Cartilla proteccion 28 mayo

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RUTA METODOLÓGICA PARA FOMENTAR LA CULTURA DE LA PROTECCIÓN EN ALOJAMIENTOS TEMPORALES

PROTECCIÓN EN ALOJAMIENTOS TEMPORALES OIM Organización Internacional para las Migraciones

CORPORACIÓN INFANCIA Y DESARROLLO



Contenido Introducción INICIANDO NUESTRA RUTA I. Ruta metodológica para la cultura de protección integral LO QUE GUÍA NUESTRA RUTA II. Los referentes de nuestra ruta INICIEMOS NUESTRA RUTA III. Proceso para la construcción de la ruta para la cultura de la protección Fase 1. lectura de conexto Fase 2. plan de acción: alterna vas para la protección de derechos Fase 3. acompañamiento y monitoreo ANEXO Propuesta: FASE DE ALISTAMIENTO Bibliogra a


RUTA METODOLÓGICA PARA FOMENTAR UNA CULTURA DE LA PROTECCIÓN Introducción Las políticas públicas de derechos humanos deben servir para diseñar planes y procesos de desarrollo económico (factor productivo de comprensión cultural de los derechos), de convivencia social (factor socializador de los derechos humanos como productos culturales antagonistas a la “ideología mundo”) y de experimentación democrática (factor de interacción entre las políticas dirigidas a implementar una concepción positiva y fuerte de libertad, una comprensión de la fraternidad como emancipación y un entendimiento de la igualdad como construcción de condiciones para implementar la libertad y la fraternidad). En este caso lograríamos impulsar la construcción de políticas trasversales que supongan intervenciones institucionales y sociales dirigidas a orientar las agendas políticas a satisfacer necesidades y carencias y a propiciar espacios de encuentro y negociación participativos. Joaquín Herrera Flores, Los derechos humanos como productos culturales, 2005ª:266. Es mejor que estemos preparados para algo que tal vez nunca suceda que tengamos que vivir algo para lo que no estemos preparados… Taller Nacional, Corporación Infancia y Desarrollo Marzo 20 y 21 de 2014. Pensar en una RUTA para generar una Cultura de la Protección en los Alojamientos Temporales, lleva a varios interrogantes ¿el Estado tiene el diseño institucional para atender las emergencias? ¿Es suficiente su respuesta en términos de derechos? ¿Las personas están preparadas para enfrentar un desastre de origen natural y/o los impactos del conflicto armado interno?, ¿Saben cuáles son los múltiples caminos a seguir? ¿Se reconocen como sujetos de derechos? Las respuestas son múltiples y dependen del lugar de la ocurrencia de la emergencia/crisis, de los escenarios de riesgo y de las capacidades institucionales y comunitarias instaladas. Sin embargo, existe un común denominador en los dolientes de las emergencias y es, que la mayoría de personas que viven en los alojamientos son condicionados por un contexto histórico de desprotección social y ausencia del goce efectivo de sus derechos. Lo anterior se puede reafirmar con dos datos reveladores, a modo de ejemplo: el fenómeno de “La Niña” 2010-2011 generó el peor desastre de origen natural en la historia de Colombia. Según cifras oficiales, entre abril de 2010 y junio de 2011, la ola invernal dejó un total de 3.893.087. personas afectadas. Y en línea seguida, el informe "¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad", presentado en el año 2103 por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) informó que Colombia tiene 5,7 millones de víctimas de desplazamiento forzado, 220.000 muertos, más de 25.000 desaparecidos y casi 30.000 secuestrados. Situación que fue siendo evidente por parte de la Corporación a través del trabajo en los alojamientos temporales.


De acuerdo a lo anterior, la Corporación Infancia y Desarrollo propone la RUTA para la Cultura de la Protección en los Alojamientos Temporales, con el propósito de ofrecer caminos de planificación para la garantía y exigibilidad de derechos de las víctimas de las crisis/emergencias (de origen natural y/o por conflicto armado) que habitan en los alojamientos, para que en medio de sus vivencias personales, familiares, comunitarias e institucionales logren acciones resilentes. La RUTA, hace un llamado a la necesidad de repensar y proponer desde la perspectiva de derechos y el enfoque psicosocial, maneras creativas de afrontar emergencias humanitarias complejas, incluidas las situaciones cotidianas que enfrentan a diario las personas que habitan los alojamientos y las instituciones responsables de garantizar sus derechos, como la “violencia intrafamiliar, insalubridad, dieta alimentaria, violencia sexual, consumo de sustancia psicoactivas por parte de los y las jóvenes, reclutamiento forzado”, entre otros. La estructura de la RUTA presenta en un primer momento, los referentes que la fundamentan y guían su construcción, considerando de manera esencial el enfoque de derechos, la cultura de la protección, el enfoque diferencial, el enfoque psicosocial, de gestión del riesgo y protección integral como lentes conceptuales y metodológicos. Y en esta línea, un marco normativo que orienta la actuación desde la declaratoria de la emergencia. En un segundo momento, como un gran capítulo y en desarrollo del proceso de construcción de la Ruta, se alude a las fases que constituyen el proceso. Como primera fase se trabaja la Lectura del Contexto que comprende, actividades formativas previas de los referentes conceptuales, el diagnostico externo e interno, relacionado con los factores de riesgo y de protección. A su vez implica el análisis de la comunidad en el alojamiento en sinergia con los actores clave que tienen competencia en el cumplimiento de la garantía de derechos, y todos aquellos identificados como referentes en el proceso para fortalecer la cultura de la protección. Fase que contempla identificación de capacidades institucionales y sociales del territorio y el alojamiento, para abordar de manera integral y sostenible, la atención y protección de la comunidad que habita el alojamiento. La siguiente Fase alude al Plan de Acción como alternativa de acción para la protección de los derechos. Fase en la que se estimula la construcción del ejercicio de planeación participativa, cuyo objetivo es definir los principales derroteros de trabajo colectivo, respondiendo a la priorización derivada del diagnóstico y análisis de capacidades. El Plan incorpora el análisis de los circuitos de riesgo y de los circuitos de protección, como componentes clave para comprender los factores y comportamientos de la comunidad, en ambos aspectos. En igual sentido, al partir del concepto de cultura de la protección, el estudio de los circuitos de riesgo y de protección debe abordar en ámbitos diferenciados, niños, niñas, adolescentes y jóvenes, su interacción en sistemas familiares y la interrelación de la comunidad con el ámbito institucional 1.h p://www.regiones.gov.co/Documents/Fenomeno-Nina-Nacional.pdf. 2. Taller Nacional, Corporación Infancia y Desarrollo, Marzo 20 y 21 de 2014.


Y como colofón, en la propuesta se alude a la Ruta de Salida que contempla como punto de convergencia el acompañamiento y asesoría para que la población afectada (personas, familias y la comunidad misma), elabore planes de vida que favorezcan capacidades de resiliencia y reconocimiento como sujetos de derechos. Se vincula la ruta de Acompañamiento y Monitoreo, donde se busca que logre verificar desde un enfoque de protección, el cumplimiento del plan de acción y los correctivos oportunos, valore las acciones, presupuestos, productos y resultados del trabajo realizado. Para finalizar, se presenta como anexo, la propuesta de la Fase de Alistamiento que da cuenta de decisiones políticas de base, movilización territorial en cumplimiento de la normatividad, así como la preparación y organización interna del Alojamiento, bajo el liderazgo del operador humanitario. Es decir, se alude a los elementos básicos organizativos que configuran el punto de partida del proceso e implica tanto el nivel territorial como el interno del Alojamiento. Proceso que implica un proceso participativo de comienzo a fin. Considerada una fase previa preparatoria a la construcción de la ruta, la atención y protección integral en el alojamiento. En este marco, es importante resaltar que la RUTA se enmarca en el desarrollo del proyecto: “La promoción de la cultura de la protección” operado desde el mes de septiembre del año 2013 por la Corporación Infancia y Desarrollo, donde se abordaron componentes psicosociales y pedagógicos en 16 Municipios a nivel nacional con presencia de alojamientos temporales que se construyeron con la dirección de Colombia Humanitaria y la Organización Internacional para las Migraciones –OIM-. Esta RUTA se enmarca en la misión institucional de la Corporación Infancia y Desarrollo, que contribuye “al desarrollo social como derecho humano para la transformación de condiciones de vida de la niñez, juventud, familia, comunidad e institucionalidad, mediante el fortalecimiento de las capacidades, la acción colectiva, la gobernanza y la gestión territorial”. De este modo se busca generar conocimiento y partir de la reflexión que deriva de la experiencia de la Corporación Infancia y Desarrollo en el campo, y su pretensión por promover procesos cada vez más integrales y cualificados.

3. Entendido, para efectos de esta Ruta como la organización responsable de liderar y acompañar el proceso de construcción y desarrollo de la Ruta de Protección. 4. Ver, h p://www.corporacioninfanciaydesarrollo.org.


INICIANDO NUESTRA RUTA


I. RUTA METODOLÓGICA PARA LA CULTURA DE PROTECCIÓN INTEGRAL

La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo. Eduardo Galeano.

Una RUTA corresponde a las opciones, esfuerzos, propuestas, iniciativas, solidaridades y decisiones que toman las instituciones y las personas afectadas, para incidir en la mitigación, superación y trasformación de las vulneraciones a sus derechos esenciales en el marco de la emergencia. La RUTA, se propone como un modelo de intervención integral, que considera los diferentes factores económicos, sociales, culturales, de contexto, entre otros; que configuran y atienden la condición de las personas en los alojamientos temporales para que “…lean sus realidades y actúen en ésta y en sus contextos…” solidariamente; buscando en todo momento la sinergia para la acción colectiva en la búsqueda de(los) camino(s) que garanticen el goce efectivo de derechos, lo que supone que cada paso es el tránsito a la dignidad.

¿POR QUÉ UNA RUTA?

Si bien, el país se define como un estado social y democrático de derecho y, los derechos de los ciudadanos deberían ser garantizados; este equilibrio es una búsqueda permanente entre el cumplimiento de la norma y las aspiraciones de garantía de los derechos. Si nos ubicamos en realidades concretas, no es suficiente que una ley, un decreto, una ordenanza o un acuerdo, designe obligaciones para atender la emergencia; si esto no se acompaña de la solidaridad y de acuerdos de voluntades entre las entidades y los afectados (acompañado por organizaciones nacionales e internacionales) que prioricen, atiendan y reconozcan que cada alojado temporalmente es un sujeto de derechos y que cada actividad que se realiza está en función de su garantía y protección. De manera, que la RUTA que presentamos es el resultado de la reflexión de líderes, lideresas, niños, niñas, funcionarios y la Corporación Infancia y Desarrollo en alianza con OIM, entre otros; sobre los caminos recorridos, los aprendizajes y prácticas que mostraron (en medio de la dificultad) las maneras de actuar para garantizar derechos Considerando como fecha de inicio de este proceso septiembre de 2013, a partir del comienzo de la actuación de la Corporación.

5. Corporación Infancia y Desarrollo, documentos de trabajo. 2013.


¿A QUIÉNES ESTÁ DIRIGIDA LA RUTA? La RUTA es un aporte metodológico y conceptual para quienes van habitar o viven en los alojamientos y han enfrentado o enfrentarán una emergencia, para que reconozcan las posibles maneras de proceder con su comunidad y se organicen en función de superar su condición de limitación de derechos. La ruta está orientada a las entidades del nivel local, regional y nacional, para que reconozcan las experiencias recorridas en los alojamientos temporales y actúen en consecuencia solidariamente. La ruta se propone a las organizaciones de la sociedad civil y a la cooperación internacional como un modelo de gestión y acompañamiento para el empoderamiento de las comunidades afectadas. CONTEXTO DE APLICACIÓN DE LA RUTA La RUTA se activa en doble perspectiva, en función preventiva y protectora. La función preventiva hace relación a la obligación ética y legal que tiene el estado a través de sus instituciones para prever y actuar, evitando la posible ocurrencia de una emergencia. La función protectora es multipropósito porque al prevenir la ocurrencia de una emergencia se están protegiendo los derechos de los posibles afectados; pero si no se logra, el estado tiene la obligación legal reforzada de desplegar los programas, políticas, proyectos y acciones para restablecer posibles derechos vulnerados por la emergencia, garantizarlos y concebir un entorno que blinde de nuevas afectaciones a los sujetos de derechos alojados temporalmente. La RUTA de la Protección, considera de manera fundamental, la identificación de factores protectores y de riesgo que implican una mirada multidimensional que concierne a condiciones culturales, sociales, económicas, políticas de la población afectada, y desde allí, se concentra en cuatro momentos: la Lectura de Contexto (diagnostico participativo), construcción de Planes de Acción donde se incorporan rutas de acción, de protección y de salida de los alojamientos temporales, finalizando con la labor armónica de Acompañamiento y Monitoreo, y como propuesta necesaria a considera una fase previa denominada de Alistamiento. Todo lo anterior constituye de manera integral una propuesta para promover la Ruta para la Cultura de la Protección.


LO QUE GUÍA NUESTRA RUTA


II. LOS REFERENTES DE NUESTRA RUTA El marco de referencia presenta los elementos conceptuales que orientan trasversalmente los momentos de la ruta metodológica para la cultura de la protección. Es un abanico de posibilidades que pretende incidir en los presupuestos éticos, políticos, organizativos, formativos, comunitarios e institucionales de los partícipes en la búsqueda de alternativas en derechos para mejorar las condiciones de los afectados en los alojamientos. Sin pretensiones generalizantes y totalizantes, esta Ruta considera como marcos claves los siguientes: la cultura de la protección, los circuitos (de riesgo y de protección) enfoque de derechos, enfoque diferencial, enfoque de gestión y protección integral, y el enfoque psicosocial, los cuales se presentan a continuación.

CULTURA DE LA PROTECCIÓN

Esta definición es la integración de dos conceptos bisagra, la cultura y la protección. La cultura la podemos asumir como “… la organización, disciplina del yo interior, conquista de superior conciencia por lo cual se llega a comprender el valor histórico que uno tiene, su función en la vida, deberes y derechos…” a su vez la Corporación Infancia y Desarrollo considera que “la cultura se mide por la forma en la que los grupos sociales, leen sus realidades y actúan en ésta y en sus contextos. En este proceso entran en juego los mapas mentales que son los que guían los comportamientos personales; son construidos a través de la socialización (…) y generados por las personas a través de los mensajes explícitos e implícitos que dan pautas para su construcción”. La protección es la obligación que “implica el deber del Estado de organizar todo el aparato gubernamental y en general, todas las estructuras a través de las cuales se manifiesta el ejercicio del poder público, de manera tal que sean capaces de asegurar jurídicamente el libre y pleno ejercicio de los derechos humanos”; pero también significa la capacidad individual y colectiva de crear mecanismos de autoprotección para prevenir violaciones a los derechos (especialmente por factores internos como violencia intrafamiliar, violencia sexual o por la presión de grupos armados). Lo anterior se puede comprender y armonizar a la luz de lo establecido por la ley 1448 de 2011, artículo 49 asistencia y atención: La asistencia a las víctimas es el conjunto compuesto de medidas, programas y recursos de orden político, económico, social, fiscal, entre otros, a cargo del Estado, orientado a restablecer la vigencia efectiva de los derechos de las víctimas, brindarles condiciones para llevar una vida digna y garantizar su incorporación a la vida social, económica y política.

