Atlas de hematología
Foto 28. Extendido de sangre donde se observa un linfocito grande. Núcleo compacto, citoplasma basófilo y abundante Citoplasma basófilo, abundante
Cromatina compacta
Foto 29. Extendido de sangre donde se observa un linfocito grande granular. Núcleo compacto, citoplasma basófilo donde se observan gránulos azurófilos contables que tienen afinidad por la eosina Gránulos azurófilos (acidófilos) grandes y gruesos
Cromatina compacta
Citoplasma basófilo
Células plasmáticas Las células plasmáticas secretoras de inmunoglobulinas representan el estadio final de la transformación antigénica del linfocito B. En este estadio, las células plasmáticas son capaces de secretar inmunoglobulinas que pueden ser fácilmente detectadas en el citoplasma. La célula plasmática expresa el CD38 y se localizan en los cordones medulares de los ganglios linfáticos, el bazo, el timo, la médula ósea, la piel y el intestino. La célula plasmática tiene un tamaño de 12 a 15 µ, y forma ovalada. El núcleo, casi siempre excéntrico, posee una cromatina condensada en fuertes cúmulos, cuya disposición radial adopta el aspecto morfológico “en rueda de carro”. El eje mayor del núcleo forma un ángulo recto con el eje mayor de la célula, lo cual es muy característico. El citoplasma es abundante e intensamente basófilo en toda su extensión, excepto en la zona centrosómica de la célula, donde adquiere una tonalidad blanquecina. Está desprovisto de granulación, y puede contener algunas
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