PRIMER SEMESTRE DE LA LICENCIATURA EN COMUNICACIÓN
Unidad Académica de villa
Tamulté de las Sabanas
INTERCULTURAL ASIGNATURA:
Sujeto y Comunidad
DOCENTE A CARGO:
Mtro. Pedro Jesús
Zapata Flores
ESTUDIANTES:
Amilpa Morales Franco
De la Cruz Morales Fernando
Demecio Cruz Omar
García Esquivel Silvia Liliana
García Ovando Yesenia
García Torres Jesús Francisco
García Valencia Dulce Yazmín
Hernández Hernández
Abner Abisaí
López Salvador Jesús Daniel
López Valencia Erika del Carmen
Morales Hernández Yessica
Morales Pérez Jesús Gustavo
Pérez Valenzuela Wendy
Quintero Marín
Alejandra Natividad
Salvador Sánchez
Sammy Yuritzi
Torres Damián Betzy Rubí
Valencia García Juana
Vargas Hernández Rebeca
Boca de culebra, una tierra entre la vegetación y el río
Fernando de la Cruz Morales
Al llegar a la ranchería Jolochero, primera sección, Boca de Culebra, en el municipio de Centro, Tabasco, sientes de inmediato el abrazo de la vegetación tropical. Altos cocoteros se elevan al cielo, sus hojas verdes intenso brillando bajo el sol, mientras los platanales, cargados de racimos dorados, pintan de vida el paisaje. Junto a ellos, los campos de maíz se extienden, con espigas que se balancean suavemente, recordando la conexión profunda que une a la comunidad con la tierra y sus tradiciones agrícolas.
Un río serpentea por el paisaje, pero sus aguas, marcadas por la contaminación, son testigos de los desafíos ambientales que la comunidad enfrenta en su esfuerzo por preservar un entorno saludable. Es una lucha constante en un mundo que cambia rápidamente, y este río es un reflejo de esa batalla por el equilibrio.
Siguiendo un camino de tierra, pequeñas tiendas de madera ofrecen productos locales; es aquí donde los habitantes comparten su cultura y tradiciones. El bullicio del día a día se mezcla con las risas de los niños y las conversaciones de los adultos, creando un ambiente vibrante y familiar. En el centro de la comunidad, te recibe el pastor de la única iglesia, cuya calidez y hospitalidad son inmediatas. Su voz, llena de fe y dedicación, resuena en cada rincón mientras relata conmovedoras historias de espiritualidad y unidad. En este lugar, la conexión entre las personas y su fe se siente en el aire, dando a la comunidad un sentido de propósito compartido.
No muy lejos, un artesano trabaja el mármol en su taller. Con manos hábiles y cuidadosas, moldea la piedra en hermosas creaciones que reflejan la rica herencia cultural de la localidad. Cada golpe de cincel es un tributo a la tradi-
ción, y cada pieza terminada fusiona la historia y la creatividad de la comunidad. La ranchería Jolochero es un microcosmos de vida indígena, un espacio donde la naturaleza, la espiritualidad y el arte se entrelazan armoniosamente. Es un lugar que invita a la reflexión y al respeto por las tradiciones que han resistido el tiempo, un rincón donde la belleza natural y la resiliencia de su gente se unen en un tributo vivo a su identidad.
EL AGUA DEL RÍO ERA CRISTALINA Y CON VIDA.
Don Reyes Hernández Pérez, una vida de tradición y orgullo en Jolochero
Al pasar de los años, cuenta su historia emblemática acostado desde su hamaca, Don Reyes Hernández Pérez de 74 años emocionado y orgulloso de su comunidad Jolochero, su tierra natal.
Reunidas con don Reyes alrededor de su hamaca escuchando su relato de la vida de Jolochero.
Al pasar de los años, cuenta su historia emblemática acostado desde su hamaca, Don Reyes Hernández Pérez de 74 años emocionado y orgulloso de su comunidad Jolochero su tierra natal. “Cuando fui delegado hace más de 30 años, la comunidad era pequeña, con apenas de 3 a 5 casas. Todo era campo y las viviendas humildes se hacían de guano”.
