TRAS LAS HUELLAS DE RECEK SAADE
Recek Saade, José.Bajoelaladelángel. Selección, edición y prólogo de Martín Pérez Zenteno. Secretaría de Cultura del Estado de Puebla, 2020.
José Recek Saade, quizás uno de los autores más olvidados de la literatura mexicana del siglo XX, parece poco a poco cobrar relevancia gracias al trabajo que unos cuantos interesados en su obra tienen por poner sobre la mesa el estudio de su poética. Hablo de poética y no de poesía porque se trata de un autor que, pese a ser poco prolífico, ejercitó el quehacer literario en casi todas sus dimensiones: es recordado como poeta y dramaturgo, aunque también escribió ensayo literario, cuentos y el esbozo de una novela de ahí que casi fuera un escritor total, porque en realidad nunca publicó una narración extensa . Incluso dentro de su poesía, género que abarca la mayor cantidad de páginas escritas por el autor, hay un eclecticismo propio de un escritor vanguardista alejado de una sola corriente o género
Hablamos de un autor raro, quien en su poesía no sólo experimentó con la métrica española y el verso libre por igual, sino que también experimentó con diversos temas, que van desde los tópicos religiosos hasta la literatura asociada a las vanguardias tardías de los años sesenta. ¿A qué se debe ese enorme abanico de influencias, de registros y de voces en su poesía? La más reciente publicación hecha bajo su nombre, titulada Bajo el ala del ángel: sonetos, puede orientarnos para dar con una respuesta. Como he dicho antes, poco a poco los transductores se han dado a la tarea de desenterrar la obra olvidada de este gran autor. Uno de ellos, el profesor José Filadelfo García, dedicó un par de tesis de grado al estudio crítico de la poesía del escritor poblano de origen libanés1 (una tesina de especialización y una tesis de maestría). A estos trabajos de corte académico habría que agregar el breve texto del historiador poblano Pedro Ángel Palou Pérez (padre de otro literato poblano: Pedro Ángel Palou García), quien escribió un breve texto laudatorio que acompañó la publicación en formato de folleto del ensayo Meditaciones del Quijote (publicado en 1980, diez años después de la muerte del autor). Esos han 1 Para el interesado en leer acerca de la ascendencia de Recek Saade recomiendo la tesis de doctorado de Lorenza Petit, titulada El Mahyar Mexicano. Producción literaria y periodística de los inmigrantes árabes y de sus descendientes (Universidad Autónoma de Madrid), en la cual la autora ubica la obra de Recek Saade dentro de la producción de una segunda generación de escritores con ascendencia árabe.
sido los textos más conocidos sobre lo que podríamos llamar la exégesis literaria de la obra de ‘Pepe’ Recek Saade.
A esta faceta exegética hay que añadir otra, también importante e incluso más trascendente: la parte editorial. Recek Saade no publicó en vida gran parte de su obra; algunos de sus textos permanecen inéditos y otros aparecieron de forma póstuma. Incluso los que sí llegaron a publicarse, sea en vida o de forma póstuma, ya no figuran en las librerías comerciales, y muchos de ellos no llegaron nunca a aparecer en los catálogos de las bibliotecas públicas del país, ya no digamos de bibliotecas extranjeras. Quizás la única biblioteca que conserva gran parte del acervo «recekiano» es la de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. De ahí en fuera poco se sabe de Recek Saade al interior de México.
Otro caso interesante es la publicación de Meditaciones angustiosas por el hombre de casi 2000 años, un libro de poesía publicado con ayuda de Fuad Abad Halabi y la imprenta de la Universidad de las Américas. Si no se trata de textos inéditos, entonces se trata de publicaciones hechas por amigos o gente cercana al poeta, como dicho caso Así ocurrió también con Bajo el ala del ángel: Sonetos, un trabajo publicado por la Universidad Tecnológica de Izúcar de Matamoros (UTIM)2 en el año 2000. En este caso se trata de un texto sin ISBN, con lo cual es más fácil perder de vista dicha publicación, pues no aparece en los anales editoriales de las publicaciones oficiales en México.