6. Marinovic, Milan. “La estructura mental en el pensamiento de Gramcsi”. Revista Verbo, serie XXVIII, número 275 y 276, mayo-junio-julio 1996, página 719. 7. Corporación Infancia y Desarrollo, documentos de trabajo. 2013. 8. Definición u lizada en diferentes pronunciamientos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos


Por atención se debe entender la acción de dar información, orientación y acompañamiento jurídico y psicosocial a la víctima, con miras a facilitar el acceso y cualificar el ejercicio de los derechos (…). De acuerdo con lo anterior, la cultura de la protección juega un papel clave en los enfoques propuestos en la presente ruta. Su apuesta es generar que los habitantes de los alojamientos temporales sean resilientes (yo me protejo, ellos me protegen, nosotros nos protegemos) como una forma de robustecer el contenido material de los sujetos de derechos. Finalmente, es importante anotar que la Cultura de la Protección contempla en este caso, el reconocimiento y abordaje tanto de factores internos del Alojamiento, como de factores externos, que implican el entorno en sus diferentes espacios como: el escolar, el comunitario, el social en general. En esta línea la cultura de la protección, concierne a todas aquellas acciones y actitudes (reconociendo la responsabilidad de las personas, las familias, las comunidades, la sociedad y el estado) en la promoción de una cultura de protección que de alcance a estos espacios como la escuela, la familia, asumidos como espacios protectores y cuidadores de todos los miembros, y especialmente de los niños, niñas y adolescentes. El lograr la vinculación, el regreso, la permanencia en la escuela, se considera uno de los mayores logros de protección de los niños, niñas y adolescentes, fundamentalmente por tratarse de un espacio formativo y la potenciación de capacidades y proyección para la vida.  CIRCUITOS De acuerdo a lo definido por la Corporación Infancia y Desarrollo – CID, “los circuitos se entienden como la interrelación de factores internos y externos que componen los factores de riesgo y de protección. Siendo estos un modelo de interpretación y análisis para enfrentar las complejidades adversas en las que viven las personas en los alojamientos. Los factores de riesgo son aquellos imaginarios y comportamientos personales y contextuales que aumentan la posibilidad de daño…” en las dimensiones físicas, psicológicas y sociales. Los factores de protección son todos aquellos comportamientos personales, sociales, institucionales y del contexto que generan condiciones materiales (reales) para el goce efectivo de derechos los cuales permiten prevenir y enfrentar el riesgo.


De acuerdo a lo anterior, estos factores se integran de lo interno y lo externo de la siguiente manera: Factores internos o autoprotectores hacen referencia a las características individuales de las personas que hacen parte de su identidad, personalidad, estilo de vida, estilos de afrontamiento frente a diversas situaciones de riesgo y de protección. Factores externos, son todas aquellos comportamientos y situaciones de riesgo y de protección que están mediados por las dinámicas sociales, económicas, políticas, culturales, entre otros, presentes en el contexto.

9. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 1448 de 2011. Artículo 1: “Por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones”. 10. Puede ser definido como “…los recursos, las tácticas, las “astucias” con que sectores excluidos, marginados, explotados, logran salir adelante con sus vidas, en condiciones difíciles”. Dobles Oropeza, Ignacio. Ignacio Martín Baró y psicología de la liberación: un desafío vigente. 2009. 11. Conceptos retomados del documento “la escuela un espacio protector, ruta metodológica para la promoción de una cultura de la protección al interior de las instituciones educativas”, publicado por la Corporación Infancia y Desarrollo en el año 2011. 12. Puede entenderse también por Factores de riesgo los aspectos que determinan la ocurrencia o no de sucesos, eventos y realidades concretas del devenir social y que configuran un determinado modo de vida social, comunitaria y/o productiva. El proceso de análisis, tomando en cuenta distintas variables relacionadas con la dinámica del conflicto o del escenario de crisis humanitaria, llevará a determinar su posibilidad de manifestación y, en ese mismo sentido, a realizar una prospectiva acerca de las consecuencias o daños. La evaluación del riesgo se lleva a cabo en varios momentos. El primero de ellos, cuando se definen las zonas objeto de análisis y se procede a su priorización. La segunda tiene que ver con la elaboración del documento de diagnóstico o lectura de contexto a donde se manifiestan las condiciones de vulnerabilidad, amenaza, factores de riesgo y protección. En este sentido, los factores de riesgo son aspectos que determinan la ocurrencia o no de sucesos, eventos y realidades concretas del devenir social y que configuran un determinado modo de vida social, comunitaria y/o productiva. Como quedó mencionado, la gestión del riesgo involucra el concepto de prevención, que debe entenderse como toda acción orientada a neutralizar o a superar las causas y circunstancias que generan riesgo de ocurrencia de violaciones de derechos fundamentales de una persona, grupo social, comunidad o población. Desde la política pública, la prevención se entiende como el conjunto de acciones públicas, privadas y comunitarias, orientadas a transformar las situaciones que hacen vulnerable a una comunidad o grupo social. Son las intervenciones interinstitucionales orientadas a neutralizar las acciones o fenómenos naturales que amenacen las condiciones de dignidad de una población. Implica promover el fortalecimiento y acompañamiento institucional a los procesos de acción colectiva y de solidaridad que desarrollan las comunidades para superar los niveles de vulnerabilidad que las afectan con relación a las amenazas y riesgos a que se ven expuestas. En este sentido, la acción preventiva del Estado debe proyectarse sobre la identificación y superación de aquellas causas estructurales en las que se sustentan las condiciones de vulnerabilidad de comunidades y grupos poblacionales.


ENFOQUE DE DERECHOS

“El enfoque de derechos establece la responsabilidad política, jurídica y ética del Estado para hacer cumplir, y generar las condiciones de ejercicio pleno de derechos por parte de todos los ciudadanos. Este enfoque, a la vez, exhorta a los titulares de derechos, a exigir y reclamar sus derechos por las vías legales y políticas que tengan a su alcance”. Valverde, F (2004) El enfoque de derechos, alude al reconocimiento de las personas como sujetos de derechos, representando la persona de la especie humana que contrae obligaciones y derechos para su titularidad, ejercicio y garantía. Los derechos humanos corresponden a una idea de justicia, por su pretensión de igual y dignidad de los sujetos de los que se ocupa –individuales o colectivos-, de esta manera presupone una postura que revisa críticamente a todos los actores políticos y sociales que participan en la garantía de tal aspiración. Este contexto se complementa con un análisis, también crítico, de las condiciones estructurales que subyacen a las dinámicas en que se encuentran los sujetos afectados por las emergencias, debiendo garantizar y restablecer las condiciones que les procuran igual dignidad. Así mismo, el concepto de integralidad pretende dar cuenta de la dimensión compleja de la sociedad y de las personas, y la necesidad de que sean leídas en una clave en que los derechos humanos se busquen garantizar interdependientemente. De esta manera, los derechos sociales no sólo son una continuación generosa de los derechos civiles y políticos, sino la condición de que los individuos pueden ejercer de hecho (y no sólo de derecho) su papel de ciudadanos independientemente en la situación de emergencia en que se encuentren. Un enfoque desde los derechos humanos considera la participación como espacio de diálogo y reconocimiento por las concepciones e intereses de los involucrados, en la medida que plantean sentidos y recursos que ponen en evidencia las vivencias, sueños, visiones y opciones de los grupos humanos involucrados, con miras a transformaciones significativas para ellos mismos. Una perspectiva de derechos humanos viabiliza la razonable aspiración de justicia en las sociedades a través de los ideales de igualdad y libertad integralmente para todos, pero enfocados solidariamente por los más vulnerados y vulnerables; en el que el grado superior de la participación, es el empoderamiento de éstos, cuando logran convertir en agenda de acción pública las reivindicaciones que en su contexto situado se identifican como derechos, ya no solamente de las comunidades involucradas.

V ALVERDE, F. (2004). Apuntes sobre enfoque de Derechos Humanos. ACHNU. Asociación Chilena Pro Naciones Unidas.


La responsabilidad positiva del estado El enfoque de derechos exige materialización en los procesos de toma de decisión, en las acciones humanitarias y de atención integral que se puede promover en el marco de políticas públicas coherentes con su principio fundante que plantea como central la dignidad humana. Por tanto, el enfoque de derechos implica el reconocimiento y aplicación de principios que deben regir la acción de las autoridades y la razón de ser de los gobiernos que para el caso colombiano, se traduce en los planteamientos de la constitución política nacional de 1991. Los principios de un enfoque basado en derechos humanos implica considerar de manera esencial, la alusión a la universalidad de los derechos, la responsabilidad de los Estados en el compromiso por promover el logro y respeto a la dignidad humana, la indivisibilidad e integralidad de los derechos, y la participación como fundamental en los procesos de construcción social y política, así como el reconocimiento de la titularidad y capacidad de agencia de sujetos individuales y colectivos. Si bien, el enfoque de derechos se puede considerar una construcción histórico social, que alude al principio y exigencia por las necesidades de los pueblos, se ha trasladado a la acción política y toma de conciencia colectiva la importancia del reconocimiento de la titularidad de derechos, y por ende una obligación de los Estados de garantizarlos. En esta lógica, el rol de garante de derechos corresponde a las instituciones e instancias responsables de crear, generar condiciones de respeto y ejercicio de los derechos humanos para todas las personas, sin distinción. Por tanto, el Estado y sus poderes desplegados, tienen la responsabilidad de garantía de los derechos humanos. 

ENFOQUE DIFERENCIAL

El enfoque diferencial se preocupa por establecer los sujetos más vulnerados o vulnerables y la necesidad de solidaridad y justicia ante su situación. Del mismo modo, la ética de los Derechos Humanos, al reconocer la igualdad como valor fundante, necesariamente debe reconocer como complemento para su realización la existencia de la diferencia, en particular asociada con los más vulnerados por razones de género, raza, edad, condición económica, psicológica o física, y adicionalmente por ser afectados por una emergencia. De esta manera, es claro que la determinación concreta del sujeto de derechos, define una priorización en la ruta de la garantía.


ENFOQUE PSICOSOCIAL

El enfoque psicosocial alude a aquellos conceptos y formas de actuar (conceptual y metodológico), atiende a condiciones de tipo personal, familiar y social que constituye a los individuos. Implica comprender elementos de carácter psicológico como creencias, concepciones, sentimientos, emociones, formas de ver, vivir y elaborar la experiencia de la vida. Igualmente considera aspectos sociales que comprenden formas y dinámicas de relación, condicionamientos culturales de género, etnia, representaciones sociales sobre acontecimientos vitales y sociales como el nacimiento, la vida, la muerte, las formas de apropiación de espacios – territorios, los tiempos y las dinámicas históricas, entre otros. Contemplar lo psicológico y lo social permite una visión integral del ser humano y de los grupos sociales, en tanto se consideran variables psicológicas y sociales que se entremezclan en la condición humana y promueven ciertos comportamientos, formas de relación y construcción personal y social. El enfoque psicosocial se define entonces como la perspectiva que atiende al impacto psicosocial de situaciones y condiciones de vida para hombres, mujeres, familias y comunidades. De esta forma, la atención integral con un enfoque psicosocial, comprende la articulación de acciones y servicios orientados a prevenir y responder a situaciones que inciden emocional, física, cultural, espiritual, social, económica y políticamente a una población y un territorio determinado. “Lo psicosocial, (…) alude al espacio de encuentro entre lo subjetivo y lo colectivo, pero sin perder de vista la experiencia personal del sujeto” Bello, M. et all. (2011) Esto significa indagar por la experiencia subjetiva de las personas en el marco de un espacio amplio que implica la relación con otros, inscrito en un contexto social determinado. Por tanto, desde esta perspectiva la lectura de lo psicosocial, exige considerar a las personas en su experiencia individual, la situación y las condiciones particulares que lo rodean, sus relaciones, sus dinámicas culturales, sociales, políticas y económicas en conjunto. Desde este enfoque se considera ineludible una lectura integral de lo psico –social en tanto, es lo que constituye a los seres humanos y permite entender sus condiciones de sobrevivencia, vida cotidiana, proyección y trascendencia. Es en comunidad en la que los hombres pueden realizarse y ser plenamente humanos, en tanto su relación social permite reconocimiento, construcción de historia, comprensión del contexto, proyección y trascendencia. Esta perspectiva psicosocial, asume la importancia de reconocer como la dimensión subjetiva individual e interpersonal (grupal), pueden constituirse en factores que determinan estructuras y procesos sociales, y a su vez como éstos determinan en cierta forma la configuración de la identidad y subjetividad de las personas. “Lo psicosocial se entiende entonces como el mundo de interacciones que resultan del entramado de lo subjetivo (individual, familiar, grupal y comunitario) con factores procedentes del ámbito externo (cultural, político, económico, normativo, relacional). Estas interacciones tienen efecto sobre las personas individual y colectivamente determinando un modo de experimentarse a sí mismos, de vivenciar y afrontar la realidad y, simultáneamente, de configurarla. Se entiende entonces que hay una reverberación de causalidad mutua entre lo individual y lo colectivo, entre lo “objetivo” y lo “subjetivo“. Stomaiuolo M. (2003)


Ahora bien con la pretensión de trascender la tendencia más psicológica o más social, se propone considerar los planteamientos inspirados desde Ignacio Martín Baró y su lectura de lo psicosocial, según CABANILLAS, B. (2010). Por lo cual se propone considerar como herramientas centrales, las siguientes: (1)Lectura de la realidad, la cual se traduce en la importancia de partir del contexto que configura la realidad de las comunidades, esto implica una lectura tanto del contexto interno como externo de las comunidades afectadas y las comunidades que acogen. Este proceso comprende identificar desde los problemas sociales más urgentes hasta la complejidad de la realidad social de la comunidad. Esto es desde Baró: análisis reflexivo y contextualizado de la realidad. (2)La mirada crítica sobre el contexto: se entiende como la “necesidad de preguntarse por el trasfondo de los problemas que marcan el contexto”. Lectura crítica que implica el reconocer las estructuras de desigualdad en los contextos y relaciones de base. Y por último se anota, asociado a estas herramientas centrales que marcan el enfoque psicosocial inspirado en la propuesta desde Baró, desde Corte Ibáñez, Luis de la (2000). (3)Favorecer la concepción del ser humano como agente de su propia vida, responsable tanto de su propio destino como de los procesos sociales de los que participa. Postulado que considera clave en un proceso de reconstrucción y construcción de una cultura de protección, partiendo del reconocimiento y potencialidad de la población y comunidad declarada en emergencia. Reconociendo sus posibilidades de reflexión, organización y proyección de nuevas formas de vida que reivindiquen el valor del rescate de lo propio, su capacidad para volver a empezar y continuar su vida con proyección. Estas herramientas son una opción importante a la hora de considerar desde una perspectiva psicosocial la construcción de una ruta para una cultura de la protección, donde se reconoce la capacidad de agencia de los sujetos individuales y colectivos (personas, familias, comunidades), la importancia del contexto y las situaciones particulares de cada comunidad (historia, cultura, formas de relación, ejercicio de autoridad y poder, etc.); la lectura del contexto desde la heterogeneidad, la diferencia y diversidad de las comunidades, entre otras. Estas son las condiciones y premisas de acción a la hora de proponer un enfoque psicosocial de base, asumido como un enfoque transversal que junto con el enfoque de derechos buscan reivindicar la dignidad humana desde su profundo significado y la mirada integral del ser humano.

