INTENCION Por el sínodo
P. Sergio César Espinosa González, mg ▶ Misionero en México
Oremos por la Iglesia, para que adopte la escucha y el diálogo como estilo de vida a todos los niveles, dejándose guiar por el Espíritu Santo hacia las periferias del mundo.
La Iglesia, en su historia, ha pasado por situaciones muy diversas y ha buscado responder de la mejor manera a todos los desafíos que le presenta la humanidad, tratando de ser también siempre fiel al Dios que la convoca y envía.
En otras épocas, la Iglesia fue muy constante en utilizar el camino sinodal para discernir juntos el rumbo que pedía el Espíritu. El proceso ha sido largo y no siempre sencillo.
Ahora, el Papa nos pide que recemos para que el camino sinodal que pidió el Concilio Vaticano II traiga frutos abundantes durante la asamblea que se reúne en este mes de octubre. Es un momento especial de lo que empezó en nuestras iglesias particulares, reuniones de escucha y diálogo, procesos de discernimiento en búsqueda de mayor comunión y participación para responder a la misión que tenemos en este siglo XXI. Pero el proceso sinodal solo estará completo cuando se transforme en un estilo de vida y no se reduzca a un acontecimiento ocasional.
▶ Padrinos y Madrinas, los invitamos a escuchar esta reflexión en voz del P. Espinosa escaneando el siguiente código
1 2023 octubre universal
Ejemplar gratuito.
Prohibida su venta. Año LXXIV • Núm. 886
Octubre 2023
DIRECTORIO
Editor responsable:
P. Juan Francisco Torres Ibarra, mg
Director: Sergio A. Martínez Sánchez
Diseño editorial: Lourdes Reyes Esquivel Redacción: Cynthia F. García García
El Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras fue fundado en 1949 por el Episcopado Mexicano y la Pontificia Unión Misional del Clero para formar y enviar misioneros a los países no cristianos que le señale el Santo Padre. El Papa Pío XII aprobó sus Constituciones. El Primer Superior General fue Mons. Alonso M. Escalante. El Instituto es sostenido por los católicos mexicanos.
Almas es editada por Editora Escalante, sa de cv, Córdoba 17, pb, local 1, Col. Roma, Alc. Cuauhtémoc, cp 06700, cdmx. Distribuida por Misioneros de Guadalupe, ar, Cantera 29, Col. Tlalpan, Alc. Tlalpan, cp 14000, cdmx
Certificado de Licitud de Título y Contenido Núm. 16831. Impresa en Reproducciones Fotomecánicas, sa de cv, Duraznos 1, esquina Ejido, Col. Las Peritas Tepepan, Alc. Xochimilco, cp 16010, cdmx Tel. 5334 1750. Registro Postal Publicaciones Núm. PP09-0298 autorizado por Sepomex.
Sitio web: www.misionerosdeguadalupe.org/almas/ f/misionerosdeguadalupe t@misionerosmg
Línea Misionera: 800 00 58 100
CONTENIDO octubre Anecdotario cofami MUNDO MISIONERO BAUTIZADOS & ENVIADOS VOCES MISIONERAS VOZ DEL SEMINARIO cov Buen humor, noticias y felicitaciones Diario Misionero Año Jubilar 2023-2024 Sinodalidad, un trabajo de todos Con Monseñor Ó. Roberto Domínguez Couttolenc, mg Kibera “Corazones fervientes, pies en camino” 06 08 16 12 18 20 22
EDITORIAL
En este mes de octubre, el Papa Francisco nos invita a hacer oración por el Sínodo de los Obispos.
Oremos por la Iglesia para que adopte la escucha y el diálogo como estilo de vida, dejándose guiar por la acción del Espíritu Santo. Pidamos, también, por nuestro Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras en este año jubilar que iniciamos, rumbo al 75 aniversario de su fundación.
