Un amor random irrumpe -y refuerza la idea de que nunca nunca escribimos solas- mientras se escribe una carta anzalduana. Una carta como herramienta de escritura colectiva que se abre a preguntas como ¿con qué rastros y huellas escribimos? o ¿cuál es el lugar de tu cuerpo donde sucede tu investigación?
Una carta intensa a lxs comadres (Anzaldúa llamaba comadres de escritura a quienes la acompañaban en la tarea de crear) que cree porfiada en los olores donde detenerse, encorvar el lomo y pastar con otres.
“Te deseo el comadrazgo como una política relacional del conocimiento. Te deseo el pastoreo como un método de la intuición y la insistencia. Te deseo que nunca escribas solx.”
Publicación-carta de Lucrecia Masson Córdoba, 2024.