Amaiur frente al 20N

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Amaiur ante el 20N Como ya señale en mi anterior articulo en Ahots Berriak: “Rubalcaba: escuchar, hacer, explicar... ¿ganar?” las próximas elecciones generales del 20 de Noviembre, no traerán consigo grandes sorpresas en la batalla por la presidencia del gobierno. Sin embargo hay otra serie de incógnitas, que, aun que menores, no son menos interesantes, dado el momento histórico que vivimos. Es de todos sabido que en ciclos electorales en los cuales en Madrid gana y gobierna el PP, el independentismo catalán ve aumentada su fuerza, al margen de cual sea la formación política que aglutine dicho voto. Actualmente el independentismo catalán sufre de una segregación de su electorado entre las distintas fuerzas independentistas, unas en auge como CUP, otras en franco retroceso como ERC y otras que no terminan de despegar como Soliraditat y Reagrupament. No obstante, y al margen de los resultados electorales que unas u otras formaciones catalanas vayan a obtener, no es ningún secreto que el independentismo catalán ha visto aumentado su poder de condicionar la vida política catalana y me atrevo a decir que también la española. El otro frente abierto que tiene el independentismo de izquierdas es Eukal Herria, con un escenario muy diferente al que se vive en Paisos Catalans. Las comparaciones son odiosas y sobre todo en materia electoral. La comparación entre las Elecciones Municipales de Mayo y las generales de Noviembre, es cuando menos, científicamente arriesgado y más, si a partir de los resultados obtenidos por Bildu en las municipales y forales de mayo, pretendemos predecir como se comportara el electorado en la CAV y en Nafarroa. A pesar de ello y hay que tener en cuenta que no hay en la historia reciente otros ejemplos que nos sirvan para comparar resultados. Es por esto, que a pesar de los riesgos, utilizare los resultados electorales de Mayo para intentar analizar las posibilidades que el independientismo de izquierdas tendrá el próximo 20N. Antes de analizar el electorado de Bildu es necesario hacer una revisión del panorama generado tras las Elecciones Municipales de Mayo y el escenario surgido a partir de estas. Las elecciones municipales han traído un escenario en el cual se confirman las dos principales hipótesis que vienen exponiendo los politólogos en Eukal Herria: 1) Solo hay espacio sociológico para cuatro corrientes ideológicas (estas son: Nacionalismo de derechas, españolismo de centroizquierda, españolismo de derechas e independentismo de izquierdas.) 2)La perdida de hegemonía del PNV. Es esta ultima hipótesis la que genera una expectativa de cara a las elecciones generales, ya que, si tenemos en cuenta que el PNV suele perder fuerza en las elecciones generales, la cercanía


de Amaiur (marca con la que concurrirán el 20N las fuerzas independentistas de izquierdas) pone en serio peligro que los jeltzales puedan obtener una victoria el 20 de Noviembre, a pesar de que la crisis del PSOE (mas acentuada en la CAV) les podría favorecer. Pero son los resultados de Bildu en las municipales de Mayo, las que complican el panorama y la predicción definitivamente. En el Euskobarometro de Mayo de 2011, realizado tras las municipales, observamos como Bildu obtiene una parte muy importante de su electorado de abstencionistas (23%) frente a votantes fieles (37%), del PNV (8%) y nuevos votantes (6%). La responsabilidad de Amaiur de cara a estas elecciones es movilizar a ese 23% de abstencionistas que les votaron el 22 de Mayo, conservar a los votantes fieles y en la medida de lo posible atraer más votantes del PNV. Así estarían en condiciones de superar al PNV y minimizar el posible trasvase de votos socialistas que pueda tener el PNV. La tarea es complicada ya que los abstencionistas habituales se suelen activar ocasionalmente en circunstancias muy concretas y pasan con el tiempo a su posición inicial de abstención. La pregunta es: ¿la situación que promovió una activación del abstencionismo a favor de Bildu, ha desaparecido o sigue presente? y si ha desaparecido ¿que puede hacer Amaiur para volver a activar ese voto? La respuesta a estas preguntas las podemos encontrar en las razones del voto expresadas en por los electores de Bildu en el Euskobarometro de Mayo. Según el Euskobarometro, el 48% de los votantes de Bildu lo hicieron por una identificación con el partido. Es algo sorprendente ya que el porcentaje es elevado a pesar de que Bildu era una coalición que se presentaba por primera vez a unas elecciones. Este es el voto más ideológico y el que suele ser más estable. Buen dato para Bildu. Los candidatos movilizaron a un 13% del electorado de Bildu y este es un porcentaje que en las elecciones generales estará, presumiblemente, a la baja. Pero son las cuestiones como traeran la paz (9%) y el rechazo a la violencia (9%) las razones del voto que podemos denominar como coyunturales ya que se activan debido a la apuesta que la Izquierda Abertzale esta haciendo a favor del proceso democrático. Estas condiciones no han desaparecido, es más, se han reforzado por la adhesión de EPPK al Acuerdo de Gernika. Es por tanto, bastante razonable afirmar que Amaiur podrá mantener el grueso del voto que tuvo Bildu en las elecciones Municipales. Pero además de estas cuestiones cuantitativas, hay que tener en cuenta las cualitativas y la incorporación de una formación como Aralar aporta coherencia al mensaje de Bildu y de toda la izquierda independentista de Euskal Herria. La aportación del partido de Zabaleta si bien no traerá consigo una importante cantidad de votantes, aporta mayor coherencia al mensaje de Amaiur. (Se acude a las elecciones de noviembre como una formación dispuesta a defender los intereses generales del país y de toda la sociedad). Es una actitud responsable con los tiempos que vivimos al


anteponer los intereses del país a los intereses de los distintos partidos que configuran Amaiur. Además refuerza el relato de la Izquierda Abertzale a favor de un proceso de soluciones en el cual no haya ni vencedores ni vencidos. La izquierda independentista, Amaiur y la Izquierda Abertzale han apostado por una salida del conflicto como país, con la idea de construir una sociedad diferente que pase pagina al ciclo de violencia y no sobre la base del sometimiento de un colectivo ideológico a una serie de normas y construcciones realizadas en un tiempo de conflicto. Una apuesta por construir un pluralismo político de acuerdo con una sociedad plural diferente al modelo de pluralismo que propone Patxi López. Un pluralismo, el de López, que seguirá anclado en el rencor, el odio, y la venganza, que seguirá anclado en la Euskal Herria del conflicto violento.


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