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o único que le ha salido bien a Guillermo Lasso en los cuatro meses y medio que lleva de presidente de Ecuador es la vacunación contra la covid-19. El día que dio por cumplida su promesa de inmunizar a nueve millones de ecuatorianos en tres meses fue prácticamente el momento en que empezó su declive. Tenía una aprobación ciudadana entonces por encima del 70% que ha perdido hasta 20 puntos según los últimos sondeos.
Los ‘Papeles de Pandora’ y la crisis de inseguridad acorralan a Lasso. El mandatario de Ecuador tiene una posición debilitada en la Asamblea.
El mandatario liberal termina la semana cediendo en uno de los puntos clave -congelar los precios de la gasolina- para empezar a destrabar el bloqueo político que trastoca sus reformas económicas medulares. Y lo hace justo después de conocer una nueva brecha: la Fiscalía abrió una investigación contra él por las revelaciones de los Papeles de Pandora, una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, en la que participó EL PAÍS. Lasso tiene tres grandes frentes abiertos que han confluido en tiempo y en urgencia. Todos a la vez y todos requieren soluciones inmediatas. El primer tropiezo llegó con la megaley -tres proyectos en uno- para reactivar el empleo, la economía y hacer los ajustes fiscales que le pide el Fondo Monetario Internacional. No pasó ni el primer filtro en la Asamblea y el Gobierno aceptó replantearla. Retomó entonces las conversaciones con los bloques legislativos.
31 DE OCTUBRE DE 2021
MILED 47


