SIN TÍTULO

"Mi obra es más sobre la experiencia de la luz en lugar de una representación de la luz en sí misma".
- Dan Flavin
En la década de 1960, Dan Flavin comenzó a trabajar en su serie “iconos de luz”, que presentaba construcciones de luz fluorescente en formas geométricas simples. La serie fue influenciada por su interés en el minimalismo y la reducción a la esencia en el arte. Las primeras obras de Flavin en la serie fueron creadas utilizando tubos de luz de colores y se presentaron en la exposición colectiva “3 Young Americans” en el Instituto de Arte Contemporáneo de Chicago en 1962.
A medida que la serie “íconos de luz” continuó, Flavin comenzó a explorar nuevas formas y configuraciones para sus construcciones de luz. En la década de 1970, comenzó a trabajar en una serie de instalaciones de luz fluorescente en espacios públicos, incluyendo la sala de espera del aeropuerto LaGuardia en Nueva York y el Museo de Arte de Saint Louis.
“Quisiera dejar un testamento declarando la nulidad de todo lo mío a partir de mi muerte. Lo digo en serio, porque sólo yo conozco como debe ser. Todas las interpretaciones póstumas son menos, así que preferiría verlo todo desaparecer”
Dan Flavin es conocido por sus obras de luz fluorescente, pero una parte importante de su obra es la manera en que estas obras se integran en el espacio arquitectónico. Flavin solía crear obras que interactuaban con las paredes del espacio en el que se encontraban, a menudo utilizando las paredes como soporte para sus obras de luz.
En general, la utilización de la pared como soporte para las obras de Flavin es una parte fundamental de su obra. Al crear obras específicas para cada sitio, Flavin logró integrar su arte en el espacio arquitectónico de una manera que no se había hecho antes. En lugar de simplemente colgar una obra de arte en la pared, Flavin creó obras que se fusionan con la pared transformando el espacio donde están.
Sin título para Donna, 1971 fue una obra realizada por Flavin que revolucionó las narrativas contemporáneas
Una de las obras más conocidas de Flavin que utiliza la pared como soporte es su serie de “monumentos para Tatlin”, creada en la década de 1960. Estas obras están compuestas por tubos fluorescentes de diferentes tamaños y colores que se colocan directamente en la pared para crear una estructura abstracta. La forma y disposición de los tubos de luz se basan en los diseños del artista ruso Vladimir Tatlin.
"La luz no solo ilumina el espacio físico, sino que también ilumina nuestra percepción y nos invita a ver de manera diferente"
La primera exposición individual de Flavin se llevó a cabo en la Galería Judson de Nueva York, en 1961, pero fue Dick Bellamy, director de la recién inaugurada Green Gallery, quien en 1964 le ofreció trasladar todas las piezas que tenía en su casa-taller para su segunda individual. Nunca se me ocurrió que la forma en que quería vivir podría convertirse en una obra de arte vendible, relata Flavin. Cuando se exhibieron sus iconos por primera vez, fue en una individual de la Galería Kaymar (1964). Allí recibió el elogio de Donald Judd, uno de los máximos representantes del minimalismo, con quien mantuvo amistad. Su primera exposición europea fue en 1966 en Galerie Rudolf Zwirner en Colonia, Alemania; y en 1969, la Galería Nacional de Canadá.
La primera pieza que el artista creó a partir de luz fluorescente fuera de un marco o un soporte pre elaborado fue en 1963. Nunca hubo improvisación en sus propuestas sino que dibujaba sus bocetos hasta verlos cristalizados. Pero hubo una excepción: acababa de terminar el diseño de “Diagonal del éxtasis personal” cuando lo llevó inmediatamente a la práctica. Finalmente se conoció como “La diagonal del 25 de mayo de 1963” (curiosamente lleva título, quizás porque marcó un hito). Se trataba de un tubo dorado fluorescente de casi dos metros y medio, colocado en una inclinación de 45 grados. El artista comparó esta obra con “La columna sin fin” (1926), del constructivista rumano-francés Constantin Brâncuși, a quien se la dedica. Como dice la Galería Zwiner, “después de estudiar y admirar los ready-mades de Marcel Duchamp.
“Es lo que es y nada más.”
“Mi objetivo es explorar la relación entre luz, color y espacio, y cómo interactúan para influir en nuestra percepción”.
Una de las obras más icónicas de Dan Flavin son sus instalaciones en las esquinas, que se caracterizan por utilizar tubos fluorescentes en ángulo recto para crear una composición tridimensional en la esquina de una habitación. Estas obras, a menudo específicas del sitio, se diseñaban cuidadosamente para interactuar con el espacio en el que se encontraban, creando una experiencia única para el espectador.
Las obras en las esquinas de Flavin suelen estar compuestas por distintos tubos fluorescentes de diferentes tamaños y colores que se organizan en un ángulo de 90 grados en la esquina de una habitación. Diseñó estas obras utilizando la luz para crear una sensación de profundidad y movimiento en la esquina, con un toque tridimensional en la esquina una habitación.
¿Cómo fueron reinterpretadas?
La reinterpretación de las obras de Dan Flavin es un tema fascinante en el campo del arte contemporáneo. A lo largo de los años, artistas, críticos y espectadores han explorado y reinterpretado el legado de Flavin, ofreciendo nuevas perspectivas y enfoques creativos. Esta reinterpretación puede abarcar desde la incorporación de tecnología moderna hasta la exploración de nuevos materiales y conceptos.
Sin título para Donna, 1971 fue una obra realizada por Flavin que revolucionó las narrativas contemporáneas
Muchos artistas contemporáneos han aprovechado los avances tecnológicos para crear instalaciones luminosas que se inspiran en el trabajo de Flavin. Utilizan pantallas LED, proyecciones interactivas y sistemas de iluminación programables para explorar nuevas formas de luz y color. Estas reinterpretaciones amplían
“Mi arte no es sobre iluminar un espacio, sino más bien iluminar la conciencia de un espacio”.