Los invito a hacer esta oración del portal misionero:
Sagrado Corazón de Jesús, tiende una mirada hacia todos aquellos que no te conocen y hacia los trabajos de los misioneros, quienes, por tu amor, han abandonado su casa, su patria y sus cariños más íntimos. Bendice sus trabajos y concédeles la gracia de repartir el pan de la divina Palabra entre los mendigos de la Verdad. Hazles sentir que Tú estás con ellos en sus trabajos y preocupaciones, y dales la gracia de perseverar hasta el fin en la vida de abnegación para la que los has escogido: Sagrado Corazón de Jesús, por amor de tu misma gloria, protege los esfuerzos de tus misioneros. Amén.
Muy estimados Padrinos y Madrinas, los invitamos para que juntos nos preparemos en este año jubilar rumbo a nuestro 75 aniversario y ayudemos a los más necesitados; los motivamos para que anuncien el Evangelio en sus hogares y les agradecemos siempre su apoyo espiritual y material para la labor misionera que realizamos en México y en las misiones fuera del país. Les pedimos que continúen invitando a más personas a sumarse a esta obra misionera.
P. Juan Francisco Torres Ibarra, mg Director General de Promoción Misionera
octubre
2023
Queridos ahijados:
Soy la señora Silvia H. viuda de R., de la ciudad de Chihuahua, Chihuahua, México. He apoyado a Misioneros de Guadalupe por más de 28 años junto con mi esposo, actualmente fallecido, el señor Ignacio R.L.
En nuestro matrimonio tuvimos cinco hijas y un hijo, a los que les dimos todos los sacramentos y siempre les inculcamos la ayuda al prójimo.
Por medio de la revista Almas, mi esposo se enteró de que podía becar a un estudiante del seminario, por lo que decidimos apoyar a dos jóvenes que en la actualidad ya son sacerdotes. Con gran satisfacción y bondad, él quería apoyar a otro estudiante más, esperando el pago de su jubilación, teniendo la suma ya destinada para esta causa; desafortunadamente, presentó problemas de salud, fue hospitalizado y falleció después de 22 días; hace unos meses fue su primer aniversario luctuoso.
Posteriormente, recibí una llamada donde me informaban que llegaría el pago de su jubilación, aunque hubiera fallecido. Para continuar con su anhelo de ayudar en su nombre, doné la cantidad que él tenía destinada para seguir contribuyendo. Les mando un saludo afectuoso, además de mi admiración y respeto por la gran labor que hacen. Diariamente se encuentran en mis oraciones, Dios los bendiga.
Cuéntenos sus testimonios de fe y ayuda a las Misiones. Escríbanos a: difusion@revistaalmas.com.mx
del lector PAGINA
octubre Anecdotario
Con Mons. Óscar Roberto
Domínguez Couttolenc, mg
En esta ocasión, platicamos sobre el Sínodo de los Obispos con Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, mg, actual Obispo de la Diócesis de Ecatepec, quien comenzó su trayectoria eclesiástica en 1972, cuando ingresó al Seminario Menor de Misioneros de Guadalupe (mg), posteriormente cursó las licenciaturas en Filosofía y Teología en el Seminario Mayor, así como la Maestría en Administración Educativa. Fue ordenado presbítero mg el 11 de junio de 1983. Posteriormente, colaboró en el Instituto como promotor vocacional y encargado de la animación misionera. Asimismo, de 1986 a 1991, fue enviado a la Misión de Kenia. Se desempeñó también como Ecónomo del Instituto y capellán de varias comunidades religiosas. De 2003 a 2007, fue Vicario General de mg. El 27 de marzo de 2007, fue nombrado Obispo de la Diócesis de Tlapa de Comonfort, en Guerrero, por el Papa Benedicto XVI, labor que desempeñó hasta 2012, cuando fue nombrado por el Papa Benedicto XVI para ocupar su actual cargo.
Un gusto saludarles, Padrinos y Madrinas. Siempre es bueno recordar a aquel pastor que donó Misioneros de Guadalupe a la Iglesia universal.
Llevo 16 años como obispo en México y seguimos caminando como Iglesia.
