ALMAS julio 2024

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Pastoral

PUBLICACIÓN DE MISIONEROS DE GUADALUPE

¡Unidos por África!

Consulte las pp. 12 y 13 Lleve fe, esperanza y educación a las Misiones de Angola, Kenia y Mozambique.

EJEMPLAR GRATUITO AÑO LXXV, NÚM. 895

Hermanos y hermanas, el primer cuidado del que tenemos necesidad en la enfermedad es el de una cercanía llena de compasión y de ternura. Por eso, cuidar al enfermo significa, ante todo, cuidar sus relaciones, todas sus relaciones; con Dios, con los demás —familiares, amigos, personal sanitario—, con la creación y consigo mismo. ¿Es esto posible? Claro que es posible, y todos estamos llamados a comprometernos para que sea así.

A ustedes, que padecen una enfermedad, temporal o crónica, me gustaría decirles: ¡no se avergüencen de su deseo de cercanía y ternura! No lo oculten y no piensen nunca que son una carga para los demás. La condición de los enfermos nos invita a todos a frenar los ritmos exasperados en los que estamos inmersos y a redescubrirnos a nosotros mismos.

Los enfermos, los frágiles, los pobres, están en el corazón de la Iglesia y deben estar también en el centro de nuestra atención humana y solicitud pastoral. No olvidemos esto. Y encomendémonos a María Santísima, Salud de los Enfermos, para que interceda por nosotros y nos ayude a ser artífices de cercanía y de relaciones fraternas.

Extracto del mensaje del Papa Francisco para la XXXII Jornada Mundial del Enfermo, 11 de febrero de 2024.

Por el cuidado pastoral de los enfermos

Como creyentes en Cristo, el cuidado pastoral de los enfermos nos remite al Sacramento de la Unción de los Enfermos.

En las Sagradas Escrituras y en el Catecismo de la Iglesia Católica, encontramos la explicación para hacer esta afirmación. Es sabido que el sentido de las unciones rituales es siempre una comunicación de la fuerza espiritual. También, sabemos que la enfermedad y el sufrimiento son parte de los problemas más graves que nos aquejan.

Por su pasión y muerte en la cruz, Cristo dio un nuevo sentido al sufrimiento y nos une a su pasión redentora, como enseña nuestro Catecismo. Cuando nuestros seres queridos, parientes y amigos, enfrentan episodios de enfermedad grave, invitamos al sacerdote para que les imponga las manos, haga oración y los unja con los óleos sagrados. Así, nuestros enfermos reciben la fuerza espiritual y el don de unirse más íntimamente a la Pasión de Cristo. De este modo, su sufrimiento recibe un sentido nuevo, pues se convierte en participación en la obra salvífica de Jesús.

Este mes, el Santo Padre nos invita a pedir por nuestros enfermos, depositando nuestra confianza en las manos misericordiosas de Dios, Nuestro Señor. Pidámosle que fortifique nuestra fe para que los frutos de sus sacramentos se conviertan en un signo visible de compasión y esperanza.

▶ Padrinos y Madrinas, los invitamos a escuchar esta reflexión en voz del P. Chavira escaneando el siguiente código

Publicación de Misioneros de Guadalupe

Ejemplar gratuito.

El P. Jaime Palma C., mg, con personal de la salud en Corea

el cuidado

Aniversarios misioneros

Llamados a la caridad

Prohibida su venta. Año LXXV • Núm. 895 Julio 2024

DIRECTORIO

Editor responsable: P. Juan Francisco Torres Ibarra, mg Director:

Sergio A. Martínez Sánchez Diseño editorial: Lourdes Reyes Esquivel Redacción: Cynthia F. García García Ilustración: Ana Patricia García Sagrero

El Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras fue fundado en 1949 por el Episcopado Mexicano y la Pontificia Unión Misional del Clero para formar y enviar misioneros a los países no cristianos que le señale el Santo Padre. El Papa Pío XII aprobó sus Constituciones. El Primer Superior General fue Mons. Alonso M. Escalante. El Instituto es sostenido por los católicos mexicanos.