14. Universidad Nacional de Colombia. Programa de Inicia vas para la paz y la convivencia. BELLO Martha N. y CHAPARRO Ricardo. (2011). El daño desde el Enfoque Psicosocial. Bogotá, D.C. 15. Centro de Atención Psicosocial. STOMAIUDO C.M., El c rimen de la desaparición forzada. Impacto Psicosocial, y propuestas para su prevención, atención y reparación. 16. CABANILLAS, B. (2010). Reflexiones No. 39. San ago. ISSN0717-1471 17. Corte Ibáñez, Luis de la (2000). La psicología de Ignacio Mar n – Baró como psicología social crí ca. Una representación de su obra. Revista de Psicología General y Aplicada, Vol. 53(3) Jul, 457-450


La Protección Integral hace referencia a la concepción de integralidad de las condiciones humanas y sociales desde una perspectiva de derechos humanos. La gestión del riesgo está vinculada al concepto de prevención. Se debe considerar como un enfoque que permite el conocimiento y la acción integral frente al riesgo, al mismo tiempo que facilita la respuesta y/o el control de situaciones de riesgo y amenaza, la promoción del manejo adecuado de situaciones de riesgo, desde antes de su aparición, así como en el momento de la emergencia. Tanto la Protección Integral como la Gestión del Riesgo se consideran fundamentales para orientar la estrategia de los Alojamientos Temporales. La gestión del riesgo enfatiza en la prevención y reducción del desastre: “Esta expresión integra tres términos claves: gestión, riesgo y desastres que cuando se relacionan conforman un concepto con el cual se explica el compromiso y los esfuerzos que la sociedad hace, para evitar o al menos disminuir los riesgos y los eventos adversos” El concepto de riesgo hace relación a la probabilidad de que una situación de amenaza o peligro, combinada con factores de vulnerabilidad, se convierta en un desastre o provoque un daño, afectando bienes jurídicos protegidos relacionados con una persona o grupo social. Las consecuencias del daño o desastre, pueden ser de carácter económico, social o ambiental. Supone un hecho que puede acontecer o no en un momento determinado y que, por tanto, debe ser contemplado como un elemento de incertidumbre que puede afectar la vida de una comunidad o grupo humano. El grupo social puede carecer de la capacidad o comportar elementos de vulnerabilidad que le impiden hacer frente a un desastre que puede estar, motivado por fenómenos naturales, económicos, epidemiológicos, o acciones armadas en el entorno local, regional o nacional. De acuerdo con lo anterior, el riesgo se ha definido como el resultado de la conjugación de factores y variables de la amenaza y la vulnerabilidad, a los cuales se les contrapone la existencia y la eficacia en la actuación de los denominados factores de protección. Este modelo, debe complementarse con un esquema que permita nivelar o categorizar cada uno de los riesgos que se advierten. Para comprender el riesgo se utiliza como herramienta frecuente el concepto de escenario de Riesgo, que consiste en un análisis, presentado en forma escrita, cartográfica o diagramada, utilizando técnicas cuantitativas y cualitativas, y basado en métodos participativos, de las dimensiones del riesgo que afectan a territorios y grupos sociales determinados. Significa una consideración pormenorizada de las amenazas y vulnerabilidades, y como metodología ofrece una base para la toma de decisiones sobre la intervención en reducción, previsión y control de riesgo. Implica también un paralelo en la comprensión de los procesos sociales causales del riesgo y de los actores sociales que contribuyen a las condiciones de riesgo existentes. Esta conceptualización responde a un método de análisis dramático de los hechos sociales, que tiene la utilidad de clarificar contextos, actores, roles y redes de relaciones sociales, en forma que se puedan captar como situaciones desencadenantes y condicionantes en curso.


El escenario se debe entender en un sentido amplio: no solamente se trata de lugares geográficos, sino de ámbitos que pueden ser sociales y políticos en que se realiza la acción y el drama social. Es importante relacionar los componentes de que se dispone para evidenciar o caracterizar los escenarios de riesgo, donde se cuenta con diferentes instrumentos de recolección de información que se diligencian en talleres de construcción o identificación de escenarios de riesgo, y los mapas de identificación de actores y fenómenos en el plano cartográfico. La gestión del riesgo en los Alojamientos Temporales, se constituye entonces en una exigencia de formación, trabajo y preparación orientado a generar la apropiación y manejo adecuado de elementos conceptuales y metodológicos para la estimación del riesgo, la prevención, control y adecuado manejo en caso de presentarse la emergencia. Se señala aquí, como las situaciones de emergencia, incide en la configuración de los sujetos en su condición emocional, psicológica y social. Por tanto, desde el enfoque de la gestión del riesgo, se busca el fortalecimiento de la comunidad, elaboración de planes de acción participativos, integrales y pertinentes. Al igual que la realización de acciones de contingencia para la atención de emergencias y la post emergencia en sus distintas dimensiones, (reparación, reconstrucción y contingencia). Identificando capacidades y posibilidades para la resiliencia y recuperación de comunidades afectadas, desde un ejercicio de formación y apropiación de una cultura de derechos en asocio con un enfoque de gestión del riesgo. El proceso del conocimiento del riesgo en el Alojamiento, implica “la identificación de escenarios de riesgo, el análisis y evaluación del riesgo, el monitoreo y seguimiento del riesgo y sus componentes y la comunicación para promover una mayor conciencia del mismo que alimenta los procesos de reducción del riesgo y de manejo de desastre”. El ejercicio de reconocimiento y análisis de escenarios de riesgo, identificando su extensión, alcances, interrelaciones, posible impacto, probabilidad de ocurrencia, marco de tiempo y clasificación, permite prever e identificar capacidades institucionales, organizacionales y comunitarias para su adecuada prevención, control y atención. Proceso que debe ser permanente en los procesos de formación y acompañamiento en la dinámica que se genere dentro de los Alojamientos. La gestión del riesgo implica estimular la construcción del ejercicio de la planeación participativa cuyo objetivo es definir los principales derroteros de trabajo conjunto, respondiendo a la priorización derivada del diagnóstico y análisis de capacidades. En este sentido incorpora el análisis de los circuitos de riesgo y de los circuitos de protección, como componentes clave para comprender los factores y comportamientos de la comunidad, en ambos aspectos.

18. USAID/OFDA. Educación y ges ón del riesgo. Una experiencia para compar r. San José, Costa Rica, 2001, pg. 3. 19. En general las situaciones de riesgo, se derivan de desequilibrios de la relación entre el ambiente natural y el sociocultural, así como por la desprotección social e ins tucional, consecuencia a su vez de condiciones de vulneración de derechos. El contexto de conflicto armado y la violencia social, provocan presiones, amenazas, extorsiones, pérdidas significa vas para las personas, y comunidades, condiciones que generan alta vulnerabilidad agravada por el desconocimiento de los derechos fundamentales. 20. Glosario Ley 1523 de 2012


En igual sentido, al partir del concepto de cultura de la protección, el estudio de los circuitos de riesgo y de protección debe abordar tres ámbitos diferenciados, niños, niñas, adolescentes y jóvenes, su interacción con los líderes y lideresas y funcionarios-funcionarias. Cabe señalar que el análisis del riesgo, no excluye o invisibiliza los factores protectores, pues son indispensables para reivindicarlos y construir las rutas de acción a partir de ellos, en contraste con los puntos críticos y de riesgo encontrados. Desde esta perspectiva, es fundamental aludir desde el enfoque de derechos y la protección integral a sus dimensiones de reconocimiento, defensa, garantía y restitución, y en coherencia, contemplar acciones de promoción de los derechos que acuden a la identificación y fortalecimiento de los denominados factores protectores que plantean un espectro amplio y complementariedad con la identificación de los factores de riesgo. “Los factores protectores, se comprenden como fortalezas, y podría decirse capacidades que permiten soporte personal, social, familiar, frente a situaciones de presión, crisis y las propias a las exigencias de los procesos de desarrollo humano. Mientras que los factores de riesgo, se relacionan con aquellos condicionantes y determinantes que amenazan con afectar el equilibrio, estabilidad e integridad de las personas y los grupos humanos.” Por tanto, el Enfoque de Gestión y Protección Integral, implica como un imperativo la mirada integral del Riesgo, la Gestión y la Protección en el marco de los derechos, y por tanto convoca a la lectura reflexiva y crítica de factores protectores y de riesgo 

REFERENTES NORMATIVOS QUE FUNDAMENTAN LA ESTRATEGIA

Para dar cuenta de los referentes normativos que orientan la configuración y actuación institucional en desarrollo de la implementación de los Alojamientos temporales, deben tenerse en cuenta dos marcos normativos orientadores: por una parte, la normativa que direcciona la atención a víctimas del conflicto armado y el desplazamiento; por otra parte, la ruta relacionada con atención a víctimas de desastres naturales o antrópicos no intencionales, establecida de acuerdo con los parámetros de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de desastres (UDNGRD). Estos dos marcos normativos se constituyen en los principios orientadores o guías para la gestión de los Alojamientos Temporales en cualquier lugar del territorio nacional. 

Referentes Normativos de Alojamientos temporales para víctimas del conflicto armado y el desplazamiento forzado.

Con relación a la Atención de las víctimas del conflicto armado y el desplazamiento forzado, la ley 1448 de 2011 y el Decreto reglamentario 4800 del mismo año, establecen una serie de mecanismos que buscan la adecuada implementación de medidas de asistencia, atención y reparación integral. En este sentido, el artículo 65 de la ley 1448, al referirse a la atención humanitaria de transición, determina que se trata de una ayuda que se entrega a la población en situación de desplazamiento que aún no cuenta con elementos de subsistencia mínima, pero cuya situación, a la luz de los análisis de la Unidad para las Víctimas, no cuenta con las características de gravedad y urgencia que los haría destinatarios de la Atención Humanitaria de Emergencia.


Conforme a ello, la población que se localiza en los Alojamientos temporales es objeto de la atención humanitaria de transición, establecida en el artículo 116 del Decreto 4800 de 2011. Establece esta norma que la Unidad Administrativa Especial para la Atención y Reparación a Víctimas, UARIV, en conjunto con las entidades territoriales, debe implementar un programa de Alojamiento Temporal en condiciones dignas para hogares víctimas de desplazamiento forzado ocurrido en un término superior a un año contado a partir de la declaración, que no cuenten con una solución de vivienda definitiva. Este programa define la duración del programa de alojamiento hasta por dos años por hogar, con evaluaciones periódicas dirigidas a identificar si persisten las condiciones de vulnerabilidad y si el hogar requiere seguir contando con dicho apoyo. El Decreto mencionado, señala que el Programa de Alojamiento debe desarrollar acciones en materia de prevención de la violencia sexual, intrafamiliar y maltrato infantil, dirigidas a las familias beneficiarias del alojamiento, así como diseñar mecanismos de atención y respuesta integral en el marco de la ley 1257 de 2008 y de la ley 1098 de 2006. Señala además esta norma, que las entidades responsables deben diseñar estrategias y mecanismos orientados a realizar seguimiento a las condiciones de habitabilidad de los hogares beneficiados por el programa.

21. SÍNTESIS. Documento de trabajo. 2014. 22. Decreto 4800 de 2011. Ar culo 116. Responsables de la oferta de alojamiento digno en la transición. La Unidad Administra va Especial para la Atención y Reparación a las Víc mas y las en dades territoriales deben implementar un programa de alojamiento temporal en condiciones dignas para los hogares víc mas del desplazamiento forzado cuyo desplazamiento haya ocurrido en un término superior a un año contado a par r de la declaración, que no cuenten con una solución de vivienda defini va. La duración del programa de alojamiento será de hasta dos (2) años por hogar, con evaluaciones periódicas dirigidas a iden ficar si persisten las condiciones de vulnerabilidad y si el hogar necesita seguir contando con este apoyo. Al momento de iniciar la atención del hogar en este programa, se remi rá la información al Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio para iniciar los trámites correspondientes al acceso a vivienda urbana, y al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural en los casos de vivienda rural, para que en un plazo no mayor a un (1) año vincule a los hogares víc mas en los términos del ar culo 3° de la Ley 1448 de 2011, en los programas establecidos para el acceso a soluciones de vivienda. Los hogares que cuenten con un subsidio de vivienda asignado no aplicado al momento de solicitar la oferta de alojamiento digno en la transición sólo podrán ser des natarios de esta oferta hasta por un (1) año. Parágrafo 1°. La Unidad Administra va Especial para la Atención y Reparación a las Víc mas desarrollará programas de prevención de violencia sexual, intrafamiliar y maltrato infan l dirigidas a las familias beneficiarias de la oferta de alojamiento, así como mecanismos de atención y respuesta integral conforme a la Ley 1257 de 2008, la Ley 1098 de 2006 y otras aplicables a la materia. Parágrafo 2°. Las en dades territoriales, a par r de los lineamientos establecidos por la Unidad Administra va Especial para la Atención y Reparación a las Víc mas, deben diseñar estrategias y mecanismos orientados a: 1. Garan zar el acceso efec vo y oportuno de la población en situación de desplazamiento a alterna vas de alojamiento temporal en condiciones dignas. 2. Realizar el seguimiento a las condiciones de habitabilidad de los hogares beneficiados por el programa.


Para desarrollar estos aspectos, la UARIV adoptó la Circular 001 de noviembre de 2013, a través de la cual implementa el Programa de Alojamiento Temporal en la Transición para Hogares Desplazados. Para este efecto, la Circular plantea los siguientes objetivos: 1. La conformación de un equipo de apoyo al trámite de solicitudes de asistencia y atención humanitaria de la UARIV. 2. El componente de alojamiento (dentro de la entrega de atención humanitaria), debe llevarse a cabo dentro del Modelo de Atención, Asistencia y Reparación Integral (MAARIV) y debe tener en cuenta la evaluación de necesidades y capacidades de cada hogar. 3. A través del Programa de Alojamiento se deben realizar las gestiones y solicitudes administrativas con el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio y con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, para que los hogares sean incluidos en los programas regulares de estas entidades. 4. Deben desarrollarse programas de prevención de la violencia sexual, intrafamiliar y maltrato infantil, dirigidos a las familias beneficiarias. 5. También deben impulsarse gestiones para contribuir al acceso a la oferta institucional a través de los procedimientos establecidos en el MAARIV. El Programa de Alojamiento Temporal plantea las siguientes etapas: 

Aplicación de “Encuentro de Fortalecimiento Social en el marco del MAARIV”, que consiste en un espacio de interacción con las víctimas para viabilizar el acceso a servicios a través de rutas de atención de las entidades competentes del SNARIV.

Medición y clasificación de carencias en el Alojamiento. Implica aplicar el Módulo de Asistencia PAARI y en particular una batería de preguntas que permitan conocer las condiciones de la vivienda, el acceso a servicios públicos e identificar condiciones de hacinamiento. La entrega por parte de la UARIV, de atención humanitaria de emergencia a hogares cuya carencia sea grave y urgente, y la entrega de atención humanitaria de transición a los hogares cuya carencia sea leve.