En sus recuerdos que tiene brota sus ideas y describe con certeza que en ese entonces “el agua del río era cristalina y con vida” dice con nostalgia. “Nos la tomábamos, aunque primero la hervíamos para evitar enfermarnos. Había una abundancia de animales: pejelagartos, tortugas, nutrias pescadas, caracoles. Los
cayucos nos ayudaban a pescar, ya que el rio no era tan profundo”.
En aquellos entonces, Jolochero dependía del ejido. “El maíz, las hortalizas eran los fundamentos en el cultivo, y las familias criaban animales en sus patios para el consumo diario contábamos con hoja de popal para fumigar naturalmente los cultivos’, manifiesta don Reyes recordando de lo ecológico que perdura en su memoria.
“El día comenzaba mucho más antes del amanecer nos levantábamos con el canto del gallo, a las 3:00 am”
“El día comenzaba mucho más antes del amanecer nos
levantábamos con el canto del gallo, a las 3:00 am”, cuenta. “El fuego ya estaba encendido con el pasillo de café caliente y las tortillas hechas a mano, las mujeres quedaban en casa atendiendo las labores del hogar, mientras los hombres ensillábamos los caballos y partimos hacia la huerta” . La comunidad era profundamente católica, en ese entonces era la que existía dice con un leve aliento, recordando la fe que un día a los pocos habitantes de la ranchería. Hoy en día esa tradición
tradición ha dado movimiento al predominio de la religión evangélica. El idioma yokot’an en su inicio fue el corazón en Jolochero, ahora muy poco se menciona y “esa era nuestra lengua materna, era lo que nos identificaba hoy, son pocos los que las hablan”. Los caminos eran de tierra y monte, y las familias tenían que ir de casa en casa para comunicarse, vestían con orgullo sus trajes tradicionales: los hombres con sombreros y las mujeres con sus faldas tabasqueñas y rebosos, adornadas con peinetas que resaltaban su identidad chontal. Jolochero apenas comenzaba a forjar su vida, una que el sigue contando con orgullo del ruido vaivén de su hamaquero.
Alejandra Natividad Quintero Marín / Silvia Liliana García Esquivel / Dulce Yazmín García Valencia
TRABAJOS MUTUOS EN EL PLANTEL
La empatía en la comunidad
El maestro comenta a cerca de la relación que tienen en la comunidad con los padres de familia.
Sammy Salvador / Franco Amilpa
La comunidad Jolochero es muy pequeña, en donde la mayoría de las mujeres son ama de casa y los hombres obreros, los abuelos se dedican al campo.
La escuela bidocente no ha crecido mucho ya que los padres jóvenes dejan a sus hijos con sus abuelos para trabajar en la ciudad de Villahermosa, salen temprano y regresan entre las 4 o 6 de la tarde. Se apoyan o se cooperan cuando se requiere.
La comunidad es muy unida y los vecinos se apoyan mutuamente. La mayoría asiste a iglesias locales, la comunidad no es conflictiva y se apoyan cuando se requiere. Los padres de familia se
organizan para mantener la escuela en buenas condiciones. Aunque el comedor es muy pequeño, los padres de familia siempre estas dispuestos a colaborar en cualquier actividad.
Al preguntarle sobre la unión en la comunidad, el maestro Erick responde con seguridad: “no veo que tengan problemas para hacer algo en común. La mayoría son obreros, pero las mamás se llevan muy bien. Cuando organizamos actividades en conjunto con el preescolar, siempre se muestran dispuestas a colaborar. He trabajado en otras escuelas donde la situación es distinta, con mucha competencia y celos, pero aquí eso no ocurre. Quizá porque tienen un acceso rápido a Tamulté (de las Sabanas) y no se sienten aislados.”
TRES DÉCADAS DE DOCENCIA
La formación a través de la historia
El maestro relata los cambios y aspectos más relevantes de la ranchería Jolochero primera sección
Sammy Salvador /Franco Amilpa
En la escuela de la ranchería Jolochero 1ra sección, el Maestro Manuel López Álvarez, director de la escuela multigrado Álvaro Obregón, ha dedicado tres décadas a la educación de su comunidad. Durante estos años, ha visto graduarse a generaciones de estudiantes que, gracias a su esfuerzo y dedicación, han alcanzado una profesión. “La experiencia ha sido excelente”, menciona el maestro, quien asegura que ha presenciado
el crecimiento de varias generaciones en una comunidad caracterizada por su espíritu sociable y humanista.