Almas es editada por Editora Escalante, SA de CV, Córdoba 17, PB, local 1, Col. Roma, Alc. Cuauhtémoc, CP 06700, CDMX Distribuida por Misioneros de Guadalupe, AR, Cantera 29, Col. Tlalpan, Alc. Tlalpan, CP 14000, CDMX. Certificado de Licitud de Título y Contenido Núm. 16831. Impresa en Reproducciones Fotomecánicas, SA de CV, Duraznos 1, esquina Ejido, Col. Las Peritas Tepepan, Alc. Xochimilco, CP 16010, CDMX. Tel. 5334 1750. Registro Postal Publicaciones Núm. PP09-0298 autorizado por Sepomex.

Sitio web: www.misionerosdeguadalupe.org/almas/ f/misionerosdeguadalupe @misionerosmg

Línea Misionera:

julio 2024

Cada vez que una persona enferma se le acercaba, Jesús la recibía y se compadecía de ella, a tal grado que le concedía la salud.

De esta manera, nos enseña que la atención a los enfermos es una de las formas que puede tomar nuestro testimonio como sus discípulos.

En la persona enferma debemos ver al mismo Cristo sufriente que, humildemente, se pone en nuestras manos para que lo cuidemos, mitigando sus dolores, y así ayudarnos a sentir compasión por los que sufren, que es una de las expresiones más bellas del amor.

Cuidar a los enfermos es una tarea difícil y pesada, pero cuando lo hacemos motivados por el amor a Dios y al prójimo, somos capaces de sobreponernos a las dificultades que conllevan esta importante labor.

Sigamos esforzándonos para seguir dando testimonio de nuestra fe a través del cuidado a los enfermos, sobre todo, hagámoslo con la convicción de que estamos atendiendo a Nuestro Señor Jesucristo.

PAGINA

del lector

Estimados Misioneros de Guadalupe:

Mi mamá, la señora María de Jesús M.B. nació el 15 de febrero de 1946 y fue llamada a la Casa del Señor el 21 de noviembre de 2022; ella era una persona de gran espiritualidad y fe en el corazón.

Recuerdo que por la mañana y antes de acostarse, siempre rezaba, además, acudía a la iglesia de la Sagrada Familia, que estaba a dos cuadras del hogar. Hace tres años, unos seminaristas vendían boletos para una posada, ella les compró dos y fuimos, estuvo hermosa y al final rifaron algunos regalos; ella tuvo mucha suerte y se ganó un niño Dios, por lo que estaba muy contenta cuando lo llevó a la iglesia y les contó a los seminaristas que lo había ganado.

Fue Madrina y con mucho gusto brindaba su apoyo y oración, por eso, ahora que ya no está, nosotros seguiremos apoyando a los futuros padres, ya que Dios los ha elegido y los impulsamos para que terminen sus estudios.

Agradezco sus atenciones y valiosas palabras, pero más agradezco al P. Juan Francisco Torres Ibarra, mg, por tomarse el tiempo para saludarnos y consolarnos con mensajes de aliento.

Deseo que la Virgen y Dios los proteja, los cuide y acompañe, de todo corazón; muchas bendiciones para todos los padres y los seminaristas.

Atte.

Socorro L.M.

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del lector

Estimados Misioneros de Guadalupe:

De corazón, les escribo para comentarles un poco sobre mi hermana, María Guadalupe M.P., quien, a temprana edad, comenzó a ayudar al seminario, aportando cada mes lo que podía. En realidad, no sé bien cuándo empezó a cooperar, pero en 1962 recibió una carta del seminario, donde le comunicaban que ya era Madrina de un seminarista, cosa que a ella le dio mucho gusto.

Siguió cooperando hasta que ingresó para ser religiosa y ya no pudo continuar brindando su apoyo al seminario.

Yo estaba muy joven, pero poco a poco fui conociendo más sobre la misión del seminario y con el tiempo empecé a cooperar, cosa que aún hago en la actualidad.

Mi hermanita partió al cielo el 30 de julio de 2018; fue la mayor de siete hermanos de la familia y siempre nos aconsejaba a todos.

De mi parte, la extraño mucho y pido a Dios por su eterno descanso. Toda la familia la recuerda con mucho cariño.

Atte. Rosa Eugenia M.P.

Cuéntenos sus testimonios de fe y ayuda a las Misiones. Escríbanos a: difusion@revistaalmas.com.mx

Que nuestras manos compartan la alegría del EVANGELIO

▶ P. José Guadalupe Martínez Rea, mg

Queridos Padrinos y Madrinas, ¿sabían que los Misioneros de Guadalupe ( mg ) realizan su compromiso misionero también entre las comunidades sordas, en Kenia, África?