Entrega del componente de alojamiento. Que consiste en transferencia monetaria directa o en las estrategias que defina la UARIV.

Acompañamiento a los hogares: que implica, realizar las gestiones y solicitudes administrativas con el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio y con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, para que los hogares sean incluidos en los programas regulares de estas entidades; desarrollar estrategias de prevención de la violencia sexual, intrafamiliar y maltrato infantil, dirigidos a las familias beneficiarias; y, finalmente, realizar gestiones para contribuir al acceso a la oferta institucional, según las necesidades específicas detectadas mediante el Módulo de Asistencia del PAARI.

Este ciclo de atención del programa concluye con la continuidad de los hogares en la Ruta de Atención, Asistencia y Reparación Integral para las Víctimas, contemplada dentro del Modelo de


Atención, Asistencia y Reparación Integral a Víctimas, MAARIV. Proceso al cual la Unidad debe hacerle seguimiento anual, poniendo énfasis en las condiciones de alojamiento y habitabilidad. 

Referentes Normativos de Alojamientos temporales para víctimas de desastres naturales o antrópicos no intencionales.

Por otra parte, en relación con las víctimas de desastres de origen natural, establece la ley 1523 de 2012, en el artículo 3º, Principios Generales que orientan la gestión del riesgo, en el principio de Preparación (17.), que esta implica “(…) un conjunto de acciones principalmente de coordinación, sistemas de alerta, capacitación, equipamiento, centros de reserva y albergues y entrenamiento, con el propósito de optimizar la ejecución de los diferentes servicios básicos de respuesta, como accesibilidad y transporte, telecomunicaciones, evaluación de daños y análisis de necesidades, salud y saneamiento básico, búsqueda y rescate, extinción de incendios y manejo de materiales peligrosos, albergues y alimentación, servicios públicos, seguridad y convivencia, aspectos financieros y legales, información pública y el manejo general de la respuesta, entre otros (…)”. Así mismo, en el principio de Respuesta (24.), incorpora lo relacionado con los alojamientos (albergues), cuando define la Respuesta como la “(…) Ejecución de las actividades necesarias para la atención de la emergencia como accesibilidad y transporte, telecomunicaciones, evaluación de daños y análisis de necesidades, salud y saneamiento básico, búsqueda y rescate, extinción de incendios y manejo de materiales peligrosos, albergues y alimentación, servicios públicos, seguridad y convivencia, aspectos financieros y legales, información pública y el manejo general de la respuesta, entre otros (…)”. La ley 1523 en su artículo 35, contempla la Estrategia Nacional para la Respuesta a Emergencias como el marco de actuación de las entidades del sistema nacional de gestión del riesgo para la reacción y atención de emergencias. En este sentido, plantea que la respuesta debe enfocarse “(…) principalmente en la optimización de la prestación de servicios básicos durante la respuesta como accesibilidad y transporte, comunicaciones, evaluación de daños y análisis de necesidades, salud y saneamiento básico, búsqueda y rescate, extinción de incendios y manejo de materiales peligrosos, albergues y alimentación, servicios públicos, seguridad y convivencia, aspectos financieros y legales, información pública, información geográfica, el manejo general de la respuesta y definición de estados de alerta, entre otros (…)”. Como desarrollo de la ley 1523, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, desarrolló el Manual de Estandarización de la Ayuda Humanitaria en Colombia, el cual trata en el punto 7, lo relativo a los Alojamientos Temporales. Dicho capítulo contempla los procedimientos mínimos relacionados con refugios y albergues, estableciendo una serie de estándares, basados en fundamentos técnicos y operacionales. Al respecto, el Manual define los Alojamientos Temporales como, “el lugar donde las personas afectadas directamente por emergencia, calamidad de origen natural o antrópico no intencional, pasan un tiempo transitorio y temporal hasta que puedan regresar a sus hogares o ser reubicados”. Señala también que como alojamiento temporal se entiende para el caso de nuestro país, el auto alojamiento temporal,-

23. Por la cual se adopta la polí ca nacional de ges ón del riesgo de desastres y se establece el Sistema Nacional de Ges ón del Riesgo de Desastres y se dictan otras disposiciones.


consiste en el alojamiento donde familiares o amigos, ubicados fuera de la zona afectada por la emergencia, y los subsidios de arriendo temporal, que consisten en un apoyo económico que se otorga con el fin de dar solución de alojamiento a familias afectadas en sus viviendas, que requieran evacuación. Establece también el Manual, los tipos de alojamiento temporal, dentro de los que se cuentan, los toldos, carpas, centros colectivos y alojamientos temporales propiamente dichos. Define además, unos requisitos mínimos de elegibilidad y priorización de familias para la ocupación de los módulos o alojamientos disponibles, la identificación de lugares potenciales para alojamientos temporales, y el equipamiento de servicios públicos. Servicios dentro de los que destacan, agua, energía eléctrica, recolección de basuras, salud, seguridad, transporte público, alimentos, nutrición y aseo, protección, áreas comunes y cercanía a servicios comunitarios como escuelas, mercados, y centros de salud, que busquen la reintegración social de la comunidad afectada. Hace relación también este Manual al diseño de los alojamientos, en aspectos como los módulos, las áreas de terreno disponibles por familia, sanitarios, lavaderos, etc., así como los materiales que se deben utilizar en su construcción y dotación, sumado a la organización y disposición de sus distintas locaciones y áreas comunes. Plantea el Manual una serie de pautas acerca de la forma cómo debe ser ocupado el albergue por parte de las familias y el necesario acompañamiento por parte de las instituciones responsables. Finalmente, resaltan aspectos como la ayuda no alimentaria, los comedores comunitarios, aspectos económicos y de administración, educativos, de salud y la estrategia de salida del alojamiento. Concluye este Manual, destacando las principales funciones y responsabilidades de las autoridades territoriales, con el apoyo de los Comités Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres Naturales, CMGRD, en la instalación y puesta en marcha de los albergues temporales.


A continuaci贸n se presentan las diferentes rutas propuestas:



INICIEMOS NUESTRA RUTA


Construcción de plan que incluya las principales líneas de acción para atender las distintas situaciones priorizadas por el diagnóstico.

3. Plan de Acción: Alternativas para la protección de Derechos por parte del operador humanitario

A nivel territorial

Propuesta de Alistamiento (entendido como un momento previo de activación de la ruta) el cual queda a criterio de los y las lectoras de esta ruta, tomarlo como referente para su aplicación. A nivel interno en el alojamiento

Verificar desde un enfoque de protección el cumplimiento del plan, hacer los correctivos oportunos y valorar los resultados de las acciones, presupuestos, productos y resultados.

4.Acompañamiento y monitoreo por parte del operador humanitario

humanitario.

Promover que la población logre Proyectos de vida con capacidades de resiliencia, autocomprensión como sujetos de derechos y de agenciamiento.

Realizar el análisis de los factores de riesgo y de protección en el alojamiento desde una perspectiva de derechos, de la comunidad en emergencia y la comunidad de acogida/población receptora.

2. Lectura de Contexto

por parte del operador

Propósito

Fases

Contexto Externo

2.

Plan local para la prevención y atención de emergencias y. Desastres por inundaciones y movimientos de masa. Plan de Prevención y Contingencia. Establecer procedimientos para la rápida gestión de alojamientos temporales y Lograr el ingreso de las familias y personas afectadas a los alojamientos temporales.

Coordinación en el Alojamiento Preparación / organización interna del Alojamiento

Criterios generales

Formulación de preguntas por componente.

Planeación Participativa: (1) Rutas de acción/gestión comunitaria: (organización interna y actuación ante instituciones y la comunidad de acogida, organización social y vocería comunitaria), (ii) Ruta de acompañamiento psicosocial y convivencia (iii). Acciones en atención humanitaria, salud y saneamiento (Iv) Ruta de promoción medios de vida (Proyectos de estabilización socio económica y laboral) y (v) Ruta de educación y cultura

Medición de carencias en el alojamiento. Identifica: condiciones de vivienda, acceso a servicios públicos y hacinamiento.

Valoración la situación de las familias. (necesidades y capacidades)

Contexto Interno

1.

Contenidos del diagnóstico participativo:

La comunidad de acogida – receptora participa en todo el proceso de prever, alistar, preparación desde la gestión del riesgo.

Organización por comisiones de trabajo acorde con las necesidades y situación de la emergencia.

Mapeo de actores y rutas de actuación institucional (análisis de capacidades institucionales y comunitarias).

La organización o el operador humanitario, debe conocer y articularse con las instancias competentes y responsables de la prevención y atención de emergencias en el territorio.

La comunidad afectada participa en el momento en que se configura o declara la situación de emergencia. 

Socialización del Diagnóstico.

Factores protectores

Organismos Humanitarios Organizaciones y/o Gestores de la atención en los Alojamientos.

 

Identificar vulnerabilidades Identificación de violaciones

Comité Local de Gestión del Riesgo de Desastres. Comité Territorial de Justicia Transicional

Actores/Instancias Involucradas

Identificar amenazas

Diagnóstico participativo

¿Cómo hacerlo?

Coordinación intersectorial para la Atención de la Emergencia.

Valoración de la capacidad de agenciamiento y autosostenibilidad.

Avances y logros con relación a la cultura de protección y al acompañamiento.

Ruta de salida: implica salida sostenible del alojamiento con inclusión de propuestas educativas, culturales y medios de vida.

Ruta de protección para la atención de la emergencia

Comités de trabajo según líneas estratégicas.

Plan de acción en desarrollo.

Análisis de los riesgos y de los factores protectores para la construcción de una cultura de la protección en el alojamiento.

Resultados Esperados

Proceso de construcción de la Ruta para la Cultura de la Protección en Alojamientos Temporales

El proceso de construcción de la Ruta para la Cultura de la Protección se plantea para efectos de organización en un paso a paso en consideración al desarrollo de las siguientes fases como se resumen a continuación:

III. PROCESO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA RUTA PARA LA CULTURA DE LA PROTECCIÓN


25. En este caso hace referencia a la experiencia de la Corporaciรณn Infancia y Desarrollo respaldada por OIM, quien hizo el papel de operador de la atenciรณn humanitaria de la emergencia en el Proyecto de Alojamientos temporales. 26. Agenciamiento: Implica promover el papel de los actores sociales para la transformaciรณn de una realidad o contextos sociales adversos. CUADRADO V. J.,et all (2013). 27. Esta fase se contemplรณ como un anexo, por ser una propuesta que puede contribuir en la ac vaciรณn y proceso de la ruta.


FASE 1 LECTURA DE CONTEXTO: Como parte de la experiencia y aprendizajes de la CID, las actividades propuestas deben tener siempre un primer acercamiento y referente formativo como una piedra angular en la experiencia de la promoción de la cultura de la protección en los alojamientos temporales. Esta se desarrolla a partir de la generación de capacidades de apropiación conceptual y procedimental de los referentes conceptuales consignados en la ruta, los cuales son el lente que guiara la mirada y la acción en todo el proceso de la ruta. Lo anterior permitirá enriquecer los saberes desde la práctica y la realidad, al integrarlos en cada fase establecida en la ruta. Teniendo presente las consideraciones anteriores, presentamos la propuesta de la elaboración del contexto. Análisis de los riesgos y de los factores protectores para la construcción de una cultura de la protección en el alojamiento.

Diagnós co par cipa vo vinculando la construcción de circuitos de riesgo y de protección. Iden ficar amenazas Iden ficar vulnerabilidades Iden ficación de violaciones Factores protectores Socialización del Diagnós co. Contenidos del diagnós co par cipa vo: Contexto Interno Contexto Externo Valoración la situación de las familias. (necesidades y capacidades) Medición de carencias en el alojamiento. Iden fica: condiciones de vivienda, acceso a servicios públicos y hacinamiento.

Propósito: -Realizar el análisis de los factores de riesgo y de protección en el alojamiento desde una perspectiva de derechos, de la comunidad en emergencia y la comunidad de acogida/población receptora. Resultados esperados: -Análisis de los riesgos y de los factores protectores para la construcción de una cultura de la protección en el alojamiento.


Lectura de Contexto. En el marco de la construcción de la gestión de política pública desde un enfoque de derechos, según Roth (2006) una de las fases clave en el proceso de construcción de la política implica el análisis de situación, la formulación de las líneas de acción, la implementación y la evaluación, siendo fundamental para la formulación, la consulta y aval de las instancias de decisión, fase fundamental para garantizar una gestión adecuada, pues serían insuficientes y poco eficientes, el solo hecho de una formulación acorde con necesidades básicas y definición de líneas estratégicas, sino se cuenta con el compromiso y aval de las instancias competentes para la acción y la inversión de recursos financieros, humanos, técnicos, administrativos, políticos, entre otros. Es importante entonces estimular la construcción del ejercicio de contexto desde un enfoque participativo cuyo objetivo es definir los principales derroteros de trabajo conjunto, respondiendo a la priorización derivada del diagnóstico y análisis de capacidades. Este debe incorpora el análisis de los circuitos de riesgo y de los circuitos de protección, como componentes clave para comprender los factores y comportamientos de la comunidad, en ambos aspectos. En igual sentido, al partir del concepto de cultura de la protección, el estudio de los circuitos de riesgo y de protección debe abordar tres ámbitos diferenciados, niños, niñas, adolescentes y jóvenes, su interacción con los líderes y funcionarios. Debe tenerse en cuenta también el concepto de identificación preventiva, que implica la identificación, análisis y advertencia de riesgos que afectan al alojamiento, al mismo tiempo que este ejercicio permita informar, socializar y sensibilizar sobre los derechos de las personas que allí habitan y las obligaciones del Estado, familia y sociedad a todos aquellos actores sociales e institucionales responsables. En la etapa de identificación preventiva debe tenerse en cuenta el enfoque diferencial, para niñas y adolescentes, NNA pertenecientes a grupos étnicos, o en situación de desplazamiento, así como en condiciones de especial vulnerabilidad o excepcionalmente difíciles. Desde el concepto de cultura de la protección, una vez se cuente con el diagnóstico adecuado de la situación es necesario poner en marcha acciones que conduzcan a fortalecer factores de protección frente a los riesgos identificados, como condiciones o entornos de fortalecimiento del desarrollo en personas, familias y comunidades (internos y externos). En igual sentido, el desarrollo de comportamientos de protección y autoprotección que contribuyan a disminuir el riesgo. Todo ello en un marco de Circuitos de protección, que implicará la interrelación entre

Roth, D. André-Noel. (2006) Polí cas públicas. Formulación, implementación y análisis. Colombia: Ediciones Aurora.


factores de protección y comportamientos protectores, en lo posible con amplia participación de los NNA, las familias, la comunidad y las instituciones garantes de derechos y protección Comportamientos de riesgo: 

Actitudes y acciones que comprometen la propia integridad y la de los demás

Circuitos de riesgo:  

Interacción entre comportamientos de riesgo y factores externos de riesgo Es necesario tomar en cuenta la interacción entre vulnerabilidades individuales y familiares y el impacto de eventos en contextos sociales específicos.

