27, A quien concierne

27 A QUIEN CONCIERNE,

Para mi, y para todos los que necesiten sanar una y otra vez, porque una sola vez no es suficiente.

Qué constante se me ha hecho tener un nudo en la garganta.

No porque me falte las palabras, lo que me falta es valentía.

Doy vueltas, miro y sonrío.

Doy vueltas, tratando de encontrar impulso.

Me aterra que quieras escuchar, que tengas algo que decir.

Me aterra que no te interese, que hables sin pensar. ¡Qué recuerdo tan gastado!

Ya ni se distingue el tiempo, mucho menos el sentimiento.

Si me preguntas, no sé que es lo que extraño de ti, creo que nada.

No conocí lo suficiente para aferrarme a algo.

Quizás es la idea de lo que pudo ser.

He soñado contigo un par de veces.

He tratado de reescribir esas noches con todo lo que sé ahora, me habría asegurado de que las disfrutaras más, de que las recordaras.

Si me preguntas, ¿qué busco?, creo que nada.

Quizás solo una respuesta, ¿fui importante?. ¿Te arrepientes? ¿Qué pasaría si respondes todas mis preguntas? ¿Sería tan vació como un beso rogado a media noche?

Quiero empezar de cero, quiero hacerte amarme.

Quiero soñar contigo, quiero luchar contigo.

Quiero hablarte durante horas sin parar, quiero ahogarme en sentimientos y permitirme llorar. ¡Qué horrible sentimiento!

Cuando ya se pasó el tiempo, cuando ya no importan las palabras.

01

Extraño los tiempos más simples, fáciles nunca fueron, pero definitivamente sí más simples.

No éramos tan tacaños con la palabra amigo, no habíamos establecido tantos prejuicios sobre nosotros mismos.

02

Qué simple era sonreír por un buen par de horas y bailar hasta el cansancio, rodeados de desconocidos, tan solo porque sí. “¡Qué aburrida me he vuelto!”, pienso de vez en cuando.

Me volví tímida, callada e insegura, esa no soy yo.

Supongo que ver la vida misma acabarse frente a mis ojos, me quitó mucho más que un año en reclusión.

Mis días no se habían acabado, pero yo sentí que sí. ¿Cuántos años y han pasado? ¡Qué pendeja!

Me ha tomado años entender que lo importante fue el poco tiempo que me tomo decirte amigo. El poco tiempo que pude decirte amigo.

Qué es el poco tiempo lo que importa.

Y yo todos estos años perdiendo la oportunidad de ser un poco de tiempo en la vida de alguien más.

Me di permiso de enloquecer.

De tomar desiciones estúpidas, de inventarme sentimientos, situaciones, discusiones, esperanzas y lamentos.

Digo me di permiso de enloquecer, porque nadie solo enloquece.

Todos lo vemos venir y lo permitimos.

Y pasa, pasa frente a nuestros ojos, como si fuéramos un espectador más.

Nos vemos destruir nuestras propias vida y nos sentamos en silencio mientras nos escuchamos decir mentiras a otros, tan elaboradas, con tanto detalle.

Somos perfeccionistas, tenemos años amaestrando el arte de mentirnos, hasta a nosotros mismos, de mirarnos en el espejo y decirnos que está todo bien.

Tenemos una vida sonriendo, escondiendo las heridas, maquillando las ojeras.

Tenemos tantos años mintiendo a nuestro reflejo, que lo hemos vuelto realidad.

Me di permiso de enloquecer.

De olvidarme de hasta mi nombre, de abrir la boca durante tanto tiempo que se secaron las palabras, de sentir solo tu piel y enloquecer.

Un loco llora solo o campaña pero llora.

El loco sufre porque lo da todo y lo da con intensidad.

Va por el mundo pensando que todos están tan locos como él, que todos son tan nobles como él.

El mundo tiene una grave crisis de cordura.

Y aún así, ¡qué difícil es estar loco!.

Pero mas difícil aún intentar pelear en contra de eso.

03

Esta es una despedida, La escribo porque sé que nunca la vas a leer.

Porque no voy a tener que afrontar tu mirada mientras hablo.

Porque no la necesitas y nunca la vas a tener.

La escribo ahora porque estoy consciente, porque en este momento no duele, porque no es fácil encontrar la valentía para escribir.

Me atreveré a decir esto una única vez, primera y última.

Te odio.

Era importante decirlo antes de permitirme perdonar y así seguir.

No quiero alimentar el sentimiento así que reduzco todo a esas dos palabras.

Así, seco, sin explicaciones, sin más.

Ahora, continuo.

Tú llegaste para no quedarte en la vida de nadie, incluyendo la mía, las que vinieron antes y a los que vengan después.

04

Tú no sabes lo que quieres, así que asumes que no quieres nada.

Sin saber, si te gustan sus matices, sus caricias o sus besos.

No le das valor a un beso. ¿Cómo puedes ignorar el valor de un beso sincero? ¿Porqué diste media vuelta si te importaba? ¿Cómo haces siempre para quedarte a la mitad del camino?

Creo que al final nos vamos a distanciar, sin decirnos nada, solo va a pasar, sin mas. Quisiera que así pasara.

Gracias por hacerme sentir que la vida aún vale.

Gracias por ser un buen amigo.

Gracias por siempre hacerme reír.

Te libero, aunque no me lo hayas pedido.

Te libero de mi, de mis sentimientos, de mi amor, de mi obsesión, de mis lagrimas, de mi deseo de ti.