En 2014, se estableció de manera oficial la Capellanía Católica del Sordo en la Arquidiócesis de Nairobi, Kenia; este ministerio especial manifiesta la importancia de comprender que la misión de compartir la alegría del Evangelio y de sabernos discípulos amados de Cristo es labor de todos y para todos; dijo Jesús: “Vayan, entonces, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos” ( Mt 28, 19).

El mandato es claro: en todos los ámbitos socioculturales donde Cristo y su mensaje no son conocidos, la invitación para sumarse a esta tarea es de todos los discípulos, sin importar cultura, raza, lengua, pueblo o nación.

En la última semana de septiembre, cada año, se celebra la Semana Internacional de las Personas Sordas. A un año de haberse establecido dicha Capellanía Arquidiocesana del Sordo en Nairobi, se llevó a cabo un evento donde se confirmó que: “La alegría del Evangelio se comparte por todos y para todos”. En septiembre de 2015, durante la clausura de la Semana Internacional del Sordo, se realizó una oración ecuménica por la evangelización del sordo en Kenia, iniciativa que fue propuesta por nuestra capellanía arquidiocesana al comité organizador de la Asociación Nacional del Sordo. Durante las reuniones preparatorias, se discernió cuál sería el pasaje bíblico iluminador del encuentro y se optó por tomar la carta a los Romanos 10, 12-25. Cuando nos dimos a la tarea de traducir el pasaje a la lengua de señas keniana, fue fascinante el trabajo de adaptación a un lenguaje propio de la vida

y experiencia de los sordos; en específico, lo referente al versículo 14, donde san Pablo lanza sus interrogantes sugestivas de cómo el mensaje de Jesucristo puede llegar a todos: “¿Cómo invocarán a aquel a quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique ?”. Invocar, oír y predicar son condiciones físicas y básicas en el mundo de san Pablo para que el anuncio del Evangelio se llegara a conocer, evidentemente porque se limitaba a los interlocutores que podían “escuchar”, ya que al primer contacto con la fe se accedía mediante la escucha.

“El sordo es llamado a ser agente para proclamar la
Buena Noticia a los demás”

Al realizar la traducción de este pasaje para nuestro evento ecuménico con el sordo, se invirtieron las condiciones físicas que el texto presenta para que el mensaje fuera interpretado sin comprometer la proposición teológica a la que alude en las Escrituras:

“Que todos los pueblos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” ( 1a. Timoteo 2, 4), quedando la traducción del versículo 14 de la siguiente manera: “…pero ¿cómo podrán invocar —con las manos— a aquél a quien no han creído? ¿Cómo creerán en aquel a quien no han visto? ¿Cómo verán si no hay quien les predique con las manos?”.

Para la cultura del sordo, la palabra y la comunicación no se anuncia con la boca, sino con las manos; y por otro lado, el sordo no escucha el mensaje que se le quiere transmitir, sino que lo percibe a través de sus ojos, que pueden ver lo que las manos comunican.

Con esta traducción, el mensaje y reflexión bíblica que se compartió en aquel evento frente a 600 sordos presentes; sin duda, fue un acontecimiento

iluminador, no solamente por haber tenido la oportunidad de orar juntos con comunidades de sordos procedentes de distintas denominaciones cristianas e incluso de grandes religiones, sino que también permitió retomar una conciencia introspectiva de la misión de la Iglesia, que es llevar el Evangelio a todos. Cuando decimos esto nos referimos, sin duda, a toda la humanidad con su diversidad cultural, situaciones y condiciones, incluso físicas. Por otro lado, este encuentro fue una confirmación de que el sordo es llamado a ser agente para proclamar la Buena Noticia a los demás y hacer de sus manos un instrumento para que se comparta la alegría del Evangelio, porque no hay condición en la que no se pueda transmitir el gozo de ser un discípulo amado de Cristo. h

por el cuidado pastoral

de los enfermos

En mis primeros años de seminario, estudiando la preparatoria, recuerdo que visité un lugar muy especial en el pueblito de Santa María, cerca del seminario, ahí vivían unas personas enfermas de lepra.

Me sorprendió la alegría con la que nos recibieron los enfermos, así como su limpieza personal y la del lugar.

