COLUMNA ROTA BRUNO BRESANI Historias borradas en ocho capítulos en relación a la serie fotográfica educación Lorena Guillén Vaschetti (http://www.lorenaguillenvaschetti.com/menu.html) nació en Rosario, Argentina en el año de 1974. Estudió arquitectura y antropología en la Universidad de Buenos Aires. Posteriormente tomó clases de fotografía en Buenos Aires y en New York, desde entonces ha tenido exhibiciones en Dinamarca, Alemania, Estados Unidos, Irlanda, Brasil y Argentina. Su trabajo ha sido publicado en Nat Geo Traveler, Outside Magazine, Bergens Tidende, Tricolor, One Shot Each. Actualmente vive en Buenos Aires. Comenta que la antropología la acerca a los temas que fotografía y la entrena a leer mensajes y significados; en tanto, el mundo de la arquitectura le enseña mucho sobre la composición, el uso de las luces y las sombras. La autora nos explica que su intención no es hacer un recorte de la realidad en un momento determinado. "No fotografío lo que veo sino lo que esa escena, en ese momento de mi vida, me hace sentir. Es más, fotografío de la misma manera que recuerdo." Como fotógrafa dice: "la luz esculpe, pinta" y ella lo enmarca con una cierta intención "a veces más consciente, a veces más instintivamente.” Considera que una fotografía es un objeto "potencialmente mágico de un mundo infinito y siempre cambiante" ofreciéndonos la posibilidad de llegar "tanto a los más profundos pliegues de nuestra intimidad como a los más compartidos sentimientos humanos" y cuando esto ocurre, esta integración siente haber conseguido la imagen. La imagen fotográfica parece ser el espejo con el que se condensa la realidad en símbolos, mientras ella se vuelve hacia lo invisible encontrando los mensajes ocultos en ellos. Sus fotografías sustituyen la realidad con su propia encarnación más profunda: los sueños, anhelos, las expectativas, ya que se concretan en los instantes, explotaran la vida vivida. “A veces lo que no ves es lo importante.” Las imágenes nos encuentran, nos revelan nuestra propia identidad. Seguimos conservando los retratos de familia para intentar en vano comprender nuestra historia. Nos trae la magia de la antropología de la memoria inocua, pulcra conservando en su mundo de memorias borradas, sin visibilidades certeras. Lorena nos crea un entorno a estas interrogantes a esos olvidos y silencios, preguntas sin respuestas de un pasado que no quiere, pero lo imagina, lo crea en cada mancha del recuerdo, sin saber qué hacer con ello en su presente.