La lectura de contexto desde la cultura de la protección se mide por la forma en la que los grupos sociales perciben y leen sus realidades y actúan en esta y en sus contextos. En este proceso entra en juego los mapas mentales que son los que guían los comportamientos personales; son construidos a través de la socialización, lo cual indica que no son transmitidos genéticamente, ni interiorizados por instintos, sino generados por las personas a través de los mensajes explícitos e implícitos que dan pautas para su construcción. Así mismo implica la promoción y fortalecimiento de factores y comportamientos de protección que permitan potenciar la capacidad y el compromiso de la comunidad, garantizando el goce efectivo de sus derechos. Por último promueve el levamiento participativo del diagnóstico de Circuitos de Riesgo y de Protección: Construir participativamente el diagnosticó del alojamiento, implementando la técnica de recolección de la información por medio del grupo focal. En esta lógica, se considera esencial y necesario el reconocimiento y análisis de la realidad que se traduce en un análisis de situación y contempla la aplicación desde el enfoque de derechos ¿Cómo hacerlo? Lectura de Contexto. La lectura de contexto consiste en un ejercicio concertado en el cual participan actores institucionales, sociales y humanitarios presentes en el territorio, que tiene como propósito, generar un espacio de sinergia y concertación para la acción conjunta entre autoridades, comunidad afectada y organizaciones humanitarias y demás actores interesados, en el que se lleve a cabo un análisis de los factores de riesgo y de protección en el alojamiento, desde una perspectiva de derechos, de la comunidad en situación de emergencia y de la comunidad de acogida o población receptora que habita en el entorno.


Objetivo La lectura de contexto tiene como objetivo unificar criterios entre los diferentes actores participantes, que se exprese en un acuerdo formal de voluntades para abordar la emergencia. Esa unidad de criterios y perspectivas debe nacer del análisis de los riesgos y de los factores protectores para la construcción de una cultura de la protección en el alojamiento. La lectura de contexto también tiene como objetivo identificar las principales problemáticas, necesidades e intereses de la comunidad de llegada y de la comunidad de acogida, de manera que se constituyan en la base del Plan de Acción. Actividades: 1. Diagnóstico participativo La lectura de contexto se lleva a cabo a través de un ejercicio de diagnóstico participativo y la construcción de circuitos de riesgo y de protección que permita a la comunidad y actores interesados en el conocimiento del riesgo y de los factores condicionantes con un enfoque diferencial. En este ejercicio también se valoran aspectos relacionados con las capacidades sociales e institucionales. Como resultado debe llegarse a una calificación del riesgo que permita definir las rutas de prevención y protección. El ejercicio de diagnóstico participativo implicará entonces llevar a cabo una observación de fenómenos estructurales y coyunturales, vulneraciones en DDHH y amenazas, vacíos y debilidades en la presencia estatal y en la cohesión y respuesta social a la violencia, determinando factores de frecuencia e intensidad y grupos sociales más afectados por las vulneraciones. Así mismo, los factores protectores. Contenidos del diagnóstico participativo: El diagnóstico implica llevar a cabo dos tipos de análisis. Por una parte, del contexto interno o del alojamiento, determinando aquellas problemáticas y situaciones particulares e intrínsecas a la comunidad en situación de emergencia en distintas dimensiones: a. Contexto interno: implica la consideración de problemáticas psicosociales (individuales, familiares, enfoque diferencial), la transformación de conflictos, la promoción de diagnóstico de servicios comunitarios y convivencia en áreas comunes, la identificación de factores de riesgo y protección en torno a la salud y saneamiento básico, problemas habitacionales (hacinamiento), problemas organizativos (organización y vocería comunitaria), necesidades e intereses educativos, deportivos, recreativos y culturales.


Por otra parte, un diagnóstico del contexto externo o del entorno, que conlleva la valoración y análisis de dimensiones que tienen que ver con las relaciones de convivencia e interacción de la comunidad en situación de emergencia con su entorno social, es decir, con las comunidades denominadas de acogida o que hacen parte de su entorno social inmediato. a. Contexto externo o del entorno: El análisis del contexto externo y del entorno implica entre otros el reconocimiento y análisis de relaciones de convivencia e interacción con la comunidad del entorno, factores de violencia y delincuencia (presencia de grupos u organizaciones armadas), problemáticas asociadas a reclutamiento y utilización de NNA (consumo de estupefacientes, explotación sexual, etc.), problemáticas asociadas a la subsistencia y proyectos productivos. Relaciones y necesidades de la comunidad frente a la institucionalidad local. Microtráfico y consumo de sustancias psicoactivas, si existiera en la zona, entre otros. Este análisis se puede realizar a través de un ejercicio de cartografía social como se plantea a continuación. 

Cartografía social

La cartografía social implica desde las ciencias sociales y en alta convergencia con los principios de la Investigación Acción Participativa - IAP- el rescate de los sujetos y comunidades como partícipes activos y protagonistas de los procesos de investigación, al ocuparse de la construcción colectiva del conocimiento y tener como principios fundantes la participación, el diálogo, la reflexión acción y la sistematización. Su objetivo es el conocimiento integral del territorio que se asume como el espacio construido por los actores sociales a partir de sus interrelaciones, rituales y simbologías con base en sus vivencias reconocidas colectivamente. Para posibilitar la lectura sistémica de la realidad social. Contenidos Los elementos a considerar son los siguientes: -

Identificación de saberes y experiencias sobre la gestión del riesgo a partir del trabajo con la comunidad en situación de emergencia.

-

Línea del tiempo del territorio. Lo importante es identificar los eventos claves en el territorio como las causas que llevaron a su desplazamiento o reubicación en el alojamiento, aspectos de la organización comunitaria, principales conflictos presentados, actividades económicas, emergencias, que hayan incidido en la transformación del alojamiento. Utilizar como referente la matriz que se presenta a continuación:


MATRIZ DE ORGANIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN Tiempo Meses / Años

¿Quiénes llegaron primero y por qué razones? (desplazamiento forzado, ola invernal, otros)

¿Cuánto hace que llegaron al alojamiento?

¿Quiénes llegaron después y por qué causas?

¿Cómo se organizaron los albergues o módulos familiares para enfrentar problemas como el hacinamiento y problemas de salubridad con la llegada de nuevas familias?

¿Qué cambios ha habido en el alojamiento? (cambios físicos, de servicios, organizativos, culturales, sociales)?

¿Qué riesgos o emergencias se han vivido en el alojamiento desde su llegada?

¿Cómo las enfrentó la comunidad?

Se busca recordar y socializar los principales hitos, rupturas, hechos y situaciones de violencia o emergencias que en un periodo dado afectaron a la comunidad en situación de emergencia. Esta información se incluirá en la matriz de caracterización del escenario de riesgo en los factores de Asentamientos humanos, fenómenos naturales, fenómenos de origen socio-natural, fenómenos tecnológicos y de conflicto armado. 

Mapa de riesgo (amenazas, vulnerabilidades y afectación de derechos), se utiliza como la herramienta que permite sistematizar todo lo que hemos aprendido hasta el momento, pues representa las diferentes percepciones de la comunidad en situación de emergencia sobre sus riesgos y su capacidad de prevenirlos, reducirlos o enfrentarlos.

El mapa de riesgo debe permitir identificar los siguientes aspectos, los cuales se plasmarán en la matriz de caracterización del escenario de riesgo en el contexto interno: 1) Problemáticas psicosociales (individuales, familiares, enfoque diferencial). 2) Transformación de conflictos. 3) Diagnóstico de servicios comunitarios y convivencia en áreas comunes. 4) Problemas de salud y saneamiento básico. 5) Problemas habitacionales (hacinamiento) 6) Problemas organizativos (organización y vocería comunitaria) 7) Necesidades e intereses educativos, deportivos, recreativos y culturales.


MATRIZ DE CARACTERIZACIÓN DEL ESCENARIO DE RIESGO POR CONTEXTO INTERNO Factores de Riesgo

Factores de riesgo priorizados

Consecuencias (Derechos fundamentales amenazados)

Problemáticas psicosociales (individuales, familiares, enfoque diferencial).

Derechos de NNA. Derechos de la mujer

Conflictos comunitarios

Derecho de reunión y participación

Servicios comunitarios y convivencia en áreas comunes.

Violencia intracomunitaria y familiar (integridad física y psicológica)

Problemas de salud y saneamiento básico.

Derecho a la salud

Problemas habitacionales (hacinamiento)

Derecho a la vivienda

Problemas organizativos (organización y vocería comunitaria)

Derechos de participación

Necesidades e intereses educativos, deportivos, recreativos y culturales.

Derecho a la educación, cultura y utilización del tiempo libre

Análisis del Riesgo: relaciona Amenaza, vulnerabilidad, capacidades sociales y respuesta institucional

Valoración del Riesgo (Alto, Medio, Bajo)

Describa en un texto breve Ej: Alto

Ej: Alto

Ej: Alto

Priorización de factores de riesgo por contexto interno.

Una vez se han establecido los principales impactos en los derechos de la comunidad de acuerdo los factores de riesgo que surgen en el interior de la misma, se sugiere pasar a un ejercicio en plenaria para calificar el riesgo con los siguientes criterios. 

Criterios para valorar el riesgo: Riesgo alto: Comunidades en situación de emergencia en Alojamientos transitorios expuestas a factores de riesgo de gran impacto que pueden afectar gravemente los derechos fundamentales de la comunidad y obstaculizar su proceso de recuperación, procesos de convivencia y estabilización socioeconómica, educativa y cultural. Riesgo medio: Comunidades en situación de emergencia en Alojamientos transitorios expuestos a riesgos de impacto medio que pueden afectar o interrumpir alguna de las fases de recuperación y estabilización. Por ejemplo, se frena u obstaculizan procesos de capacitación en proyectos productivos y generación de empleo.


Riesgo Bajo: Comunidades en situación de emergencia en alojamientos transitorios expuestos a factores de riesgo de bajo impacto que pueden generar situaciones que alteren el normal funcionamiento de los programas y acciones implementadas en AHE, recuperación y estabilización socioeconómica, sin llegar a interrumpir o afectar gravemente las condiciones de vida y el goce de derechos de las familias allí asentadas. Priorización y descripción las causas desencadenantes de los factores de riesgo por contexto interno. Una vez se ha hecho la identificación de los principales factores de riesgo relacionados con las circunstancias que afectan la convivencia y condiciones de vida dentro del alojamiento, debe pasarse a hacer una priorización y precisión de cada una de estas situaciones y sus causas. 

MATRIZ DE FACTORES DE RIESGO PRIORIZADOS POR CONTEXTO INTERNO Priorización de factores de riesgo priorizados en el contexto interno Factores de riesgo priorizados

Descripción

Factores condicionantes (causas)

Impactos (consecuencias)

Problemáticas psicosociales (individuales, familiares, enfoque diferencial).

NNA con estrés postraumático

Por haber vivido circunstancias de violencia

Tendencia al consumo de sustancias psicoactivas.

Servicios comunitarios y convivencia en áreas comunes. Problemas habitacionales (hacinamiento)

 Caracterización del escenario de riesgo por contexto externo o del entorno: Para este momento del diagnóstico se retoman los factores de riesgo priorizados en el ejercicio de diagnóstico del contexto interno y se busca orientar la discusión de manera que estos aspectos se conjuguen con los factores externos o que rodean el alojamiento. Para esto se proponen las siguientes actividades:


Análisis del contexto de riesgo externo o del entorno: Herramientas de análisis. Factores de Riesgo en las relaciones de la comunidad en emergencia con la comunidad de acogida o del entorno

Impactos en los derechos de NNA. Derechos de la mujer

Relaciones de convivencia e interacción con la comunidad del entorno

Ej: estigmatización de los habitantes del Alojamiento

Factores de violencia y delincuencia (presencia de grupos u organizaciones armadas)

Relaciones y necesidades de la comunidad frente a la institucionalidad local

Impactos en la convivencia comunitaria y familiar. Impactos en la seguridad (afectación de la integridad física y psicológica)

Impactos en los derechos a la salud, vivienda, educación, alimentación, servicios públicos y saneamiento básico

Valoración del riesgo (Alto / Medio / Bajo)

Alto

Ej: consumo de sustancias psicoactivas; hurtos; amenazas contra integrantes de la comunidad

Problemáticas asociadas a la subsistencia y proyectos productivos Problemáticas asociadas a reclutamiento y utilización de NNA (consumo de estupefacientes, explotación sexual, etc.).

Impactos en los derechos de reunión y participación

Alto

Ej: Desempleo, falta medios de vida y opciones de subsistencia Ej: NNA vinculados con actividades de microtráfico y consumo de sustancias estupefacientes. Niñas afectadas por explotación sexual.

Alto

Medio

Ej: respuesta desarticulada de las instituciones en materia de AHE, y otras necesidades expresadas por la comunidad

Bajo

 Priorización de Factores de Riesgo por Contexto Externo Una vez se han establecido los principales impactos en los derechos de la comunidad de acuerdo con los factores de riesgo que surgen de la relación con la comunidad de acogida o del entorno, se sugiere pasar a un ejercicio en plenaria para calificar el riesgo con los criterios presentados en la priorización de los riesgos internos. Los factores de riesgo identificados deben relacionarse en lo posible con la situación del contexto barrial o comunitario y local o municipal, de manera que sea posible reconocer elementos que se encadenan en las distintas expresiones del riesgo. Por ejemplo, la falta de presencia de autoridades de policía en los alrededores del alojamiento, conlleva la presencia de hurtos y agresiones. Esta debilidad en la presencia policial se debe a la falta de presupuesto y a que se han priorizado otras zonas del casco urbano.

Priorización y descripción las causas desencadenantes de los factores de riesgo por contexto externo Una vez se ha hecho la identificación de los principales factores de riesgo relacionados con el contexto externo de la comunidad, debe pasarse a hacer una priorización y precisión de cada una de estas situaciones y sus causas. De manera que este ejercicio permita sentar las bases para la formulación de los principales elementos del Plan de Acción, en el cual se espera identificar las capacidades de la comunidad y de las instituciones y organizaciones aliadas, frente a cada factor amenazante. 


MATRIZ DE PRIORIZACIÓN DE FACTORES DE RIESGO POR CONTEXTO EXTERNO

Priorización de factores de riesgo identificados Factores de riesgo priorizados

Descripción

Factores de violencia y delincuencia (presencia de grupos u organizaciones armadas)

Presencia de grupos delictivos que intimidan y extorsionan a la población

Factores condicionantes (causas)

Impactos (consecuencias)

Falta de presencia de autoridades policiales

- Expendio y consumo de sustancias psicoactivas

-Connivencia / permisividad de autoridades con delincuentes

-NNA vinculados con actividades ilegales

-NNA en situación de desescolarización Relaciones de convivencia e interacción con la comunidad del entorno

Rechazo de la comunidad del entorno a la presencia del alojamiento

-Comunidad de acogida que desconoce los derechos y circunstancias de la población desplazada y víctima - Comunidad de acogida con circunstancias de desprotección social y pobreza similar o más grave que la comunidad en emergencia.