Claramente, se podía ver su rostro desfigurado y los dedos de sus manos incompletos a consecuencia de la enfermedad.

Recuerdo que uno de ellos, durante la plática, con lágrimas en los ojos, dijo que sus familiares y amigos se habían olvidado de él a causa de su padecimiento, pero había encontrado una nueva familia en sus compañeros enfermos y en las personas que los atendían y acompañaban.

Ha pasado el tiempo y ahora estoy en la Misión de Corea del Sur, como capellán en un sanatorio. Cuando inició la pandemia, tenía varios años trabajando en un nosocomio no católico en la ciudad de Seúl y un año después, me encuentro en un hospital católico en la ciudad de Sunchon.

El cuidado pastoral o atención a los enfermos es una responsabilidad de todo cristiano; se descubre en el mandato

misionero de Jesús dado a sus discípulos: “Vayan y anuncien el Evangelio, curen a los enfermos” (Lc 9, 2; Mc 16, 15. 18).

Jesús entregó a la Iglesia su poder de curar; así, en los Hechos de los Apóstoles encontramos la narración de las curaciones hechas por Pedro y Pablo (Hch 3, 4-8; Hch 14, 8-11).

“El hospital es un lugar privilegiado para realizar la misión que Jesús confió a sus discípulos”

La Nueva Carta de los Agentes Sanitarios (2017), dice que la actividad de los agentes sanitarios es, fundamentalmente, un servicio a la vida y a la salud. Ellos son, entre otros: médicos, farmacéuticos, enfermeras, técnicos, capellanes,

religiosos, religiosas, personal de administración, responsables de las políticas nacionales e internacionales e innumerables voluntarios. “Su profesión les exige ser custodios y servidores de la vida humana” con una sincera actitud de compasión, de entrega y amor al prójimo. Esta actividad es prolongación y realización de la caridad de Cristo, que “pasó haciendo el bien y curando a todos” (Hch 10, 38).

El hospital es un lugar privilegiado para realizar la misión que Jesús confió a sus discípulos de “anunciar y curar” a toda la gente, sin distinción de clase social, profesión, religión y nacionalidad.

De entre los enfermos bautizados, hay quien lleva una vida de fe muy cercana a Dios, piden recibir los sacramentos de Confesión y Unción, participan en la Eucaristía y, con rosario en mano, se pueden ver en su cama o caminando en los pasillos, haciendo oración.

Otros, después de tres, cinco, 10 o 30 años de vivir alejados, encuentran en el hospital una nueva oportunidad para reconciliarse con Dios y disfrutar de su infinita misericordia.

Y ahí están los agentes sanitarios, con su cercanía y presencia, como testigos de la caridad de Dios. Y como dice el Papa Francisco: “Sus manos, que tocan la carne sufriente de Cristo”, en cada enfermo. “Por lo tanto, médicos y enfermeros, sacerdotes, consagrados y voluntarios, familiares y todos aquellos que se comprometen en el cuidado de los enfermos, participan en esta misión eclesial”.

Por eso, también nos damos a la tarea de atender al personal médico y de administración a través de la Eucaristía, el retiro espiritual, la peregrinación al Santuario de Mártires, la formación cristiana y la preparación para recibir el Bautismo.

Me pregunto, ¿cómo estás? Aprovechemos este momento para darle gracias a Dios por tantas bendiciones. ¿Estás viviendo situaciones muy difíciles de salud? Desde aquí mis oraciones contigo, Dios está con nosotros y atenderá nuestro ruego. Unidos en oración “para que todos tengan vida”.

“Hija, tu fe te ha salvado; no temas, solo ten fe” (Mc 5, 34. 36b). h

Gracias a su generosidad, cumplimos 75 años de compartir y llevar la Buena Nueva en 13 Misiones.

Nuestras Misiones más recientes: Amazonía, Indonesia y Túnez, han representado grandes desafíos y hoy, estamos muy agradecidos con Dios y la Virgen de Guadalupe por guiarnos en cada Misión.

Este año, queremos ayudar a las Misiones más necesitadas en África: Kenia, Mozambique y Angola, con tres regalos en los que usted puede ser protagonista de nuevos proyectos.

Nuestra amiga nos acompañará a llevar estos regalos a las Misiones.

(jirafa en lengua suajili)

¿Cómo ayudar?