Uno de los ejemplos más conocidos de una obra en la esquina de Flavin es su obra “untitled (to Sonja),” creada en 1969 para la Galería de Arte de Yale. Esta obra consta de dos grupos de tubos fluorescentes amarillos, uno que se extiende horizontalmente a lo largo de una pared y otro que se extiende verticalmente a lo largo de la esquina. Los tubos de luz crean una forma triangular que se expande l centro de la habitación, mientras
que los tubos de luz horizontales se extienden más allá de los límites de la pared. Otro ejemplo de una obra en la esquina de Flavin es “untitled (to Jan and Ron Greenberg),” creada en 1972 para la Galería de Arte Albright-Kno. Esta obra está compuesta por cuatro grupos de tubos fluorescentes, uno en la incorporación de tecnología moderna hasta la exploración de nuevos materiales y conceptos.
“La luz no solo ilumina el espacio, sino que también ilumina nuestra percepción”
Una de las obras más icónicas de Dan Flavin son sus instalaciones en las esquinas, que se caracterizan por utiliza r tubos fluorescentes en ángulo recto para crear una composición tridimensional en la esquina de una habitación. Estas obras, a menudo específicas del sitio, se diseñaban cuidadosamente para interactuar con el espacio en el que se encontraban, creando una experiencia única para el espectador. Las obras en las esquinas de Flavin suelen estar compuestas por distintos tubos fluorescentes de diferentes tamaños y colores que se organizan en un ángulo de 90 grados en la esquina de una habitación. Diseñó estas obras utilizando la luz para crear una sensación de profundidad y movimiento en la esquina, con un toque tridimensional en la esquina una habitación.
Sin título para Donna, 1971 fue una obra realizada por Flavin que revolucionó las narrativas contemporáneas
¿Cómo fueron reinterpretadas?
“La luz es mi herramienta creativa y mi materia prima”
Sin título para Donna, 1971 fue una obra realizada por Flavin que revolucionó las narrativas contemporáneas
De esta manera, Flavin convertía un espacio ordinario en un ambiente de inmersión, donde la luz y el color se volvían protagonistas. La obra de Flavin en las esquinas es reconocida por su uso de luz fluorescente para enfatizar los rincones y los espacios arquitectónicos. La obra de Flavin en las esquinas es reconocida por su uso de luz fluorescente para enfatizar los rincones y los espacios arquitectónicos. La obra de Flavin en las esquinas es reconocida por su uso de luz fluorescente para enfatizar los rincones y los espacios
De las piezas que surgían de las esquinas, destaca una obra que le dedicó Sol LeWitt, a quien conoció mientras ambos trabajaban como guardias en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. A Sol LeWitt se le atribuye la introducción de Dan Flavin al constructivismo ruso. Su interés en el uso de un material común producido en masa, influencia de ese movimiento, hizo que en total Flavin dedicara 39 “monumentos” a Vladimir Tatlin.
“La luz puede crear un ambiente, puede cambiar la forma en que percibimos y experimentamos un lugar”.
El uso de la luz en los corredores fue una faceta significativa del enfoque artístico de Dan Flavin. Sus instalaciones de luz fluorescente en corredores han dejado una huella duradera en el mundo del arte contemporáneo. Flavin vio los corredores como espacios transicionales y desafiantes, y aprovechó esta oportunidad para experimentar con la luz y transformar la experiencia del espectador.
Los corredores, para Flavin, eran áreas arquitectónicas que normalmente pasaban desapercibidas, consideradas simplemente como lugares de paso entre diferentes espacios. Sin embargo, él los veía como espacios llenos de potencial artístico. La utilización de la luz en los corredores permitía a Flavin explorar la interacción entre la obra de arte, el entorno arquitectónico y el espectador.
Sin título para Donna, 1971 fue una obra realizada por Flavin que revolucionó las narrativas contemporáneas
“La luz fluorescente es mi pintura y mi escultura, está allí, y no puedo hacer nada más que tratar de moldearla”.
Sin título para Donna, 1971 fue una obra realizada por Flavin que revolucionó las narrativas contemporáneas
A Dan Flavin se le conoce como una persona de muy buen humor e ironía. Estaba construyendo un lenguaje a partir de los elementos que emanaban de sus bombillos. Una pieza similar a otra, sólo que variaba en tamaño y color, y la calidez o los tonos fríos daban una personalidad diferente a cada objeto artístico. Una de sus obras más conocidas e irónicas es una estructura modular en cuadrados que se extienden como una cerca. Se trata de la barrera “Verdes cruzando verdes (a Piet Mondrian que carecía de verde)”, de1966.
A Dan Flavin se le conoce como una persona de muy buen humor e ironía. Estaba construyendo un lenguaje a partir de los elementos que emanaban de sus bombillos. Una pieza similar a otra, sólo que variaba en tamaño y color, y la calidez o los tonos fríos daban una personalidad diferente a cada objeto artístico. Una de sus obras más conocidas e irónicas es una estructura modular en cuadrados que se extienden como una cerca. Se trata de la barrera “Verdes cruzando verdes (a Piet Mondrian que carecía de verde)”, de1966.
“Todo se ve de una manera clara, abierta y sencilla. No hay ninguna espiritualidad sobrecogedora que encontrar.”
“Quisiera dejar un testamento declarando la nulidad de todo lo mío a partir de mi muerte. Lo digo en serio, porque sólo yo conozco como debe ser. Todas las interpretaciones póstumas son menos, así que preferiría verlo todo desaparecer”
- Dan Flavin