Te libero de todo lo que soy.

Aunque me mate decirlo.

Me hace feliz verte libre niñe mío.

Siempre estás liste para luchar por tus sueños, aunque ellos cambien todos los días.

Persigues cada uno con la misma pasión.

Has aprendido a hablar con certeza.

A moverte cuidadosamente, siempre orgullose de todo lo que eres y representas.

Has tenido el calor de tus palabras y como impactan a quienes te escuchan.

Has aprendido que ambos, llorar y reír son igual de valiosos.

Le perdiste el miedo a amar.

Y te quitaste la desesperanza de que no podrías dejar de amar.

Te has permitido hacer amigos y disfrutar de ellos. ¡Qué triunfo más grande!

Celebra la vida niñe mío.

Es tuya, entera, con lo malo y lo perfecto.

Camina más bajo el cielo azul.

Pasa más tiempo con tu familia.

Toma el sol, ve más seguido al mar.

Sal a bailar y enamórate todos los días si es posible.

Deja de guardar rencor, cree en la gente buena.

Trabaja duro y sueña, sueña, sueña.

Estoy orgullose de ti.

Hasta en esos días que la vida te derrota.

05

La vida es buena.

Con sus días malos y con los buenos también.

Prefiero los días en los que en medio de lagrimas alguien te hace sonreír.

Esos días agridulces, que se acaban con atardeceres rojos, con el sol ardiendo de sentimiento.

06

Me gustan los días sinceros, que no fingen ser otra cosa.

Que son tal cual quisieron desde el amanecer.

Esos días que ruegan que te detengas para mirara el cielo.

Apreciar que estás afuera, que respiras aire fresco.

La vida es buena, en especial cuando llueve, no muy fuerte, apenas al punto en el que refrescan una caminata por la acera.

La vida es buena.

Porque he decidido que así sea.

Porque hago lo que puedo por cambiar lo que siento feo sobre el mundo.

Porque dejé de arrepentirme de ir amando la vida.

Sabes, cuando desperté estaba en medio de la oscuridad.

No recuerdo cuánto tiempo me tomó notar el fuego.

Quizás fue en el preciso momento que escuché una voz.

La voz de un hombre.

En su mano sostenía fuego.

Me quedé allí en silencio, viéndolos, a distancia.

Parecía que lo único sensible al tiempo era el fuego en su mano, porque la llama parecía hacerse más grande.

Crecía al darme cuenta que sí era un hombre, pero en realidad tenía una diosa frente a mí.

Solo una mujer tan poderosa podría sostener fuego entre sus dedos.

En ese preciso momento, levantó la mirada y vi su rostros, vi su cuerpo, vi su pelo que tocaba el cielo.

Entonces noté las estrellas.

Sus brazos me rodearon y una eternidad se sintió muy corta.

Cuando desperté, entendí que iba amarlo por siempre porque había algo mío en él.

Porque para tenerla, tenía que tenerlo a él también.

07

Y entonces hubo oscuridad.

Como cuando recién apagas una vela en medio de la oscuridad, y por un segundo no hay certeza de lo que tienes enfrente.

Todo desaparece y quedas suspendido por segundos entre el miedo y la nada.

08

Te quedan recuerdos aprendidos de cómo era a tu alrededor, pero te cuesta avanzar.

Solo por costumbre te permites dar un paso, extendiendo una mano intentando encontrar algo y al mismo tiempo evitarlo.

He aprendido a vivir con mi miedo a esa oscuridad.

He logrado armar rutinas, sistemas e ideologías para justificarlo.

Normalizar el hecho de que necesito siempre una luz encendida por más debil que sea.

Como necesitando la certeza de algo que no sabes qué es, ni cómo es, o si alguna vez lo encontrarás.

Así se siente el miedo a permitirte amar.

Si se pierde la memoria en fantasías, en sonrisas y caricias que no ye he dado aún, ¿A dónde se va? ¿A dónde se van los ratos que te pienso o los besos en mis sueños? ¿A quién le tengo que rogar por un instante de tu sonrisa?

Quiero al amanecer ver al sol jugar con tu pelo suelto.

Y que mis labios le cuenten todos mis secretos a tu piel.

Quiero llevarte al mar y quedarme en la orillita de tus olas disfrutando de tu aroma.

09

Por momentos podría jurar que la noche susurra mis pensamientos, pero realmente tarde, cuando ya nadie escucha.

Cuando tus sueños se pierden en mi pecho, y mis dedos se enredan entre secretos y tu pelo.

10

Cuando mis labios besan con miedo tu frente, como cantando una canción de cuna, tan suave y tan lento, para que no te despiertes y que ese momento dure siempre.

Ni tu mío, ni yo tuya.

Pero ahí está la noche confesando con susurros el amor que te tengo, una y otra vez.

Ahí está la noche haciendo promesas por mi, mientras el pasar del tiempo tiempo y tus brazos le hacen promesas a mi piel.

Cuando estamos abrazados en silencio, la noche sueña por nosotros.

Hablo con el viento y tus ancestros, les cuento que te amo, que te deseo, doy gracias por ti, por ese momento.

27 A QUIEN CONCIERNE, Es una compilación de cartas escritas entre el 2018 y el 2020.

Cada una, tan personal como la otra. Nunca pensadas para que algún día fueran leídas por alguien más.

En ellas registro un viaje de sanación, pero con mucho aún por vivir, sentir y escribir.

| POR MICK SILVA-DÍAZ | 2020 |