Eligiendo una, dos o las tres opciones para hacer llegar su ayuda.

Eitavelo = Fe

“Con este regalo, quiero contribuir a promover la fe y la edificación de la Iglesia”.

Tariro = Esperanza

“Con este regalo, promuevo la solidaridad y apoyo para que los misioneros puedan atender las comunidades más alejadas”.

Elimu = Educación

“Con este regalo, quiero contribuir en la educación, reforzando los cimientos que respaldan la formación y el desarrollo integral”.

ANGOLA

¿Cómo donar?

Puede hacerlo a través de:

Promotor Misionero

Línea Misionera 800 00 58 100, atención de lunes a viernes, de 8:30 a 18:00 horas.

Transferencia electrónica Misioneros de Guadalupe AR CLABE BANAMEX 002180087000547491, Cuenta 54749

En línea

Favor de anotar su número de Padrino y/o nombre.

Si su donativo es mayor a $100.00, recibirá como agradecimiento un detalle conmemorativo por nuestro 75 aniversario.

KENIA
MOZAMBIQUE

P. Jacinto Pérez Rivera, mg

Nació el 17 de agosto de 1963 en Oxthoc, Jilotepec, Edomex, hijo de los señores Juan Pérez Rivera y Josefa Rivera Paredes.

El 28 de septiembre de 1997, fue ordenado diácono en el Seminario Mayor de Misiones, en la CDMX, de manos de Mons. Bartolomé Carrasco Briseño.

Recibió el Sacramento del Orden Sacerdotal misionero el 1 de octubre de 1999, en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, CDMX, por imposición de manos de Mons. Luis Morales Reyes, Arzobispo de San Luis Potosí.

En 2002, fue enviado a compartir el Evangelio en la entonces Misión de Brasil. En 2013, fungió como asistente del Director de la Oficina de Desarrollo en Monterrey, Nuevo León.

Posteriormente, en febrero de 2015, fue encargado de la Dirección de Desarrollo en Villahermosa, Tabasco, y en diciembre del mismo año, fue nombrado Superior de la Casa de Villahermosa. Asimismo, en abril de 2016, fungió como Director de Desarrollo de la Oficina de Monterrey.

En marzo de 2019, fue enviado para anunciar el Evangelio en la entonces Misión de Perú, hasta 2022, cuando MG decidió fusionar las Misiones de Brasil y Perú en la Misión de la Amazonía; a partir de dicho año, colabora en Tabatinga, Brasil, como responsable de la Comunidad Cristo Rey.

En octubre de 2024, el P. Jacinto cumple 25 años de servicio y entrega misionera, por lo que damos gracias a Dios y a la Virgen de Guadalupe por su ministerio y nos unimos en oración para que continúe con su mandato misionero ad gentes.

¡Muchas felicidades, padre Jacinto!

P. Joaquín Torís

Acosta, mg

Nació el 7 de marzo de 1967 en la CDMX, en la familia conformada por los señores Ángel Torís Rodríguez y Gabina Acosta Noguez.

En 1980, entró al COV en la CDMX y en 1982, ingresó al Seminario Menor en Guadalajara. De 1982 a 1985, estudió en la entonces Preparatoria Alonso Manuel Escalante. Después, de 1985 a 1989, cursó la Filosofía en el Seminario Mayor en la CDMX; posteriormente, de 1989 a 1990, realizó el CESPA en el Valle del Mezquital, en Ixmiquilpan, Edomex. De 1990 a 1994, cursó la Teología en el Seminario Mayor, en la CDMX.

Recibió el diaconado el 15 de agosto de 1993, por Mons. Jacinto Ricardo Guerrero Torres, en el Seminario Mayor de Misiones Extranjeras, CDMX. De 1998 a 1999, como diácono, fue asistente del CISEMI. Recibió el Orden Sacerdotal misionero el 1 de octubre de 1999, por Mons. Luis Morales Reyes, en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, CDMX.