Mons. Couttolenc, podría compartirnos, primeramente, ¿qué es un sínodo?
En primer lugar, hay que recordar qué significa “sínodo”. Deriva de dos términos que significan “juntos” y “camino” y expresa la idea que el Santo Padre quiere para la Iglesia Universal, que es caminar juntos. Esto viene desde hace muchos años, hay personas que dicen que es una “moda” del Papa Francisco, pero eso es toda una equivocación, porque la Iglesia ha sido sinodal desde sus principios.
Desde el Antiguo Testamento encontramos elementos de sinodalidad; por ejemplo, el pueblo de Israel, en Egipto, caminaban y decidían juntos. En el Nuevo Testamento, también hallamos ejemplos, con María y su prima Isabel; además, en los diálogos que leemos de los evangelistas se hace alusión a este “caminar juntos”.
Sin embargo, este término comenzó a tomar fuerza el 15 de septiembre de 1965, cuando san Pablo VI, una vez que estaba
prácticamente terminado el Concilio Vaticano II, nos invita a los obispos a vivir la colegiabilidad, que es ese caminar juntos, y llega a plasmarse en el Código de Derecho Canónico; como saben, la Iglesia tiene un código, inclusive uno de sus libros ha sido reformado por el Papa Francisco, porque un obispo no puede hacer lo que quiere, tiene que vivir en la colegiabilidad y ser siempre fiel al Papa y a la Iglesia, y esta, en cuanto a institución, tiene su código, que, en su número 342, dice:
El sínodo de los Obispos es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos, y ayudar al Papa con sus consejos para la integridad y mejora de la fe y costumbres y la conservación y fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, y estudiar las cuestiones que se refieren a la acción de la Iglesia en el mundo.
Así es que el Sínodo de los Obispos es convocado realmente por el Papa Francisco y está fuertemente cimentado en la doctrina de la Iglesia.
9 2023 octubre
¿Qué tiene de diferente este sínodo con los que se efectuaban anteriormente?
Los sínodos anteriores eran reuniones de los obispos (este es mi segundo sínodo, pude participar a finales del anterior); sin embargo, ahora, este sínodo no es nada más de los obispos. El Papa Francisco, inspirado por el Espíritu Santo, ha abierto la Iglesia, así como san Juan XXIII abrió también las ventanas y dijo “es necesario que la Iglesia se ponga al día”, con el famoso término del aggiornamento. Ahora, el Papa Francisco ha abierto las ventanas de la Iglesia para que entren aires nuevos. Uno de estos cambios es precisamente el caminar juntos como Iglesia, no únicamente los obispos; nosotros vamos y hemos estado participando muy fuertemente en el sínodo, pero en las etapas iniciales que nos pidió el Papa.
Ahora bien, ya en el sínodo que viene, en el mes de octubre, por ejemplo, la representación de México está conformada por solo cuatro obispos que hemos elegido y que el Santo Padre tiene que aprobar para que puedan participar en esta reunión, Él los debe confirmar; nosotros, en la Conferencia del Episcopado Mexicano (cem), ya
los hemos elegido por distintas características, pero lo interesante es que no solo van ellos, sino que van también laicos que han sido seleccionados por el Santo Padre para que participen y lleven el caminar de la Iglesia mexicana; esa es la gran característica, que antiguamente eran solo los obispos y ahora, por inspiración del Santo Padre, como Obispo de Roma, está dando la pauta para que este sínodo sea una apertura, un refrescarse, porque la Iglesia somos todos, no solo es el Pastor, o el obispo con los sacerdotes, los diáconos y las religiosas, no, la Iglesia no son los laicos nada más, la Iglesia somos todos nosotros, que caminamos hacia el encuentro del Señor.
¿Cómo ha sido la participación de los laicos en este sínodo?
Hemos tenido tres momentos de las fases muy importantes: la fase diocesana, que empezó en octubre de 2020 a abril de 2022; fue un trabajo de gran relevancia porque escuchamos al laico.
