La Otra No. 6

Page 29

Recuerdos de la Guerra Fría

Amoroso

con garras diestras a la pared, en la postura de un consumado murciélago, la cabeza colgando, y se afana en descubrir dónde se halla. ¿Qué está ocurriendo bajo sus ojos plegados? Un filoso pedazo negro de la piel de la noche, es evidente que lo asusta la luz aun sin verla. Qué sensación tan conocida.

Igual que larvas de rana en nuestros diáfanos pasillos yacíamos desnudos frente al mundo pero enclaustrados en nosotros mismos

Esquela

Nos aseguraban que había dos mundos en pugna, pero existía sólo uno. Nosotros pertenecíamos al otro.

igual que larvas de rana sin periodo alguno sufríamos metamorfosis y después entre las aguas pantanosas perecíamos el uno sin el otro.

El miedo Qué gran mariposa negra, no, algún gorrión geométrico que sin aleteos se desplaza, no es que vuele muy raudo, mas cómo vuela: ¿un murciélago en la entrada? Es más pequeño que una aceituna gruesa, se aferró 

“Val Kilmer engordó para horror de sus admiradoras”, para horror mío, ¿pero cómo?, ahora ¿en quién voy a soñar, a quién voy a asustar con Val Kilmer? El tren bala de ruedas adiposas a todas luces emprende su camino, pero no penetra ya en el túnel, no encaja con los rieles, donde todo es derecho, derecho, sin embargo un sueño no tiene derecho a echar barriga.

La Otra | enero-marzo 2010


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.