2 El interés que tiene la UTIM por la publicación de dicho texto se debe a que Recek Saade vivió muchos años en la ciudad de Izúcar de Matamoros, en cuya calle Hidalgo se encuentra una placa que conmemora su pasado ‘izucarense’. Se podría decir que Recek Saade es el poeta más importante (quizás el único) de Izúcar de Matamoros.

Veinte años después, en 2020, gracias a la Secretaría de Cultura del Estado de Puebla, apareció otra publicación titulada Bajo el ala del ángel, que, en este caso, se trata de una selección que da cuenta de los trabajos más importantes de José Recek Saade en todas sus facetas: poesía, teatro, ensayo literario y cuento. Por un lado, hay que celebrar el renovado interés por sacar a la luz publicaciones con el nombre de Recek Saade; pero, por otro lado, hay que denunciar que publicaciones de este tipo no lleguen más lejos del ámbito cultural poblano. Me explico: se trata de una publicación con un tiraje de apenas mil ejemplares, de los cuales seguramente la mayoría permanecerán en Puebla. Ésta pudo ser una gran oportunidad para trascender el ámbito poblano y llevar el nombre de Recek Saade más allá, incluso, ¿por qué no?, allende las fronteras nacionales. En ese sentido, esperemos, esta breve reseña ayude a transmitir el nombre de Recek Saade a otro cúmulo de interesados, así sean pocos.
Comencemos por mencionar el nombre de los implicados en este proyecto editorial. El encargado de la selección y prologuista de este trabajo es Martín Pérez Zenteno, quien además incluye en nota al pie datos aclaratorios en torno a la procedencia de los textos seleccionados que componen esta publicación. En dicho prólogo Pérez Zenteno habla de esa actitud desinteresada de Recek Saade por publicar algún texto en vida, lo cual nos hace pensar que la recuperación de la obra de este autor debe empezar desde la filología o doxografía, para lo cual será necesario asomarse a los archivos de la familia Recek, ordenar los papeles del autor, y ofrecer una visión completa, amplia, desde el punto de vista editorial, del quehacer poético de Recek Saade3
Además del prólogo de Pérez Zenteno, Bajo el ala del ángel ofrece el texto de Palou Pérez titulado llanamente «José Recek Saade», que, como dije antes, apareció acompañando las Meditaciones del Quijote En dicho texto Palou padre da cuenta del aspecto personal de Recek Saade (lo llegó a conocer en persona), además de la influencia que el maestro de origen libanés le transmitió por medio sus conversaciones personales.
El contenido de Bajo el ala del ángel contempla los siguientes rubros: «Poesía», «Teatro», «Ensayo» y «Relatos». La poesía, como se sabe, fue el género que más trabajó José Recek Saade. Dentro de dicho apartado podemos encontrar tres distintos registros, mismos que dan cuenta del eclecticismo del autor: poesía tradicional (corridos, romances, etc.); poesía indigenista, que incluye, por un lado, los «Cantos códice» y, por otro lado, poemas de corte árabe, que el editor reunió bajo el nombre de «El diván de Subh»; por último, se ofrece una selección de ‘poesía moderna’, que incluye algunos de los sonetos que
3 La urgencia de esta tarea es imperativa, ya que, como ejemplo, podemos ver la edición de Meditaciones angustiosas… para notar la gran cantidad de errores e inconsistencias que dicha edición trae consigo. Se requiere, pues, un esfuerzo por publicar y corregir de forma minuciosa la producción del poeta poblano.
Recek Saade escribió entre 1948 y 1970 (año de su muerte), y una selección de poemas de Meditaciones angustiosas… Como dije antes, Bajo el ala del ángel da un repaso al lector primerizo de la obra de Recek Saade, ya que ofrece un panorama completo de un poeta que lo mismo se vio influido por los códices prehispánicos, por su ascendencia libanesa, por la poesía barroca popular de la España de los siglos áureos, por las vanguardias literarias del siglo XX, por la religión católica, apostólica y romana, y por muchas otras fuentes.