Problemáticas asociadas a la subsistencia y proyectos productivos

Respuesta institucional desarticulada, tardía y con duplicidad de esfuerzos y recursos, basada en acciones que no permiten acceder a proyectos efectivos que garanticen condiciones dignas de subsistencia

-Señalamientos y amenazas a los pobladores del alojamiento y sus líderes -Estigmatización contra los habitantes y familias que ocupan el alojamiento -Califican a las familias de los alojamientos como oportunistas y aprovechados de las ayudas institucionales.

-Falta de coordinación entre nación – territorio para asumir una respuesta articulada en materia de alojamientos temporales.

-Comunidad y familia reciben AHE tardía e insuficiente, ocasionando deficiencias nutricionales y alimentarias.

- Falta de información y coordinación de organismos humanitarios con autoridades para la atención de comunidades en emergencia.

-Desorden administrativo en la entrega de las ayudas que ocasiona conflictos intracomunitarios

-Proyectos de generación de ingresos implementados sin adecuación socio cultural y conocimiento del contexto económico y sin consultar a las comunidades.

- Cursos de capacitación en acceso al empleo que no garantizan la consecución de empleo en condiciones dignas.


 Resumen análisis de contexto, capacidades sociales e institucionales De acuerdo con los pasos establecidos la idea es que al final del ejercicio de análisis de contexto se cuente con las siguientes matrices diligenciadas:

MATRIZ DE FACTORES DE RIESGO PRIORIZADOS POR CONTEXTO INTERNO Priorización de factores de riesgo priorizados en el contexto interno Factores de riesgo priorizados

Descripción

Factores condicionantes (causas)

Impactos (consecuencias)

Problemáticas psicosociales (individuales, familiares, enfoque diferencial).

Ej: NNA con estrés postraumático

Ej: Por haber vivido circunstancias de violencia y explotación

Ej: Tendencia al consumo de sustancias psicoactivas y a ser revictimizados por grupos armados

Servicios comunitarios y convivencia en áreas comunes. Problemas habitacionales (hacinamiento)

Seguidamente, se trabaja la matriz de priorización del riesgo por el contexto interno, como se presenta a continuación: MATRIZ DE PRIORIZACIÓN DE FACTORES DE RIESGO POR CONTEXTO EXTERNO

Priorización de factores de riesgo identificados Factores de riesgo priorizados

Descripción

Factores condicionantes (causas)

Impactos (consecuencias)

Ej: Factores de violencia y delincuencia (presencia de grupos u organizaciones armadas)

Ej: Presencia de grupos delictivos que intimidan y extorsionan a la población

Ej: -Falta de presencia de autoridades policiales

Ej: - Expendio y consumo de sustancias psicoactivas

-Connivencia / permisividad de autoridades con delincuentes

-NNA vinculados con actividades ilegales

-NNA en situación de desescolarización

Definición de capacidades sociales e institucionales frente a factores de riesgo priorizados.

Este momento consiste en tomar las capacidades sociales que identificó la comunidad en situación de emergencia, así como aquellas establecidas por las instituciones y organizaciones aliadas, frente a cada factor de riesgo priorizado en el ámbito interno y externo. Para el efecto, puede retomarse los ejemplos de factores de riesgo priorizados y calificados como alto, en la lectura del contexto interno y externo.


Capacidades sociales – Institucionales frente a factores de riesgo por contexto interno - externo Factores de riesgo priorizados

Dimensión

Instituciones Organizaciones Humanitarias intervinientes

Comunidad – organización social comunitaria

(Capacidad )

(Capacidad)

Acciones para convertir las vulnerabilidades en capacidades sociales

Contexto Interno Problemáticas psicosociales (individuales, familiares, enfoque diferencial).

Atención

Servicios comunitarios y convivencia en áreas comunes.

Socio jurídica

Problemas habitacionales (hacinamiento)

Salud - Vivienda

Psicosocial

Contexto Externo Factores de violencia y delincuencia (presencia de grupos u organizaciones armadas)

Seguridad

Relaciones de convivencia e interacción con la comunidad del entorno

Educación – cultura – transformación de conflictos

Problemáticas asociadas a la subsistencia y proyectos productivos

Alimentación – nutrición – Medios de vida

La identificación de los factores de riesgo en contraste con las prácticas o medidas con las que puede reducirse la vulnerabilidad, permite que se evidencien las capacidades y potencialidades de los diferentes actores sociales e institucionales intervinientes como la organización comunitaria, los vínculos de solidaridad, el trabajo de redes, la legitimidad de las autoridades, etc. 

Análisis de capacidades institucionales frente a políticas, programas y proyectos institucionales.

Este análisis permite reconocer las políticas, programas y proyectos institucionales y de aliados de cooperación internacional o de organizaciones no gubernamentales formuladas o que vienen desarrollando para enfrentar a la comunidad en situación de emergencia localizada en el alojamiento.


Para llevar a cabo esta valoración es necesario que el equipo facilitador previamente indague con las autoridades del nivel nacional y local acerca de los documentos de política pública pertinentes. Este análisis puede sintetizarse en el siguiente cuadro: CAPACIDADES SOCIALES – INSTITUCIONALES FRENTE A POLÍTICAS, PROGRAMAS Y PROYECTOS PERTINENTES Factores de riesgo priorizados

Dimensión

Política

Programa - Proyecto

Entidad – Instancia responsable

Problemáticas psicosociales (individuales, familiares, enfoque diferencial).

Atención

Atención psicosocial a víctimas de la violencia intrafamiliar y el maltrato infantil

ICBF -

Psicosocial

Prevención de la violencia intrafamiliar y el maltrato infantil

Servicios comunitarios y convivencia en áreas comunes.

Socio jurídica

Casas de Justicia

Asesoría para la resolución de conflictos

Defensoría del Pueblo – Personería municipal

Problemas habitacionales (hacinamiento)

Salud - Vivienda

Atención Primaria en Salud – EPS – SISBEN

Afiliación a servicios de salud

Secretarías de Salud – Ministerio de Salud

Contexto Interno

Política de vivienda de interés social

Asesoría para subsidios de vivienda, reparación administrativa, reubicación, retorno, restitución

Ministerio de Vivienda y Desarrollo Rural - Fonvivienda

Contexto Externo Factores de violencia y delincuencia (presencia de grupos u organizaciones armadas)

Seguridad

Programa de convivencia y lucha contra la delincuencia

Operativos policiales

Comité Territorial de Justicia Transicional – Consejo Local de Seguridad

Relaciones de convivencia e interacción con la comunidad del entorno

Educación – cultura – transformación de conflictos

Proyecto “Ni uno Menos”

Programa cobertura y cupos escolares

MEN – Secretaría de Educación

Problemáticas asociadas a la subsistencia y proyectos productivos

Alimentación – nutrición – Medios de vida

Proyecto Generación de Ingresos y capacitación para acceso al empleo

Inscripción de personas en edad laboral

SENA


FASE 2 PLAN DE ACCIÓN: ALTERNATIVAS PARA LA PROTECCIÓN DE DERECHOS:

Propósito: El Plan de Acción implica adelantar un ejercicio de construcción de un documento o proyecto con las principales líneas de acción para atender las distintas situaciones priorizadas por el diagnóstico. El plan busca que la población se incorpore a un proyecto de recuperación individual, familiar, socio económica, y cultural, a partir de proyectos de vida que les faciliten acceder a capacidades de resiliencia, autocomprensión como sujetos de derechos y agenciamiento. Resultados esperados: Como resultado del Plan de acción y como parte de su ejecución, se espera que se avance en la instalación y puesta en marcha de diferentes comités de trabajo según las líneas estratégicas que allí se definan. El Plan de acción debe plantear una ruta de protección en condiciones de emergencia, así como una ruta de salida, que incorpore estrategias de sostenibilidad. Metodología: La Planeación Participativa La planeación participativa implica un proceso de formulación y ejecución con amplia intervención y discusión por parte de la comunidad y actores responsables. Desde un enfoque de promoción de capacidades y de derechos, se sugiere que esta fase atienda a los múltiples factores propios de la situación de emergencia. A partir del conocimiento de la situación desde el diagnóstico participativo, se pretende identificar, desarrollar, fomentar y mantener el control y poder que las personas, las familias y la comunidad a través de un ejercicio de planeación que contempla alternativas de acción y solución a los problemas logrando ciertas líneas de continuidad y sostenibilidad, a corto, mediano y largo plazo.

Desde el ejercicio de planeación participativa, se busca generar bienestar de la comunidad, atendiendo a situaciones particulares, necesidades e intereses propios frente a la emergencia, comprendiendo factores de tipo material, educativo, socio jurídico, de salud, medio ambiente y proyección socioeconómica, así como diversos factores de tipo psicosocial en general. Así, se busca de manera colectiva, la construcción de alternativas en el marco de una distribución equitativa de los recursos existentes, el reconocimiento de capacidades, potenciando y promoviendo la acción colectiva, y la acción conjunta en pro del desarrollo personal, social y comunitario, tratando de superar la situación de crisis generada por la emergencia.


Orientaciones para la planeación participativa.

Para efectos de esta Ruta que promueve una cultura de protección desde la estrategia de Alojamientos Temporales, se consideran principios orientadores los siguientes: 1. Sentido de la Comunidad como principio base para procesos de participación. 2. Diagnóstico participativo. Punto de partida 3. Intención de mejora y transformación 4. Negociación, mediación y dialogo de saberes. 5. Organización y acción colectiva 6. Desarrollo de potencialidades y recursos El desarrollo y consideración de estas orientaciones clave para el proceso de planeación participativa, implica en primer lugar aludir al concepto de comunidad citado por Lara y Ocampo (2002) : “La comunidad es definida como una unidad social cuyos miembros participan de algún rasgo, intereses, elemento o función común, con conciencia de pertenencia y sentido de solidaridad y significación; situados en una determinada área geográfica en la cual la pluralidad de personas interacciona más intensamente entre sí, que en otros contextos”. Desde esta perspectiva la dinámica de planeación debe contemplar:    

Condiciones materiales de infraestructura física y de servicios. Características, intereses, necesidades y condiciones individuales y sociales de sus habitantes. Autonomía de los actores y la comunidad. Realizaciones en términos de derechos y capacidades.

Su organización interna y formas de relación. El reconocimiento de agentes y condiciones externas que le influyen Procesos de comunicación, coordinación, cohesión y conflicto que la condicionan internamente. Trayectoria histórica, social y cultural (valores y creencias). Normatividad y formas de funcionamiento, su inserción en la dinámica social, económica, política e institucional de su territorio.

   

Teniendo en cuenta estas consideraciones iniciales, se espera entonces que un proceso de planeación participativa, aporte al desarrollo de la comunidad, en la medida en que se conjugan los esfuerzos de una población en alianza con los esfuerzos gubernamentales para mejorar condiciones de vida en el nivel individual, familiar, comunitario y social. Esta perspectiva, exige la convergencia de esfuerzos en términos de formación personal y social, un enfoque integral de atención, una relación estrecha entre actores e instancias clave, y la efectiva prestación de servicios de apoyo.


De esta forma, la implementación de una planeación lograda de manera participativa, aboga por el desarrollo de la comunidad, potenciando al máximo procesos organizativos, educativos y de gestión que posibilitan la acción comprometida y participativa permanente en el marco de una dinámica democrática y autónoma. Proceso de Planeación Participativa: Elaborando Planes de Acción para una Cultura de Protección Integral en los Alojamientos La elaboración de planes de acción de forma participativa, implica considerar en principio un proceso de toma de decisiones colectivo, una planeación de la acción conjunta, y la definición de resultados esperados en coherencia con lo planeado. Siguiendo la propuesta de Mariño G. (1998), se sugiere considerar las siguientes preguntas como orientadoras del proceso. Aspecto que, como puede observarse, ha sido desarrollado en las Fases anteriores de esta Ruta: Preguntas orientadoras.

 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17.

¿Cuáles son los principales problemas (…), en este momento? ¿Cómo, quiénes y cada cuánto, realizaría la acción, el control y la evaluación? ¿Qué tareas/ acciones y en qué orden, deberían realizarse para resolver el problema? ¿Ordene, con base a la importancia y la urgencia, los problemas principales. Seleccione, el problema más urgente y más importante. ¿Cuáles son las causas del problema? ¿Cuáles serían las alternativas concretas de solución? ¿Cuál es la historia del problema? ¿A quiénes perjudica más el problema? ¿Beneficia a alguien? ¿Con cuáles recursos y capacidades cuenta la comunidad al interior para solucionar estos problemas? ¿Deberían buscarse recursos humanos y financieros por fuera de la comunidad? ¿Dónde se podrían conseguir? ¿Se requiere dinero para resolver el problema? ¿Si es así, cuánto costaría? ¿De dónde lo podemos obtener? ¿Cómo deberían realizarse las tareas para resolver el problema? ¿Cuánto tiempo se necesitaría para realizar cada una de las tareas? ¿En qué lugares se realizaría cada una de las tareas? Analice los diferentes caminos para resolver el problema ¿Quiénes deberían participan en cada una de las tareas?


Paso a paso en la construcción del Plan de Acción Se sugiere considerar los siguientes pasos para la elaboración colectiva del plan de acción, en un ejercicio participativo de planificación y organización de la comunidad en el Alojamiento Temporal: 1. Partir del diagnóstico: En este punto es fundamental y como base, lo ya desarrollado en la fase anterior, consistente en el análisis de la situación, y la priorización derivada del análisis de situación tanto del contexto externo como en el alojamiento. Aquí se parte en realidad de los resultados del diagnóstico. 2. Identificación de objetivos de acción: los objetivos constituyen la expresión de los que se espera alcanzar mediante la gestión interna de la comunidad, y la gestión institucional e interinstitucional que se concierte. Esto de acuerdo con el diagnóstico y con el cumplimiento de responsabilidades y los compromisos establecidos en el Acuerdo de Voluntades. 3. Definición de resultados esperados: estos hacen referencia a lo que se espera lograr derivado de los objetivos y acciones establecidas, y son el efecto de la planeación y las tareas asignadas. Cada resultado esperado debe ser definido en forma precisa y debe contemplar actividades e insumos que demanda. 4. Definición de estrategias y actividades. Consiste en la identificación y definición de metodologías propias que permitan el desarrollo, seguimiento y manejo eficaz de medios y tareas para el logro de objetivos y resultados esperados. Las acciones corresponden a aquellas tareas que deben realizarse en secuencia o conectadas, utilizando determinados insumos con el fin de cumplir los objetivos. 5. Definición de tiempos y responsables: Constituye la fijación de tiempos determinados para la realización de las tareas o actividades, la consecución de insumos. Así como la definición de los responsables encargados de liderarlas. Establece compromisos institucionales, sectoriales y personales frente a cada acción. Esto implica la participación comprometida y activa de todos los actores involucrados (institucionales, organizativos, comunitarios). 6. Definir insumos necesarios para la gestión. Indica la disponibilidad o aporte en términos de información, recursos y rutas de gestión humana, técnica- administrativa, física y financiera en desarrollo de las actividades propuestas para el adecuado cumplimiento de los objetivos propuestos. 7. Seguimiento y Evaluación. Proceso que debe ser permanente e implica un proceso de formación desde el comienzo de la planeación misma. Esto es formación- retroalimentación permanente que permiten examinar el cumplimiento de propósitos, el alcance de las acciones y los compromisos de los sectores participantes en la gestión en favor de la mejora de condiciones de vida de la población en el Alojamiento.