En sus 31 años de servicio, López Álvarez destaca la ausencia de conflictos importantes en la escuela. “La comunidad siempre ha brindado su apoyo, es un lugar donde nos ayudamos mutuamente”, expresa. En sus primeros años, la escuela funcionaba como una escuela unitaria, donde el maestro trabajaba con estudiantes de primero a sexto grado en el mismo salón debido a la baja matrícula. Actualmente, son solo dos maestros los que imparten clases en la institución.
La comunidad y la escuela mantienen
una relación muy cercana, especialmente en eventos culturales. Los padres de familia y los docentes se reúnen para celebrar las clausuras de ciclo escolar, el Día de las Madres, el 20 de noviembre, y hasta en eventos gastronómicos. Sin embargo, el Día de Muertos no se celebra en la escuela debido a que los padres de familia pertenecen a distintas religiones. “Cada año planteamos la actividad, pero los padres prefieren no llevarla a cabo”, explica el maestro. López Álvarez también observa un cambio en los estudiantes debido al acceso a la información por internet, lo que considera una ventaja para despertar su interés en distintos temas.
Entrevista al maestro Manuel López Álvarez, director de la Escuela Álvaro Obregón en Jolochero.
Entrevista a Erick Hernández García, maestro de la Escuela Álvaro Obregón en Jolochero, primera sección
LA TIERRA DEL JOLOCHE
El puente que une a la comunidad en una misma, sobre un río que en algún momento sirvió para subsistir.
TRANSFORMACIÓN
Voz viva
Jolochero 1era sección, Boca de Culebra, desde sus inicios hasta la actualidad; perspectiva de una habitante.
La presente entrevista se realizó con motivo de la semana de vinculación, de la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco, específicamente de la materia Sujeto y Comunidad, donde los alumnos de la Licenciatura en Comunicación Intercultural, visitaron la ranchería Jolochero 1era. Sección Boca de Culebra, del municipio del Centro con la intención de interactuar con sus habitantes.
Durante el recorrido de la localidad, se encontró a la señora Leonor Hipólito García, en la puerta de su casa, dialogando con ella, para conocer aspectos relativos a la comunidad, lo cual sirve para fomentar la conexión, saber sobre las culturas desde un sentido más profundo.
Jolochero lugar majestuosos, único, original, con valores, normas, tradiciones y religión. Zona rural dividido en dos secciones.
Ante ello, se le cuestionó sobre los inicios de dicha localidad, respondiendo que fue hace 60 años, siendo esta una sola, pero que en el paso del tiempo se dividió, “de la entrada del Chichonal a la raya de Jolochero-Medellín” fue la 2da sección y “del Chichonal a la ceiba por donde está don Héctor” (es un habitante de la comunidad) la 1era sección que es Boca de Culebra.
“Antes bebíamos agua del río”
Comúnmente entendemos que una comunidad significa, un lugar rural, y sí, es correcto, pero el termino, igual puede referirse a cualquier grupo compartiendo algo en común.
La señora
Leonor Hipólito, expresa que los primeros habitantes fueron don Pancho que le decían ’Chicuboca’ y don Ceferino, quienes dejaron huella en la comunidad antes de partir de la vida. Boca de Culebra está dividido por un río, en su interior tiene una carretera que comunica a sus habitantes, anteriormente solo existían cuatro casas y para llegar a ellas solo era por puentes construidos por palos (barandillas) o cayucos.
El medio de trasporte
Leonor Hipólito García, habitante de la comunidad de Jolochero, platica el proceso de cambio que ha observado durante los años que ha estado viviendo ahí.
que más se utilizaba era el cayuco y los que no lo tenían caminaban, llevando un tiempo de dos horas en llegar a su destino.
Cuenta que ellos tomaban agua del río, debido a que no estaba contaminada y no había enfermedad,
con esa agua pudo criar a dos de sus hijos. La localidad es de clase media-baja, con tres instituciones educativas, prescolar, primaria (bilingüe) y una Universidad Intercultural.