Recuerdo que en la Diócesis de Ecatepec, de donde soy pastor, el concepto de misión ha cambiado, no es únicamente decir
10 REVISTA ALMAS
“soy misionero porque estoy en el extranjero”, no; aquí en México, hay gente que no conoce a Cristo, que ha dejado la Iglesia y hay que evangelizar y también reevangelizar.
En 2022, en la fase diocesana, hicimos unas preguntas en lo que llamamos el “Domingo de los sueños” y, después de cada homilía, los sacerdotes de la diócesis repartieron unos stickers a todas las personas que quisieran participar, y contestaron dos cosas: primero, ¿cómo sueñas a tu Iglesia, a tu comunidad, y cómo sueñas el caminar de la Iglesia en el aquí y ahora? Y segundo, ¿qué es lo que tú cambiarías y no te gusta de la Iglesia? Esto arrojó elementos muy importantes de lo que es el caminar de la Iglesia.
Aquí en México, después de esta fase, pasamos a la fase continental, que se cerró en marzo de 2023 y con todo este cúmulo, la Iglesia de México participa en este sínodo universal.
Repito, no nada más somos nosotros los obispos, sino los
obispos con los laicos y, ¿quién convoca al sínodo?, el Papa, no los cardenales, sino él, como cabeza de la Iglesia, como Pastor Supremo y sucesor de Pedro.
Este sínodo no es nada más para sacar un documento, como en algunos momentos de la historia se hacía. Ahora se quiere una reforma que sea fuerte, dentro de la Iglesia. Una reforma donde toda la Iglesia comprendamos que debemos caminar con Jesucristo, que es Camino, Verdad y Vida y mucha gente, desgraciadamente, por las nuevas posiciones ideológicas, ha sacado a Jesús de su corazón, de la familia, y se han perdido los valores del Evangelio, del respeto, del amor, del perdón, de la misericordia y de la paz. Habría que recordar lo que san Pablo escribe a los Gálatas, hagamos nosotros, en este caminar sinodal, que los frutos del Espíritu aparezcan, ¿cuáles son estos frutos del Espíritu? La bondad, la misericordia, la fe, la alegría, esos son los frutos del Espíritu que muchas veces se nos olvidan. h
11 2023 octubre
Padrinos y Madrinas, los invitamos a ver y escuchar esta entrevista completa con Mons. Óscar Roberto Domínguez C., mg, escaneando el siguiente código QR ▶
Año Jubilar mg
2023-2024 1949-2024
P. Eugenio Z. Romo Romo, mg
▶ Superior General
En un año más —2024— los Misioneros de Guadalupe (mg) estaremos celebrando el 75 aniversario de fundación de nuestro Instituto, por lo que hemos decidido que este 7 de octubre de 2023 se inicie un año que nos ayude a conmemorar este acontecimiento en el que la Iglesia de México, en 1949, siguiendo el mandato de Cristo de “ir, y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mt 28,19), decide tener presencia evangelizadora más allá de sus propias fronteras.
Entre el 7 de octubre de 2023 y el 7 de octubre de 2024, año al que llamaremos “jubilar”, en mg queremos abrir nuestro corazón a Dios para reconocer que Él, y solo Él, ha sido el protagonista de nuestra historia.
misionero MUNDO
Queremos afirmar que durante siete décadas y media no hemos sido los mg quienes hemos hecho visible la presencia de Dios en nuestro caminar, sino es Él quien se ha valido de nosotros para hacerse presente en los países y lugares donde hemos estado tratando de dar lo mejor de nosotros mismos en la construcción de su Reino.
Queremos que este año sea de alabanzas para Dios, por su presencia entre nosotros, sobre todo en las obras buenas que se han hecho durante la entrega generosa de nuestras vidas al servicio de la Misión.
Queremos que este año sea de agradecimiento a Dios por todo lo que nos ha bendecido.
Queremos, durante estos 12 meses, reconocer con humildad los errores que hayamos cometido y pedir perdón por nuestros pecados.
