicias como el ceviche peruano o el cuy al horno, mientras exploran los puestos de textiles, cerámica y joyería típica de la región.

Por la noche, las luces tenues iluminan las plazas y los callejones, creando una atmósfera mágica que invita a perderse entre sus encantos. Las calles adoquinadas se vuelven aún más pintorescas bajo la luz de las estrellas, y es común encontrarse con grupos de músicos cusqueños que ofrecen serenatas o danzas folclóricas en las esquinas y avenidas más transitadas de la ciudad. n

Cusco (Qosqo), donde pasado y presente se entrelazan, es una ciudad donde el quechua y el castellano conviven en la vida diaria. Los hablantes de quechua se enorgullecen de usar lo que consideran la forma más antigua y auténtica del idioma, lo que a veces genera rivalidades con otras regiones andinas. El español que se habla en Cusco destaca por su elegancia y fluidez. Los ancianos, en su mayoría, usan un español adornado con arcaísmos que confieren nobleza a su conversación. Sus palabras fluyen con una musicalidad que recuerda a los ríos de montaña, pasando de lo alegre a lo solemne con facilidad. Este estilo, lleno de cortesía y precisión, refleja la rica herencia cultural de la ciudad.

RIQUEZA CULTURAL VIVA

La milenaria cultura cusqueña, con sus tradiciones vibrantes, se manifiesta en cada esquina. Desde sus coloridos y alegres mercados hasta sus templos majestuosos, cada rincón de Cusco cuenta una historia. Los visitantes se fascinan y maravillan con las danzas folclóricas, procesiones religiosas, platos típicos y festivales que celebran tanto lo antiguo como lo nuevo. En sus calles adoquinadas, uno puede sentir la historia viva, desde las murallas incas hasta las fachadas coloniales. n

Calles del Cusco. Fuente: Jorge Polo Nuñez
Festividades del Cusco. Fuente: Jorge Polo Nuñez

“Pachacutec no solo fue un conquistador; fue un constructor de imperios y un renovador de la tierra. Su legado es el reflejo de un poder que se extendió desde las montañas hasta el corazón delos hombres. - José María Arguedas”

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.