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Por las parroquias
P. Francisco Trujillo Zepeda, mg ▶ Subdirector de la Dirección Corporativa mg
Oremos para que las parroquias, poniendo la comunión en el centro, sean cada vez más comunidades de fe, fraternidad y acogida a los más necesitados.
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En el discurso de despedida de Jesús, entre todo aquello que nos dejó como “testamento espiritual”, encontramos estas palabras: “Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti; que también ellos estén en nosotros para que el mundo crea que tú me enviaste”.
Jesús pone como ejemplo la unidad que existe entre él y el Padre. La unidad como fuerza motora de nuestra Iglesia, una unidad no sólo entre hermanos, sino entre todos con Dios. Cuando hay división, no podemos subsistir como Iglesia. Es por eso que el Santo Padre nos invita a buscar que nuestras parroquias sean realmente lugares de encuentro con Dios y con nuestros hermanos.
Oremos a nuestro buen Padre Dios para que nuestras comunidades parroquiales avancen día con día en el camino de la fe, del amor y de la unidad, todas ellas bajo su mirada amorosa, y que siempre estemos abiertos a nuestros hermanos, en especial, a los más necesitados.
Padrinos y Madrinas, los invitamos a escuchar esta reflexión en voz del P. Trujillo escaneando el siguiente código
Ejemplar gratuito. Prohibida su venta. Año LXXIV • Núm. 878 Febrero 2023
DIRECTORIO
Director: Sergio A. Martínez Sánchez Diseño editorial: Lourdes Reyes Esquivel Redacción: Cynthia F. García García El Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras fue fundado en 1949 por el Episcopado Mexicano y la Pontificia Unión Misional del Clero para formar y enviar misioneros a los países no cristianos que le señale el Santo Padre. El Papa Pío XII aprobó sus Constituciones. El Primer Superior General fue Mons. Alonso M. Escalante. El Instituto es sostenido por los católicos mexicanos.
Almas es editada por Editora Escalante, sa de cv, Córdoba 17, pb, local 1, Col. Roma, Alc. Cuauhtémoc, cp 06700, cdmx; editor responsable: P. Juan Francisco Torres Ibarra, mg. Distribuida por Misioneros de Guadalupe, ar, Cantera 29, Col. Tlalpan, Alc. Tlalpan, cp 14000, cdmx Certificado de Licitud de Título y Contenido Núm. 16831. Impresa en Reproducciones Fotomecánicas, sa de cv, Duraznos 1, esquina Ejido, Col. Las Peritas Tepepan, Alc. Xochimilco, cp 16010, cdmx Tel. 5334 1750. Registro Postal Publicaciones Núm. PP09-0298 autorizado por Sepomex.
Sitio web: www.misionerosdeguadalupe.org/almas/ f/misionerosdeguadalupe t@misionerosmg
Línea Misionera: 800 00 58 100 del lector PAGINA
El Papa nos invita a ser pastores con olor a oveja e ir al encuentro de los más necesitados y anunciar la Palabra de Dios en todos los ámbitos de la sociedad, empezando en las parroquias para que sean lugares sagrados de oración y caridad.
En la parroquia se reciben los Sacramentos y es el lugar privilegiado para alimentarnos de la Palabra y del alimento que da vida; debe ser lugar de encuentro y fraternidad, donde todos los fieles, con sus pastores, rezan, sirven y contribuyen para el bien de la sociedad entera, transmitiendo los valores evangélicos en sus familias, en el trabajo, en la escuela, etcétera.
La parroquia es un grupo de personas, bautizadas, que quieren seguir a Cristo, una comunidad abierta, dinámica y que debe salir a las calles a anunciar la Buena Nueva del mensaje de salvación.
La parroquia es una parte de la Iglesia universal. Formamos parte de una Iglesia distribuida en diócesis, arciprestazgos y parroquias por todo el mundo, así nosotros, como misioneros, colaboramos en las parroquias para llevar el Evangelio a personas que todavía no lo conocen.
Es en las parroquias donde deben surgir y crecer las vocaciones, tanto al matrimonio como a la vida consagrada, misionera y al sacerdocio diocesano y misionero. Recemos y trabajemos por ellas.
Muy estimados Padrinos y Madrinas, los invitamos a ir a su parroquia y hacer comunidad eclesial, para que lleven el Evangelio a sus hogares y les agradecemos siempre su apoyo, tanto espiritual como económico para la labor misionera que realizamos en México y en el mundo.
En febrero de 2020 falleció mi madre, la señora Martha H. de C., en la ciudad de Chihuahua, Chihuahua.
Hace muchos años que veía a mi mamá dar su apoyo a los misioneros, y platicar con la Promotora cuando pasaba a visitarla; ahora también lo hago gustosamente.
Ella siempre cultivó la fe en mí, a veces más a fuerza que con voluntad, pero me enseñó a rezar el santo rosario; ella rezaba diariamente hasta que tuvo uso de razón. Muy cariñosamente recuerdo cómo me hacía sentar en la sala y me decía: “ándale, vamos a rezar” y hacía una compilación de los diferentes tipos de rezos. Ahora, agradezco a Dios por esos días en que mi madre me enseñó a rezar, me siento muy feliz cuando lo hago y sé lo que se debe contestar.
Espero que Dios tenga a mi madre en su santa Gloria, rezo para que así sea. Él me dio la satisfacción de estar a su lado en el momento final y poner en su mano el rosario, como me lo había pedido años atrás. En su representación, ahora colaboro en este ministerio. Dios permita que la evangelización llegue tan lejos y tan cerca, incluyendo el interior de mi hogar, por medio de sus oraciones y su maravillosa labor.
¡Gracias, Misioneros de Guadalupe! Liliana C.H.
Cuéntenos sus testimonios de fe y ayuda a las Misiones. Escríbanos a: difusion@revistaalmas.com.mx