Todos los hijos de la
habitante asistieron a la escuela bilingüe Álvaro Obregón que está ubicada en la comunidad otorgando una buena educación en ellos. Para construir la primaria hubo conflictos que consistió en la negación de otorgar el terreno para su construcción ya que no toda la población estaba de acuerdo y hubo un incidente que casi cuesta la vida de una persona.
La señora Leonor ha notado los cambios que ha tenido su comunidad, hay más trasporte, es más fácil trasladarse de un lugar a otro, cuentan con energía eléctrica desde hace cuarenta años facilitando más la vida para ellos, pues se sabe que en la actualidad la mayoría de electrodomésticos necesita de la energía.
Trasmite un consejo que ella da a sus generaciones venideras, “estudien, aprovechen, es el bien para ustedes, viene una enfermedad nos morimos y ahí quedamos”. En sí, esta comunidad, es una más de tantas, pero sus rasgos lo hacen peculiarmente a otras y esto, no solo por lo exterior, que se observa, si no, por la forma de actuar, pensar, expresarse, vivir en sí.
Mi función es estar presente, ya sea en los problemas de la comunidad o en los éxitos, buscando siempre mejorar la calidad de vida de los habitantes.
POR EL BIENESTAR
Trabajando por la comunidad
Para Javier Salvador de la Cruz, la función de delegado en la zona Yokot’an implica una labor esencial de servicio y liderazgo en la comunidad. De acuerdo con su visión, el rol no debe ser visto como una posición de autoridad, sino como una responsabilidad para escuchar, atender, y trabajar por las necesidades colectivas. Su trabajo incluye desde la gestión de trámites hasta el apoyo en situaciones delicadas, como la tramitación de documentos para familiares de fallecidos.
En su trayectoria hacia el cargo de delegado, Salvador de la Cruz comenzó desde joven en actividades relacionadas con la política comuni -
En esta zona se entrevistó a Javier Salvador de la Cruz, delegado comunitario que recibió amablemente a los entrevistadores en su domicilio. Antes de iniciar la conversación, ofreció un refrigerio de panes y café de olla. La charla comenzó poco después, revelando su perspectiva sobre el liderazgo y los retos de su función.
Ser delegado no es solo un cargo; es una responsabilidad hacia la comunidad. No se trata de imponer, sino de ayudar y gestionar el bienestar común.
taria. Tras años de colaboración con figuras políticas y de apoyo constante a sus vecinos, logró el respaldo de la gente para asumir este cargo, motivado por su compromiso hacia la comunidad.
Uno de los momentos más recordados por los habitantes fue la disputa de despensas en 2007, cuando se le vio liderando los esfuerzos para asegurar la llegada de estos recursos a la comunidad. La confianza de los vecinos lo convirtió en un referente, ganándose el apodo
Yessica Morales Hernández, Juana Valencia García, Dulce Yazmín García Valencia, Jesús Daniel López Salvador.
El delegado de la ranchería, en entrevista con estudiantes de la LCI
de “súper líder” por su dedicación y constante apoyo.
La comunidad Yokot’an es descrita con orgullo por Salvador de la Cruz. En pocos años, ha crecido considerablemente, pasando de ser un lugar con pocos habitantes a una zona poblada y reconocida a nivel nacional por el IMPI. Este desarrollo ha sido posible gracias a la organización y unión de los habitantes, quienes buscan continuamente el progreso de su región.
Las responsabilidades del dele -
gado no se limitan a la gestión administrativa, sino que también incluyen la resolución de problemas de convivencia. Entre los retos comunes de la comunidad se encuentran los conflictos generados por animales sueltos que pueden dañar cultivos. En estos casos, el delegado interviene como mediador, estableciendo acuerdos justos entre las partes afectadas.
La expansión de la comunidad llevó a que Jolochero se dividiera en secciones, permitiendo una distribución más eficiente de los re -
La comunidad ha crecido mucho, y hoy tenemos un lugar que se ha ganado su reconocimiento; eso nos impulsa a seguir luchando por cada uno de nuestros logros.
cursos y la atención a cada sector. Esta organización es vista como una mejora en la administración de los apoyos y en la respuesta a las necesidades locales.