Queremos, en estos 365 días, renovar con sinceridad de corazón nuestro deseo de seguir amándolo a Él y principalmente a la Iglesia, que es su pueblo santo, a quien queremos seguir consagrando nuestras personas en la predicación del Evangelio a donde se nos pida
ir, sabiendo que esto implica dejar patria, familia y amigos para ir a encontrar una nueva patria, una nueva familia, unos nuevos amigos. Respondiendo así positivamente a la invitación que el Señor tuvo a bien hacernos de ser portadores de su Palabra a las tierras en que se nos necesite.
“Queremos que este año sea de alabanzas para Dios, por su presencia entre nosotros, sobre todo en las obras buenas que se han hecho durante la entrega generosa de nuestras vidas al servicio de la Misión”.
Queremos continuar encomendando nuestro quehacer a la Santísima Virgen de Guadalupe para que constantemente estemos experimentando su presencia maternal en nuestro andar, sobre todo cuando se prevén crisis que nos pudieran sacudir, como la escasez de vocaciones, enfrentando cierta indiferencia de muchos jóvenes
13 2023 octubre
que no se entusiasman con el llamado a la vida misionera.
Finalmente, queremos manifestar un profundo agradecimiento a nuestros benefactores, a quienes cariñosamente llamamos Padrinos y Madrinas; sin ustedes, esta obra de la Iglesia no hubiese sido posible, ni que se iniciara y mucho menos que siga sosteniéndose.
Gracias, queridos bienhechores, porque no solo con su oración y testimonio de vida, sino también con su cooperación económica, es posible que los Misioneros de Guadalupe, nacidos como la respuesta de México a la Misión universal de la Iglesia, lleguemos a esta etapa de nuestra historia.
Oramos por ustedes, queridos Padrinos y Madrinas, para que Dios, nuestro Padre, bajo la intercesión de la Santísima Virgen de Guadalupe, los cuide y proteja, así como a sus familias. Él no dejará de estar presente en sus vidas. h
"Corazones fervientes,
pies en camino”
P. Jorge Rafael Aguilar López, mg
Hace un par de meses conocí a Miguel, un adolescente coreano que ha comenzado a estudiar español por su cuenta, participando de la misa en este idioma en la parroquia, aquí en Seúl.
Un día, le pregunté por qué deseaba aprender español y su respuesta me sorprendió bastante: “Quiero recorrer el Camino de Santiago”.
Aquí en Corea, muchos fieles tienen la devoción de realizar el “Camino de Santiago”, un recorrido que siguen los peregrinos para venerar el sepulcro del apóstol Santiago en España.
A lo largo de este viaje a pie, suelen rezar el rosario, meditar sobre su vida y el paso de Dios en ella. Después de escuchar su respuesta, recordé la experiencia de los discípulos de Emaús
18 REVISTA ALMAS
Orientación Vocacional Centro
de
y el lema para este mes de las misiones: “Corazones fervientes, pies en camino”.
El Evangelio de Lucas (24, 13-35) nos presenta la historia de dos discípulos que caminaban juntos hacia el pueblito Emaús, después de la muerte de Jesús.
En el camino, se encontraron con un hombre que se les unió y empezó a hablarles acerca de las Escrituras y de cómo estas hacían referencia a la muerte y resurrección de Jesús.
A medida que avanzaban, los discípulos se dieron cuenta de que el hombre que caminaba con ellos era, en realidad, el mismo Jesús resucitado. Al final del camino, cuando se sentaron a comer juntos, Jesús partió el pan y sus ojos fueron abiertos, y lo reconocieron.
Esta historia nos muestra cómo la vocación sacerdotal despierta a partir del encuentro personal con Jesús; al principio,
ellos no se percataron de su presencia, pero después de haber compartido con Él, sus corazones ardían con la emoción de conocerlo.
El sacerdocio es una vocación que requiere un encuentro personal con Jesús y un deseo profundo de seguir sus pasos, algo que se va descubriendo con el paso del tiempo, con el camino recorrido.