De 1999 al 2000, fue asesor del Seminario Menor en Tlaquepaque, Jalisco, y en 2002, fue nombrado Superior de la Casa de Guadalajara y Vicerrector del Seminario Menor. En 2003, fue enviado a la Misión de Mozambique, en la que fungió como párroco en la Parroquia de San Antonio de Guro en 2006, y a finales de ese año, fue asignado Rector del Seminario Propedéutico San Carlos Lwanga, en la Diócesis de Chimoio. En 2012, fue elegido Superior de la Misión y asumió la subdirección de la Escuela Secundaria Comunitaria Cristo Rey de Jecua. En 2015, colaboró nuevamente como Superior de la Misión de Mozambique y en 2018, fue Director de la mencionada escuela y continuó como Rector del Seminario San Carlos, funciones que ejerce en la actualidad. Asimismo, en 2008, se le designó como responsable de los seminaristas mayores de la Diócesis de Chimoio. En 2019, fue elegido Suplente del Superior de la Misión de Mozambique y en 2024, fue nombrado Segundo Consejero de dicha Misión.

Nos unimos en oración y acción de gracias a Dios, ya que en octubre, el P. Joaquín cumple 25 años de servicio sacerdotal misionero, por lo que pedimos a Santa María de Guadalupe que guíe su caminar e impulse su labor evangelizadora.

¡Muchas felicidades, padre

Joaquín!

P. José Alejandro Molina Lara, mg

Nació el 22 de junio de 1970 en la CDMX, en el seno de la familia conformada por los señores Rafael Molina y Avilés, y María Teresa Lara Sánchez.

Realizó sus estudios de primaria y secundaria de 1976 a 1983 en la CDMX. Ingresó al Seminario de Misiones en 1986, cursando la preparatoria de 1986 a 1989 en el Colegio Alonso Manuel Escalante y Escalante (CAMEE), en Guadalajara, Jalisco.

De 1990 a 1993, estudió Filosofía, y de 1994 a 1998 cursó la Teología, ambas en la Universidad Intercontinental (UIC), en la CDMX.

Fue ordenado diácono el 28 de septiembre de 1997 en el Seminario Mayor de Misiones, en la CDMX, por Mons. Raúl Luna. El 1 de octubre de 1999, recibió el Sacramento del Orden Sacerdotal misionero en la Basílica de Guadalupe, de manos de Mons. Luis Morales Reyes, Arzobispo de San Luis Potosí.

En 1998, colaboró en la comunidad de Monterrey como diácono. En 2000, fue nombrado responsable del Centro de Orientación Vocacional (COV) de Monterrey. En 2002, fue enviado a la Misión de Mozambique.

En 2009, colaboró en el Departamento de Pastoral Vocacional en Monterrey y, en 2011, fue nuevamente encargado del COV Monterrey. En 2012, regresó a la Misión de Mozambique, de la que fue Suplente del Superior en 2013. En 2017, colaboró como responsable del CISEMI.

En 2021, fue enviado a colaborar en la nueva Misión de la Amazonía, en la que fue nombrado Superior en 2022. Actualmente, colabora como Vicario de Santos, Anjos, en Tabatinga, Brasil.

En octubre, el P. Molina celebra 25 años de servicio sacerdotal misionero, por lo que agradecemos a Dios por su dedicación y pedimos a Santa María de Guadalupe que le bendiga siempre y guíe su caminar.

¡Muchas felicidades, padre Alejandro!

LLAMADOS A LA CARIDAD

Algunas personas enfermas viven limitaciones físicas o de movilidad, e incluso otras consecuencias como el abandono, la incomprensión o la indiferencia; por eso, es importante que aprendamos a atender sus necesidades, ver a Jesús presente en cada una y hacerles más ligera esta etapa.

¿Tú sabes qué necesitan estas personas?

¡Claro! Para empezar, mucho amor y compasión.

Hay muchas personas que dedican su vida al cuidado de los enfermos y adultos mayores, como los enfermeros, médicos, algunas religiosas y religiosos, o también, la propia familia; esto quiere decir que todos estamos llamados a la caridad.

caridad laberinto de la

A continuación, encontrarás diferentes caminos que te ayudarán a descubrir lo que puedes hacer en favor de un enfermo o adulto mayor:

Respuestas: Oración, compartir, escuchar, paciencia, acompañar.

Mi experiencia en la Mision de Japon

Saludos cordiales, Padrinos y Madrinas, los saludo desde Manila, en las Islas Filipinas, donde me encuentro actualmente estudiando inglés.