Para Javier Salvador de la Cruz, ser delegado representa la responsabilidad de trabajar incansablemente por el bienestar de la comunidad y por consolidar un liderazgo enfocado en la mejora continua de la vida de las personas en la zona Yokot’an.
Conocer la forma de vida de la comunidad, es parte de la vinculación comunitaria.
HISTORIA DESDE LA IGLESIA
Jorge, el hombre que evangeliza a Jolochero
El pastor de la única iglesia de la ranchería Boca de Culebra. Cuenta las razones que lo llevaron quedarse en la tierra del joloche.
Yesenia García Ovando/ Erika del Carmen López Valencia/Fernando de la Cruz Morales/Omar Demecio Cruz
En un mundo cada vez más globalizado, las voces de las comunidades indígenas a menudo quedan relegadas al silencio, a pesar de su rica herencia cultural y su profunda conexión con la tierra. Se adentrará en la vida de una comunidad indígena que ha sabido preservar sus tradiciones y valores a lo largo de los años, como lo es la ranchería Jolochero 1ra. Sección, Boca de Culebra.
Unos de los protagonistas en el devenir histórico es un hombre que ni siquiera nació ahí pero que se ha encargado de evangelizar a la población desde hace 42 años, que adoptó a la tierra de su esposa como suya para vivir y, como dice el Cristianismo, “para pescar hombres”. Se trata de Jorge Hernández Díaz, pastor del centro cristiano Jolochero; iglesia predominante entre el medio millar de los habitantes de esta comunidad.
Se explora no solo la espiritualidad que guía a esta comunidad, sino también los desafíos y las esperanzas que enfrenta, su testimonio ofrece una ventana única a la intersección entre la fe, la cultura y la lucha por la identidad en un mundo en constante cambio.
En la presente entrevista hay respuestas con una tendencia evangelizadora, sin embargo, el
“Esta comunidad no es muy grande, pero la gente es muy amistosa, son personas que apoyan a sus semejantes”
pastor demostró no tenerle miedo a la cultura como parte de la comunidad.
Usted, ¿es originario de la zona?
No, yo no soy originario de Jolochero, ni tampoco de Tamulté, soy de Villahermosa Tabasco, de la colonia el Guayabal, en donde vean que hay mucha guayaba.
Desde allá, ¿usted viene para acá?
No, en el año de 1982
me vine a vivir a Tamulté de las Sabanas cuando era yo un joven de 15 años, me quedé acá porque mi papá
se vino a vivir por acá entonces nos quedamos y aquí terminamos de criarnos, mi esposa sí es de aquí, al igual que mis hijos y toda mi familia, yo aquí me quedé, me planté.
¿Su esposa sí es de aquí?
Mi esposa sí es originaria de Tamulté las Sabanas
¿Y cuándo hacen oraciones ustedes?
Actividades tenemos los días de semanas, los lunes tenemos oración a las 6 de la tarde, están invitados todos ustedes. El martes tenemos culto general a las 5 de la tarde, el miércoles tenemos reunión de mujeres, se congregan y hacen sus actividades, el jueves tenemos ayuno y liberación, entramos a las 9 de la mañana y el viernes y sábado cultos familiares y ya el domingo culto general a las 10 de la mañana.
“A mí me gustaría que el mundo conociera mejor a Jesús, que es el hijo de Dios”
Estas actividades si gustan visitarnos en algún momento están totalmente invitados.
¿Cómo los recibió la gente, cuando vinieron a construir su iglesia?
Bueno en ese tiempo la gente nos recibió muy bien por eso creció la iglesia, hay mucha gente que se congregan en este lugar, la comunidad nos apoyó, a hacer la construcción, estaban muy animados para hacer la misión, cuando se inició la construcción se colaron los cimientos, la comunidad trabajo, nos apoyó dando mano de obra con albañiles, hubo personas que trabajaron como voluntarios, aportando donaciones de materiales para construcción como; block, arena, grava, varilla, cemento, al igual que donaciones económicas para pagar a más trabajadores, todo fue muy bonito.