Hoy quisiera decirte: puede ser que te sientas confundido, perdido, desanimado, como los discípulos de Emaús; sin embargo, el Señor sale a tu encuentro hoy y siempre, te está llamando, te está invitando a recorrer su camino, a participar de su misión y compartir con los demás ese encuentro que estás experimentando con Él, y tal vez, como Miguel, después puedas reconocer que es Jesús quien va junto a ti y sientas la necesidad de poner los pies en camino hacia aquellos que esperan por Él y por ti. h
Anímate, ven y descubre tu misión.
Contáctanos:
CENTRO: 55 11 95 66 47 SURESTE: 99 92 97 44 92
OCCIDENTE: 33 33 54 18 36
cov@mgpe.org
@vocacionesmg
@vocacionesmg @vocacionesmg
https://misionerosdeguadalupe.org
19 2023 octubre
Seminario VOZ DEL Kibera
Juan Rodolfo González Uribe ▶ Experiencia vocacional en Kenia
Kibera es uno de los slum o barrios de Kenia y puedo decir que en este lugar experimenté los primeros momentos de felicidad en tierras de misión.
Me es grato recordar y reconocer que cuando comencé a extrañar a mi familia y conocidos de México, pude encontrar aquí, en Kibera, gente que me acogió cálidamente y, aunque no reemplazan a mis seres queridos o a veces no podíamos entendernos, su manera de expresarme su aceptación y amor no es otra cosa sino nuestro Señor Jesucristo
haciendo válidas sus promesas: “y todo el que haya dejado casa, hermanas o hermanos, padre o madre, hijos o tierra por mi nombre, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna” ( Mt 19, 29). Esta zona ha sido uno de los lugares más llenos de amor, donde he podido experimentar por parte de Dios esa cercanía con su gente predilecta; puede ser que aquí estén inmersos en la pobreza, pero eso los hace ser más unidos en las necesidades de los demás.
Aquí, en Kibera, pude reafirmar que lo material es secundario para ser feliz: esta gente no solo vive de pan, literalmente, sino de la Palabra y gracia de Dios, y eso es lo que transmiten y lo que uno viene a aprehender aquí, con cada uno de los sentidos.
Es difícil expresar la alegría que comparten, solo puedes disfrutarla y dar gracias a Dios por eso que te permite experimentar cerca de sus predilectos, e imaginar que esa dicha es la más parecida a la que viviremos en el cielo.
Kibera ha sido un lugar en donde he podido sentirme muy bien, ha marcado mi vocación; realmente, me ha dejado una experiencia magnífica del amor de Dios, haciéndome reafirmar sus prodigios en mi vida. Claro, esto no sería posible sin el Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras y la voluntad de Dios.
No puedo negar que en esta tierra también he pasado momentos muy difíciles, pero puedo decir que son nada en comparación con los miles de momentos de alegría que he podido experimentar aquí y que llevaré siempre conmigo.
Los jóvenes y niños son quienes realmente nos enseñan y comparten la mayoría de las cosas que aprendemos: el idioma, algunas cosas sobre la cultura y, muy importante, cómo moverte y caminar por las calles del hermoso Kibera.
Hay ocasiones en que solo caminar por sus calles me hace sentir más seguro que en la ciudad, y cuando comparto esta experiencia con las personas de Nairobi, se asombran, ya que, para ellos, entrar a Kibera es como adentrarse en la “cueva del lobo”; sin embargo, para nosotros, que venimos por una misión, el ambiente se siente diferente y muy tranquilo, gracias a la providencia de Dios y a que la gente nos acoge con tanto amor y alegría por el simple hecho de venir en el nombre del Señor.
