[New] Mensaje del Superior General

Ante la fuerte crisis provocada por la pandemia de Covid-19, que mundialmente venimos superando, nos alegramos con la celebración de la Navidad y la bienvenida a un año nuevo.

Queridos lectores, sirvan estos días para descubrir, en el quehacer diario de nuestra vida personal, familiar, laboral y social, que Dios renueva su andar en nuestro entorno.

Festejar la Navidad nos pone de cara ante el gran misterio que nos permite reconocer a Dios en el devenir de la historia de la humanidad, y concluir un año más, nos lleva a ser agradecidos por los beneficios recibidos y el don de la existencia.

Dios es un “Dios con nosotros” –Emanuel– que sabe cómo estamos y cómo caminamos por la vida. La Navidad ratifica el hecho de descubrir que Dios no nos deja; aunque en ocasiones pareciera que se aleja, Él acompaña nuestra historia personal y familiar, social y religiosa.

La vida no se afronta de la misma manera sin la conciencia de saber que Dios está con nosotros, y la Navidad es un buen tiempo para renovar esa convicción; sin embargo, corremos el riesgo de perderla entre el consumismo y un ambiente superficial de posadas, fiestas y regalos, eventos festivos que, de alguna forma necesitamos, pero teniendo cuidado de que lo esencial es estar alerta a la presencia de Dios en nuestro caminar.

Para Misioneros de Guadalupe, en esta ocasión, la celebración de la Navidad y nuestra actitud de acción de gracias ante el fin de 2022, cobran un sentido muy profundo, ya que durante este año hemos sido bendecidos al haber fundado con éxito la Misión de la Amazonía y abriendo en esta nueva Misión la casa de formación del Curso de Espiritualidad y Pastoral (CESPA), y además, por haber iniciado el proceso de fundación de otra nueva Misión más para mg en un país musulmán: Túnez.

Aprovecho este espacio para desearles una muy Feliz Navidad, con la esperanza de que el próximo año estará lleno de bendiciones y logros en todo lo que emprendamos, porque Dios es un Dios con nosotros (Emanuel).