Y esas personas que apoyaron en su momento para la construcción de la iglesia, ¿son
de la misma congregación o eran parte de la comunidad?
Algunos eran de nuestra congregación y otros eran de aquí mismo de nuestra comunidad; fue una buena organización y unión. Porque es algo que se ve, la unidad de la gente y el apoyo, la verdad aquí nos apoya mucho la gente, son muy sociales y muy unidos.
¿Qué aspecto de tu cultura o de esta cultura te gustaría que el mundo conociera mejor?
Lo que a mí me gustaría que el mundo conociera mejor es a Jesús, que es el hijo de Dios, es la persona que vino a regalarnos la salvación de nuestras vidas. Me gustaría que toda la gente fueran salvos con la gracia de Dios, también pueden realizar la labor para llevar el mensaje de la salvación a otras personas ,sembrar la semilla de la palabra de Dios en sus corazones, así nuestro anhelo y deseo, es que mucha gente hiciera esto para que también llevara esta cultura cristiana, hasta donde se pueda, porque la salvación no es para unos cuantitos es para todos, dice la Biblia en Juan 3:16 porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su único hijo unigénito para que todo el que crea no se pierda sino que se mantenga de su vida eterna. Dios ama a todo el mundo para que conozcan su palabra.
En el corazón del pueblo, esta iglesia se erige como un faro de esperanza y tradición.
EMPRENDIMIENTO PARA SUBSISTIR
Viviendo de la tierra
Los estudiantes de la Universidad Intercultural, de la Lic. en comunicación salieron a una vinculación en la ranchería Jolochero, Boca de Culebra primera sección, en su paso encontraron una tienda, de un habitante, quien los recibió proporcionó datos de su vida y su comunidad.
Yessica Morales, Jesús Daniel López Salvador, Jesús Gustavo Morales Pérez,
El señor Lázaro Gerónimo Valencia es originario de la comunidad de Jolochero , Boca de Culebra primera sección, tiene 63 años, produce cosecha como calabaza, maíz entre otros frutos y verduras, tiene más de 37 años trabajando en el negocio de venta, pero el lugar en donde más había trabajado es en Villahermosa .
Con su tienda propia tiene 16 años, esta se encuentra a la orilla de la carretera principal, es una tienda de madera con techo de lámina, cuenta con un pequeño espacio techado a la entrada de la tienda, donde tiene troncos y una banca armada con una tabla, para que sus clientes puedan sentarse, el piso es de madera más conocido como tapenco los productos están encima de las tablas , que están divididas en secciones para que no se junten los productos, incluso tiene productos colgados en el tejado como los pollos que aliña, plátanos y especias de cocina.
Aunque es un negocio pequeño cuenta con una variedad de
productos, algunos pertenecientes a su propia cosecha como el maíz, calabaza, plátano manzano, caña, limón criollo y además de los que necesita surtirse en el pueblo principal (Tamulté de las Sabanas) como tomate, cebolla, papa, zanahoria, arroz, galleta, aceite, frijol, adobo, azúcar, sal, ajo, pastas de cocina, alimentos para pavo, chayote y algunos dulces de menta.
Posee 2 terrenos donde cultiva, uno de ellos se encuentra en la loma, nos dice que en ese terreno tiene sembrado 20 plantas de limón criollo y guanábana, también tiene sus 2 terreno en Jolochero, no fumiga sus cultivos con ningún producto químico ya que tiene mucha fe y confianza en Dios.
El señor Lázaro también vende pollos que él mismo aliña, estos están en su tienda colgados de una forma un poco singular, se asemeja a como cuelgan las carnes de una carnicería, solo que, en lugar de estar en ganchos, están amarradas con hilos en las patas del pollo.
Anteriormente tenía su negocio cerca de la universidad intercultural, pero como el terreno donde se encontraba se inundaba frecuentemen-
Venta de don Lázaro. Aquí se muestra con unos de los productos que la tierra le da para vivir
te, se dio la obligación de cambiar de lugar.