Por otro lado, el apartado de teatro sólo incluye dos piezas: un breve texto de un solo acto, titulado «El aguador de Betania», basado en pasajes bíblicos, y «El canto del gallo (Kikiriki)», obra de corte vanguardista, que recuerda la relación que Recek Saade tuvo con algunos miembros del llamado ‘Teatro pánico’ y con gran influencia del teatro del absurdo. En tercer lugar, tenemos Meditaciones del Quijote, el único ensayo incluido en Bajo el alá del ángel. Se trata, en realidad, de una serie de reflexiones distintas entre sí en torno a la obra de Cervantes; pueden ser leídas de forma independiente las unas de las otras y tomarán valor por sí mismas. Lo que llama la atención es que Recek Saade, desde su posición de heredero de la cultura libanesa, reafirma el valor que la cultura árabe tiene dentro de El Quijote, haciendo justicia a la importancia que el mundo arábigo tiene no sólo en la literatura cervantina, sino en la historia de la hispanidad. No obstante, el ensayo no se queda sólo en la reivindicación arábiga de El Quijote, sino que también medita acerca de muchas otras cuestiones. Por eso creo que cada breve apartado que compone este ensayo puede ser leído de forma independiente. Por último, Bajo el ala del ángel incluye tres relatos4. El primero, «Cuento del avaro y el niño», recupera el estilo religioso de Recek Saade; el segundo, «La media hora comunicativa de Juan Juánez», es una crítica a la vida urbana moderna, con lo cual el estilo del texto es de corte modernista y de vanguardia; el tercero, «El gallo tuerto», a diferencia del anterior, es un texto de estilo rural, más cercano al primer relato, con tintes del indigenismo presente en su obra lírica.
Como dije antes, el papel que juega el mundo editorial para recuperar del olvido la obra de grandes literatos es fundamental. En ese aspecto, pese a las quejas antepuestas a Bajo el ala del ángel, creo que dicha publicación cumple una primera función de difusión muy loable pero poco suficiente. Creo que, además de publicar una selección para acercar a los lectores a la obra de Recek Saade, lo que se necesita es una reedición de sus obras completas. No basta con sólo catalogar su obra «indigenista», «tradicionalista», «árabe», y demás, si no hay de entrada una edición crítica que sustente dichas categorías. Por lo que abogo, pues, es porque los intérpretes de la literatura, esos hombres que el docto Jesús
4 Es en este apartado, en nota al pie, donde el editor da cuenta de una «cuartilla con un apunte de lo que sería la temática para una novela» (p. 185), misma que, al parecer, nunca escribió.
Maestro llama «transductores» (entre los que se encontraría el maestro José Filadelfo García), echen mano de los textos de Recek Saade y construyan un nuevo modo de leer su literatura. El autor ya hizo su trabajo, ahora nos corresponde a sus lectores tomar el tiempo para continuar con la otra parte, la de la difusión.
Adenda
No quiero terminar esta reseña sin contar un par de anécdotas personales, para dar cuenta de mi acercamiento a la obra de José Recek Saade. Aunque yo nací en la Ciudad de México, a los ocho años mi familia y yo nos trasladamos a Izúcar de Matamoros, lugar de residencia de la familia Recek Saade durante muchos años. Pasé gran parte de mi vida en ese municipio poblano, antes de volver a la ciudad para iniciar mis estudios universitarios. En ese lapso ‘izucarense’ de diez años nunca supe de la existencia de dicho poeta. A veces hay que salir de tu propia zona geográfica para darte cuenta del valor que ésta tiene. El punto es que, estando en la Ciudad de México, vi la foto de un político de Izúcar, quien posaba delante de una placa conmemorativa que reza «Plazuela Pepe Recek Saade. Poeta» (en frente del famoso santuario de Santiaguito, calle Centenario). ¿Un poeta oriundo de Izúcar? ¡Imposible! Era algo increíble, tomando en cuenta que, para mí, Izúcar de Matamoros siempre había parecido un lugar carente de interés en temas artísticos, culturales o literarios. Mi curiosidad me hizo investigar más acerca de este poeta, lo que me ha llevado hasta este punto, en que comparto esta reseña con los lectores de mi blog.