Creo que era necesario compartir con ustedes lo que he podido experimentar aquí, en tierra de Misión, para que juntos podamos saborear un poco de lo que es disfrutar las maravillas de ser enviado por Dios, quizá este sea un acercamiento muy breve, pero con un gusto enorme y con mucha sinceridad al expresar mi testimonio misionero en Nairobi, Kenia. h
21 2023 octubre
Sinodalidad, un trabajo de todos
Juan Pablo De La Rosa Miranda
▶ Exmla en Brasil
Hola, queridos Padrinos y Madrinas, me da gusto saludarlos y seguir agradeciendo su generosidad con nuestro Instituto. En esta ocasión, quiero compartirles un poco sobre lo que pude aprender en la Misión de la Amazonía respecto de un tema que se ha vuelto muy común en nuestra Iglesia, pero que a veces nos es difícil entender: la sinodalidad.
Actualmente, la Iglesia a nivel mundial está trabajando en un sínodo que tiene por título: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, con la intención de participar en la búsqueda de métodos; es decir, conseguir que, de manera real y efectiva, todos los bautizados, desde el Papa, obispos, sacerdotes, consagrados y laicos, caminemos juntos, en comunión y fraternidad.
Cuando llegué a Pucallpa, Perú, hace un año, estaban terminando el documento que el
Vicariato presentaría ante la Conferencia Episcopal Peruana, en el cual habían involucrado a los diferentes sectores y grupos del territorio; por eso, me gustaría que juntos aprendiéramos un poco más de este tema, y sobre todo, bajo la experiencia de la misión.
En la Amazonía, se habla muchísimo de una Iglesia laical, y después de haberla conocido, doy fe de dicha realidad, pero es importante que cada miembro entienda realmente el papel que le corresponde
& enviados BAUTIZADOS
22 REVISTA ALMAS
desarrollar, ya que el objetivo es que todos caminemos juntos.
Para que todos logremos esa comunión y fraternidad, es necesario abrir nuestras mentes y corazones, además de informarnos sobre la composición de nuestra Iglesia, cuáles son los derechos, obligaciones y responsabilidades de cada miembro, y así, lograr un buen funcionamiento del Cuerpo Místico de Cristo, comenzando por las altas jerarquías hasta el último bautizado.
Es un trabajo difícil, pero me gustaría exponer un ejemplo para esclarecer el tema: el sacerdote no debe hacer el trabajo del laico y el laico tampoco el del sacerdote; es decir, al contar con un grupo de catequistas en una parroquia, el padre debe dejar a cada catequista dar y desarrollar su catequesis, guiándole siempre desde la formación, haciendo uso del conocimiento que adquirió en el seminario y vida sacerdotal. Asimismo, el laico debe participar de la misa desde su lugar en la asamblea, escuchando al sacerdote como su pastor y tomando lo que le corresponde para mejorar en su vida, sabiendo que en ese momento es el sacerdote
quien desarrolla su catequesis, y no que al final de la misa, en los avisos u otro momento, el laico se ponga a reforzar, contradecir o interpelar lo dicho por el padre, porque, en ambos casos, aunque la corrección fraterna es fundamental, hay momentos para hacerlo.
Cito este ejemplo porque suele ocurrir, pero no es limitante, hay más situaciones en las que los miembros de la Iglesia no conocemos y respetamos nuestro papel y servicio, y el de los demás. Por ello, es importante recordar que, aunque la Iglesia es jerárquica, todos somos iguales, ninguno vale más que otro ante los ojos de Dios, tenemos la misma dignidad de ser sus hijos y la misma responsabilidad de trabajar para su Reino, desde la justicia, la paz y el respeto.
Finalizo haciendo la invitación de buscar el espacio en nuestras agendas y conocer un poquito más de quienes integramos la Iglesia y el papel de cada uno, comenzando por el propio servicio, vivirlo y ayudar a los demás a hacer lo mismo, siempre con caridad. Es difícil, pero debemos intentarlo; considero que el respeto es clave para caminar juntos en comunión y fraternidad. h
23 2023 octubre
Diana Cárdenas Viveros
Promotora, Puebla, Puebla
Soy mamá soltera de un joven de educación especial y cardiopatía incurable; me caracterizo por ser organizada, honesta, disciplinada, puntual, trabajadora, empática, positiva, siempre tratando de brindarles a los Padrinos y Madrinas el mejor servicio y atención.
