OPINIÓN ARTÍCULO
CENTROAMÉRICA, EL SUEÑO DE LA UNIÓN Y EL DESAFÍO DEL BICENTENARIO ANDRÉS MORA RAMÍREZ DOCENTE E INVESTIGADOR DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COSTA RICA/PRENSA LATINA
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ace 1 siglo, en la víspera de las celebra- que tuvo en la invasión a Nicaragua entre 1926 y ciones del primer centenario de la inde- 1933 (con el consecuente alzamiento de Augusto pendencia de las provincias de la antigua César Sandino), o en el golpe de Estado contra JaCapitanía General de Guatemala del Reino de Es- cobo Arbenz en Guatemala en 1954, dos expresiopaña (1821), Centroamérica vivió un clima cultural nes paradigmáticas del talante de las relaciones de y político inédito, en el que la ebullición del pensa- dominación que impuso la potencia del norte. La revisión de las publicaciones de la época, miento crítico y la articulación de redes intelectuales que se extendieron por nuestros países –gracias tanto de periódicos como de revistas culturales, a la prensa escrita y el incipiente desarrollo de espa- da cuenta de la intensidad del debate unionista, cios de sociabilidad de alcance regional–, crearon en sus diferentes vertientes y registros, y la persislas condiciones para el renacimiento de la utopía tencia de aquellas figuras que, en el contexto del centenario de la independencia y frente al paso unionista. Este auge del unionismo fue una respuesta origi- arrollador del imperialismo, promovían las tesis de la unidad como alternal de la intelectualidad nativa de preservación centroamericana a dos Centroamérica tiene todo lo que nede la soberanía y de la fenómenos que, por entonces, introducían cesita para resurgir un día como unidad vida misma de nuestros transformaciones so- política y económica. Sus cinco países pueblos, evocando para ello la experiencia de la ciales, políticas, econó- no niegan el común origen y tragedia Federación Centroamemicas y culturales que ricana que encabezó llegaron a condicionar el devenir del istmo en las siguientes 3 a 4 décadas. Francisco Morazán entre 1824 y 1838, y con una Nos referimos, por un lado, a la crisis del Esta- clara influencia en sus escritos de las ideas del vedo liberal-oligárquico y la consecuente represión nezolano Simón Bolívar y del cubano José Martí. En la emblemática revista Repertorio Americano, de los movimientos obreros y sociales emergentes por aquellos años donde podemos identificar, sin por ejemplo, editada en San José de Costa Rica por duda, las raíces de muchos de nuestros problemas Joaquín García Monge, es posible rastrear la preestructurales de desigualdad, de participación po- sencia del pensamiento unionista durante más de lítica limitada y de convivencia democrática cer- 2 décadas, desde principios de la década de 1920 y hasta casi el final de la Segunda Guerra Muncenada. Por el otro, al ascenso imperialista de Estados dial. Figuras de la talla del nicaragüense Salvador Unidos y su proyección inmediata en la región, me- Mendieta, del salvadoreño Alberto Masferrer, de diante una política sistemática de intervención en los guatemaltecos Carlos Wyld Ospina y Rafael los asuntos internos de los países centroamericanos, Arévalo Martínez, o de los hondureños Froilán
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2 de marzo de 2020