También descubrí que, en la otrora casa de los Recek, en la ya mencionada calle Hidalgo, hay todavía una de las dos placas conmemorativas del poeta (la otra, por desgracia, ya no existe). Además, cosa triste, la que fue casa de Recek Saade es ahora un pequeño centro comercial rentado para pequeños comercios, a diferencia de lo que pudiera esperarse de la antigua casa de un poeta: convertirla en centro cultural, biblioteca o cualquier cosa relacionada con la labor de dicho autor. Este olvido en que Izúcar ha incurrido con respecto a la figura de Recek Saade no es algo que me sorprenda, sólo reitera mi visión sobre dicho municipio: carecen sus habitantes de interés por temas culturales o artísticos; el lugar es un punto de comercio importante para la región del sur de Puebla, nada más. Ese, sin embargo, no es el único caso de olvido. Hace unas semanas fui a la ciudad de Puebla, a visitar el Teatro Popular José Recek Saade, un centro cultural dedicado a la promoción de actividades artísticas, relacionadas en especial con las artes escénicas (dada la faceta dramatúrgica del autor de marras). Por desgracia, pero no por sorpresa, el lugar está abandonado. El olvido del nombre de Recek Saade es tan sólo parte de un problema mayor: México está dejando en el olvido a la literatura, al teatro y al arte en general. Lo
que hay en las altas esferas de la élite intelectual en México no es arte, sino espectáculo, cosa en la que un autor raro como José Recek Saade no encaja en absoluto. Por otro lado, continuando con mi acercamiento a la obra de Recek Saade, pude adquirir por una página de internet su obra Meditaciones angustiosas… La lectura de dicho texto me motivó a contactar al maestro José Filadelfo García, quien se portó en extremo amable y con total disposición a ayudarme. Me compartió su tesis de maestría la cual yo ya conocía y su tesina de especialidad, que yo no conocía, dedicada a analizar la imagen de la mano en algunos poemas de Meditaciones angustiosas… También debo agradecer al maestro José Filadelfo por ponerme en contacto con los herederos de José Recek Saade, a quienes les dio mis datos. La hija del poeta, a quien sólo conozco por llamada telefónica, pero a la cual estoy muy agradecido, accedió a enviarme algunos textos de su padre. Para mala fortuna envió dichos textos a la casa de mi madre, en Izúcar de Matamoros, cuando yo ya no estaba allí, sino en la Ciudad de México, así que no he podido tener aún acceso a dichos escritos. Estimada Amira Recek, le agradezco el gesto y la amabilidad, espero que esta reseña dé cuenta de mi compromiso con la literatura del gran autor izucarense.

Volviendo al maestro José Filadelfo, él fue quien me dio la noticia de la reciente publicación de Bajo el ala del ángel, realizada el día de la virgen de Guadalupe, en diciembre de 2020. Lo primero que hice cuando supe de la publicación del nuevo libro de José Recek Saade fue buscarlo por internet. Pese a que casi no hay forma de adquirirlo, en la página de Facebook de la Secretaría de Cultura de Puebla obsequiaban un ejemplar a quienes contestaran correctamente algunas preguntas, en un ejercicio de trivia o algo parecido. Obtuve, pues, el ejemplar de la publicación aquí reseñada, casi por pura suerte. El libro llegó a mí apenas lo comencé a buscar. Ese tipo de casualidades, creo, tienen un propósito: hacer que yo trabaje y eche mano de esos textos que el destino ha puesto en mis manos. Espero que esta breve reseña, sumada a este par de anécdotas, sea el comienzo de un trabajo más amplio, que haga justicia a la olvidada figura del autor poblano, Pepe Recek Saade• ***/

Diego C.
Ceballos 16/XI/2022Lea esta reseña en el blog (clic en la imagen):