8. Definición de Fuentes de Verificación: Se refiere a aquellos factores considerados claves para comprobar el nivel de cumplimiento de los objetivos y el alcance de los resultados esperados planteados. Estos son insumo fundamental para el proceso de seguimiento y evaluación. Para ello se sugiere definir áreas clave para verificar objetivamente el estado del plan de acción, mediar el cumplimiento y los avances de las actividades del mismo. Esto se debe realizar en términos de procesos y productos que deben cuenta de una visión integral de la ejecución del plan de acción. 9. Proyección de la Salida. Este punto implica contemplar aspectos clave considerados inherentes al proceso de salida de la población de la situación de emergencia, y se plantean en términos de sus logros y fortalecimiento de capacidades psicosociales (logro de autonomía, independencia, capacidad de autogestión, resolución de conflictos, proyecto de vida), en términos socio jurídicos en el fortalecimiento del conocimiento y apropiación de sus derechos, defensa, promoción y exigibilidad; en relación con mejora de condiciones básicas de salud, educación, cultura, recreación y deporte en términos del rescate de lo propio, la expresión y replica de prácticas significativas, así como la mejora en el acceso a servicios en estos campos. Instrumentos de apoyo a la Planificación Matriz de Planificación. Constituye un esquema que se sugiere para visualizar el plan concertado, de acuerdo con periodos de tiempo, consideración de recursos y responsabilidades, establecidas de manera colectiva: Anexo: Plan de acción Plan de acción Objetivos

Resultados Esperados

Actividades

Insumos/ Recursos

Fuentes de Verificación

Responsables


RUTAS DE ACTUACIÓN POR FACTORES DE RIESGO PRIORIZADOS. Problemas / Factores de Riesgo Priorizados

Ruta de actuación

Actividades

Deficiente respuesta institucional

Organización social y vocería comunitaria

Organización social

Ausencia de organización interna y liderazgo Problemas de convivencia

Actuación ante instituciones Relaciones con la comunidad de acogida o del entorno

Mecanismos de transformación de conflictos

Ruta de acompañamiento psicosocial y convivencia

Prevención de la violencia intracomunitaria

Estigmatización a comunidad en emergencia Violencia intrafamiliar, violencia de género, maltrato infantil

Prevención de la violencia intrafamiliar, de género y maltrato infantil Entrega de AHE tardía e inadecuada

Atención Humanitaria de Emergencia y Transición

Insuficiencia de servicios básicos (agua, servicios sanitarios). Riesgo de propagación de enfermedades prevenibles

Salud y saneamiento básico

Atención primaria en salud – saneamiento básico

Desempleo, informalidad, vinculación a actividades ilegales

Medios de vida

Proyectos de estabilización socio económica y laboral

Falta de cobertura y calidad en la prestación del servicio educativo

Educación y Cultura

Programa Secretaría de Educación - MEN

Proyectos educativos que no toman en cuenta enfoque diferencial y de factores de riesgo que afectan a los estudiantes

Matriz de Seguimiento y Evaluación Una opción puede ser atender al seguimiento de aspectos clave en el proceso de planeación e implementación del plan, así: El área de participación

Implica identificar niveles de compromiso, participación activa y regular de los actores, sectores e instancias involucrados.

Opciones de verificación: -

Identificación de actores participantes, considerando permanencia y cumplimiento de funciones.

-

Identificación de roles e intervenciones particulares de los actores (liderazgo, decisión, apoyo, asistencia, etc.).

Reconocimiento de influencias e interacciones en términos de alianzas, acciones conjuntas logradas, etc. El área de gestión: Implica procesos en la vía de la acción y la gestión organización y cumplimiento de tareas establecidas en los planes.

El área de formación – información Se considera inherente al proceso desarrollado en cumplimiento del plan de acción. Esto es en el marco de su desarrollo, se sugiere un proceso de formación e información permanente desde el enfoque de derechos, la atención y la protección integral, así como la gestión eficiente en cumplimiento de los objetivos establecidos. La información requiere adecuados canales de comunicación, divulgación y promoción con datos e información actualizada, oportunidad, pertinencia y celeridad.

Opciones de verificación: -

Cumplimiento de la agenda de trabajo a corto, mediano y largo plazo.

-

Verificación de la existencia de equipo y comisi0nes de trabajo

-

Realización de ejercicios periódicos de retroalimentación – reuniones, reportes , informes de trabajo, y rendición publica

Opciones de verificación: -

Procesos de formación diseñados e implementados

-

Participantes en procesos de formación.

-

Criterios de participación activa comunitaria desde un enfoque de dialogo de saberes, distante de la educación tradicional – magistral.

Acceso y conocimiento de sistemas de información conectados con procesos formales que dan cuenta de la situación interna y externa del Alojamiento – población en emergencia.


FASE 3 ACOMPAÑAMIENTO Y MONITOREO Propósito: Verificar desde un enfoque de protección el cumplimiento del plan, hacer los correctivos oportunos y valorar los resultados de las acciones, presupuestos, productos y resultados. Resultados esperados: Avances y logros con relación a la cultura de protección y al acompañamiento. Valoración de la capacidad de agenciamiento y autosostenibilidad. Metodología: Formulación de preguntas por componentes. El Acompañamiento y monitoreo: Oportunidad para alcanzar logros La Fase de Acompañamiento es también un proceso de formación que parte del reconocimiento de las capacidades de las personas, las comunidades, las familias, las organizaciones e instituciones involucradas en un proceso de protección integral derivado de un plan de acción. Este proceso parte igualmente de la responsabilidad de generar desarrollo de condiciones y capacidades adecuadas para lograr los objetivos propuestos y resultados esperados. Se relaciona con los descubrimientos e identificación del diagnóstico que permite ver fortalezas y debilidades, así como el reconocimiento de las capacidades y limitaciones en todos los campos. En esta perspectiva, el acompañamiento puede ser de tipo psicosocial en torno al fortalecimiento personal, familiar, comunitario y social de factores psicológicos y sociales que confluyen en la configuración de situaciones, comportamientos, interacciones y relaciones internas de la comunidad del Alojamiento. Igualmente da cuenta del acompañamiento en términos técnico- administrativos- financieros que pueden promover el adecuado desarrollo y ejecución del plan de acción, así como los avances y resultados esperados en el proceso de construcción de la protección integral. Esto implica una mirada que trasciende el asistencialismo y la atención de primer orden, para pensarse en términos de formación permanente y fortalecimiento de capacidades, que se espera


deriven en desarrollo de libertades personales y sociales; así como de procesos que desde una gestión más pragmática aluden a la autogestión familiar y comunitaria, autonomía, interdependencia, coordinación y gestión interinstitucional e institucional en el ámbito del desarrollo de la estrategia de los Alojamientos Temporales. En este orden de ideas el Acompañamiento, tiene el propósito de promover escenarios significativos y fortalecidos en términos de la vivencia de una vida digna en el marco de derechos que dentro del alojamiento en respuesta a la superación de la situación de emergencia. La Corporación realizó en desarrollo de la estrategia formativa talleres con funcionarios. Líderes y lideresas, niñas, niños y adolescentes. Los propósitos centrales fueron sensibilizar y cualificar a las personas participantes frente a la importancia de la cultura de la protección. La metodología atendió al enfoque diferencial y de responsabilidades frente al establecimiento de la cultura de la protección; de manera que frente a los funcionarios se buscó el reconocimiento de sus responsabilidades como representantes del Estado en los territorios; con los líderes, lideresas, niñas y niños se buscó profundizar en el reconocimiento de sus capacidades y habilidades para enfrentar el riesgo desde su papel como autoprotectores y participantes en los circuitos de protección. Además, con los infantes se enfatizó en la habilidad de expresión de sentimientos como capacidad resiliente. Otro aspecto metodológico desarrollado con todos los actores fue la elaboración de mapas de riesgo que identificaran no solo las amenazas sino las potencialidades de las comunidades y el Estado como factores protectores.Los funcionarios identificaron en estas actividades estrategias de protección, la manera de construir circuitos de protección y circuitos de riesgo e identificaron los diferentes programas, proyectos y servicios institucionales. Conceptualmente se buscó la apropiación de la cultura de la protección, factor de riesgo, factor de protección, circuito de riesgo y circuito de protección. En síntesis, la Corporación desarrolló procesos de formación en perspectiva de actor, buscando desde un enfoque de derechos, gestión del riesgo y psicosocial, que todas las personas desde su responsabilidad y capacidad apropiaran elementos conceptuales y metodológicos que permitieran la construcción de una cultura de la protección.Y para ello, fortaleció en la comunidad de los albergues habilidades resilientes y de autoprotección.


Condiciones de las redes sociales Procesos de fortalecimiento y conformación del trabajo en red pueden ser de apoyo y acompañamiento en los términos citados anteriormente. De esta forma vale la pena rescatar las condiciones y la concepción de red en un sentido sistémico como un campo de relaciones e interacciones de apoyo y soporte social entre diferentes actores, que trasciende la lógica de comunidad pues extiende sus vínculos más allá de la capacidad interna de las comunidades. Estos aspectos deben complementarse con las condiciones que, según Itriago e Itriago (2000), son parte esencial de una red social los cuales se presentan a continuación.           

Ser independientes de sectores gubernamentales, empresariales o que en general representen intereses ajenos a los de la comunidad en la cual surgen. Ser representativas, en el sentido de responder a los intereses que pretenden apoyar, a la vez que sus dirigentes deben provenir de campos ligados a ellos. Ser participativas. Todos sus miembros deben tener la posibilidad de intervenir en el logro de sus objetivos. Tener una organización horizontal. Es decir, no suponen sistemas jerárquicos. Promover y proteger valores, pero no imponerlos. Ser activas e interactivas. La red es una estructura dinámica en relación con otras semejantes. Ser estables. Tienen una cierta permanencia. Ser “transparentes”, en el sentido de que sus actividades y motivaciones son conocidas y explícitas. Ser flexibles, a fin de poder responder y adaptarse a las cambiantes circunstancias del entorno y a sus demandas. No ser lucrativas. Sus objetivos son los de la comunidad, no los fines personales de sus miembros. Estar en sintonía con la comunidad. Ésta es una característica fundamental en las redes comunitarias, que de otra manera no podrían considerarse como tales.

Las redes pueden convertirse en una estrategia de apoyo y acompañamiento del proceso en un sentido constructivo en tanto se orienten a esta labor de fortalecimiento, formación y acompañamiento desde la confluencia de actores clave en cada uno de los procesos y dimensiones de construcción de la ruta de protección. Cabe señalar su diferencia con las comisiones o mesas/grupos de trabajo que se concentran en labores de gestión, atención y asistencia de primer orden y en desarrollo del plan de acción propiamente dicha. Ahora bien, el Monitoreo puede estructurarse en el marco de la sugerencia del apartado de seguimiento y evaluación que se propone asociado al desarrollo del plan de acción, pero también puede estructurarse en simultaneo con la planeación participativa, que verifica el cumplimiento de objetivos y resultados esperados en una lógica bien sea de grandes áreas, o en una de seguimiento una a una de las líneas trazadas y los objetivos propuestos.


Un instrumento de apoyo a esta labor puede ser el siguiente: MATRIZ PARA EL SEGUIMIENTO PERIÓDICO Objetivo

Resultado Esperado

Meta

Logro a periodo de corte- Fecha

Logro a Fecha:

Alcance a fecha término de lo proyectado - Fecha

Corto Plazo

Mediano Plazo

Largo Plazo

El logro se debe plantear en términos cuanti-cualitativos para dar cuenta de datos duros y blandos que den respuesta a visión de proceso y resultado desde una perspectiva integral tanto de la planeación como del seguimiento, propiamente dicho.  Las fechas de corte se plantean de acuerdo a la proyección y termino del Plan de Acción Establecido.  Lo ideal sería lograr hacer 3 cortes para realizar seguimiento en un marco de verificación e identificación de grados de cumplimiento. 

La finalidad última del monitoreo es constituirse en un sistema que en la lógica del dúo acompañamientoseguimiento, logre identificar las condiciones y situaciones de ajuste a tiempo, así como información para la toma de decisiones pertinente y oportuna, la retroalimentación del proceso, la identificación de experiencias significativas y la visibilización entre otras de lecciones aprendidas. De este modo se rompe el esquema netamente técnico de la verificación en una lógica de vigilancia y control que cohíbe los procesos participativos. Una estrategia que apoya esta visión más cualitativa, por decirlo en términos de promoción de la gestión y los procesos ligados al desarrollo del plan de acción, puede estar asociada con encuentros de socialización periódica con la comunidad, de tal manera que pueda sostenerse el tono participativo de manera permanente. Por ello se sugiere, sostener los tres momentos claves, en una primera fase de avance del plan, a nivel intermedio y al final del proyecto- termino del resguardo en Alojamiento temporal, danto cumplimiento normativo y a los acuerdos establecidos desde la primera fase de Declaratoria de Emergencia.


FASE 4 RUTA DE SALIDA La Ruta de Salida corresponde a la proyección de desarrollo personal, familiar, comunitario y social posterior a la situación de emergencia. Una vez se ha superado la situación de crisis. Implica el logro de un estado de estabilidad que permiten posibilidades de autonomía, autoges ón, independencia y proyección personal y social. Esta ruta implica la evaluación previa de los resultados del plan de acción implementado, revisando la superación de las situaciones iden ficadas en el mapa de riesgos con el fin de determinar lecciones aprendidas, recomendaciones para implementaciones futuras y principales logros alcanzados. Las salidas del proyecto son fundamentales en la evaluación, porque son el referente que define el acierto de las acciones cuando se las contrasta con los obje vos e indicadores formulados en el inicio del plan. Esto implica considerar igualmente desde una visión integral de la protección, factores socio jurídicos, psicosociales, proyección de medios de vida, logros en términos de salud, educación y cultura, así como acceso a los servicios básicos. Una herramienta de apoyo que permite iden ficar cómo está la ruta de salida, finalizando la propuesta de atención y protección integral es el estudio de caso, el cual, aporta a la explicitación de logros no esperados y a la re significación simbólica y materialización de los obje vos del plan de acción establecido y ejecutado. En úl mas se espera un proceso de fortalecimiento comunitario y social a mediano y largo plazo en el marco de un proceso de inclusión sostenible, el cual exige personas, grupos familiares y comunitarios apropiados, autónomos, claros en su proyecto de vida y con capacidad de esfuerzo, tolerancia a la frustración y capacidad de constancia, disciplina y perseverancia para enfrentarse a situaciones adversas, así como visión para iden ficar oportunidades y caminos de proyección. Este ideal de salida, implica entonces considerar la posibilidad de un procesos de acompañamiento y seguimiento post – situación de emergencia y salida del Alojamiento. En este orden de ideas, el propósito de esta Ruta de Salida, implica el proceso de acompañamiento y preparación de la población afectada por la situación de emergencia para lograr autonomía personal y emancipación de la situación en pro de su desarrollo integral, y su par cipación ac va en procesos de inclusión social y laboral. En esta línea pueden iden ficarse ciertos apoyos a este proceso de logro de autonomía y de emancipación que se espera se materialicen en una ruta de salida.