Él se despierta a las 8:00 am, abre su tienda entre las 9:00 am y 9:30, nos cuenta que no tiene un horario específico para abrir su tienda, pero mayormente entre esas horas se puede encontrar abierta, a las 4:00 pm cierra su negocio, pero sigue atendiendo en su casa.
El señor Lázaro co-
menzó a hablar sobre cómo fue su educación, como él vivía antes cuando era niño, y lo que le inculcaron sus padres, comenta que las camas que usaban para dormir eran de tablas o hechas con palo de huano y madera de coco, que no usaban colchón y aun actualmente no usa porque no está acostumbrado y cree que es mejor dormir sin colchón, siente que tiene una mejor postura al recostarse, también que descansa mejor porque siente que relaja todo el cuerpo, prosiguió contando que el gobierno anterior no les dio ningún apoyo u programa de ayuda, todas las necesidades estaban a cargo delas madres de familia, ellas eran las encargadas de administrar cosas como los labores del hogar y el cuidado de los hijos, creen en Dios el cual es su única religión y viven de sus creencias. Aunque eran de escasos recursos, no pasaban
hambre, hacían tortillas gruesas acompañadas con café, con eso quedaban saciados. si no obedecías y te portabas mal tus padres te regañaban te pegaban con un objeto conocido más como cinto del caballo al instante de que los visitantes se retiraban del hogar. También ayudaban a las personas en la construcción de casas sin tener que cobrar algo a cambio, trabajaban en la realización de diferentes campos laborales como: hacer cosechas, yendo a porrear y a doblar maíz. Para el sustento de cada día trabajaban en los desarrollos de agricultura, albañilería, ganadería y docente por lo cual no cuentan con centro de salud se auto medican plantas medicinales como: el maguey, ruda, albajaca zampoal y flor de vicaria acompañados con medicamentos patentes que se pueden obtener en las tiendas.
Contando parte de su historia
EL MARMOLERO
Su trabajo lo identifica
En el recorrido de la comunidad Boca de Culebra, uno de sus habitantes, tiene uno de los trabajos que complementa a los ciudadanos.
Abner Abisai Hernández Hernández / Jesús Francisco García Torres
AEntrevista del único marmolero de la comunidad de Boca de Culebra que sigue conservando su trabajo en estos años, continúa elaborando columnas, esculturas de mármol y más.
Andamos recabando información de los habitantes, usted es uno de los que destaca aquí
Bueno hacemos las columnas, lavadero, bateas …
Usted no es originario de aquí ¿cómo vio la comunidad?
La comunidad me gustó porque la gente es muy unida. La gente no permite que aquí haiga delincuencia, no permiten que te asalten, es muy unida, es tranquila y también no hay que meterse con ellos.
¿Cuántos años tiene que vino a vivir acá?
En el 2014
¿Cómo ha visto la evolución aquí en la comunidad?
Por ejemplo, aquí la carretera, aunque ya está fea, pero si la pavimentaron, porque antes era un camino muy pequeño, como yo trabajo en la ciudad solo estoy en la mañana o en las tardes.
¿Cómo describe usted la comunidad?
Pues te digo a mí me gusto la comunidad por eso me vine por acá, yo vivía allá en Casa Blanca antes de venir aquí, por eso me gustó el lugar por su gente y por eso tomé la decisión de venir aquí.
La gente de aquí de la comunidad, ¿han venido a pedir tu trabajo?
Sí, algunos como estoy de este lado, y
Aquí se muestra uno de sus muchos trabajos
Entrevistando al único marmolero de la comunidad
como apenas pavimentaron era poco transitable, ahora que ya pavimentaron pasan muchos preguntando, lavadero, bateas.
Como habitante de la comunidad
Boca de Culebra, ¿si lo integran?
Sí, incluso cuando se inundó aquí en el 2020, la que ayudaba mucho al delegado era doña Laura, como te digo es unida la gente, hace poco el puente no se veía compuesto, ambos cabezales nos juntamos para armarlo y poder cruzar.
Usted como nuevo integrante de la comunidad ¿qué aportes le daría?
Pues aquí los vecinos, bueno de este lado, aquí siempre nos apoyamos en lo que se necesita como la luz, cuando los cables no están en buen funcionamiento los vecinos nos unimos para poder arreglarlo.