Quiero compartirles que, en agosto de 2023, fui enviado a la Misión de Japón, pero para poder servir en esta Misión, primero hay que tener conocimientos suficientes de inglés y después, estudiar el japonés; además, el japonés no es el único idioma que se habla en estas tierras, ya que las celebraciones eucarísticas se celebran en tagalo, vietnamita, indonesiano, portugués e inglés, y en alguna parroquia, también en español. Entre la dinámica

de la vida de fe que se observa en este país, hay algo que me gustaría comentarles.

El 18 de agosto de 2023, llegué a Japón, donde fui recibido por el Superior de esta Misión, el padre Antonio Camacho, mg. Él, en coordinación con los demás sacerdotes que aquí colaboran, vieron oportuno que visitara las diócesis y las parroquias donde Misioneros de Guadalupe (MG) realiza su labor, que son: Tokio, Kioto y Sendai.

Visitar a los padres MG en sus parroquias fue como el aperitivo de mi futuro trabajo misionero en esta tierra del sol naciente; pude tener una vista panorámica de cada comunidad y de sus feligreses. Fue precisamente ese detalle lo que llamó mi atención, pues, en todas las parroquias donde colabora MG, hay comunidades de filipinos, indonesianos y vietnamitas, quienes son mayoría, y en algunas se encuentran brasileños, peruanos, y de otros países de Asia. Para estos fieles, que buscan reunirse y celebrar la Eucaristía, hay un espacio en las parroquias de Japón y los padres MG tienen el reto de integrar a estos hermanos, que son migrantes, con los fieles japoneses.

Los feligreses japoneses generalmente son adultos mayores, en especial los que están a cargo de las iglesias o de las capillas, ellos fungen como sacristanes o jefes de la comunidad parroquial.

Con esto no quiero desmerecer el trabajo que realizan, por el contrario, lo deben y pueden hacer; lo ideal es que sigan participando. Sin embargo, ahí está el reto, que se dejen ayudar por los hermanos no

japoneses, aprendan a trabajar juntos y hacer de la parroquia una comunidad única. En este sentido, todos tienen la oportunidad de liderar los grupos pastorales y las actividades parroquiales, porque van descubriendo su disponibilidad, tanto japoneses como de otras naciones. ¡Qué bonito sería lograr la unión entre la energía y frescura de las familias jóvenes migrantes con la experiencia y formalidad de las familias japonesas!

Confirmo lo que se sabe y hemos visto en documentales o películas: la cultura japonesa es muy organizada, formal, respetuosa, y, por su parte, los católicos son muy fervientes y solemnes en vivir su fe; esos detalles dan luces de esperanza para que la Iglesia crezca cada día más. Hay mucho por hacer en esta tierra y espero en Dios, en un futuro cercano, regresar a Japón para ser parte activa de los misioneros. Les invito a seguir orando y apoyando a la Misión para que Dios sea conocido y amado. Recen por todas las vocaciones, especialmente por la vida misionera, para que, quienes ya hemos dicho “sí” al Señor, tengamos la gracia de la perseverancia y la fidelidad a esta respuesta. h

Ante la enfermedad y el sufrimiento, Cristo te abraza

▶ Ma. del Consuelo Ruiz Torres, mla

En este mes, queridos Padrinos y Madrinas, el Papa Francisco nos invita a poner más atención al cuidado pastoral de los enfermos.

Lamentablemente, en la actualidad, se tiende a marginar a nuestros hermanos que sufren, considerándolos una carga o problema, tanto para la familia como para la sociedad.

Es necesario manifestar nuestra capacidad de amar, ya que los enfermos necesitan mayor comprensión, y sobre todo, de un acompañamiento constante que alivie y reconforte su cuerpo y su alma. Para nosotros, cristianos, es la fe en Cristo la que ilumina la enfermedad, nos sostiene y da fuerzas, encontrando consuelo y esperanza en la oración y los sacramentos.

Aquí, en esta sociedad africana, persiste una actitud tradicional de respeto y de defensa hacia las personas mayores y enfermas que los protege del abandono y la soledad; se sabe que se les debe respetar y sostener.

Un domingo, después de la celebración de la Palabra, acompañamos al Ministro Extraordinario de la Comunión a

“Es necesario manifestar nuestra capacidad de amar, ya que los enfermos necesitan mayor comprensión, y sobre todo, de un acompañamiento constante que alivie y reconforte su cuerpo y su alma”

visitar enfermos. En cuanto se hizo la invitación, nuestras niñas del Internado Femenino de Chikweia reaccionaron y decidieron recolectar ropa, dinero y, sobre todo, alegría para compartir; ellas saben que es muy importante que el enfermo se sienta acompañado por los suyos y por sus hermanos en la fe, que estén dispuestos a escucharlos y compartir sus sentimientos.