Llegué a formar parte de esta gran familia misionera en un momento muy crítico; por la condición de mi hijo, necesitaba trabajar y lo único que se me ocurrió fue pedir ayuda a la Iglesia; no cabe duda de que ¡Dios siempre nos escucha!, ese mismo día vi el anuncio de Misioneros de Guadalupe y en 15 días ya estaba realizando esta noble labor.
En un día de visitas se viven un mar de emociones con los Padrinos. Lo único que le pido a Dios es que me ilumine para brindarles un poco de apoyo que los reconforte, ¡que pueda ser luz en medio de la oscuridad!
Recuerdo la incertidumbre que vivimos durante la pandemia, me preocupaba no poder salir a trabajar; un día, en la penúltima casa, antes de irme, salió la Madrina a darme una bolsa con despensa. Le agradezco mucho a Dios poder conocer a seres humanos de gran valor.
Sé que muchos Padrinos, Madrinas y sus familiares, están pasando por grandes dificultades. Solo les puedo decir que no se suelten de la mano de nuestra Madre, Santa María de Guadalupe y de Jesús, porque ellos jamás nos abandonan; nosotros seguimos orando por ustedes.
& misión
PROMOTORES
Su vocación
“Éramos solamente doce alumnos los fundadores. Yo quería ir a las Misiones luego luego, pero el Obispo Escalante me puso a ayudar al desarrollo de los Misioneros de Guadalupe… Después de fungir como Vicario General, pedí ir a Corea. Fue la temporada más feliz de mi vida porque era la realización de mis ideales… El resultado fue maravilloso y la única explicación es lo que Dios
hace a pesar de nuestra pequeñez”.
Nació el 9 de abril de 1925.
Fue ordenado sacerdote el 6 de enero de 1951.
Comenzó sus estudios sacerdotales en el Seminario Conciliar de Querétaro en 1939, donde descubrió su vocación misionera. Ingresó como alumno fundador del Seminario Mexicano de Misiones Extranjeras el 7 de octubre de 1949. Ha colaborado en la revista Almas, la atención de bienhechores en México y Estados Unidos, y como Consejero y Vicario General del Instituto. Fue enviado en dos periodos a la Misión de Corea (1971-1975 y 1985-1988). De 1991 a 1994, fungió como Director Nacional de las Obras Misionales Pontificio Episcopales (ompe) en México. Es autor de varios libros que testimonian el quehacer de los Misioneros de Guadalupe; destacan: Un vagabundo de Dios (biografía de Mons. Escalante) y Anunciad el Evangelio. Los Misioneros de Guadalupe en Corea.
Actualidad: vive la alegría del retiro en la Casa San José, en Tlaquepaque, Jalisco. Línea Misionera (sin costo):
Correo electrónico:
800 00 58 100 padrinosmg@misionerosdeguadalupe.org
*Para identificar el donativo, por favor, llámenos o envíe su comprobante con su nombre y teléfono al correo señalado.
¡Es momento de apoyar a la Misión!
Realice sus donativos* en:
Cuenta: 54749, sucursal: 870, referencia: 2222222292
CLABE: 002180087000547491
Convenio CIE: 0782270, referencia: 222222226
Tú también puedes y colaborar cumplir tus anhelos en las Misiones
Ciudad de México
Cantera 29, Col. Tlalpan, Alc. Tlalpan, cp 14000, Ciudad de México. Tel.: 555 655 2691
Guadalajara
Calle La Paz 42, Col. López Cotilla, cp 45615, San Pedro Tlaquepaque, Jal. Tel.: 333 825 2315
Monterrey
Río de Janeiro 100, Col. Altavista, cp 64840, Monterrey, nl. Tel.: 818 358 2101
Mérida
Mérida, Yuc.
Calle 47 No. 455-A, entre 50 y 52, Centro, cp 97000,
Tel.: 999 290 8471
COLÍN
¡CONTÁCTANOS! P. Ricardo
NEGRETE , mg MISIONERO FUNDADOR