1. Apoyo personal: Comprenden acciones individualizadas formativas y de acompañamiento que pretende proporcionar un soporte personal planificado y acorde con las necesidades y particularidades identificadas, buscando posibilitar y potenciar el desarrollo personal desde su situación particular. 2. Apoyo familiar y comunitario: Se refiere al conjunto de acciones de apoyo psicosocial orientadas al fortalecimiento de capacidades de las familias para promover el desarrollo integral de sus miembros y como grupo familiar en sí mismo. Igualmente, el fortalecimiento de las comunidades que se cuidan en un marco de ética relacional y del cuidado que se proyecta en relaciones que canalizan adecuada comunicación y acuerdos de convivencia. 3. Apoyo en proceso de retorno o en la reubicación de residencia. Implica acciones relacionadas con el reconocimiento del territorio, la superación de situaciones de riesgo y vulnerabilidad de los terrenos y zonas físicas de ubicación de residencia posible. Esto comprende promover a nivel local, social, comunitario la construcción de zonas seguras (construcción de muros de contención, trabajo en desagües, apertura de caminos, etc.). Exige acción integral de carácter local, social y comunitario con el fin de generar condiciones que favorezcan el retorno o posible reubicación en un marco de proyección y desarrollo de un modo de vida seguro, responsable e integrado en un contexto de convivencia normalizado, y garantía de acceso a vivienda y convivencia digna y suficiente. 4. Apoyo formativo laboral: Hace referencia al apoyo en procesos de capacitación, reconocimiento vocacional, lectura de contexto e identificación de oportunidades. Implica formación y desarrollo de habilidades, conocimientos para favorecer la integración social y laboral acorde con las condiciones y proyección del territorio en este campo. Proceso que va acompañado de gestión interinstitucional, social e intersectorial con el fin de abrir el espectro de posibilidades de inserción laboral. 5. Apoyo administrativo y financiero: Proceso exigente para la institucionalidad y la comunidad en términos de promover apoyo en medios administrativos o financieros que aporten a acciones de autogestión que requieren en un primer momento un impulso y fomento de medios económicos transitorios y temporales. Recursos y estrategias que se espera sean gestionados de manera autónoma e independiente con el fin de favorecer el inicio, desarrollo de proyectos productivos que generen cierta independencia económica. Aquí aplican estrategias provenientes de la economía solidaria y procesos de cooperativismo, apoyo con capital semilla, etc.


PROYECTO DE VIDA. Logro esperado en una Ruta de Salida. El plan de vida, se entiende como una acción realizada por personas, grupos familiares y comunidades con el proposito de identificar un horizonte. El plan de vida, puede elaborarse considerando dos grandes áreas que pueden orientar la identificación de propósitos, definición de metas e ideales de vida en conexión con las condiciones reales, la motivación y oportunidades del medio próximo – familiar- comunitario- social. 1. Área de Desarrollo personal: alude a la dimensión personal y se relaciona con procesos cognitivos, afectivo- emocionales, sociales y comunicativas, psico físicas y de salud, valorativas, actitudinales y aptitudinales. 2. Área de adaptación e integración social: que concierne a la consideración de la mejora de contextos significativos para personas y familias en todo el curso de vida como son el contexto familiar, el contexto educativo, el contexto laboral, el contexto de vivienda, el contexto comunitario, el contexto social, el contexto lúdico- recreativo y cultural. Los anteriores elementos, se consideran aspectos básicos a contemplar a la hora de revisar la vida en términos de un nuevo buen comienzo, con reconocimiento de capacidades, conciencia de los aprendizajes acumulados a lo largo del curso de vida, lecciones aprendidas de la experiencia suscitada por la emergencia y la visión de la vida que se quisiera vivir ,reflexión crítica de la realidad, posibilidades de transformación social.


En el marco de los proyectos sociales y orientación del desarrollo personal, se encuentran múltiples opciones para apoyar el proceso de construcción de un proyecto de vida. Para efectos de estas orientaciones en el marco de la promoción de una Cultura de Protección, se sugiere considerar los siguientes pasos, sin que estos se constituyan en una prescripción, sino un marco orientador de la reflexión y la acción. El objetivo es reconocer el punto de partida y las bases con las que se cuenta para construir un proyecto individual o colectivo. Pasos para la construcción de un Proyecto de Vida: 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Reconocimiento de capacidades, fortalezas, debilidades personales (familiares y comunitarias) Revisión de la historia de vida y trayectoria personal (familiar, comunitaria). Caracterización del estado actual individual y colectivo (personal, familiar y comunitario). Reflexión desde las esferas del Ser, Estar, Hacer y Tener. Proyección de sueños e ideales Proyecto de vida: Implica reconocer ¿cuál es mi realidad? ¿cuáles son mis sueños? ¿qué esfuerzos debo realizar?¿qué pasos debo dar?¿En qué tiempos puedo alcanzar los sueños?


ANEXO: Esta fase se propone como el insumo previo a la activación de la ruta y desde el cual las personas que retomen los momentos metodológicos propuestos a lo largo del documento, lo consideren como el eje articulador que mejorara las acciones desde el lugar de los derechos para el favorecimiento de una cultura de la protección en los alojamientos temporales. ALISTAMIENTO: Propósito: Identificar proceso de Coordinación intersectorial para la Atención de la Emergencia a nivel territorial. Lograr Coordinación interna en el Alojamiento y Preparación / organización interna del Alojamiento. Resultado esperado: · · ·

Plan local para la prevención y atención de emergencias y. Desastres por inundaciones y movimientos de masa. Plan de Prevención y Contingencia. Establecer procedimientos para la rápida gestión de alojamientos temporales y lograr el ingreso de las familias y personas afectadas a los alojamientos temporales.

Actores e Instancias involucradas · · · · · ·

Comité Local de Gestión del Riesgo de Desastres. Comité Territorial de Justicia Transicional Organismos Humanitarios Organizaciones y/o Gestores de la atención en los Alojamientos. La comunidad afectada participa en el momento en que se configura o declara la situación de emergencia. La comunidad de acogida – receptora participa en todo el proceso de prever, alistar, preparación desde la gestión del riesgo.

Estos actores e instancias son las claves para la construcción y desarrollo de la gestión de la ruta en la totalidad del proceso (fases). La fase de alistamiento, comprende el momento inicial en el proceso de configuración de la protección integral de la población en situación de emergencia. Implica en primera instancia, el reconocimiento del cumplimiento de la normativa y obligaciones estatales en el territorio.


¿Cómo hacerlo? Esta fase implica la inducción del proceso al equipo de trabajo y comunidad en general con el fin de preparar bien sea la llegada, y/o el proceso de adaptación y acogida en el Alojamiento de la población afectada, promoviendo una contextualización, sensibilizando y promoviendo unos primeros acuerdos y principios básicos de funcionamiento. Esto implica una primera aproximación al contexto, características y condiciones de la población y comunidad afectada, como punto de partida para promover el funcionamiento del Alojamiento. Y de manera simultánea implica la organización o el operador humanitario, debe conocer y articularse con las instancias competentes y responsables de la prevención y atención de emergencias en el territorio. Por lo tanto es válido iniciar aquí el proceso de Mapeo de actores y rutas de actuación institucional (análisis de capacidades institucionales y comunitarias). Frente a esto se sugiere considerar los siguientes aspectos: a. Identificación de actores claves. Mapeo de actores/ instancias. Aliados estratégicos sociales e institucionales. El alistamiento implica en primer lugar, reconocer e identificar los actores e instancias clave del territorio afectado, esto implica a nivel institucional de gobierno, así como organizaciones sociales y comunitarias de base que puedan aportar a la atención y la protección integral: 1. Institucionales - Instancias del gobierno local como el jefe de gobierno –alcalde-, secretarias de gobierno local como (secretaria de desarrollo social, de gobierno, salud, educación y Cultura), oficinas de atención de emergencias y desastres, si las hubiere, entre otras. - Organizaciones no gubernamentales. - Organizaciones de cooperación internacional y de ayuda humanitaria. 2. Organizaciones sociales y comunitarias - Organizaciones sociales y comunitarias como juntas de acción comunal, grupos de participación comunitaria, asociaciones civiles, asociaciones de padres, asociaciones de usuarios, grupos de voluntariado y ayuda social, asociación de madres comunitarias, grupos familiares, grupos juveniles, redes, etc. -

Líderes y personajes destacados en la comunidad afectada, referida a su perfil, capacidad de convocatoria, posibilidad de organización, capacidad de comunicación y relación con otros, capacidad para reflexión y juicio autocrítico, capacidad de cooperación y acción con otros, voluntad y disposición de aprender, y apoyar.


-

Alianzas, redes, consejos. Estas implican el reconocimiento de Instancias de acción conjunta, consultoría y asesoría: Consejos de Política social, mesa de infancia y adolescencia, comités técnicos de atención de desastres, comités participativos, etc.

Igualmente, este proceso de Alistamiento y Encuadre, implica el reconocimiento de actores clave institucionales, sociales y comunitarios, que actúan con independencia y autonomía, no necesariamente ligados a grupos organizados como por ejemplo, líderes comunitarios, madres y padres de familia, jóvenes, maestros, profesionales y miembros de la comunidad en general que pueden aportar en un proceso de atención integral de diferente orden. Derivado de este proceso resulta un mapeo de capacidades institucionales y alianzas estratégicas, cuya finalidad consiste en brindar información e identificación de posibilidades de apoyo y acción en favor de la atención integral de la emergencia, así como la identificación de alianzas y asociaciones que pueden potenciar y proyectar un mayor efecto e impacto de la atención territorial, considerando las propias capacidades del territorio la población. En el cuadro No. 1 se presenta una propuesta para registrar la información recabada en torno a actores e instancias. INSTRUMENTO SUGERIDO PARA MAPEO DE CAPACIDADES INSTITUCIONALES Y ALIANZAS ESTRATÉGICAS Datos básicos del territorio y comunidad de la emergencia Municipio

Actores Instancias

Institucionales Gubernamentales No gubernamentales Del nivel Nacional Internacionales Organizaciones de ayuda humanitaria Organizaciones Sociales y comunitarias Alianzas/Consejos/Redes (Miembros

Responsabilidad Funciones

Corregimiento

Vereda

Barrio

Otro

Capacidades

Datos de contacto

(decisión, consultoría, movilización, comunicación, operación)

Nombre de Enlace + mail

Dirección/tel.

Observaciones


a. Reconocimiento de capacidades institucionales para abordar la ruta. Preparación y respuesta. Seguido al mapeo de actores e instancias clave del territorio y de la comunidad en emergencia se propone identificar capacidades institucionales, y para ello se sugiere realizar un ejercicio detallado de capacidades en un sentido detallado que permita conocer las posibilidades de acción en términos de las dimensiones socio jurídica, psicosocial, salud y salubridad, alimentación-nutrición, medios de vida, educación; cultura, recreación y deportes. Vale referenciar que la labor fuerte aquí es del equipo de profesionales del operador humanitario, dado que se trata de la preparación para la acogida o el primer momento de aproximación al funcionamiento del Alojamiento. Y mínimo el operador humanitario, debe haber hecho el ejercicio de reconocimiento con el fin de potenciar posibilidades de alianza, soporte, acción conjunta en favor del adecuado proceso y construcción de la Ruta de protección. La identificación de capacidades, implica conocer la capacidad de las instituciones, las organizaciones, los líderes y las comunidades desde su rol de decisión, consultoría, movilización, comunicación y operación; y en este sentido el reconocimiento de su alcance en función de cada una de las dimensiones mencionadas anteriormente. Actores

Institucionales Gubernamentales No Gubernamentales Del nivel Nacional Organizaciones de ayuda humanitaria Org,Sociales y Cominitarias Alianzas, concejos,Redes y miembros

Capacidades, Decisión, consultoría, Movilización, Comunicación , Operación

Dimensión Socio Jurídica

Dimensión Psicosocial

Salud, Alimentación y nutrición

Medios de Vida

Educación

Cultura

Recreacion y deporte


a.

Organización por comisiones de trabajo acordes con las necesidades y la situación de la emergencia declarada.

Identificadas las capacidades institucionales que permiten leer las fortalezas de los diferentes actores clave, las instituciones, organizaciones, lideres, representantes de la comunidad, así como los recursos, posibilidades de gestión, alianzas, opciones de concertación, etc. El momento siguiente liderado por el operador humanitario, se debe dedicar a una organización que en principio es configurada por las capacidades institucionales, organizacionales y comunitarias identificadas con relación a las necesidades generadas por la emergencia. Se rescata de la experiencia de la población afectada y protegida en los Alojamientos Temporales, el reconocimiento de la voz y participación de los niños y niñas en “semilleros” donde se trabaja entre otros procesos formativos, el cómo prepararse para una emergencia. Si bien esta acción es de carácter preventivo, puede acogerse como estrategia en el momento de realizar el Alistamiento para atender una emergencia. Según expresión de los niños y niñas en los Alojamientos Temporales; “Es mejor que estemos preparados para algo que tal vez nunca suceda a que tengamos que vivir algo inesperado, para lo que no nos preparamos”. Igualmente, es importante promover y divulgar información con la comunidad sobre las rutas de acceso a los servicios básicos y procesos de identificación participativa de necesidades y capacidades institucionales, organizativas y comunitarias. De esta forma una opción de organización por comisiones implica la configuración de mesas - o comisiones- de trabajo mixtas con la participación de representantes institucionales de gobierno, no gubernamentales, comunidad con sus líderes, y personas interesadas. Así las cosas, las comisiones pueden organizarse por campos de acción: 1.Comisión socio jurídica con el propósito de garantizar cumplimiento y exigibilidad de derechos. 2.Comisión de atención psicosocial: esto implica aunar esfuerzos institucionales y organizacionales para el apoyo en dimensiones afectivas, sociales, comunitarias. 3.Comisión de salud: implica la acción conjunta para garantizar condiciones básicas de salud y medio ambientales aptas para la vivienda y convivencia durante la emergencia y en el tiempo de alojamiento temporal. Puede acudirse a jornadas de aseo, higienización personal, de habitación y zonas comunes. Campañas de aseo y reciclaje, uso adecuado del agua, etc. Protección con equipos de salud en jornadas de promoción, prevención y atención integral en salud. Esto implica el apoyo de disciplinas que complementan la atención integral como salubristas, nutricionistas, odontólogos entre otros.


1.Comisión de educación y cultura: Implica jornadas de revisión de condiciones de educación formal con el fin de promover re-vinculación a procesos escolares de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Así como jornadas y procesos de alfabetización, actualización con adultos y la comunidad en general. Igualmente, implica el reconocimiento, respeto y rescate de las costumbres y prácticas socio culturales propias que son significativas y aportan a procesos de protección, autocuidado y mejoramiento de relaciones de convivencia en general. 2.Comisión de recreación y deporte: Esta opción es complementaria a todo un proceso de atención integral en educación, salud y protección. Aportando desde una acción conjunta institucional y comunitaria al uso adecuado del tiempo libre, promoción de hábitos y estilos de vida saludables, una adecuada convivencia, cuidado de sí mismo y de la comunidad. 3.Comisión para promover restablecimiento o establecimiento de estabilización socio económico o promoción de medios de vida.


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