Estos son valores africanos muy arraigados en las comunidades que nos enseñan a valorar, a dignificar a la persona y a ser más empáticos. h

¿Te gustaría vivir la experiencia de compartir tu fe con los que más la necesitan? Contáctanos:

Línea Misionera sin costo: 800 0058 100

Whatsapp: 722 514 8183

Correo: mlavocaciones@mgpe.org

MISIONEROS DE GUADALUPE 75 AÑOS DEJANDO HUELLAS

POR EL MUNDO

Se lleva a cabo el VII Capítulo

General de MG, en el que es reelecto Superior General el padre José Navarro Navarro, MG.

VII CAPÍTULO GENERAL 1997

50 ANIVERSARIO DEL SEMINARIO

MG celebra el 50 aniversario de fundación del Seminario Mexicano de Misiones Extranjeras.

1999

ENVIADOS A PERÚ

Son enviados tres sacerdotes MG a la región de Cuzco, Perú, para colaborar en la Parroquia de la Sagrada Familia.

1998

MISIÓN DE MOZAMBIQUE

Se celebra el 25 aniversario de la Misión de Hong Kong y se funda la Misión de Mozambique.

2000

Su vocación

P. Salvador

ROJAS VEGA

, mg MISIONERO EN ESTADOS UNIDOS

“Puedo decir que Dios me llamó desde el vientre de mi madre, ya que desde pequeño decía que me iría al seminario. Considero todo esto una verdadera gracia de Dios. Hasta donde recuerdo, mi mamá rezaba todos los días por las vocaciones; quizá mi vocación es la respuesta de Dios a su oración”.

Nació el 14 de junio de 1964 en La Barca, Jalisco.

Fue ordenado sacerdote el 21 de agosto de 1993.

De 1976 a 1979, participó en actividades del Centro de Orientación Vocacional (COV) de Misioneros de Guadalupe (MG) e ingresó en 1979 al Seminario de Misiones. Estudió Filosofía en la Universidad Intercontinental (UIC), CDMX, y fue enviado a la Misión de Hong Kong para concluir sus estudios de Teología en el Holy Spirit Seminary. Después de su ordenación, fue nombrado para trabajar en la Misión de Hong Kong, donde permaneció alrededor de siete años. En el año 2000, fue llamado para colaborar en la atención a bienhechores en Guadalajara, Jalisco, primero como asistente y, a partir de 2002, como Director Regional. En 2009, el IX Capítulo General de MG lo eligió Consejero General, cargo que ejerció durante seis años. A partir de 2015, fungió como Director General de Desarrollo, y posteriormente, fue enviado de nuevo a la Misión de Hong Kong, donde continuó desempeñando su labor como párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes y Consejero de la Misión, hasta finales de 2023.

Actualidad: colabora como Superior de la Misión de Estados Unidos.

¡Es momento de apoyar a la Misión!

Realice sus donativos* en: DEPÓSITO BANCARIO

Cuenta: 54749, sucursal: 870, referencia: 2222222292

Convenio CIE: 0782270, referencia: 222222226

TRANSFERENCIA BANCARIA

Nombre y concepto, CLABE: 002180087000547491

*Para identificar el donativo, por favor, llámenos o envíe su comprobante con su nombre y teléfono a:

Línea Misionera:

Correo electrónico: 800 00 58 100 padrinosmg@misionerosdeguadalupe.org

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Ciudad de México

Cantera 29, Col. Tlalpan, Alc. Tlalpan, CP 14000, Ciudad de México. Tel.: 555 655 2691

Guadalajara

Calle La Paz 42, Col. López Cotilla, CP 45615, San Pedro Tlaquepaque, Jal. Tel.: 333 825 2315

Monterrey

Río de Janeiro 100, Col. Altavista, CP 64840, Monterrey, NL. Tel.: 818 358 2101

Mérida

Calle 47 No. 455-A, entre 50 y 52, Centro, CP 97000, Mérida, Yuc. Tel.: 999 290 8471

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